INTRODUCCIÓN
La escuela inclusiva es aquella, que ofrece a todos sus
alumnos y alumnas las oportunidades educativas y las ayudas
(curriculares, personales, materiales) necesarias para su
progreso académico y personal.
La inclusión no puede reducirse a una simple
cuestión curricular, organizativa o metodológica;
la inclusión es más que todo eso, es una manera
distinta de entender la educación y, si se quiere, la vida
misma y la sociedad; se trata más bien de una
filosofía, de valores.
En el siglo XXI la problemática de la
discapacidad sigue atrapada entre la indiferencia y el
proteccionismo. Pese a que el principio de la
normalización de las personas con discapacidad se
gestó y dio frutos desde mediados del siglo XX,
todavía no tratamos normalmente a las personas con
discapacidad y propiciamos que tengan condiciones anormales de
vida, (aunque lo hacemos para darles el trato especial que
"necesitan").
El rótulo de discapacitado y la palabra en
sí puede predisponer a una connotación negativa de
la persona, reconociéndose a la misma con un sentido que
puede resultar hasta peyorativo. La expresión "es un
discapacitado" muchas veces define a todo aquel al que se lo
"diagnostica" como deficitario en algún
aspecto.
De esta manera, nos detenemos sólo en lo que
alguien no puede hacer, debido a que sus propias facultades lo
limitan para ello, sin contemplar la posibilidad de que esta
persona pueda estar capacitada para algún o muchos tipos
de realizaciones. Por ello se habla con mayor propiedad: Personas
con discapacidad (personas con muchas capacidades y alguna
discapacidad).
En las calles, en la escuela, vemos personas que usan
sillas de ruedas para trasladarse, que hacen señas para
comunicarse, que usan bastones para saber por dónde ir, o
que "tienen" síndrome de Down. Con la misma fugacidad con
que miramos un semáforo o sacamos el boleto del colectivo,
estas personas quedan invisibilizadas para nosotros. Esta
invisibilidad, que es casi indiferencia, genera exclusión
y segregación de la persona con discapacidad.
Los mecanismos de exclusión y segregación
también se ponen en marcha cuando las familias y las
instituciones de las que participan las personas con discapacidad
hacen por ellas lo que podrían hacer por sí mismas;
cuando los sobreprotegen en vez de concederles la dignidad del
riesgo. Se los "cuida" por ser discapacitados y esto,
paradójicamente, los hace más
vulnerables.
La discapacidad motriz, la discapacidad sensorial y la
discapacidad mental reciben tratos diferentes una de otra; el
grado de visibilización y minusvalía varía
según el contexto y la disposición social hacia la
inclusión de cada diferencia, (y no solo de las
diferencias).
Se han identificado aspectos específicos que
contribuyen a la discriminación de la niñez con
discapacidad como son: la falta de información sobre la
situaciónde los niños y niñas
con discapacidad, el miedo a lo diferente, el desconocimiento de
las diversas discapacidades y el grado en que afecta a la
niñez, el potencial real de desarrollo de niños y
niñas con discapacidad, la sobreprotección, los
conflictos familiares y/o personales. Todos estos aspectos
están impidiendo la inclusión efectiva de estos
niños y niñas en la familia, la escuela y la
comunidad.
La discapacidad afecta al 13.08% de la población
peruana, alcanzando a un aproximado de 3.5 millones de personas.
Las mujeres con discapacidad constituyen casi la mitad
(ojalá este censo 2007 arroje cifras claras) Un estudio de
la OPS , INEI y el Instituto de Rehabilitación en 2005
señala que sólo en la ciudad de Lima habría
21,722 mujeres con discapacidad físico motora en edad
fértil.
MARITA RANGEL M.
I CAPÍTULO
HISTORIA DE LA
EDUCACIÓN ESPECIAL
LA EDUCACIÓN ESPECIAL
La Educación Especial desde sus inicios ha estado
estrechamente vinculada con las ciencias de la medicina y la
psicología. Desde estas perspectivas se inició el
estudio y descripción de los déficit, estableciendo
amplias y detalladas categorías clasificatorias, en
función de la etiología, con el
propósito en un principio, de "curar o
corregir" la situación deficitaria o patológica
(modelo bio-médico) y más tarde, basado en el
enfoque psicológico, de adaptar las intervenciones a
las particularidades del déficit
diagnosticado y definido.
Estos enfoques basados en una concepción
determinista del desarrollo, tuvieron su mayor auge entre los
años 40 y 60, época en la cual se
define y forja una modalidad de atención de
carácter segregador, que consistió
básicamente en dar atención educativa a los
niños, niñas y jóvenes con
discapacidad en centros y escuelas especiales separadas de las
escuelas regulares.
"La educación especial es como la atención
Educativa que se presta a todos aquellos sujetos que debido a
circunstancias genéticas, familiares, orgánicas,
psicológicas y sociales, son considerados sujetos
excepcionales bien en una esfera concreta de su persona
(intelectual, físico sensorial, psicológico o
social) o en varias de ellas conjuntamente"
Durante los años 60, con la aparición del
principio de Normalización y por otro lado con la
emergencia y consolidación del concepto de necesidades
educativas especial , queda explícita la idea de que los
fines de la educación son los mismos para todos los
niños y niñas, cualesquiera sean los problemas con
que se encuentren en sus procesos de desarrollo y, en
consecuencia, la educación queda configurada como un
continuo de esfuerzos para dar respuesta a las diversas
necesidades educativas de los alumnos para que estos puedan
alcanzar los fines propuestos.
A partir de estos argumentos, en forma progresiva el
objetivo de esta modalidad educativa comienza a dar un giro en el
sentido que no sólo se trata de optimizar los avances en
el desarrollo de la persona en función de su discapacidad,
sino también y especialmente de proporcionar un conjunto
de apoyos y recursos que han de implementarse en el sistema
educativo regular para dar respuesta educativa adecuada y
favorecedora del máximo desarrollo global.
Este cambio de perspectiva incide en una
concepción más amplia de la
Educación Especial que se asocia con la
acción educativa a las personas de todas las edades y en
ámbitos educativos formales y no formales. Poco a poco,
las visiones que consideran la Educación Especial y la
Educación General como realidades separadas
comenzarán a coincidir entendiendo que la educación
especial debe ponerse al servicio del alumnado para satisfacer
sus necesidades educativas especiales, destacando su papel en el
estudio y análisis de los procesos de enseñanza
aprendizaje de esta población.
La década de los 80 y sobre todo la de los
noventa, representan una etapa de notable madurez en la
Educación Especial que se caracteriza por ir abandonando
los enfoques centrados en el déficit para situarse en un
marco propiamente educativo. Así pues, ubicada la
Educación Especial en el ámbito de las ciencias de
la educación y más específicamente con la
Didáctica, desarrolla su campo de acción
vinculándose con dimensiones conceptuales tales como el
curriculum, la organización escolar, la formación
del profesorado, los modelos de enseñanza, los medios y
recursos educativos, la escuela, etc.
A pesar de estos avances que responden a un
enfoque más holístico centrado en los procesos de
enseñanza aprendizaje, todavía se mantienen algunos
problemas conceptuales pendientes, que agrupa en cinco ideas
básicas: Imprecisión del término "necesidad
especial" de acuerdo a los efectos que tiene en el aprendizaje
las variables contextuales.
• Falta de realismo en los fines y
objetivos de la Educación Especial establecidos desde el
marco curricular común, ya que hasta el momento los
métodos de enseñanza y organización no se
han adecuado suficientemente a dar respuesta ajustada a las
necesidades de todo el alumnado.
• Mantenimiento, en muchos casos, del
carácter terapéutico de la educación
especial, especialmente entre algunos profesionales y entre la
comunidad en general que todavía piensa en términos
del nivel de normalidad, del tipo de alumno.
• Inclinación desde algunos sectores
educativos, hacia un sesgo médico-psicológico en la
comprensión y desarrollo de la Educación
Especial.
• Planteamiento abierto del papel esencial que el
tema de las actitudes (en la comunidad educativa y social) juega
en la Educación Especial y, en consecuencia, la
constatación real de la enorme dificultad que éstas
sufran procesos de transformación.
En este contexto surgen nuevas definiciones de
discapacidad, que son producto de un análisis
crítico de 20 años de trabajo a nivel mundial. Las
definiciones de discapacidad de la Organización Mundial de
la Salud (OMS) han sido publicadas en la clasificación
Internacional del Funcionamiento, la Discapacidad y la Salud
(conocida como CIF)
La CIF contiene una actualización de
las definiciones que la misma OMS publicara en 1980. En
ésta época se planteaba que la discapacidad era
producto exclusivo de una deficiencia en el individuo y que se
traducía en una capacidad reducida de la persona para
desarrollar las actividades propias de la vida en
comunidad.
Esta definición, implicaba estrategias de
servicios de salud, educación y trabajo, entre otros,
centradas en mejorar las capacidades y competencias de la persona
para que enfrentase los desafíos de vivir en la
sociedad.
LA
DECLARACIÓN DE SALAMANCA
La Declaración de Salamanca hecha en 1994
presenta el marco de acción sobre necesidades educativas
especiales, el mismo que fue aprobado por la Conferencia Mundial
sobre Necesidades Educativas Especiales, organizada
por el Gobierno de España, en colaboración
con la UNESCO. Su objetivo fue informar sobre la política
e inspirar la acción de los gobiernos, las organizaciones
internacionales y nacionales de ayuda, las organizaciones no
gubernamentales y otros organismos.
El presente texto es solo una selección del trabajo
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