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Estrategia educativa dirigida a reforzar el valor responsabilidad en los atletas masculinos de beisbol (página 2)



Partes: 1, 2, 3

1.- Tener en cuenta las características
socio-psicológicas de los niños atleta
(Caracterización Socio-psicológica). En la
determinación de este sistema de condiciones
psicológicas y pedagógicas, el entrenador y el
niño atleta son sujetos activos y se considera al rol de
cada uno como un subsistema, que entra en interacción
mediante el subsistema de actividad y comunicación. Se
puede apreciar que en cada uno de los subsistemas hay diferentes
condiciones representadas por números, las cuales se
encuentran en determinada interrelación dentro de cada
subsistema. Lo anterior se basa en los criterios de
Bermúdez (1996) y Ortiz (2002) acerca de la
estructuración sistémica de condiciones
psicológicas y pedagógicas relacionadas con el rol
del entrenador, del niño y de los procesos de actividad y
comunicación.

Se parte de que el entrenador utiliza un método
general para dar cumplimiento al objetivo formativo de un
determinado tema, pero la forma en que lo hace un niño
atleta es distinta a la forma en que lo hace otro. En tal
sentido, el entrenador debe tener en cuenta las
características socio–psicológicas del grupo
de niño atletas, la situación social en que viven,
su medio familiar y las normas de conducta en las cuales se
desarrollan.

Además, el entrenador debe efectuar los ajustes o
adecuaciones correspondientes a los contenidos que se
desarrollan, aprovechar sus potencialidades educativas y llevar
al entrenamiento aquellos contenidos o núcleos
básicos del conocimiento que sirvan de modelo o paradigma
axiológico a imitar por los niños atletas, es
decir, lo que el atleta no puede dejar de saber, de sentir y de
ser.

En correspondencia, con el entrenamiento deportivo que
se desarrollen con el niño atleta deben organizarse de
forma tal que se tenga en cuenta la relación de lo
afectivo, lo cognitivo y lo conductual de manera sistémica
y en función de la formación de valores.

Mediante el método cada niño atleta
manifiesta algunos rasgos de su personalidad en formación,
tales como sus gustos, valoraciones, vivencias e intereses. De
ahí la importancia que el entrenador tenga una
caracterización certera de cada uno de sus niños
atletas.

En la organización del proceso de entrenamiento
para el trabajo desde el punto de vista
didáctico-metodológico de los valores, es necesario
tener en cuenta los distintos períodos evolutivos del
niño atleta como condición indispensable para
alentar la formación de cualidades que en esta etapa se
encuentran sólo en estado latente, pero de las cuales
depende el fruto de este período educativo.

Este período el niño atleta adquiere una
ampliación de potencialidades para la asimilación
consciente de los conceptos científicos y desarrollar la
abstracción, cuyos procesos lógicos
(comparación, clasificación, análisis,
síntesis y generalización, entre otros) se
favorecen tanto en el área cognoscitiva como en la
afectiva. Aquí se organiza el proceso de proyección
de la personalidad, distintos autores plantean que entre los 9 y
10 años el niño inicia la adolescencia y para cuya
estructuración y desarrollo requiere, por supuesto, que se
consideren también las múltiples
características individuales y socio-psicológicas
de los niños con el objetivo de crear y cultivar las
cualidades psíquicas de la personalidad.

En esta etapa, el estudio constituye la base de su
motivación, su actividad principal la cual ocupa la mayor
parte del tiempo del niño atleta; modifica esencialmente
los motivos de su conducta, al crear nuevas fuentes para el
desarrollo de sus potencialidades cognoscitivas, afectivas y
morales. El niño atleta adquiere algunos hábitos
importantes del nuevo régimen y establece relaciones
cordiales con el entrenador y sus compañeros de
equipo.

Sin embargo, aunque el juego debe ocupar menor
interés para el niño atleta, este desempeña
un papel importante para el desarrollo de las orientaciones
valorativas del atleta: unidad de los componentes afectivos,
cognitivo y conductual.

En estas edades los niños están
psicológicamente preparados para comprender claramente las
normas de conductas y cumplirlas, pero depende en gran medida del
sistema de métodos y recursos empleados para su
cumplimiento, es por eso que aquellas actividades lúdicas
que lo lleven a la participación y el dinamismo propician
un mejor desarrollo. Al respecto José Martí en su
artículo Músicos, poetas y pintores exalta que "las
cualidades esenciales del carácter, lo original y
enérgico de cada hombre, se deja ver desde la infancia en
un acto, en una idea, en una mirada" (Martí, 1997;
92)

El niño atleta ya tiene una experiencia anterior
y traen por lo general interiorizado un conjunto de normas,
hábitos y valoraciones del mundo que les rodea. El
desarrollo de la responsabilidad se va a caracterizar por la
aparición gradual de un conjunto de puntos de vista,
juicios y opiniones propias sobre lo que es responsabilidad. El
docente necesita conocer esto, ya que a partir de ahí es
que puede efectuar realmente un trabajo diferenciado, creativo y
acorde con las particularidades de cada atleta y del equipo, pues
estos criterios que se inician empiezan a incidir en la
regulación de sus comportamientos.

Es necesario diseñar una estrategia de trabajo
metodológico coherente e integradora en la
institución deportiva, en la que deben estar implicadas
todas las actividades del proceso entrenamiento y las acciones de
todos los factores. El fortalecimiento de la responsabilidad se
logra durante todo el proceso, no ocurre en un momento del mismo,
sino en cada uno de sus componentes. Es una cualidad cuya
formación abarca un largo período de tiempo, esto
no puede lograrse mediante los esfuerzos de un solo entrenador,
sino que se requieren acciones coordinadas de todo el colectivo
de entrenadores que trabaja con el niño atleta.

El perfeccionamiento de los métodos contribuye a
fortalecer la responsabilidad de los atletas, pero esto no
resulta suficiente, sino que es necesario emplear los
métodos de enseñanza en forma de sistema, con una
concepción didáctica desarrolladora.

2.- Fundamentarse en modelos axiológicos y
elaborar ideas vivas acerca de los hechos, procesos y
fenómenos que permitan aprovechar las potencialidades
educativas del contenido de enseñanza
(Personificación del Objeto).

Para que el contenido objeto de asimilación se
convierta en una herramienta para el fortalecimiento de los
valores tiene que ser significativo para él, tiene que
estar relacionado con sus intereses. En este sentido, en el plano
escolar es fundamental para Silvestre que el alumno encuentre el
valor de lo que estudia, conozca y aprecie la utilidad en
sí y el valor social que puede tener, lo que le
facilitará la comprensión de la importancia del
conocimiento que se propone adquirir, propiciando que éste
adquiera un sentido para él (1996: 51).

La institución deportiva está encargada de
propiciar la reflexión valorativa en los planos
ético y político-ideológico, y explotar
todas las potencialidades del conocimiento, así como de
las motivaciones de los niños atletas.

El empleo de los modelos axiológicos refuerza y a
la vez complementa el valor que adquiere para el niño
atleta una obra literaria, la palabra del entrenador que le habla
acerca de la historia del deporte, de la cultura de los pueblos y
de la cotidianidad, además de operar con ese contenido y
aplicarlo.

Desde el punto de vista pedagógico se coincide
con el criterio aportado por Barrio acerca del modelo
axiológico, visto como "aquel personaje, real o ficticio,
o bien una acción llevada a cabo por ese personaje que
representa un ideal alcanzable y que exterioriza cualidades que
debemos y podemos alcanzar (1997: 210). Es alguien que motiva a
reconocerse y compararse parcialmente con él, no en su
totalidad porque sería falso y metafísicamente
imposible.

Los modelos axiológicos que se le ofrecen al
niño atleta deben propiciar una incipiente
formación de valores desde las primeras edades. Cada
modelo axiológico según Tomaschewski debe tener
como fundamento la elaboración de ideas vivas acerca de
los hechos, procesos y fenómenos de la realidad; vista
como aquella idea que el escolar adquiere de forma real, palpable
y que se sustituye por la explicación creativa, clara y
emotiva del maestro (1978: 65); lo que constituye un fundamento
para la formación de valores.

Muchas veces uno de los recursos que se utiliza es
despertar la idea necesaria en el niño atleta mediante la
descripción viva por parte del entrenador y estimular
así su capacidad imaginativa. Esto puede ser posible
cuando el niño atleta entiende las palabras del
entrenador, y éste le describe manifestaciones de la
realidad que él conoce y relaciona con estas palabras. En
correspondencia con lo anterior, el entrenador debe:

  • 1 Explicar expresivamente los hechos, procesos
    y fenómenos mediante relatos que deben contener
    palabras que relacionen a los niños atletas con los
    mismos.

  • 2 Permitir que los niños atletas
    observen los hechos directamente en la realidad o mediante
    películas, testimonios, reproducciones, modelos y
    textos.

  • 3 Brindar la oportunidad a los niños
    atletas de observar y relacionar lo observado con las
    actuaciones diarias de los seres humanos, los
    fenómenos y procesos que se dan a diario.

3.- Integrar los componentes afectivos, cognitivo y
conductual en forma de sistema (Integración
Sistémica).

En el proceso de formación de valores, lo
cognitivo, lo afectivo y lo conductual no tienen existencia
independiente. Cada componente debe existir en relación
con el otro y debe estar presente en los demás. Los tres
deben constituir un sistema.

La relación entre lo cognitivo y lo afectivo se
materializa de manera objetiva cuando, por ejemplo, el entrenador
relata cuentos, historias, pasajes de la vida cotidiana o hechos
extrapolables, es decir, que se puedan llevar a la cotidianidad.
Estas actividades se realizan sobre algo que el niño
atleta pueda imaginarse, con palabras tales que logre relacionar
con ideas ya conocidas por éste.

En este sentido, el desarrollo de la afectividad en los
niños atleta está estrechamente relacionado con la
adquisición de conocimientos. La estimulación de
los sentimientos, estados de ánimos y comportamientos
constituyen sólo un aspecto del problema, pues los
niños atletas no deben ser educados para que se conviertan
en personas sentimentales, sino personas sensibles ante los
estímulos de carácter social y humano,
respondientes a un determinado contexto. Por ejemplo, la
responsabilidad no debe ser cultivada de forma abstracta, carente
de contenido social, pues no ayudaría a formar personas
firmes, sólidas en sus convicciones sociales

El estado emocional positivo que se crea en el
niño atleta se refuerza por la atmósfera emocional
y de trabajo que existe en el área deportiva; mediante las
técnicas participativas y juegos que utiliza el
entrenador; en la dedicación y la alegría que le
imprime a su labor pedagógica y por la forma en que
reconoce y estimula el esfuerzo de cada uno.

Cuando se organiza y dirige la actividad curricular en
función de la formación de valores, de manera que
los niños atletas participen activamente en todos los
momentos de este proceso, se pone de manifiesto la
activación de los tres componentes: el afectivo, el
cognitivo y el conductual.

De esta forma los conocimientos adquieren
significación, el niño atleta se interesa por
profundizar y ampliar cada vez más sus ideas y desarrolla
así la motivación hacia lo desconocido, hacia los
sentimientos y valores que son transmitidos en el transcurso de
la actividad.

Este interés que se manifiesta con la
motivación, la reflexión y participación
activa trasciende los marcos de la escuela, mueve el niño
a la búsqueda constante de materiales de estudio para
ampliar, profundizar y relacionar los conocimientos entre
sí, así como intercambiar ideas con los
compañeros y los padres acerca de alguna duda surgida en
la realización de una tarea determinada.

La actividad cognoscitiva está relacionada con
todos los aspectos de la personalidad humana, y en este caso los
componentes intelectuales y afectivos no se presentan solamente
como elementos indispensables para la realización exitosa
de la actividad cognoscitiva, sino que al mismo tiempo
constituyen momentos de la misma donde se desarrollan. La
afectividad debe constituir un estímulo que mueva al
niño hacia la búsqueda y la adquisición del
conocimiento, hacia un comportamiento adecuado y al
interés por la actividad que realiza.

El entrenador debe orientar su labor formativa para que,
con su ejemplo y la creación de un adecuado sistema de
actividades, sitúe a los niños atletas en
condiciones que propicien la formación y desarrollo de
conocimientos, intereses, motivaciones que conduzca a
comportamientos adecuados mediante los contenidos que se
enseñen.

En este sentido, el deber de cumplir con las tareas que
les son asignadas y el derecho a participar en la toma de
decisiones, reflexiones y críticas mediante las diferentes
actividades que se programan, permite al entrenador orientar su
conducta hacia una actitud consciente; los niños atletas
podrán encontrar de un modo pensado los medios para
alcanzar los fines de la acción, así como superar
las dificultades y los obstáculos.

Condiciones que se relacionan con el subsistema
actividad-comunicación:

Zilberstein (1999) ha planteado la necesidad de tener en
cuenta el intercambio de opiniones y la discusión abierta
y respetuosa, lo cual desarrolla los procesos de
interacción social que se dan en los grupos y favorece la
formación de valores morales en los escolares.
También se coincide con los criterios aportados por
Habermas y Freire en su concepción de comunicación
(diálogo), acción y reflexión.

En el proceso de formación de valores se requiere
un alto grado de interacción entre los niños, el
entrenador y el contenido. En esta interrelación
sujeto-sujeto, …se abren múltiples posibilidades para el
traslado de los procedimientos de unos a otros, para que se
produzca la ayuda de uno a otro, para propiciar que encuentre el
error cometido en la tarea y lo rectifiquen, para saber
cómo piensan, cómo se comportan, cómo
actúan ante los demás (silvestre, M.,
2000;74).

De ahí que se deban utilizar todas las formas y
posibilidades de activación de las mentes y de los
corazones de los niños atletas como son los juegos y las
técnicas participativas que lleven al descubrimiento,
mediante las conversaciones individuales y colectivas; el debate
grupal, donde tengan que fundamentar y defender sus puntos de
vista y decisiones; la realización de tareas que respondan
a un objetivo común; trazar metas alcanzables; valorar y
analizar en el momento oportuno el por qué y para
qué se efectúan las diferentes actividades,
qué obtuvo éxito y qué no, y ser capaces de
tomar a tiempo las medidas oportunas, lo cual es básico
para fortalecer la formación de valores en los
niños atletas

Es precisamente en este proceso de socialización
donde los valores son aprendidos. La interiorización
motivación al de la conducta se produce en un proceso
interactivo niño – docente, niño –
niño y niño – objeto axiológico. En la
medida en que las nuevas y futuras generaciones, como sujetos de
la sociedad, hayan internalizado el valor en un alto grado, en
esa misma medida están mejor creadas las condiciones para
que el sistema social se encuentre fuertemente integrado y que
los intereses de la colectividad y de los individuos que la
constituyen coincidan.

En el proceso entrenamiento los niños atletas
entre sí y con el entrenador deben mantener un nivel de
comunicación que garantice la identificación de
cada niño con el contenido y el aprovechamiento de sus
potencialidades axiológicas que este ofrece. En este
proceso de actividad y comunicación se deban cumplirse las
condiciones siguientes:

4.- Situar al niño en una posición de
conflicto que lo lleve a la reflexión y a la
polémica (Debate Axiológico).

Se coincide con el criterio de Medina cuando plantea hay
que superar […] la enseñanza del conocimiento y
convertir el salón en un escenario de disputas apasionadas
en el que se debate la vida como un tema de interés con
rasgos históricos y científicos […]. Hay que
traer la vida cotidiana a la clase y llevar la clase a la vida
cotidiana de nuestros condiscípulos […]. Ellos miden el
tiempo de su existencia con el reloj de sus necesidades y ocupan
con su quehacer el espacio de sus conflictos, porque han
aprendido que éstos son el motor que dinamiza la vida. Hay
que educar, entonces, en el conflicto (1997: 180).

En el entrenamiento es necesario crear un ambiente que
sitúe al niño atleta en una posición de
conflicto que estimule la reflexión y la polémica.
Es necesario utilizar el conflicto de manera constructiva y
desarrollar el contenido con un enfoque polémico. Es
importante la formación de un pensamiento flexible, que
los lleve a emitir juicios y valoraciones acerca de su entorno,
que sean capaces de solucionar esos conflictos o por lo menos
criticarlos y de esta forma provocar una reacción de
compromiso con la realidad a partir de determinadas exigencias
morales, del deber, la responsabilidad, entre otras
(Chacón, N., 1999: 2).

El entrenador debe provocar la reflexión en el
niño atleta, así como el cuestionamiento y la
insatisfacción acerca de un modo incorrecto o correcto de
actuar o pensar de alguna persona, con vistas a la
formación y transformación cualitativa de la
conducta cotidiana de éstos. En este sentido, se aprecia
la necesidad de confrontar sus puntos de vista (los del escolar),
confrontación de su auto-imagen con la valoración
de los demás (Chacón, N., 1999: 2).

Hay que estimular un comportamiento activo y
transformador de la realidad, estimular de una manera especial la
corrección y transformación de la conducta de las
personas que le rodean, impulsar la movilidad y el cambio de lo
existente, de lo tradicional y convencional, así como el
cuestionamiento constante. Es cierto que el niño va a
opinar de algo que se supone no conoce; sin embargo, las
vivencias, los intereses y las intuiciones de los niños
con frecuencia son sorprendentemente útiles si, por
supuesto, se les permite exponerlos. Pero sobre todo, el grado de
compromiso es mucho mayor (Álvarez, C., 1999: 145). El
docente debe apoyar y estimular el enfrentamiento a los
obstáculos que impiden la concreción de las ideas
nuevas y la búsqueda de las vías para eliminarlos
consecuentemente.

5.- Utilizar actividades que lleven al descubrimiento
(Indagación Axiológica).

En el proceso entrenamiento tanto el niño como el
docente pregunta, indaga e investigan. Las actividades
teóricas, teóricas-prácticas y
prácticas son muy importantes para la
auto-educación.

Se trata en lo esencial de generar una actitud positiva
frente al compromiso que cada niño atleta y el entrenador
deben asumir en relación con el contenido
axiológico visto desde una perspectiva en la que prevalece
el sentido de la búsqueda y la pertinencia del mismo, que
son en gran medida lo que estimula la formación del
valor.

El niño atleta debe aprender a escuchar al
entrenador, a expresar lo que piensa de forma coherente. En ese
trabajo el entrenador desempeña un papel importante por
cuanto una vía para formar el valor, por ejemplo el valor
responsabilidad, es demostrarles la importancia que tiene para su
vida y motivarlos a investigar acerca de las actitudes de las
glorias deportivas de su país.

Para favorecer, por ejemplo, la formación de la
responsabilidad es necesario que el niño atleta, dirigido
por el entrenador, aprenda a asimilar los modelos
axiológicos presentados mediante el descubrimiento de sus
cualidades, rasgos, características, los aspectos
positivos y negativos, así como la posibilidad real y
tangible de imitarlos. Esto implica que el entrenador
debe:

  • Guiar a los niños atletas en el proceso de
    descubrimiento con el fin de que puedan aprender a debatir y
    a argumentar sus ideas acerca de la
    responsabilidad.

  • Dominar las técnicas del trabajo en grupo, en
    función de utilizar de una manera adecuada las
    diversas actividades que elabore.

  • Ser un integrante más del grupo y mantener
    relaciones cordiales, tiernas y amistosas con los
    niños atletas, que despierten sentimientos, curiosidad
    por el conocimiento del deporte de su país, así
    como interés en la investigación de las
    acciones de glorias deportivas de su patria.

Relación entre las condiciones
psicológicas y pedagógicas referidas al subsistema
de Actividad-Comunicación:

Estas tres condiciones se interrelacionan, por cuanto la
posición de conflicto que lleve al niño atleta a la
reflexión y a la polémica favorece la
interiorización y socialización del contenido
axiológico y ésta lleva al niño atleta al
descubrimiento, mediante la utilización de técnicas
participativas y juegos.

La posición de conflicto que estimule la
reflexión y la polémica se produce cuando el
entrenador utiliza técnicas participativas que lleven al
descubrimiento, las cuales a su vez, provocan la
apropiación conductual por parte del niño atleta,
la que propicia el debate axiológico, la reflexión
y la participación.

Por otro lado, cuando el entrenador crea un ambiente que
estimule la reflexión y la polémica en los
niños, los incita hacia el descubrimiento de
potencialidades axiológicas de determinado objeto
valorado.

6.- Interiorizar y socializar el contenido
axiológico (Apropiación Conductual).

En el atleta se crean condiciones para planificar y
cumplir acciones en el plano interior, así como el
desarrollo de la reflexión, que permite analizar de un
modo racional y objetivo sus propios juicios y actos en
correspondencia con el proyecto y condición de la
actividad.

Este es un aspecto fundamental que debe tener presente
el entrenador en la educación de los niños atletas
y específicamente en la formación de valores, como
núcleo que orienta la conducta y determina sus actitudes,
por lo que debe de ser capaz en cada contenido que analice de
propiciar la suficiente información y participación
para que cada niño atleta logre el conocimiento de
éste de una manera lo más objetiva posible y sobre
todo establecer las relaciones de este contenido con la vida;
pero este proceso de interiorización y
socialización es en correspondencia directa con lo que
vive a diario; solo así tendrá
significación, valor para sí y podrá luego
socializarlo al resto del grupo.

NIÑO ATLETA

7.- Tener un determinado nivel de conocimiento acerca de
los valores y las vías principales para formarlo
(Conocimientos Previos).

El proceso de formación de valores se organiza,
por lo general, a partir de conocimientos ya adquiridos por e
niño atleta, la comprensión de esta
preparación es necesaria para no concebir a ciegas el
proceso formativo, lo que lo convierte en un requisito que debe
cumplir el entrenador para lograr una concepción adecuada
de este proceso.

Es imprescindible enfrentar a los niños atletas a
situaciones concretas donde tengan que demostrar mediante sus
conocimientos, sus expresiones y su conducta, lo correcto a
hacer, donde tengan que asumir una posición al respecto a
partir de comprender a plenitud qué es lo qué deben
conocer acerca de cada valor, cómo deben de manifestarse
desde el punto de vista afectivo y cómo comportarse ante
determinadas situaciones para demostrar que han asimilado ese
valor.

Es de gran ayuda para el niño atleta conocer los
contenidos antecedentes que deberá poseer para tener
éxito en el proceso de formación de valores e
incorporar nuevos indicadores y buscar el vínculo que
existe tanto con los precedentes como con los nuevos que
adquiere.

Para poder cumplir con esta condición los
niños atletas deben haber asimilado determinados
conocimientos necesarios acerca de los valores que se trabajan en
el combinado deportivo, comprender a plenitud qué es lo
qué deben conocer acerca de cada valor, cómo deben
de manifestarse desde el punto de vista afectivo y cómo
comportarse ante determinadas situaciones para demostrar que han
asimilado ese valor, y es precisamente el entrenador quien tiene
esa valiosa información, por lo que debe transmitirla a
sus discípulos.

Sobre la base del contenido antecedente se debe llevar
al niño atleta a que encuentre en el nuevo contenido
aquellas propiedades o cualidades que son esencial que asegure
que el objeto sea un modelo axiológico.

El niño atleta debe modificar el objeto
axiológico, elaborar nueva información, enriquecer
los conocimientos con aportes personales, detectar nuevos
conflictos, encontrar vías no conocidas de resolverlos,
que permitan la transformación de su forma de pensar y
actuar.

Desde el punto de vista metodológico, es
importante que el niño atleta descubra el significado de
lo que aprende; conozca y aprecie la utilidad y el valor social
que tiene ese conocimiento, lo que facilitará su
comprensión y propiciará que éste adquiera
un sentido para él.

8.- Actuar como un participante activo y protagonista de
cada acción (Activación Valorativa).

El valor que el niño atleta le
asigna a un objeto determinado depende en gran medida de la
relación afectiva que establece con éste, y esta
relación afectiva depende a su vez del modo en que el
entrenador destaque la significación que posee el objeto
para el niño atleta y promueva un enfoque
personológico y reflexivo, centrado en el atleta, que
favorezca un cambio cualitativo en las normas de conducta de
éste.

9.- Implicarse en su propio proceso de formación
de valores (Motivación Intrínseca).

De esta manera, la realización por el niño
atleta del control consciente de su comportamiento, constituye
una exigencia para el logro de la formación de la
personalidad acorde con los principios que rigen la sociedad
cubana.

Por ejemplo, para desarrollar en el niño atleta
la necesidad de favorecer la formación del valor
responsabilidad es imprescindible que adquiera conciencia de su
papel como sujeto en formación, su compromiso en el
proceso, que sienta la necesidad y la satisfacción por la
formación de dicho valor, así como que aprenda a
reflexionar, valorar, que conozca cómo enfrentarse por
sí solo a determinada situación.

En el niño atleta se crean condiciones para
planificar y cumplir acciones en el plano interior, así
como el desarrollo de la reflexión, que permite analizar
de un modo racional y objetivo sus propios juicios y actos en
correspondencia con el proyecto y condición de la
actividad.

Este es un aspecto fundamental que debe tener presente
el entrenador en la educación de los niños atletas
y específicamente en la formación de valores, como
núcleo que orienta la conducta y determina sus actitudes,
por lo que debe de ser capaz en cada contenido que analice de
propiciar la suficiente información y participación
para que cada atleta logre el conocimiento de éste de una
manera lo más objetiva posible y sobre todo establecer las
relaciones de este contenido con la vida; pero este proceso de
interiorización y socialización es en
correspondencia directa con lo que vive a diario; solo así
tendrá significación, valor para sí y
podrá luego socializarlo al resto del grupo

De ahí que sea imprescindible enfrentar a los
niños atletas a situaciones concretas donde tengan que
demostrar mediante sus conocimientos, sus expresiones y su
conducta, lo correcto a hacer, donde tengan que asumir una
posición al respecto. El entrenador debe estimular el
análisis, el razonamiento, la argumentación y la
obtención de conclusiones, al promover un enfoque
personológico y reflexivo, centrado en el niño
atleta, que favorezca un cambio cualitativo en las normas de
conducta de éste.

La revelación de la utilidad del contenido debe
llevar al niño atleta a comprender para qué lo
estudia, lo que favorecerá su interés y
motivación y posibilitará que se encuentre la
significación que tiene en sí y el sentido que para
él posee, lo que es objeto de su
formación.

Una condición esencial para que el niño
atleta fortalezca sus valores es el carácter activo con
que él asuma su proceso de formación y desarrollo.
Es básico explicar a los niños atletas que deben
tener una determinada actitud para el aprendizaje y la
educación: el atleta debe saber que de él se espera
una colaboración para el fortalecimiento de sus valores.
Un aspecto importante en esta dirección, es que el
entrenador propicie la realización por el niño
atleta de actividades de control y valoración, por parejas
y colectivas, así como la autovaloración y el
autocontrol, lo que le permitirá conocer sus errores y
aciertos, de una manera objetiva y consciente.

1.2.- El valor Responsabilidad y el Programa de
Enseñanza del Béisbol en atletas.

Los niños atletas de hoy serán los
continuadores de la obra revolucionaria, los que
asegurarán el mantenimiento de la independencia e
identidad, y por eso, estimular al máximo la
formación de valores, en particular la responsabilidad,
constituye un problema de primer orden para la sociedad y del
combinado deportivo. En tal sentido en los entrenamiento de
béisbol tienen como objetivo: "contribuir a la
formación integral de la personalidad del niño
atleta y fomentar desde las primeras categorías la
interiorización de conocimientos, formas de pensar y
comportamientos, acorde con el sistema de valores; con
énfasis en la formación de un niño atleta
patriota, revolucionario, responsable, solidario y laborioso,
este trabajo es realizado en coordinación directa con los
entrenadores deportivos.

El valor es visto desde el punto de vista
filosófico como la realidad ideal por cuya
participación las cosas adquieren cualidades que nos hacen
estimarlas diversamente. Su jerarquización forma la escala
de valores: económicos, vitales, intelectuales,
estéticos, éticos y religiosos (Enciclopedia
Microsoft Encarta, 2000).

Según Frondizi,R. el valor es la cualidad
estructural que tiene existencia y sentido en situaciones
concretas […], que se apoya doblemente en la realidad, pues la
estructura valiosa surge de cualidades empíricas y el bien
al que se incorpora se da en situaciones reales (1968: 167). En
el Diccionario Filosófico de Rosental y Ludin se plantea
que los valores son las "propiedades de los objetos materiales y
de los fenómenos de la conciencia social (1973:
477).

Los valores se deben formar, trasmitir, estimular desde
las edades más tempranas, mediante alternativas que
orienten al sujeto a plantearse juicios, valoraciones, que
estimulen la crítica, la participación, la
motivación y actuación como resultado de lo
aprendido.

Velásquez, E. afirma que un valor es aquella
cualidad que contiene o es asignada a un objeto, sujeto o
acción y gracias a ella, los sujetos se inclinan hacia
aquello que consideran mejor, útil, bueno, dependiendo de
su concepción del bien (1999: 59).

Como se aprecia, en las definiciones dadas
anteriormente, la mayoría de los autores coinciden en que
el valor constituye una cualidad del hombre que refleja la
significación que tiene el objeto para el sujeto que
valora, al reflejar una dialéctica entre lo objetivo y lo
subjetivo. También se concuerda en que los valores
sólo son posibles formarlos en la relación
sujeto-objeto y en la relación sujeto-sujeto, es decir, en
la actividad práctica, en las relaciones sociales entre
los hombres, en la relación entre la actividad y la
comunicación, como base del desarrollo de la personalidad
del sujeto.

Sólo si el sujeto refleja al objeto que le
satisface y se orienta afectiva y motivacionalmente hacia
él, convierte a ese objeto en un valor. Si se tiene en
cuenta que los objetos existen independientemente del sujeto,
entonces éstos se convierten en valores en la misma medida
en que el sujeto entra en relación con ellos.

El sujeto tiene necesidades cognitivas y afectivas. En
su interacción con un determinado objeto o persona
él descubre cómo se relaciona con sus necesidades.
Surge entonces la conducta hacia ese objeto, persona o
institución, en dependencia de cómo esa realidad
satisface o frustra sus diversas necesidades. El valor es el
objeto de la conducta y es un motivo de la actividad y en esa
integración lo afectivo, lo cognitivo y lo conductual
resultan de gran importancia.

En este trabajo se asume la definición de valor
planteada por Barrera, J. en la que afirma que el valor "expresa
una significación personal, subjetiva, afectiva o
intelectiva; así, sólo es valor y aparece algo como
valor cuando ha entrado en relación con el hombre, con sus
necesidades, con sus búsquedas (1996: 156).

El valor responsabilidad se comienza a formar desde el
hogar, pero es en la escuela y el combinado deportivo el lugar
por excelencia para realizar su formación en nuestros
niños. Ellos deben ser capaz de involucrar a la familia y
a la comunidad.

En el proceso entrenamiento se dan todas las condiciones
para favorecer la formación de la responsabilidad, este
cobra especial significación en dicho proceso en las
áreas deportivas puesto que se inculca, se enseña y
se demuestra. Por ello, cada entrenador, desde su programa,
además de enseñar resuelve tareas educativas. El
contenido de los programas constituye una poderosa fuente para la
formación de sentimientos y valores.

Los trabajos hasta ahora referenciados reflejan la labor
de sociólogos, filósofos, psicólogos y
pedagogos encauzados a fortalecer el trabajo formativo,
fundamentalmente, en y a través del combinado deportivo y
formar la personalidad del futuro ciudadano que responda a una
realidad histórica que le ha tocado vivir.

Las propuestas anteriores no profundizan en la
formación de valores en atletas de Béisbol
categoría 9-10 años, en particular en el
fortalecimiento del valor "responsabilidad" mediante el empleo de
actividades en la vida del área de entrenamiento, en la
familia y la comunidad como un escenario donde todos estos
elementos e incluso, otros, son objeto de estudio a la hora de
buscar una solución al complejo problema del proceso
educativo.

La formación de valores morales aparece en el
programa como un contenido educativo (objetivos formativos) a
cuyo tratamiento se le concede extraordinaria importancia.
Existen diferentes vías para dar cumplimiento a esta labor
en la escuela, entre las que se encuentran: el Sistema de
Preparación Político-Ideológica al cual se
le da salida mediante los turnos de reflexión y debate que
se organizan con todos los dirigentes institucionales, colectivos
de profesores y con cada grupo estudiantil, dosificados
según el nivel de enseñanza. En este empeño
el Ministerio de Educación instrumentó por
Resolución Ministerial No. 90/98 los lineamientos para
fortalecer la formación de valores, la disciplina y la
responsabilidad ciudadana desde la escuela.

En la primera dirección del lineamiento queda
referido, con claridad que la formación de valores no es
una asignatura o tarea más, que tal como ya se ha valorado
al analizar el trabajo político ideológico se debe
ver a través de todo el proceso de entrenamiento, siendo
responsabilidad de todos los entrenadores que cada una de sus
clases, independientemente de la habilidad que expliquen o el
nivel con que trabajen, tengan presente o materialicen esta
intención.

El objetivo esencial del referido Programa de
formación de valores es contribuir, mediante su
aplicación práctica, a reforzar la formación
de un grupo de valores, considerados fundamentales por todos los
factores involucrados en este propósito y que tienen
dentro de su encargo social, tan alta misión.

El documento expresa que se abarca solo una parte del
sistema de acciones que deberán tener lugar en la sociedad
cubana en la dirección económica, como sustento
indispensable de nuestro caro empeño de conquistar toda la
justicia; en la dirección jurídica, para fortalecer
y perfeccionar las normas que aseguran un enfrentamiento adecuado
a la indisciplina, ilegalidad y corrupción que se oponen
al cultivo de los valores.

Por lo que en la formación de valores morales se
deben utilizar todos los medios con que cuenta la escuela, la
familia y el área deportiva. El desarrollo del
entrenamiento y el resto de las actividades deben favorecer y
fortalecer la acción educativa en la formación de
los valores en general, y de la responsabilidad en particular,
con el fin de preparar mejor al niño atleta, alcanzar una
mayor significación social y estar en mejores condiciones
para enfrentarse a las influencias espontáneas positivas o
negativas del medio en que vive y se desarrolla.

Principios generales en que debe basarse la
formación de valores desde el área
deportiva.

Utilizar al máximo el entorno social en que se
desenvuelve el niño atleta; exaltar la
significación socialmente positiva de la realidad; asumir
una posición crítica ante la significación
negativa; atender a los valores en sistema; identificar los
componentes de cada valor; lograr plena unidad de lo cognitivo,
lo motivacional-afectivo y volitivo, la instrucción y la
educación; motivar sobre la base de lo emocional para
lograr que las cosas tengan sentido para el atleta; profundizar
en el conocimiento por la vía de los sentimientos;
cultivar el amor como esencia del valor y resultado de la
síntesis de conocimientos y sentimientos ya que solo se
ama lo que se admira, con esto el valor se convierte en auto
objetivo y cumple su función movilizadota; lograr la
unidad entre sentimiento, pensamiento y actuación;
relación entre conocimiento y valor; considerar la
experiencia práctica del atleta, vivencias, trayectoria,
legado familiar, condiciones sociales en que desarrolla su
actividad; lograr el protagonismo de los niños atletas y
el grupo en el proceso; carácter colectivo de las
actividades, donde prime la comunicación, confianza y
colaboración; acercar los modelos a los niños
atletas donde el paradigma debe ser alcanzable por él;
evitar sobrecargas, superposiciones, formalismos y esquematismos;
hacer coincidir los valores individuales con los sociales y
lograr un control permanente y sistemático de la marcha
del proceso, que incluya el autocontrol y la
autovaloración.

Para implementar acciones de educación en valores
se deberán tener en cuenta los siguientes
aspectos:

  • 1 La labor de formación de valores ha de
    realizarse de manera conscientemente organizada, con
    estudiada intencionalidad;

  • 2 Debe primar el diálogo abierto,
    sincero, argumentado, que coadyuve a conocer al otro y a
    respetarlo mediante la mutua comprensión;

  • 3 Realizarla de forma diferenciada persona a
    persona, cara a cara, sobre la base del ejemplo, la
    persuasión, por lo que deben utilizarse argumentos
    objetivos y creíbles;

  • 4 Los factores principales deben sentir la
    necesidad de cumplir acciones y que las enriquezcan
    permanentemente;

  • 5 Creación y existencia de un clima
    afectivo, propiciando que el sujeto se sienta aceptado, que
    se trabajen aún más los sentimientos y las
    emociones;

  • 6 Las influencias educativas deben realizarse
    de forma sistemática y cohesionada;

  • 7 Integración de las organizaciones e
    instituciones;

  • 8 Alcanzar niveles superiores de calidad en la
    preparación y superación política e
    ideológica;

  • 9 Reforzar la función afectiva y
    educativa de la familia, a partir de su preparación y
    adquisición de conocimientos, hábitos y
    habilidades para una convivencia armónica y una mejor
    orientación y atención a los hijos, erradicando
    cualquier manifestación de violencia que pueda
    existir.

1.3.- Estrategia: una aproximación a sus
peculiaridades como resultado científico de la
investigación educativa.

Un análisis etimológico permite conocer
que la palabra estrategia proviene de la voz griega
stratégós (general) y que, aunque en su
surgimiento sirvió para designar el arte de dirigir las
operaciones militares, luego, por extensión, se ha
utilizado para nombrar la habilidad, destreza, pericia para
dirigir un asunto. Independiente de las diferentes acepciones que
posee, en todas ellas está presente la referencia a que la
estrategia sólo puede ser establecida una vez que se hayan
determinado los objetivos a alcanzar.

El campo semántico asociado a este concepto
resulta ser amplio y prolífero y en él se mezclan
múltiples nociones solapadas en un mismo paquete
procedimental. En no pocas oportunidades se tiende a la
utilización de disímiles palabras (política,
táctica, técnica, práctica, experiencia,
entrenamiento, procedimiento, entre otras), para hacer referencia
a las estrategias lo que trae como consecuencia disímiles
problemas de interpretación.

Un primer acercamiento permite considerar que es obvia
la relación existente entre estrategia y política.
Al respecto resultan en extremo interesantes los planteamientos
del Héroe Nacional cubano Martí en sus obras
completas señaló que: "Estrategia es
política (…) y (…) política es el arte de
asegurar al hombre el goce de sus facultades naturales en el
bienestar de la existencia (…) es sobre todo arte de
precisión". (Obras completas, 1975: 248 y 386).

Y como si quisiera establecer un juego de palabras con
las ideas anteriores Paulo Freire (1972: 45) sentenció: La
política más que discurso es estrategia y
táctica. Al estudiar en el mapa general del sistema
educativo cuáles puntos pueden ser tocados y reformados
(…) hay que estar muy lúcido con relación a
táctica y estrategia, parcialidad y totalidad,
práctica y teoría".

Las anteriores consideraciones permiten entrar en otro
orden de relación, el que se establece entre
táctica y estrategia. Para María Rodríguez y
Alvarina Rodríguez (2006: 3) la consulta en la
bibliografía especializada sobre el particular permite
arribar a las siguientes consideraciones:

  • 1 Las estrategias son consideradas a un nivel
    macro o global; mientras las tácticas se instauran en
    una dimensión micro o específica.

  • 2 Las tácticas suelen verse como modos
    de ejecución o procedimientos seguidos para la
    consecución de una finalidad. Se considera la
    existencia de tácticas generales, especiales o
    particulares y combinadas.

  • 3 La estrategia es valorada como la
    interrelación de un conjunto de tácticas,
    mientras que estas últimas constituyen cada uno de los
    eslabones o procedimientos que la componen.

El uso del vocablo estrategia comenzó a invadir
el ámbito de las Ciencias Pedagógicas
aproximadamente en la década de los años 60 del
siglo XX coincidiendo con el comienzo del desarrollo de
investigaciones dirigidas a describir indicadores relacionados
con la calidad de la educación. El análisis de
múltiples criterios e interpretaciones que aparecen en la
literatura pedagógica sobre esta temática ha
permitido discernir que el término estrategia se utiliza,
entre otros, para:

  • 1 Identificar una actitud que constituye la
    base fundamental del proceso de dirección de los
    diferentes niveles hasta llegar a la escuela, la cual da una
    nueva orientación a las dimensiones táctica y
    operacional en el mediano y corto plazo (enfoque
    estratégico, dirección estratégica,
    planeación estratégica).

  • 2  Nombrar el resultado de la
    elaboración personal de cada sujeto a partir de las
    relaciones que establece (con los objetos del conocimiento,
    las interacciones con los demás miembros del grupo y
    las acciones de dirección, orientación y
    estimulación del docente) (Márquez
    Rodríguez, 2000: 7).

  • 3 Referirse a la intencionalidad de las
    acciones dirigidas al mejoramiento del aprendizaje de los/las
    estudiantes, y el diseño de planes flexibles de
    acción que guíen la selección de las
    vías más apropiadas para promover estos
    aprendizajes desarrolladores teniendo en cuenta la diversidad
    de los protagonistas del proceso de
    enseñanza-aprendizaje y la diversidad de los
    contenidos, procesos y condiciones en que éste
    transcurre. (Castellanos Simons, 2003:
    s.p)

  • 4 Designar una forma particular de resultado de
    la investigación educativa el cual puede abarcar
    diferentes variantes tipológicas.

De ahí que el autor del presente trabajo define
que una estrategia lo conforma "(…) un conjunto de
acciones interrelacionadas para el cumplimiento de objetivos
estratégicos (…)".

En un sentido amplio la dirección
estratégica aparece concebida como el plan que
señala sentido y acciones a seguir en una
organización para el cumplimiento de los objetivos que se
hayan fijado de acuerdo con las condiciones actuales y futuras
que ofrezcan una posición ventajosa. Una aplicación
al terreno pedagógico permite considerarla como el proceso
orientado hacia el mantenimiento de un equilibrio dinámico
entre la organización y ejecución de los trabajos
educativos mediante una constante búsqueda de
posibilidades y recursos para adaptar las necesidades y
operaciones del proceso de enseñanza-aprendizaje con el
cambio de los estudiantes y su entorno.

La concepción estratégica de la
dirección exige a su vez, la existencia de tres enfoques
que se interrelacionan y complementan de forma dialéctica:
el enfoque de sistema está referido a la
concatenación de elementos que actúan desde dentro
del sistema y sus relaciones con el entorno, el de contingencia
se remite al reconocimiento del combinado deportivo como sistema
abierto sobre el que actúan fuerzas y tendencias que
condicionan su interrelación con el entorno y el de cambio
es la orientación permanente hacia el mejoramiento
continuo.

Por su parte la planeación estratégica se
concibe como una forma de dirección participativa que
involucra a todos en la planificación, ejecución y
control de las transformaciones necesarias en el proceso de
enseñanza aprendizaje o en sus actores para adaptarse a
las exigencias del medio; mientras que el enfoque
estratégico es concebido como "una actitud extrovertida,
voluntarista, anticipada, crítica y abierta al cambio".
(Rodríguez F., 1999:92).

Para ello resulta imprescindible abordar algunas de las
conceptualizaciones que se hacen sobre el particular, a partir de
tres criterios seleccionados de la profusa bibliografía
sobre el tema para propender al establecimiento de
regularidades.

  • 1 "(…) Toda estrategia transita por una fase
    de obtención de información (puede tener
    carácter diagnóstico), una fase de
    utilización de información y una fase de
    evaluación de esa información, además
    como su nombre lo indica, debe tener un margen para ir
    redirigiendo las acciones". (Ruiz, 2001: 151).

  • 2 "La estrategia establece la dirección
    inteligente, y desde una perspectiva amplia y global, de las
    acciones encaminadas a resolver los problemas detectados en
    un determinado segmento de la actividad humana (…)".
    Se entienden como problemas "(…) las contradicciones o
    discrepancias entre el estado actual y el deseado, entre lo
    que es y debería ser, de acuerdo con determinadas
    expectativas (…)" que dimanan de un proyecto social
    y/o educativo dado. Su diseño implica la
    articulación dialéctica entre los objetivos
    (metas perseguidas) y la metodología (vías
    instrumentadas para alcanzarlas).(González
    Hernández /y/ otros, 1998: 39-40)

  • 3 "Entendemos por estrategia cierto
    ordenamiento de las acciones en el curso de la
    resolución de un problema en el cual cada paso es
    necesario para el siguiente. Estas secuencias de acciones
    están fuertemente orientadas hacia el fin a alcanzar.
    La persistencia en un procedimiento o su cambio está
    también relacionado con el éxito logrado en la
    consecución de un fin. Que exista un encadenamiento de
    acciones orientadas hacia un fin no implica un único
    curso de los procedimientos; sino que las repeticiones,
    marchas y contramarchas atestiguan las múltiples
    decisiones que el sujeto adopta en el intento de resolver el
    problema. Frente al mismo objetivo es posible desarrollar
    diferentes estrategias". (Casávola, Horacio /y/ otros,
    1999:27).

De ahí que para María Rodríguez y
Alvarina Rodríguez (2006: 18) pueda deducirse que las
estrategias:

  • 4 Se diseñan para resolver problemas de
    la práctica y vencer dificultades con
    optimización de tiempo y recursos.

  • 5 Permiten proyectar un cambio cualitativo en
    el sistema a partir de eliminar las contradicciones entre el
    estado actual y el deseado.

  • 6 Implican un proceso de planificación
    en el que se produce el establecimiento de secuencias de
    acciones orientadas hacia el fin a alcanzar; lo cual no
    significa un único curso de las mismas.

  • 7 Interrelacionan dialécticamente en un
    plan global los objetivos o fines que se persiguen y la
    metodología para alcanzarlos.

Según las autoras antes citadas (2006: 20) la
valoración de los juicios apuntados permite entrar a
considerar los rasgos que caracterizan a la estrategia como
resultado científico, entre los cuales no deben dejar de
estar presentes los que a continuación se
señalan:

  • Concepción con enfoque sistémico en el
    que predominan las relaciones de coordinación, aunque
    no dejan de estar presentes las relaciones de
    subordinación y dependencia.

  • Una estructuración a partir de fases o etapas
    relacionadas con las acciones de orientación,
    ejecución y control, independientemente de la
    disímil nomenclatura que se utiliza para su
    denominación.

  • El hecho de responder a una contradicción
    entre el estado actual y el deseado de un objeto concreto
    ubicado en el espacio y en el tiempo que se resuelve mediante
    la utilización programada de determinados recursos y
    medios.

  • Un carácter dialéctico que le viene
    dado por la búsqueda del cambio cualitativo que se
    producirá en el objeto (estado real a estado deseado),
    por las constantes adecuaciones y readecuaciones que puede
    sufrir su accionar y por la articulación entre los
    objetivos (metas perseguidas) y la metodología
    (vías instrumentadas para alcanzarlas), entre
    otras.

  • La adopción de una tipología
    específica que viene condicionada por el elemento que
    se constituye en objeto de transformación. Esta
    última categoría resulta esencial a los efectos
    de seleccionar cuál variante utilizar dentro de la
    taxonomía existente.

  • Su irrepetibilidad. Las estrategias son
    casuísticas y válidas en su totalidad solo en
    un momento y contexto específico, por ello su universo
    de aplicación es más reducido que el de otros
    resultados científicos. Ello no contradice el hecho de
    que una o varias de sus acciones puedan repetirse en otro
    contexto.

  • Su carácter de aporte eminentemente
    práctico debido a sus persistentes grados de
    tangibilidad y utilidad. Ello no niega la existencia de
    aportes teóricos dentro de su
    conformación.

Las cuestiones referidas anteriormente para De Armas
Ramírez y otros (2001: 20) condicionan la presencia de los
siguientes elementos en la conformación de las
estrategias:

  • Existencia de insatisfacciones respecto a los
    fenómenos, objetos o procesos educativos en un
    contexto a ámbito determinado.

  • Diagnóstico de la
    situación.

  • Planteamiento de objetivos y metas a alcanzar en
    determinados plazos de tiempo.

  • Definición de actividades y acciones que
    respondan a los objetivos trazados y entidades
    responsables.

  • Planificación de recursos y métodos
    para viabilizar la ejecución.

  • Evaluación de resultados.

En este sentido, Gómez Álvarez (s.f.: 3-4)
señala, que la metodología para aplicar el enfoque
estratégico a la solución de un problema debe
incluir los siguientes pasos:

1. Esclarecer el problema.

2. Determinación del fin y las áreas que
intervienen en la realización del conjunto de
actividades.

3. Diagnóstico de la realidad y de las
posibilidades de los sujetos de la educación.

4. Determinación de las alternativas o variantes
a utilizar.

5. Selección y planificación de la
alternativa pedagógica.

De Armas Ramírez y otros (2001: 21) proponen como
pasos de esta metodología y que deben constituir puntos de
referencia obligados para definir la organización que debe
tener una estrategia en los marcos de un trabajo
científico los aspectos siguientes:

? Introducción-Fundamentación. Se
establece el contexto y ubicación de la
problemática a resolver. Ideas y puntos de partida que
fundamentan la estrategia.

? Diagnóstico- Indica el estado real del objeto y
evidencia el problema en torno al cual gira y se desarrolla la
estrategia.

? Planteamiento del objetivo general.

? Planeación estratégica- Se definen metas
u objetivos a corto y mediano plazo que permiten la
transformación del objeto desde su estado real hasta el
estado deseado. Planificación por fases de las acciones,
recursos, medios y métodos que corresponden a estos
objetivos.

? Instrumentación– Explicar cómo se
aplicará, bajo qué condiciones, durante qué
tiempo, responsables, participantes.

? Evaluación- Definición de los logros
obstáculos que se han ido venciendo, valoración de
la aproximación lograda al estado deseado.

No obstante lo apuntado es necesario precisar que,
independiente de los elementos manejados, los cuales constituyen
una orientación de marcado carácter
metodológico que permite organizar el proyecto
estratégico, este resultado se caracteriza por la
existencia de tres fases en las cuales están contenidos
las cuestiones que han sido mencionadas, a saber:

  • 1 Fase de obtención de la
    información o diagnóstica.

  • 2 Fase de caracterización del momento
    deseado, de programación-implementación, o de
    ejecución.

  • 3 Fase de evaluación.

El estudio de múltiples conceptos de
tipologías estratégicas ha permitido conformar
estrategias pedagógicas, estrategias didácticas,
estrategias educativas, estrategias metodológicas y
estrategias escolares.

Conclusiones parciales del primer
capítulo.

En este trabajo se le da lugar a una estrategia
educativa entendida como la proyección de un sistema de
acciones a corto, mediano y largo plazo que permite la
transformación de los modos de actuación de los
niños atletas para alcanzar en un tiempo concreto los
objetivos comprometidos con la formación, desarrollo y
perfeccionamiento de sus facultades morales e
intelectuales.

También se analizaron los antecedentes
históricos y los fundamentos teóricos sobre los
cuales se sustenta la estrategia educativa para reforzar el valor
responsabilidad, por lo que mediante la consulta de varias
bibliografías, permitió precisar y asumir los
conceptos primordiales implicados en esta
investigación.

Se definieron los indicadores que se asumen para la
evaluación de la estrategia educativa para reforzar el
valor responsabilidad, sobre la base de los conocimientos,
relacionados con la influencia que ejerce sobre la manera de
actuar y comportarse los niños en la sociedad.

Después de analizar los antecedentes
históricos y los fundamentos teóricos se
está en condiciones de abordar la propuesta de la
estrategia educativa dirigida a reforzar el valor
responsabilidad.

CAPITULO II

Estrategia
educativa dirigida para reforzar el valor responsabilidad en los
niños atletas de nueve y diez años desde el
contexto de la comunidad

En el presente capítulo se pretende hacer un
acercamiento al diagnóstico del objeto de
investigación a partir del estudio de la realidad del
proceso de entrenamiento en los niños atletas de
Béisbol el cual se desarrolla en el Combinado Deportivo a
la luz de un enfoque axiológico. En el primer
sub-epígrafe aparece las variables de trabajo y aparecen
los resultados obtenidos a través de varios instrumentos
aplicados a los atletas y entrenadores deportivos, todos en
función de conocer en qué medida se propicia en el
entrenamiento, los presupuestos de dicho enfoque
axiológico, luego

2.1 Diagnóstico inicial para el
desarrollo de la estrategia realizado en el mes de septiembre de
2009
.

Para poder incluir las acciones educativas dirigidas a
reforzar el valor responsabilidad se realizó la
medición diagnóstico para establecer los
índices iniciales que mostraron estos niños
atletas. Fueron encuestados y observados 16 atletas de
Béisbol en la categoría 9-10 años del
Combinado Deportivo # 1 Colombia.

En correspondencia con lo anterior en la variable de
trabajo se proponen las siguientes dimensiones e indicadores del
valor responsabilidad para los niños atletas de
Béisbol categoría 9-10 años:

  • 1. Dimensión cognitiva: Se expresa en el
    conocimiento, expresiones verbales e información del
    niño atleta sobre el valor en cuanto a esencia,
    rasgos, vinculación con otros valores, y el
    significado de lo que representa para ellos la
    apropiación de ese valor.

Indicadores:

? El atleta en las intervenciones que realiza se acerca
del conocimiento del valor (Dominio del valor).

? Aporta argumentos sólidos, certeros de la vida
cotidiana o experiencias personales (Intervención
activa).

? Los modelos personales que propone son dignos de
imitar a través de una precisión clara de lo que es
la conducta. (Congruencia en su acción).

? Identifica las normas de la legalidad socialista, del
combinado deportivo y el área deportiva.

  • 1. Dimensión afectiva: Se manifiesta en
    el grado de implicación personal del sujeto con el
    valor, el estado emocional que demuestra en la
    valoración que realiza, el modo con que expresa sus
    sentimientos y proyecciones, además del significado
    que alcanza para el sujeto la propiedad social.

Indicadores:

? Adquiere algún sentido para sí las
historias narradas que se proponen en las actividades. (Demuestra
empatía).

? Muestra disposición y determinado nivel de
compromiso con la actividad; es decir, coopera, fomenta la
iniciativa y la capacidad de diálogo (Satisfacción
por la actividad).

? En la valoración que realiza asume con
facilidad los errores cometidos o se resiste al cambio
(Flexibilidad).

? Evidencia sentimiento de identificación y
compromiso por el cuidado de los bienes del combinado deportivo,
los jardines, el huerto, el material escolar, las instalaciones
deportivas y los instrumentos de trabajo.

  • 2. Dimensión actitudinal: Se refiere al
    modo en que el niño atleta manifiesta en la
    práctica su comportamiento personal, la manera de
    dirigir sus acciones, lo que realiza para acercarse al modelo
    o ideal que pretende alcanzar. Constituye una
    revelación externa de los conocimientos y afectos
    relativos a la responsabilidad, donde se muestran acciones
    observables.

Indicadores:

? En las valoraciones que realiza demuestra una actitud
exigente y justa (Crítico y
autocrítico).

? Logra dominar y controlar la situación ante las
opiniones y comportamientos diferentes a los suyos.
(Autorregulación de la conducta).

? Participa activamente y muestra disciplina,
conciencia, eficiencia, calidad, rigor en las tareas del
combinado deportivo, la familia y el área deportiva
propone en todo momento.

  • Protege el área deportiva, los jardines, el
    huerto, el material escolar, las instalaciones deportivas y
    los implementos deportivos.

Al realizar la encuesta a dichos niños atletas
durante los entrenamientos se obtuvieron los siguientes
resultados (Tabla 1 Anexo # 2):

En cuanto a la dimensión cognoscitividad que
poseen los niños atletas del valor responsabilidad se
evidenció que seis (37.5%) niños atletas consideran
el compromiso contraído ante sí mismo como un
componente de la responsabilidad, siete (43.8%) consideran el
compromiso con la familia, cinco (31.3%) reconocen el compromiso
con el colectivo y cuatro (25%) declaran el compromiso con la
sociedad. Además, entre diez (62.5%) y doce (75%) no
cuidan la propiedad social y el medio ambiente, cinco (31.3%) se
consideran disciplinados, trece (81.3%) no piensan en el factor
consciencia, doce (48%) cumplen con los deberes dentro del
área, nueve (36%) en el combinado deportivo y ocho (32%)
en la casa y realiza las tareas que se le asignan.

En el análisis del conocimiento y respeto a la
legalidad socialista se aprecia que 4(25%) atletas lo cumplen y
con respecto al cumplimiento de las normas administrativas
establecidas en las áreas y del combinado deportivo siete
(43.8%) son consecuentes con ellas, lo que evidencia un gran
desconocimiento de la definición de
responsabilidad.

Al observar a los atletas, respecto a la
dimensión afectiva, sólo siete (43.8%) de los
niños atletas dominan y controlan la situación ante
las opiniones y comportamientos diferentes a los suyos y cinco
(31.3%) tienen disposición y nivel de compromiso con la
actividad, cooperan y fomentan la iniciativa y la capacidad de
diálogo.

En la dimensión actitudinal, cuatro (25%)
niños atletas se comportaron disciplinado, tres (18.8%)
niños atletas evidenciaron conciencia de la importancia de
lo que realizaban, cinco (31.3%)niños atletas mostraron
ser eficientes, cuatro (25%) se distinguieron por realizar con
calidad la actividad y seis (37.5%) demostraron rigor en las
tareas asignadas, siete (43.8%)niños atletas asumen la
crítica y la autocrítica como poderoso instrumento
de autorregulación moral, cinco (31.3%) propician un clima
de compromiso, consagración y nivel de respuesta a las
tareas asignadas, ocho (50%) manifiestan un modo de
participación democrática, donde se sienten
implicados en los destinos del deporte, seis (37.5%) respetan,
defienden y fomentan la propiedad social sobre los medios de
producción y cinco (31.3%) cuidan el medio ambiente (Tabla
# 2 anexo 4).

Al aplicar la encuesta a los entrenadores de
béisbol se obtuvo como resultados que siete (100%) de los
encuestados consideran importante la educación en valores
en el entrenamiento deportivo, cuatro (57.1%) de los entrenadores
le dan salida al trabajo político-ideológico en los
entrenamientos, cinco (71.4%) desarrollan la educación en
valores con mayor frecuencia en la parte inicial de la clase, dos
(28.6%) lo hacen a través del tratamiento al contenido y
uno(14.3%) lo hace al final del entrenamiento. Además, dos
(28.6%) consideran que contribuyen a la educación en
valores a través de revelar la significación del
conocimiento para el niño atleta, cinco (71.4%) lo hacen a
través de la actividad práctica de los niños
atletas y uno (14.3%) considera que lo hace a través de la
actividad y la comunicación y siete(100%) valoran que
fuera del entrenamiento también se contribuye a la
educación en valores en los niños atletas, pero no
saben cómo realizarlo.(Tabla # 3 anexo 6).

Al concluir la medición inicial se observa que
los niños atletas no manifiestan conocimiento del valor,
no aportan argumentos sólidos, certeros de la vida
cotidiana o experiencias personales, modelos personales dignos de
imitar por una conducta responsable, ni identifican las normas de
la legalidad socialista, del combinado deportivo y el área
deportiva.

Además, muestran poca disposición y bajo
nivel de compromiso con las actividades realizadas, son poco
disciplinados, baja eficiencia y calidad en las tareas asignadas,
así como poco cuidado y protección al medio
ambiente y la propiedad social.

Al realizar la encuesta a dichos familiares se
obtuvieron los siguientes resultados (Tabla 7 Anexo #
12):

Al realizar la encuesta a dichos niños atletas
durante los entrenamientos se obtuvieron los siguientes
resultados (Tabla 7 Anexo # 12):

En la pregunta # 1los 16 familiares consideran
importante la formación de valores en dichas edades para
(28.6%) el desarrollo futuro.

En la pregunta # 2 referida ala formación de
valores en el hogar siete (43,7%) se refirieron a la
laboriosidad, seis (37%) a la honestidad y tres (18,7%) a la
responsabilidad, resumiendo que la respuesta dada por los
encuestados se pudo constatar el mayor por ciento a la
laboriosidad.

En la pregunta # 3 los familiares el 100 % de los
familiares expresa que se forman valores en el hogar es donde
comienza la educación.

En la pregunta # 4esta referida a los momentos que se le
educa en los valores en el hogar cinco (31,3%) expresa al
levantarse tres (18,7%) al acostarse, seis (37%) en la mesa y dos
(12,5%) en todo momento durante el día.

En la pregunta # 5 se tiene encuesta la actividad que
desarrolla el valor responsabilidad diez (62,5%) se inclinaron
por los estudios, cuatro (25%) actividades comunitarias, dos
(12,5%) por la practica del deporte, lo que se aprecia no se
tiene en cuenta la fundamental para el desarrollo de este
valor.

Al resumir este instrumento se pudo constatar que la
familia en general conoce que el valor existe, pero no como
educar este valor en el hogar para una mejor formación de
los niños donde se incluye lo deportivo.

2.2.- Estrategia educativa dirigida a reforzar el
valor responsabilidad en los niños atletas de
béisbol.

  • 1 Introducción-Fundamentación.

La sociedad contemporánea exige al Deporte la
formación multilateral y armónica de la
personalidad de las nuevas generaciones, que transita por un
enfoque axiológico y de sistema entre los contenidos que
desarrollan los programas de preparación del deportista;
no obstante, el estado actual en la formación de los
atletas masculinos de béisbol 19-10 años del
Combinado Deportivo # 1, del municipio Colombia no es el deseado
para que estos puedan desempeñarse
eficientemente.

Múltiples resultados científicos
examinados por el autor, manifiestan pertinencia de un
reforzamiento del valor responsabilidad en los niños
atletas con respecto a la contradicción planteada, pero
durante las indagaciones realizadas en los Combinados Deportivos
del municipio Colombia se manifiesta, que para dar respuesta a
esta problemática tan compleja, se han implicado criterios
metodológicos empíricos con escasos antecedentes
históricos de cómo hacerlo, de cómo llevar a
vías de hecho en las condiciones niños atletas el
enfoque axiológico de los colectivos entrenadores y de los
niños atletas, y de cómo lograr que la
preparación del deportista se convierta en un proceso que
integre a los entrenadores deportivos en un trabajo conjunto para
acometer el estudio y transformación de la
formación y educación de los niños atletas,
lo que apunta a la necesidad de una estrategia educativa
sustentada en y por el programa de preparación y otros
referentes importantes que encauce el ordenamiento
metódico y consciente de un reforzamiento del valor
responsabilidad como el que se propone.

  • 2 Valoración general del valor
    responsabilidad a partir del diagnóstico.

El estado real del valor responsabilidad en los atletas
masculinos de béisbol 9 -10 años del Combinado
Deportivo # 1, del municipio Colombia evidencia: insuficiente
conocimiento del valor por lo que manifiestan bajo compromiso
contraído ante sí mismo, con la familia, con el
colectivo y con la sociedad, poco cuidado de la propiedad social
y el medio ambiente, son indisciplinados, baja consciencia e
incumplimiento con los deberes dentro del área deportiva,
del combinado deportivo, de la casa, insuficiente cumplimiento y
respecto con las normas administrativas establecidas en las
áreas deportivas y la escuela.

Además, los niños atletas manifiestan poco
dominio y control de la situación ante las opiniones y
comportamientos diferentes a los suyos y tienen poca
disposición y nivel de compromiso con la actividad, por lo
que cooperan y fomentan la iniciativa y la capacidad de
diálogo a un nivel bajo.

Por otro lado, son insuficientes las propuestas de
resultados científicos dirigidas a reforzar el valor
responsabilidad en los niños atletas en edades tempranas y
el programa de preparación del deportista no manifiesta
explícitamente como desarrollar labor tan
importante.

Fundamentación de la estrategia.

Actuar estratégicamente en la educación
del valor responsabilidad, a partir del combinado deportivo,
desde el contexto comunitario, supone tener en cuenta las
condiciones concretas que permiten su seguimiento y
perfeccionamiento.

En tal sentido, Moreno C. y M. Clariana (1995; 13)
plantean que estrategia es

"una guía de acciones que hay que seguir en
condiciones específicas".

La estrategia para la educación del valor
responsabilidad del combinado deportivo # 1 desde el contexto
comunitario se concibe mediante:

La caracterización del combinado deportivo, desde
el contexto comunitario para la educación del valor
responsabilidad.

Las potencialidades que ofrecen los directivos,
entrenadores deportivos con que se cuenta en los combinados
deportivos.

Así se define dicha estrategia, que consta de las
fases siguientes:

1. Fase de preparación.

2 Fase de ejecución de acciones.

3. Fase de evaluación de los
resultados.

Y se propone como Objetivo General: Reforzar el valor
responsabilidad en los niños atletas de béisbol a
partir del combinado deportivo, desde el contexto
comunitario.

La estrategia que se propone reconoce el papel rector de
sus objetivos, el enfoque sistémico entre sus componentes,
el entrenador como agente principal de cambio y el papel de la
familia y la comunidad para alcanzar el resultado deseado;
así como el papel protagónico de los niños
atletas del combinado deportivo. Agentes que deben asumir un rol
activo y transformador, a partir de las condiciones creadas para
que se produzcan los cambios que se requieren, externos e
internos, en el logro del éxito en esta importante
problemática.

Se favorece también el proceso de
transformaciones que tiene lugar hoy en el combinado deportivo,
por cuanto dentro de sus propósitos está elevar los
niveles en las relaciones con la familia, por lo que esta se
convierte en partícipe del proceso que tiene lugar en el
combinado deportivo, e insertando también en ello a los
diferentes factores de la comunidad, así como en lo
relacionado con los valores de la personalidad socialista y se
proponen acciones que contribuyen a la educación de la
responsabilidad.

De singular importancia es la valoración de las
situaciones concretas de los combinados deportivos con que se
trabaja, que una vez diagnosticadas se procede a la
caracterización de las mismas, para poder adecuar el
accionar a seguir, a partir de las condiciones específicas
de cada lugar.

La estrategia posee los siguientes
componentes:

Principios filosóficos, psicológicos,
culturales y sociológicos.

Objetivos: Generales y específicos por
etapas.

Contenido: Sistema de acciones a ejecutar por
etapas.

Evaluación: Valoración sistemática
del proceso, auto evaluación y control.

Sugerencias metodológicas.

Principios que sustentan la estrategia.

El tratamiento metodológico de la
educación del valor responsabilidad a partir del del
combinado deportivo, la familia y la comunidad, constituye un
problema de gran complejidad, por cuanto requiere también
del sustento de otras ciencias que lleven a una
interpretación más exacta de esta
problemática. De acuerdo con tal idea, y en consecuencia
con el método materialista dialéctico que se asume,
es que se considera necesario integrar como fundamento de la
propia estrategia, principios filosóficos,
psicológicos y sociológicos

Principios Filosóficos: Un primer momento de
aproximación a los fundamentos generales del objeto en la
presente investigación revela a la filosofía
dialéctico-materialista como su base teórica y
metodológica.

Este planteamiento parte del hecho de que el sustento
filosófico de la institución deportiva es la
filosofía dialéctico-materialista y como el
combinado deportivo, desde el contexto comunitario en la
educación del valor responsabilidad constituye parte del
proceso de entrenamiento deportivo, que se desarrolla combinado
deportivo, él debe estar fundamentado e interpretado a la
luz de los principios de la filosofía
dialéctico-materialista, los cuales adquieren su forma
específica en este campo.

La filosofía dialéctico-materialista exige
que los fenómenos no se interpreten, estudien y analicen
unilateralmente, si no objetivamente, de forma íntegra y
multilateral. Este principio indica que en el estudio del objeto
de esta investigación es necesario tomar en cuenta el
entorno donde vive y se desarrolla el niño atleta, su
ambiente deportivo, familiar y comunitario, así como las
particularidades individuales de cada uno de los factores con que
se interactúa, entre otros aspectos.

El principio de la concatenación universal de los
fenómenos: Requiere el enfoque sistémico para
lograr los resultados más objetivos en el estudio del
objeto, así la educación del valor responsabilidad
a partir del combinado deportivo, la familia y la comunidad debe
complementarse con otros estudios realizados en este sentido,
igualmente con el análisis de las particularidades de cada
factor educativo, a partir de los resultados obtenidos en el
estudio diagnóstico de esta
investigación.

El principio del Historicismo: Implica examinar el
fenómeno estudiado en su desarrollo. En relación
con ello, Lenin, V.I. señaló: "Lo más seguro
en cuestiones de ciencias sociales es (…) no olvidar la
conexión histórica básica, examinar cada
cuestión desde el punto de vista de cómo
surgió el fenómeno en la historia, de cuáles
son las fases del desarrollo por las cuales el fenómeno ha
pasado y, desde esta perspectiva de su desarrollo, examinar
qué ha devenido en la actualidad dicha cosa". (Tomado de
C.A. del MINED, 1984; 68).

La consideración de este principio requiere
realizar el estudio del objeto en el de cursar de su historia, en
su surgimiento y evolución, a partir de lo cual se
proyectan las acciones concretas a realizar para garantizar la
continuidad en su desarrollo.

Los principios psicológicos y sociológicos
de la educación del valor responsabilidad a partir del
combinado deportivo, desde el contexto comunitario coinciden con
el enfoque de la filosofía dialéctico-materialista
como fundamento teórico general.

Principios Psicológicos: Dentro de los principios
psicológicos de mayor incidencia se encuentran:

El principio de la relación de lo afectivo y lo
cognitivo; éste tiene una especial significación
por cuanto a partir de él se desarrollan las formaciones
psicológicas más complejas de la personalidad que
regulan de forma consciente y activa su comportamiento, ya sea en
función predominantemente inductora (es a la que
pertenecen los fenómenos psíquicos que impulsan,
dirigen y orientan la actuación del hombre: necesidades,
motivos, intereses, emociones, sentimientos) o en función
predominantemente ejecutora: (a la que pertenecen los
fenómenos psíquicos que posibilitan las condiciones
en que transcurre la actuación del hombre: sensaciones,
percepciones, pensamiento, hábitos,
habilidades).

El nivel de desarrollo que alcance esta relación
constituye una particularidad que distingue a la personalidad
como el producto más acabado de la psiquis del
hombre.

Es un principio teórico metodológico
fundamental que evidencia a la personalidad como sujeto activo
que se autodetermina y posee una relativa autonomía en su
medio, lo cual debe ser tomado muy en cuenta por los
entrenadores, familia y miembros de la comunidad en esta
estrategia, por cuanto en la medida en que ellos sean capaces,
con su ejemplo y preparación, de motivar a los
niños atletas, conocer sus necesidades, provocarles
emociones, despertar sus sentimientos, podrán entonces
contribuir a la educación en este caso de la
responsabilidad en los educandos, logrando que ello perdure en
sus modos de actuación.

El principio de la comunicación y la actividad:
Teniendo en cuenta los fundamentos teóricos de este
trabajo, es imprescindible dejar sentado éste como uno de
los principios de la estrategia.

La personalidad posee un carácter activo, ella se
forma y desarrolla en la actividad, proceso en el que se produce
una transformación mutua objeto sujeto, sujeto-objeto,
mediante la comunicación.

Así, entre todos los factores que participan en
la realización de acciones de la estrategia, se debe
lograr un clima favorable de comprensión y entendimiento,
sobre la base de objetivos comunes a alcanzar y con una
orientación adecuada por parte del entrenador, de manera
esencial.

Partes: 1, 2, 3
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