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Diagnóstico diferencial de los síndromes del sistema nervioso 9 (página 6)




Enviado por Julio Alberto



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6

  • Alteraciones de la reflectividad: aumento o
    disminución bilateral de los reflejos patelar y
    aquiliano.

  • B. Criterios menores.

    • Alteraciones de la micción: poliuria,
      polaquiuria, nicturia, urgencia miccional, incontinencia
      urinaria.

    • Alteraciones neurovegetativas: taquicardia,
      frialdad, sudoración profusa de manos y
      pies.

    • Otros: hipoacusia, ataxia, disfonía,
      irritabilidad, disfagia, constipación, diarreas,
      impotencia sexual, pérdida de peso inexplicable,
      adinamia, fatiga y cansancio fácil.

    Para realizar el diagnóstico, el paciente debe
    reunir 3 criterios mayores o 2 criterios mayores y 1 menor.
    Dentro de los mayores siempre estarán presentes el
    número 1 y el 2. El diagnóstico debe estar apoyado
    por los estudios de conducción nerviosa.

    Clasificación

    La neuropatía epidémica cubana en su forma
    periférica se ha clasificado en: ligera, moderada y
    severa.

    Forma ligera: En ella el paciente
    presenta:

    • Síntomas sensitivos irritativos:
      sensación de hormigueo, calambres, ardentía,
      adormecimiento y sensación de calor.

    • Alteraciones de la sensibilidad: hipopalestesia e
      hipoestesia. Ambas alteraciones son distales.

    • Alteraciones de la reflectividad: hiperreflexia
      bilateral patelar y aquiliana.

    • Cualquiera de los criterios diagnósticos
      menores antes expuestos, menos los que reflejan
      participación de pares craneales (hipoacusia,
      disfagia, disfonía), ataxia ni impotencia
      sexual.

    Forma moderada: En ella el enfermo
    presenta:

    • Síntomas sensitivos irritativos: los mismos
      de la forma ligera.

    • Alteraciones de la sensibilidad: las mismas de la
      forma ligera.

    • Alteraciones de la reflectividad: hiporreflexia o
      arreflexia aquiliana bilateral, con hiperreflexia rotuliana o
      sin ella.

    • Cualquiera de los criterios diagnósticos
      menores antes expuestos, menos ataxia ni aquellos que
      reflejan la participación de los pares craneales
      (hipoacusia, disfagia, disfonía) ni impotencia
      sexual.

    Forma severa: En ella el paciente
    presenta:

    • Síntomas sensitivos irritativos: los mismos
      que en la forma moderada.

    • Alteraciones de la sensibilidad: las mismas que en
      la forma moderada.

    • Alteraciones de la reflectividad: las mismas que en
      la forma moderada.

    • Cualquiera de los criterios diagnósticos
      menores, incluyendo la toma de pares craneales, ataxia, o
      cualquier otro trastorno de la marcha, disminución
      marcada de la fuerza muscular e impotencia sexual.

    DIAGNOSTICO DIFERENCIAL:

    Formas de inicio agudo y
    asimétrico

    Panarteritis
    nodosaChurg-StraussWegenerSarcoidosisPorfiria aguda
    intermitenteMononeuropatías
    diabéticasIntoxicación por plomo Neuropatía
    hereditaria con parálisis sensible a la
    presiónParsonage-Turner

    Formas de inicio agudo y
    simétrico

    Polirradiculoneuritis

    Guillain-BarréEnfermedad de
    LymeMononucleosis infecciosasInfección por
    HIVBrucelosis

    Polineuropatía aguda
    alcohólicaPolineuropatía de los pacientes
    críticosIntoxicación por mercurio

    Formas de instauración
    lentamente progresiva y generalmente
    simétrica

    Enfermedad de
    RefsumCharcot-Marie-ToothAdrenomielopolineuropatíaDéficit
    de vitamina B12Leucodistrofia
    metacromáticaNeuropatía motora con bloqueos de la
    conducción

    SINDROME
    VERTIGINOSO

    Vértigo: Deriva del latín vertere
    que significa dar vueltas. Se define como la sensación
    ilusoria de movimiento del propio cuerpo o de los objetos que lo
    rodean. Proviene del latín mare o sea mar. Hace
    referencia a las sensaciones que aparecen en los viajes
    marítimos.

    El vértigo fisiológico ocurre en personas
    normales cuando hay un desequilibrio entre los sistemas
    vestibular, visual y somatosensorial por algunos estímulos
    externos. En el vértigo patológico hay un
    desequilibrio entre el sistema vestibular, por una lesión
    dentro de las vías vestibulares. Teniendo en cuenta la
    localización de la lesión, el vértigo puede
    ser central o periférico:

    • Vértigo periférico: Es él
      más grave y se acompaña frecuentemente de
      sordera, náuseas, vómitos y tinitus (zumbido de
      oído). El nistagmo relacionado con el vértigo
      periférico suele inhibirse por fijación
      visual.

    • Vértigo central: Es menos grave que el
      periférico y con frecuencia se presenta asociado a
      otros síntomas del Sistema Nervioso Central. El
      nistagmo relacionado con el vértigo central no se
      inhibe por fijación visual y frecuentemente es visible
      cuando el vértigo es leve o no se presenta.

    TOPOGRAFÍA LESIONAL DEL
    VÉRTIGO:

    • A. Vértigo periférico:

    • Órgano receptor: Laberíntico, ocular y
      cérvico-espinal

    • Radicular: Afectación del VIII par
      craneal.

    • B. Vértigo central:

    • Tronco encefálico

    • Cerebelo

    • Cortical.

    Causas de vértigo:

    • A. Patología ocular:

    • B. Patología del sistema
      vestibular:

    • C. Patología cervical:

    • D. Patologóía del sistema
      nervioso central:

    DIAGNOSTICO ETIOLÓGICO:

    VÉRTIGO PERIFÉRICO:

    a) – Vértigo posicional paroxístico
    (VPP):
    Aparece en mayores de 50 años. Consiste en un
    súbito cuadro vertiginoso intenso pero fugaz en el tiempo.
    Aparece al extender la cabeza, al acostarse en la cama y
    sobretodo con los giros de la cabeza en la cama. Tiene una
    latencia de segundos y fatigabilidad si se reproduce el
    movimiento desencadenante. Puede durar hasta 20-30 días,
    cura espontáneamente. No se acompaña de
    síntomas cocleares ni neurológicos. Se ha
    relacionado con el fenómeno de canalitiasis y la
    cupulolitiasis. Puede diagnosticarse con la maniobra de Hallpike
    (no siempre es positiva) acúmulo de material mineral a
    nivel de la cúpula. Son fundamentales las maniobras de
    rehabilitación vestibular. Las maniobras liberadoras de
    Semont y de recolocación de partículas pueden ser
    curativas. Es aconsejable evitar denominar a este cuadro como
    vértigo posicional paroxístico benigno, hasta no
    conocer con certeza el pronóstico.

    b) – Arreflexia súbita
    vestibular:

    Neuronitis vestibular: Cuadro vertiginoso de inicio
    brusco de horas de duración, autolimitado pero recurrente
    a lo largo de 20-30 dias con intensidad decreciente. Se
    acompaña de cortejo vegetativo, muchas veces favorecido
    por movimientos cefálicos, por lo que los pacientes
    permanecen inmóviles. No hay síntomas cocleares ni
    neurológicos. Más frecuente en jóvenes.
    Parece relacionado con afectación de la primera neurona
    del ganglio de Scarpa, de etiología infecciosa
    (respiratoria) y a veces vascular.

    Laberintoplejía: Sordera brusca, acúfenos
    intensos y vétigo rotatorio. Posible etiología
    vascular o traumática.

    c) – Laberintitis aguda: Vértigo
    cataclísmico (que puede llegar a compensarse) e hipoacusia
    irreversible. De origen infeccioso (meningitis, mastoiditis,
    lues, sarampión, parotiditis), infarto del laberinto, o
    colesteatoma (otitis crónica colesteatomatosa que produce
    una osteitis con erosión de la pared del
    laberinto).

    d) – Síndrome de Ménière:
    Vértigo paroxístico recurrente pero irregular en
    sus apariciones, muy invalidante, que se acompaña de
    hipoacusia neurosensorial (con fenómeno de reclutamiento:
    "no te oigo… pero no me chilles") y acúfenos (siempre).
    Además se acompaña de sensación de plenitud
    ótica y cortejo vegetativo. Duración de minutos a
    horas. Etiología desconocida pero relacionada con aumentos
    de presión endolinfática (hydrops). Se diagnostica
    según la clínica y según su evolución
    (nunca con la primera crisis). En la fase aguda se utilizan
    sedantes vestibulares. Fármacos como la betahistina son
    utilizados en la intercrisis. Se intenta retrasar al
    máximo la cirugía.

    e) – Neurinoma del Acústico: Schwanoma
    de la rama vestibular del VIII par craneal, situado en el
    ángulo pontocerebeloso. Suele ser unilateral, escepto en
    la enfermedad de Von Recklinhausen en que es bilateral. Se
    presenta con hipoacusia neurosensorial sin fenómeno de
    reclutamiento, acúfenos (no siempre), y vértigo de
    menor intensidad que otros cuadros descritos. Cuando se
    manifiesta como inestabilidad puede implicar peor
    pronóstico por estar muy avanzada la enfermedad. Se
    diagnostica por TAC y RMN.

    f) – Traumatismo cráneo encefálico
    (TCE):

    Conmoción laberíntica: vértigo
    periférico autolimitado.

    Fractura del peñasco: (timpano
    laberíntica) Provoca anulación cocleo vestibular
    completa irreversible (cofosis), anulación de reflejos
    vestíbulo oculares y reflejos vestíbulo espinales
    del lado lesionado. Si hay disminución del nivel de
    conciencia, puede aparecer solo nistagmo (recordemos que hablamos
    de TCE). También parálisis facial ipsilateral (por
    la proximidad física del nervio).

    g) – Ototóxicos: Salicilatos, AINES,
    Aminoglicósidos (gentaminicina y estreptomicina como
    vestibulotóxicos, neomicina como ototóxico),
    Quinina, Litio, Imipramina, Diuréticos como furosemida y
    ácido etacrínico, Alcohol, Arsénico y el
    Monóxido de carbono (CO) provoca lesión vestibular
    central

    h) – Cinetosis: (no implican
    patología)

    De Coriolis: por aceleración

    De las profundidades: la desorientación espacial
    que ocurre en los submarinistas

    De las alturas

    Instrumental: en el caso de pilotos de avión, se
    produce por mensajes contradictorios entre los distintos sistemas
    implicados en el equilibrio.

    Alcohólica: en casos de ingesta aguda
    importante.

    VÉRTIGO CENTRAL:

    a) Enfermedad vascular:

    – Isquemia vertebro basilar: Patología de la
    columna cervical que puede comprometer el flujo cerebral por
    compresión hemodinámica sobre las arterias
    vertebrales, normalmente en relación a movimientos bruscos
    como hiperextensión cervical (mirada al techo) o bien un
    giro extremo de la cabeza. Se manifiesta como drop
    attacks
    con caída repentina al suelo. Puede coexistir
    con cervicoartrosis, aunque en su etiopatogenia pueden estar
    implicadas: placas ateromatosa, enfermedad de Takayasu o
    malformación de Arnold-Chiari.

    – Aterotrombótica: (vértigo presente en el
    75% de ECVA vertebro basilar):

    *Isquemia de la arteria vertebral y cerebelosa
    posteroinferior (PICA): Corresponde a la región bulbar
    dorsolateral. Síndrome Wallemberg: Vértigo y
    nistagmo ipsilateral, Desviación segmentaria ipsilateral y
    lateropulsión, Disociación siringomiélica de
    sensibilidad termotáctil de la mitad ipsilateral de la
    cara y contralateral de extremidades, A veces síndrome
    cerebeloso ipsilateral (ataxia), Síndrome Horner (ptosis
    miosis y enoftalmos), acúfenos. No alteración
    auditiva (aunque puede haber una presbiacusia previa):

    *Isquemia de la arteria cerebelosa anteroinferior
    (Síndrome protuberancial). Lesión del nervio
    vestibulococlear con vértigo, nistagmo ipsilateral o
    vertical, nauseas vómitos, hipoacusia neurosensorial
    brusca y acúfenos. Ataxia. Oscilopsia. Parálisis
    conjugada de la mirada hacia el lado de la
    lesión:

    *Afectación de la arteria cerebelosa: Cefalea,
    vértigo, náuseas y vómitos, nistagmo
    ipsilateral y ataxia muy incapacitante.

    – Hemorragia cerebelosa: cefalea occipital y
    ataxia

    – Migraña basilar: Existe aura previa con
    diplopía temporal, acúfenos, vértigo y
    disartria, también hemianopsia homónima y escotoma.
    A ello sigue cuadro de cefalea occipital de
    características migrañosas de 5 a 50 minutos de
    duración. Puede aparecer como equivalente migrañoso
    en niños

    b) Esclerosis Múltiple (EM): Enfermedad
    degenerativa de la sustancia blanca que evoluciona a brotes. De
    etiología desconocida. Aparece en mujeres jóvenes,
    normalmente debuta con neuritis óptica retrobulbar, siendo
    el vértigo frecuente a lo largo de la historia de la
    enfermedad (solo un 5% como debut). En casos avanzados aparece la
    tríada: nistagmus, temblor intencional y palabra escandida
    por afectación cerebelosa. Otra sintomatología
    posible: diplopía, paresias, etc. El diagnóstico
    por RMN apareciendo placas desmielinizantes.

    c) Epilepsia del lóbulo temporal: aura o
    crisis de desequilibrio, acompañado de ausencias,
    alucinaciones y automatismos.

    d) Tumores de cerebelo y troncoencéfalo:
    Con clínica de ataxia y alteración de los
    movimientos oculares, aunque las únicas manifestaciones
    iniciales pueden ser cefalea y vértigo.

    e) Intoxicación por Alcohol: antecedente
    de ingestión de bebidas alcoholicas.

    f) Síndrome de Ramsay-Hunt (Herpes
    Soster a nivel del ganglio geniculado): vértigo, sordera
    con parálisis facial y en ocasiones dolor auricular. Las
    lesiones típicas del Herpes Zoster pueden presentarse
    después de los sintamos neurológicos (a nivel de el
    conducto auditivo externo y paladar).

    MAREOS:

    a) Síndrome Cervical: Más
    frecuente en mayores de 45 años en personas que mantienen
    una postura fija y tensión en el trabajo (por ejemplo
    mucho tiempo mecanografiando). Se presenta de manera discontinua
    con remisiones y empeoramiento coincidiendo el mareo con
    períodos de estrés laboral (contractura). Cursa con
    mareo, sensación de desequilibrio, molestias y chasquidos
    cervicales, dolor cervical y en ocasiones cervicobraquial. A la
    exploración pueden presentar alteración de la
    motilidad articular y contractura de musculatura. La
    radiografía mostrará rectificación de la
    lordosis cervical, y signos de cervicoartrosis.

    b) Ortostatismo: El paso de la posición
    clinostática a ortostática requiere de un proceso
    de adaptación del sistema circularotio para mantener el
    flujo cerebral. Si no se produce dicha compensación a
    tiempo aparece entonces sensación de pérdida de
    conocimiento, que puede expresarse como mareo. Así ocurre
    en los cambios bruscos de posición, como al incorporarse
    bruscamente. Es más frecuente en personas jóvenes,
    pero también se da en ancianos en tratamiento con
    hipotensores.

    c) Psicógeno: Es un diagnóstico
    de exclusión, una vez descartada la patología
    orgánica. La sintomatología es muy florida, siendo
    escasos los hallazgos de la exploración. Llanto
    fácil, postración, incapacidad para mantenerse en
    pie, mareo permanente. Puede aparecer en: Ansiedad generalizada,
    Fobias: agorafobia, acrofobia (miedo a las alturas) o
    claustrofobia y Ataques de pánico y crisis de ansiedad:
    (mareo, palpitaciones, suspiros, parestesias en manos y
    peribucales, hiperventilación, sensación de peligro
    de muerte). Es importante conocer la situación
    sociofamiliar del paciente.

    d) Síndrome de Insuficiencia Circulatoria
    Cerebral:
    El llamado vértigo senil, que se manifiesta
    con mareos. Es la expresión de un déficit
    circulatorio en relación a patología vascular
    senil. El mareo permanece mientras la persona está
    incorporada. A veces puede coexistir con deterioro cognitivo
    leve

    DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

    Vértigo
    periférico

    Vértigo central

    Otras alteraciones del
    equilibrio*

    CAUSAS:

    • Síndrome de
      Meniere

    • Vértigo Posicional
      Benigno

    • Neuronitis Vestibular

    • Laberintitis

    • Otitis

    •  Traumatismo
      acústico

    • Neurinoma del
      Acústico

    CAUSAS:

    •  ACV
      Vertebrobasilar

    • Esclerosis
      Múltiple

    • Malformación de
      Arnold-Chiari

    • Migraña Basilar

    • Tumores cerebelosos o
      troncoencéfalo

    • Encefalomielitis

    • Epilepsia

    CAUSAS:

    • Psicógeno: ansiedad/
      hiperventilación.

    • Hipotensión
      ortostática.

    • Presbivértigo.

    • Multifactorial.

    • Traumatismo craneal y/o
      cervical.

    • Endocrinopatías.

    • Infecciones recientes

    • Psicofármacos.

    • Diuréticos.

    • Plomo

    • Antihipertensivos.

    • AINES

    • Antibióticos (sobre todo
      los Aminoglucósidos).

    • Antidiabéticos
      orales.

    • Antineoplásicos.

    • Mercurio.

    • Digitálicos.

    • Alcohol.

    • Anilinas.

    • CO.

    CLÍNICA Y
    EXPLORACIÓN:

    – Giro de objetos rotatorio bien
    definido.

    – Aparición súbita y
    corta duración.

    – Influenciado por los
    movimientos.

    – Alteraciones vegetativas
    importantes.

    – No signos de focalidad
    neurológica.

    • Nistagmo: mixto

    • siempre en la misma
      dirección proporcional a la intensidad del
      vértigo

    • fatigable con la fase
      rápida al lado contrario a la
      lesión.

    • Romberg: cae al lado de la
      lesión.

    • Marcha con ojos cerrados:
      hacia el lado contrario del nistagmo (hacia la
      lesión).

    • Prueba de los
      Índices:

    • desvía los dos al mismo
      lado.

    CLÍNICA Y
    EXPLORACIÓN:

    – Giro de objetos rotatorio mal
    definido.

    – Aparición lenta y larga
    duración.

    – No influenciado por los
    movimientos.

    – Alteraciones vegetativas
    mínimas.

    – Signos de focalidad
    neurológica de aparición
    común.

    • Nistagmo:
      horizontal,vertical o rotatorio,en varias direcciones
      desproporcionado a la intensidad del
      vértigo

    • no fatigable con la fase
      rápida al mismo lado de la
      lesión.

    • Romberg: cae
      indistintamente a los dos lados.

    • Marcha con ojos
      cerrados:

    • hacia el lado del
      nistagmo.

    • Prueba de los
      Índices:

    • solo se desvía un solo
      dedo.

    *Otras alteraciones del equilibrio

    • 1. Desmayo: consisten en una depresión
      breve de la conciencia, es sinonimó de
      lipotimia.

    • a) Síncope y ataques
      súbitos

    • b) Hipotensión
      ortostática

    • c) Arritmias cardíacas

    • d) Hipersensibilidad del seno
      carotídeo

    • e) Síncope vasovagal

    • f) Síncope por tos y
      micción

    • g) Epilepsia (mareo epileptico)

    • 2. Desequilibrio: responde a diversos
      mecanismos lesionales.

    • a) Inestabilidad verdadera.

    • Aferente o por trastornos de los sistemas
      receptores: Sistema de la visión, sistema vestibular,
      sistema propioceptivo.

    • Integradora o por trastornos del SNC: Estrcuturas
      del tronco, cerebelo o vías, ganglios basales y
      vías, corteza cerebral.

    • Eferente o compromisos de vías descendentes:
      Sistema piramidal, sistema nervioso
      periférico.

    • Patología del aparato locomotor no
      compensada: Osteoarticular, muscular.

    • b) Inestabilidad falsa.

    • Psicogéna.

    • Facticia.

    • 3. Atolondramiento: sensación sugestiva,
      vaga de malestar y poco precisa.

    • a) Hiperventilación

    • b) Mareos multisensorial

    • c) Enfermedades psiquiatricas

    SINDROMES
    NEUROCUTÁNEOS O FACOMATOSIS

    Las facomatosis son un cuadro de enfermedades
    neurocutáneas de etiología multifactorial. Se
    asocian a la presencia de tumores y hamartomas por todo el
    cuerpo. Algunas de las facomatosis son de carácter
    dominante y otras no son hereditarias.

    Entre las facomatosis tenemos:

    • Enfermedad de Von Recklinhausen
      (Neurofibromatosis tipo 1)

    • Neurofibromatosis tipo 2

    • Síndrome de
      Sturge-Weber

    • Síndrome de Von
      Hippel-Lindau

    • Ataxia-telangiectasia

    ENFERMEDAD DE VON RECKLINHAUSEN O
    NEUROFIBROMATOSIS

    Las neurofibromatosis son trastornos
    genéticos del sistema nervioso que afectan principalmente
    al desarrollo y crecimiento de los tejidos de las células
    neurales (nerviosas). Estos trastornos ocasionan tumores que
    crecen en los nervios y producen otras anormalidades tales como
    cambios en la piel y deformidades en los huesos. Las
    neurofibromatosis ocurren en ambos sexos y en todas las razas y
    grupos étnicos y se transmiten a la descendencia de forma
    autosómica dominante.

    Esta enfermedad posee una variedad de nombres como son:
    Síndrome de Bourneville Pringle, Esclerosis Tuberosa y
    Facomatosis, Tuberoesclerosis, Epiloia.

    Las lesiones cerebrales de la enfermedad, fueron
    descritas, por primera vez en el año 1862, por
    Recklinghausen. Bourneville, años más tarde, hizo
    publicas las manifestaciones anatomo-clínicas. El nombre
    esclerosis tuberosa se debe a los crecimientos producidos en el
    cerebro, en forma de raíz, que se van calcificando con la
    edad y se vuelven duros.

    CLASIFICACIÓN:

    Existen 2 tipos de (NF):

    NF 1 ó enfermedad de Von Recklinghausen
    ó Neurofibromatosis periférica
    . Que se
    caracteriza por la aparición de manchas "café con
    leche" y afectación en el sistema nervioso
    periférico (Gliomas ópticos), si bien con el paso
    del tiempo pueden afectarse todos los tejidos y en otros casos la
    afectación es mínima.

    – NF 2 ó Neurofibromatosis central, donde
    predominan los tumores en nervios craneales (nervios auditivos
    (VIII par), gliomas, meningiomas, etc.)

    SINTOMATOLOGÍA

    Manifestaciones cutáneas y
    mucosas

    Manchas hipocrómicas o acrónicas. Se
    trata de unas manchas que aparecen en la piel, en forma de hoja
    lanceolada o en hoja de fresno.

    Los angiofibromas. Son tumores redondeados de color
    rojizo que nacen de la dermis protruyendo sobre la epidermis, con
    un tamaño que oscila entre una cabeza de alfiler a un
    guisante, suelen aparecer en torno al mentón, mejillas y
    nariz en forma de alas de mariposa (surcos nasogenianos). Otra
    localización característica de los angiofibromas
    son subungueales o periungueales en las manos y los pies.

    Piel de naranja. Con una textura irregular como la
    naranja, generalmente en el dorsal o lumbar.

    Manifestaciones
    neurológicas

    Crisis epilépticas. Alrededor del segundo
    año de vida en un 80-90% de los casos. Si se aparece
    tempranamente, suele cursarse en forma de sindrome de West o de
    Lennox-Gastaut.

    Otras manifestaciones. Pueden ser las derivadas del
    aumento de la presión intracraneal (trastorno del
    sueño, convulsiones, cefaleas, etc.)

    Manifestaciones
    oftalmológicas

    Hamartomas retinianos

    Los primeros síntomas pueden aparecer en la infancia
    como las manchas "café con leche" o pecas en la axila,
    neurofibromas subcutaneos y el crecimiento de las lesiones tiene
    distintas evoluciones, no se conoce exactamente porqué
    unos desarrollan la enfermedad muy pronto y otras personas no,
    incluso en el seno de la misma familia, el desarrollo tiene una
    velocidad de crecimiento totalmente distinta y los primeros
    síntomas pueden aparecer a los 40 ó 50 años
    o incluso más. Se dan familias con hijos poco afectados y
    padres con gran afectación y al contrario padre solo con
    manchas y los hijos con mayor afectación, se da el caso de
    familias con gliomas que se reabsorben con el paso del tiempo y
    lo llamativo es que le ocurre lo mismo al hijo. Es importante
    saber que en la adolescencia y en los embarazos las lesiones
    sufren cambios importantes en cuanto a tamaño y
    cantidad.

    ETIOLOGÍA

    En la NF 1 mutación es en el cromosoma 17,
    mientras que en la NF 2 la mutación se da en el cromosoma
    22. La herencia es autosómica dominante, lo que quiere
    decir que con tener un gen alterado de alguno de los padres
    aparecerá la enfermedad; así mismo, existe un
    riesgo del 50% de transmitir la enfermedad a cada uno de los
    hijos. Hasta el momento se han descrito más de 150
    variaciones en la mutación del gen. Existe también
    la mutación espontánea "de novo" donde los padres
    no tienen ninguna alteración cromosómica, se
    conocen casos de mutaciones "de novo" en varios hijos por lo que
    se habla de mutaciones en células germinales. En el
    momento actual se considera que el 50% de los casos
    diagnosticados de NF son de mutación espontánea.
    Frecuencia de la enfermedad en la Población. La frecuencia
    de padecer NF es:

    – NF1 – 1 de cada 3.000 nacidos. Lo que indica una alta
    incidencia dentro de las enfermedades hereditarias.

    – NF2 – 1 de cada 40.000 nacidos.

    Diagnostico

    Para diagnosticar un paciente afectado de NF 1 desde el
    punto de vista clínico debe cumplir unos criterios
    diagnósticos y está estipulado que deben cumplir
    DOS o más de los que se detallan a
    continuación:

    1.- Seis o más manchas "café con leche"
    mayores de 5 mm. de diámetro en personas antes de la
    pubertad y más de 15 mm. si se miden después de la
    pubertad.

    2.- Dos ó más neurofibromas de cualquier
    tipo.

    3.- Pecas en las axilas y/o en ingles.

    4.- Gliomas en vias ópticas.

    5.- Dos ó más nódulos de Lisch
    (hamartomas benignos del iris).

    6.- Una lesión ósea característica
    (como la escoliosis).

    7.- Pariente de primer grado afectado de NF 1 (padre o
    hermano)

    Para diagnosticar un paciente con NF 2:

    1.- Tumor bilateral del VIII par craneal (N.
    Vestibulococlear)

    2.- Uno de los padres, un hermano o un hijo con NF-2 y
    un tumor del acústico unilateral.

    3.- Uno de los padres, un hermano o un hijo con NF 2 y
    dos de las condiciones siguientes:

    – Glioma. – Meningioma. – Neurofibroma o Schwanoma. –
    Catarata en edad precoz.

    SÍNDROME DE STURGE-WEBER

    Es un síndrome no hereditario caracterizado por
    una marca de nacimiento (usualmente en la cara) conocida como
    mancha en vino de Oporto, y por problemas
    neurológicos.

    Otras particularidades son: angiomas en diferentes
    localizaciones, calcificaciones cerebrales, crisis
    epilépticas y glaucoma.

    Este síndrome fue descrito por primera vez por
    Schirmer en 1860, y fue Sturge quien efectuó su
    descripción clínica completa en 1879;
    posteriormente Weber, en 1922, demostró las alteraciones
    radiográficas típicas de la enfermedad.

    Sinónimos:
    Enfermedad de Dimitri, Angiomatosis Encefalofacial, Angiomatosis
    Encefalotrigeminal, Angiomatosis Leptomeníngea,
    Angiomatosis Meníngea Capilar, Síndrome de Sturge
    Kalischer Weber, Facomatosis de Sturge Weber, Síndrome de
    Sturge Weber Dimitiri

    Síntomas

    • Mancha en vino de Oporto (más común en
      la cara que en el cuerpo)

    • Convulsiones

    • Parálisis o debilidad en un lado

    • Glaucoma

    • Dificultades de aprendizaje

    Nevo flámeo. (Mancha en vino de
    Oporto). Lesión plana rosada, roja o púrpura que
    aparece en el nacimiento.

    Los nevos flámeos son ectasias vasculares, que se
    producen con frecuencia en el cuello y el cuero cabelludo. Los
    nevos flámeos de la región del trigémino
    pueden ser un componente del síndrome de Sturge-Weber. La
    lesión no suele desaparecer, aunque algunas lesiones
    maculares pequeñas rojizas sobre la nariz y los
    párpados pueden hacerlo en pocos meses.

    Causas

    Se desconoce la causa de la enfermedad de Sturge-Weber y
    no existe un componente hereditario conocido.

    SÍNDROME DE VON
    HIPPEL-LINDAU

    Consiste en el crecimiento anormal de vasos
    retiniano-cerebelosos, y se cataloga como una enfermedad rara de
    carácter hereditario autosómico dominante, dentro
    del grupo de las facomatosis. La enfermedad fue descrita por dos
    grupos independientes, dirigidos por Eugen von Hippel (en 1894) y
    Arvid Lindau (en 1926). La causa de la enfermedad es la
    mutación de ambos alelos del grupo VHL, causada en el uno
    por factores genéticos y en el segundo tras una
    mutación de novo. El síndrome se
    caracteriza por aumentar la predisposición a los tumores
    de riñón, del sistema nervioso central —en
    particular el cerebelo— y por afectar a la retina. No
    existe por el momento un tratamiento médico de cura, pero
    el conocimiento de su sintomatología y la
    investigación genética posibilitan que actualmente
    sea posible establecer diagnósticos precoces antes de la
    aparición de las complicaciones derivadas de la
    proliferación de tumores.

    También conocida por sus sinónimos:
    Angiomatosis familiar cerebelorretinal, hemangioblastomatosis,
    Angiofacomatosis de retina y cerebelo, Angiomatosis familiar y
    enfermedad de von Hippel.

    CLASIFICACIÓN

    Hay varios subtipos:

    • Tipo 1 (angiomatosis sin feocromocitoma)

    • Tipo 2 (angiomatosis con feocromocitoma)

    • Tipo 2A (riesgo bajo de carcinoma de células
      renales)

    • Tipo 2B (alto riesgo de carcinoma de células
      renales)

    • Tipo 2C (Sólo feocromocitoma sin angiomatosis
      ni carcinoma de células renales)

    Síntomas

    En los enfermos del síndrome de von Hippel-Lindau
    se observa la proliferación de tumores, de los cuales lo
    más esencial -desde el punto de vista clínico- es
    su localización en el cerebro, la médula espinal,
    la retina y los riñones. Aparte de esto, muchas otras
    alteraciones clínicas pueden afectar a otros
    órganos y sistemas. Los tumores que responden al
    síndrome de von Hippel-Lindau se caracterizan, por lo
    general, por sus múltiples focos, y del mismo modo se
    multiplican más rápidamente en un paciente joven
    que en la población de edad más
    avanzada.

    Los rasgos del VHL son:

    • Angiomatosis – pequeños nodulos de capilares
      en la retina y otros órganos.

    • Hemangioblastomas – tumores del sistema nervioso
      central (especialmente en el cerebelo, tronco del
      encéfalo y médula espinal).

    • Feocromocitoma – tumores de la médula adrenal
      que frecuentemente producen catecolaminas.

    • Carcinoma de células renales – tumores
      malignos del riñón.

    • Páncreas – cistos y tumores del
      páncreas, que pueden ser tumores
      neuroendocrinos.

    Sin tratamiento, el VHL puede provocar ceguera y
    daño cerebral permanente. El fallecimiento sobreviene
    habitualmente por complicaciones de los tumores cerebrales o
    renales y enfermedades cardiovasculares secundarias al
    feocromocitoma. Con una detección temprana y el
    tratamiento apropiado, hoy en día hay más
    esperanzas que nunca para las personas con VHL.

    Etiología

    La enfermedad se manifiesta mediante un patrón
    autosómico dominante. Está relacionada con una
    mutación genética en la síntesis del gen
    supresor tumoral de von Hippel-Lindau (VHL), situado en el
    cromosoma. Según establece la hipótesis de Knudson,
    para que se exprese el fenotipo, es necesario que el individuo
    sea previamente portador de la mutación en uno de los
    alelos, y posteriormente la mutación somática del
    segundo. A este mecanismo se le conoce como pérdida de
    heterocigosidad (abreviado como LOH, por sus siglas en
    inglés: loss of heterozygosity). En la
    mayoría de los afectados por el síndrome, la
    mutación constitutiva del gen VHL es heredada del
    progenitor, y la mutación de novo es la
    responsable del 15% de los casos de la enfermedad de von
    Hippel-Lindau. Muy raramente, la mutación se origina en la
    etapa embrionaria. En ese momento la presencia del gen es
    sólo parcial en el embrión aún no formado
    (mosaicismo). Se ha probado que el polimorfismo en el gen de la
    ciclina D1 (CCND1) en el locus 11q13 puede verse modificado en
    fenotipos afectados por la mutación del gen
    VHL.

    ATAXIA-TELANGIECTASIA

    Un trastorno multisistémico progresivo
    autosómico recesivo caracterizado por ataxia cerebelosa,
    telangiectasia de la conjuntiva y la piel, infecciones
    sinopulmonares recurrentes e inmunodeficiencia
    variable.

    El comienzo de los síntomas neurológicos y
    de la inmunodeficiencia son variables. La ataxia suele aparecer
    cuando el niño comienza a caminar, pero puede retrasarse
    hasta los 4 años. Su progresión conduce a una
    incapacidad grave. El habla se hace confusa, se producen
    movimientos coreoatetósicos y oftalmoplejía y la
    debilidad muscular suele progresar hacia la atrofia muscular.
    Puede aparecer retraso mental progresivo. Las telangiectasias
    aparecen entre los 1 y 6 años de edad, sobre todo en la
    conjuntiva bulbar, los pabellones auriculares, las fosas
    antecubitales y poplíteas y las zonas laterales de la
    nariz. Las infecciones sinopulmonares recurrentes, debido a
    déficit inmunitarios, provocan neumonía recurrente,
    bronquiectasias y enfermedad pulmonar obstructiva crónica
    y restrictiva.

    Pueden aparecer anomalías endocrinas, incluida
    una disgenesia gonadal, atrofia testicular y una forma inusual de
    diabetes mellitus caracterizada por una hiperglucemia marcada,
    resistencia a la cetosis y una respuesta marcada de la insulina
    plasmática a la glucosa o a la tolbutamida.

    El trastorno se asocia con un alto grado de neoplasias
    malignas (especialmente leucemia, cáncer gástrico y
    tumores cerebrales) y un aumento de roturas cromosómicas,
    probablemente indicativo de un defecto en la reparación
    del ADN. Se han identificado anomalías genéticas.
    Los pacientes a menudo carecen de IgA e IgE y tienen anergia
    cutánea y un defecto inmunitario celular progresivo. La
    a2-fetoproteína sérica suele estar
    elevada.

    DIAGNOSTICO DIFERENCIAL

    Es necesario diferenciarla de los trastornos
    neurológicos hereditarios progresivos o de los que han de
    ser tratados con cirugía o con otros métodos
    específicos.

    Durante la lactancia, rara vez es posible diagnosticar
    con certeza una Parálisis Cerebral y muchas veces
    sólo a los 2 años de edad puede establecerse con
    seguridad el síndrome específico que padece un
    paciente determinado. Es necesario vigilar estrechamente a los
    niños con riesgo conocido, es decir, los que sufrieron
    traumatismos obstétricos, asfixia, ictericia o meningitis
    en el período neonatal o tienen una historia de
    convulsiones, hipertonía, hipotonía o ausencia de
    reflejos. Antes de desarrollar un síndrome motor
    específico, el niño presentará un retraso
    del desarrollo motor con persistencia de los patrones de reflejos
    de la lactancia, hiperreflexia y alteración del tono
    muscular. Cuando no exista certeza sobre el diagnóstico o
    sobre su causa, la TC o la RM pueden ser
    útiles.

    Las formas atáxicas, relativamente raras, son
    especialmente difíciles de diferenciar y muchos
    niños atáxicos son diagnosticados de una enfermedad
    degenerativa cerebelosa progresiva. La atetosis, la
    automutilación y la hiperuricemia en los varones son
    signos de un síndrome de Lesch-Nyhan.

    Las alteraciones cutáneas u oculares pueden
    indicar una esclerosis tuberosa, una neurofibromatosis, una
    enfermedad de von Hippel-Lindau o un síndrome de
    Sturge-Weber.

    La atrofia muscular espinal de la lactancia, las
    degeneraciones espinocerebelosas y las distrofias musculares no
    suelen ir acompañadas de signos de enfermedad
    cerebral.

    La adrenoleucodistrofia aparece en etapas más
    avanzadas de la infancia.

    SÍNDROMES
    NEUROLÓGICOS PARANEOPLÁSICOS

    En neurología el concepto de síndrome
    paraneoplásico se reserva para los síndromes que
    aparecen en relación con un cáncer, generalmente
    oculto, y cuya causa no es aún bien conocida.

    Los síndromes paraneoplásicos son poco
    frecuentes, con una incidencia inferior al 1% de los pacientes
    con cáncer, y pueden afectar diversas partes del sistema
    nervioso (ver tabla).

    Estos síndromes tienen en común la
    aparición subaguda del cuadro clínico, generalmente
    grave, en ausencia de evidencia de cáncer, que no suele
    manifestarse hasta meses o años después del
    síndrome neurológico. Dadas la escasa incidencia de
    estos síndromes y la ausencia del tumor al inicio de la
    enfermedad, el diagnóstico requiere un alto índice
    de sospecha. Recientemente se han descrito autoanticuerpos
    antineuronales muy específicos en alguno de estos
    síndromes que permiten orientar el diagnóstico (ver
    tabla).

    Síndromes neurológicos
    paraneoplásicos

    Síndromes

    Tumor asociado

    Autoanticuerpos

    Degeneración cerebelosa

    Mama, ovario

    pulmón, Hodgkin

    Anti-yo

    Anti-Tr

    Encefalitis límbica *

    CCPP

    Anti-Hu

    Encefalitis del tronco *

    CCPP

    Anti-Hu

    Opsoclono/ mioclono

    CCPP, neuroblastoma

    Mama

    Anti-Ri

    Mielopatía necrótica

    Pulmón, linfoma

    Neuropatía motora

    Linfoma

    Neuropatía sensitiva *

    CCPP

    Anti-Hu

    Neuropatía autónoma *

    CCPP

    Anti-Hu

    Neuropatía mixta

    Pulmón, linfoma

    Multineuritis

    Próstata, riñón

    ¨Stiff-person¨

    CCPP

    Anti-CCVD

    Dermatomiositis

    Mama, pulmón

    Los síndromes neurológicos
    paraneoplásicos más frecuentes que afectan el SNC
    son la degeneración cerebelosa y la encefalomielitis
    paraneoplásica. La degeneración cerebelosa
    paraneoplásica
    se caracteriza por la
    destrucción aislada de las células de Purkinje del
    cerebelo, que origina un síndrome pancerebeloso de
    rápida evolución. Suele asociarse a cáncer
    de ovario, mama, pulmón y linfoma de Hodgkin. La
    encefalomielitis paraneoplásica se caracteriza por
    pérdida neuronal e infiltrados inflamatorios
    parenquimatosos y perivasculares en diversas localizaciones del
    sistema nervioso. El cuadro clínico dependerá del
    área afecta. La encefalomielitis
    paraneoplásica
    puede manifestarse por un cuadro de
    trastorno de la memoria (encefalitis límbica),
    alteración de pares craneales y cerebelo (encefalitis de
    tronco) o una neuropatía sensitiva por lesión del
    ganglio raquídeo posterior o, con frecuencia, por una
    combinación de los síndromes descritos. El tumor
    asociado es casi siempre un carcinoma de células
    pequeñas de pulmón. Además de la
    neuropatía sensitiva, otros síndromes
    paraneoplásicos del SNP incluyen el síndrome de
    Eaton-Lambert,
    que se asocia hasta en el 50% de los casos a
    un carcinoma de pulmón de células pequeñas,
    y la dermatomiositis, que suele asociarse a
    adenocarcinomas, sobre todo de mama. La incidencia de
    neuropatías sensitivomotoras paraneoplásicas es muy
    baja, con la excepción de la neuropatía asociada a
    mieloma osteosclerótico. Ante toda neuropatía
    progresiva de origen desconocido, la búsqueda de neoplasia
    debe sólo incluir la práctica de una
    radiografía de tórax, una analítica general,
    incluyendo proteinograma, y una gammagrafía ósea
    para descartar lesiones osteoscleróticas
    aisladas.

    La causa de los síndromes neurológicos
    paraneoplásicos es desconocida. El descubrimiento de
    autoanticuerpos antineuronales específicos en alguno de
    estos síndromes ha reforzado la hipótesis
    autoinmune, en la que una respuesta inmune inicialmente dirigida
    contra antígenos tumorales afecta el sistema nervioso, que
    presenta antígenos idénticos o similares. Esta
    posibilidad sólo se ha demostrado claramente en el
    síndrome de Eaton-Lambert, en el cual anticuerpos contra
    los canales del calcio presentes en el tumor y en la presinapsis
    de la unión neuromuscular desencadenan el síndrome
    clínico.

    La evolución clínica es variable, ya que
    algunos síndromes (p. ej., el síndrome de
    Eaton-Lambert) suelen mejorar con el tratamiento antitumoral e
    inmunodepresor, mientras que otros (p. ej., degeneración
    cerebelosa subaguda) se caracterizan por la destrucción
    neuronal, siendo por tanto el cuadro clínico irreversible,
    aunque pueden estabilizarse tras el tratamiento del
    tumor.

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    Wolfsthal S. NMS de Medicina Interna. (National Medical
    Series) 6ª ed. Editorial LIPPINCOTT NMS. 2009.

    Torre DM, Lamb GC, Van Ruiswyk JJ, Schapira RM. Kochar's
    Clinical Medicine for Students. 5th Edition. Lippincott Williams
    & Wilkins. 2009

    http://www.sturge-weber.com

    http://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%ADndrome_de_Sturge-Weber

     

     

    Autor:

    Alberto
    Martínez-Pinillo 

    Dr. Julio Alberto Robles Martínez-Pinillo. Master
    en Educación. Especialista de I y II Grado en Medicina
    Interna del Hospital General Docente "Héroes del Baire".
    Profesor Auxiliar de Medicina Interna y Farmacología de la
    Facultad de Ciencias Médicas de la Isla de la Juventud.
    Cuba

    Dr. Roberto Bosch Ramírez. Especialista de I
    Grado en Neurología del Hospital General Docente
    "Héroes del Baire". Máster en Urgencias
    Médicas. Profesor Asistente de Medicina Interna de la
    Facultad de Ciencias Médicas de la Isla de la
    Juventud.

    Colaboradores:

    • 1 Dr. Roberto Hernández
      Hernández. Especialista de I y II Grado en Medicina
      Interna del Hospital General Docente "Héroes del
      Baire". Profesor Consultante y Profesor Auxiliar de Medicina
      Interna de la Facultad de Ciencias Médicas de la Isla
      de la Juventud.

    • 2 Dr. Jesús Quintero Casanova.
      Especialista de I y II Grado en Medicina Interna.
      Máster en Infectología Clínica. Profesor
      Auxiliar de Medicina Interna. Director Municipal de Salud en
      la Isla de la Juventud.

    • 3 Dr. Ismael Dranguet Bouly. Especialista de I
      y II Grado en Medicina Interna del Hospital General Docente
      "Héroes del Baire". (Verticalizado en Cuidados
      Intensivos). Máster en Infectología
      Clínica. Profesor Auxiliar de Medicina Interna de la
      Facultad de Ciencias Médicas de la Isla de la
      Juventud.

    • 4 Dr. Jorge Vázquez Cedeño.
      Especialista de I y II Grado en Medicina Interna del Hospital
      General Docente "Héroes del Baire". (Verticalizado en
      Cuidados Intensivos). Máster en Urgencias
      Médicas. Profesor Auxiliar de Medicina Interna de la
      Facultad de Ciencias Médicas de la Isla de la
      Juventud.

    • 5 Dr. Alejandro Cantalapiedra Torres.
      Especialista de I Grado en Pediatría. Máster en
      Enfermedades Infecciosas. Profesor Auxiliar de
      Pediatría. Vicedecano Primero de la Facultad de
      Ciencias Médicas de la Isla de la Juventud.

    Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6
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