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Bajo todos los cielos estrellados, reinarán siempre la Ética y Valores (página 2)




Enviado por Josè M. Castorena



Partes: 1, 2, 3, 4

Y entendida en ese sentido, es más amplia que el de la palabra Fidelidad, ya que en efecto, alguien pudiera ser fiel sólo por cumplir con su deber, mientras que la lealtad, nace del amor o cuando menos está marcada por un intenso afecto.

Por otro lado, se dice que una persona posee Integridad, cuando aún sabiendo que nadie es perfecto, sí actúa de acuerdo a principios morales o éticos, buscando ser perfectible en todas sus acciones, imprimiéndoles un sello de virtud.

También se dice que una persona tiene Autodominio, cuando aún en situaciones de peligro o de presiones en su trabajo, en su escuela, o en su familia, actúa con serenidad para plantear alternativas de solución y aún prepara estrategias asertivas de solución para resolverlos, disfrutando de paz interior y exterior, por lo tanto:

Ganar – ganar.

Y por el contrario, se dice que una persona no tiene autodominio, cuando al surgir algún problema… simplemente estalla su temperamento, y lo manifiesta en furia, gritos, violencia , en desesperación y en lugar de solucionar los problemas, los agrava con salidas falsas como, uso de tabaco, de drogas o de alcohol, golpes, asesinato, suicidio, abandono o divorcio.

Puede usted asemejarlo a cuando estalla de repente un volcán, donde no hay freno para su espíritu.

Así que la persona que no cultiva el autodominio simplemente:

  • Se impacienta.

  • Habla con maldiciones.

  • Divulga, lo que debería ser confidencial.

  • Grita.

  • Habla sin ton ni son.

  • Se burla de los demás.

  • Traiciona la confianza.

  • Es vanidoso y actúa con falso orgullo.

Yo considero que tenemos que auto – examinarnos y proponernos un plan de mejora individual, respetando nuestras diferencias con los demás, pero definitivamente buscando crear ambientes más ecológicos psíquicamente en cuanto a nuestras interrelaciones humanas.

Así que ante todo, debemos reconocer que La persona es única, no hay nadie igual a ella por lo que todo ser humano tiene una oportunidad magnífica de trascender.

Puede existir alguien parecido en lo físico o en el modo de ser, pero en el fondo no hay dos seres humanos iguales.

El conjunto de uno mismo es el YO, lo que haga y lo que diga es responsabilidad auténtica de la propia individualidad.

El ser humano tiene todas las posibilidades para conocer y sentir los elementos que forman el mundo, para descubrir las leyes del conocimiento y el pensamiento; para aprender a comunicarse en forma verbal y no verbal; para ubicar en su memoria, la razón de las cosas.

También en él están las capacidades para sentir la belleza, para expresar su estado de ánimo, para desarrollar la creatividad, el sentido ético, cambiar sus actitudes y dar rienda suelta a la imaginación.

Conocer y valorar la propia vida nos da la posibilidad de desarrollarla armónicamente, por medio del pensamiento creativo y la acción comprometida a dar lo mejor de sí mismo para el bienestar propio y de los demás.

La conciencia es la actividad de la inteligencia que juzga prácticamente sobre la bondad o maldad de los actos humanos, es una realidad espiritual.

En una conciencia justa y honesta es donde aparece lo que es justo y lo que es bueno, para poder actuar de acuerdo con la finalidad de la vida.

Una persona que guía su pensamiento y acción con una conciencia honesta, descubre el sentido de la vida, incrementa su capacidad de amar, de hacer el bien y de ser feliz plenamente sin hacerse daño ni causar tristezas o hacer sentir mal a los demás.

Cuando el conocimiento de nuestra persona es verdaderamente íntimo, descubrimos lo que es la verdadera naturaleza humana, lo que somos y la necesidad que tenemos darle de un sentido significativo y significante a la vida, y todo eso es lo que nos lleva a la conciencia moral.

¿Cómo se forma la conciencia?.

  • El ser humano, por naturaleza, puede conocer lo que es bueno de lo que es malo.

Sin embargo, con frecuencia se olvida de su conciencia o la tiene muy

escondida en su interior. Por lo que para recuperarla o fortalecerla, se requiere de

una actividad personal.

Esto se conoce como la responsabilidad por la formación de la propia conciencia.

  • Para formar la conciencia se requiere de una educación, de una formación. Debemos reflexionar sobre la bondad de los fines y medios de nuestros actos y después actuar por convicción.

La ayuda y consejo de personas bien formadas es indispensable para adquirir

y formar los mejores criterios de acción.

  • La sinceridad, llamar a las cosas por su nombre y no justificar lo que no

Es justificable, es el mejor camino para estar claros en el juicio correcto de

La conciencia.

  • Evitar las excusas para no querer hacer las cosas, en que nos hemos comprometido.

  • Lo que es bueno… es bueno en todo el mundo y además es aceptado por todas las personas y así hay que llamarlo porque hace crecer a las personas, las desarrolla en ambiente más amigables y ecológicos. Lo malo es… malo porque daña a uno mismo y a otros, ya sea físicamente o psíquicamente y así hay que considerarlo.

  • No desanimarse, siempre habrá errores y caídas, pero todos podemos mejorar si aprendemos y rectificamos.

  • Formar hábitos buenos y vivir las virtudes es la mejor manera de hacer prácticos los juicios de la conciencia.

A través de ellos se da congruencia a nuestra vida para actuar como se piensa

y pensar como se actúa. La única forma que tiene el ser humano de lograr

un desarrollo armónico de su cuerpo y mente, es cuidando que ambos

estén equilibrados en la búsqueda conjunta y permanente de una madurez integral.

  • Es indispensable que cada persona "logre conocerse a sí misma". El que no se conoce en toda su realidad e integridad, en su interior y exterior, no se valora ni se acepta; por lo tanto no puede amarse: "nadie ama lo que no conoce".

Como usted puede ver, "descubrirse a uno mismo" es una aventura, una tarea tan larga como la vida misma. Cada momento es una oportunidad de captarnos, de volver a empezar pero con más conciencia, con toda integridad.

Poseernos, gozarnos y recrearnos, en nuestro propio valor, es una obra personal.

Y en el proceso de conocerse, la persona verá que no todo en ella es perfección; el ser humano tiene fallas que le dan la oportunidad de trabajar para desarrollarse.

Y en esta labor continua de mejoramiento, cada persona debe utilizar como herramientas las riquezas en aptitudes y potencialidades que posee y que le ayudarán a ubicar sus talentos, para saber para qué sirve, y con qué valores cuenta para ser útil a la humanidad y a sí mismo.

Nunca termina uno de conocerse y mientras uno avanza más en este camino, se da cuenta de que: "hay mucha tela fina de dónde cortar", y la dueña de la tela es la persona misma.

Y que lamentable sería, estarnos muriendo y descubrir que no fuimos capaces de hacernos bellos trajes con esa tela.

Para conocer lo que cada quien es en realidad y no lo que cree ser, la persona no debe engañarse y tratar de ser siempre auténtica.

Este es el primer paso para caminar hacia lo que quiere de sí misma, en plena armonía con lo que es y lo que posee.

También es la mejor manera de alcanzar la finalidad y trascendencia propias de la naturaleza humana.

Solo que para conocerse uno mismo, tenemos que recordar lo que dijo Juan Jacobo Rousseau: "Yo puedo estar en contra de lo que usted dice, pero defenderé hasta la muerte

El derecho que tiene de decirlo".

Y para ello, tenemos que partir de nuestra libertad, pero respetando la libertad que también tienen los demás, porque mi libertad termina donde empieza el derecho de los demás.

Por lo tanto se hace necesario aquí, recordar algunos aspectos sobre el bello y Universal valor de la libertad:

  • Se dice que el hombre tiene libre albedrío, que como es capaz de conocer el bien y el mal, puede escoger alguna de las opciones, haciéndose responsable de asumir las consecuencias de sus actos.

Así que el tema de la libertad por el que tantos hombres han dado su vida, siempre será un tópico muy importante, del que siempre se hablará y se seguirá defendiendo en el futuro.

A todo ser humano le gusta ser y sentirse libre, pero en muchas ocasiones, se confunde el verdadero sentido de esta palabra y se cambia su significado según las conveniencias de cada persona.

Así que en este capítulo mi objetivo es analizar junto con el lector, qué es y qué implica la verdadera Libertad. No se trata de plantear si el hombre es libre o no, sino de definir el significado que tiene decir "el ser humano es libre"

Cuando elegimos algo lo hacemos con libertad.

En todo el mundo, se reconoce que el hombre tiene "libre albedrío", o sea que tiene una relativa libertad al elegir, de entre sus alternativas la que él considere más deseable de acuerdo a sus capacidades y sus recursos.

Pero tenemos que hacernos un cuestionamiento: ¿Por qué el Hombre es Libre?

Si se le pregunta a una persona por qué se viste de tal manera; o por qué plantó ese árbol o estudió ingeniería; o por qué le gusta tal música o por qué el estilo de su corte de pelo, siempre tendrá una razón para justificar cada uno de sus actos o manera de ser.

Así a esa capacidad del ser humano, por medio de la cual elige un bien con preferencia de otros, se le conoce como Libertad.

Podemos decir que el hombre, gracias a su naturaleza, cuenta con las herramientas necesarias para llevar a cabo el acto de elegir.

Así, cada vez que elige alguna alternativa y toma una decisión, está haciendo uso de su libertad.

Tengo que decir aquí, que la libertad puede ser positiva cuando respeta la libertad y los derechos de los demás y negativa cuando quiere imponer su voluntad pasando sobre el derecho de los demás.

Ahora, ¿Cómo es la capacidad de libertad que tiene el Ser Humano?

Inferimos que de todos los seres vivos que existen en el mundo, el único que tiene libertad para desarrollarse y ser mejor – si quiere- es el hombre.

Y gracias a esa libertad, nace en la conciencia del hombre el deseo de poder realizar los ideales o los propósitos nobles de la vida, con una aplicación positiva de la voluntad que dice YO QUIERO.

De tal forma que la voluntad dirige las acciones y esa autonomía es el fundamento de su dignidad como persona.

Así que al tomar decisiones, interviene la conciencia con una inclinación normal al bien, pero que el hombre al decidirse por hacer lo bueno o lo malo, lo realiza en base a un juicio, que se da en él mismo, como válido y opera como una auto legislación.

En contraposición a una heteronimia o sea cuando alguien le dicta las leyes que debe cumplir y que aceptará o no dependiendo de su grado de desarrollo cultural y social.

Para lograrlo, cuenta con facultades superiores propias únicas del ser humano entre las cuales están:

La capacidad de aplicar y desarrollar su inteligencia, su capacidad espiritual, la capacidad de aplicar su voluntad para lograr lo que se proponga y la capacidad de Amar.

Para que una persona tome una decisión voluntariamente, es necesario que conozca lo que él mismo quiere y le conviene; y que reflexione sobre las ventajas y desventajas. Muchas veces, esa deliberación es automática, pero en otras ocasiones es necesario tomarse tiempo para pensar, decidir o incluso para buscar apoyo. Por ejemplo, escoger la ropa para ir a trabajar, no es tan importante como decidir con quien formar una familia.

  • En su capacidad de aplicar y desarrollar la inteligencia, cuyo fin es buscar la verdad, ayudará al hombre para que sus elecciones sean fundamentadas y ejerza con mayor éxito su libertad.

  • En su capacidad espiritual, aplica el hombre su sed infinita del saber para buscar trascendencia.

  • En su capacidad de aplicar su voluntad para lograr lo que se propone, el hombre orienta todos sus recursos, para alcanzar sus metas y objetivos en la vida.

  • La capacidad de amar es también muy importante en el proceso de elección; ya que al elegir, el ser humano busca algo que le dé satisfacción, que le agrade, que deseé. Sin embargo, la presencia de la inteligencia, sobre los sentimientos, es de suma importancia para valorar racionalmente la opción adecuada y no actuar simplemente de manera sentimental. De esta forma, una persona ejerce más plenamente su libertad cuando lo que quiere está de acuerdo con lo que le conviene socialmente.

Podemos decir que La voluntad es la facultad que cierra el proceso de la libertad, ya que le da a la persona la fuerza para realizar el acto de elegir concretamente. Por lo tanto es la voluntad la que ejecuta la orden de adquirir o no ese bien que se pensó y se deseó.

¿Cómo funciona la libertad?

El objeto o acción que se elige voluntariamente es siempre un bien.

La voluntad se inclina preferentemente por lo que aprecia como el bien mayor, pero a veces la persona no elige correctamente.

Así todo ser humano por el hecho de existir, tiene un grado de bondad que atrae a la voluntad para realizar algo. Por ejemplo, cuando una persona se enferma y siente sed y decide beber vino que aunque lo haga sentirse alegre, lo va a empeorar; su decisión de saciar la sed es buena, pero su elección de bebida no es adecuada, ya que eso puede hacerle mal a su salud.

De igual forma si decide estudiar una carrera para la que no tiene aptitud, elige un bien que son los estudios, pero la opción tomada no es adecuada, porque le costará mucho más trabajo estudiar que a sus demás compañeros e incluso puede llegar a frustrarse por los resultados no esperados.

Por lo tanto cuando se dice que se es libre para el bien o el mal, se está hablando de la libertad para decidir correctamente.

El bien o el mal no se refieren al objeto o situación, sino a la manera de elegir, que es donde la persona se confunde muchas veces.

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2.- ¿Qué hay en cuanto al Libertinaje?.

Cuando se dan elecciones en las que no hay un equilibrio entre las cuatro facultades: inteligencia, espiritualidad, voluntad y capacidad de amar, se da el libertinaje.

Así, el libertinaje es el exceso desordenado de la libertad que no se ejerce positivamente, ya que hay un predominio del aspecto pasional y un efecto desordenado del ánimo o de la razón, es decir, no se elige el camino correcto.

Por ejemplo, Pepe está muy cansado y sus amigos lo invitan a irse sanamente de paseo dos días a una playa, pero es lunes y tiene que trabajar o estudiar un asunto.

Sin embargo, no le importa y se va con ellos cuando debería estar trabajando o estudiando.

Su decisión es equivocada: el objeto de elección es bueno, pero el momento para divertirse es inadecuado.

Pepe está haciendo un uso desordenado de su libertad.

Hay ocasiones en que las personas le dan a algunos valores un lugar superior al que en realidad les corresponde. Para ellas, por ejemplo, el dinero, los negocios, el conseguir cosas materiales y la fama son lo más importante.

Quien se decide por alguno de estos valores, está escogiendo un bien, pero es posible que le otorgue más valor del que le corresponde.

Cuando hay indecisión al elegir una opción y no se tiene claridad acerca de los valores preferentes para el desarrollo de la persona, hay que conocer cuidadosamente cada uno de ellos para darles el lugar que en realidad les corresponde. A esto se le llama: jerarquía de los valores.

Toda persona debería tener muy clara su jerarquía de valores para saber si las decisiones que toma están o no de acuerdo a sus intereses y en equilibrio con sus capacidades y recursos. Además, esto le permitirá saber cuáles son los valores que quiere alcanzar en la vida. Podemos decir que dependiendo de la edad de la persona, la jerarquía de valores cambia y va madurando conforme a su desarrollo personal.

Para que el ser humano haga un buen uso de su libertad debe:

  • Analizar si el valor de su elección es real o aparente.

  • Usar su inteligencia, su capacidad de amar y su voluntad equilibradamente.

  • Elegir el camino correcto.

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3.- En la vida del hombre en sociedad, la libertad se manifiesta en cuatro formas:

Es la libertad que tiene el ser humano para accionar su cuerpo, para moverse físicamente. Esta libertad sólo se pierde cuando alguien está impedido, es secuestrado, encarcelado o amarrado. Una persona privada de su libertad física puede sentirse limitado, sin embargo, nadie puede quitarle su libertad interna, es decir, su manera de pensar, de querer o imaginar.

  • Libertad psíquica.

Es producto del espíritu humano y se refiere a la capacidad de autodeterminarse, de decidir, de ser el arquitecto de su propia vida. Esta libertad tiene su raíz en el interior de la persona y con ella, es dueña de sus actos. En la parte más íntima del hombre no hay manipulación, él usa todas sus facultades para decidir lo que quiere ser.

  • Libertad Moral.

Sólo se logra cuando la persona se conduce y elige vivir conforme a la moral. La moral se refiere a la conducta y a todos aquellos valores que no cambian, que son siempre válidos para todos los tiempos y personas. Algunos de ellos son: el Bien, la Verdad, la Justicia, el Amor y el Orden. Una persona con libertad moral es aquella que decide vivir sin resentimientos y ataduras, sin pasiones que la dominen y sin pesarle las obligaciones de trabajar, estudiar u obedecer a un jefe en el trabajo diario o a sus padres en el hogar. El hombre verdaderamente libre no se daña ni se destruye, se va perfeccionando cada día más como ser humano, a base de esfuerzo y constancia desarrolla sus capacidades con el fin de obtener el Bien.

  • Libertad legal.

No se tiene libertad legal para quitarle la vida a otro, para llegar tarde al trabajo o para engañar a los demás, "se puede, pero no se debe". La libertad legal es mucho más limitada que la psíquica. Por ejemplo, Federico tiene un auto muy potente, pero debe disminuir la velocidad al pasar frente a las escuelas. Es decir, debe limitar su libertad legal para no afectar los derechos de los demás, si no lo hace, puede ser multado por dañar la seguridad y derechos ajenos.

Cuando se decide por qué y para qué se hacen las cosas, el resultado es una acción concreta.

Por el hecho de elegir, el hombre es responsable de las consecuencias de sus actos. Todo acto puede afectar a otras personas.

El Estado vigila y promueve el bien de la comunidad y sólo en este sentido puede encauzar la libertad de cada una de las personas, ya que se pueden dañar y limitar los

Derechos de los demás al actuar mal. Por eso, actuar con responsabilidad evita dañar el orden establecido, el bien de los demás y el propio.

El ser humano debe respetar siempre a sus semejantes, porque además de tener el mismo valor que ellos, los necesita para la convivencia y supervivencia humana.

Cuando una persona vive su libertad con responsabilidad, se dice que es madura, porque está consciente de lo que decide, opta por el bien, la belleza, la justicia y asume las consecuencias de su toma de decisiones.

La conciencia de los actos se va logrando al ejercitar la libertad con reflexión. Un niño puede tomar decisiones pequeñas, a su alcance de conciencia, e irá creciendo en responsabilidad junto con su libertad.

Cada ser humano tiene que vivir responsablemente por sí mismo y por los que afecta, ya que no vive aislado ni puede ser totalmente independiente.

Grados de Madurez de la Libertad.

La madurez se va adquiriendo con el tiempo y la reflexión. Es gradual y a mayor madurez, mayor libertad. El primer grado de madurez es la conciencia que permite a la persona decidirse por una alternativa. El segundo, es cuando se vive de acuerdo a los principios personales porque son lo mejor para la vida y no porque están de moda. Este grado se logra al ser fiel a los principios personales y al decidir libre y voluntariamente.

Por último, se debe buscar un comportamiento que refleje la congruencia entre lo que se piensa, en lo que se dice y cómo se actúa, para evitar caer en una falsa libertad: "quiero y no lo hago", "quiero, pero lo hago a mi modo", "lo hago aunque no quiera, o no deba". Es importante considerar que existe el riesgo de cometer muchos errores a lo largo de la vida, pero siempre se tiene la libertad para guiar la voluntad y volverlo a intentar o corregir lo que dio un resultado no esperado o no deseable.

Así que los términos Libertad y conciencia, no son iguales ni deben confundirse.

La conciencia es un juicio interno, la libertad es una condición natural de la persona al externar sus acciones y esperar ciertas reacciones.

Y para la axiología, el Valor es todo aquello que vale materialmente o espiritualmente, de tal forma que es preciado o deseado por un individuo y que de manera natural está orientado al bien, a la belleza, al arte y que busca como ideal el ser trascendente.

4.- ¿Qué es el Aceptarse a ti mismo?

Por definición aceptar es recibir bien o con agrado algo o a alguien, recibir voluntariamente lo que se ofrece, recibir con gusto, admitir un desafío en la vida, pero enfrentándolo con gusto de ganar algo, ya sea materialmente u obtener experiencia para seguir con un desarrollo integral.

Cuando una persona se acepta a sí misma vive contenta, en paz consigo misma, con una actitud positiva, viendo y sintiendo con gusto la propia existencia en este mundo; aceptando su realidad como hombre o mujer, con todas las manifestaciones de vida que esto implica para ella misma y para los demás.

La aceptación va muy relacionada con la identificación, es decir, con lo que realmente se es y no con lo que se puede copiar de patrones de conducta ajenos. Aceptarse a sí mismo, es actuar con autenticidad y gusto por ser fiel a uno mismo, a su conciencia o a sus principios morales, políticos o religiosos.

No se puede vivir cada día con el peso que significa no ser uno mismo, por no ser auténtico (como si se fuera cargando a alguien a la espalda). Al contrario, es necesario esforzarse por aceptar tanto los defectos propios como las virtudes, de la manera más auténtica, plena y amorosa que sea posible, para trabajar sobre ellos y buscar ser mejores en una búsqueda constante de superación o de desarrollo físico, psíquico y cognitivo. Esto es la verdadera lucha: lograr una vida adecuada a la conciencia universal y al bien, hablando en un sentido holístico.

5.- ¿Qué es el Superarse a sí mismo?

Para contestar a eso es necesario reflexionar y tomar conciencia de lo que somos como seres humanos.

No podemos desligar nuestro presente de lo que hemos hecho y de lo que pretendemos ser.

Tenemos la esperanza de cambiar si nuestra conducta actúa con base en cuatro elementos fundamentales:

  • la autoestima personal

  • la condición corporal

  • la relación con los demás

  • y la situación actual en la que se vive.

Analizaremos lo importante que es vivir humanamente, es decir, empleando todos los elementos que, por el sólo hecho de ser personas, posee y le ayudan a cumplir la vocación que tiene el ser humano de perfeccionarse.

Yo creo que superarse es crecer de manera armoniosa, es decir, llegar a ser mejores en todos los aspectos de la vida ya sea en lo emocional, en lo familiar, en lo intelectual o psicológicamente: para superar todos los obstáculos que nos impiden conocernos y aceptarnos.

Una vez que empezamos a conocer nuestra realidad y la aceptamos nos estamos superando.

Por definición superar es excederse, rebozarse, abundarse y vencer.

Todo momento de la vida es una oportunidad para conocernos, aceptarnos y superarnos, depende solamente de uno mismo, o sea con qué conciencia tomamos las cosas y la manera de actuar sobre ellas.

Nadie puede dar una orden para que la gente se supere, es algo que tiene que salir de "adentro", del interior de la persona a través de una reflexión ordenada, racional y a conciencia y por lo tanto las prescripciones en la familia, en el trabajo o en la escuela no darán resultado.

Opino que no se debe vencer a las personas, sino convencerlas para lograr algún objetivo. Así que nadie puede hacer de una persona lo que ésta no quiere hacer de sí misma.

A mayor conciencia personal se logra una mejor obra de sí mismo.

Cuando una persona se supera, utiliza su inteligencia, su espiritualidad, su amor y su voluntad para descubrir el sentido de su vida, dentro de un todo armonioso, para saber por qué existe, qué quiere, a dónde va y qué está haciendo para lograrlo. Es aquí donde debe poner en juego sus habilidades físicas, y psíquicas para superar sus defectos, su temperamento, su voluntad, en fin todo lo que es potencialmente en esencia.

Así que lo mejor es ejercer nuestra libertad con conciencia o sea con un conocimiento superior utilizando la fe, la razón y la contemplación hacia la verdad, el bien, lo bello y lo religioso.

Utilizando la lógica como método de filosofar y utilizando la razón para buscar siempre la verdad de las cosas.

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Considero que es muy valioso también aplicar el método científico para solucionar los problemas o los conflictos en el transcurso de la vida y principalmente en la vida laboral.

En fin hay que ponderar todas las situaciones o los multicontextos para emitir verdaderos juicios que dialécticamente nos hagan afirmar o negar algo ya sea en la realidad o en el mundo de las ideas.

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Capítulo 3.-

El temperamento individual y los valores

Es vital para cada persona conocer lo que tiene en su interior, sus riquezas y sus limitaciones.

Se puede decir con toda propiedad que El temperamento es una de las claves para alcanzar una mayor seguridad personal y para comprender la causa de muchos de los problemas de relación con los demás.

En este capítulo identificaremos algunos tipos de temperamentos para lograr una mejor interrelación con la familia, amigos, compañeros y un desempeño laboral más eficiente.

1.- El temperamento como eterno compañero.

Desde el momento de nacer, cada ser humano tiene ciertas actitudes distintivas que predominan en su actividad, si se observa a dos bebés, aún siendo gemelos, uno de ellos normalmente será más tranquilo, dormirá más tiempo; en cambio, el otro será más activo, estará más despierto y puede incluso ser hasta más llorón. A estas características biológicas, se les conoce como temperamento y, a través de ellas, es como el individuo se relaciona e interactúa en la familia, el trabajo y la sociedad.

Así, el temperamento es innato a la persona, fruto de la herencia psico-social que ha recibido y no se altera. Se lleva como el color de la piel, las facciones de la cara o la estatura del cuerpo o las huellas digitales.

No se puede decir que el temperamento, en sí mismo, sea bueno o malo, simplemente está allí, es el compañero de toda la vida.

De tal forma que toda persona nace y muere con su temperamento, simplemente la frase "genio y figura hasta la sepultura "nos lo recuerda.

Sin embargo, el temperamento puede ser un potencial que debe aprovecharse al máximo o puede convertirse en un enorme obstáculo que impida a la persona desarrollarse.

Por eso, es necesario conocerlo, aceptarlo, educarlo, guiarlo y convertirlo en la mayor riqueza de la persona.

En el concierto de la vida todos participamos como se dice en la película infantil, al "dialogar" papá león con su cachorro.

El temperamento de cada persona es similar a la relación de un músico con su instrumento. El temperamento es como la característica de cada instrumento musical. Por ejemplo: el violín tiene características bien definidas, no puede cambiarse para ser un piano o una flauta. El temperamento no es bueno ni malo, pero podrá aprovecharse en forma acertada o equivocada. Un músico que toca muy bien un instrumento es porque conoce sus cualidades sonoras y también sabe cuáles son las limitaciones del instrumento.

El temperamento puede resultar sumamente molesto y desagradable, como las notas de un violín mal utilizado. Pero ese mismo temperamento, si lo manejamos apropiadamente, puede ser armónico, melódico y sobre todo llenarnos de satisfacción o por el contrario tocar notas discordantes que lastiman al ejecutante o a los que escuchan.

Así como un buen violinista no cambia su instrumento por otro, porque trabaja para sacar lo mejor de él, en semejanza no podemos utilizar el temperamento de otra persona sino aprovechar el nuestro y obtener el mejor resultado posible.

Recordemos que todos tenemos temperamentos diferentes. Habrá quien muestre una forma intensa y alegre de vivir, y quienes sean más serenos o hasta lentos al tomar decisiones.

Hay personas agresivas, que deben aprender a controlar sus emociones.

Y hay, las que guardan los sentimientos por más tiempo, como una nota del piano mantiene más su sonido con el pedal puesto.

Así, cada persona tendrá su temperamento, su forma diferente de participar en el concierto de la vida.

¿Qué sucedería en nuestras relaciones con los demás, si todos nos dejáramos llevar por nuestro temperamento?

¡Sería un desastre para las interrelaciones humanas!, ¿No es verdad?

Porque sin un control por ejemplo en una orquesta sinfónica no se entendería nada de lo que tocan los músicos, no habría armonía, ni concierto.

Cuando alguno de nosotros no sabe aprovechar o controlar su temperamento, no sólo rompe con la armonía de los demás, sino que adquiere un mal prestigio por su forma inadecuada de comportarse y se siente mal normalmente la persona aunque no lo externe, ya que los demás lo evitan lo más posible. En cambio cuando todos conocemos nuestro temperamento y aprendemos a manejarlo positivamente, la vida se vuelve más sencilla y placentera para uno mismo y los demás.

De tal manera que mantener las buenas relaciones humanas da por resultado un hermoso concierto de vida.

2.- Clasificación del temperamento.

El primer intento por clasificar los distintos temperamentos, es obra de Hipócrates (460 – 370 A.C.).

De acuerdo a su experiencia médica, distingue en el hombre cuatro humores: la bilis amarilla, la bilis negra, la sangre y la flema. Según Hipócrates, en cada persona predomina alguna de estas sustancias, condicionándola en sus cualidades fisiológicas y psíquicas.

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Galeno (129 – 199 D.C.), otro médico anatomista griego, describió los temperamentos llamados "tipos de Hipócrates", de acuerdo a los humores antes mencionados y los clasificó en:

  • Colérico (bilis amarilla)

  • Melancólico (bilis negro)

  • Sanguíneo (sangre)

  • Flemático (flema)

3.- El carácter.

Otro elemento que conforma la personalidad de una persona es el carácter, que es el mismo temperamento pero guiado por la inteligencia y la voluntad, por lo que puede ser modificado por medio del trabajo personal.

TEMPERAMENTO

CARÁCTER

Se hereda

Se adquiere y se forma.

Forma la personalidad

Forma la personalidad

Depende de la constitución bioquímica, entre otros factores

Depende de las experiencias del Aprendizaje y ambiente social.

4.- Clasificaciones respecto al carácter.

Le Senne considera que está formado por tres elementos que intervienen en proporciones variadas: emotividad, actividad y resonancia.

  • Emotividad.

La persona emotiva es aquella que vibra lleno de vida e intensamente por todo. Es sacudida por cualquier circunstancia, ya sea un accidente, una conversación, un momento de encuentro profundo, etc. Hay una desproporción entre el estímulo y la reacción.

En cambio, la vibración de la persona no emotiva es menor; esto no significa que no sienta las cosas, sino que su capacidad emocional es poco intensa digamos que responde fríamente a las situaciones.

  • Actividad.

Una persona activa es aquella que apenas acaba de decidir algo y lo lleva a cabo inmediatamente. No se desanima ni desespera ante un obstáculo, más bien, goza las dificultades y actúa con mayor energía. Además, tiene un gran espíritu de lucha, es optimista e inteligente.

En cambio la persona no activa es aquella que puede estar plenamente convencida de que tiene que actuar, pero no pasa a la realización concreta. Fácilmente encuentra pretextos para posponer la acción. Tiene buenas intenciones, pero le falta fuerza de voluntad para llevarlas a cabo.

  • Resonancia.

La resonancia es el efecto fugaz o duradero de una impresión. Esta puede ser primaria o secundaria.

  • Primaria: es aquella persona que vive apasionadamente el momento presente, como si no tuviera pasado ni futuro. La impresión permanece mientras el estímulo está en la conciencia y después pasa en seguida a nuevos proyectos y nuevas situaciones.

  • La secundaria: vive en el pasado, de tal modo que su mente, su corazón, su imaginación, son un archivo, continuamente está comparando su presente con las experiencias pasadas. Es más reflexivo que espontáneo; se repliega en su interior y se concentra profundamente en todo lo que hace: "perdona, pero no olvida".

Es necesario hacer notar que de la combinación de estos tres factores (emotividad, actividad y resonancia), resultan ocho tipos básicos de carácter.

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5.- Clasificaciones adoptadas según las siglas utilizadas por Gastón Berger para establecer algunas características del temperamento y la personalidad.

Respecto a los nombres que se da a cada combinación es sólo una forma de nombrar a la descripción, esto no quiere decir que la persona que resulte ser pasional, lo va a ser siempre.

Debo aclarar que no se trata de encasillar a nadie, pero esta clasificación nos permite conocer un poco más de cada tipo de carácter.

  • Emotivo Activo Secundario .

Es un individuo cuya actividad no es enérgica y constante. Recuerda las experiencias pasadas y las aprovecha en el futuro. Tiene una gran iniciativa. Sus sentimientos y pasiones son fuertes, aunque reflexiona antes de tomar una determinación, la cual generalmente será implacable. Tiene una gran capacidad para organizar; es vigorosa, ordenada, imaginativa y puede tener una excelente memoria. En lo social es digna y sencilla, correcta, pero poco efusiva. Es una persona muy moral y espiritual. Honrada y digna de confianza, por ser:

  • Cualidades: Capacidad de inventar y ejecutar grandes proyectos. Toma los asuntos con seriedad, es previsor y responsable. Es una persona confiable y agradecida. No se deja llevar por los placeres y posee un profundo sentido religioso.

  • Defectos: Grandes pasiones que no se borran fácilmente. Le cuesta trabajo sujetarse a un superior. Susceptible, crítico, desconfiado, poco social, rencoroso y vengativo. Es testarudo. Independiente, impulsivo, susceptible y severo. Es orgulloso y presenta una marcada introversión y una fuerte tendencia a vivir bajo la influencia de su pasado.

El hombre se muestra:

  • serio

  • metódico

  • muy disciplinado.

  • En general es independiente y le cuesta colaborar con los demás.

  • Es ambicioso y, por lo mismo, un trabajador incansable.

  • Es difícil en los primeros contactos, y se cansa pronto de los demás.

La Mujer se muestra:

  • profundamente sensible, a veces hasta cerrada y tímida.

  • Propensa a las discusiones y a interesarse en los valores familiares, lo social o religioso.

  • Anhela destacar en el trabajo.

Proyecto de mejora personal:

  • Canaliza la energía hacia una idea generosa y noble.

  • Lucha por ser más humilde y comprensivo con los demás
    utilizando, para ello, incremente su claridad de juicio y capacidad de reflexión.

  • Deberá templar su ánimo y no rehuir a pedir consejo.

  • Emotivo No Activo Primario.

Es una persona con gran cantidad de sentimientos y muy variables. Su vitalidad es poco coherente y ordenada. Se excita fácilmente, esto lo puede hacer indisciplinado, rebelde y rudo en el trato. Tiene una vida subjetiva, llena de problemas interiores. Posee una imaginación e ingenio vivaz; es un artista por naturaleza. Es curioso y ama el placer momentáneo. Siente una necesidad de llamar la atención. Tiene poca fuerza de voluntad para auto corregirse y es muy influenciable. Su trato es muy simpático con los que congenian con él. Por ser:

  • Cualidades: Persona muy sensible a los males ajenos, así como a los favores y atenciones recibidas. Bondadosa, compasiva y sumamente generosa. Servicial, cariñosa, de fino tacto y dócil si es mandada por alguien a quien aprecia. Generosa, delicada, alegre, optimista y afable. Inclinada al arte.

  • Defectos: Se deja dominar por sus sentimientos. Puede llegar a ser exageradamente susceptible. Es una persona inclinada a la vanidad y la sensualidad. Poco previsora y enemiga de todo lo que le exija esfuerzo y disciplina metódica; esta inconstancia es su defecto principal. Además, tiende a ser inestable, impulsiva, superficial, egocéntrica, inclinada a la pereza, a los placeres de los sentidos y tiene una necesidad de llamar la atención.

El hombre se muestra:

  • inestable

  • impulsivo

  • vivaz

  • bastante indisciplinado.

  • Exagera y es presuntuoso.

  • busca la novedad.

  • Quiere ser independiente pero se deja dominar por el ambiente.

La mujer se muestra:

  • delicada

  • muy sensible.

  • Vanidosa.

  • compasiva.

  • En el trabajo es aplicada si la impulsa un interés.

Proyecto de mejora personal:

  • Necesita un dominio en su imaginación, en su emotividad, en su inclinación a la constancia y en su superficialidad.

  • Encauzar su generosidad, sensibilidad, delicadeza y sus dotes artísticas.

  • Emotivo No Activo Secundario.

Posee sentimientos muy profundos, que manifiesta poco exteriormente. Es muy sensible. En la amistad es fiel y constante, pero no tiene muchos amigos. Es propenso a la seriedad, soledad y aún a la melancolía. Por no ser activo es bastante afectivo, incluso puede ser hasta susceptible. Muy propenso a la reflexión. Indeciso e inseguro en sus decisiones y lento en sus acciones. Soñador, amable, dulce y responsable. Es de apariencia sencilla y poco ostentosa. Por ser:

  • Cualidades: persona muy bondadosa y honrada. Incapaz de ser cruel. Sencilla, humilde y poco inclinada a la sensualidad. En el trabajo es perseverante y profunda. Muy recta, reflexiva y digna. Amante de la soledad, fiel, constante y no es nada ambiciosa. Siempre predispuesta a la comprensión de los demás; reflexiva y muy calmada.

  • Defectos: desánimo y subestima sus propias cualidades. Puede sentir orgullo y soberbia como compensación de sentirse inferior frente a otros. Perdona con dificultad y cuando odia lo hace intensamente. Puede ser egoísta, susceptible y vulnerable como nadie.

El hombre se muestra:

  • tranquilo

  • soñador

  • ordenado

  • reservado y tímido

  • Conciente, aunque indeciso y soñador.

  • Apegado al pasado. Ama seriamente el estudio y el trabajo.

La mujer se muestra:

  • introvertida

  • tímida

  • cerrada

  • con tendencia a desconfiar de sí

  • Tiende al rencor y tiene pocas amistades, puede ser ególatra

  • Más aplicada al trabajo que el hombre.

  • Ama las sensaciones y emociones regulares.

Proyecto de mejora personal:

  • Cuidar que sus impresiones desagradables no se graven profundamente.

  • Debe guiarse en la acción no por el sentimiento sino por la razón.

  • No dejarse abatir por la tristeza.

  • Hacer esfuerzos por exteriorizarse y ponerse en contacto con la realidad que lo rodea.

  • no Emotivo Activo Primario.

Es una persona con sentimientos y sensaciones no profundos que suceden a otros rápidamente. No puede estar inactiva, pero no es constante. Alegre, sonriente, sociable, atenta, cortés, le gusta el compañerismo y las amistades. No es muy apasionada, se deja llevar por las apariencias, por eso, a a veces es superficial en sus juicios. Expansiva y efusiva. No se irrita con facilidad y olvida pronto. No es temerosa y se consuela fácilmente.

  • Cualidades: Resulta una persona agradable de trato: afable, bondadosa, llena de alegría y buen humor, comunicativa y cortés. Compasiva y misericordiosa. Tiene un amplio sentido práctico e inteligencia intuitiva. No se angustia de sus problemas, siempre dice la verdad. Activa, optimista y expansiva.

  • Defectos: Inconstancia, vanidad, le gusta hablar de sí misma, puede caer en la envidia. Se deja llevar por las apariencias, muy superficial y alocada. Gran gusto por los placeres, oportunista. Es una persona muy egoísta, dura y sarcástica.

El hombre se muestra:

  • Siempre de un mismo humor y normalmente alegre

  • Curioso.

  • Oportunista y muy egoísta.

  • Disciplinado si se le vigila.

  • Ama la vida, no es ambicioso y carece de constancia, aunque le gusta mucho aprender.

La mujer se muestra:

  • tranquila

  • poco afectuosa.

  • Muy adaptable

  • disponible.

  • Se interesa por las cosas concretas, apegadas al dinero.

  • Versátil y busca resultados inmediatos.

Proyecto de mejora personal:

  • Buscar momentos de reflexión

  • Proponerse meditar y pensar muy bien lo que se va a hacer

  • Seriedad y disciplina, proponerse objetivos fijos y concretos.

  • No debe dejarse guiar por cualquier cosa atractiva y buscar huir del egoísmo

  • no Emotivo Activo Secundario.

Personalidad Estructurada, no tiene sentimientos externos, pero posee constancia y tenacidad en la acción. Persona sumamente paciente, poco comunicativa, no le gusta la vida social, sin embargo, es fiel a sus amistades. Puede parecer fría. Es clara y lógica, sus intereses son más bien intelectuales. Tiene una gran rectitud moral. Reflexiva y muy prudente. En el trabajo es constante, decidida y un poco lenta. Se caracteriza por ser práctica, organizadora, objetiva y realista. No es muy imaginativa. Buen ahorrador, sincera y honrada, no se inmuta ante las ofensas.

Cualidades: Persona tranquila, no se angustia inútilmente. Equilibrada, sobria, moderada. Tiende a la reflexión. Es muy tolerante con los demás, tiene sentimientos de bondad, amabilidad. Es honrada, sencilla, constante, práctica y con un amplio sentido del deber. Conservadora por naturaleza y moral.

Defectos: Su tranquilidad puede caer en la apatía y llegar a ser una persona insensible y fría. Tiende a ser esclava de su propia organización, costumbre o método. Por ser demasiado prudente y previsora, puede volverse cobarde y buscar rehuir a la acción para evitar sus posibles fracasos o peligros.

El hombre se muestra:

  • Calmado

  • Sin entusiasmo.

  • Objetivo, correcto y sin afectación, casi frío.

  • Ama el orden y el autocontrol, la cultura y lectura. Gran capacidad para el trabajo.

La mujer se muestra:

  • Prudente

  • Respetuosa

  • Tradicionalista

  • Simple y sobria al trato.

  • Se interesa por las labores domésticas y la vida familiar.

  • No es vanidosa

Proyecto de mejora personal:

  • Tratar de ser más enérgica

  • Decidida.

  • Valiente y entusiasta.

  • Necesita tener cuidado en no dejarse dominar por la pereza y aprovechar, en cambio, su constancia y cualidades positivas.

  • no Emotivo no Activo Primario.

Esta personalidad tiende a combinarse con otras. Sus características son las de una persona optimista, amable, notablemente sugestiva y sociable. Es perezosa, acepta las actividades dejándose llevar por el ambiente o cumple solamente lo obligatorio. Tiene escaso sentido de lo real, gusta del afecto del hogar, aunque no de la vida metódica y ordenada.

  • Cualidades: Es una persona valiente e imperturbable ante el peligro, con una amplia capacidad de adaptación. Suele tener entendimiento práctico y es muy sociable. Es dócil y se corrige bastante. Posee una gran dosis de calma y objetividad. Tiene facilidad para el deporte y en ocasiones para el arte escénico.

  • Defectos: Ante todo es perezosa, por lo mismo, incumplida e impuntual. Negligente y descuidada en la limpieza. Se deja influenciar fácilmente. Por ser tan inactivo no es servicial, ni tiene iniciativa. Blando, poco generoso, egoísta e inclinado a los placeres sensuales.

El hombre se muestra:

  • Flojo

  • Indiferente.

  • Vive en el presente.

  • Desordenado e indisciplinado

  • Egoísta y tiene poca atracción hacia el trabajo.

La mujer se muestra:

  • Calmada

  • Fría y descuidada.

  • Carece de personalidad y de iniciativa.

  • No es capaz de un esfuerzo prolongado, se distrae mucho y cede fácilmente ante las dificultades.

Proyecto de mejora personal:

  • Practicar deporte o participar en campamentos dada su extrema sociabilidad.

  • Buscar ser puntual y ordenada.

  • Debe evitar la rutina y luchar contra su tendencia al ocio.

  • no Emotivo no Activo Secundario.

Prefiere la soledad, la compañía no significa nada para él, por lo que puede resultar antipático. Exteriormente, aparenta ser muy digno. Lleva una vida tranquila, independiente. Tiende más bien a lo teórico, que a lo práctico. Es acomedido y aparentemente dócil. Si tuvo un buen ambiente formativo, tendrá buenos hábitos y costumbres; si no pasará todo lo contrario.

Es el característico "rutinario", conservador y esclavo de las tradiciones y/o costumbres. Carece de vida íntima y de actividad, por eso, a veces se vuelve hipocondríaco, pesimista.

  • Cualidades: La secundariedad le da fuerza, arraigo, tenacidad. Es disciplinado y se encuentra bien en actividades uniformes y tranquilas. Posee una cierta dignidad, también es sincero y honesto. Discreto, digno de confianza y leal.

  • Defectos: Por su falta de dinamismo psíquico puede tener una insuficiencia endocrina. Tiende a no preocuparse por nadie. Incluyéndose a sí mismo. Se deja vencer por la rutina y llega a un verdadero autómata. Fiel a sus ideas hasta la terquedad. Pesimista, rencoroso, avaro y hasta cruel.

El hombre se muestra:

  • Muy cerrado

  • Indiferente.

  • Obedece pasivamente, es a veces testarudo.

  • Muy lento para el trabajo.

La mujer se muestra:

  • Indolente

  • Sin entusiasmo.

  • Vive de costumbres y con una tristeza vacía.

  • Muy poco activa, reservada, egocéntrica.

Proyecto de mejora personal:

  • Su solución principal es la adquisición de energía vital.

  • Combatir la inercia de su temperamento.

  • Deberá ocuparse de métodos activos, trabajos en equipo e irse procurando ideales concretos y próximos.

  • Sería bueno introducirse a un círculo afectuoso, así como combatir su egocentrismo en actividades de beneficencia.

¿Así que usted creía conocer a las personas?

Bueno, pues como usted acaba de ver, gracias a los psicólogos aprendemos a conocer y a tratar a las personas, respetando nuestras diferencias, para una búsqueda constante de mejores relaciones humanas en todos los diferentes multicontextos, sociales, culturales, deportivos, políticos o religiosos.

6.- El temperamento en el trabajo.

Para conocer ciertos patrones de conducta en el área laboral, se presenta la siguiente clasificación sin olvidar que a un ser humano no se le puede reducir a un esquema, pero nos puede dar pautas para conocernos mejor.

  • Colérico: Es emprendedor, productivo, impaciente, poderoso, persistente, exasperante, objetivo, impredecible, apremiante, solucionador de problemas.

Para ser efectivo necesita: Muchos estímulos, corrección cuando sea necesario, que se le demuestre que es apreciado, algo de prestigio, oportunidades para aprender nuevas habilidades, sentimiento de competencia.

Cuando se le estimula es: Arriesgado, toma decisiones, trabajador independiente, agente de cambio, persona orientada a resultados.

  • Sanguíneo: Es divertido, dinámico, seductor, adaptable, democrático, deseoso de ayudar, diplomático, diligente y poco detallista.

Para ser efectivo requiere: Múltiples contactos con la gente, una guía democrática, mucha variedad y reconocimiento público.

Cuando se le estimula es: Líder inspirador, promotor de ánimo y entusiasmo, diplomático.

  • Flemático: Es una persona conservadora, ecuánime, cordial, consistente, cuidadosa, calmada, cooperativa, concisa, convencional, sabe comprender lo esencial, ordena, clasifica, sistematiza lo que aprende, posee buena memoria y concentración, es metódica, tenaz, con sentido del deber y poco imaginativa.

Para ser efectiva necesita: Un ambiente estable, que se le indique lo que

debe hacer, se estimule su talento analítico, saber con anterioridad los

cambios que pueden ocurrir, demostrar sus verdaderos sentimientos,

seguridad económica.

Cuando se le estimula: contribuye al trabajo pesado, a la perspectiva paciente.

Es leal, sigue las instrucciones y se orienta a la tarea a realizar.

  • Melancólico: Es sensible, sistemático, comprensivo, supervisor, resignado. Trabaja con orden e interés, es concreto, se desalienta ante las dificultades, es desconfiado y pasivo.

Para ser efectivo le gusta: crear armonía, que se le diga el por qué de las cosas; observar detalladamente, evitar la crítica, que se le alabe en privado y tener tiempo para procesar la información.

Cuando se le estimula proporciona: habilidades especializadas, detalles, niveles altos, decisiones cuidadosas, alto nivel de precisión.

¿Cómo nos identificamos nosotros mismos en base a la anterior clasificación?

¡Cada uno de nosotros tendremos la más sincera respuesta!

Pero creo yo que lo más valioso sería: ¿Cómo soy capaz de afrontar la verdad y estar dispuesto a desarrollar habilidades en base a educación para mejorar mi conducta?

7.- El propio temperamento.

El temperamento no se puede modificar, pero sí se puede educar, es decir, manejarlo de la manera más adecuada para nuestro desarrollo personal. Un hombre ejemplar es este sentido fue San Ignacio quien, por naturaleza, era de temperamento muy violento y con mucha voluntad, transformó su violencia y se volvió santo de carácter.

El carácter es una herramienta muy útil que nos ayuda a obtener los beneficios que nos brinda nuestro temperamento.

Es el ejercicio de la inteligencia y la voluntad sobre ese temperamento, de esta forma, el carácter es el que controla las respuestas que se tiene ante el ambiente.

Por ejemplo, la actividad que las personas llevan a cabo tiene que ver con su temperamento; sin embargo, al ir formando el carácter se logra modificar la intensidad de la actividad. Así, alguien que hace todo con mucha calma, con voluntad podrá aprender a ser más rápido.

Respecto a las emociones, hay quienes no se olvidan de nada y recuerdan todos los detalles y hay personas que se olvidan de todo, es decir, la intensidad de su emoción o de su estado de ánimo no tiene una duración larga. Gracias al carácter es posible controlar la permanencia de las impresiones, teniendo la voluntad para olvidar, por ejemplo, los recuerdos que hacen daño. Cuando se dice que una persona es "muy temperamental", significa que se trata de una persona impulsiva, que actúa de forma irreflexiva e inesperada. Esto sucede cuando no se ha educado el carácter, cuando se vive de acuerdo a lo que se siente o se experimenta internamente.

Por el contrario, cuando se dice que una persona tiene "carácter", no hay que confundirla con una persona rebelde, impaciente, que grita, que pelea, etc.., sino que es una persona que tiene conocimiento de su temperamento, que conoce sus habilidades y reconoce sus puntos débiles.

La persona con carácter moldea su temperamento, lo educa, aprovecha lo positivo y también sabe beneficiarse de lo negativo. De esta forma, las experiencias de un individuo lo llevarán, finalmente, a formar un carácter sólido aumentando la autoestima, y a eliminar todos los miedos y complejos que puedan invadir las relaciones con los demás.

Sólo quien se conoce y se propone mejorar podrá tener éxito. El amor, la amistad, el bien propio y de los demás son elementos básicos que dan sentido a nuestro esfuerzo por lograr ser dueños de nuestro temperamento y carácter.

Resumiendo, podríamos decir entonces que el carácter consiste en un conjunto de rasgos distintivos, que constituyen el rostro psicológico o moral de una persona o grupo.

Mientras que el temperamento es la disposición orgánica (en base al sistema endocrino) natural de un individuo en cuanto a su formación psicológica y su aplicación en el proceso de la toma de decisiones.

De tal forma que todo lo anterior en este capítulo tiene que estar fundamentado sobre lo que entendemos que deban ser los Valores.

Cuando una persona vive momentos difíciles, muchas veces se pregunta qué significado tiene su existencia, hacia dónde se dirige y si los valores por los que ha luchado, hasta ese momento, son auténticos y actuales. Por eso, es necesario que la persona establezca una jerarquía en la que defina los valores más importantes en su vida, para hacerlos propios y actuar siempre de acuerdo a ellos. El objetivo de este análisis es que cada uno elabore su propia jerarquía de valores, con el fin de vivir y hacer suyos los valores que lo desarrollarán como ser humano.

El término valor pertenece originalmente a la Economía. Fue Lotze quien lo introdujo en el lenguaje filosófico por primera vez.

Con la palabra "VALOR" generalmente se indica a las cosas materiales, espirituales, institucionales, profesiones, derechos civiles, etc,報ue permiten al hombre realizarse de alguna manera.

8.- El valor es una propiedad de las cosas o de las personas. Así, todo lo que es, por el simple hecho de existir, vale; y todo lo que vale, es. Se puede afirmar que el valor es un bien, ya que se identifica con lo bueno, con lo perfecto, con lo valioso. En cambio, el mal es la carencia o ausencia de bien. Se llama mal al vacío, a lo que no existe. Por ejemplo, el agujero de un pantalón, es la falta de tela. Una pared húmeda es consecuencia de la falta de impermeabilizante.

Hay dos tipos de bienes:

Los útiles y los no útiles.

Un bien útil no se desea por sí mismo, sino porque proporciona otro bien; es el medio para llegar a un fin. Por ejemplo: si voy a comprar una computadora, para realizar mejor mi trabajo (utilidad) busco una que sea de buena marca, accesible en costo, que funcione, y que me sirva.

Un bien no útil, por el contrario, es el que se apetece por sí mismo. Por ejemplo, las personas son bienes no útiles, porque valen por sí mismas, por el hecho de existir como seres humanos, tienen dignidad y no pueden ser usadas por los demás.

9.- Los valores valen por sí mismos, se les conozca o no.

Van más allá de las personas, es decir, trascienden por lo que son y no por lo que se opine de ellos. Para alcanzarlos, hay que conquistarlos con esfuerzo y perseverancia, con ellos se logran grandes satisfacciones. Sin embargo, no falta la ocasión en que una persona se desilusione de la vida, porque no es como ella esperaba; ya que, en la vida diaria, constantemente se falta a valores como la Justicia, el Amor, la Fidelidad, la Honradez. Generalmente la decepción crea en la persona un resentimiento que provoca que niegue los valores y actúe como si no existieran. A esa actitud se le conoce como rebeldía.

10.- Las características de los valores son:

  • Independientes e inmutables: Su esencia no cambia. Por ejemplo: la Justicia, el Amor, la Belleza.

  • Absolutos: No están limitados o condicionados por ningún hecho social, histórico, biológico o individual. Un ejemplo pueden ser valores como la Verdad o la Bondad.

  • Inagotables: No hay ni ha habido persona alguna que haya agotado la Justicia, la Nobleza, el Honor, la Libertad, la Honradez, la Autenticidad, la Bondad, el Amor, es decir, los valores universales. Por ejemplo, un atleta nunca se conforma con su marca, siempre lucha por lograr una mejor.

  • Objetivos o verdaderos: Se dan en las personas o cosas independientemente de que se les conozca o no. Por ejemplo, el respeto a la vida; nadie puede quitarle la vida a otro ser humano. Un valor objetivo siempre será obligatorio por ser único, universal y necesario para el ser humano.

  • Subjetivos: Tienen importancia por ser apreciados por la persona; su significado es sólo para ella, no para los demás. Se dice que son valores particulares porque cada quien los busca de acuerdo a sus propios intereses.

Mientras los valores son objetivos, es decir, se dan independientemente del conocimiento que se tiene de ellos, la valoración es subjetiva, o sea, depende de las personas que juzgan. Por esta razón, muchas veces se cree que los valores cambian, cuando en realidad lo que sucede es que las personas son quienes le dan menor o mayor importancia a un determinado valor, dependiendo de su perspectiva propia.

En la esencia del ser humano está el anhelar lo mejor, el querer superarse. Por eso, cada persona debe tener una escala de valores que le ayude a tomar correctamente las decisiones en su vida y a luchar por ser mejor en todo momento.

Muchas veces, sin embargo, parece que entre más se busca alcanzar un valor, más consciente se vuelve la persona de la distancia que le falta por recorrer para hacerlo propio, porque esta tarea es interminable, vital, permanente.

El peligro que todos corremos está en cansarnos a mitad del camino, encogernos de hombros y dejar de luchar, para conformarnos con la mediocridad, el conformismo y no vivir plenamente.

Sólo la muerte pondrá fin a esta carrera.

Cada persona debe buscar su propia jerarquía de valores y, para ello, basarse en los talentos y potencialidades que le han sido dados en forma individual, de esta forma podrá desarrollar los valores que le hacen falta.

Por eso, si comparamos la escala de valores de dos personas serán diferentes.

En principio, para elaborar una escala de valores, es necesario que la persona piense, qué es lo más importante en su vida.

Así, por ejemplo, quienes tienen esposa, o su pareja, eso constituirá un valor muy importante.

Quienes mantienen a su familia, el trabajo será un valor fundamental; o quienes están estudiando, deberán darle el valor suficiente a sus estudios.

Cuando se ordenan jerárquicamente los valores, la persona lo hace de acuerdo a sus preferencias y no a su elección; porque al preferir un valor siempre se hace entre dos o más opciones valiosas.

En cambio, gracias a la libertad, se elige entre acciones diferentes. Por ejemplo, un muchazo puede preferir trabajar de vendedor que estar con un horario en una fábrica (aunque las dos opciones sean valiosas).

Asimismo, puede elegir, por su libertad personal, tomar una copa antes de comer, para pasar un rato agradable con sus familiares, o tomar varias copas hasta perder la conciencia y afectar su salud.

¿Y usted, estimado lector, cree que se han perdido los valores?

En mi humilde opinión, considero que no se han perdido, que están al alcance de quien quiera vestirse con ellos, pues son universales.

¡Somos nosotros los que no damos la talla ante los valores!

A continuación se van a describir diferentes formas de ordenar los valores para elaborar una jerarquía personal. Lo importante es que las analice con cuidado y vea cuál de ellas le parece más clara y se adapta mejor a su vida. Al terminar esta parte es conveniente que se elabore la propia jerarquía de valores. Según un filósofo llamado Max Scheler, para hacer una jerarquía de valores se debe considerar lo siguiente:

  • Durabilidad del valor. Preferir los bienes duraderos a los pasajeros y cambiantes, ya que los primeros persisten a lo largo del tiempo. Por ejemplo, el matrimonio, la familia. En el arte, la durabilidad la encontramos en la música que ha perdurado a través de los años, como la clásica.

  • Divisibilidad. Los valores no se pueden dividir, porque se comparten sin necesidad de fraccionarlos. Por ejemplo, no se puede dividir un acto de bondad para agradecerlo en partes, simplemente se comparte como un todo. Mientras los bienes materiales puede separar a las personas al establecer conflictos por el interés de poseerlos, los valores espirituales unen a los hombres en un goce común.

  • Fundamentación. Los valores se originan en los Valores Espirituales porque son perfectos. Por ejemplo: La Bondad, la Verdad, la Felicidad y la Belleza.

  • Profundidad. Es la satisfacción que da el valor. Generalmente proviene de la vivencia de cumplir con un deber y no debe confundirse con el placer. Mientras más noble es el valor que se persigue, más satisfactorio será alcanzarlo y contribuirá a un crecimiento de la persona. Lo que realmente vale la pena nunca es fácil de obtener.

  • Relatividad. Aunque los valores son absolutos, el conocimiento que se logra de ellos es relativo, porque varía de persona a persona y no siempre se descubren de la misma manera.

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11.- Otra forma de clasificar a los valores para jerarquizarlos es dividirlos en:

1.- Valores infrahumanos.

Son aquellos que perfeccionan al ser humano física y biológicamente, en los estratos que tiene en común con los animales.

  • Están, por ejemplo, el Placer, la Fuerza, la Agilidad, la Salud, etc.

2.- Valores Humanos Infra – morales.

Son aquellos exclusivos del hombre como:

  • Valores Económicos, como la Riqueza, el Éxito y todo lo que desarrolle la personalidad propia de la persona.

  • Valores Noéticos. Se refieren al Conocimiento, a la Inteligencia; son la Verdad, la Inteligencia, la Ciencia.

  • Valores Estéticos, como la Belleza, el Arte, el Buen Gusto.

  • Valores sociales. Por ejemplo, la Cooperación, la Cohesión social, la Prosperidad, el Poder de la Nación, el Prestigio, la Autoridad.

3.- Valores Morales.

Dependen de la libre elección. Cada persona es responsable de forjar las virtudes que le permitan vivir con una conducta moral propia. Estas virtudes perfeccionan al hombre de modo que lo hacen más humano.

  • Por ejemplo, la virtud de la Justicia, hace a la persona más noble, con mayor dignidad. En cambio, la Riqueza lo perfecciona en el aspecto material, pero no en su calidad humana.

  • Otras virtudes a considerar son la Prudencia, la Fortaleza y la Templanza.

4.- Valores espirituales.

Ocupan la cumbre de esta jerarquía, ya que perfeccionan al hombre de manera superior.

  • Ejemplo de estos valores son: la Santidad, la Gracia o la Amistad Divina, la Fe, la Esperanza y la Caridad.

Todos los valores se refieren a las necesidades o aspiraciones humanas. La persona responde a ellas actuando para satisfacerlas, éstas se pueden clasificar de la siguiente manera:

  • Las necesidades primarias son las fisiológicas como el alimento, el vestido y la vivienda.

  • Necesidades de seguridad se refieren al temor que tiene toda persona a verse relegada en el afecto de los demás. Los valores físicos y económicos como la salud, el ambiente higiénico y un mínimo de confort, satisfacen estas dos necesidades básicas motivadoras del comportamiento humano.

  • Necesidades sociales es cuando un núcleo familiar ya no es suficiente y hay que formar nuevos grupos de preferencia. Ser digno ante uno mismo y ser alguien para los demás. Aquí se encuentran los valores como la Fama, el Poder, el Prestigio, el Amor, el Afecto.

  • Necesidades de autorrealización es encontrar sentido a la vida, trascender en una obra creativa, luchar por un ideal definido, el amor a la Verdad, la Belleza, la Bondad. Estas necesidades sólo pueden ser satisfechas por la ciencia, el arte, la moral y la religión.

Hasta aquí se han presentado distintas clasificaciones para hacer una jerarquía de valores. Sin embargo, aunque todas ellas son correctas en la vida personal es uno mismo quien debe organizar sus valores de tal manera que nos conduzcan a crecer como personas.

Y si:

La capacidad de desarrollar y aplicar la inteligencia.

La capacidad espiritual.

La capacidad de desarrollar la voluntad para lograr lo que nos proponemos.

La capacidad de amar.

Estas son entre otras las principales facultades, propias de la persona humana, por lo tanto, los valores que valen más la pena son los del ser, porque le permiten amar más, conocerse mejor y crecer en las virtudes propias de la Voluntad como por ejemplo, la Fidelidad, la Fortaleza de espíritu, la capacidad de entrega.

Así como descubrir la trascendencia y el sentido de su vida y compartirla con los demás. Los valores del hacer se refieren a cómo hacer mejor las cosas, como la participación en su vida familiar, el trabajo, etc. Es decir, estos valores le dan un sentido a tu hacer cotidiano.

Así que no se trata nada más, de cumplir por obligación, sino porque ha descubierto la trascendencia de lo que hace.

El ejemplo clásico es el de los tres picadores de cantera, que a la pregunta, ¿Qué hace?, cada uno respondió diferente. El primero, dijo que trabajaba para comer. El segundo, contestó que estaba picando piedra, y el tercero, dijo que construía una obra de arte que esperaba fuera el orgullo de su pueblo… ¡Sí una hermosa catedral!

Son las personas que buscan trascendencia, las que verdaderamente intuyen los valores.

Cuando las personas únicamente son materialistas, generalmente dirigen los valores al tener y se refieren a la posesión de las cosas materiales, los cuales tienen una menor capacidad de acercarlos a la felicidad, al desarrollo personal y al bien.

Debido a que las cosas no son un fin, sino sólo medios ,que se deben utilizar para alcanzar metas mayores.

La acumulación de bienes materiales, por el simple hecho de tenerlas, no producen ninguna satisfacción y rápidamente aburren y se quiere poseer más cosas

Es importante hacer un autoanálisis y observar todos los ámbitos en los que nos desenvolvemos: hogar, trabajo, escuela, sociedad. Al final se dará cuenta que hay algunas partes internas que no han logrado crecer como las del exterior.

Los valores se deben comparar entre sí, buscando la mayor o menor calidad entre ellos, para ordenarlos y elaborar, así, su propia jerarquía de valores.

Para que una persona logre un desarrollo equilibrado, es necesario que tenga valores importantes en el área física, biológica, material, espiritual, intelectual, etc, y no que se preocupe únicamente de una parte en especial.

Cuando se elabora la jerarquía de valores se utiliza el criterio que se adapte más a la vida personal. Lo que es muy importante es que los valores del ser ocupen el primer lugar en la jerarquía, porque son los que darán verdadera felicidad.

Después vienen los valores del hacer y, por último, los del tener.

De esta forma se dirigirá el pensamiento, las acciones al crecimiento personal y no a servir a las cosas.

Cuando el ser humano ya no desea nada más y se encuentra en un estado de completa satisfacción es porque se siente feliz.

Según Boecio, la felicidad "es la suma de todos los bienes女 un bien que una vez poseído no permite desear ningún otro".

La felicidad es el motivo que impulsa al hombre a luchar en su vida, sin embargo, no hay que olvidar que ésta no se encuentra en los bienes materiales, las riquezas o los placeres, sino en los valores espirituales.

Es recomendable que elabore su propia escala de valores tomando en cuenta que.

  • Hay que analizar cuáles son los valores que favorecen su crecimiento personal.

  • Y escribir sus valores por orden de importancia.

Empiece con el más importante, después con el que sigue y así sucesivamente…

y lo más importante…! no olvide que debe vestirse con ellos ¡.

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Capítulo 4.-

Las Virtudes Humanas

1.- Madurez del ser humano

Se considera que la madurez del ser humano es el resultado del desarrollo armónico de las virtudes humanas (Ideal de Platón).

La sociedad actual necesita, hoy más que nunca, que se vivan las virtudes para que el mundo sea un mejor lugar para todas las personas.

La familia es la sede del desarrollo de las virtudes humanas, ya que es la primera comunidad natural de relación, que tiene como finalidad la ayuda mutua. Sin embargo, para alcanzar la plenitud humana, además de la familia, hacen falta también las relaciones de trabajo, los amigos y compañeros.

Es importante reconocer, comprender y desarrollar las virtudes humanas, deseando alcanzar la plena madurez.

En términos generales, las virtudes tienen por objeto hacer a una persona como debe ser, es decir, que un hombre actúe como hombre: de manera racional y libre, alcanzando así la plenitud.

"Llega a ser el que eres" (Píndaro).

Las virtudes humanas son aquellas que se logran con el propio esfuerzo.

En ocasiones hay personas que tienen cierta predisposición natural. Por ejemplo, hay quien es naturalmente ordenado, optimista o generoso y hay quien logra serlo mediante la constante repetición de actos virtuosos.

Las virtudes aumentan la libertad y el dominio de la persona, ya que a través de la inteligencia y la voluntad, ordena los impulsos humanos.

2.- Las virtudes humanas pueden ser:

  • De orden intelectual.

Son las que perfeccionan la razón para conocer o captar la verdad.

Como ejemplos de este tipo de virtudes tenemos: la Sabiduría,

La Ciencia y el Arte.

  • De orden ético.

Perfeccionan la voluntad para escoger fácilmente el bien y ordenar la

Sensibilidad y las pasiones. Entre ellas está, la Fortaleza, la Templanza,

La Justicia y la Prudencia.

El grado de desarrollo de una virtud depende de la intensidad con que se vive y la rectitud de los motivos para esforzarse.

Es un peligro que estos hábitos lleguen a ser rutinarios, porque dejarán de tener una finalidad.

Por ejemplo: El deber por el deber mismo o el orden por el orden mismo se convierte en manía.

El trabajo por el trabajo, se convierte en activismo.

Y estos hábitos no se traducen en mejora personal, ni en beneficio para los demás.

Es necesario referirse continuamente al fin que se persigue, a la visión y misión y rectificar la intensidad de los motivos que mueven la voluntad para lograr el objetivo de manera positiva y proactiva.

Y recordar lo que dice Aristóteles en ética nicomáquea que todo extremo es malo y que hay un justo medio.

Yo considero que la virtud se encuentra siempre en el justo medio y no es mediocre, sino que precisamente busca una conciliación entre lo físico y lo espiritual.

De tal manera que todas las virtudes tienen una íntima correlación ya que o se puede crecer en una virtud, sin que necesariamente se mejoren todas las demás.

Las virtudes son las herramientas psíquicas, con las que cuenta la persona para conseguir la armonía y alcanzar la madurez.

En el trabajo se requiere una persona que sea:

  • responsable

  • ordenada

  • perseverante

3.- Las virtudes rectoras de las cuales se derivan todas las demás son:

  • La Prudencia.

Educa el uso de la inteligencia para actuar correctamente.

La prudencia permite tener una visión anticipada de los acontecimientos, medir las acciones y las consecuencias.

Una persona prudente es oportuna, actúa adecuadamente y considera el punto de vista de los demás.

La prudencia facilita una reflexión adecuada antes de enjuiciar cada situación y, en consecuencia permite tomar una decisión acertada.

Por medio de la prudencia se logra: informar, enjuiciar, decidir y juzgar.

  • La Fortaleza.

Significa la fuerza o el vigor físico, pero se extiende también a la firmeza del ánimo y al vigor moral.

Esta virtud educa el ejercicio de la voluntad, es la que vigoriza al hombre para realizar el bien con constancia y paciencia.

A la Fortaleza también se le describe como la gran virtud: la virtud de los enamorados; la virtud de los convencidos; la virtud de aquellos que por un ideal que vale la pena, son capaces de enfrentar los mayores riesgos.

Gracias a la Fortaleza el ser humano aprende a superar las contradicciones que aparecen en la vida; a no desanimarse ante los propios defectos; a superar el temor al esfuerzo; a perseverar con tenacidad para conseguir las metas propuestas.

Son parte de la Fortaleza: la Justicia, la Paciencia, la Audacia, la Perseverancia, la Serenidad y la Lealtad.

  • La Justicia.

Significa lo justo, lo debido y por consiguiente, el derecho.

Justicia es dar a los demás lo que es debido de acuerdo con el cumplimiento de sus deberes y con sus derechos como personas.

La Justicia reside más en la voluntad que en el entendimiento, ya que busca un comportamiento correcto en las acciones.

La Justicia únicamente se realiza con respecto a otras personas.

Si hubiera un desarrollo de la Justicia en cada uno de los miembros de la sociedad, se daría un bienestar casi completo y también habría paz (paz perpetua de Kant.)

  • La Templanza.

Es la moderación de los dos apetitos naturales más fuertes que el hombre posee: el comer y beber, y el apetito sexual que responde a la permanencia de la especie. Encauzar la energía propia de la Templanza en forma positiva, es obra de la Razón y de la Voluntad; de la Prudencia y de la Justicia.

Aparte, pero no menos importantes, existen dos virtudes normativas o rectoras que deben acompañar a todas las demás: el Amor y la Prudencia.

De éstas, la única que no tiene límite ni medida es el Amor. Nunca puede decirse que se ama demasiado, porque la medida del amor es ilimitada. En la historia de la humanidad han existido hombres muy virtuosos. Jesús, Gandhi, Sor Juana Inés de la Cruz, La madre Teresa, Siddhartha Gautama, Confucio, entre otros, son ejemplos del ser virtuoso.

4.- Los Vicios.

En oposición a la virtud, está el vicio que es una autodestrucción.

Los vicios disminuyen la libertad porque son consecuencia de la inclinación desordenada a bienes aparentes y del oscurecimiento de la inteligencia.

El proceso para adquirir un vicio, se asemeja al de una virtud.

El error está en que se elige un bien aparente que va a traducirse en un daño, destrucción o perjuicio.

Por ejemplo, cuando una persona toma vino con moderación, está eligiendo un bien. Sin embargo, el tomar alcohol sin ningún control, refleja la elección de un bien aparente que puede conducir al alcoholismo, a adquirir un hábito difícil de dejar.

Esto provoca una necesidad inconsciente del organismo, la destrucción gradual y la pérdida del propio control.

Para educarse en las virtudes es necesario conocerlas y saber cuáles son las cualidades o los vicios que corresponden a los anti valores correspondientes a cada una de ellas.

Siempre que se mejora en una virtud, se crece en otras, por eso gráficamente se van a representar las virtudes en un "cuadro virtuoso".

Asimismo un vicio conlleva a otro y éstos se representarán en un "cuadro vicioso"

En cada cuadro se ubica, en el mismo lugar, le virtud y el vicio o anti valor que corresponde.

Cuadro virtuoso

Cuadro vicioso

Sencillez

Extravagancia

Lealtad

Deslealtad

Justicia

Injusticia

Humildad

Soberbia

Fortaleza

Desaliento

Optimismo

Pesimismo

Prudencia

Precipitación

Templanza

Desorden y Libertinaje

Obediencia

Desobediencia

sinceridad

Engaño

Perseverancia

Inconstancia

Laboriosidad

Pereza

Paciencia

Fastidio y Desesperación

Responsabilidad

Irresponsabilidad

Fidelidad

Infidelidad

Generosidad

Egoísmo

Sociabilidad

Timidez

Amistad

Complicidad

Respeto

Falta de amor a los demás

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