El gran viaje hacia la silueta tan
distante
I
Me hallo aquí sentado con mis
pensamientos
Sin saber cómo ni donde expresar
mis sentimientos
Pasan dos minutos perdidos en el
firmamento
Y aún sigo buscando comprender tu
sufrimiento
Paso una hora jugando con mi
entendimiento
Y la luz de la luna te envía su
consuelo
Llega el amanecer con sus nítidos
reflejos
Para dar paso a un gran
advenimiento
II
Llega a mis oídos la voz de un
mensajero
Que me incita a salir de mi funesto
encierro
Una extraña visión me lleva
ante un buen hechicero
Que me muestra un camino lleno de grandes
retos
Entre aquellos retos encuentro algunos de
mis sueños
Que no he podido cumplir por mi
desfallecimiento
Surge un remolino con vientos tan
violentos
Que hacen del azul cielo un gran
cúmulo negro
Cuando acaba aquel invierno
turbulento
La luz del sol deja ver mil gestos
halagüeños
III
Camino día y noche en busca de
respuestas
Recordando en cada paso al ser que me
desvela
Una nueva visión me muestra las
estrellas
Y en ellas encuentro la mismísima
excelencia
Un coro de ángeles canta con
delicadeza
Aquella dulce canción que me
recuerda tu belleza
Una brisa fresca de extremada
sutileza
Deja escapar un perfume de delicada
pureza
IV
Entre aquella algazara pierdo la
paciencia
Tratando de explicar la razón de
tu ausencia
Cuando aquellos ángeles se marchan
con reverencia
Vuelve a mi mente tu imagen de
incomparable decencia
Llego a un antiguo reino que se encuentra
en decadencia
Y encuentro mil razones para
extrañar tu presencia
V
El movimiento de mis manos produce frases
sin igual
Y con la voz mil melodías he de
fabricar
Las palabras que aquí escribo ante
tus ojos han de llegar
Y así cada rincón de tu
persona se pueda engalanar
Miles de espantosos males he de
rechazar
Y en aquel oscuro rincón la luz de
tus ojos encontrar
VI
Con el retorno de aquellos desconocidos
seres
La luz del sol refleja tu silueta
indiferente
Vuelve aquella dulce canción
nuevamente
Que me atrevo a cantar
alegremente
Un estrecho camino me lleva ante un
brillo incandescente
Que me muestra la salida de aquella
pesadilla inclemente
VII
Esperando pacientemente tu tan ansiado
regreso
Me doy cuenta de mi gran pérdida
de tiempo
Una serie de sucesos me causa gran
desconcierto
Y a la vez hacen avivar mi
desaliento
Algo parece indicar el fin de aquel
decaimiento
Para preparar un bellísimo
acontecimiento
VIII
El sol brilla hoy en día con
grandioso fulgor
Dando a todo lo opaco un vivísimo
color
Un gran sentimiento consume mi
corazón
Y por todo mi cuerpo discurre una gran
sensación
Aquella obra de teatro baja su
telón
Para dar fin a tan larga
desesperación
Es tu viva imagen causa de mi
emoción
Que día a día manifiesto
con gran devoción
IX
Vuelvo al lugar donde todo
empezó
Descifrando el acertijo que por tanto
tiempo me absorbió
Recuerdo aquel relato que tanto placer me
causó
Y en el que la naturaleza importante
papel jugó
Aquel hermoso himno de mi mente se
adueñó
Y tu inmarcesible voz en mí se
inmortalizó
X
Mirando algunos paisajes de aquel mundo
desconocido
Observo un reflejo de aquel ser
aterido
Una luz de hermosísimo
colorido
Esfuma con sus mantos aquellos recuerdos
sombríos
Un precioso avistamiento absorbe mis ojos
y mi conocimiento
Y me hace correr hacia todo aquello que
considero bello
Un extraño fenómeno causa
grandes detrimentos
Que tus lágrimas de alegría
eliminan por un breve momento
El imponente brillo de aquellas gemas
preciosas inunda todo mi aposento
Y tu imponente sonrisa acapara todos mis
pensamientos
XI
Soñando con aquel lugar
recién descubierto
Un pincel dibuja tu rostro en el azul
cielo
Un viento fuerte estremece lo que estoy
construyendo
Y me hace escuchar mis
lamentos
Cuando acaba aquel suceso que tanto
causaba tormento
Se devuelve a este lugar el anhelado
sosiego
Al final mis palabras se terminaran
desvaneciendo
Para lentamente invadir el
firmamento
Desde aquel recinto que se encuentra a lo
lejos
Bajan hacia tus oídos mil voces
cargadas de afecto
Letras de luz
I
He observado día a día la
luz incandescente
Incandescente luz que quema como el sol
naciente
Sol naciente que refleja tu figura
sedente
Y que decentemente muestra a un ser muy
sonriente
Ser sonriente que canta
alegremente
Y que pacientemente espera tu llegada
inminente
Tan inminente es la cercanía de la
pendiente
Para hallarme a pocos pasos de mirarte
fijamente
II
No puedo entender por qué tanto
silencio
Si entre tantas oraciones por ti pido al
cielo
Desde allí un ángel invade
mis sueños
Que al volverse realidad acaban con mis
miedos
Es esa realidad la que recuerdo a cada
momento
Momento este en el que corro a tu
encuentro
Aquel misterioso encuentro que resulta
muy incierto
Me sumerge cada vez más en un
inhóspito desierto
Es aquí donde busco sin
ningún acierto
Aquello que un día te
entregué en silencio
III
Una mañana despierta una flor con
su suave fragancia
Y debe ser entregada a quien alimenta mi
gracia
Al tomar la decisión de descubrir
tu mirada
Escribo con letras de luz el mensaje de
mi extensa carta
En esa carta logran verse miles de
alabanzas
Que se dirigen a admirar a quien es mi
esperanza
Con aquella esperanza inicio mis
andanzas
Hacia aquel lugar donde tu silueta se
estampa
IV
Aquellas mismas letras inundan mi mente
abierta
Y mi diminuto lápiz las hace un
bello poema
Tan legible es la afirmación que
aquí se presenta
Para que luego esto termine en mil
regalos a tu puerta
Luego se deja ver una grandiosa luz
perpetua
Que con hermosos colores te retrata en
una gema
V
Todas las piedras preciosas otorgan su
interminable brillo
Para hacer de las tinieblas un
soñado paraíso
Desde allí se expulsa un ominoso
imprevisto
Y se vislumbra un sinuoso
camino
Desde aquí comienzo a escuchar un
inocente sonido
Que con grandiosas arengas enjuga mis
sentidos
El hermoso sonido que acaba con mil
gemidos
Me guía hasta el lugar donde se
halla ese rostro afligido
VI
Al llegar al atrio de aquella
pequeña plaza
La fina llovizna dibuja una figura
delicada
La luz infatigable la hace parecer
filigrana
Para lucir sus ojos como preciosas
esmeraldas
Al intentar mirar la figura completamente
agraciada
La intensa luz de aquellos ojos me duerme
en esa fría mañana
Cuando cesa la llovizna que tanto el
rostro me mojaba
Siento que alguien me habla con la dulce
voz que tanto recordaba
VII
En aquel lugar donde reinaban terribles
disensiones
Comienza a gestarse un suceso de inmensas
proporciones
Miles de finos pétalos de las
más fragantes flores
Son llevados al lugar donde se halla la
mayor de mis intenciones
Con aquellas obras pretendo inducirme
emociones
Que me llevan a completar aquello que hoy
hago en tu nombre
VIII
Parado ante aquel portal que me
llevará a tu presencia
Recuerdo aquel diamante de inexplicable
procedencia
Ese misterioso regalo que enviaré
con benevolencia
Me obliga a dejar de lado toda mi
reticencia
Al verme subiendo por esa fría
ladera
Pienso en lo pertinaz que será en
mi vida tu existencia
IX
Mientras escuchaba esa misma
canción con la que siempre me calmaba
Recordaba mil cosas que desde el
día de ayer soñaba
Entre aquello que soñaba se
encontraba esa antigua morada
Donde cada día tu inocencia me
exaltaba
Cuando puedo acercarme a la fogata que
tanto me calentaba
Vuelven las letras de luz con las que
tanto te admiraba
X
Cuando intenté reírme con
el gracioso movimiento de las aguas
Mis manos estaban ávidas de
alcanzar largas distancias
Después de ese camino que el
cuerpo me cansaba
Escuchaba hermosos cantos que en el aire
aún sonaban
Al respirar el oxígeno que tanto
me reconfortaba
Pude recordar que allí estaba
quien mis recuerdos engalanaba
XI
Algún día cuando ingrese a
ese lugar que tantas alegrías guarda
Podré escuchar al mensajero que
con tanta prisa me buscaba
Al recibir de este el mensaje que tanto
esperaba
Un mar de mil sanaciones me
conducirá a tu mirada
Llevando la finalidad de exterminar lo
que a aquel rostro lastimaba
Lograré consolar las
lágrimas que aquellos ojos derramaban
Al eliminar todo aquello que el
corazón perturbaba
Podré imaginar aquel rostro que de
felicidad sonrojaba
XII
Estando envuelto en ásperas
desobediencias
La llegada de un anciano juez suprime mis
penitencias
Cuando parezco verme atrapado en tantas
desavenencias
Puedo dirigirme hacia el sitio donde
está la mayor gentileza
Es esa gentileza con la que dos manos se
expresan
Para intentar dar atención a un
ser que sobrecogido espera
Al untar mi voz con frases de grandiosa
sutileza
Pueden eliminarse heridas que maltrataban
la conciencia
XIII
Mientras escucho los latidos que tanto en
mis oídos resonaban
Vuelven al papel esas frases que siempre
me animaban
Son aquellas frases las que relatan mi
exhaustiva caminata
Hacia el lugar donde se encuentra la
más hermosa ágata
Con aquella joya que a nada se
compara
Puedo imaginar la luz que de tus ojos se
irradia
XIV
Parado frente a la torre que desprende
mil luminiscencias
La luna llena resplandeciente se encarga
de darme reminiscencias
Al observar aquel retrato que
orgullosamente te refleja
Puede volver la felicidad que tu recuerdo
me deja.
Autor:
Javier Molina