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El cine como instrumento de resguardo y transmisión de memoria e historia en la Argentina (página 2)




Enviado por Florencia



Partes: 1, 2, 3

La ficción histórica creció hacia
el largometraje con "Amalia", (1914), sobre la novela de
José Mármol. La puesta en escena, por el dramaturgo
Enrique García Velloso, se destacó en mucho la
escolaridad atribuida a los cortos de Gallo y superó las
limitaciones de un elenco de no profesionales.

También en extensión el mismo
García Velloso acometería, "Mariano Moreno y la
Revolución de Mayo"
(1915) con notable elenco en el
cual Pablo Podestá caracterizaba a Moreno y su hermano
José Juan (el que fuera Pepino el 88) a Saavedra, sin
olvidar que además aparecían dos figuras del
porvenir: Camila Quiroga y Elías Alippi. García
Velloso se arriesgó también a una primera
introducción del cine en la representación teatral,
en 1915.

La experiencia se exploraría en 1916 con unos
minutos de acción filmada con la compañía de
Roberto Casaux, incluidos en la puesta de "El movimiento
continuo
", obra de Armando Discépolo y colaboradores
que se consideran antecedentes, de un nuevo género
teatral: el grotesco.

"Muy despaciosos siguieron los intentos" son
palabras con que el futuro director Leopoldo Torres Ríos
(padre de Torre Nilsson) resume el período de 1909 a 1915.
Pertenecen a una curiosa y primera "Historia ligera" que
escribiera para el diario Crítica en 1922.

Por ese tiempo ya estaban en actividad dos
camarógrafos nacional e internacionalmente Premiados en la
fotografía fija: Eduardo Martínez de la Pera y
Ernesto Gunche. Se vincularon a Humberto Cáiro,
programador de la distribuidora de películas Sociedad
General Cinematográfica y poderoso empresario teatral. La
distribuidora pertenecía al español Julián
de Ajuria, visionario al inaugurar en 1909 el sistema de alquiler
de las películas en reemplazo de la venta instaurada en
los comienzos del nuevo comercio. En una especie de desenfreno
por hacer o improvisar películas. Federico Valle produjo
dos expresiones impredecibles: "El apóstol"
(1917), sátira al flamante presidente Hipolito Yrigoyen,
en dibujo animado; con el concurso de los dibujantes Quirino
Cristiani y Diógenes Taborda y el arquitecto Andrés
Ducaud, y "La Carmen criolla" o "Una noche de gala
en el Colón"
(1918), con las personalidades del
momento caricaturizadas en marionetas. Ambas películas
eran de largometraje, como la inmensa mayoría filmada
desde 1914, una característica poco frecuente en el
género.

En un congreso de cine de animación realizado en
Berlín, 1970, se reconoció que "El
apóstol"
es cronológicamente el de primer
largo en dibujo realizado en el mundo, pues precedió al
norteamericano "El hundimiento del Lusitania", de Winsor
McCay, quien necesitó veintidós meses de trabajo y
veinticinco mil dibujos. El equipó de "El
apóstol"
debe de haber sido más numeroso pues
en doce meses confeccionó cincuenta y ocho mil
dibujos.

En lo insólito llevan también una
delantera "El último malón" y "Juan
sin Ropa"
(1919). La primera fue un único intento
cinematográfico de Alcides Greca, cuentista y novelista,
abogado y político radical, quien se adelantó al
cine documental, reconstruyendo la última rebelión
indígena, la de los Mocovíes en San Javier norte de
Santa Fe, en 1904. Luego, "Juan Sin Ropa", de Camila y
Héctor Quiroga, que reflejaron las luchas obreras que
habían estallado en Buenos Aires en "la semana
trágica" de enero de 1919. La dirección fue
encomendada a un técnico francés, Georges Benoit,
socio circunstancial de los Quiroga. La película sorprende
con impactos de masa y premoniciones de montaje.

Hacia 1920 la mayor parte de los capitales se alejaron
del cine, disminuidos o mal redituados. La avalancha de
películas extranjeras (norteamericanas en especial)
determinó una arrolladora competencia y "La gente de
teatro", tras el deslumbramiento, también se alejo de las
películas.

Por si fuera poco, la distribución de films
asumía otras características. Las productoras de
Estados Unidos comenzaron a no vender sus rollos a distribuidores
nacionales en cada país, reemplazando el sistema por
filiales directas. Seis décadas después la
invasión continúa.

Torres Ríos se iniciaría en la
dirección con "El puñal del mazorquero" (1923),
rodaría otras películas mudas y daría lo
mejor en el período sonoro. Es cierto que hasta entonces
faltaba el director cinematográfico integral, ya que ante
la situación del avance del cine norteamericano, los
directores con los cuales contaba el Cine argentino, no pudieron
hacerse cargo del puesto que llevaban y se limitaron a lo
teatral, la puesta en escena no bastaba.

En 1919 se había estrenado "Campo ajuera" de
modesto capital. La dirigía José Agustín
Ferreyra y Nelo Cosimi, desempeñaba el papel
protagónico. La vinculación de estos hombres databa
de "El tango de la muerte" (1917).

Ferreyra resultó una singular revelación y
por irradiación personal pasó al liderazgo de una
nueva generación.

Cosimi, Ferreyra, Torres Ríos, Roberto y Guidi,
Edmo Cominetti son los cineastas de los veinte.

Nelo Cosimi, debutó como director en "El
remanso"
(1922) y siguió con, "Mi alazán
tostao"
(1922), "El lobo de la ribera" (1926),
"Federales y unitarios" (1928), "La mujer y la
bestia"
(1928), "La quena de la muerte" (1928) son
algunos de sus muchos títulos.

Edmo Cominetti se inició con "Los hijos de
nadie"
(1921) y continuó con "El matrero"
(1924), "Bajo la mirada de Dios" (1926), "La borrachera del
tango"
(1928) y "Destinos" (I929). "La
borrachera del tango
" sirve para medir momentos de la vida
argentina, con el prejuicio burgués contra el tango,
llevado a sinónimo de pecado y malas
costumbres.

De la unión de Martínez de la Pera, Gunche
y Cairo resulto "Nobleza gaucha" (1915). De espectacular
éxito y con una recaudación importantísima
para la época, "Nobleza gaucha", mostró
progresos de lenguaje fílmico en una larga
introducción de faenas campesinas y, avanzada trama, la
visualización de la vida callejera de Buenos Aires. Sus
intérpretes tenían un probado prestigio en los
escenarios: Orfilia Rico, Celestino Petray, María
Padín, Arturo Mario.

"Nobleza gaucha", y su salida al extranjero,
vislumbró la posibilidad de una estable industria
cinematográfica nacional. El instante era o parecía
propicio, ya que la primera guerra mundial había
debilitado la producción europea y el acopamiento
norteamericano de los mercados latinoamericanos no era
todavía evidente. No se advirtió en el entusiasmo,
la insuficiencia del mercado interno. Como hechos positivos del
período inaugurado por "Nobleza gaucha" hay que
recalcar la constitución de nuevas productoras, entre
ellas la que impulsaría la actriz Camila Quiroga y su
marido Héctor G. Quiroga.

Martínez y Gunche, construyeron un estudio o
"teatro de pose" (denominación en boga) de lo más
avanzado, sobre el modelo francés de Charles Pathé:
un gran recinto vidriado que dejaba colar la luz natural.
Filmaron inmediatamente "Hasta después de muerta"
(1916), trasunto de la personalidad múltiple de Florencio
Parravicini, argumentista y actor protagónico, junto a
Orfilia Rico, Silvia Parodi, Argentino Gómez, María
Fernanda Ladrón de Guevara y Enrique Serrano.

Ferreyra es el gran capítulo del cine mudo
argentino. El "Negro" Ferreyra (se lo llamaba así por su
condición de mulato) tuvo un punto de partida
distinta.

En 1920 filmó la primera película que se
le considera lograda: "Palomas rubias", comedia
estudiantil. Con él nacieron, "La muchacha del arrabal"
(1922), "Buenos Aires, ciudad de ensueño" (1922),
"Melenita de oro" (1923), "El organito de la
tarde"
(1925), "Muchachita de Chiclana" (1926),
"Las costurerita que dio aquel mal paso" (l926),
"Perdón, viejita" (1927).

El cine de Ferreyra fue predominantemente ciudadano, sin
descartar argumentos de tierra adentro: a "Campo ajuera"
se agregan "De vuelta al pago" (1919), "La
gaucha"
(1921), "La leyenda del Puente Inca"
(1923), "El arriero de Yacanto" (1924), "Odio
serrano"
(1924).

En 1927 , Ferreyra emprendió con varias de sus
películas una gira por países del Pacífico,
llegó a Estados Unidos, saltó a España, en
busca de nuevos mercados, los cuales no encontró, pero
aprovechó el viaje para en bullirse en lo que más
tarde se transformaría en el cine sonoro de la
Argentina.

En 1930 filmó "El canta de mi ciudad" y
"La canción del gaucho", las dos parcialmente
sonoras, la primera desde su concepción, la segunda
después de ser pensada en mudo. En 1931 su
"Muñequitas porteñas" sería el
primer film argentino sonoro y hablado por el sistema Vitaphone
de sincronización fonográfica. Los ensayos
acuciaron a otros en la iniciación de una novísima
época.

El ciclo de Ferreyra, que se prolongaría hasta
1941, acuden otros directores, películas y experiencias,
como Julio Irigoyen, quien fue uno de los realizadores de mayor
continuidad con películas elementales y en ocasiones
sensacionalistas, tales como, "El guapo del arrabal"
(1923), "Sombras de Buenos Aires" (éxito muy
personal de María Esther Podestá, 1923), y "Tu
cuna fue un conventillo"
(1925) y "La cieguita de la
avenida Alvear"
(l924) .

Rafael Parodi impulsó antes una productora
(Tylca) con "sets" donde se inició la filmación
bajo luz artificial y de 1923 a 1926 se convirtió en el
director de "Midinettes porteñas", "Criollo
viejo"
y "Muñecos de cera" (con Elsa
O'Connor).

La preponderancia masculina no excluyó del todo
presencias femeninas de comando: en 1916 Emilia Saleny,
también actriz, dirigió "La niña del
bosque"
y "El pañuelo de Clarita", y
María V. de Celestini realizó "Mi derecho"
(1920), aunque no continuaron.

El peruano José Bustamante y Ballivián
dirigió en 1922 "Milonguita", de tinte tanguero,
"Patagonia" y "Allá en el sur" en el
interior.

El periodo 1931-40 abarca la aparición del cine
sonoro y la industrialización, con su consiguiente
expansión casi simultánea dentro del país y
fuera de él, en América y España.

La industrialización propiamente dicha comienza
en 1933, con el estreno de las dos primeras realizaciones
sonorizadas mediante el sistema óptico (Movietone la banda
sonora impresa en el margen de la película) y con la
producción programada y copiosa de los dos sellos que
arrancan con esos filmes iniciales: Argentina Sono Film, con
"Tango", y Lumiton, con "Los tres
berrétines
".

En este período ven la luz las películas
de los directores que, de pioneros, se convierten en maestros de
un estilo y en motores de una expresión artística.
A partir de 1940, todos productores, actores, directores,
periodistas, técnicos y gobierno, tienen noción
clara de la magnitud potencial del cine argentino. Comienza, sin
embargo, poco después, la gran decadencia industrial y
artística, agravada primero por los ecos de la guerra
mundial, que se traduce en el ingreso con cuentagotas de
película virgen (materia prima que se fabricaba en los
Estados Unidos y que entregaban en mayor cantidad a los estudios
mexicanos) y, después, por la despersonalización de
los argumentos que, tenían universalidad pero la identidad
de las gentes y de sus lugares era irreconocible.

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Programa de la
película
Tango. 27 de abril de
1933.

"Fue entonces cuando se advirtió que el cine
podía ser un medio para dirigir la mentalidad de la masa y
para ordenar el pensamiento del individuo "cautivo" en una sala
con el fin de orientarlo en una dirección de
carácter masivo"[8].

En 1944, un decreto -el 21.344- fue la primera
herramienta legal que ordenó desde el punto de vista
jurídico al cine nacional con disposiciones sobre la
obligatoriedad de exhibición.

Con algún humor se hablaba en Buenos Aires del
cine "tartamudo". Con ese vocablo se quería adjetivar al
período inmediatamente anterior al de "Tango" y
"Los tres berretines". Fue, aquí y en todo el
mundo, un momento de desconcierto: la llegada del sonido era
previsible y necesaria pero no se daba en la tecla, de la manera
correcta.

Hubo una veintena de títulos nacionales que
probaron la sincronización con discos al mismo tiempo que
los norteamericanos se instalaban con sus películas
realizadas de igual modo.

Para los ´50 el cine se intelectualiza. Los
argumentos de hoy, escritores contemporáneos llegan a la,
pantalla con dispar suerte, de la mano de heterogéneos
directores.

Los más afortunados, Beatriz Guido y David
Viñas, encontraran en Torre Nilsson y Ayala,
respectivamente, los interlocutores válidos para
desarrollar una obra cinematográfica compartida.
Aparecerán entre otros, los personajes y las situaciones
creados, por Marco Denevi ("Rosaura a las diez",
Soffici, 1958), Juan José Manauta trabajando sobre
Lobodón Carra ("Río abajo", Dawi, 1960),
Abelardo Arias ("Alamos talados"; Gatrani, (1960),
Osvaldo Dragún ("Los de la mesa diez" , Feldman,
1960), Arturo Cerretani (adaptado con Cortázar "La
cifra impar",
Antín, 1961, o su obra "El
bruto",
Cavallotti 1962),

Las películas de la generación del 60
irán acumulando trofeos en el exterior. En uno de sus
tantos viajes presidenciales, Arturo Frondizi volverá
cargado de "Janes de Oro" que los cineastas argentinos recibieran
en Italia por "mejor director" (L. Torre Nilssón),
"mérito de producción" (Producciones Ángel,
de affet y Leopoldo Torre Nilsson), "mejor corto" ("Buenos
Aires",
de Kohon) y "mejor selección
cinematográfica latinoamericana por "El
negoción
", "El jefe", "Un guapo del
900''
).

Muy Bien, ¡HASTA ACA LLEGAMOS!, luego de haber
volcado de manera breve la historia del cine en nuestro
país y en vistas de ir desarrollando la hipótesis
planteada en el inicio del trabajo, continuemos con:

CAPITULO III

El cine antes del
golpe de Estado

La propuesta a partir de acá, es indagar el mundo
del cine y sus representaciones desde los pasos previos al golpe
de 1976, es decir, poder preguntarnos quiénes
intervinieron y con qué objetivos en el cine de los
años 70, quiénes supieron gestar un cine
político capaz de sentar las bases para un compromiso
social que persista en las diferentes producciones que
acompañan y gestan la memoria circulante de la
dictadura.

En este sentido, se advierte que se trató de una
coyuntura sobre la cual el cine ensayó una mirada
renovadora, tanto en la ruptura con las formas tradicionales de
entender y hacer cine, como en el compromiso político con
los cambios que se iban gestando en el país.

Ya hacia fines de los años 50, se había
vislumbrado en toda América Latina cierta tendencia que, a
través de un realismo alejado de la "fiel
reproducción", pretendía mostrar una lectura
histórica de la sociedad que se enmarcara en un acto de
denuncia, para instruir, sensibilizar y sublevar al espectador.
La propuesta giraba en torno a una cuestión hasta entonces
silenciada: escribir aquella historia no dicha o directamente
negada, (como se fue desarrollando anteriormente de manera
sintética).

Ya estamos en la época de los ´70, el
gobierno militar tomó el poder (1976), y utilizó de
manera sistemática los medios de comunicación como
espacio de construcción de un discurso oficial, bajo el
concepto "seguridad nacional", al mismo tiempo que eliminaba
otras voces a partir de la censura. La persecución de los
medios y a personas trabajadoras del ámbito
cultural.

El discurso de la censura, oponía la "cultura
verdadera y legítima" a la "cultura falsa e
ilegítima", y hablaba de un "sistema cultural falso" que
no se subordinaba a lo moral.

Teniendo en cuenta que el golpe se venía gestando
desde hacía un periodo atrás al ´76, la
película "La hora de los hornos" quizás
pueda representar el hito que instala esta nueva forma de hacer
cine en la Argentina de los ´70, realizada por Fernando
Solanas y Octavio Getino durante el gobierno militar de
Onganía. El filme instaló la necesidad de redefinir
tanto la forma de hacer cine como la función del cineasta
en las sociedades latinoamericanas. Unidos a los objetivos de la
renovación continental, el filme explicitaba sin mayores
eufemismos la denuncia contra el neocolonialismo en
Latinoamérica, presentando a su vez, un llamado a la
acción revolucionaria. Solanas y Getino, junto con Gerardo
Vallejos y Edgardo Pallero, fundaron el Grupo Cine de
Liberación, el cual contó con un manifiesto llamado
"Hacia un tercer cine". Allí se expresaron todas las ideas
en torno a lo que se dio en llamar "cine
revolucionario".

"La Hora de los Hornos" Catalogada por muchos
como ensayo político-cinematográfico, La hora de
los hornos, consta de cuatro horas y media de material de
diferentes fuentes: imágenes, documentales, entrevistas,
estadísticas y fragmentos de cortos. La película
está dividida en tres partes independientes que, a su vez,
completan una unidad. La primera parte, nos habla de la historia
de la dependencia de la Argentina, analizando las formas y
métodos de este proceso. La segunda, relata la historia
argentina desde 1945 hasta 1966. Una tercera parte, "es un claro
llamado a la praxis revolucionaria para la transformación
de las estructuras capitalistas y la erradicación
definitiva del neocolonialismo"[9].

En la película se puede observar un claro ejemplo
de cómo los filmes pueden funcionar interviniendo,
modificando, interactuando con la sociedad que los produjo, es
decir, como agentes de la historia.

"Para el Grupo Cine de Liberación, hacer cine era
un acto de lucha política con la intención de
transformar la manera de ver cine de los espectadores. Pero
¿quiénes eran esos espectadores? No se
pretendía encontrar al público interesado en las
salas comerciales. Debido al contexto de represión que se
vivía en aquel entonces y a los propios intereses del
grupo, se estableció una forma clandestina de
distribución y exhibición. La película se
proyectó en los barrios, en reuniones sindicales, en
asambleas de organizaciones políticas y estudiantiles, con
el fin de interpelar directamente a los espectadores,
completándose de esta manera la idea de cine militante,
-aquel que se asume integralmente como instrumento, complemento o
apoyatura de una determinada política y de las
organizaciones que la llevan a cabo-"[10]. La
estrategia de comunicación permitió que la
película sorteara la censura y pudiese ser visto, entre
1969 y 1973, por casi cien mil espectadores.

Una vez finalizada la película, Solanas y Getino
rodaron en España dos documentales apoyando a Perón
y, posteriormente, fueron alineándose hacia
Montoneros.

Paralelamente, y al calor de los acontecimientos
políticos que vivía la Argentina, surgió
desde la izquierda la idea de crear un cine que se correspondiera
con sus ideales revolucionarios. Se funda así el Grupo
Cine de la Base, liderado por el cineasta Raymundo
Gleyzer.

En un principio, Gleyzer se vinculó al Partido
Revolucionario de los Trabajadores (P.R.T) – Ejército
Revolucionario del Pueblo (E.R.P)-, filmando dos documentales que
mostraban el accionar político del ERP. Cuando el partido
disolvió sus iniciativas culturales, Gleyzer se
unió, junto con el realizador Álvaro Melián,
el sonidista Nerio Barberis y otros intelectuales, a Cine de la
Base, que, sin pertenecer directamente al PRT, no se
desvinculó totalmente de los fines políticos. Su
objetivo inicial era responder a los problemas de
distribución y exhibición de las películas,
así, estas llegaban a los sectores más populares,
se exhibieran en los barrios, las villas y que acompañaran
una discusión abierta.

En 1973, Cine de la Base se consolidó de manera
fuerte, pero en 1974, tras complicaciones debido al rumbo
político por el cual estaba atravesando el país,
las películas comenzaron a proyectarse
clandestinamente.

"Uno de los filmes más significativos de aquel
momento fue –Los traidores (1973)- de Raymundo Gleyzer.
Si bien fue un largometraje ficcional, devino en un gran
relevamiento documental de la burocracia sindical. Posteriormente
se filmó –Me matan si no trabajo y si trabajo me matan
(1974
)-, un registro en formato de cortometraje de la huelga
de trabajadores enfermos por saturnismo. En toda la
producción de Gleyzer quedó claramente impreso su
ideario revolucionario."[11].

A raíz de esto, se presenta un fragmento de las
palabras de Gleyzer que refuerzan la ocasión: "Cuando
sostenemos la posición de que el cine es un arma, muchos
compañeros nos responden que la cámara no es un
fusil, que esto es una confusión, etc. Ahora bien,
está claro para nosotros que el cine es un arma de
contra-información, no un arma de tipo militar. Un
instrumento de información para la base. Este es el otro
valor del cine en este momento de la lucha (…) Es así
como nosotros entendemos que el cine es un arma".

EL CINE DURANTE y DESPUÉS DE LA DICTADURA
MILITAR

A partir de 1976, la censura, la represión, el
exilio y la desaparición de cineastas, despejaron el
camino para que un cine cómplice de los fines e intereses
del gobierno militar dominara la cartelera de estrenos
nacionales.

En ese momento, las FFAA (Fuerzas Aéreas
Argentina) se interesaron en fomentar un cine que mejorara su
imagen ante la sociedad y contrarrestara el primer impacto que
las informaciones "filtradas" en medios del exterior pudieran
causar.

En función de este objetivo, los filmes fueron
minuciosamente elegidos y apoyados –a través de
subsidios y premios– por el Instituto de Cine. Mientras
tanto, la censura del Ente de Calificación
Cinematográfica (con la peculiar figura de Miguel Paulino
Tato) completaba el disciplina miento.

"El censor", (1995), Eduardo Calcagno: Sobre el
encargado del Ente de Calificación Cinematográfica
durante la última dictadura. Su vida familiar, su rutina
de trabajo y sus obsesiones permiten vislumbrar la moral del
hombre que decidía qué se podía ver en los
cines argentinos durante aquella época. El film
está inspirado en Miguel Paulino Tato.

Para un mejor análisis, podemos establecer
algunos tópicos que nos ayuden a caracterizar al cine de
ese momento:

"Sergio Wolf plantea que existía una
compulsión a narrar historias sobre facciones enfrentadas,
donde el objetivo era exterminar la diferencia, era eliminar al
"otro". Estos grupos, a veces, se representaban
identificándose con alguna de las FFAA, como en "Dos
locos en el aire"
(1976) y "Brigada en
acción"
(1977), realizadas por "Palito" Ortega, quien
en esos años desarrolló su carrera de
director"[12].

"Brigada en Acción", ~Naturalmente los
medios para combatir el delito se han modernizado de modo de
colocar a nuestra policía entre las mejores del mundo.
Durante las veinticuatro horas del día, hombres y mujeres
trabajan de distintas formas, velando por la tranquilidad de sus
semejantes~,
Así se expresa a los pocos minutos de
comenzado el film. La policía a la que se refiere el film
es la de 1977, si se remite a la misma con tanto elogio,
está claro cómo se desarrolla y termina, dando pie
y lugar a toda bajada de línea política.

"Dos locos en el Aire", película que
funciono como un elogio de las instituciones en el poder, a
partir de la Fuerza Aérea y también como una
defensa de la fe católica y los símbolos patrios.
Palito Ortega es el Teniente Manuel San Jorge, "un hombre sano de
espíritu, gran compañero y mejor aviador", y
Carlitos Balá, "un soldado torpe pero de buen
corazón". Con el fin de engrandecer el valor humanitario
de los miembros de la Fuerza Aérea, el film presenta una
trama romántica alternada con una sucesión de
entrenamientos físicos, prácticas de vuelo y
ejercicios de combate, acompañados de marchas militares,
discursos y canciones del popular músico que hablan del
amor a la patria y a Dios.

Dos locos en el aire es la primera película de
Ortega como director y fue filmada, en el año 1976, en las
instalaciones de la Escuela de Aviación Militar de
Córdoba, donde, en ese momento, funcionaba un lugar de
detención de la dictadura.

En agosto de 1973, cuando Tato asumió como censor
al frente del Ente de Calificaciones Cinematográficas,
empezó una campaña de censura y amenazas de la
Tipre A, contra muchos de los protagonistas del cine nacional,
algunos de los cuales, tuvieron que marchar al exilio.

Los 84.000.000 de espectadores que fueron al cine en
1975 se redujeron drásticamente a 65.000.000 en el
año del golpe

"Yo quiero un cine positivo, limpio, decente, un
cine que sea cultural y no sólo industrial. El cine se ha
convertido en una mercadería de intoxicación: se
está apelando al recurso fácil, y en eso incurren
desde los que venden cine y les importa poco lo que venden, hasta
los intelectuales y pseudo intelectuales y los mismos artistas
que sustituyen el ingenio por el fácil recurso de la
pornografía
", así se refirió Tato con
respecto al cine en la época.

El mundial de futbol apareció de distintas formas
en muchos films:

"La fiesta de todos" (1978), Sergio Renán:
película sobre el Mundial de fútbol de 1978
realizado en la Argentina. Las imágenes de los partidos,
acompañadas del relato de conocidos periodistas
deportivos, muestran el devenir del campeonato que culminó
con la consagración del equipo local. Estas
imágenes documentales son intercaladas con pequeños
segmentos de ficción, protagonizados por estrellas de
televisión y cine, en los que se intenta reflejar en clave
humorística cómo vivieron los argentinos el torneo.
El tono celebratorio del relato, la ferviente defensa de la
organización del evento y su insistencia en
señalarlo como un símbolo de unidad nacional hacen
del film una siniestra propaganda del régimen dictatorial
que gobernaba el país donde, mientras se realizaba esta
"fiesta de todos", reinaba el terror y la muerte.

"Encuentros muy cercanos con señoras de
cualquier tipo"
(1978), Hugo Moser: Dos humoristas de un
pequeño teatro son contratados para fingir ser compradores
de jugadores de fútbol durante el Mundial organizado en la
Argentina en el año 1978. El torneo es el telón de
fondo para una sucesión de situaciones picarescas que
tienen al dúo como protagonista.

En línea con la utilización del Mundial
para limpiar la imagen del país, la película
comienza con la voz de un locutor que arenga: el Campeonato
Mundial de Fútbol se acerca a su culminación (…)
pero Argentina ya ganó el Mundial. Lo ganó con el
ejemplo de 25 millones de argentinos, un pueblo joven y feliz,
dueño de su destino. Un país unido y respetuoso. Un
orgulloso modo de vivir que quienes lo atacaron sin conocerlo
deberán aceptarlo ahora con admiración. La
Argentina vive con humildad este gran momento de euforia, con la
humildad de los pueblos grandes.

El 3 de abril de 1976, el Capitán de Fragata,
Jorge Bitleston, interventor del Instituto Nacional de
Cinematografía, dijo claramente en un discurso que iba "a
ayudar económicamente a todas las películas que
exaltan valores espirituales, cristianos, morales e
históricos o actuales de la nacionalidad o que afirmen los
conceptos de familia, del orden, de respeto, de trabajo, de
esfuerzo fecundo y responsabilidad social, buscando crear una
actitud popular, optimista en el futuro (…). Sólo
serán autorizadas las películas que muestren al
hombre tal como es, en su lucha eterna y cotidiana contra el
materialismo, el egoísmo, la cobardía, la venalidad
y la corrupción, al hombre luchando por su honor, su
religión y sus principios, sin librarse jamás a la
violencia o al escepticismo. Sólo éstas
películas serán consideradas como obra de
arte… todas las películas sin valor
artístico o que no presenten ningún interés
como diversión y que atenten a los sentimientos
nacionales, serán prohibidas parcial o totalmente…"
(Capitán Bitlestón)

La lista de los censurados con el paso de los
años, se fue haciendo cada vez, más y más
grande y como consecuencia de ello, todo el cine nacional se fue
apagando. Casi no hubo películas argentinas en los
festivales, a excepción de algún título de
Enrique Carreras, como "Las Locas" (1977) o
"Patolandia Nuclear" (1978). Muchos artistas y
directores se hicieron eco de un orgullo patriótico y
apoyaron al cine nacional aun desde lugares decididamente
cercanos al gobierno de la dictadura. Mientras muchos se fueron
al exilio, otros filmaban y festejaban los tiempos que tocaban
vivir.

Cuando se trataba de grupos de tareas en donde la
misión era "pacificar el país", la
identificación se tornaba difusa. Así lo podemos
ver en "La aventura explosiva" (de Orestes Trucco, 1977)
o en "Los superagentes biónicos" (de Mario
Sábato bajo seudónimo de Adrián Quiroga,
1977).

También, imaginarios plasmados en filmes como
"Y mañana serán hombres" (Carlos
Borcosque, hijo, 1979), y "El bromista" (de Mario David,
1981).

En general, la producción cinematográfica
durante la dictadura no disminuyó en cantidad, aunque se
vio colmada de comedias ligeras o que apuntaban a enaltecer los
valores familiares, religiosos, del trabajo y el orden. La lista
es amplia y contaba con gran apoyo por parte de las
FFAA.

"La aventura explosiva" Dos organizaciones
intentan secuestrar a un profesor para obtener la fórmula
de un combustible sintético. Tiburón, Delfín
y Mojarrita, en este tercer film de la serie de "Los
superagentes", tras peripecias consiguen impedirlo. [Sinopsis
extraída del CD ROM El cine argentino 1930-1997 publicado
por la Cinemateca Argentina en 1997].

"Los Superagentes" A raíz de las lesiones
causadas por un atentado, los agentes de la central de
inteligencia Acuario, Delfín, Tiburón y Mojarrita,
deben reemplazar partes de sus cuerpos por implantes
biónicos. Convertido entonces en los "superagentes
biónicos, su misión consiste en recuperar unas
planchas para imprimir dólares robadas al tesoro de los
Estados Unidos. A partir del uso de tecnicismos de la jerga
policial y militar, y combinando una serie de gags con
persecuciones y enfrentamientos armados, el film construye un
heroísmo basado en la espectacularidad de las acciones
realizadas por este grupo parapolicial para enfrentar y aniquilar
al bando enemigo.

"Los Superagentes y el tesoro maldito" Tras
recuperar los archivos secretos con fichas de criminales que han
sido robados de la central de inteligencia Acuario, los agentes
Tiburón, Delfín y Mojarrita deben encontrar un
tesoro escondido perteneciente a la única heredera de la
familia real de un principado lejano. Para lograrlo, deben
enfrentar a una banda de delincuentes que pretende quedarse con
las joyas.

Como en otros films de la serie, el accionar
parapolicial de los "superagentes" se desarrolla en medio de una
serie de gags ingenuos, persecuciones, tiros y peleas que
involucran a diversos personajes exóticos llegados de
países ignotos, en desconexión con el contexto
histórico de la época, que parecen así
querer desconocer y negar.

"Y mañana serán hombres", Tres
amigos son llevados a un reformatorio de menores que funciona
como una cárcel donde se castiga y golpea duramente a los
internos. La llegada de un nuevo director permitirá
transformar el instituto en un hogar y una escuela para los
jóvenes que así podrán retornar a la
sociedad como hombres de bien.

"Que linda es mi familia" (1980), Ramón
Palito Ortega: Un joven trabaja doblando a actores en escenas de
riesgo aunque su verdadera vocación es cantar. Ha sido
adoptado por un matrimonio con varios hijos que lo quiere como un
hijo propio. Un día su verdadero padre aparece complicando
la vida de todos. [Sinopsis extraída del CD ROM El cine
argentino 1930-1997 publicado por la Cinemateca Argentina en
1997].

"Comandos Azules" (1980), Emilio Vieyra: Una voz
en off al comienzo del film afirma: "En la Argentina, que es
tierra de paz, se está a punto de lograr un
fantástico descubrimiento que beneficiará al mundo.
Pero las fuerzas del mal se han apoderado de ese invento y
pretenden usarlo para sumir a la humanidad en el caos y el
terror. Los Comandos Azules deben evitarlo". En la segunda
entrega de la saga, los agentes deben rescatar al destacado
científico que llevó adelante el invento,
secuestrado por fuerzas malignas. Mediante persecuciones,
espionaje, tiros y golpes, los agentes luchan por devolverle la
tranquilidad al país, repitiendo el discurso de las
Fuerzas Armadas que sostenían haber traído la paz a
la Argentina.

"Superagentes y titanes", (1983), Adrián
Quiroga: Los agentes Mojarrita y Delfín deben ir al
aeropuerto a recibir a una inspectora de la central de servicios
de inteligencia Acuario en el mismo momento que llega al
país un importante empresario extranjero que viene a
contratar al equilibrista la Momia para una película. La
Momia es secuestrada y los superagentes tienen que encontrarla.
Para esta misión, a Delfín y Mojarrita se les
ordena entregar todas sus armas debiendo defenderse con la
inteligencia. En discordancia con esta "experiencia pacifista",
los agentes de Acuario añoran sus aventuras junto a
Tiburón –a quien le han perdido el rastro en Alaska-
evocando escenas del pasado en las que el trío
combatía en medio de ráfagas de tiros y
disparos.

El film enfatiza la idea de paz y unión entre las
personas y los países, en oposición a las
divisiones y los enfrentamientos.

"Amigos para la Aventura", (1978), Ramón
Palito Ortega: Tres amigos deben escapar de un grupo de mafiosos
sicilianos que los persiguen por error. En su huida, recorren el
país protagonizando una serie de peripecias presentadas en
clave de humor ingenuo y en tono sensiblero, que incluyen
desfiles militares, constantes alusiones y agradecimientos a
Dios, ceremonias religiosas y una exaltación de los
valores de la tradición, la patria y el
catolicismo.

"Vivir con alegría" (1979), Ramón
Palito Ortega:
Don Antonio se jubila e intenta un
acercamiento con sus hijos. Debido al trabajo y a la falta de su
esposa, muerta tiempo atrás, no ha podido dedicarles mucho
tiempo. La actitud de los jóvenes lo llevará a
darse cuenta que, a pesar de los avatares de la vida, nunca se
alejó de ellos. [Sinopsis extraída del CD ROM El
cine argentino 1930-1997 publicado por la Cinemateca Argentina en
1997]

Por otro lado, no debemos olvidar que también
existió, por parte de algunos cineastas, el intento de
denunciar la situación que se vivía en la
Argentina. Mediante un estilo metafórico, el encierro, las
desapariciones y el miedo lograron una representación en
clave. Fue así como José Martínez
Suárez realizó "Los muchachos de antes no
usaban arsénico"
(1976); Sergio Renán,
"Crecer de golpe" (1977), con libro de Haroldo Conti; y
Alejandro Doria, "La isla" (1979) y "Los
miedos"
(1980).

Por su parte, Adolfo Aristarain realizó dos
filmes que posteriormente lo consagrarían como uno de los
directores más importantes de los años 80:
"Tiempo de revancha" (1981) -la rebelión de un
individuo ante una gran corporación puede proyectarse a la
relación con un Estado policial- y "Últimos
días de la víctima"
(1982), alusión al
ocaso del gobierno militar. Éstos serían la
antesala de "Un lugar en el mundo" (1991), donde
años más tarde dejará plasmada la herencia
de aquellos años de horror.

"Crecer de Golpe" La relación de un
niño con el hombre ya mayor que lo acoge como un padre
protector. Ambos comparten una vida sencilla y solidaria en un
barrio pobre y festivo cuyos vecinos parecen estar siempre unidos
y en libertad. Cuando el viejo muere el joven deberá
crecer de golpe y comprender que la sociedad a veces es como la
jaula que apresa los animales del zoológico que
solían visitar.

"La Isla" Sebastián, un náufrago
íntimo, es internado en una clínica
psiquiátrica. Allí es rescatado por el amor de una
muchacha incapacitada para resistir la realidad exterior. La
historia de esta relación, intentando enseñarse
mutuamente a volver al mundo, y de su separación, cuando
sólo él llega a rehabilitarse para abandonar esa
gran isla que es la clínica, corre paralela a la de otros
internados y sus visitantes, hombres y mujeres aislados en la
búsqueda de equilibrio, de su identidad. [Extraído
de la sinopsis publicada en la página web de la productora
del film: http://www.litastantic.com.ar]

"Los Miedos" Una epidemia de peste desata el caos
en la ciudad y deja a seis sobrevivientes: una anciana, un
deficiente mental, un criminal, un jugador de fútbol, una
prostituta y una mujer embarazada. Los seis huyen al sur.
[Sinopsis extraída de la página web de la
productora del film: http://www.litastantic.com.ar/]

"Tiempo de Revancha" Un hombre oculta su pasado
sindicalista para ingresar a trabajar en una
compañía que explota canteras de cobre. Allí
se encuentra con un antiguo compañero que tiene un plan
para simular un accidente de trabajo y cobrar una cuantiosa
indemnización. En el supuesto accidente algo sale mal y
debe hacerse cargo de la situación. A pesar de la
persecución y las amenazas recibidas, defenderá su
dignidad hasta las últimas consecuencias.

"Últimos días de la
víctima",
Un matón a sueldo es contratado para
asesinar a un hombre de cuyo pasado no existe ningún
rastro. Comienza su tarea observando cada uno de sus movimientos
e intentando averiguar su verdadera identidad. Ciertos indicios
empiezan a inquietarlo y desconfía del encargo que le han
encomendado, pero cuando lo descubre ya es demasiado tarde; el
crimen que alimenta el engranaje social necesita de nuevas
víctimas y victimarios.

"Un lugar en el Mundo" Un matón a sueldo
es contratado para asesinar a un hombre de cuyo pasado no existe
ningún rastro. Comienza su tarea observando cada uno de
sus movimientos e intentando averiguar su verdadera identidad.
Ciertos indicios empiezan a inquietarlo y desconfía del
encargo que le han encomendado, pero cuando lo descubre ya es
demasiado tarde; el crimen que alimenta el engranaje social
necesita de nuevas víctimas y victimarios.

Desde el exilio la situación no era más
fácil. Quienes debieron irse encontraron poco respaldo
(principalmente económico) en el exterior. Sin embargo, se
realizaron algunos filmes que condenaban la situación
argentina:

Grupo cine de la Base en Perú, después de
la desaparición de Raymundo Gleyzer, realizó
"Las tres A son las tres armas" (1977). Basada en la
carta a la Junta Militar escrita por Rodolfo Walsh, sus autores
la calificaron como cortometraje de "denuncia de la resistencia
cultural en el exilio".

Durante el Mundial de Fútbol del 78, mientras
Renán daba un paso en falso en su carrera con La
fiesta de todos
, ochenta copias del corto fueron
distribuidas y pasadas en los canales de televisión de
todo el mundo. Después de Las tres A son las tres
armas
, Cine de la Base se disolvió.

También se realizaron otros documentales como
"La vaca sagrada" (de Jorge Giannoni, 1978), sobre las
dictaduras militares y "Esta voz entre muchas" (de
Humberto Ríos,1979.

"Las tres A son las tres armas" En Perú,
de modo artesanal y urgente, Denti realiza con otros miembros de
Cine de la Base este documental con fragmentos de la luego famosa
Carta Abierta de Rodolfo Walsh, al cumplirse un año del
gobierno de la Junta Militar. Allí, Walsh denunciaba tanto
los secuestros, torturas y asesinatos cometidos, como el plan
económico que empobrecía de manera
sistemática a las clases populares. Premiado en los
Festivales de Oberhausen (Alemania) y La Habana (Cuba), este
primer testimonio fílmico del genocidio argentino fue
utilizado en la campaña internacional contra la dictadura
militar y por la aparición con vida de Raymundo Gleyzer y
de tantos otros. Traducido a 5 idiomas, fue transmitido en
más de una docena de televisoras del mundo, en particular
en los días del Mundial de Fútbol de 1978.
[Sinopsis extraída del Catálogo del XI Festival
Internacional DerHumALC Cine de Derechos Humanos 2009.
Retrospectiva Jorge Denti]

"Las Vacas Sagradas" Realizada durante el exilio
de Jorge Giannoni en Cuba, Las vacas sagradas actualiza la
historia política de la Argentina en la perspectiva de la
lucha militante de los 70. La única copia del film cuya
existencia se conoce es la que ha conservado la Cinemateca del
Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos
(ICAIC). Algunas imágenes de la película
están incluidas en el documental Jorge Giannoni NN, ese
soy yo de Gabriela Jaime.

"Esta voz entre muchas" Los testimonios de tres
argentinos: Laura Bonaparte, Carlos González Gartland y
Raúl Fonseca, sobre la represión y la tortura en
Argentina en el período comprendido entre 1973 y 1979.
[Sinopsis extraída de la página web de la
Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano:
www.cinelatinoamericano.org]

En medio de la crisis política, económica
y social del régimen militar, sorpresivamente el 2 de
abril de 1982, tropas argentinas recuperaron las islas
Malvinas.

Tras frustrados intentos diplomáticos, la fuerza
de tareas británica llegó al Atlántico sur y
comenzaron las hostilidades. Con hitos como el hundimiento del
crucero "General Belgrano" -que produjo 322 muertos- y del
destructor británico "Sheffield", la guerra
concluyó el 14 de junio, con la rendición
argentina. La derrota marcó el derrumbe político
del régimen. El regreso de los soldados arrojó luz
sobre las sospechas de lo que habían padecido, sin los
pertrechos y el entrenamiento suficientes para enfrentar a los
británicos. Para defender las islas del ataque de ingleses
bien entrenados y equipados, la junta militar procedió a
reclutar jóvenes argentinos, sin instrucción
militar, la mayoría de los cuales provenía de
provincias pobres del interior del país. La derrota
catastrófica de Malvinas y el conocimiento de la muerte de
centenares de jóvenes argentinos (más de 600),
deterioraron el frente militar, pero sobre todo, la
reputación del ejército, al cual se
consideró como mayor responsable del desastre.

"Buenos Aires Rock" (1983), documental, por
Héctor Olivera: Registro documental de la cuarta
edición del festival BAROCK, realizado en noviembre de
1982, en el que participaron los grupos y solistas más
destacados del momento.

Es considerado un documento sobre la cultura joven de la
Argentina que vivía los últimos años de la
dictadura militar y ansiaba el retorno de la democracia. La
canción "Sólo le pido a Dios", de León
Gieco, es acompañada por imágenes de la reciente
guerra de Malvinas.

"Los chicos de la guerra", (1984), Bebe Kamin: La
historia de tres conscriptos, desde su infancia hasta su regreso
al hogar después de la Guerra de Malvinas. Tres historias
paralelas que –desde perspectivas socioculturales
distintas- llevan a una misma decepción. El film retrata
las censuras, castraciones y represiones que condicionaron a una
generación.

"Los días de junio" (1985) Alberto
Fischerman: El país está en guerra y el Papa visita
la Argentina. Un día antes llega "otro visitante", Emilio
es un actor exiliado que vuelve para protagonizar una obra
teatral. También él se encuentra con sus
"feligreses", aquellos viejos amigos que tuvo que dejar ocho
años atrás y que ahora convoca: Jorge,
biólogo que investiga problemas de fertilidad y sufre el
terror inquisitorial reinante en la Universidad; José,
abogado que dejó la profesión después de la
desaparición de su socio y se encubre como profesor en un
ignoto colegio nocturno; Alberto, un librero que estuvo preso y
que sobrevive fabricando banderas. Algo quedó pendiente
entre los cuatro amigos, un juramento de infancia que pone a
prueba la persistencia de las lealtades y los afectos. [Extracto
de la sinopsis publicada en la carátula del
VHS]

"La deuda interna" (1987), Miguel Pereyra:
Ésta es la historia de Verónico Cruz, que nace en
un lejano pueblo de la provincia de Juju, muerta su madre,
alejado de su padre, queda al cuidado de su abuela, y al morir
ésta, del maestro que ha llegado al lugar y que se
convierte en la figura paterna. El cariño entre ambos se
profundiza. Son los años del golpe militar de 1976, del
Mundial de Fútbol de 1978. Más tarde, el maestro
debe irse para enseñar en otro lugar, pero continúa
carteándose con Verónico, hasta que la
correspondencia deja de llegar. Inquieto, el maestro vuelve a
Chorcán y se entera de que Verónico viajaba,
cumpliendo el servicio militar, en el crucero General Belgrano,
hundido durante la guerra de las Malvinas. [Extraído de la
sinopsis publicada por Daniel López en el Catálogo
del Nuevo Cine Argentino 1987/1988 del Instituto Nacional de
Cinematografía].

"Hundan al Belgrano", (1996), documental por
Federico Urioste: Pretende demostrar que Gran Bretaña ha
tratado de expandir su dominio sobre América del Sur desde
el siglo XVIII. Este relato minucioso explica cómo las
Islas Malvinas han constituido el punto de apoyo
estratégico de tal objetivo. De allí en más
todos los antecedentes históricos terminarán en la
famosa confrontación de la Guerra de Malvinas, entre
Argentina e Inglaterra. Sobre esta contienda, que tuvo como
desenlace la victoria británica en 1982, la presente
película ofrece entrevistas, escenas dramáticas,
mapas y otros elementos de raíz histórica que
constituyen un elemento fundamental como documento para nuestro
país. [Sinopsis extraída de la carátula del
DVD]

"El mismo amor la misma lluvia", (1999), Juan
José Campanella: Corre el año 1980 cuando un hombre
y una mujer se cruzan, se conocen y se enamoran. Desde entonces y
a lo largo de dos décadas las transformaciones
político-sociales de la Argentina constituyen la escena
donde tienen lugar los sucesivos encuentros y desencuentros de la
pareja: la represión y la violencia de los militares, la
Guerra de Malvinas, el retorno de la democracia y el
menemismo.

"El visitante", (1999), Javier Olivera: A un ex
combatiente se le aparece el espíritu de su mejor amigo
muerto en la guerra, que obsesionado por haber muerto virgen, le
pide prestado el cuerpo. [Sinopsis extraída de Un
diccionario de films argentinos II (1996-2002) de Raúl
Manrupe y María Alejandra Portela].

"Iluminados por el fuego" (2005), Tristan Bauer:
Narra los recuerdos de Esteban Leguizamón, un hombre de 40
años que, en 1982, cuando tenía sólo 18, fue
llevado como soldado recluta a combatir a las Islas Malvinas. A
partir del intento de suicidio de uno de sus ex
compañeros, Esteban se sumerge en los recuerdos de esa
guerra que compartió con otros dos jóvenes
reclutas: Vargas, el suicida, y Juan, muerto en combate.
Allí aparecen no sólo los horrores propios de la
guerra y el padecimiento del frío y del hambre, sino
también las historias de amistad y compañerismo.
Desde la mirada de Esteban, la película pone en evidencia
la lenta y gradual inmersión de sus frágiles vidas
en el corazón de la muerte misma. A 20 años de la
guerra, Esteban decide volver a las islas para reencontrarse con
su pasado y cerrar sus viejas heridas. [Sinopsis extraída
de la carátula del DVD].

"Un cuento chino", (2011), Sebastián
Borensztein: Roberto es un veterano de la guerra de Malvinas. Su
vida se ha detenido hace veinte años a causa de un duro
revés del destino y desde entonces vive recluido en su
casa, atrincherado, casi sin contacto con el mundo, hasta que un
extraño evento lo despierta y lo trae de regreso a la
vida. [Extracto de la sinopsis publicada en la página web
del film: www.uncuentochino.com.ar]

Acercándonos al declive del gobierno militar la
situación ya era diferente y el cine argentino
comenzó a navegar por los quiebres del régimen.
Inspirados en la experiencia de Teatro abierto, en 1982, se
proclama Cine abierto.

El retorno al sistema democrático en 1983
liberó gran parte del campo cultural e intelectual de
nuestro país para abordar las circunstancias vividas
durante el proceso de reorganización nacional. A partir
del gobierno de Raúl Alfonsín (UCR, 1983-1989), se
diluyeron algunos de los peligros más serios para los
creadores y para los productores, el cine argentino,
comenzaría a vivir una nueva época de gran
afluencia de espectadores y de un importante reconocimiento en
distintos festivales y certámenes
internacionales.

En el primer año de democracia, el cine argentino
recupera su nivel medio de producción anual, y como otras
manifestaciones culturales, buscará dar testimonio del
pasado reciente y a través de imágenes participar
en el proceso de incorporación al imaginario colectivo de
las aberraciones cometidas por la dictadura militar:

"A dos Aguas" (1986), Carlos Oiguín:
Buenos Aires, noche de Navidad de 1983. Rey e Isabel, dos ex
compañeros de facultad se encuentran por azar en un
restaurant. Hace quince años que no se ven. Isabel acaba
de retornar del exilio; Rey quiere pasar la Nochebuena solo,
lidiando con sus propios demonios. El casual encuentro con Isabel
retrotrae a Rey a sus años en la facultad cuando estaba
secretamente enamorado de Isabel. A dos aguas es una mirada a los
años de fuego vividos bajo una brutal dictadura y la prisa
de los argentinos de tratar de recuperar los años
perdidos. [Sinopsis extraída del sitio oficial del
director: www.carlosolguin.com].

"Entre el cielo y la tierra" (1986) documental
por Jorge Denti: Antonio Puigjane, un humilde fraile,
padeció la "desaparición forzada": el secuestro de
su propio padre y el asesinato de su obispo (Monseñor
Enrique Angelelli). Esta "transición" la vivencia
hermanado con los humillados y construyendo su compromiso por una
iglesia que predique su evangelio a lo ancho y largo de
América Latina. A partir de sus propias experiencias,
Puigjane enjuicia a la jerarquía católica argentina
por su complicidad con la dictadura militar. [Sinopsis
extraída del Catálogo del XI Festival Internacional
DerHumALC Cine de Derechos Humanos 2009. Retrospectiva Jorge
Denti].

"La noche de los lápices" (1986), Hector
Olivera: La noche del 16 de septiembre de 1976 en la ciudad de La
Plata un grupo de adolescentes militantes que luchaban por el
boleto estudiantil secundario son secuestrados por las fuerzas de
seguridad de la dictadura. Cautivos en un centro clandestino de
detención son torturados y desaparecidos, quedando con
vida sólo uno de ellos, Pablo Díaz.
Apoyándose en el testimonio de este único
sobreviviente el film presenta una reconstrucción
ficcional de los hechos acontecidos.

La primera emisión de esta película por la
televisión abierta cuenta con el récord de
audiencia para una sola emisión, cercana al 80% en Capital
Federal y Gran Buenos Aires[13]El film se ha
convertido en un clásico de la historiografía del
período, el mismo se apoya en la investigación
hecha por los periodistas Hector Ruiz Nuñez y María
Seone quienes buscan reconstruir con la mayor fidelidad posible
el hecho (incluso se filmó en los domicilios donde se
sucedieron los secuestros).

"A los compañeros la libertad" (1987),
documental por Marcelo Céspedes: Testimonia, por primera
vez en el país, la situación de los presos
políticos heredados de la dictadura militar. La madre y el
hijo (nacido en cautiverio) de Lili de Cuesta realizan los
últimos viajes de visita a la cárcel de Ezeiza. Su
liberación y la de Pino Cuesta (su marido) junto a otros
dos presos políticos a fines de 1987 invitan a reflexionar
sobre la situación de los detenidos políticos de la
democracia y las leyes posteriores de Obediencia Debida y Punto
Final. [Sinopsis extraída de la carátula del
DVD].

"El amor es una mujer gorda" (1987) Alejandro
Agresti: Un periodista, esposo de una desaparecida, se niega a
dejar de investigar después del retorno de la democracia.
La indiferencia lo convierte en un marginal. [Sinopsis
extraída de Un diccionario de films argentinos I
(1930-1995) de Raúl Manrupe y María Alejandra
Portela].

"Juan, como si nada hubiera sucedido" (1987),
documental por Carlos Echeverria: Sobre Juan Marcos Herman, el
único desaparecido de la ciudad de Bariloche durante la
última dictadura. A partir de entrevistas a familiares,
amigos y militares responsables de puestos clave en aquel momento
un joven periodista, álter ego del director del film, se
pregunta por los motivos del secuestro y el destino final del
joven estudiante de derecho. En su recorrido el documental va
revelando contradicciones entre los diferentes relatos, puntos de
incertidumbre, complicidades entre la cúpula militar, el
poder económico, la justicia y la sociedad civil, y la
indiferencia de una ciudad que ha elegido hacer como si nada
hubiera sucedido.

"Los dueños del silencio", (1987), Carlos
Lemos: Basado en el caso de Dagmar Hagelin, ciudadana sueca
detenida-desaparecida en Buenos Aires durante la dictadura
militar. La acción se sitúa en 1977, cuando llega
al país un periodista sueco que se conecta con el padre de
la chica y con un grupo de resistencia. Todos serán
perseguidos por un Grupo de Tareas y tratarán de encontrar
un documento emanado de la Junta Militar que comprobaría
el exterminio de los opositores. [Sinopsis extraída del CD
ROM El cine argentino 1930-1997 publicado por la Cinemateca
Argentina en 1997].

"La amiga", (1988), Jeanine Meerapfel: El tema
central de la película es la amistad entre dos mujeres que
crecieron juntas en un barrio del sur de Buenos Aires. Las dos
querían ser actrices famosas. Raquel lo consigue mientras
que María se queda en el barrio, se casa con un obrero, es
madre tradicional, amante de su casa y de sus hijos. En 1976,
durante la oscura etapa de la dictadura, los militares secuestran
al hijo mayor de María. A su vez Raquel tiene que emigrar
a Alemania, país de donde sus padres tuvieron que
exilarse. El dolor y el miedo de María se transforman en
fuerza y oposición contra el sistema opresor. Se convierte
en una madre de Plaza de Mayo. Las amigas vuelven a verse muchos
años más tarde. Raquel quiere que María
olvide, pero María insiste en que nada debe ser olvidado
para que la historia no se repita. [Sinopsis extraída del
sitio oficial de la directora: www.meerapfel.de].

"DNI", (1989), Luis Brunatti: La vida de un
changarín se alterna con distintos momentos de la historia
argentina, desde 1807 hasta la recuperación de la
democracia en 1983. A través de sucesos como la vuelta de
Obligado, la guerra de la triple alianza, el grito de Alcorta, el
advenimiento del peronismo y la última dictadura militar,
se fusionan la historia personal y la historia colectiva de los
sufrimientos y las luchas de las clases trabajadoras.

"La ciudad oculta", (1989), Osvaldo
Andéchaga: Sobre los hechos sucedidos durante el mundial
de fútbol del 78, cuando el gobierno militar ordenó
levantar la villa M. Dorrego "Ciudad Oculta. [Sinopsis
extraída de la carátula del DVD].

"… La cuestión de los Derechos Humanos
está instalada con firmeza en nuestras sociedades: por un
lado como problemas, pero también, por los indudables
progresos experimentados. Desde luego estos logros no
están consolidados, ni son ajenos a severos conflictos
(…).

… El aporte de la memoria puede resultar muy
importante (…). La memoria como concepto y como
dinámica y compleja, incluye elementos sociales
políticos, antropológicos, filosóficos,
culturales, psicológicos, urbanísticos y
arqueológicos, entre otros. Acechada por el tiempo y el
olvido, tiende a agotarse con cada generación y su
naturaleza, por lo tanto es frágil (…).

… Los trabajos por la memoria, tienen en el
presente el desafío de fortalecerse en medio de las
tensiones que tema de los Derechos Humano provoca en nuestras
sociedades. Pero sin duda, es una especie de inversión
dialéctica, la memoria se convierte en una utopía.
Porque tiene la función urgente de recordar a los
ciudadanos, a los gobiernos y al Estado, cuáles son sus
prerrogativas y cuáles son sus límites en todo
tiempo y en todo lugar (…)"[14]

"Un lugar en el mundo" (1991), Adolfo Aristarain:
Un joven vuelve a un pequeño pueblo donde pasó
parte de su infancia para recordar lo vivido en aquellos
años. Sus padres, exiliados por razones políticas
durante la dictadura, se instalaron en este lugar al regresar al
país para llevar adelante tareas comunitarias. Él
era maestro y ella médica, y junto con una amiga monja
trabajaron por el bienestar de los pobladores, defendiendo sus
derechos y enfrentándose al terrateniente de la zona
involucrado en turbios negocios. El joven fue testigo de esa
lucha por la dignidad aprendiendo de sus padres valores
esenciales para su vida.

"Nunca más. Prohibido olvidar!" (1993)
documental por Miguel Matto: Mediante material de archivo y
entrevistas, este documental producido por Familiares de
Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, relata
los mecanismos de represión de la última dictadura
militar, la búsqueda de justicia a partir del retorno de
la democracia y la lucha por mantener viva la memoria de lo
ocurrido.

"Un muro de silencio" (1993), Lita Stantic:
Silvia Cassini quiere mirar hacia adelante, rehacer su vida,
reencontrar la felicidad perdida junto a María Elisa, hija
única de un truncado primer matrimonio, y a Ernesto, su
nuevo marido. Pero un hecho inesperado la obliga a volver su
mirada al pasado. Kate Benson, directora de cine inglesa, ha
llegado al país para filmar un fragmento de la vida de
Silvia, inexorablemente ligado a los hechos más
dramáticos de la historia reciente de la Argentina. Pasado
y presente, ficción y realidad se entrelazan en el relato.
[Texto cedido por la productora LITA STANTIC].

"1977, Casa tomada", (1997), María
Pilotti: La desaparición del matrimonio de ciegos formado
por María Esther Cuqui Ravelo y Emilio E.Vega y la
posterior ocupación de su casa de Rosario por parte de los
militares, son los hechos que disparan este relato sobre la vida
de la pareja y la lucha de la madre de Cuqui, la Negrita, quien
después de 20 años logra, junto a las Madres de
Plaza de Mayo, recuperar la casa tomada y convertirla un centro
de derechos humanos.

"Prohibido" (1997), documental por Andrés
di Tella: Un documental sobre la actividad cultural bajo el
régimen de la última dictadura militar en la
Argentina. Mediante material de archivo, publicidades, fragmentos
de films y entrevistas a intelectuales y artistas se evocan la
persecución, la censura y las diversas experiencias de
resistencia cultural de quienes trabajaban en el cine, el teatro,
la literatura y los medios de comunicación durante los
años del terrorismo de Estado.

"Garage Olimpo" (1999), Marco Bechi: Una joven
que realiza tareas de alfabetización en un barrio de
emergencia es secuestrada por un grupo de tareas de la dictadura
y mantenida en cautiverio en el centro clandestino de
detención conocido como "El Olimpo". Entre sus
torturadores encuentra a uno de los inquilinos de la
pensión de su madre. Entre ambos surgirá una
relación perversa marcada por la presencia constante del
horror y la amenaza de la muerte.

"… la memoria –a través de una
enorme cantidad de medios distintos como los sitios, los
monumentos, las marcas urbanas, los testimonio, los actos, las
recordaciones, los textos, los medios audiovisuales- se propone
decir a los ciudadano que aquello a lo que alude, no es algo que
les sucedió y les sucederá solo a sus antepasados,
sino de la misma manera puede ocurrirles a ellos en el futuro, en
cualquier ocasión de disidencia.

Y que de hecho hoy, les ocurre en la vida cotidiana
–por ejemplo en el maltrato policial, en el hacinamiento
carcelario o en la pobreza hospitalaria, en las escuelas
abandonadas…. O en la imposibilidad de romper los secretos
acerca del modo en que el poder es ejercido cuando los Estados y
los gobiernos no son
transparentes-…"[15]

"H.I.J.O.S. el alma en dos", (2002), documental
por Carmen Guaraní: El tema de la identidad es para los
H.I.J.O.S. (Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido
y el Silencio) origen y motor de la acción. El film
atraviesa las búsquedas de sus identidades encarnadas en
protagonistas individuales pero inscriptos en una búsqueda
colectiva. Estas historias nos permiten indagar en nuestro pasado
reciente pero también en nuestro presente. H.I.J.O.S.
desde la Red Nacional e Internacional que han conformado, acciona
por la construcción de una sociedad en donde la justicia y
la verdad no sean sólo conceptos sino una práctica
y un derecho cotidianos. [Sinopsis extraída de la
página web de la productora del film:
www.cineojo.com.ar]

"Kamchatka", (2002), Marcelo Piñeyro: Tras
el golpe de Estado de 1976, un niño de 10 años de
edad debe abandonar su casa y la escuela para mudarse junto a sus
padres y su hermano menor a una quinta en las afueras de la
ciudad. Sin llegar a comprender por qué debe adaptarse a
esta nueva vida ni tampoco por qué sus padres
decidirán dejarlo bajo el cuidado de los abuelos, el
niño encontrará en los juegos una clave para
resistir.

"Los rubios", (2003), documental por Albertina
Carri: Exploración sobre la memoria a partir de la
ausencia de sus padres, secuestrados y desaparecidos durante la
última dictadura. Combinando múltiples recursos,
como textos leídos, carteles, el color y el blanco y
negro, el fílmico y el video, entrevistas, muñecos
Playmobil y una actriz como alter ego, elabora un relato
fragmentado que circula entre la ficción y el documental.
Los rubios es una reflexión sobre las posibilidades de
representación, la reconstrucción de un
vacío, la búsqueda de la propia identidad y la
elaboración de un duelo a través del
cine.

"Prohibido dormir" (2004), documental por Paula
Bassi: El 11 de octubre de 1972, el Ejército
irrumpió en la ciudad de Trelew. Los militares realizaron
más de 50 allanamientos y detuvieron, sin
justificación alguna, a 16 ciudadanos que fueron
encarcelados en Buenos Aires, a 1600 km del lugar. Como
reacción, Trelew se alzó: la gente ocupó el
teatro principal y se organizó una gran asamblea popular.
Paros generales y manifestaciones masivas marcaron una protesta
que concluyó cuando los últimos presos fueron
liberados, el 27 del mismo mes. [Sinopsis extraída de la
página web de la productora del film:
www.cineojo.com.ar]

"NN (Ni en el río ni en las tumbas)"
(2005), documental por Berta Chudoba: Realizado en
Verónica, Magdalena y las costas del Río de la
Plata, este documental muestra las huellas de la larga noche
iniciada en marzo de 1976. Con los testimonios de bomberos,
empleados municipales, sepultureros y abogados que denunciaron
los enterramientos NN ("no nombre") se reconstruyeron los hechos.
La frescura de los alumnos realizadores de esta
investigación permite ver las contradicciones de lo que
está frente a los ojos de una comunidad. [Sinopsis
extraída del Catálogo del VIII Festival
Internacional DerHumALC Cine de Derechos Humanos
2006].

"Propaganda negra" (2006), documental por Julio
Rivero: Busca poner en evidencia los mecanismos de control y
represión que la última dictadura ejercía
sobre la sociedad a través de la publicidad, la prensa
gráfica y la cultura en general. La película
rescata gran cantidad de publicidades de la época
recuperadas por alumnos y docentes de la Universidad Nacional de
Lomas de Zamora. [Sinopsis extraída de la página
web: www.revolutionvideo.org].

"Sueños compartidos" (2007), documental
por Edgardo Cabeza: Cuando en enero de 2006 las Madres decidieron
realizar la última Marcha de la Resistencia, muchos
pensaron que comenzaban a dejar un espacio protagónico de
la lucha que las identificó durante treinta años,
pero una vez más volvieron a levantar las banderas de sus
hijos y en los mismos lugares donde ellos comenzaron sus luchas y
de donde muchos de ellos fueron secuestrados y desaparecidos, las
Madres empezaron a cambiar la realidad de los más
marginados, de los que siempre necesitaron todo. Por eso se
levantaron las primeras viviendas, en la Villa 15 de Ciudad
Oculta, y al mismo tiempo el jardín materno infantil, la
escuela, etc. Al poco tiempo, este emprendimiento siguió
en el barrio Los Piletones y continuará en predios de la
Av. Castañares, y en cada lugar donde la necesidad de la
gente lo exija. [Extraído de la carátula del
DVD].

"… Participar en la construcción de la
memoria social implicaba una decisión previa: la de
seleccionar aquellos elementos del pasado que queríamos
registrar y problematizar. Se trataba, en definitiva, de
establecer qué historia intentábamos contar a
partir de los testimonios reunidos en un archivo. Contribuir a
volver inteligible nuestro pasado reciente demandaba escapar a
otras versiones que lo encerraban en una visión abismal e
inexplicable. En ellas, encontramos cierto grado de
reproducción de la experiencia vivida en las palabras y
expresiones que intentan relatarla: "años negros",
"horror", "espanto", "inenarrable". Las "desapariciones", los
"silencios", las represiones y las negaciones, habitan tanto el
pasado como los discursos que a él se refieren. En nuestra
opinión, al remitir la experiencia colectiva al sin
sentido y al absurdo, se puede describir pero no explicar. En
tanto la experiencia histórica en sí misma no
contiene un sentido inmanente, la representación –
también histórica – puede otorgárselo.
Combatir la negación social de esa experiencia
traumática no es equivalente a "sumar recuerdos", sino
ofrecer una narración que incorpore esa experiencia
haciéndola inteligible, pensable y, en última
instancia, apropiable…"
[16]MEMORIA

"30.000 razones para seguir buscando" (2009),
documental por Soledad Gonnet: El documental plantea un recorrido
desde la época de la última dictadura hasta
nuestros días a través del relato testimonial de
Nora Cortiñas, cofundadora de Madres de Plaza de
Mayo-Línea Fundadora. Apoyada por otros testimonios la
mujer relata su experiencia a partir del momento de la
desaparición de su hijo en 1977.

"Adopción" (2009), David Lipszyc: Ricardo,
que vive una relación homosexual con su pareja, adopta a
Juan, un chico nacido en 1976. Si bien el niño se integra
a su nuevo hogar, Juan continúa padeciendo los miedos del
pasado. Ricardo cree conveniente que su hijo conozca sus
raíces e inicia la búsqueda de su identidad,
descubriendo que la verdadera historia es diferente a la escrita
en el legajo de Juan. [Extraído de la sinopsis del sitio
oficial del film: www.adopcion-elfilm.com.ar]

"El piano mudo", (2009), Zuhair Jury: La historia
transita la vida del músico Miguel Angel Estrella, tomando
como eje su cautiverio en la cárcel de Uruguay durante la
última dictadura militar. Miguel Ángel Estrella
sufre torturas y vejámenes, superándolas con la
fuerza de sus convicciones y su profunda espiritualidad. Haciendo
uso de ésta, viaja oníricamente por su historia,
reencontrándose consigo mismo para convertirse a partir de
su liberación en un símbolo de la lucha por los
Derechos Humanos y la dignidad de los pueblos en todo el mundo.
[Sinopsis extraída de la página web:
www.escribiendocine.com]

"…A través de los bocetos de los propios
sobrevivientes, de los relatos testimoniales y de la
investigación topográfica, pretendemos combatir el
olvido, identificar y hacer visibles estos sitios y usarlos como
espacios que estimulen la reflexión sobre el pasado, para
una mejor comprensión de los problemas del presente.
¿Qué preguntar y cómo hacerlo?

En un archivo de este tipo "qué y cómo
preguntar" evidencia todo su carácter ético y
político. El desafío se centra en establecer un
equilibrio: por un lado, documentar los discursos organizados
sobre la memoria junto con o por medio de, una
constelación discursiva que probablemente tome fragmentos
de esos discursos como organizadores de sus propias memorias
individuales. Por otro lado, las personas que acceden a prestar
su testimonio se exponen en lugares sumamente vulnerables de su
propia subjetividad, en un ejercicio que, en definitiva, implica
desplegar públicamente heridas muchas veces
desgarradoras…"[17]

"El secreto de sus ojos" (2009), Juan José
Campanella: Al jubilarse de su trabajo en un juzgado penal, un
hombre se decide a escribir la novela que siempre
postergó, basada en hechos reales ocurridos en 1974 en
torno al asesinato de una joven. Gracias a la
investigación realizada con su entonces compañero y
amigo y la mujer de quien está enamorado, el culpable es
llevado a la cárcel, de donde es liberado al poco tiempo
convertido en informante y agente parapolicial de la triple A.
Décadas después el protagonista se dispone a
averiguar el destino de aquel hombre con el objeto de saldar
definitivamente ese pasado y poder enfrentar a la mujer que
ama.

"Los condenados" (2009), Isaki Lacuesta: Dos ex
guerrilleros se reencuentran treinta años más tarde
en una excavación ilegal, para buscar el cuerpo de un
tercer compañero desaparecido entonces. Pero ya no son los
mismos. La tensión y los secretos guardados durante tanto
tiempo irán surgiendo a medida que avanza la
búsqueda del amigo. [Sinopsis extraída de la
carátula del DVD]

"Matar a Videla" (2009), Nicolás Capelli:
Un joven toma la decisión de suicidarse pero antes de
hacerlo quiere saldar sus cuentas pendientes. Además de
renunciar a su trabajo, separarse de su novia y reencontrarse con
su familia y amigos pretende dejar un legado a la sociedad
ideando un plan para asesinar a Jorge Rafael Videla, dictador
responsable de numerosos crímenes perpetrados durante la
última dictadura en la Argentina.

"…Así como nos interrogábamos sobre
cómo preguntar, también decidimos qué
omitir. Una decisión difícil pero cardinal para la
vertebración de la política de la memoria a la que
pretendíamos contribuir. Decisión que se planteaba
casi en términos dilemáticos: registrar el terror
sin (re)producirlo.

….Una parte central del contenido del archivo
debe dar cuenta de las diversas experiencias a que dio lugar la
modalidad represiva del terror estatal en la Argentina. En este
sentido experiencias de secuestro, tortura, violación,
humillación, dolor, miedo, junto a otras menos extremas
como las prácticas de disciplinamiento social y cultural,
necesariamente deben estar presentes en los testimonios
obtenidos. Que ese pasado existió es parte central de lo
que debe ser mostrado, registrado…"
[18]

"El abismo… todavía estamos" (2010),
Pablo Yotich: Ernesto, motivado por el nacimiento de su primera
hija, decide ir a vivir con su novia Paloma a mediados del
año 1978. Sin saber que los militares los están
buscando para detenerlos por orden de su hermano mayor, es
llevado a uno de los centros clandestinos más peligrosos
de la Argentina. Una vez detenidos, Paloma muere dando a luz,
mientras que Ernesto es torturado hasta su último
día. En el año 2010, Lucas, hermano cura de Ernesto
y Felipe, cree reconocer a la hija de la joven pareja, Natalia.
Tras contactarla, ella deberá decidir si acepta su
verdadera identidad o la impuesta, con la cual aprendió a
vivir durante 31 años. [Sinopsis extraída de la
página web de la productora del film:
www.checontenidos.com.ar]

"El premio" (2011), Paula Markovitch: Ceci, una
niña de siete años, tiene que guardar un secreto
muy grande pero sin entender completamente de qué se trata
ese secreto. La vida de su familia depende de su silencio. Pero,
¿qué es exactamente lo que tiene que callar? Ceci y
su mamá viven escondidas de la represión militar en
Argentina. Ceci se pregunta: ¿Qué es lo que debe
decir? ¿Qué es lo que debe realmente creer y hacer
para merecer el amor de su madre y de los demás? [Sinopsis
escrita por la directora PAULA MARKOVITCH, publicada en la
página web http://www.imdb.com y traducida por Memoria
Abierta]

"….Es cierto también que en el contexto
histórico en el cual realizamos las entrevistas existe un
saber social en torno a las distintas prácticas
represivas, saber social al cual podemos apelar. La
divulgación del Nunca Más, el Juicio a las Juntas
Militares y la presencia en medios masivos de comunicación
de temas vinculados a las violaciones a los derechos humanos,
así como la abundante producción fílmica
-documental y de ficción- reflejan y alimentan ese saber
social con el que contamos. Más aún, ha sido la
práctica de testimoniar la que más ha contribuido a
la construcción de saberes sobre las modalidades
represivas del terrorismo de
Estado…"[19]

CAPITULO IV

El cine europeo como
instrumento que mantiene viva la memoria, extraído del
trabajo de Martinez Salanova Enrique, "Cine Europeo, Memoria de
Europa". Vol. XVII, núm. 35,2010, pp.79-82. Grupo
Comunicar, España

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CAPITULO V

Entrevista a Jonatan
Colombini 23/05/11

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Jonatan Colombini, (1985) nació en Florencio
Varela. Cursó la Licenciatura en Comunicación
Social, dictada en la Facultad de Periodismo y
Comunicación Social de la UNLP. A los 18, comenzó a
trabajar en las versiones Online de distintos Medios de
Comunicación pasando por diarios de tirada nacional como
Crónica e Infosur y local como Revista Cotarro y Revista
ECOS.

Fue Miembro Fundador del Círculo de Prensa de
Florencio Varela. Trabajó en radios como AM y FM
Universidad (La Plata), La 97 FM, FM La Tribu, FM Espacio y la
2×4; donde se desempeñó como conductor, editor y
productor.

Desde 2007 es ayudante-docente de la cátedra
"Nuevas tecnologías en comunicación" dentro de la
FPyCS (UNLP); y su extensión en Moreno. Además de
ser disertante en los distintos seminarios sobre Nuevas
Tecnologías que ofrece la misma Unidad
Académica.

En 2008 crea Che Contenidos, una productora de
contenidos para medios con fuerte anclaje en el Cine. Ahí
comienzan a gestarse proyectos como "El abismo…todavía
estamos", primer largo cinematográfico de la productora
-estrenado el 24 de marzo de 2011-. En ese proyecto se
desempeñó como Productor General hasta conseguir el
subsidio de la 3ra vía de Instituto Nacional de Cine y
Artes Audiovisuales (INCAA), adquiriendo además los
antecedentes para conseguir subsidios en sus próximos
proyectos cinematográficos.

En 2009 comienza a trabajar en su propio Estudio
Creativo de Diseño y Comunicación, 360inhouse.com,
donde -hasta la actualidad- continúa planificando y
realizando desde Sitios Web, revistas digitales y especiales
multimedia hasta diseño gráfico campañas de
marketing, comunicación y artísticas
radiofónicas para clientes de Argentina,
Latinoamérica y España.

En 2011 comenzó a cursar la Licenciatura en Artes
Multimedia en el IUNA con el fin de profundizar sus conocimientos
en la comunicación interactiva basada en las tendencias
tecnológicas.

"Empecé como ayudante de cátedra, en
una rama que se llama tecnologías en la
comunicación, que es en realidad a lo q me dedico. Me
aboco a la comunicación en varios aspectos, por un lado el
cine que fue una muy linda experiencia y es probable que siga con
eso en un futuro, documentales precisamente, q es la parte que
más me gusta y me llega, y por otra parte, con "360 in
house", que es la parte económica, la que me hace
vivir.

La parte del cine, por lo menos, lo q es vinculado a
los derechos humanos, no es una cosa que de ganancia o q te
permita vivir holgadamente, entonces es como que uno va
compensando, por un lado, trabajo con empresas, clientes etc, esa
es la parte mas comercial y por otra parte, me permito hacer
algunas cosas que son menos rentables, pero que quizás te
llenan un poco más, de hecho, esta bueno que no sean
rentables, o por lo menos no pensarlo como tal, si lo es,
buenísimo, sino, no importa, tengo otra
entrada…"

P.: -¿Podría hablarme del rodaje de la
película?, estuve leyendo que les costó
bastante.

JC.: Si, costó bastante, yo estaba
terminando la facultad en La Plata, y nos vinimos a capital con
la idea de tener una productora, sin tener ningún tipo de
experiencia, ni nada, nos mudamos con Pablo (Yotich),
vivíamos dos en un mono-ambiente, que era oficina
departamento, todo junto. Vivía haciendo sitios web, y
cosas por el estilo, que es de lo que laburo hoy en día, y
con eso me mantenía, mientras tanto íbamos
generando la película que en principio fue una obra de
teatro, la idea era armar algo con una pantalla de fondo,
improvisar un poco en el teatro que en ese momento nos
parecía q estaba como muy estancado en cuanto a
innovación, y había cosas en la tecnología
que nos permitían innovar un poco más.

Después se fue tanto por las ramas, que devino en
película. Fue muy buena experiencia, empezamos un grupo de
cinco personas, escribiendo un guion, que venía de un
libro que no estaba editado, y que la escritora se lo
cedió a Pablo. La historia la agarramos, la transformamos,
la despedazamos toda.

Empezamos a laburar un poco con las abuelas de plaza de
mayo, de hecho la puerta fuerte fue esa. Imagínate,
éramos un grupo de "pibes" que no teníamos plata,
pero teníamos voluntad y una buena causa, de hecho eso fue
la bandera para salir adelante, la causa, objetivos a seguir, y a
partir de ahí buscar apoyo de todo el mundo, además
por suerte el contexto político nos ayudó bastante
en relación a la película, y por suerte se coparon
muchísimos actores.

P.: ¿Cuál es la diferencia o
relación que existe entre el documental y la
ficción?

Partes: 1, 2, 3
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