Monografias.com > Salud
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

La relación Ciencia-Tecnología y Sociedad en el marco de la salud humana.



Partes: 1, 2

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Ciencia,
    tecnología y sociedad. Sus interrelaciones
  4. Avances
    científicos tecnológicos en la
    medicina
  5. influencia de las nuevas
    tecnologías en el proceso salud enfermedad
  6. Influencia de los
    factores psicológicos y sociales en la
    salud
  7. Conclusiones
  8. Recomendaciones
  9. Bibliografía

Resumen

Las relaciones entre Ciencia, Tecnología y
Sociedad poseen dos versiones fundamentales, vistas como la
necesidad social del desarrollo científico y
tecnológico y como la influencia del desarrollo
científico tecnológico en la Sociedad.

Atendiendo a la interrelación entre el binomio
Ciencia y Tecnología como parte y la Sociedad como un
todo, y dentro de la Sociedad a la salud humana, analizamos en
este trabajo las interacciones de Ciencia-Tecnología con
la salud, por considerar esta última de vital
importancia.

La importancia de este trabajo radica entonces en que si
afirmamos que los estados psicológicos individuales y los
factores sociales son capaces de influir en la aparición y
curso de las enfermedades, la salud humana exige el abandono de
posiciones biologizantes, donde alcanza relevante importancia el
mundo psíquico de la persona, lo cual permite ver al
hombre como un todo y lograr una mejor comprensión del
mismo y así demostrar la importancia de concebir al hombre
como un ser biopsicosocial a la luz del desarrollo
tecnocientífico que indudablemente influye en la salud
humana, por lo que se hace necesario la cautela, el mundo
contemporáneo no se caracteriza solamente por un
incremento del número de tecnologías que permiten
intervenir en casos que en el pasado no daban lugar a luchar
contra el sufrimiento o la enfermedad. En el mundo moderno, los
cambios tecnológicos se acompañan de nuevas
actitudes sociales y culturales que hacen hincapié en el
individuo como principal autoridad y responsable de su
salud.

Introducción

Desde hace unos años se afirma frecuentemente que
vivimos en una "sociedad del conocimiento" o "sociedad de la
información". Que gran parte del progreso
socioeconómico está asentado en una continua
producción de innovaciones
tecno-científicas.

Resulta innegable que todas las sociedades que conocemos
se dotan de algún tipo de procedimiento por el cual se
genera conocimiento, se preserva y se transmite de
generación en generaciónSin duda, este factor ha
contribuido definitivamente al hecho de que la ciencia ocupe un
papel tan preponderante en nuestras vidas. Es el dispositivo
más poderoso con el que contamos para generar saber; tan
poderoso que ha monopolizado ese tipo de acción
cultural.

Las relaciones entre Ciencia, Tecnología y
Sociedad poseen dos versiones fundamentales, vistas como la
necesidad social del desarrollo científico y
tecnológico y como la influencia del desarrollo
científico tecnológico en la Sociedad. Estas
relaciones sólo pueden entenderse como un proceso
interactivo, dado por la relación entre una de sus partes,
el binomio Ciencia-Tecnología y el todo, la Sociedad, de
ahí su carácter dialéctico, donde
intervienen múltiples factores, dentro de los que se
destacan los políticos ,económicos, culturales e
históricos.

Atendiendo a la interrelación entre el binomio
Ciencia y Tecnología como parte y la Sociedad como un
todo, y dentro de la Sociedad a la salud humana, analizaremos las
interacciones de Ciencia-Tecnología con la salud, por
considerar esta última de vital importancia.

La salud humana es un campo de gran dimensión al
que tributan un número cada vez mayor de disciplinas
científicas, desde aquellas que por su complejidad
requieren un sofisticado instrumental tecnológico hasta
aquellas que se encargan ante todo, del factor humano como son
las Ciencias Sociales y Humanísticas, dentro de ellas
particularmente la Psicología.

La medicina moderna tratando de humanizar sus acciones
se inclina al estudio del enfermo y no al de la enfermedad,
teniendo en cuenta la relación que existe entre lo
objetivo y lo subjetivo.

El estudio de la relación mente cuerpo ha
contribuido al abandono de posiciones biologizantes, donde
alcanza relevante importancia el mundo psíquico de la
persona, lo cual permite ver al hombre como un todo y lograr una
mejor comprensión del mismo.

La importancia de este trabajo radica entonces en que si
afirmamos que los estados psicológicos individuales y los
factores sociales son capaces de influir en la aparición y
curso de las enfermedades, la salud humana exige.

la posibilidad de que los tratamientos
psicológicos puedan usarse para mejorar la actividad del
sistema inmunitario en grupos especialmente vulnerables a
determinadas patologías.

la necesidad de proporcionar un enfoque positivo de la
vida, de la existencia a pesar de las secuelas y la presencia de
una enfermedad .

la necesidad de la promoción y la
prevención de las enfermedades.

La necesidad de una concepción de la salud
multifactorial y sistémica.

Constituye este enfoque de la salud, además una
necesidad social, porque eleva la calidad de la asistencia
médica, una necesidad económica, porque disminuye
el costo del tratamiento de los pacientes y una necesidad humana
porque contribuye a elevar la calidad de vida de los
pacientes.

Este trabajo pretende hacer un análisis de la
ciencia y la tecnología como conceptos, la relación
entre los mismos y su influencia en la salud humana.

Atendiendo lo antes expuesto nos proponemos como
objetivo general demostrar la influencia de los avances de la
ciencia y la tecnología en la salud humana.

Y como objetivo específico valorar la importancia
de concebir al hombre como un ser biopsicosocial a la luz del
desarrollo tecnocientífico.

Desarrollo.

Ciencia,
tecnología y sociedad. Sus
interrelaciones

La investigación sobre ciencia es común
para diversas disciplinas. En las últimas décadas
se ha incrementado el interés por la tecnología y
muchas han sido las reflexiones históricas,
sociológicas y filosóficas sobre ella, las que
señalan sus fuertes interacciones con la ciencia y la
sociedad.

A partir de los años 70 se hacen grandes
esfuerzos por integrar los estudios sociales de la ciencia y la
tecnología, donde en idioma español se ha
acuñado como Estudios en Ciencia, Tecnología y
Sociedad (CTS).

En los Estados Unidos, Reino Unido y otros países
industrializados, alrededor de la segunda guerra mundial
crecieron notablemente los estudios sobre ciencia y
tecnología. El tránsito a la gran ciencia queda
ejemplificado en los mega proyectos dedicados a la bomba
atómica y el radar, esto demostró que era necesario
crear personas aptas para la gestión de esos proyectos y
entonces las universidades norteamericanas se incorporaron a la
formación de gestores en ciencia y
tecnología.

En estos años se vieron evidencias de que el
desarrollo científico y tecnológico podría
traer consigo negativas a la sociedad, debido a su uso militar,
impacto ecológico u otros, lo que creó una
preocupación ética y política en
relación con la ciencia y la tecnología que
marcó el carácter de los estudios sobre
ella.

El impulso a los estudios de ciencia, tecnología
y sociedad a partir de los años setenta debe entenderse
como una respuesta a los desafíos sociales e intelectuales
que se han hecho evidentes en la segunda mitad de este siglo. El
objeto principal de estos estudios ha sido exponer una
interpretación de la ciencia y la tecnología como
procesos sociales, es decir como complejas empresas en las que
los valores culturales, políticos y económicos
ayudan a configurar el proceso, que a su vez incide sobre dichos
valores y sobre la sociedad que los mantiene.

La Ciencia y la Tecnología, entendidas como
fenómenos de carácter social expresan de manera
explícita, el grado de desarrollo económico,
político y social alcanzado por la humanidad en un
período histórico concreto. Cualquier
análisis sobre la Ciencia y la Tecnología debe
partir, necesariamente, del estudio y caracterización de
la sociedad en que se desarrollan, de sus problemas y
contradicciones esenciales.

La ciencia y la tecnología constituyen hoy un
poderoso pilar del desarrollo cultural, social, económico
y, en general, de la vida en la sociedad moderna. A tal punto
llega su influencia que la vida actual se ha visto inundada en
todos sus aspectos por una creciente avalancha de productos
procedentes tanto de una esfera como de la otra, cuya
utilización sistemática se ha impuesto como
condición para el desarrollo en esta etapa
histórica.

Se entiende por ciencia a un sistema de
conocimientos que modifica nuestra visión del mundo real y
enriquece nuestra imaginación y cultura, se le puede
comprender como u proceso de investigación que permite
obtener nuevos conocimientos, los que a su vez ofrecen mayores
posibilidades de manipulación de los fenómenos
caracterizándole como fuerza productiva. Jorge
Nuñez (1999). Se puede ver entonces la ciencia como
aquella esfera de la actividad de la sociedad, cuyo objeto
esencial es la adquisición de conocimientos acerca del
mundo circundante. La ciencia está formada por cuatro
componentes fundamentales:

  • El factor humano, representado por los
    científicos y por todo el personal que colabora con
    los fines de la actividad científica.

  • El factor social, compuesto por el conjunto de
    relaciones que, en el marco del trabajo, mantienen los
    científicos; manifestaciones de estas relaciones las
    constituyen las sociedades, los grupos y equipos de trabajo,
    los colegios invisibles, etc.

  • El factor cognitivo, que aun cuando incluye los
    procesos necesarios para generar los conocimientos
    teóricos, metodológicos, prácticos u
    otros se manifiesta por medios informales (conferencias,
    intercambios, etc.) o formales (revistas científicas,
    manuales, etc.) de la comunicación científica,
    que son los que esencialmente simbolizan a este
    componente.

  • El factor material, que comprende tanto los
    instrumentos, los equipos u otros elementos que constituyen
    herramientas que los científicos utilizan directamente
    en el proceso cognoscitivo como las instalaciones
    (laboratorios, edificios, etc.) en el marco de las cuales se
    desarrolla este tipo de actividad.

La tecnología, por su parte, constituye aquel
sector de la actividad de la sociedad empeñada en la
modificación del mundo circundante.

Según Price tecnología es aquella
investigación cuyo producto principal es, no un
artículo, sino una máquina, un medicamento, un
producto o un resultado de algún tipo. Price
(1980).

Otros consideran que tecnología es un paquete de
conocimientos organizados de distintas clases (científico,
técnico, empírico provenientes de distintas fuentes
(ciencias otras tecnologías) a través de
métodos diferentes (investigación, desarrollo,
copia, espionaje. Etc. Sábato y Mackenzie
(1982).

Quintanilla (1991) define a la tecnología como
técnicas industriales de base científica, son
complejas técnicas promovidas por las necesidades de la
organización de la producción industrial, que
promueven a su vez nuevos desarrollos de la ciencia.

Aunque un poco esquemáticamente, se pueden
considerar las necesidades cognoscitivas del hombre como origen
de la ciencia y las necesidades materiales, como la fuente del
desarrollo de la tecnología. En tanto la ciencia se ocupa
de conocer y comprender los objetivos y fenómenos ya
existentes, la tecnología trata de crear productos y
servicios que aun no existen, pero que son necesarios.

La tecnología se desarrolló antes que la
ciencia, porque respondía a la necesidad práctica e
inmediata. El hombre aprendió a producir el fuego mucho
antes de preguntarse sus causas e implicaciones, a domesticar
animales y construir casas sin poseer los conceptos generales de
la genética ni del equilibrio o la estabilidad.

Tanto la ciencia como la tecnología se han
convertido en una fuerza productiva inmediata de la sociedad
moderna, es decir, en un factor necesario del proceso de
producción que ejerce una creciente influencia no
sólo sobre los elementos materiales -y hasta espirituales-
de las fuerzas laborales, sino que alcanza también a todas
las esferas de la actividad humana, es el desarrollo
científico y tecnológico uno de los factores
más influyentes en la sociedad entendiéndose
esta como un sistema compuesto de muchas partes que llamamos
miembros y que son a su vez sistemas inteligentes o sociedades.
Como el elemento básico que constituye las sociedades es
el sistema inteligente, ellas tienen todas las propiedades de un
sistema inteligente. Como están formadas por muchos
sistemas.

La utilización sistemática de los
conocimientos científicos y de las nuevas formas
materiales generadas en el sector tecnológico, se ha
impuesto como condición para el desarrollo social. Su
utilización constituye una de las tendencias que con mayor
fuerza caracteriza a la sociedad moderna y ejerce en ésta
un empuje cada vez más creciente.

La fusión de la ciencia con la tecnología
y de ésta con la producción material en general,
así como la conversión de la ciencia en fuerza
productiva inmediata, son rasgos característicos del
cambio cualitativo radical que actualmente se opera en las
fuerzas productivas. Por ello, el progreso histórico de la
ciencia y la tecnología no es más que un aspecto
del desarrollo histórico del ser humano, como la principal
fuerza productiva de la sociedad.

Entendemos el desarrollo como la continua
tendencia a construir colectivamente las culturas y realizarse en
ellas, esto sólo es posible en la medida en que lo
intentemos desde la dimensión del hombre, es decir, desde
un Desarrollo a Escala Humana. Según Nuñez Jover el
desarrollo es un movimiento que se da en forma de espiral
ascendente donde del seno de una cualidad vieja aparece una
cualidad nueva que recoge los aspectos positivos de la cual niega
sus aspectos negativos.

Es extraño, en nuestros días, encontrar
alguna actividad material de la sociedad que no requiera de la
obtención de determinados conocimientos mediante la
investigación como medio para lograr objetivos
particulares. Todas las tecnologías están por lo
tanto en proceso de generar sus propias ciencias, aunque por otra
parte, también es difícil hallar cualquier pieza
del conocimiento que no se escudriñe en busca de beneficio
potencial en forma material. Todas las ciencias están en
proceso de generar sus propias tecnologías. Este proceso
está entremezclado a gran escala, desde el laboratorio y
el taller, hasta el concilio de investigación y la firma
industrial, así como y en cada dimensión de la
interpenetración.

Si bien en sus orígenes las esferas
tecnológica y científica se desarrollaron de forma
relativamente independiente, con posterioridad, dichos sectores
de la actividad social adquirieron tal grado de
interrelación, que la ciencia y la tecnología han
llegado a considerarse como una sola esfera.

Las funciones de la ciencia y de la tecnología en
la sociedad son inseparables. Estos son dos aspectos de una
actividad indivisible, cuyo alcance trasciende a una variedad de
instituciones sociales con una función primaria
esencialmente instrumental. A la corta o a la larga, ellas
justifican su existencia mediante la producción de
conocimientos prácticos, productos o técnicas
nuevas y humanamente relevantes, a los que se les pueda dar
algún uso, que se extienden sobre un amplio espectro
ético.

Las relaciones entre Ciencia, Tecnología y
Sociedad poseen dos versiones fundamentales, vistas como la
necesidad social del desarrollo científico y
tecnológico y como la influencia del desarrollo
científico tecnológico en la Sociedad. Estas
relaciones sólo pueden entenderse como un proceso
interactivo, dado por la relación entre una de sus
partes.

Avances
científicos tecnológicos en la
medicina

A los fines del siglo XVII y en los siglos subsiguientes
XIX y XX cobra cada vez más fuerza el racionalismo, la
ciencia y el pensamiento analítico, así se producen
una serie de progresos científicos en diversas esferas de
la ciencia: la física, la química, la
biología, la fisiología, la medicina, etc. Como
ejemplo se pueden poner el invento del microscopio y así
encontrar los microorganismos; las autopsias y el surgimiento de
la Anatomía Patológica; el inicio de la
Neurología Clínica con Broca y Werniscke; la
formulación de Wirchaw sobre la patología celular;
el descubrimiento por Koch del bacilo de la tuberculosis; etc.
Todos estos adelantos permitieron reforzar la idea de la
necesidad de intentar localizar el origen concreto de las
enfermedades; en esta época se pudo demostrar que la
mayoría de las enfermedades contagiosas, llamadas hoy
día infecto-contagiosas, eran producidas por
microorganismos.

Sobre la época, en la historia de la medicina en
los siglos XIX y XX se exponen algunos hechos de
importancia:

  • 1805 descubrimiento de la morfina por un
    farmacéutico alemán, esta sustancia (la
    morfina) se utilizaría después como
    analgésico.

  • 1837 Pravaz, cirujano francés, inventa la
    jeringuilla con aguja hueca, lo que permitió por vez
    primera introducir un fármaco directamente en el
    sistema linfático y atacar las infecciones
    subcutáneas con una acción rápida,
    especialmente en afecciones agudas y graves. Algo más
    adelante, en 1851, este mismo cirujano inventa la jeringa
    hipodérmica.

  • 1865 Pasteur logra demostrar que los gérmenes
    son uno de los principales causantes de los fallecimientos y
    enfermedades

  • 1867 Allbott inventa el termómetro
    clínico ( instrumento médico más
    utilizado por profesionales y profanos); en este mismo
    año un cirujano inglés, Lister, opera por vez
    primera, en medio de una nube de ácido fénico,
    pulverizando también sus manos y utensilios,
    así como limpiando la herida con idéntica
    sustancia para prevenir las infecciones en las intervenciones
    quirúrgicas

  • 1889 Santiago Ramón y Cajal, histólogo
    español, expone sus teorías de que la neurona o
    célula nerviosa en la unidad anatómica y
    funcional básica del sistema nervioso

  • 1895 Roentgen descubre los rayos x y en 1898 el
    matrimonio Curie descubre el radio

  • 1911 un químico polaco, Funk aísla la
    vitamina B1 que puede curar el beriberi, se inicia así
    una carrera de descubrimientos de sustancias vitales para la
    salud: las vitaminas

  • 1942 nace la era de la quimioterapia
    antineoplásica al descubrirse que la mostaza
    nitrogenada reduce los tumores y que los antimetabolitos
    podrían producir la remisión temporal de la
    leucemia infantil

  • 1943 Papanicolau publica sus resultados sobre
    citología vaginal que permitirán el
    diagnóstico precoz del cáncer

  • 1950 por estas fechas se descubre la clorpromacina
    que actúa sobre la ansiedad y la agitación.
    Como derivado de la misma se obtiene el haloperidol,
    importante antipsicótico y luego la imipramina con
    acción antidepresiva

  • 1960 ya en esta década se introducen las
    benzodiacepinas como fármacos sedantes

  • 1982 se presenta por vez primera ante la
    opinión pública el TAC (Tomografía Axial
    Computarizada) y la RMN (Resonancia Magnética
    Nuclear)

Durante esta época, particularmente, en el siglo
XIX se presentan grandes teorías en los campos de
conocimientos más diversos: teoría de la
evolución de Darwin; teoría de la relatividad de
Einstein; teoría de la homeostasis de Cannon; etc.; las
cuales no tuvieron en el momento de su surgimiento gran
repercusión en las ciencias médicas, pero que
más tarde influenciaron en las mismas, de manera notable.
Sin embargo, las teorías integradoras de Freud y Pavlov
alcanzaron un amplio reconocimiento y propiciaron el surgimiento
de la medicina psicosomática.

Indudablemente, todos estos avances cambiaron la forma
de entender la salud y la enfermedad, posibilitó la
disminución de la tasa de morbilidad y mortalidad en
algunas enfermedades infecto-contagiosas y nutricionales, lo que
llevó a revolucionar el ámbito
sanitario.

El modelo biomédico, deja de la mano aspectos tan
importantes para la salud y la enfermedad como los hábitos
alimentarios, el hábito de fumar y la ingesta de alcohol,
estrés, etc.

Este modelo, debido a los indudables avances de la
tecnología médica ha tenido y tiene gran
aceptación, aunque hoy sabemos que las enfermedades son
multicausales, lo que hace insuficiente a este modelo a la hora
de analizar algunos problemas de salud. las principales
críticas que se le han hecho al modelo son:

  • 1 No aceptación de las nuevas ideas
    acerca de los determinantes psicológicos, sociales y
    culturales de la salud y la enfermedad

  • 2 no considerar suficientemente al paciente y
    centrarse en la enfermedad

  • 3 basarse más en el tratamiento de la
    enfermedad que en la prevención de la misma

  • 4 incapacidad de dar respuesta a los problemas
    actuales de la salud pública debido fundamentalmente a
    dos factores:

1.- Cambio en las pautas de morbimortalidad

A través de la historia de la humanidad las
pautas de morbimortalidad han ido cambiando, el hombre primitivo
totalmente a merced del medio ambiente hostil e incontrolable
para él, estaba a merced de los fenómenos
naturales: accidentes, preedición, etc.; lo que causaba la
mayor cantidad de muertes y la expectativa de vida era baja, de
alrededor de 20 años. Más tarde con el inicio de la
agricultura y el asentamiento de grandes grupos humanos
aparecieron las enfermedades infecto-contagiosas y nutricionales.
Ya en los siglos XIX y XX con la revolución industrial y
la educación masiva se incrementa la esperanza de vida y
se produce un incremento paulatino de las enfermedades
crónico-degenerativas, que son enfermedades en las que en
su etiología juega un papel importante el estilo de vida y
el comportamiento humano.

2.- El incremento del coste económico de los
actuales sistemas sanitarios

En los últimos años se ha producido un
aumento de los costos de los servicios de salud, sin que este
incremento lleve aparejado un aumento proporcional en la salud de
la población, pues el sistema de atención de salud
se centra en el tratamiento de agudo y la hospitalización,
sin hacer énfasis en la prevención, lo que
indudablemente disminuiría los costes.

En la actualidad, aunque se mantiene el modelo
biomédico, impera el modelo biopsicosocial cuyo postulado
básico es que la salud y la enfermedad son el resultado de
la interacción sistémica de factores
biológicos, psicológicos y sociales, los que es
necesario tenerlos en cuenta para considerar sus
determinantes.

Este modelo se fundamenta en la teoría de
sistemas, formado por subsistemas de distinto nivel de
complejidad en que cada uno aporta algo para el sistema general.
Un buen ejemplo podría ser: …"el cuerpo humano
constituido por varios sistemas (cardiovascular, nervioso,
digestivo, endocrino, etc.), estos interactúan entre
sí, pero su cuerpo es solo uno de los aspectos de una
persona, en esta también está presente su
psicología (forma de pensar, sentir, interaccionar con los
demás, etc.); pero este hombre es también parte de
un sistema mayor, la familia, la sociedad por lo que desde este
modelo es tan importante estudiar su funcionamiento
biológico como su funcionamiento a nivel
psicológico y comunitario para promover su salud, como
para evitar y combatir la enfermedad" (Ballester, 1997,
página 39).

influencia de las
nuevas tecnologías en el proceso salud
enfermedad

No cabe duda que para las personas, uno de los aspectos
más importantes lo constituye la salud y la enfermedad, ya
que resulta vital para los mismos. Tanto la salud como la
enfermedad tienen una naturaleza compleja y multifactorial,
así como procesos y/o estados multifactoriales y
multideterminados; la importancia de los aspectos cognitivos,
afectivos, emocionales, motivacionales, psicofisiológicos,
comportamentales y psicosociales es considerada hoy día
capital, para la promoción, mantenimiento y cuidado de la
salud, sea en la prevención, tratamiento y
rehabilitación de la enfermedad.

Con esta nueva y amplia visión de los aspectos
que mediatizan la salud y la enfermedad, el abordaje
científico y profesional no se centra solo en las ciencias
médicas, sino que se suman otras ramas del saber, como las
ciencias sociales: la Psicología, la Sociología, la
Antropología Social, etc.

Aunque tenemos la impresión que existe acuerdo,
tanto legos como expertos, sobre lo que decimos cuando hablamos
de salud humana, lo cierto es que, cuando se intenta profundizar
un poco, salta a la vista que el término "salud" se
refiere a fenómenos bien complejos y, hasta el momento no
adecuadamente definidos (Simón y otros, 2000).

La salud humana ha sido generalmente conceptualizada
desde un enfoque somaticista como la mera ausencia de enfermedad
o invalidez. Desde esta perspectiva, una persona, grupo o
comunidad se podría situar en algún punto de un
continuo en el que cada extremo se encontraría de un lado
la salud y del otro la enfermedad. Desde siempre el polo
más reconocido y más claro conceptual y
operativamente ha sido el de la enfermedad (Antonovsky, 1979,
1990); mientras que la salud ha resultado siempre difícil
de conceptualizar. Hoy día sabemos que la salud puede
conceptualizarse de manera positiva, es decir,
refiriéndose a diferentes dimensiones de bienestar, de
ajuste psicológico y social, de calidad de vida, de
funcionamiento cotidiano, de protección contra posibles
riesgos de enfermedad, desarrollo personal, etc.; siendo un buen
exponente de esta concepción la definición de salud
propuesta por la OMS como el estado de completo bienestar
físico, mental y social (OMS, 1946, 1974,
1978).

Desde que el hombre con el fin de satisfacer sus
necesidades básicas comenzó a interactuar con su
entorno, desencadenó un proceso de transformaciones que ha
hecho posible el desarrollo ascendente de la humanidad. La
revolución del Neolítico, así como
posteriormente la Revolución Industrial y las
cientificotécnicas, incluida la Revolución
Científico-Técnica Contemporánea (RCT), han
sido momentos importantes en este proceso. Cada una de ellas ha
contribuido al perfeccionamiento de la sociedad y a su
humanización en una escala superior.

Las nuevas tecnologías ejercen una influencia
revolucionaria en la solución de los problemas
prácticos en la medicina, invaden rápidamente todas
las esferas de la salud, ellas sabiamente empleadas, en manos
puestas al servicio de la sociedad, del bienestar del hombre,
serán uno de los sólidos pilares para la
satisfacción de las crecientes necesidades humanas en el
próximo siglo.

No obstante en todo esto es necesario la cautela. El
mundo contemporáneo no se caracteriza solamente por un
incremento del número de tecnologías que permiten
intervenir en casos que en el pasado no daban lugar a luchar
contra el sufrimiento o la enfermedad. En el mundo moderno, los
cambios tecnológicos se acompañan de nuevas
actitudes sociales y culturales que hacen hincapié en el
individuo como principal autoridad decisoria sobre cuestiones
relacionadas con valores referentes a estilos de vida y metas
personales.

A menudo la alta tecnología se importa de otra
nación más desarrollada y se utiliza sin tener en
cuenta las características locales y en ocasiones no
están acompañadas por un uso justificado y por el
desarrollo de un personal capacitado.

Otro aspecto a considerar es el despilfarro de recursos
ya que crece considerablemente un mercado incontrolable dirigido
hacia el desarrollo de tecnologías costosas, lo que obliga
a utilizar fondos destinados a atender necesidades primarias
más imperiosas.

Vivimos momentos en la medicina en que el futuro invade
al presente todos los días, la manipulación
genética del organismo humano será algo habitual,
se logrará finalmente sintetizar sangre artificial, el
corazón artificial totalmente implantado y autónomo
será seguro y preferible al trasplante desde un donante,
la regeneración nerviosa se asentará en la
práctica diaria, la regeneración de órganos
o extremidades perdidas a partir de las células
totipotenciales del propio individuo o de cultivos celulares
será una realidad.

El cáncer y el SIDA, enfermedades que
entrarán triunfalmente cogidas de la mano, en el siglo XXI
deben ser vencidas. Gran parte de los problemas que aquejan al
mundo actual, en materia de salud, podrían resolverse
fácilmente con la ciencia y la técnica actuales si
se pusiera al alcance de todos en sociedades justas.

Debemos formar un hombre nuevo, que no fume, que no coma
en exceso, que practique deportes sistemáticamente, que no
contribuya al strees colectivo con sus relaciones
inarmónicas, sus errores y desidia.

El mundo contemporáneo no se caracteriza
solamente por el incremento del número de
tecnologías que permiten intervenir en casos que en otros
tiempos, carecían de esperanzas de sobrevivir. Actualmente
a los cambios tecnológicos debemos añadir nuevas
actitudes sociales y culturales que hacen énfasis en el
individuo como protagonista de la vida.

La intervención de los profesionales de la esfera
de la salud en el tratamiento de un paciente no puede quedar
reducida únicamente a una recopilación de datos
científicos de carácter biológico; se ha
convertido en una exigencia de la época enfrentarse al
individuo con una profunda comprensión de su esencia
social y desde una posición realmente humanista de sus
problemas.

El bienestar físico, psíquico y social
exige de nosotros gran responsabilidad individual y para
alcanzarlo el hombre debe ser capaz de darle un sentido positivo
a su existencia.

Los problemas de la salud no se resuelven solo con el
desarrollo de la tecnología médica, sino con la
existencia de una sociedad que le permita a la población
conocer sus necesidades y tener acceso a su
solución.

En la práctica médica
contemporánea, aún se continúa enfatizando
en el marco del paradigma vigente los aspectos eminentemente
curativos, en detrimento de los vinculados a la atención
integral al paciente, que además de curar promueve la
salud, previene la enfermedad, rehabilita y extiende su
acción a la familia, la comunidad y el
ambiente.

Es evidente la necesidad de que los profesionales de la
salud dispongan de habilidades comunicativas bien desarrolladas
para que pueda satisfacer las necesidades sociales de salud en la
contemporaneidad, y enfrentar los "peligros" que el proceso de
diferenciación progresiva y tecnificación de la
medicina moderna traen aparejados.

En la práctica médica actual los peligros
más frecuentes para garantizar una eficiente
información y una óptima calidad de la
comunicación afectiva son los siguientes:

– Deshumanización. Los "equipos" y la
"técnica" pueden interferir la relación afectiva y
el proceso de individualización que el médico debe
desarrollar con sus pacientes, al interponer una barrera entre
los médicos y los pacientes.

– No obtener una percepción integral y
armónica del individuo. Se enfoca al hombre por sistemas,
aparatos u órganos –producto de la
superespecialización– y no se tiene en cuenta la
integridad del enfermo como individuo sociobiológico, ya
que se relega o ignora la influencia de los factores de
índole eminentemente sociopsicológicos que subyacen
a la necesidad de salud que presenta el sujeto.

– No desarrollar un adecuado pensamiento
científico. Esto genera enfoques incorrectos en el proceso
de investigación, el diagnóstico y tratamiento
debido a una marcada dependencia de las respuestas de la
tecnología médica sin un verdadero enfoque
clínico.

– Incremento del nivel de riesgo para producir
yatrogenias en la práctica médica. Se debe a la
utilización indiscriminada de procederes técnicos y
medicamentos altamente sofisticados, además de costosos,
que en muchos casos pueden producir daño al organismo, y
siempre generan gran tensión psíquica en el
paciente, que con frecuencia no es informado de manera adecuada
de sus características generales y de los riesgos que los
mismos tienen.

– No utilización de los métodos de
intervención sociopsicológica. Estos constituyen un
arma de investigación diagnóstica,
terapéutica y generadora de salud ante el impacto de una
tecnología que subordina a la ciencia, y ambas a su vez al
dinero.

No debe olvidarse que desde los albores de la
práctica médica, el médico ha sido capaz de
curar solo ocasionalmente, pero siempre ha podido consolar al
paciente. Por eso es tan importante reflexionar sobre la
expresión anónima que reza:

"Curar pocas veces, aliviar a menudo, consolar siempre".
Es más importante saber qué tipo de paciente padece
de determinada enfermedad que conocer qué tipo de
enfermedad tiene un paciente, por lo que debe prestarse
más atención al paciente como individuo que a las
características específicas de la enfermedad que
presenta; sobre todo si se tiene en cuenta que los pacientes ya
no consideran a los médicos como infalibles y
omnipotentes, y esperan que su capacidad de autonomía sea
respetada y tenida en cuenta.

Relacionarse con un ser humano que reclama ayuda para
mejorar su salud, prevenir la enfermedad o curarla, es una tarea
muy distinta a atender a un paciente para tratar de diagnosticar
y curar su enfermedad.

El ser humano funciona como un todo único, que es
en esencia un ser social y requiere, desde el punto de vista de
la atención médica que le brinda el equipo de
salud, el cuidado de los problemas que surgen tanto a nivel
biológico, como psicológico.

Cuando el médico se enfrenta a las diferentes
afecciones que pueden presentar los miembros de la
población que atiende, debe tener en cuenta que el
diagnóstico y tratamiento de las enfermedades
predominantemente biológicas implican siempre la
atención de las alteraciones psicológicas que estas
producen en sus pacientes.

Influencia de los
factores psicológicos y sociales en la
salud

En la literatura científica actual se reportan
importantes investigaciones cuyos resultados muestran la
influencia de los factores psicológicos en la salud y la
enfermedad, también de la influencia de factores
socioeconómicos, sociodemográficos y otros factores
sociales en la promoción de la salud y la
prevención de la enfermedad.

Igualmente desde la Sociología y la
Psicología Social se ha estudiado la influencia de una
serie de factores sociales y culturales (accesibilidad
socioeconómica y a los servicios de salud, etc.) en la
salud y la enfermedad.

plantear los aspectos objetivos de la salud en
términos de "capacidad de funcionamiento" (Terris, 1980;
Salleras, 1985).

Sobre la idea de que las emociones influyen en el
proceso salud-enfermedad se han acumulado muchos datos desde
Freud y Pavlov hasta nuestros días. Particularmente las
investigaciones en el campo de la psiconeuroendocrinología
y la psiconeuroinmunología que han aportado muchos datos
confirmativos. Por ejemplo, se sabe que el estrés produce
un incremento de catecolamina en sangre, lo que lleva a la
alteración de ciertas aminas cerebrales que al actuar
sobre los linfocitos T, hacen disminuir su respuesta
inmunológica, que provoca una inmunodepresión que
favorece la aparición de enfermedades.

En la búsqueda de la explicación sobre la
relación entre la psiquis y la regulación
biológica, hubo intentos de erudición y gran
visión del futuro, pero los autores no encontraron la
comprensión y el desarrollo de la ciencia y la
tecnología necesarios para su continuación. Las
ideas de Metalnikov y Chorine (1928) que vinculaban la
inmunología, el sistema nervioso y sus procesos reflejos a
la actividad psíquica, fueron las precursoras de la
integración interdisciplinaria que hoy se ha denominado
psiconeuroinmunología.

La enfermedad al igual que la salud está
determinada socialmente. En la actualidad se comprende que los
factores sociales y culturales mediatizan el surgimiento y
evolución de las enfermedades, por ejemplo, la
distribución de la localización del cáncer
difiere entre los diferentes países del mundo en
función de sus condiciones socioeconómicas y
culturales, lo mismo ocurre con el SIDA y otras enfermedades,
tanto las infecto-contagiosas como las crónicas no
trasmisibles. Hoy se sabe que entre personas viudas aumenta la
tasa de cáncer; en los deprimidos aparece una
inmunosupresión que favorece en la investigación
del proceso salud-enfermedad desde el nivel intracelular en el
campo bioquímico hasta el nivel de la personalidad y el
modo de vida en el ámbito psicosocial. Esta es una
realidad que comenzó a vislumbrarse con los cambios
ocurridos en el cuadro de morbimortalidad en el mundo.

Es indudable que los factores cognoscitivos, afectivos,
motivacionales, emocionales y comportamentales intervienen
siempre y diferente modo en el surgimiento y evolución de
las enfermedades crónicas no trasmisibles. Las
enfermedades que en la actualidad están en los primeros
lugares de la morbilidad y mortalidad en el mundo son las
enfermedades cardiovasculares (infarto e hipertensión
arterial), las enfermedades neoplásicas, las enfermedades
cerebrovasculares, el asma bronquial y la diabetes
mellitus

Hoy en día las ciencias han demostrado que muchos
problemas de salud (úlcera, HTA, cefaleas, enfermedades
cerebro y cardiovasculares, etc.) son el resultado de nuestras
tensiones, lo que se traduce como el resultado de nuestra
infelicidad. En la actualidad se ha llegado a conocer que en las
personas sometidas a un stress continuado se produce una
depresión en su sistema inmunológico, dejando
así las puertas abiertas a las enfermedades. Algunos
partidarios de la medicina natural con base en la
filosofía de los Vedas plantean que la dicha o la
felicidad se puede percibir como una sensación, pero
también produce cambios medibles: alteraciones del ritmo
cardíaco, de la tensión arterial, de la
secreción de hormonas o cualquier otro elemento del
organismo.

Las investigaciones realizadas hasta la fecha permiten
afirmar que variables psicológicas son capaces de influir
en el sistema inmunitario fortaleciéndolo o
debilitándolo y afectando a través de esta
vía la salud. Existen numerosas evidencias que demuestran
como las situaciones estresantes influyen en el sistema nervioso
y pueden llevar a una supresión de la función
inmune. Un ejemplo clave es el poderoso impacto de las hormonas
que se liberan con el estrés. Mientras estas hormonas
aumentan en todo el organismo, la función de las
células inmunológicas se ve obstaculizada,
así el estrés anula la resistencia
inmunológica, al menos de una forma pasajera, pero si el
estrés es constante e intenso esta anulación puede
volverse duradera.

No menos importante resulta el estudio del papel de la
personalidad y la propensión a enfermar. Los reportes de
investigaciones apuntan más hacia resultados que avalan la
función de las emociones, las cogniciones o los
comportamientos de manera aislada. Sin embargo, aunque no se ha
investigado siempre la influencia de la personalidad como un
todo, sí es importante tener en cuenta el papel de
diversos factores personales que hacen pasar de la salud a la
enfermedad.

Se han estudiado variables emocionales como ansiedad,
depresión, hostilidad, ira, agresividad y se evidencia que
estas constituyen factores predisponentes al distress, facilitan
el rol de enfermo, los cambios en el sistema inmune, estimulan
conductas no saludables como tabaquismo, alcoholismo y así
se convierten en causa indirecta de cáncer y otras
enfermedades. Variables cognitivas como determinadas cogniciones
disfuncionales, pensamientos automáticos, ideas
irracionales desempeñan un papel importante en el inicio y
mantenimiento de trastornos emocionales, que a su vez tienen la
repercusión antes descrita. Otras cuestiones relacionadas
con el comportamiento, tales como hábitos alimentarios
inadecuados, cuidado e higiene dental o la preocupación
por la apariencia física, tienen un sentido
psicológico determinado para el individuo y se reconoce su
condición de factores de riesgo para la
enfermedad.

Partes: 1, 2

Página siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter