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Business as usual… (demasiado grandes para acatar la ley) (página 3)




Enviado por Ricardo Lomoro



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6

Los repos son préstamos de corto plazo que
permiten a los bancos asumir mayores riesgos en negociaciones de
valores. La clasificación de esas transacciones como
ventas en lugar de endeudamiento permite a una firma excluir
activos de su hoja de balance, con lo que reduce el nivel de
apalancamiento reportado, o los activos como múltiplo del
capital accionario.

Bank of America señaló que las
transacciones clasificadas incorrectamente en algunos trimestres
de los últimos tres años -que fluctuaron entre US$
573 millones y US$ 10.700 millones- "representaron
sustancialmente menos del 1% de nuestros activos totales" y no
tuvieron un efecto significativo sobre su hoja de balance,
ganancias o relaciones de endeudamiento.

Citigroup señaló que las transacciones
clasificadas incorrectamente -de US$ 5.700 millones al final del
2009, y de hasta US$ 9.200 en los últimos tres
años- involucraron "un número muy limitado de
divisiones de negocios" que "utilizaron este tipo de
transacción en montos muy pequeños". Agregó
que sus errores no fueron relevantes para sus declaraciones
financieras. "En ningún momento el impacto de estas
transacciones de ventas fue suficientemente grande para tener un
efecto notable sobre nuestras relaciones de apalancamiento
publicadas".

En comparación, ambos bancos tienen más de
US$ 2 billones en activos.

De forma separada, Bank of New York Mellon Corp.
informó en una declaración de valores que
encontró pequeños errores en el registro contable
de sus repos durante los últimos tres años. El
banco señaló que no utilizó transacciones
Repo 105.

Los errores han sido corregidos, y ninguno de ellos fue
significativo para las declaraciones financieras del banco,
señaló la firma en la declaración. Un vocero
de Bank of New York Mellon declinó realizar comentarios
adicionales a WSJ.

Otro fraude de Goldman: de Abacus a Hudson Mezzanine
Funding (sigue el baile)

"Goldman Sachs pone un circo y le crecen los enanos.
El supuesto fraude orquestado por el banco de inversión en
relación con la venta de paquetes y titulizaciones sobre
créditos hipotecarios de alto riesgo (CDOs) a
través del fondo Abacus, tiene un nuevo capítulo.
El regulador estadounidense, (SEC por sus siglas en ingles)
está investigando un nuevo caso relacionado con otro
fondo, Hudson Mezzanine Funding, que no forma parte de la
acusación presentada contra Goldman en el mes de abril,
según informaba ayer The Financial Times"…

Más sobre Goldman: la SEC investiga otro fraude en la
compra de CDS sobre su fondo Hudson Mezzanine (El Confidencial –
10/6/10)

La liebre sobre este fondo de 2.000 millones de
dólares en deuda ha saltado durante la
investigación sobre la acusación de fraude a los
inversores de Abacus. Así, la SEC estaría llevando
a cabo un estudio más amplio sobre las actividades en el
mercado de seguros frente al impago (Credit Default Swaps) de los
bancos de Wall Street.

De momento, el primer material recopilado no es
suficiente para abrir nuevas acciones judiciales contra Goldman
Sachs, que serían independientes del proceso de Abacus ya
que las operaciones fueron anteriores.

De esta manera, Goldman creó y vendió
Hudson Mezzanine, que contenía bonos hipotecarios de su
propio balance a finales de 2006 a la vez que el banco se
ponía "corto" en el fondo comprando CDS por el valor total
del mismo, según ha encontrado el regulador en documentos
internos de la entidad. Dieciocho meses después estalla la
burbuja inmobiliaria en Estados Unidos y el rating de Hudson
Mezzanine es rebajado hasta bono basura lo que supuso cuantiosas
pérdidas a los inversores mientras que Goldman Sachs
cobraba los seguros.

Bank of America admite la manipulación de cifras
(window dressing)

"Bank of America Corp. admitió haber
realizado seis transacciones que ocultaron indebidamente miles de
millones de dólares en deuda, tras una iniciativa para
reducir el tamaño de la hoja de balance de una
división y cumplir metas financieras internas"…

Bank of America admite que ocultó miles de millones en
deuda (The Wall Street Journal – 11/7/10)

La información, divulgada en una carta enviada a
la Comisión de bolsa y Valores de Estados Unidos, se
presenta en momentos en que la entidad supervisora se prepara
para dar a conocer los resultados de una investigación
sobre el registro de acuerdos de endeudamiento bancarios
conocidos como acuerdos de recompra, o "repos".

La carta del banco fue enviada en abril en respuesta a
la investigación, pero esta es la primera vez que se
divulgan los detalles de las seis transacciones en
cuestión. El banco había reconocido en su
último informe trimestral que el registro de las
transacciones, realizadas al final de trimestres entre el 2007 y
el 2009, fue incorrecto.

La divulgación del banco sugiere además
que las transacciones podrían ser un ejemplo de la
manipulación de cifras de fin de trimestre en Wall Street,
conocida como "window dressing", en la que los bancos reducen
temporalmente su deuda antes de reportar sus finanzas al
público.

En la carta, Bank of America señaló que el
registro contable incorrecto de las seis transacciones no fue
intencional. "No estructuramos deliberadamente transacciones que
sean económicamente desventajosas" para servir a sus
propios propósitos.

Las transacciones, que involucraron clasificaciones
contables incorrectas de US$ 10.700 millones en repos como ventas
en lugar de deuda, representan una suma relativamente
pequeña para el banco, que tiene US$ 2,3 billones en
activos totales.

SEC: Goldman acuerda pagar una "multita" por "un error
de marketing" (y a otra cosa)

"La Comisión de Bolsa y Valores de Estados
Unidos, o SEC, alcanzó un acuerdo conciliatorio de US$ 550
millones con Goldman Sachs Group Inc. que resolverá su
demanda contra la firma en la que la acusa de haber
engañado a los inversionistas en un producto vinculado a
hipotecas de alto riesgo, o subprime, anunció el jueves la
entidad reguladora"…
Goldman Sachs acuerda pagar US$ 550
millones a EEUU para resolver una demanda de fraude (The Wall
Street Journal – 15/7/10)

La SEC demandó a Goldman en abril,
acusándola de fraude en la comercialización de un
complejo producto financiero denominado Abacus 2007-AC1 que usaba
como base valores respaldados por hipotecas, conocidos como MBS.
La demanda es la de mayor perfil dentro de una serie de pesquisas
que realizan las autoridades sobre las obligaciones de deuda
colateralizadas sintéticas.

En su acuerdo con la SEC para pagar la mayor multa
impuesta a una firma de Wall Street, Goldman también
reconoció que sus materiales de marketing para el producto
subprime contenían información incompleta,
señaló la SEC.

Goldman negó haber hecho algo indebido en la
demanda de la SEC, pero ha enfrentado presión de los
accionistas para llegar a un acuerdo en la demanda de fraude y en
otras pesquisas de la SEC.

Los papeles de conciliación presentados en un
corte de Nueva York contienen la siguiente declaración de
Goldman: "Fue un error que los materiales de marketing de Goldman
declaren que el portafolio de referencia fue "seleccionado por"
ACA Management LLC sin divulgar el papel de Paulson & Co.
Inc. en el proceso de selección del portafolio y que los
intereses económicos de Paulson eran adversos a los de
inversionistas en obligaciones de deuda colateralizada. Goldman
lamenta que los materiales de marketing no hayan contenido esa
divulgación".

"Este acuerdo representa una dura lección para
las firmas de Wall Street de que ningún producto es
demasiado complejo, y ningún inversionista demasiado
sofisticado, como para evitar un alto precio si una firma viola
los principios fundamentales de tratamiento honesto y acuerdos
justos", afirmó Robert Khuzami, director en la SEC de la
división de cumplimiento ley.

Las acciones de Goldman de Sachs concluyeron con un alza
de 4,4% a US$ 145,22, se negociaban tras el cierre con un alza de
5,7% a US$ 153,43.

Citigroup también paga una multa
"simbólica" (pero al menos, admite el
"engaño")

"La entidad estadounidense ha llegado a un acuerdo
con la Comisión de Valores de Estados Unidos por el que la
entidad acepta pagar una multa de 57,3 millones de euros por
engañar a los inversores sobre la exposición a los
activos relacionados con las hipotecas "subprime"…

Citigroup acepta una multa de 57,3 millones por engañar a
los inversores (Negocios.es – 29/7/10)

La entidad estadounidense Citigroup ha llegado a un
acuerdo con la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC
por sus siglas en inglés) mediante el cual la entidad
acepta pagar una multa de 75 millones de dólares (57,3
millones de euros) por "engañar a los inversores" sobre la
exposición de la entidad a los activos relacionados con
las hipotecas "subprime".

Asimismo, el ex director financiero de la entidad, Gary
Crittenden, y el ex responsable de las relaciones con los
inversores, Arthur Tildesley, que actualmente es el responsable
de marketing cruzado de Citigroup, acordaron el pago una multa de
100.000 dólares (76.400 euros) y 80.000 dólares
(61.130 euros), respectivamente, por incluir la
información engañosa en los escritos remitidos a la
SEC. Citigroup ha aceptado este acuerdo sin admitir ni negar las
acusaciones.

La SEC alega que, en respuesta al elevado interés
de los inversores en este asunto, Citigroup realizó de
forma reiterada afirmaciones engañosas en sus informes
sobre beneficios sobre el alcance de los activos respaldados por
hipotecas "subprime" que poseía.

En este sentido, destaca que entre julio y mediados de
octubre de 2007, Citigroup presentó una exposición
a las "subprime" en su unidad de banca de inversión fue de
13.000 millones de dólares (9,935 millones de euros) o
inferior, mientras que en realidad superaba los 50.000 millones
de dólares (38.214 millones de euros).

El director de vigilancia de la SEC, Robert Khuzami,
remarcó que Citigroup se jactaba de sus habilidades en la
gestión del riesgo, cuando en verdad su exposición
real se ocultaba a los inversores. Así, Khuzami
recordó que las reglas de divulgación financiera
"son claras". "Si escoges hablar, tienes que contarlo todo y no
decir verdades a medias", agregó.

Goldman
continúa pagando multas (para que todo siga
igual)

"Goldman Sachs Group Inc. acordó pagar una
multa de casi 20 millones de libras esterlinas (US$ 31 millones)
dentro de una investigación del regulador financiero del
Reino Unido que comenzó poco después de que la
Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC)
acusara de fraude a la firma en abril"…
Goldman Sachs
pagará una multa tras un acuerdo con un regulador
británico (The Wall Street Journal –
8/9/10)

Fuentes familiarizadas con el asunto dijeron que se
espera que Goldman reconozca que cometió un error al
registrar al operador Fabrice Tourre, un empleado con sede en
Londres de la firma demandado por la SEC por presunta estafa a
inversionistas con una deuda colateralizada llamada Abacus
2007-AC1.

El regulador británico de Servicios Financieros,
o FSA por sus siglas en inglés, concluyó tras una
investigación de cuatro meses a la filial de Goldman en el
Reino Unido que al registrar al Tourre en la agencia reguladora
la compañía no informó que el ejecutivo
estaba siendo investigado por la SEC en relación al caso
Abacus, señalaron fuentes cercanas a la
situación.

La multa sería una de las mayores en la historia
de la FSA tras multar en junio con 33,3 millones de libras a una
filial de J.P. Morgan Chase & Co. por no separar el dinero de
sus clientes de las cuentas de la firma.

Lehman, Bernanke
y los otros: fuego cruzado (el fin de los eufemismos
cómplices)

"Dick Fuld resucita a escasamente dos semanas de que
se cumpla el segundo aniversario del colapso de Lehman Brothers.
Y lo hace para cargar directamente contra la Reserva Federal de
EEUU y los reguladores en general, a quienes acusa, de ser
responsables del derrumbe del banco de inversión, evento
que marcó el mayor terremoto financiero desde la Gran
Depresión de los años treinta"…
El ex jefe
de Lehman acusa a la Reserva Federal del colapso que
desató la crisis (El País –
2/9/10)

El ex consejero delegado de Lehman testificó ante
la comisión que investiga las causas de la crisis.
Explicó que Washington no facilitó a la entidad,
tampoco a Bear Stearns, la misma asistencia que a otros de sus
rivales de Wall Street, lo que cerró la vía para
que pudiera desmantelarse de forma ordenada. Dicho de otra
manera, culpa al supervisor de alimentar la crisis. "Lehman se
vio obligada a declararse en bancarrota no a causa de su
negligencia, sino por no tener el apoyo ofrecido a sus
competidores", dijo.

Dick Fuld, convertido en el gran villano del mundo de
las finanzas, hasta que se destapó el masivo fraude de
Madoff, dijo ante el panel que había propuesto a los
reguladores una serie de opciones que habrían aportado a
la entidad un balón de oxígeno y evitado el
cataclismo del 14 de septiembre. "Ese domingo por la noche,
Lehman habría tenido tiempo de un desmantelamiento
ordenado o una redención que habría mitigado la
crisis que siguió", dijo.

Después se autorizó a Goldman Sachs y
Morgan Stanley para que pudieran acceder a los mecanismos de
liquidez de la Reserva Federal. En su testimonio, Fuld dijo que
el Gobierno estaba más interesado ese fatídico fin
de semana en conseguir que Lehman firmara su acta de
defunción que en otra cosa. "Después, se vio
forzado a intervenir en otras firmas y el conjunto del
sistema".

El 2 de septiembre está previsto que el
presidente de la Fed, Ben Bernanke, testifique ante esta
comisión especial. La primera sesión tras el receso
veraniego está dedicada a examinar la intervención
pública durante la crisis y, en concreto, en el soporte a
las firmas "demasiado grandes para quebrar". También lo
hará la presidenta del Fondo de Garantía de
Depósitos, Sheila Bair.

(A continuación se relata la comparecencia de Ben
Bernanke ante el Comité Especial)

"Las autoridades estadounidense que buscaban
apresuradamente enfrentar los problemas de Lehman Brothers
Holdings Inc. durante el momento más álgido de la
crisis financiera habrían tenido que "romper la ley" para
rescatar efectivamente a la firma, dijo el jueves el presidente
de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke"…

Bernanke defiende la intervención en los mercados (The
Wall Street Journal – 2/9/10)

En una presentación ante el Comité de
Investigación de la Crisis Financiera del Congreso,
Bernanke dijo que la bancarrota de la firma no fue "preordenada",
pero que las autoridades reguladoras tenían severas
limitaciones sobre lo que podían hacer para ayudar a la
compañía.

"No pudimos hallar una forma de hacerlo",
señaló Bernanke, y agregó que está
dispuesto a ser "creativo", pero "no estoy preparado para ir
más allá de mi autoridad legal".

"Confiamos demasiado". Con estas palabras se
refirió Ben Bernanke a lo que se vivió hace dos
años en los días previos al colapso de Lehman
Brothers. El presidente de la Reserva Federal admitió que
esperaron hasta el último minuto a que surgiera un
comprador privado. No apareció, y la bancarrota se
convirtió en la única opción.

Visiblemente frustrado, explicó que se hizo lo
posible para evitar el derrumbe, porque sabía del
daño severo que tal desenlace tendría en la
economía. El problema, precisó, es que los
inversores empezaron a pedir liquidez en masa y la entidad no
podía afrontarlo.

Dicho en otras palabras, si la Fed le hubiera facilitado
el soporte que pedía, el dinero habría desaparecido
y conllevado pérdidas multimillonarias para el
contribuyente. Una cuestión práctica, pero
también legal. Bernanke dejó claro que la
intervención en Lehman habría supuesto una
"violación" de la normativa. "Lo de que había una
fórmula para salvarlo es un mito",
reiteró.

Así contradijo al ex consejero delegado del
difunto banco, que testificó en la sesión previa.
Dick Fuld acusó a la Fed de no haber puesto a su
disposición los mecanismos que brindó a sus
rivales. Ben Bernanke dejó claro que Lehman se
desintegraba y que en esas circunstancias, incluso con
garantías, no le hubiera prestado, porque era "demasiado
arriesgado".

La pregunta de los miembros de la comisión fue
clara. ¿Por qué entonces se rescató a la
aseguradora American International Group? La respuesta de
Bernanke fue corta. "A diferencia de Lehman, AIG disponía
de un gran negocio y cientos de miles de millones en activos con
los que podría repagar el préstamo",
explicó. "Fue triste. No había otra opción,
no se pudo hacer nada".

Bernanke reconoció que la Fed pudo estar "lenta"
a la hora de identificar los problemas en las entidades que no
estaban bajo su competencia, como era el caso de Lehman. Ahora,
como dijo la presidenta del Fondo de Garantía de
Depósitos, Sheila Bair, ante la misma comisión, el
nuevo marco financiero permitirá tapar los vacíos
en la respuesta de los reguladores, "que debe aplicarse sin
dilación".

La declaración de bancarrota de Lehman Brothers
presentada el 15 de septiembre de 2008 fue un momento clave en la
crisis financiera, ya que dio lugar a temores generalizados de
contagio en el mercado crediticio y determinó la respuesta
federal subsiguiente. En las semanas posteriores a la quiebra,
las autoridades tomaron medidas agresivas y sin precedentes para
ayudar a los mercados financieros y firmas individuales,
incluyendo la iniciativa de US$ 700.000 millones para
recapitalizar el sistema bancario estadounidense.

El presidente de la Fed, Ben Bernanke, dijo ante la
Comisión de Investigación de la Crisis Financiera
que si se puede extraer solo una lección de lo ocurrido a
partir del verano de 2007 es que "el problema de las firmas
demasiado grandes como para no dejarlas caer debe
solventarse".

Bernanke afirmó que estas empresas grandes,
interconectadas o con funciones críticas aumentan la
vulnerabilidad del sistema financiero y crean una serie de
problemas en el largo plazo incluso en momentos de calma. Entre
ellas, las ventajas competitivas sobre las pequeñas
empresas que saben que no obtendrán el favor de unos
Gobiernos que no se pueden permitir gestionar un sistema
hundido.

Bernanke cree que con la reforma regulatoria
recién aprobada y las disposiciones que emanen de Basilea,
ya hay herramientas para gestionar el riesgo que suponen estas
firmas y avanzó que confía en que incluso sin
intervención, "con el tiempo se reduzca el tamaño y
la complejidad de algunas de estas entidades".

Bernanke defendió la política monetaria de
tipos bajos durante la creación de la burbuja. Eso
sí, admitió que la Fed no había estado lo
atenta que habría debido a la hora de detectar los abusos
que se cometían en el mercado hipotecario. Según el
experto en la Gran Depresión, el sistema era muy
vulnerable a cualquier crisis, entre otras cosas, por la escasa
supervisión de la "banca en la sombra". Bernanke
admitió que no todas las innovaciones financieras son
buenas y que se examinarán mejor en el futuro.

Lessons of Lehman's Flighty Funding…

– Las espeluznantes lecciones de la volátil
captación de fondos de Lehman Brothers (Expansión –
7/9/10)

(Por Peter Eavis) Lectura recomendada

¿Estaba sentenciada Lehman
Brothers antes de su derrumbe oficial? Esa pregunta no
sólo tiene trascendencia histórica. También
puede ayudar a arrojar luz sobre si la revisión del
sistema financiero, encarnada en la Ley Dodd-Frank, ha subsanado
correctamente una gran debilidad del mismo: el uso desmedido de
deuda a corto plazo por parte de los bancos.

En su análisis de la semana pasada sobre la
desaparición de Lehman, la Comisión de
Investigación de la Crisis Financiera (FCIC)
presentó documentos y testimonios que sugieren que la
rápida fundación de la compañía ya
suponía un grave problema antes del derrumbe del 15 de
septiembre de 2008. Los nuevos informes sobre Lehman son un
contundente recordatorio de la veleidad de la deuda a corto
plazo. La pregunta es obligada: ¿por qué Dodd-Frank
no hizo más para limitar el uso bancario de herramientas
como los mercados repos, en los que las entidades toman
préstamos colaterales a corto plazo?

Fue en esos mercados donde Lehman sufrió
desgastes desde comienzos de 2008. JP Morgan Chase, que juega un
papel central en el mercado repo "tri-party", decidió
introducir una reforma a principios de ese año para
garantizar la seguridad en el mismo. La compañía
concluyó que los prestatarios tendrían que empezar
a emitir deuda colateral que excediese ligeramente las cantidades
que hubiesen tomado prestadas ese mismo día. Este extra
colateral se llama margen. Cuando se discutió ese cambio,
un ejecutivo de Lehman lo calificó como "un problema", en
un e-mail de febrero de 2008 presente en la documentación
de la FCIC.

Asimismo, en junio de 2008, JP Morgan advirtió a
Lehman de que tenía un déficit de margen repo por
valor de 6.000 millones de dólares (4.600 millones de
euros), por lo que la segunda cubrió esa carencia con
"bonos estructurados". Según el testimonio de un ejecutivo
de JP Morgan, más tarde se supo que dichos bonos
habían sido asignados respecto a valoraciones
sobredimensionadas.

"Teniendo en cuenta la confianza de las
sociedades de inversión en los "triparty repos", la
Reserva Federal creó a comienzos de 2008 una línea
especial de crédito, llamada Primary Dealer Credit
Facility (PDCF), para respaldar a los mercados. Los brokers
podían financiarse a través de la Fed. En un e-mail
de abril de 2008, un veterano dirigente del Tesoro afirmó
que Lehman había concentrado todos sus activos no
líquidos en valores para "engañar" a PDCF. Y en
otro correo de junio 2008, William Dudley, ahora líder de
la Fed en Nueva York pero entonces jefe de sus operaciones de
mercado, escribió: "Creo que sin la PDFCE, Lehman
podría haber sufrido una crisis de liquidez con todas las
letras".

Mientras hoy día el mercado de
repos es más pequeño y más sólido, y
Lehman tenía debilidades singulares, los detalles surgidos
a partir de la crisis muestran los riesgos creados por la fuerte
dependencia en la deuda a corto plazo para conseguir retornos
suculentos. Para rescatar a los demás bancos, el Gobierno
tuvo que lanzar un programa de garantías de deuda a
finales de 2008.

No obstante, Dodd-Frank no resulta
aún muy efectiva en este aspecto. Proclama que los
reguladores pueden solicitar limitaciones para la deuda a corto
plazo de una entidad financiera pero no especifica el
límite máximo. En lugar de articular medidas para
imponer recortes a los acreedores garantizados de un banco, que
aumentaría la disciplina en el mercado, la
legislación expone un mero análisis de esta
práctica.

No sólo eso: también
establece los procedimientos para que el gobierno garantice de
nuevo la deuda bancaria. Si la crisis financiera fuese relatada
como una novela victoriana, el uso desmedido de la deuda a corto
plazo sería el problema que nadie se atreve a discutir.
Pero los desagradables detalles del desplome de Lehman hacen cada
vez más difícil que se ignore este
asunto.

(Artículo original publicado en The Wall Street
Journal Europe Lessons of Lehman's Flighty Funding)

… y lo queda por venir, según los
gurús más mediáticos (tomar nota)

"Incluso aunque EEUU y las economías europeas
lograran evitar que se produzca una recesión de doble
dígito, sobre la que tanto se discute últimamente,
más de la mitad de las 800 entidades financieras de
Norteamérica están en una lista crítica. Es
lo que afirma el reconocido economista Nouriel Roubini, que
apunta que estas firmas tendrán difícil evitar una
quiebra"…
Roubini: la mitad de los bancos de EEUU puede
quebrar aunque no se vuelva a la recesión (El Economista –
6/9/10)

"En la segunda mitad del año, la política
fiscal se convertirá en un viento de cara, en el que ya no
habrá más cash for clunkers (ayudas concedidas por
el Gobierno para animar las compras de vehículos). Y esto
en un momento en el que el escenario más positivo apunta
que el crecimiento se situará por debajo de la media",
señala Roubini en declaraciones concedidas a
CNBC.

Según el profesor de la Universidad de Nueva
York, que cree que las posibilidades de que haya una gran
recesión son superiores al 40%, "las pérdidas de
puestos de trabajo son mayores de lo que se cree. No hay
crecimiento laboral en el sector privado, el consumo es
débil, las exportaciones son débiles y el sector
inmobiliario también", sentencia.

Con este panorama, "si no hay ventas y no hay demanda
final, las compañías no invertirán dinero",
advierte el gurú de la crisis.

Mientras la analista estrella del país, Meredith
Whitney, dejó claro que "los bancos necesitan más
capital", especialmente si tenemos en cuenta que el sector
inmobiliario del país continúa su caída
libre y sin red.

Según los últimos datos publicados por la
Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC,
por sus siglas en inglés), los presagios de Whitney y
Roubini no van nada desencaminados. Un total de 2.504 entidades
bancarias respaldadas por la FDIC, o el 31,7% de las mismas,
está sobreexpuesta al sector inmobiliario
comercial.

¿El problema añadido?, que casi la mitad
de los bancos asegurados por la agencia federal, exactamente un
49,9%, cuentan con un exceso de deuda ligada a las hipotecas
comerciales. El 80% de los préstamos hipotecarios
comerciales en su cartera está pendiente de pago y
generalmente cuando ese porcentaje supera el 60% es un indicio de
que las entidades tienen problemas. Es decir, si este sector
sigue en caída libre, los bancos norteamericanos van a
tener que anunciar nuevas amortizaciones.

De hecho, si echamos un vistazo, la mitad de los bancos
comunitarios de EEUU están completamente expuestos al
futuro del mercado inmobiliario comercial, y las posibles
pérdidas se estiman en 1,5 billones de dólares.
Además, no hay que pasar por alto que la FDIC oficializaba
la semana pasada que las entidades bancarias con problemas
ascienden ya a las 829.

Precisamente, Whitney explicó en la primera
semana de septiembre a la agencia Bloomberg que "los bancos no
están preparados para una recaída del sector
inmobiliario, algo que estamos viendo ahora", "Los bancos
necesitan más capital", concluyó.

Whitney, quien ya predijo los problemas a los que se
enfrentaría Citigroup allá por 2007, mucho antes de
la tormenta subprime, habló largo y tendido el pasado fin
de semana con la cadena de televisión C-SPAN.

En dicha entrevista, la analista y fundadora de Meredith
Whitney LLC, explicó que el mayor esquema de Ponzi de la
historia se encuentra en Wall Street, donde los grandes
inquilinos ocultan a sus propios accionistas dónde
invierten el dinero. De hecho, la analista criticó la
excusa que muchas entidades ofrecen a sus inversores, al "asumir
que éstos no entienden" sus inversiones.

Demasiado grandes
para quebrar o ¿demasiado grandes para acatar la
ley?

– Se exagera al decir que son instituciones "demasiado
grandes para quebrar" (Project Syndicate –
2/9/10)

(Por Adair Turner) Lectura recomendada

Londres.- Obviamente, la crisis financiera mundial de
2008-2009 fue en parte una crisis de bancos y otras instituciones
financieras específicas de importancia sistémica
como la AIG. En respuesta, existe un intenso debate sobre los
problemas que surgen cuando se dice que estas instituciones son
"demasiados grandes como para quebrar."

A nivel político, ese debate se
centra en los costos de los rescates y los esquemas fiscales
diseñados para "recuperar nuestro dinero." Para los
economistas, el debate se focaliza en el peligro moral creado por
las expectativas ex ante de rescate, que reduce la disciplina del
mercado en cuanto a las tomas excesivas de riesgo -así
como de la ventaja injusta que dichas garantías
implícitas ofrecen a los actores grandes sobre sus
competidores cuyo tamaño pequeño es suficiente para
llevarlos a la quiebra.

Actualmente se debaten varias opciones
de política para abordar este problema. Entre ellas, se
incluyen coeficientes de capital más altos para los bancos
de importancia sistémica, una supervisión
más estricta, límites a las actividades
bursátiles, planes de solución y
recuperación diseñados con anticipación e
impuestos que no estén orientados a "recuperar nuestro
dinero" sino a internalizar las externalidades – es decir, a
hacer que quienes cometan faltas paguen los costos sociales de su
conducta– y crear mejores incentivos.

Estoy convencido de que es necesario encontrar
respuestas al problema que supone el ser demasiado grande para
quebrar –en efecto, es la cuestión principal que
está estudiando el Comité Permanente del Consejo de
Estabilidad Financiera (FSB por sus siglas en inglés) que
yo presido. Pero no debemos confundir "necesario" con
"suficiente". Se corre el riesgo de que una concentración
excesiva en las instituciones que son demasiado grandes para
quebrar distraiga nuestra atención de cuestiones
más básicas.

A ojos del público, concentrarse en esas
instituciones parece justificado por los enormes costos del
rescate financiero. Pero cuando analicemos esta crisis dentro de,
digamos, diez años, lo que podría ser sorprendente
es lo reducidos que parecerán los costos directos del
rescate. Resultará que muchas de las garantías de
financiamiento gubernamental no habrán tenido costo
alguno: el apoyo de liquidez proporcionado por los bancos
centrales a tasas de mercado o punitivas frecuentemente
darán rendimientos, y las inyecciones de capital se
recuperarán parcialmente y en ocasiones totalmente cuando
se vendan las participaciones.

Los cálculos que están
surgiendo de los costos fiscales totales del rescate
varían de un país a otro, pero generalmente son de
apenas algunos puntos del PIB. No obstante, como resultado de
esta crisis la relación deuda pública-PIB en el
Reino Unido y en los Estados Unidos probablemente
aumentará entre 40 y 50 puntos porcentuales, y otros
indicadores más importantes de daño
económico -crecimiento previsible del PIB, desempleo
adicional y las pérdidas de riqueza e ingresos privados-
también se incrementarán.

Todo esto implica que el problema crucial no es el costo
fiscal del rescate, sino la volatilidad macroeconómica
provocada por una oferta de crédito precaria –que
primero se proporcionó con demasiada facilidad y
después se restringió con mucha severidad.
Además, es posible -en efecto, pienso probable- que esos
problemas de oferta de crédito existirían incluso
si se resolviera eficazmente el problema de ser demasiado grande
como para quebrar.

Durante esta crisis, los bancos regionales de los
Estados Unidos concedieron préstamos hipotecarios
comerciales profusos. Si esos bancos quiebran la
Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC
por sus siglas en inglés) se ocupa de resolver los
problemas normalmente, y esta siempre ha sido la expectativa ex
ante del mercado. De manera similar, en el Reino Unido hemos
tenido problemas con bancos hipotecarios de tamaño mediano
y con préstamos hipotecarios comerciales imprudentes
concedidos por las sociedades hipotecarias, además de los
problemas con dos bancos grandes. Irlanda se enfrenta a problemas
económicos muy graves provocados por el auge del mercado
hipotecario comercial impulsado por bancos que son relativamente
pequeños según los estándares
globales.

Por lo tanto, existe el riesgo de que
una concentración excesiva en las instituciones que son
demasiado grandes como para quebrar pudiera convertirse en una
nueva forma de la creencia de que si pudiéramos
identificar y corregir alguna falla crucial del mercado
podríamos, finalmente, obtener un sistema estable y que se
estabilizara a sí mismo. Muchos de los problemas que
condujeron a la crisis -y que podrían generar otras en el
futuro si no se les atiende- tuvieron otros
orígenes.

(Adair Turner es presidente del Organismo de Servicios
Financieros de Gran Bretaña. Copyright: Project Syndicate,
2010)

Para que no nos borren la memoria: Por el momento
(30/9/10), el único que está en la cárcel es
Bernard Madoff (los banqueros de la crisis continúan
jugando al golf)

"La crisis financiera que tuvo su punto culminante
con la bancarrota de Lehman Brothers Holdings Inc. hace dos
años, trastornó las carreras de algunos de los
principales ejecutivos y operadores de Wall Street que estuvieron
en el epicentro de la debacle. Un vistazo a lo ocurrido desde
entonces con algunos de los protagonistas"…
Dos
años después, ¿dónde están
ahora los protagonistas de la debacle? (The Wall Street Journal –
15/9/10)

Richard Fuld Jr: remuneración
total en los últimos 10 años: US$ 457
millones

El presidente de Lehman sigue convencido de que la
quiebra de la firma fue causada por las condiciones
caóticas del mercado, rumores descontrolados y la actitud
del gobierno estadounidense. "No hay nada en este perfil que
corresponda a una compañía en bancarrota",
declaró el mes pasado ante el Congreso de Estados Unidos
al describir las finanzas de la empresa.

Fuld, que todavía visita de vez en cuando sus
lugares favoritos en Nueva York, como el restaurante Brasserie,
es el dueño y gerente de la consultora Matrix Advisors
LLC. En mayo, se incorporó a la corredora Legend
Securities Inc., aunque no está claro cuáles son
sus funciones.

Martin Sullivan y Joseph Cassano: AIG le
debe al gobierno de EEUU más de US$ 90.000
millones

Sullivan abandonó American International Group en
junio de 2008, cuando se multiplicaban las pérdidas
ocasionadas por la venta de derivados ligados a valores
hipotecarios. La crisis empezó en la filial de productos
financieros de la aseguradora, encabezada por Cassano. En junio,
Cassano señaló en el Congreso que sus decisiones
habían sido "prudentes". El Departamento de Justicia y la
Comisión de Bolsa y Valores de EEUU decidieron no
presentar cargos en su contra tras investigaciones.

La firma de seguros Willis Group Holdings PLC
anunció la semana pasada la contratación de
Sullivan en calidad de vicepresidente de la junta directiva. Su
función es expandir una nueva división global
encargada de atender a los grandes clientes.

Charles Prince y Robert Rubin: Citigroup
Inc. registró US$ 58.000 millones en rebajas contables
relacionadas con las hipotecas "subprime" y otros activos de
riesgo

A mediados de 2007, Prince declaró que "mientras
la orquesta siguiera tocando, había que salir a bailar. Y
seguimos bailando". Los riesgos excesivos le costaron a Prince su
puesto a la cabeza de Citigroup en noviembre de 2007. En la
actualidad, el Estado es dueño de 18% del
banco.

En abril, Prince repitió tres veces ante el
Congreso que se sentía muy apenado de que la crisis haya
tenido un impacto tan devastador y que millones de
estadounidenses hayan "perdido sus hogares". Rubin
manifestó que no fue "una parte importante del proceso de
toma de decisiones", a pesar de recibir un salario de unos US$
115 millones en los nueve años que se
desempeñó como miembro de la junta directiva y uno
de los principales asesores del banco.

El ex secretario del Tesoro pasó a
integrar recientemente las filas del exclusivo banco de
inversión Centerview Partners, en el que trabaja con los
principales clientes y asesora sobre desarrollo
estratégico.

Kenneth Lewis: no recibió ni
salario ni bonificaciones en 2009

Lewis fue amenazado con perder la presidencia ejecutiva
de Bank of America, donde también lideraba la junta
directiva, si no concretaba la compra de Merrill
Lynch.

Desde que dejó el banco, Lewis pasa el tiempo con
su familia mientras decide sus próximos pasos. Fue
demandado en un caso civil por el fiscal general de Nueva York,
Andrew Cuomo, por la compra de Merrill, la que calificó
como un "éxito financiero y estratégico
absoluto".

Ya no se puede
creer ni en el abuelito de Heidi (el filántropo vive de
los contribuyentes)

"Hace tiempo que Warren Buffett ha dejado de ser
aquel simpático inversor íntegro y ético que
escapa de las nuevas finanzas. Haciendo un pequeño repaso
a sus últimas actuaciones vemos que ha pasado de "value" a
buscar la ventaja pública en sus inversiones ejerciendo de
lobby"…
Buffett, de inversor value a inversor "lobista"
(El Confidencial – 21/9/10)

Podríamos empezar mencionando como intentó
coaccionar a los administradores de USA para que dieran marcha
atrás a la regulación sobre derivados, que el mismo
calificó tiempo atrás como "armas de
destrucción masiva". Claro que su cartera de US$ 63.000
millones en dichos instrumentos bien merecía un cambio de
opinión.

Ahora, en un interesante artículo, recopilan las
ingentes cantidades de dinero público que han conseguido
sus compañías (Gráfica #1). Las empresas de
la tabla, de las que Berkshire Hathaway tiene US$ 26.050 millones
(un 27% pertenece a Buffett, es decir, US$ 7.008 millones)
¡han conseguido de los contribuyentes US$ 95.439 millones!
Además la deuda de dichas compañías
está asegurada en un 75% por el Estado sobre el total
emitido desde que se lanzó dicho programa.

Lo más probable es que sin las ayudas ahora mismo
la cartera aquí representada valiese "0". Quizá por
eso insiste tanto en que llevar a cabo el Bailout es "lo
correcto". Por la contra no dudó en oponerse a los Stress
Test de la banca estadounidenses que luego mostrarían las
miserias de ciertas piezas de su balance. Una conducta similar a
comprar Moody´s mientras se critican las malas
prácticas de ciertas (otras) empresas en la crisis
financiera. En resumen, la conversión de un value en
"lobista", una cosa más que hemos aprendido durante estos
difíciles momentos económicos.

Monografias.com

Como dijo Charles Prince, el principal
"irresponsable" del Citigroup durante la crisis subprime
"mientras la orquesta siguiera tocando, había que salir a
bailar. Y seguimos bailando". Cínico pragmatismo e
sugerente prospectiva… La fiesta
continúa…

"Hay que retirar el ponche cuando la fiesta se
anima". Con esta frase resumía William McChesney Martin,
presidente de la Reserva Federal (Fed) de los EEUU (1951- 1970),
la tarea de un banco central para evitar las burbujas
económicas. Se refería a la necesidad de subir los
tipos de interés a medida que la economía de un
país se va calentando para evitar espirales inflacionistas
y recalentamientos excesivos.

Los anfitriones (Fed y Banco Central Europeo) de la
fiesta a la que fueron invitadas las economías de Estados
Unidos y la Eurozona fue la contraria. El burbujeante
cóctel que servían, compuesto de bajos tipos de
interés y dinero a espuertas, era tremendamente atractivo.
Uno de los maestros de ceremonias, Alan Greenspan, llegó a
poner nombre a los efectos que provocaba: exuberancia irracional
de los mercados.

Los banqueros actuaban como camareros. Tuvieron la
gran idea de animar el "fiestón" con todo tipo de bebidas
espirituosas, compuestas por créditos para todos y para
todo, especialmente para comprar inmuebles sobrevalorados, y por
otros contenidos exóticos (titulización, derivados
y esquemas Ponzi) de los que ni ellos sabían la
fórmula. Su remuneración subiría con el
número de borrachos. Algunos de ellos, especialmente los
más gigantones, vendían las bondades de las copas
que dispensaban y se tragaban unas cuantas. Si se embriagaban en
exceso, disponían de coche y chófer gratis (los
fondos públicos de rescate) para ir a casa y
recuperarse.

A este guateque, los menores (España entre
ellos), con sus ganas de probarlo todo, estaban más que
invitados. Vive rápido, muere joven y harás un
cadáver bonito, que diría James Dean. Los porteros
(los reguladores financieros) se habían apuntado al sarao
y no pedían documentación. La recompensa por no
hacerlo era muy apetitosa. Los encargados de analizar las bebidas
que se consumían en el banquete (las agencias de
calificación de riesgos) habían hecho la vista
gorda. Al fin y al cabo, eran los camareros quienes pagaban por
calificar los productos como aptos para el consumo. China,
ávida por recibir dólares para mantener su moneda
infravalorada, tuvo su papel. Los asiáticos que
vendían latas de cerveza a la salida de la orgía
querían contribuir a la melopea.

Como consecuencia de todo ello padecemos una
monumental resaca. Al igual que James Dean con "The little
bastard" ("Pequeño bastardo", el Porsche en el que se
mató), algunos se han estrellado (Islandia o Grecia).
Otros tienen órganos vitales dañados por el alcohol
(de manera notable, Estados Unidos, Reino Unido, Portugal, Italia
y España). Los cuadros clínicos de los pacientes
reflejan grandes carencias de vitaminas necesarias para crecer
(déficits presupuestarios y exteriores) y fuerte anemia
(desempleo).

Nouriel Roubini, el economista norteamericano apodado
Dr. Doom (Doctor Muerte o Doctor Perdición) por haber
predicho la crisis en 2005, ha descrito, con Stephen Mihm, esta
pantagruélica juerga en Cómo salimos de
ésta. Publicado este verano (2010) en Nueva York y
Londres, el contenido del libro responde mejor a su título
original Crisis Economics (Economía de crisis) y presenta
un compendio de actuaciones de los gobiernos (principalmente el
de los EEUU) en épocas de crisis así como una
perspectiva del escenario global. Roubini afirma que estas
fiestas que desembocan en crisis son inherentes al sistema
capitalista. No son cisnes negros (eventos altamente improbables
según Nassim Taleb) sino blancos. Vamos, que nos va la
marcha.

Mihm y Roubini, en su afán por sintetizar las
políticas de la escuela austríaca, partidaria de la
no intervención del gobierno en la economía, y su
antagonista, la escuela keynesiana, proponen una
"destrucción creativa" (término acuñado por
Joseph Schumpeter, discípulo de los centroeuropeos) que
esté controlada. Los activos tóxicos o de
altísimo riesgo y las entidades financieras más
expuestas a ellos, incluyendo algunas de las catalogadas como
demasiado grandes para quebrar, deben identificarse y eliminarse.
Hay que redactar nuevas regulaciones (resucitar leyes como la
Glass-Steagall) y reforzar las instituciones financieras
internacionales dando un mayor papel a países emergentes y
muy en especial a China.

Los autores recomiendan la fragmentación de los
grandes bancos. Dirigen su foco hacia Citigroup
(¿cuántas veces más habrá que
rescatarlo? Ya van cuatro) y Goldman Sachs, quien tras
beneficiarse de las ayudas públicas vuelve a los
beneficios y bonificaciones record. Aconsejan reformar el sistema
retributivo de los altos ejecutivos bancarios (los "amos del
universo") y el de las agencias de calificación de
riesgos, introduciendo más competencia y resolviendo el
conflicto de interés que resulta de vender sus servicios a
los emisores de deuda. Otros pasos a dar incluyen enfrentarse a
los derivados (a los que Warren Buffet llamó "bombas de
relojería para el sistema") y reforzar tanto los
requisitos de capital mínimo de la banca (directrices de
Basilea) como el papel de los directores de riesgos, ninguneados
desde hace décadas pues obstaculizaban la carrera hacia el
máximo beneficio a corto.

Mientras tanto, sin ningún tipo de
autocrítica, espíritu de enmienda o deseo de
rectificación, Ben Bernanke (en su perenne ilusión)
invita a una "segunda ronda" (paga la casa) de "quantitative
easing", que duplicaría la anterior. El coma
etílico será insalvable.

"El proceso de QE Lite ha convertido, según
los últimos datos disponibles, a la FED en el segundo "top
holder" de USA sobrepasando ayer a Japón. Cuenta con $
821.128m rebasando al país nipón en Julio,
según últimos datos conocidos con $
821.000m."…
La FED se convierte en el segundo "top
holder" de USA (El Confidencial – 7/10/10)

Monografias.com

Y seguramente muy pronto la FED rebasará
también a China. Algún día este circo
dejará de funcionar, y nos preguntaremos como es que nadie
hizo nada por que el globo no se hinchase tanto.

– Los intrépidos agentes bursátiles y
sus máquinas voladoras (el día en que se
paró el reloj en Wall Street)

Una historia
sobre especuladores de alta
velocidad (high frecuency
trading)

"Fueron los minutos más intensos y
dramáticos del mercado en una historia llena de vaivenes
en los dos últimos años. "Un compañero me
dijo que sabríamos que la situación era preocupante
si en los próximos minutos veíamos a los jefes en
la sala de operaciones", comentaba el jueves un empleado de
Goldman Sachs a Cinco Días. "Mi colega no les había
visto pero llevaban ya tiempo en la sala". Entre las 14.30 horas
y 14.50 del jueves los operadores de Bolsa, que durante toda la
tarde estuvieron pegados a los monitores viendo las
manifestaciones en Grecia, trasladaron su atención a lo
que, de repente, estaba pasando en su propio mercado. Una
caída a una velocidad nunca vista"…
El crac
bursátil que llegó en segundos (Cinco Días –
8/5/10)

El Dow Jones estuvo a punto de rozar una pérdida
de mil puntos. Luego llegó el rebote y una caída al
cierre del 3,2% que se recibió con un alivio
difícil de entender para quien llegara a ese último
minuto de una jornada bursátil errática e
irracional. Valores tan sólidos como P&G sufrieron una
fuerte caída que fue histórica en el caso de la
consultora Accenture. En un mercado racional su cotización
no podría pasar de 40 dólares a un centavo en
minutos a no ser que en ese espacio de tiempo se hubiera
prohibido por decreto los servicios de consultoría. Es un
escenario de ciencia ficción.

Para cuando los mercados cerraron ya se habían
emitido varias notas por parte de la Bolsa de Nueva York, Nasdaq,
el mercado de futuros de Chicago y Citi, diciendo que no
había habido errores en los sistemas o humanos por la
parte que les tocaba. El viernes, el "yo no he sido"
seguía siendo la respuesta a las pesquisas sobre la
raíz del problema.

En el caso de Citi, la especulación es que un
operador se equivocó y puso una orden de billones en vez
de millones. Aún está por determinar si ese fue el
arranque de una reacción en cadena que se
multiplicó en sus efectos por el hecho de que la mayor
parte de la contratación en los mercados se hace de forma
electrónica y casi el 60% está controlada por
intermediarios que usan potentes ordenadores que operan con
algoritmos en milésimas de segundo. Se trata de los
llamados high frequency traders o intermediadores
bursátiles de alta frecuencia que ejecutan operaciones con
extrema rapidez y son ya los primeros proveedores de liquidez del
mercado.

Los responsables de la Bolsa de Chicago y Citi niegan la
posibilidad del error. Lo que sí ocurrió es que
muchos intermediadores de alta frecuencia cerraron sus
operaciones en los momentos más críticos, a partir
de los 450 puntos de caída, para evitarse más
pérdidas porque los parámetros en los que se
movía el mercado no están contemplados en los datos
con los que funcionan sus modelos. Cuando esas firmas
desconectaron, la liquidez y los compradores desaparecieron,
haciendo más pronunciada la caída. En palabras de
algunos de los operadores, 24 horas después y a falta de
respuestas concretas, lo que ocurrió el jueves (6/5) se
describe como una reacción de "pánico a la vieja
usanza pero en la época de internet, la alta velocidad y
el algoritmo".

Los frenos que automáticamente saltan en los
mercados en estos casos no funcionaron porque no está
previsto que lo hagan a partir de las 14.30.

Barack Obama, a quien el secretario del Tesoro
informó poco después de las 15.00 horas del jueves
(6/5), confirmó que las autoridades están
estudiando "la inusual actividad del mercado" que hizo
desvanecer, momentáneamente, un billón de
dólares en los valores en cotización. Una
comisión de la cámara de Representantes
estudiará la debilidad que mostró el mercado el
día 11/5 pero el viernes (7/5), un senador, Edward
Kaufman, ya tenía un culpable y criticó el cambio
más reciente en el modus operandi de los mercados. "La
batalla de los algoritmos, que no se entiende ni remotamente por
la SEC, debe ser revisada y puesta bajo una supervisión
significativa inmediatamente", dijo.

La batalla de los
algoritmos (histeria en la renta variable)

"Sólo excusas", "es
inverosímil"… son la razones más esgrimidas
por los expertos al pronunciarse sobre ese fallo
técnico/humano de confundir la "B" por la "M" y provocar
la situación más parecida al "crash" vivido por
Wall Street en octubre del 87. Veinte minutos de infarto que
ponen en cuestión a la SEC, a la bolsa neoyorquina y a
Citigroup. Pero, ¿fue realmente una mera confusión
o hay gato encerrado? Los expertos desmontan la "Teoría de
la B y la M"…
Un error ortográfico de 700.000
millones de dólares: ¿se trata de un fallo
técnico o hay gato encerrado? (Expansión –
7/5/10)

El hecho de que la principal bolsa del mundo se tambalee
en tan pocos minutos el Dow Jones de industriales se
desplomó cerca del 10%- y, de forma medio
instantánea, vuelva a su origen "carece de sentido",
según apunta Alejandro Martín, subdirector en
España de Hanseatic BrokerHouse, que se muestra muy
escéptico con ese error que desinfló a la bolsa
americana 700.000 millones de dólares en un abrir y cerrar
de ojos.

El rumor que se ha extendía el 7/5, en los
mercados hacía referencia a una confusión al
ejecutar una orden sobre los títulos de Procter &
Gamble (conocida por productos como la pasta de dientes Colgate y
las cuchillas de afeitar Gillette). Todos los medios se hacen eco
de que un operador del tercer banco estadounidense por activos,
Citigroup, tecleó la tecla "B" del "billion" americano
(mil millones de los nuestros) por la "M" de "million", al
ejecutar la venta de 16.000 millones de dólares, cuando
realmente sólo quería vender 16
millones.

"Bajo mi punto de vista la versión oficial no es
más que una excusa para justificar un movimiento que
veníamos esperando. Es bastante cuestionable considerar
que un fallo en una orden de un título concreto pudiera
provocar semejante movimiento correlacionado en todas las plazas
internacionales, basta con mirar los futuros de índices
como el Ftse 100, del Dax 30 o del S&P 500 para darse cuenta
de ello", aclara Martín.

El experto apunta que "ni siquiera en el propio Dow
Jones el movimiento es justificable" pues, según asegura,
el ya "famoso error no podría haber provocado un
movimiento de tal calibre debido a la fórmula
matemática mediante la que se calcula el precio del
índice".

Las dudas generadas por esta operación han
llevado a la SEC (Securities and Exchange Commission) americana,
a abrir una investigación. Por el momento, las
únicas palabras oficiales al respecto han definido de
"inusuales" estos movimientos del mercado. Y la
repercusión a más corto plazo ha sido la
cancelación por parte del Nasdaq, la bolsa
electrónica estadounidense, de las contrataciones
realizadas entre las 2:40 y las 3:00 de la tarde (hora americana)
en valores que registraron unas variaciones de sus cotizaciones
superiores al 60% respecto a los precios anteriores a esa franja
horaria.

Para conocer lo realmente ocurrido habrá que
esperar a que se hagan públicos los detalles de la
investigación. Mientras tanto existen voces en el mercado
que se encargan de desmontar la "teoría de la B y la M".
Procter & Gamble llegó a desplomarse un 37,6%, de 62 a
39 dólares, y posteriormente se revalorizó un 54%,
con lo que terminó la sesión en los 60
dólares. Esta volatilidad se explica desde las
teorías más conservadoras por unos sistemas
informáticos que amplificaron en microsegundos el
comportamiento de los títulos de P&G tras la brutal
orden de venta.

El analista independiente Jorge del Canto desmonta esa
versión. Asegura que es "inverosímil", a la vez que
reconoce que no es fácil saber lo que ha pasado. Y en
busca de una explicación convincente, "que aún no
se ha encontrado", resume algunos de los rumores que baraja el
mercado, sin salir de su asombro por lo ocurrido y recalcar que
la versión dada carece de sentido.

En primer lugar, añade más leña al
fuego a la "Teoría de la B y la M" e indica que el
bróker no solamente se equivocó en la cantidad,
sino que también confundió la tecla de vender con
la de comprar, que era la que debía de haber dado.
¡Pues sí que estaba despistado el
bróker!

En cualquier caso, y aun siendo así, lo vivido el
6/5 "no es un movimiento natural del mercado". Las caídas
se habrían ahondado dentro del sector afectado, pero en
este caso afectaron a todos por igual, sin discriminación
y de forma instantánea, cuando lo normal es que hubieran
observado reacciones escalonadas en el resto de
sectores.

Otras versiones que se manejan sobre el "minicrash" de
Wall Street hacen referencia a las dudas sobre la liquidez de los
bancos europeos. En la mayor bolsa del mundo aparecieron rumores
que apuntaban a que Europa no abriría ese día
varias bolsas, entre ellas la española, ante la
hipotética quiebra de un banco de la eurozona.
(Teoría que también ha caído por su propio
peso). "Las entidades tienen que dotar reservas en función
del dinero que tienen en carteras. Y esto les lleva a aligerar
sus carteras", apunta del Canto.

Los errores reales en el Sistema de Interconexión
Bursátil son otra de las excusas a las que se agarran los
expertos. Esto podría haber incurrido a "cotizaciones no
reales", pues los cruces de "las operaciones no se produjeron
cuando debían, sino con retardo", apostilla Jorge del
Canto.

Geithner se
entera por el móvil y Obama "ni se entera"…
(¿evalúa? ¿protege?
¿evita?)

"Nadie habla de otra cosa. Todas las conversaciones
que se producían este viernes a primera hora de la
mañana en la línea de metro R (de color amarillo,
que une el centro de Manhattan con Wall Street y que es utilizada
por los trabajadores del distrito financiero), comentaban la
media hora loca que protagonizaron las bolsas el día
anterior"…
El día que el reloj se paró
en la Bolsa de Nueva York durante 30 segundos (Expansión –
7/5/10)

Por la tarde, entre las dos cuarenta y las tres, hora
local, el Dow Jones cayó un 9,1%, una sacudida que el
secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner,
conoció a través de su móvil.

Incrédulo, consideró que debía ser
un error. Tras comprobar la veracidad de la caída,
Geithner convocó un gabinete de crisis e informó al
presidente del país, Barack Obama. Éste
afirmó ayer que la SEC, la CNMV de EEUU, "evalúa lo
sucedido" con el fin de "proteger a los inversores" y de evitar
que "vuelva a suceder".

Cuarenta y ocho horas después, los motivos reales
del desplome todavía se desconocen y pueden pasar varias
semanas antes de que se aclaren oficialmente. "Nadie sabe a
ciencia cierta qué sucedió", indicó ayer el
influyente senador republicano Bob Corker. Pese a esta falta de
información, el episodio ya ha servido para demostrar las
discrepancias que existen entre los mercados bursátiles de
Nueva York y sus máximos responsables; entre los
operadores y entre los partidarios de reformar la
regulación financiera. El juego de echar las culpas ha
comenzado, con consecuencias que pueden ser
significativas.

Además de la investigación de la SEC y de
la cancelación de 4.000 operaciones por parte del Nasdaq
debido a su elevada volatilidad, el Congreso ha convocado una
reunión de emergencia, el día 11/5, para analizar
las causas de la caída del Dow. Paul Kanjorski,
demócrata, señaló ayer que es necesario
saber cómo "en cuestión de minutos, nos enfrentamos
a un mercado que parecía tan volátil como en
otoño de 2008", tras la quiebra de Lehman Brothers. Los
hallazgos del Parlamento serán relevantes en un momento en
que se está negociando la reforma de la regulación
financiera.

Las fuentes del mercado consultadas atribuyen la
caída del Dow Jones -que después se moderó
hasta el 3,2%- a la conjunción de varios factores. Los
inversores estadounidenses estaban preocupados por el hecho de
que la deuda pueda convertirse en un gran polvorín y
genere una crisis similar a la que se produjo tras la quiebra de
Lehman.

Los elevados umbrales de deuda pública (que en el
caso de Grecia superan el 110% del PIB y que ya han sido
advertidos por organismos internacionales, como el Fondo
Monetario Internacional y el G-20), pueden restringir la liquidez
de los gobiernos, en un momento en que el mercado del
crédito todavía está débil y en que
el sector financiero debe refinanciar emisiones de deuda que
firmó con el sector público para captar capital y
superar la crisis financiera.

El FMI estima que la banca internacional captó
cinco billones de dólares (3,91 billones de euros) a
través de estas vías de financiación, que
deberá devolver en los próximos 35 meses. La
mayoría de entidades intentará refinanciar esta
deuda, según el FMI, que teme que los Gobiernos de
determinados países puedan tener problemas para seguir
apoyando a la banca.

Esta inquietud de los inversores por los problemas de
liquidez que puede tener el sector financiero se reflejó
anteayer y ayer en los mercados de crédito. El Libor a
tres meses -tipo al que los bancos se prestan dinero en el
mercado interbancario- cerró el jueves en el 0,37% y ayer
subía hasta el 0,43%.

A las preocupaciones por la deuda, alentadas por
gestoras como Pimco, y por el estallido de violencia en Atenas
(que era seguido en directo desde las televisiones instaladas en
Wall Street), se unieron el temor al contagio a otros
países de la Unión Europea y las dudas sobre el
euro y otras divisas, como el yen.

Esta incertidumbre provocó que los operadores se
lanzaran a interponer órdenes de venta masivas, tanto en
valores como en cestas que replican índices
bursátiles y en contratos de futuros. Gran parte de estas
órdenes masivas se canalizaron a través de lo que
en Wall Street se conoce como high frecuency trading, compraventa
de grandes volúmenes de títulos que se cierran en
cuestión de segundos. Esta operativa tiene un peso en la
negociación diaria de los parqués neoyorquinos que
oscila entre el 50% y el 70%.

El jueves (6/6), ante la repentina caída de la
bolsa, las firmas que operan en high frecuency trading se tomaron
su tiempo, para analizar los datos, y para frenar sus posibles
pérdidas. Duncan Niederauer, consejero delegado de la
sociedad rectora de la Bolsa de Nueva York (Nyse), apuntó
el jueves por la noche que estas compraventas normalmente se
cruzan en décimas de segundos y que en la jornada de
anteayer el tiempo se amplió, hasta unos 30
segundos.

Entidades como Tradebot Systems y Tradeworx Inc. que
interrumpieron sus operaciones durante varios momentos para
protegerse del exceso de volatilidad. Esta actuación pudo
haber contribuido a que se restringiera la liquidez en los
mercados y a que se acrecentarán todavía más
las olas vendedoras.

Esta conjunción de factores contribuyó a
que valores como Accenture, Exelon, Philip Morris o Procter &
Gamble rompieran sus límites máximos de
fluctuación, escenario que forzó al Nyse,
cumpliendo sus reglas, a ralentizar los intercambios. Al mismo
tiempo, al romperse estas barreras máximas de
fluctuación, las acciones de estas compañías
pudieron contratarse en otros mercados electrónicos, como
el Nasdaq, donde las caídas fueron mayores al no existir
los mismos límites.

Esta ralentización de la actividad
contribuyó al descenso del Dow y permitió que se
produjeran órdenes automáticas de ventas generadas
por ordenadores, sobre todo en mercados electrónicos, como
el Nasdaq. Finalmente, los nervios se tranquilizaron y la
actividad recuperó algo de calma una hora antes del cierre
de Wall Street.

Un TAC intradía del Dow Jones (- 9,18% y un
billón (verdadero) de dólares esfumados)

– Diez preguntas clave sobre el minicrash de Wall Street
(Expansión – 7/5/10)

(Por Gemma Martínez y Miquel Roig) Lectura
recomendada

El Dow Jones llegó a caer ayer más de un
9% en menos de veinte minutos. A pesar de que al final el
índice recuperó parte del desplome, el movimiento
suscita múltiples interrogantes sobre la operativa de los
mercados bursátiles y sobre la actuación de los
operadores. Además, otorga nuevas razones a los
partidarios de reformar la regulación
financiera.

Monografias.com

Gráfico intradía del Dow Jones de valores
industriales. Fuente: Bloomberg

1. ¿Por qué el Dow Jones cayó ayer
casi 800 puntos en apenas dieciséis minutos? Por la
generalización de órdenes de venta masivas, por
posibles operaciones anómalas en torno a varios valores
(que la SEC, la CNMV de EEUU, está investigando) y por las
órdenes automáticas de venta (dictadas por sistemas
informáticos) que se sucedieron tras estas
anomalías.

2. ¿A qué valores ha afectado? Las
investigaciones de la SEC apuntan a múltiples operaciones
"inusuales", según un comunicado difundido por el
organismo. Las acciones de la petrolera Exelon, la consultora
Accenture o la empresa auxiliar de automoción Lear han
llegado a negociarse a precios cercanos a cero dólares,
cuando antes de los momentos de pánico (entre las 2.40 y
las tres de la tarde hora de Nueva York, 20.40 y 21.00 hora
española), sus cotizaciones estaban entre los setenta y
los cuarenta dólares. Además, Procter & Gamble
(la empresa que fabrica productos de consumo como las cuchillas
de afeitar Gillette o la pasta de dientes Colgate) fue uno de los
principales motivos del pánico vendedor.

3. ¿Qué sucedió con Procter &
Gamble? Todo apunta a que un operador, todavía sin
identificar, pudo haber dado una orden sobre una cesta de valores
que incluía acciones de la empresa por 16.000 millones de
dólares, cuando realmente sólo quería vender
16 millones, según fuentes del mercado. La cadena de
televisión CNBC asegura que el operador trabaja en Citi.
El banco ha iniciado una investigación, aunque sostiene
que no le consta ninguna operación anómala en su
mesa.

4. ¿Cómo afectó esta orden
anómala a la acción? P&G cerró el
miércoles a 62,16 dólares y a las 2:38 (8.38 de la
tarde en España) cotizaba en torno a 61. Es al final de
ese minuto 38 cuando ocurre la primera anomalía en la
cotización. La acción cae un 1% en apenas unos
segundos. Pero a las 20:38, antes de que ningún trader
hubiera cometido el supuesto error, el Dow Jones cotizaba en
10.503 puntos, lo que ya suponía un descenso de 364,85
puntos (-3,4%). Esa orden de venta arrastró consigo la
acción de P&G hasta los 39,37
dólares.

5. ¿El desplome afectó a todos los
mercados? No, la acción de P&G sólo se
derrumbó en el mercado electrónico Nasdaq, no en la
Bolsa de Nueva York, donde buena parte de la operativa se realiza
en los tradicionales corros (donde brokers humanos cierran
operaciones de viva voz). En el parqué neoyorquino, el
mínimo de P&G fue de 56 dólares.

6. ¿Qué papel han desempeñado las
órdenes automáticas de venta? La operación
anómala, efectuada sobre uno de los grandes valores
estadounidenses -Procter & Gamble-, hundió los
mercados lo suficiente como para activar órdenes
automáticas de venta generales que agudizaron
todavía más la caída. Fueron 800 puntos en
apenas dieciséis minutos, que dejaron los descensos
intradía en 1.000 puntos (un 9,19%) y recordaron por
momentos al crash de Wall Street de octubre de 1987.

7. ¿Por qué la caída de P&G ha
arrastrado a todo un índice como el Dow Jones? El Dow
tiene una peculiaridad: el peso relativo de cada miembro no viene
determinado por su capitalización bursátil sino por
el precio de cada acción. P&G cotiza en torno a 60
dólares, por lo que sus movimientos tendrían el
doble de impacto en el índice que los de Verizon, que
cotiza a 28,01 dólares. Una caída del 36% en un
valor con un peso relativo tan grande, arrastra consigo todo el
índice.

8. ¿Existen otros motivos, más allá
de los movimientos electrónicos, que han provocado la
caída del Dow? Sí. Los inversores estadounidenses
están preocupados por la crisis de la deuda griega, por
los estallidos de violencia en Atenas, por el posible contagio a
otros países de la Euro Zona (España incluida) y
por los problemas de liquidez que pueden tener los bancos
europeos.

9. ¿Qué pasará el viernes? Los
mercados neoyorquinos están analizando las operaciones
sucedidas en esta franja horaria y pueden declararlas nulas si
hay movimientos poco claros. El Nasdaq ya ha anunciado que
cancelará todas las operaciones que se han intercambiado
en su mercado, siempre que el precio de la acción haya
sufrido una variación, al alza o a la baja, superior al
60% respecto al precio que al que se negociaba antes de ese
momento. La volatilidad puede continuar.

10. ¿El caso puede llevar a los reguladores a
ejercer un mayor control sobre las operaciones automatizadas de
alta frecuencia (grandes volúmenes de títulos que
cambian de manos en cuestión de segundos, conocidos como
'high frecuency trading')? Es probable. La SEC ya ha afirmado en
los últimos meses que está siguiendo de cerca esta
operativa y, en plena crisis financiera, ya vetó de forma
temporal las ventas bajistas a descubierto. Ayer varios senadores
pidieron que se investigue el papel de estas órdenes en el
minicrash de Wall Street. Esta forma de operar representa en
torno al 60% de las operaciones que se cruzan a diario en Wall
Street.

El desplome y su "interpretación" en la cadena
económica CNBC (Cramer vs. Cramer)

"¿Un error tipográfico? ¿Los
robots de la bolsa de Nueva York? ¿El contagio de Europa?
¿El resbalón del Euro? Horas después de la
mayor caída en un mismo día que se recuerda en la
bolsa de Nueva York, hay pocas explicaciones claras de lo que ha
ocurrido y por qué. Mientras miraban esa gráfica
que ya ha dado la vuelta al mundo, los analistas de la cadena
económica estadounidense CNBC no conseguían
justificar en directo lo que estaban viendo sus ojos. La escena
se convirtió en símbolo de las reacciones desatadas
en Wall Street"…
"Las máquinas se han roto. El
sistema se ha roto". "¿Y si el euro desaparece?" (El
Confidencial – 7/5/10)

El instante ya ha sido calificado como uno de los
más intensos de la historia de la cadena. La presentadora
intenta que el experto explique el fenómeno. El experto es
el presentador de CNBC Jim Cramer. Sorprendido por tanta
preocupación, no le da demasiada importancia. La
presentadora pregunta por las primeras ventas que causaron la
caída. El experto, cada vez más acalorado, sigue
lanzando ideas al aire e intenta comparar la crisis de ayer con
la de 1987. El resultado es una sucesión de gritos e
interrupciones bañadas de soberbia e incredulidad.
Más de un espectador se quedó con la
sensación de que ninguno de los protagonistas tenía
la respuesta.

Menos mal, que tenían conexión en directo
con la bolsa neoyorquina. Allí entrevistaban a Peter
Costa, de Procter & Gamble. "El interés en la compra
se ha esfumado, todo el mundo empieza a vender y lo siguiente que
pasa es que estás 500 puntos por debajo".

"No, estamos a 900", le corrige el reportero. Vuelta al
estudio. Cramer soluciona la crisis del día con un consejo
claro: "Compren, compren, compren".

Una de las primeras causas que apuntan los expertos a la
repentina caída ayer en Wall Street es el contagio por la
situación en Europa. Tanto el New York Times como el
Washington Post titularon inmediatamente que la bolsa caía
arrastrada por Grecia. La crisis en Atenas y la amenaza de que se
contagie a otros países, además de la caída
del euro con respecto al dólar en los últimos
días -aunque ha sido constante desde noviembre- han
alimentado la volatilidad del mercado internacional.

"Durante un tiempo hemos acumulado preocupación
por la crisis que se extiende en Europa (…) A la gente le
preocupa la caída del Euro y todas las implicaciones que
podría tener en mercados y economías de todo el
mundo", declaraba el analista Alec Young, de Standard &
Poors, a la agencia Associated Press. "Si pasara algo en ese
sentido, creo que puedes entender por qué hemos visto esa
volatilidad en el mercado norteamericano hoy mismo. Si desaparece
el Euro es algo importante y eso es lo que justifica una
situación tan violenta".

Sin embargo, las noticias de inestabilidad en Europa no
convencen como explicación a la montaña rusa en la
que se convirtió ayer la bolsa norteamericana. La
desconfianza lleva acumulándose unas semanas y no
justifica la caída de casi 1000 puntos en pocos minutos.
Grandes como American Express, General Electric o J.P. Morgan
Chase cayeron un cuatro por ciento. Accenture estuvo valorada en
un momento de la tarde de ayer en un céntimo de
dólar. La norteamericana Fidelity redujo su valor en mil
millones de dólares en apenas una hora.

La caída en picado se debe, según
explicaba el diario Wall Street Journal, a una "ola de
órdenes de venta automatizadas, que convirtieron una
caída fea en un fallo de todo el mercado". La causa
sería el sistema informático que utilizan las
compañías y que emite órdenes de venta a
partir de una caída importante. El periódico
especializado El Economista respaldaba esta misma opción:
"No sabemos qué ha pasado exactamente, pero parece que las
estrategias de compraventa de los ordenadores, más que
problemas técnicos del mercado, han agravado la
caída en picado y su recuperación".

Pero, ¿pueden unos algoritmos provocar un fallo
de este tipo en la bolsa?

El experto Cramer había avisado. "Las
máquinas se rompieron. En sistema se ha roto". Pero nadie
sabe por qué.

Las reacciones iniciales se empeñaron en buscar
cuál fue esa primera venta que desencadenó la
caída y el pánico. La explicación de que un
bróker escribió 16 billones en vez de millones
impulsando la venta de bienes de Citigroup tampoco se la creen
los expertos. El grupo ha declarado que no tiene constancia de
ninguna operación errónea. Han pedido la
intervención de la SEC (Securities and Exchange
Commission) para que analice los incidentes de ayer. Nasdaq
trabaja en su propia investigación y ya ha cancelado
algunas operaciones aprobadas en los minutos que provocaron el
pánico.

Hay quien baraja incluso el hecho de que la caída
coincidiera con el momento en que las cadenas económicas
mostraban los incidentes en Atenas, durante las protestas en
contra del plan de recortes del gobierno griego. Pero el
escalofrío que se extendió desde Wall Street al
resto del mundo, pasando por las cadenas de televisión, no
parece una simple coincidencia con el reportaje.

La tensión en la bolsa norteamericana se
trasladó también a las ediciones digitales de los
medios de comunicación. Desde Bloomberg hasta la
sección de negocios de Yahoo! sufrieron por la
saturación de visitas a sus páginas. Según
explicaba TechCrunch, "el problema fue que la web "en tiempo
real" no fue lo suficientemente rápida" para la velocidad
con que se desarrollaron los hechos. Yahoo! avisó desde su
cuenta de Twitter que todo ha vuelto a la normalidad. En su
página sí. No sabemos si mañana en la bolsa
también.

Algunas
explicaciones menos "accidentales" (las manos fuertes que arrean
la manada)

– El poderoso arte de saber desatar una estampida (Cinco
Días – 8/5/10)

La fuerza de los grandes fondos de inversión
condiciona la dirección de los mercados.

(Por Fernando Martínez) Lectura
recomendada

El mercado es libre… ¿De verdad? Inversores,
Gobiernos, expertos, instituciones y ciudadanos corrientes han
podido comprobar esta semana que el análisis de los
fundamentos económicos, la buena salud de los resultados
empresariales, la mejoría de las perspectivas de
crecimiento y, en definitiva, cualquier cosa, sirve de poco
cuando el mercado toma una dirección
determinada.

"Nunca hay que olvidar que las
caídas en Bolsa son mucho más rápidas que
las subidas, en un mes se puede perder todo lo ganado en
años", advierte David Galán, de Bolsa General.
¿Cómo es posible que todo el mundo se ponga de
acuerdo de repente en que hay que poner en pies en polvorosa en
Grecia, España, Portugal, Italia… cuando hace meses que
se sabe que la situación es delicada? En los mercados
siempre hay quien prende la mecha, luego ésta se consume
por sí sola.

La tendencia no es originada por una constelación
de pequeños inversores, ellos son los que intentan salir
corriendo del parqué cuando alguien grita ¡fuego!
¿Quién tiene la fuerza para dar la alarma? El
experto José Luis Cárpatos ofrece un dato
revelador: "Un 60% del volumen negociado en NYSE (New York Stock
Exchange), que es la mayor Bolsa del mundo, lo generan
máquinas programadas para operaciones de alta frecuencia
mediante algoritmos; sólo 300 o, como máximo, 500
instituciones en el mundo tienen la capacidad para hacer
eso".

Son las manos fuertes y así es
como funciona una operación especulativa de dimensiones
planetarias:

1 Elegir la víctima. Hay que desechar la idea de
siniestras conspiraciones. Es un asunto exclusivamente de
negocios. Un ejemplo de ello es la estupefacción que
causó en Europa el anuncio del Gobierno español en
febrero de que el servicio de inteligencia iba a investigar las
presiones especulativas sobre España. "¿Qué
es más fácil de atacar, los periféricos
pequeños como España, Italia o Grecia, o Reino
Unido? La respuesta está clara", afirma Luis Benguerel,
director de renta variable de Interbrokers.

2 Construir la posición. El paso decisivo es
construir la posición con antelación suficiente. No
es algo que se haga con luz y taquígrafos. Para eso
está el mercado OTC (Over The Counter) donde las
operaciones son contratos ad hoc, sin divulgación
pública. El Banco de Basilea, el banco central de los
bancos centrales, calcula que el mercado OTC mueve 600 billones
de dólares, nada menos que 470 veces el PIB de
España. "Las posiciones se construyen cuando nadie lo
espera.

Por ejemplo, poniéndose bajista estando el euro a
1,45 dólares", explica Benguerel. Para ello se utilizan
múltiples instrumentos financieros, pero Cárpatos
señala que uno de los preferidos por las manos fuertes son
las opciones: contratos financieros por los que el comprador
adquiere el derecho a comprar (call) o vender (put) un activo en
una fecha y a un precio concretos, normalmente esta opción
puede ejecutarse en cualquier momento.

3 Extender el miedo. A partir de ahí, empieza a
crearse ambiente de tensión. Un caso emblemático es
el del multimillonario George Soros, que ganó 1.000
millones de dólares apostando contra la libra en 1992. El
financiero estuvo avisando sobre las debilidades de Reino Unido
con insistencia pertinaz, dando ideas que a su vez alimentaban
otras. El mercado puso toda la atención en la libra; para
defender el tipo de cambio, Londres tenía que vender
marcos y comprar libras sin descanso, hasta que tiró la
toalla y abandonó el Sistema Monetario Europeo.

4 La tormenta. Cuando la presión desborda los
titulares de los periódicos, el miedo cobra velocidad.
Esta semana ha habido de todo: España había pedido
una ayuda multimillonaria; Fitch y Moody's iban a bajar el
rating; la ayuda a Grecia no era suficiente; el BCE iba a bajar
los tipos; S&P podía rebajar el rating de Italia,
luego un bróker se equivocó y escribió b de
billions en lugar de m de millions… Para prevenir eventuales
pérdidas, están los stop loss, órdenes de
venta cuando se alcanzan precios determinados, cuando saltan los
stop loss, estos aceleran la caída. Ante esta
situación, Cárpatos es claro: "Como vayas en contra
del mercado, la llevas clara". Aunque sea previsible un rebote,
es muy difícil saber cuándo terminará la
tormenta y estar fuera significa tener liquidez para aprovechar
el cambio de tendencia.

5 A largo plazo… La Bolsa siempre sube, se suele
decir. Pero David Galán invita a revisar esa
convención: "Lo que suben son los índices, pero
porque van seleccionando los mejores valores y los peores son
excluidos". Galán aconseja hacer coberturas con contratos
por diferencias (CFD). En la vida conviene saber nadar y guardar
la ropa, ¿por qué iba a ser diferente en la
Bolsa?

La velocidad de las operaciones automáticas
provocó el caos de Wall Street

– La rebelión de las máquinas (El
País – 9/5/10)

La velocidad de las operaciones automáticas
provocó el caos de Wall Street

(Por SANDRO POZZI – Nueva York) –

"Ya no hay papeles cubriendo el parqué del
New York Stock Exchange (NYSE). Desaparecieron cuando los humanos
abrazaron la electrónica para ser más eficientes.
Pero, sobre todo, rápidos. Porque la velocidad es, desde
el origen de Wall Street, la clave de la supervivencia. Lo era
cuando los intermediarios financieros corrían hacia los
teléfonos para dictar las órdenes. Y ahora se hace
aún más relevante con la información
circulando las 24 horas"…
La rebelión de las
máquinas (El País – 9/5/10)

Aunque el elemento humano sigue presente, entre el 50 y
el 70% del volumen de la plaza neoyorquina pasa por redes
informáticas gestionadas por las grandes firmas
financieras, fondos de alto riesgo (hegde funds) y otros fondos,
que les permiten ejecutar miles de pequeñas órdenes
al mismo tiempo y a la velocidad del relámpago.

Hasta tal punto la velocidad es la clave de la
competitividad, que estas firmas instalan sus servidores lo
más cerca posible del parqué bursátil, para
no tener que perder ni una milésima de segundo en la
transmisión. Pero en esta carrera, en la que prima la
rapidez sobre la calidad, ¿dónde está el
límite?

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6
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