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¿Cómo educar, formar y rehabilitar?




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    ¿Cómo educar, formar y
    rehabilitar?

    Según José M. Cagigal: La
    Educación Física es, ante todo una ciencia con
    objeto formal propio; el ser humano en período de
    formación. Por consiguiente, ha de tener su propia
    metodología.

    1ª) Se trata de una ciencia situada
    dentro del campo general de la pedagogía. El profesor de
    Educación Física ha de contar con todos los
    ingredientes formativos de un pedagogo. Los tratadistas de la
    Educ. Física, que esta ha de ser dirigida, ante todo, por
    pedagogos y filósofos. En esta segunda palabra ésta
    ha de ser el entendimiento específico de la primera. Para
    comprender que cosa haya de ser el pedagogo en Educación
    Física, es menester fundamentar una auténtica
    filosofía de la Educ. Física. De esa
    filosofía de la educación se habrá de
    deducir el perfil específico que ha de tener el pedagogo o
    sea el Profesor en la materia, dentro o al lado del marco
    genérico de la pedagogía.-

    2ª) Estos serán especialistas
    en la Educación Física. Dentro de la moderna Educ.
    Física, hubo corrientes higienistas, patrióticas,
    militaristas, etc. Pero podemos dejar de ignorar el predominio
    intelectualista que predominó los sistemas occidentales
    entre ellos Guts.Muts, Comenius y sobre todo Victtorio da Feltre,
    son jalones que se han tener en cuenta. La ascética
    pedagógica cristiana tuvo su influencia en la
    concepción pesimista del hombre. Luego el Renacimiento sin
    dejar de lado el intelectualismo atendió a sensibilidad
    estética del cuerpo humano. Y se sigue con los movimientos
    que se caracterizan por una progresiva fundamentación
    científica. La Educación Física se
    alía, primero con la anatomía y fisiología,
    luego con la anatomía funcional y la biología y
    así consolida su mayoría de edad. Es indudable que
    la Educ. Física debe tener una visión integral del
    ser humano, entendiendo a esta como objeto de la labor
    pedagógico.

    Se acepta que el profesor de
    Educación Física haya de poseer conocimientos de
    pedagogía, psicología en general, anatomía,
    fisiología y sociología.

    Sobre estos elementos debe ser estructurada
    una Educación Física, base de una generalizada
    Cultura Física.

    Estos conceptos y principios están,
    en la formación de todo docente, profesor de
    Educación Física, si fueron impartidos en nuestros
    cursos (año 1950 y posteriores) pero siempre hay un pero;
    no tuvimos un estudio sobre nuestro perfil sociológico, un
    saber o una orientación a que sector etáreo
    teníamos preferencia; inclinación; capacidad para
    desarrollar nuestra vocación.

    De acuerdo a nuestra calificación
    final y ranking, teníamos elección de cargo,
    preguntarán ¿no tuvieron práctica docente?
    Si en escuelas en las cuales no siempre cubrían o
    satisfacían nuestras aspiraciones, he inquietudes.
    ¿Por qué? Bien por que no tenían
    instalaciones acordes en las (escuelas públicas estatales,
    gratuitas) a lo practicado, aprendido; el recibimiento de las
    Directoras, maestras, era frío, o éramos la
    solución para que al finalizar el año, los
    niños debían marchar formando columnas, filas en
    actos, o el apoyo a la fiestita de fin de año.

    Debíamos de plantear y exponer
    nuestros derechos como un docente más, pero no
    teníamos el respaldo de nuestro organismo. Nuestro
    análisis de la situación motriz de los escolares
    quedaba relegado. Pero había excepciones, en algunas
    escuelas de contexto crítico, en zonas rurales, o en
    escuelas con capacidad y programación para actividades
    pre-deportivas y deportivas como: hand-ball y atletismo, se
    llevaba un programa deportivo, pero eran contadas, dado que
    debían ser apoyadas por la Dirección escolar, con
    la participación de una maestra y el apoyo de padres.,
    situación que no siempre se daba, dado que las
    competencias, llevaban horas extras al maestro y a la
    Dirección de la escuela, que no eran compensadas
    económicamente.

    Al comenzar el año y en la
    elección de cargos, decidí elegir un gimnasio o
    centro multifuncional, que tenía baños, vestuarios
    para ambos sexos, oficina docente y una
    Dirección.

    Pensé que tocaba el cielo con mis
    manos…pero debo aclarar ciertos aspectos que tenía
    este nombramiento, contaba con un personal docente de años
    en sus funciones próximo quizás a jubilarse; con
    conductas y programas conservadoras y no estar dispuestos a ver
    invadido su protocolo. Aclaremos… mi generación del
    año 1958, usábamos equipo largo deportivo, o sea
    pantalón, campera en invierno, short corto en verano y
    calzado deportivo liviano, como también el trabajar en
    determinadas actividades, "descalzas."

    Mis colegas al frente del departamento
    femenino, usaban a la usanza antigua de pollera acampanada
    o tableada con largo por debajo de la rodilla., de color gris, el
    estilo o protocolo de esos años de la Com. Nac.
    Educación Física dejaba libre al criterio de cada
    docente el color; claro que la moda influenciaba en la propuesta
    y tomamos el color azul, con la insignia de nuestro
    organismo.

    Los enfrentamientos no tardaron en
    aparecer; 1) la entrada en calor, avanzando o trotando en
    forma libre por el gimnasio, propuesta no aceptada, dado que se
    exigía por la Dirección del gimnasio, que se
    debía marchar, con el consabido izquierda y derecha en los
    pasos, en columnas y formar para los ejercicios fundamentales
    (A).2) usar el piso del gimnasio que era de madera
    lustrada, para los ejercicios abdominales, decúbito
    ventral, o dorsal, etc. (no aceptado). Fui llamada a la
    Dirección para explicar mi programa, que tenía
    confeccionado y que determinara el porqué usar posiciones
    riesgosas que podrían clavarse alguna astilla (?), o
    dañar la ¡columna!

    El Director del gimnasio, también
    observaba mis movimientos, al correr encontraba que caía
    polvillo del techo, que podía anticipar un
    ¡derrumbe! el mismo, argumento que rebatí informando
    mediante la venida del personal de talleres de la Com. Nac. Educ.
    Física que al secarse la pintura que era de cal, esta por
    la vibración del piso, se desprendía, pero el techo
    no corría riesgo. Dio la orden de no trotar, no rebotar,
    en fin "estaba cercada".

    Para terminar: en cada área tanto
    femenina como masculina, había una caldera alimentada a
    leña, para que las duchas tuviesen agua caliente; en
    virtud de que el horario era extenso, ocupaba el medio
    día, no tuve mejor idea que en el borde de la caldera,
    colocar el sándwich o sea tostar el mismo y hacerlo
    más apetecible, claro el olor, aroma a pan tostado, a
    veces se expandía y resultó que mis colegas dieron
    el aviso al Director y este al borde de la histeria, me
    increpó el no tener respeto por la normas, tenerlo con la
    presión al límite y que había informando a
    mis superiores la conveniencia de mi traslado, dado que no me
    ajustaba a las reglas y era un ¡mal ejemplo!

    El Director General de la Com. Nac.
    Educación Física era un profesor recio, pero
    justo(a veces) gritón cuando perdía los estribos y
    citaba a los docentes para solucionar los problemas, aclarar
    situaciones después de las 7 h PM, me recibió con
    cara de pocos amigos y expresó mi poca
    consideración con colegas adultos mayores, que estaban al
    final de su carrera, no comprendiendo sus formas de pensar y
    actuando siempre en forma avasalladora.

    Para que entendiera el privilegio con que
    se me había compensado, me enviaba a una plaza en una
    zona, dónde iba a entender como trabajaban otros
    docentes…

    No contesté, acepté el cambio
    y pensé que debía incursionar por otros
    ámbitos, carecía de experiencia sobre locales,
    gimnasios, plazas en fin las instalaciones que integraban el
    organismo.

    Llegué y más que sorprendida,
    era una placita en forma triangular, en el extremo de una
    esquina, que contaba con una cancha de volley- ball, un
    rectángulo que no tenía medidas oficiales con
    tableros de basket, unas hamacas infantiles, 2 bancos de madera,
    una oficina o dependencia pequeña, que tenía un
    funcionario que oficiaba de guardián de la misma. Me
    presenté y me señaló lo precario de la
    misma, dado que tenía una pequeña habitación
    que oficiaba de depósito, dónde guardaba los
    útiles, las pelotas, red de volley y útiles de
    limpieza. Pregunté ¿el baño? No tenemos;
    concurrimos a la buena disposición de una vecina, que en
    caso de extrema necesidad, nos permite el uso. Los chicos que
    concurren a la placita, vamos al bar de la esquina, que siempre
    nos habilita el uso de los higiénicos-

    Me sentí abrumada, y desorientada,
    no tardaron muchos minutos, entró un Inspector que sobre
    aviso venía a constatar mi presentación al nuevo
    servicio. Lo medí con la mirada, (debo aclarar que
    tenía y tengo un carácter, poco controlable,
    más en esos años), le pregunté si no se
    avergonzaba de presentar un lugar como este, carenciados
    totalmente para realizar actividades recreativas, físicas,
    sin baño y para rematarla, ¿esta habilitado por la
    Intendencia Municipal de Montevideo?

    Bueno, no hay que dar mayor
    información que devuelta tuve que volver a las oficinas
    centrales, pero me preparé muy bien ante la embestida del
    Director.

    Entré no después de las 7 HP;
    si no a las 5 HP, en punto.

    Por supuesto que llevé escrito lo
    que ha continuación transcribo, para dejarlo como
    testimonio:

    La educación ha sido a
    través del tiempo, de múltiples enfoques
    críticos formulados en función de los distintos
    puntos de vista filosóficos y bajo la influencia de las
    condiciones socioculturales de cada época. Su
    análisis puede encararse desde las perspectivas
    sociológica, biológica, psicológica y
    filosófica

    Los criterios dominantes en nuestros
    días son el sociológico y el
    biopsicológico.

    Si tenemos a la Educación en el
    proceso que aspiramos a preparar generaciones nuevas para
    reemplazar a los adultos que naturalmente, que se van retirando
    de las funciones activas de la vida social, debemos asegurar
    valores y formas de comportamiento social de probada eficacia en
    la vida de una sociedad.

    La Educación es un proceso que
    atiende a capacitar al individuo para actuar concientemente
    frente a nuevas situaciones de la vida aprovechando experiencias
    anteriores, teniendo en cuenta la integración y la
    continuidad y el progreso social y educacional
    .

    Hacia una Didáctica General y
    Dinámica
    .

    Imedeo G. Nérici.

    Espere algún gesto, dejando lo
    expresado por escrito en el escritorio, y con voz firme dije:
    Ahí no vuelvo más. No estudié tres
    años, a un promedio de 16 materias, por año para
    terminar en un lugar sin perspectiva, sin posibilidades de
    formar, educar y crear hábitos de higiene.

    Me escuchó, me midió con una
    mirada interrogadora y dijo:

    Con agallas y mucho cogote, podría
    haber un sumario, una advertencia por la conducta impertinente
    frente al Inspector, pero en fin sigue con suerte, dado que el
    área de la enseñanza deportiva en Secundaria
    solicita ¡ya! una docente para el liceo N 4º, en
    virtud de aproximarse los eventos de encuentros de atletismo y es
    un liceo con prestigio, su Director quiere una
    representación con nivel del citado liceo.

    Es un liceo que permanece todavía
    enorme que ocupa una manzana, pero con la mentalidad de los
    años 40-50; estar rodeado de enormes arcadas y columnas en
    el centro un gran patio abierto dónde las clases
    desembocan para recrearse, con dos plantas y espaciosos
    corredores.

    ¿Pero la actividad deportiva en
    dónde? El embaldosado del patio era rugoso, las
    caídas podrían resultar dolorosas si
    realizábamos piques, no teníamos baños
    deportivos para cambiarnos, el lugar no era correcto. Planteamos
    el Director los inconvenientes y realizó gestiones para
    concurrir a una plaza de deportes en el Parque Rodó,
    cercana al liceo.

    Si tenía baños para cada
    sector femenino y masculino, canchas de tenis, basket, volley,
    hamacas y para realizar piques y carreras cortas, un sector
    detrás de las canchas de tenis, que permitía el
    entrenar en ese fundamento, por cierto todo al aire libre,
    ningún espacio cerrado en caso de mal tiempo o
    frío, ya que era invierno y las competencias se realizaban
    en setiembre; mes de la primavera y las vacaciones
    adjuntas.

    Recordé mi promesa de no trabajar en
    atletismo, siendo que fue la materia que con mayor esfuerzo y
    tiempo que me costó obtener el título, pero era un
    desafío, una última oportunidad ya que mi
    situación peligraba por mis desacatos frente a los
    anteriores nombramientos.

    Empecé ofreciendo por clases, el
    interés de participar, entrenando para el evento, o sea
    lograr una pre-selección, el Director sugirió que
    fuese femenina, para evitar situaciones conflictivas ya que la
    plaza estaba en pleno ¡parque! y una profesora mujer,
    debíamos mantener una distancia con el desarrollo de
    actividades que recién comenzaban y evitar situaciones
    riesgosas con los padres.

    Tuve éxito, por que el Director
    colocó el horario dentro de la currícula y muchas
    jóvenes, tratándose de no tener que concurrir al
    liceo; ¡aceptaron!

    Volver a los libros de entrenamiento,
    ajustar mi perfil de entrenadora, me costó y más
    con las preguntas que siempre realizan, ¿si era campeona
    de qué disciplina, si había competido?, fui muy
    franca, era un desafío para todas, tratar de hacer un buen
    papel deportivo.

    Soy profesora, nunca competí, pero
    esto va ser un desafío para Uds, y para mí y si
    hacemos un papel digno, el liceo se sentirá orgulloso por
    nuestra participación.

    Para rematarla , en el club Sporting , o
    sea al lado de la plaza entrenaba el liceo N 7º de la zona
    de Pocitos, tenían gimnasio, cancha abierta en fin, el
    Director del liceo aficionado al basket, que era el deporte que
    militaba en dicho club, otorgaba las instalaciones al mencionado
    liceo, como apoyo al deporte estudiantil.

    Nos vigilábamos y sabíamos
    del prestigio deportivo del mencionado liceo, que de larga data
    competía en atletismo. Las colegas del N 4º,
    después de entrenar con un tiempo en días
    fríos, de lluvia, me plantearon por que no solicitar el
    préstamo del gimnasio ¿algunos
    días?

    Nos presentamos a los dirigentes y
    explicamos la situación que padecíamos, siendo que
    el liceo quedaba a pocas cuadras y algunos habían
    concurrido y los ex –alumnos, sentirían con orgullo
    el apoyarnos. Dio la casualidad, que en ese momento
    partían las profesoras, colegas y con gesto altivo nos
    saludaron y apenas dirigieron la mirada a las
    autoridades.

    Esto bastó para que los directivos
    nos otorgaran horarios para el uso del gimnasio y la cancha
    abierta, nos invitaran a comer o usar la cafetería, para
    una merienda, etc.

    Mejoramos y se acercaron más
    docentes, en virtud de la calidad del equipo, que tomaba forma,
    con una comisión de padres, por que había que tener
    equipos, calzados de clavos que no poseíamos, en fin
    necesidades que el liceo a más de la insignia no
    podía otorgar; nada. Pero el club que nos daba cobijo,
    realizó unos de los bailes que mensualmente realizaba y
    que con el apoyo de los estudiantes, que querían ver y
    bailar con sus compañeras, el apoyo del Director, logramos
    los equipos, algunos zapatos de clavos a compartir, de acuerdo
    con los números y "a competir"

    Debo de reconocer que el desfile de
    nuestras alumnas atletas, fue emocionante, cabe resaltar algunos
    perfiles para mí inusitados, una atleta de origen
    húngaro, que quería ser aviadora, buen
    físico, implacable en los desafíos de correr
    carreras de velocidad, se imaginaba que volaba, ganó con
    el aplauso de los presentes y la emoción de sus padres,
    inmigrantes que no entendían mucho el significado de
    competir. Una morena, pequeña fornida, que venía
    desde lejos, su madre trabajaba como doméstica en la zona
    del liceo, lanzaba la bala con furia inigualable, por supuesto
    obtuvo su medalla y su madre agradecía, el orgullo que
    esta presea significaba para la familia. Y la última, la
    más incumplidora, poco querida por sus desacatos y siempre
    destacándose por tener una figura elegante, dio el
    batacazo en salto alto, no dejábamos de estimularla,
    alentarla, por que competía con el liceo rival, el N
    7º, ganó se llevó las miradas de todos los
    presentes, la ¡perdonamos!

    El club realizó un baile para
    destacar su apoyo y entregar medallas a las competidoras,
    había satisfacción y orgullo por parte de
    Directores, padres, compañeras de trabajo en fin, me
    sentí aliviada de haber cumplido.

    Una vez más reconocí el valor
    de las enseñanzas de José María
    Cagigal
    :

    El juego deportivo brinda muchas
    posibilidades de contacto directo con la naturaleza, con las
    cosas simples, con la espontánea riqueza que reboza la
    amistad. Una ciencia; la Educación Física cuyo
    objeto formal es el ser humano, la juventud, puesto que es el fin
    de toda educación, ha de integrarse en su
    metodología todas las propuestas
    lúdico-deportivas.

    Este programa de formación
    deportiva, que se implementó en el liceo por parte del
    equipo docente, llamó la atención de las
    autoridades de nuestro organismo o sea la Comisión
    Nacional de Educación Física.

    Todo proyecto tiene su fin y mi Director, o
    sea el responsable de mi nombramiento, entre asombrado y
    satisfecho, propuso que el año entrante se pusiese en la
    lista de elección de cargos al liceo N 4º (Zorrilla
    de San Martín).

    Como toda actividad docente y deportiva,
    siempre hay directores de instituciones que buscan profesores
    para integrar a sus filas y eso me aconteció, nada menos
    que la Directora del Instituto José Batlle y
    Ordóñez, liceo femenino que en mi adolescencia
    había realizado los cursos secundarios, no habiendo nunca
    bajado a su gimnasio, por elegir practicar la natación y
    siendo el apoyo que tuve de una docente cuando no pude ingresar a
    la Facultad de Medicina y orientarme ella a la Educación
    Física.

    El destino, tiene infinitas formas de
    formar a un docente, por respeto y agradecimiento aunque ya no
    está entre nosotros la profesora y Directora del Instituto
    mencionado era Nelly Rey de Langlade, también Profesora de
    gimnasia formativa en el Instituto de Educación
    Física y su esposo Profesor y Director del Instituto de
    Educación Física Prof.Alberto Langlade.

    Me imaginaba dando clase o apoyando a otra
    docente, en el gimnasio que nunca concurrí, por elegir
    como lo expresé la "natación" en el club Neptuno.
    Pero no; se me asignó el apoyar las necesidades de
    situaciones que se presentaran en el Centro, llevar una agenda
    con teléfonos y personas a contactar, coordinar los
    desayunos de trabajo, con las necesidades que toda mesa de
    trabajo debía contar, preparar los informes a las
    autoridades, ir a los acuerdos con la Directora del Liceo
    Profesora Alicia Goyena, mujer recordada por profesores, alumnos
    por su capacidad, su entrega a la enseñanza, en fin los
    elogios son inconmensurables para nombrar a esta
    docente.

    Los tres años que estuve en ese
    cargo, aprendí; mejor dicho me entrenaron a gerenciar los
    distintos proyectos, programas que la dirección del
    departamento tenía elevado a las autoridades del
    organismo. Era de rigor en esa etapa de la Educ. Física,
    realizar eventos gimnásticos hablo de los años 60
    en adelante, en estadios como el nuestro el Centenario y el
    Parque Central, se integraba al programa con la
    participación del equipo de habilidades y destrezas de los
    alumnos del I.S.E.F.(varones) que trabajan dentro de la escuela
    danesa, gimnasia a mano libre, saltos de plinto, etc.

    Era un espectáculo ver a esos
    jóvenes futuros docentes, con el tronco desnudo, dirigido
    por el Prof. Langlade y su equipo de colaboradores (Pacho Seoane)
    las alumnas del I.B.O (Inst. Batlle y Ordóñez),
    estando la Prof. Martha Busch participando también el
    liceo Dámaso Antonio Larrañaga, estando al frente
    una docente invalorable como la Profesora Sonia Alemany(ambas
    desaparecidas).

    Fueron años arduos, de preparar las
    exhibiciones, los ensayos, todavía el organismo rector
    aportaba los medios económicos para tales encuentros,
    ropa, pago de materiales para el trabajo del equipo del I.B.O.
    que seguía la línea de la escuela alemana del Prof.
    Medau.

    Nunca olvidaré cuando
    presenté la solicitud del material, 200 pelotas de goma
    siendo que el trabajo gimnástico era utilizando este
    útil, tuve que contener la risa cuando fuera de sí,
    el profesor Director Profesor Carámbula, caminaba por el
    corredor hacia las oficinas de los Directores(gerenciales),
    picando imaginariamente una pelota, repitiendo 200 pelotas.
    ¡Tú vienes y explicas, como es que necesitas esta
    barbaridad de "pelotas!".

    Con esta exhibición, en el estadio
    Centenario yo no sabía, que mi Directora Langlade se
    jugaba un reconocimiento desde Alemania, que trajo aparejado la
    visita de toda la escuela Medau, a nuestro país, en una
    gira por América. Pero ésta es otra
    historia

    En ese entonces, por supuesto que la
    irritabilidad de otras directoras de centros de liceos,
    planteaban las falta de docentes para cumplir con el programa y
    el I.B.O. estaba en la mira con 14 profesoras, vino la orden
    desde el Directorio del organismo de que con 11 profesoras eran
    suficientes, agregando que además quedé embarazada,
    motivo que para cumplir con la tarea que tenía asignada se
    volvía compleja y estando entre las 3 últimas en
    ingresar, se medió el traslado a un liceo que
    instrumentaba un proyecto coe-ducacional, situado en el
    Cerro.

    Una nueva experiencia, que agradezco a la
    dirección del Liceo del Cerro Profesor Andrada,
    (desaparecido) el coordinar un trabajo conjunto de un profesor
    masculino y femenino, siendo que las clases eran mixtas, esto
    llevaba según su propuesta a un respeto,
    comunicación entre ambos sexos, no quitando que se
    separara la clase, de acuerdo al interés de fomentar la
    fuerza, destreza en los jóvenes y la femineidad
    flexibilidad, también la agilidad en las
    chicas.

    Contábamos con un gimnasio, un
    despacho u oficina docente para reunirnos y como el liceo quedaba
    en la zona nor-oeste de Montevideo, nos construyó un
    parrillero, dentro de la oficina para poder almorzar o cenar,
    dado que el horario del liceo y de clases era extenso. Debo
    informar que el Cerro era una zona industrial, la
    federación de la carne tenía su sede allí,
    frigoríficos, una playa con una zona pesquera, por lo
    tanto los padres apoyaban donando carne, fiambres,
    pescado.

    Quiero destacar que el ambiente de la zona
    y el liceo del Cerro es algo a recordar, no olvidaré que
    al bajar del ómnibus el vecindario tenia la costumbre de
    merendar o tomar mate en la vereda, hábito muy
    común en nuestro país, saludaban a todos los
    docentes, creando un entorno familiar. Pero a nuestro Uruguay se
    acercaban nubes de tormenta y que el Cerro, como barrio obrero,
    industrial y sindicalizado iba ser golpeado muy
    duramente.

    Llegaron las huelgas y la federación
    de la carne, radicalizó sus posturas en el barrio,
    cerró filas con su sindicato a la cabeza, agregó
    los cañeros de Bella Unión, o sea la zona al norte
    de nuestro país Artigas, que exigían tierras que
    estaban sin cultivar en manos de terratenientes y fueron acogidos
    por los síndicos de la carne, dándole un terreno en
    la calle principal del Cerro; la calle Grecia. Los "peludos" como
    se les identificaba, por trabajar en los cañaverales,
    dejaban su pelo largo y con barba, vinieron con su familia,
    mujer, hijos, acampando en carpas y como acostumbran a vivir a la
    intemperie, se convirtieron en un espectáculo más
    en el barrio.

    Una noche, inesperada estalló la
    contienda "la huelga,"quedamos aislados los docentes, por falta
    de comunicación, los avisos de los obreros de posibles
    ingresos de patrullas era mediante los golpes en las columnas de
    los trolley-bus, la oscuridad de la calle daba miedo, solo
    pensaba en mi hogar, mis hijos, la información que por
    radio se estaría dando; las puertas cerradas de las casas,
    las ventanas y postigos no permitían ver luz, ni vecinos,
    solo una ventana cuya cortina se corrió, vi a una persona
    que observaba, me animé a tocar su puerta y con enorme
    temor pedirle, casi en tono de súplica que me permitiese
    llamar por teléfono a mi casa, avisé de mi
    situación y oí la voz de mi marido
    pidiéndome cautela, agradecí el apoyo a la
    señora y volví a la calle.

    Caminé en dirección al liceo
    y me encontré con funcionarios y colegas, que
    también no habían sido advertidos del cierre del
    puente, (que une el Cerro con la Teja por la guardia
    metropolitana) de la huelga de ómnibus, o sea el
    transporte para salir del Cerro.

    Sugirieron algunos funcionarios, que el
    paso por debajo del puente era posible, dado que el arroyo
    Pantanoso que lo recorre estaba en bajada, con cuidado
    podríamos atravesarlo por sobre las piedras y salir al
    otro extremo del puente y llegar a la plazoleta Lafone y tomar
    algún transporte.

    Nunca olvidaré lo vivido, un joven
    se animó a cruzar por entre las piedras, sin hacer ruido
    ya que arriba estaba la guardia, lo esperado
    ¡tropezó y alguien tuvo una exclamación!, eso
    bastó para que las linternas alumbraran el arroyo y
    bajaran por el otro extremo los "milicos" como despectivamente
    así los llamábamos lo arrestaron, nos escondimos
    tirados en el pasto, mudos de miedo y presencié el terror
    de un colega docente que sacó su carnet de
    afiliación a un partido, la rompió y se la
    comió-

    Le pregunté por esa actitud, para mi
    desconocida, contestó tirarla sería un "deshonor";
    debo informar que yo no pertenecía a ningún partido
    y no tenía experiencia de gremios, sobre conductas
    sindicales.

    Nos separamos el estar juntos nos
    traería dificultades y sola volví sobre mis pasos y
    llegué al campamento de los "cañeros o peludos", el
    único lugar iluminado y habitado. Me acerqué
    temerosa, pidiendo poder quedarme allí hasta el amanecer,
    me recibieron calidamente informándome que estaban
    enterados de lo sucedido, pero allí estaba segura,
    había una guardia del sindicato que informaba si avanzaban
    los "milicos."Eso eran los golpes que se oían en las
    columnas, dando señales sobre las situaciones que se
    vivían en el Cerro y alrededores. Por supuesto que no
    dejaba de temblar y organizar mi mente, sobre como salir con vida
    y de mi futuro.

    Me dieron un café, para entrar en
    calor y comida, que agradecí pero trataba de no llorar
    pensando la calidad de vida que llevaban esas familias y lo
    distante de la mía y de mi hogar. Cerca del amanecer se
    acercó una mujer y su compañero informándome
    que debía cambiar mi indumentaria, ya que detenían
    a transeúntes al pasar el puente y lo mejor era hacer
    creer que era una empleada o limpiadora de familia. Dejé
    mi ropa, solo los documentos, el bolso con el equipo, zapatos, me
    dieron ropa de otra mujer, me ataron el pelo con un
    pañuelo y una de ellas con un bebé en brazos, me
    dijo que pasaría conmigo el puente, diciendo que lo
    llevaba el mismo al hospital por tener catarro, yo a trabajar al
    Paso Molino, un barrio cercano, si me preguntaban diera una
    dirección que era un contacto, con seguridad. No dejaba de
    temblar y me sentía avergonzada de la frialdad, seguridad
    con que actuaban, mi ignorancia de una comunidad de mi
    país, de cómo vivían, luchaban mujeres,
    niños que al lado de los míos ajenos a todo, desde
    pequeños sabían ya las limitaciones de la sociedad.
    Agradecí y saludé con un adiós y empezamos a
    caminar, llegamos al puente y con total soltura mi
    compañera me informó, que avanzara sin titubear,
    que ella hablaba, yo solo con la cabeza afirmara y si me
    preguntaban algo con voz trémula diera mi nombre, sin
    bajar la cabeza.

    Pasamos como estaba previsto y llegamos a
    la plazoleta, me senté en el primer banco junto a ella,
    esperando el primer ómnibus que pasara lo tomamos, nunca
    olvidaré el N º 76, que me acercó a mi hogar a
    mi familia. La abracé, me dio un nombre, seguro no el
    verdadero y me comentó que no contara nada de lo sucedido,
    a autoridades ni familia y se bajó, no sé ni en
    dónde ni adonde, se dirigía.

    Nunca comenté este episodio, si a mi
    esposo, ahora en estas líneas. Aquí termina la
    aventura del Cerro y comenzará una nueva.

    A la tarde siguiente me presenté en
    la Com. Nac. de Educ. Física, al Director docente Prof.
    Carámbula, para solicitarle la baja del organismo, es que
    la experiencia pasada no me permitía razonar, sintiendo
    que era la única salida. Siempre tranquilo, sereno
    escuchaba mis planteos, asistiendo con la cabeza lo triste y
    riesgosa de la situación pasada, y sugiriendo una
    pequeña licencia médica, para superar el
    trance.

    Siempre la providencia me guardaba otra
    oportunidad y apareció de improviso, he hizo pasar a una
    docente prestigiosa que esperaba ser atendida y que había
    sido mi Profesora de Psicopedagogía, Eloísa
    Etchegoyen de Lorenzo en el Instituto y me había premiado
    con la mayor de las calificaciones en su examen.

    El Director le explicó mi
    situación y se dirigió a mi persona con estas
    palabras "Ana siempre hay personas, niños que necesitan
    de la ayuda de otros
    , no pienses solo en los comunes,
    convencionales, hay impedidos, discapacitados que yo estoy
    aquí para brindarte esa oportunidad
    ." Director le
    vengo a ofrecer becas de 3 meses de duración, con los
    técnicos, médicos, fisioterapeutas, de EE.UU. y
    Europa y América que formaran a profesoras, maestros,
    fisioterapeutas, solicito que le de una oportunidad a Ana para
    trabajar y estudiar con nosotros y luego ir a escuelas y centros
    de apoyo, que atienden y educan a bebés, niños y
    jóvenes con discapacidad"

    Así incursioné en un mundo
    para mí desconocido, de las personas con discapacidad, por
    medio del Instituto Interamericano del Niño, la Escuela N
    1º cita en el Prado.

    Era un lugar soñado, fuera de este
    Uruguay, conocí representantes de toda América que
    venían a formarse a este Centro, 7 edificios,
    residenciales de estilo, que habitantes de la zona fueron algunos
    vendiendo y otros donaron que se comunicaban entre sí, por
    un jardín trabajado por jóvenes con discapacidad,
    huerta, árboles como nogales, castaños, magnolias,
    en fin sentarse debajo del tilo era el descanso mayor para un
    docente, podía pretender o ansiar.

    A pocos metros de este complejo, estaba
    situada la Clínica para bebés, madres que era
    atendido por pediatras, neurólogos, asistentes sociales,
    fisioterapeutas y maestros, que enseñaban a los
    papás, a la familia, concurriendo al hogar, hasta que la
    mamá superase el trauma de tener un hijo con discapacidad.
    Esta Clínica había sido donada por organizaciones
    internacionales, por padres con buen relacionamiento en lo
    ejecutivo y que siendo el único Centro con un nivel de
    1º mundo en lo material, en el personal técnico
    profesional y habiendo consultado en el exterior, recomendaban la
    Clínica dirigida por la Profesora y Maestra Eloisa
    Etchegoyen de Lorenzo.

    En el entrenamiento visitamos los centros
    escolares con discapacidad de la capital, motrices, ciegos,
    retardo mental, paralítico cerebral, recogiendo
    información sobre programas, niveles de atención,
    etc.

    Mi vida cambió y sentía que
    había un porqué, obtuve mi certificado autenticado
    por las personalidades internacionales y volví a la Com.
    Nacional de Educación Física.

    Me enviaron a la Escuela Franklin V.
    Roosvelt, también situada en el Prado, en una suplencia
    por una docente que estaba usufructuando una beca en el exterior,
    trabajaban atendiendo a niños y jóvenes con
    discapacidad motriz y parálisis cerebral.

    En una casona de dos plantas con ascensor,
    también con apoyo de la ONG, de los EE.UU con el mismo
    nombre, era semi- privada, todavía a nivel público
    no teníamos una escuela para la atención de
    niños y jóvenes con esta discapacidad motora y
    cerebral. Salón de música, biblioteca, comedor,
    nutricionista, sala de fisioterapia, fonoaudiólogos,
    gimnasio, consultorios para la atención a nivel
    traumatológico, psicológico, un fondo y frente
    arbolados que daban una imagen de tranquilidad, con canchas de
    fútbol y basket, que con gran dominio con sus sillas de
    ruedas y bastones canadienses, jugaban con apoyo de profesores y
    maestros.

    Tenían sus camionetas, para el
    retiro y entrega de los alumnos a sus domicilios. Fue una
    experiencia asombrosa, ver trabajar en el gimnasio, algunos
    chicos con sus miembros inferiores atrofiados, por que
    habían padecido la poliomielitis, epidemia que pudo
    detenerse al descubrirse la vacuna de inoculación
    obligatoria, por el bien recordado Dr. SALK.

    Terminada la suplencia, me nombraron a una
    pequeña escuela, Nº 210 con niños con
    discapacidad intelectual, la cuál permanecí el
    resto del año. Un centro con limitadas posibilidades de
    espacio, solo un patio interior y un fondo pequeño, pero
    con un personal que apoyada por la Directora, se rendía y
    trabajaba, incluyendo los recreos.

    Al terminar el año, nueva
    elección de cargo, quedó libre el área
    femenina en la escuela del Prado la N 1º llamada ahora
    Nº 207. Sentí haber obtenido la mayor conquista, al
    poder ingresar, en ese Centro, ya la Prof. Eloisa Etchegoyen,
    había sido designada al Consejo de Primaria del
    País. En su lugar la Maestra y Profesora Sofía
    Batto (fallecida) ocupó su lugar, no dejando de concurrir
    la Prof. Etchegoyen oportunidad en que visitantes llegaban a
    nuestro país, para demostrar el grado de avance de nuestra
    formación en el área de la discapacidad.

    Mi trabajo fue severo, con programas que
    debían ser entregados a cada maestra que debía
    acompañar y llevar en su libreta lo realizado en clase.
    Tener un pizarrón en el gimnasio con el temario de la
    jornada, cada clase, desde los jóvenes en adelante,
    tenían obligación de cambiar su indumentaria
    deportiva y tomar su ducha.

    El edificio del área de los
    pre-escolares en su propia clase contaba con su baño y
    almorzábamos todos en nuestras clases, dado que la escuela
    no tenía comedor para albergar a 360 alumnos, que era la
    población casi permanente.

    La Directora me señaló un
    día diferente para compartir mi almuerzo con cada clase y
    diferente edificio, que debíamos ir y retirar la comida en
    bandejas a la cocina, eso llevaba la oportunidad de
    enseñar, observar la puesta de la mesa, platos vasos,
    jarras con agua o leche, los maestros debíamos presidir la
    misma, cuidando los hábitos, a veces con la radio
    encendida, en el informativo en los de nivel más elevado
    de alumnos para que se tuvieran conocimiento de la realidad;
    incluía esta propuesta el ir a comer a la cocina y
    observar la preparación de los mismos, no hay duda que
    durante nueve años, compartí todas las experiencias
    de formación que una docente ansía . Campamentos en
    el verano en la ciudad de Piriápolis, todo el mes de enero
    que partíamos, con mis hijos, auxiliares, maestro al
    frente del campamento, enfermera y médico que
    compartíamos con la Colonia de Vacaciones de Primaria cita
    en la misma ciudad. La escuela Nº 54, en la calle Sanabria,
    amplia de dos plantas, con una dirección confortable
    anexada a un salón para reuniones, salones de clase con
    enormes placares, comedor, cocina completa, un patio frondoso,
    baños con duchas, amplia dirección, biblioteca,
    sala de música y un apartamento anexado para la
    Inspección o para un visitante, daban un confort
    difícil de igualar, estando a 5 cuadras de la
    playa.

    El balneario daba apoyo integral al
    campamento, farmacia, almacén, heladería, cine,
    esta actividad duraba todo el mes de enero, teniendo el
    mobiliario de camas, colchones, colchas, todo heredado del Hotel
    Argentino, antes de ser remodelado, que guardábamos en los
    sótanos en la Colonia de Vacaciones de Primaria en verdad
    los auxiliares no dudaban en acompañarnos, como la
    cocinera de la escuela Morquio, que tenía un hijo con
    discapacidad y se alegraba de poder obtener estas
    vacaciones.

    Cada tanda de 90 u 80 alumnos duraba una
    semana, que con el apoyo de los padres, podíamos pagar el
    ómnibus que trasladaba a los acampantes, el Consejo de
    Primaria otorgaba el dinero del costo de la estadía en el
    campamento, en especial la alimentación .Había
    donaciones de los padres en economías, alimentos secos
    etc. Aquellos jóvenes que correspondían a los
    talleres, que muchos de ellos contaban con 38 y 40 años y
    sus padres adultos mayores, pasaban todo el mes con nosotros,
    colaborando en las tareas del campamento, en la higiene, las
    compras, pero también paseos, a los distintos cerros, los
    bailes que la municipalidad de Piriápolis, invitaba como
    el concurso de la Reina de la Juventud, que una docente del
    Instituto de Educación Física oriunda de la
    localidad obtuvo el galardón de ser Reina, Irene
    Agustiniak.

    Durante 8 años, nos fue posible
    realizar este campamento, con exposiciones de fotos, sobre
    botánica, insectos recogidos, etc. Autoridades de Primaria
    nos ofrecían permanecer otro mes más, para atender
    y extender este programa a otra escuela, pero debíamos dar
    descanso a nuestro personal y además no conocíamos
    al alumnado, algo primordial, para el éxito del
    mismo.

    Se agregó la actividad de
    natación extra-curricular los sábados y luego los
    domingos, en horario matutino, con apoyo de los padres que el
    club Neptuno otorgaba en forma gratuita, esto sucedía en
    las postrimerías del año 1979, estando instalada la
    dictadura en nuestro bien amado país.

    Teniendo mi interés y
    preparación en el área de la educación con
    los niños con discapacidad, al jubilarse una docente en la
    escuela de niños ciegos y ambíoples, me
    visitó un Inspector para comunicarme, que debía
    presentarme en la escuela Nº 279, para ocupar el cargo
    dejado vacante.

    No me valieron las explicaciones de no
    conocer la metodología de la enseñanza y del
    rapport frente a un niño ciego; de nada valieron, cuando
    informé a las autoridades de la escuela de la nueva
    designación, una subdirectora impuesta por el gobierno,
    tuvo el gesto de acercarse y darme una información, que me
    tranquilizó demostrando una imagen y un perfil desconocido
    de ella hacia mi persona.

    El programa de la escuela Nº 207,
    contaba con maestras sumamente exigentes con su clase de Psico.
    motricidad, que así llamábamos a la Educ.
    Física impartida a las clases de déficit
    múltiple, recibí un llamado de la dirección
    ejecutiva de la Comisión Nacional de Educación
    Física, que indudablemente eran militares, a las 14 h de
    un determinado día en que tenía esa clase con
    niños antes mencionados. Mi horario como el de todo
    docente en la escuela era de salida 14- 45 H, solicité
    ausentarme antes, pero la maestra expresó que su clase
    espera ansiosa y que debía cumplir con mi programa. Salir
    desde el Prado al centro de la ciudad, llevaba 45 minutos como
    mínimo, esto causó el desagrado de las autoridades
    que expresaron que debía aceptar la orden de asistir en la
    hora que había sido citada, dado que era el organismo
    rector de mi actividad en esa escuela.

    No me atendieron y volvieron a citarme a la
    misma hora, otro día, volví a llegar tarde, esto
    bastó para trasladarme al tribunal de sanciones,
    informándome de mi pase a una escuela común,
    indudablemente que me negué, me impidieron regresar a la
    esuela del Prado y quedaba a las órdenes de las
    autoridades militares, para determinar mi nuevo destino. Fui
    citada a una entrevista dónde me encontré con
    colegas que por distintas razones estaban allí a la espera
    de que pasaría con su destino docente.

    Partes: 1, 2

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