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La Ciencia, la Tecnología y la Sociedad en el aula



  1. Introducción
  2. Una pequeña
    mirada
  3. La ciencia
    cubana
  4. La ciencia y otros
    conceptos
  5. La ciencia, la
    tecnología y la sociedad en el aula
  6. El papel del
    profesor en el aula
  7. Conclusiones
  8. Bibliografía

Introducción

"La supervivencia de la
Revolución y del Socialismo, la preservación de la
independencia del país, depende hoy, fundamentalmente, de
la Ciencia y de la Técnica"

Fidel Castro.
1991.

El desarrollo científico y tecnológico es
uno de los factores más influyentes de la sociedad
contemporánea. Los efectos negativos directos de la
demanda sobre el desarrollo tecnológico, la escasez
extrema de recursos para nuevas inversiones productivas y las
formas de ajuste neoliberal, encierran un peligro para el futuro
tecnológico de las naciones del Tercer Mundo.

Es vital para el futuro de la sociedad, educar a las
personas sobre las tareas sociales que envuelven la Ciencia y la
Tecnología. La ignorancia científico –
técnica de los ciudadanos constituye un serio problema, es
peligroso que las personas ignoren lo que significa la
contaminación atmosférica, el calentamiento global,
la desaparición de las especies, los problemas asociados
al uso de diferentes fuentes de energía, la
solución de enfermedades del hombre, de las condiciones de
vida de los más pobres y muchos otros
problemas.

La sociedad contemporánea está sometida a
numerosos impactos por la tecnociencia; impactos
económicos, culturales y de todo orden. Modificar esos
conceptos, enriquecer nuestra visión social de la
tecnociencia parece ser una obligación de los sistemas
educativos formales e informales.

Hoy en día, la tecnología es parte del
sistema de vida de todas las sociedades. La ciencia y la
tecnología se están sumando a la voluntad social y
política de las sociedades de controlar sus propios
destinos, sus medios y el poder de hacerlo. La ciencia y la
tecnología están proporcionando a la sociedad una
amplia variedad de opciones en cuanto a lo que podría ser
el destino de la humanidad, por eso es indispensable insertar
esos temas en las aulas y debatirlos con los
estudiantes.

El objetivo del presente trabajo es establecer un grupo
de acciones que pueden incentivar el quehacer productivo y
creativo de los educandos desde la preparación del
profesor, a fin de fomentar valores, desarrollar la
crítica y elevar la cultura general integral de los
egresados de cualquier nivel educacional.

Desarrollo

"El futuro de nuestro país
tendrá que ser necesariamente un futuro de hombres de
ciencia, de hombres de pensamiento".

Fidel Castro

Una
pequeña mirada

En la batalla por el conocimiento se destaca la
aspiración por dar un vuelco en la formación, para
enfrentar los retos de construir en el país una real
sociedad del conocimiento, con capacidad para insertarse en el
desigual flujo científico técnico de la
globalización neoliberal. Este propósito
llevó a la necesidad de crear centros de excelencia y al
surgimiento de la Universidad de las Ciencias Informáticas
(UCI).

La Universidad Cubana cuenta con 80 centros dedicados a
tiempo completo a la investigación, generación y
transferencia de tecnología de punta. Vinculados a estas y
otras instituciones de investigación está el 69% de
las y los profesores universitarios. En general todos los
docentes de la educación superior, tienen concebido el
trabajo de investigación científica. En total
más de 250 mil docentes del Ministerio de Educación
(MINED) y el Ministerio de Educación Superior (MES),
están incorporados desde sus aulas a la actividad
científica. El 42% de ellos la efectúa en forma
extracurricular.

La investigación también forma parte de
los currículos docentes de pregrado y postgrado. El 10% de
las matriculas de estudiantes universitarios, son consideradas de
alto rendimiento y estos jóvenes participan en las
más complejas investigaciones.

En la mayoría de los países
latinoamericanos y caribeños, el potencial
científico se concentra en las universidades. Un resultado
de la Revolución Cubana es el haber creado además
el sector de ciencia en el que laboran unos 78 mil trabajadores.
En esta masa profesional 44 mil especialistas son graduados
universitarios y otros 19 mil han cursado la enseñanza
media. Hay en las universidades y en el sector de Ciencia y
Tecnología 6 mil 965 cubanos y cubanas que son doctores en
ciencias.

El personal de Ciencia y Tecnología, se amplia y
multiplica con la labor de las asociaciones de obreros y
técnicos tanto entre los jóvenes organizados en las
Brigadas Técnicas Juveniles (BTJ), como en la
Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores
(ANIR), y las asociaciones científico profesionales que
cubren en más amplio espectro disciplinario. La ANIR,
agrupa a los trabajadores mayores de 35 años que buscan
constantemente soluciones técnicas a problemas de la
economía cubana. La ANIR cuenta con unos 567 mil
asociados, agrupados en más de 26 mil organizaciones de
base en los centros de trabajo. Las BTJ, lideradas por la
Unión de Jóvenes Comunistas, agrupan a más
177 000 brigadistas de todo el país.

La ciencia
cubana

El trabajo que en Cuba se desarrolla en el campo de la
Ciencia, la Tecnología y Sociedad transcurre en
condiciones específicas que determinan sus orientaciones
teóricas y prácticas. Durante las últimas
cuatro décadas el desarrollo de la cultura, la
educación y la ciencia ha constituido una prioridad
fundamental del estado cubano. Esto se ha expresado no
sólo en avances significativos en estos campos, sino
también en una cierta mentalidad y estructura de valores
entre los profesionales, en particular los vinculados al campo
científico – técnico, donde el sentido de
responsabilidad social se haya ampliamente extendido. Existe una
percepción ético política del trabajo
científico que incluye la clara concepción de que
el mismo se realiza, sobre todo, para satisfacer las necesidades
del desarrollo social y la satisfacción de las necesidades
de los ciudadanos. "Esa percepción es compartida por los
actores involucrados en los procesos científico
tecnológicos y de innovación y tiene sus
raíces en las transformaciones sociales que el país
ha vivido y la ideología revolucionaria que lo ha
conducido". (Núñez, p)

La ciencia y
otros conceptos

El concepto de ciencia se suele definir por
oposición al de técnica, según las
diferentes funciones que ellas realizan. En principio la
función de la ciencia se vincula a la adquisición
de conocimientos, al proceso de conocer, cuyo ideal más
tradicional es la verdad, en particular la teoría
científica verdadera. La objetividad y el rigor son
atributos de ese conocimiento.

Es un sistema de conocimientos que modifica nuestra
visión del mundo real y enriquece nuestro imaginario y
nuestra cultura; es un proceso de investigación que
permite obtener nuevos conocimientos, los que a su vez ofrecen
posibilidades nuevas de manipulación de los
fenómenos; es posible atender a sus impactos
prácticos y productivos, caracterizándola como
fuerza productiva que propicia la transformación del mundo
y es fuente de riqueza; la ciencia también se nos presenta
como una profesión debidamente institucionalizada
portadora de su propia cultura y con funciones sociales bien
identificadas.

La actividad que denominamos ciencia se desenvuelve en
el contexto de la sociedad, de la cultura, e interactúa
con sus más diversos componentes. Al hablar de ciencia
como actividad nos dirigimos al proceso de su desarrollo, su
dinámica e integración dentro del sistema total de
las actividades sociales. Desde esta perspectiva se promueven a
un primer plano los nexos ciencia – política,
ciencia – ideología, ciencia –
producción, en general ciencia – sociedad. La
sociedad es un continuo pluridimensional donde cada
fenómeno, incluso la elaboración de conocimientos,
cobra sentido exclusivamente si se relaciona con el todo. El
conocimiento aparece como una función de la existencia
humana, como una dimensión de la actividad social
desenvuelta por hombres que contraen relaciones objetivamente
condicionadas. Sólo dentro del entramado que constituyen
esas relaciones es posible comprender y explicar el movimiento
histórico de la ciencia.

A diferencia de esta apreciación, es necesario
admitir que "la ciencia supone la búsqueda de la verdad o
al menos un esfuerzo a favor del rigor y la objetividad; la
ciencia es, ante todo, producción, difusión y
aplicación de conocimientos y ello la distingue, la
califica, en el sistema de la actividad humana. Pero la ciencia
no se da al margen de las relaciones sociales, sino penetrada de
determinaciones práctico – materiales e
ideológico – valorativas, tipos de actividad a las
cuales ella también influye considerablemente. La ciencia
supone tanto relaciones sujeto – objeto como sujeto –
sujeto". (Núñez, p)

La función de la técnica se vincula a la
realización de procedimientos y productos, al hacer cuyo
ideal es la utilidad. La técnica se refiere a
procedimientos operativos útiles desde el punto de vista
práctico para determinados fines. Constituye un saber
cómo, sin exigir necesariamente un saber por qué.
Ese por qué, es decir, la capacidad de ofrecer
explicaciones, es propia de la ciencia.

Las consecuencias políticas y sociales de la
energía nuclear, las telecomunicaciones, las
políticas tributarias, son, entre muchos, ejemplos del
notable impacto social de la tecnología en los estilos de
vida, en las relaciones interpersonales, en los valores, en las
relaciones de poder.

En la civilización tecnológica que vivimos
la tecnología es una red que abarca los más
diversos sectores de la actividad humana "un modo de vivir, de
comunicarse, de pensar, un conjunto de condiciones por las cuales
el hombre es dominado ampliamente, mucho más que tenerlos
a su disposición" (Agazzi, 1996, p.141. Citado por
Núñez Jover, 2007).

Los beneficios que trae consigo la tecnología
moderna son muy numerosos y ampliamente conocidos. Una mayor
productividad proporciona a la sociedad unos excedentes que
permiten disponer de más tiempo libre, dispensar la
educación y, de hecho, proseguir la propia labor
científica. Todos nosotros necesitamos alimentos,
vivienda, ropa, etc. Cuando quedan satisfechas esas necesidades
básicas y la tecnología empieza a proporcionar
beneficios cada vez más triviales, es cuando surgen
esencialmente los problemas.

Podemos definir tecnología como el conjunto de
reglas instrumentales que prescriben un rumbo racional de
actuación para lograr una meta previamente determinada y
que debe evaluarse en función de su utilidad y de su
eficacia practica.

La tecnología es creada por el hombre con el fin
de satisfacer una necesidad, esta necesidad es la causa de la
evolución de la tecnología. La tecnología se
encuentra en una constante evolución y los objetos que no
se adaptan simplemente desaparecen, es decir, a medida que las
necesidades son mayores o digamos más complicadas, se
necesita crear un objeto que pueda llenar el vació, el
cual llega a reemplazar el anterior.

Los progresos de la ciencia han sido muy rápidos
en los países desarrollados; en cambio, en los
países subdesarrollados su adquisición es tan lenta
que cada día la diferencia entre dos tipos de
países se hace más grande. Dicho retraso contribuye
a mantener e incluso a agravar la situación de dependencia
de los países subdesarrollados con respecto a los
desarrollados.

Como la ciencia ha pasado a formar parte de las fuerzas
productivas en mucho mayor medida que nunca, se considera ya que
hoy se trata de un agente estratégico del cambio en los
planes de desarrollo económico y social.

La ciencia ha llegado al punto de influir sobre la
mentalidad de la humanidad. La sociedad de hoy no esta cautiva en
las condiciones pasadas o en las presentes, sino que se orienta
hacia el futuro. La ciencia no es simplemente uno de los varios
elementos que componen las fuerzas productivas, sino que ha
pasado a ser un factor clave para el desarrollo social, que cala
cada vez más a fondo en los diversos sectores de la
vida.

A espaldas de los beneficios que proporciona a la
sociedad el desarrollo de las tecnologías, son conocidos
los perjuicios que pueden ocasionar cuando su
implementación es desmedida o va en contra de los propios
creadores.

El rápido progreso de la ciencia y la
tecnología es fascinante y supone un desafío
constante para nuestra imaginación y nuestras
expectativas, pero exige al mismo tiempo que ahondemos nuestra
comprensión de sus repercusiones éticas. La ciencia
y la tecnología pueden suscitar temores y generar riesgos.
Los peligros que pueden derivarse de ellas para el medio ambiente
y la salud del género humano y las especies animales no
sólo plantean incertidumbres en el ámbito
estrictamente científico y tecnológico, sino que
además suscitan preocupaciones en el plano
económico, social y ético.

La clonación, los alimentos genéticamente
modificados y las tecnologías son el resultado de
importantes adelantos científicos y técnicos. Esos
adelantos pueden contribuir al bienestar de la humanidad, pero
originan toda una serie de cuestiones en el plano
ético.

Recientemente en el periódico Juventud Rebelde,
René Tamayo León sustentaba la tesis de "el lado
oscuro del conocimiento" y aportaba elementos que fundamentan la
implementación indebida de la Ciencia y la
Tecnología: "El último tic de los medios de
información son las nuevas tecnologías que se
están empleando en las contiendas bélicas de los
países imperiales contra las naciones
tercermundistas.

La maquinaria militar de los países dominantes
dedica mucho dinero para incorporar los últimos adelantos
científicos a su arsenal. Ahora los desembolsos parecen
ser mayores. Con Estados Unidos a la cabeza están
invirtiendo sumas exorbitantes en el giro de las ciencias para
dotar a sus ejércitos de las más sofisticadas
tecnologías.

La industria de la guerra constituye un gran negocio
científico. Así, muchos centros de
investigación no han dudado en ponerse a la orden de las
castas imperiales, el mejor estilo de su gran complejo
militar-industrial".

El ejemplo anterior ilustra cuánto pueden influir
negativamente, las nuevas tecnologías cuando tienen un fin
hegemónico, sin ética, muy inverso a los
propósitos de encontrar soluciones para el bien
común y elevar la calidad de vida de la
sociedad.

De esta misma manera, el Msc. Ruperto González
Amador en su ponencia en opción a la Categoría
Docente de Profesor Asistente sustenta que "nuestros estudiantes
universitarios y también de las otras enseñanzas
desarrollan su vida en estas contradicciones cotidianas, por lo
que el proceso docente educativo tiene que ser cada vez
más particularizado y personalizado. Las ciencias
pedagógicas no pueden estar ajenas a tal fenómeno,
las ciencias políticas han de sufrir de desvelos, los
medios de lucha también han de estar al nivel de tales
complejidades".

Y por otro lado, el MsC. Orestes Lucio Martín
Castañeda, en su ponencia en opción a la
Categoría Docente de Profesor Asistente,
refiriéndose al ámbito local, sostiene que "las
personas, los seres humanos, la mejoría de su calidad de
vida, constituyen el principal objetivo de las transformaciones;
las personas no pueden ser vistas como pacientes, sino como
agentes, como actores centrales del desarrollo local".

La Ciencia debe ser capaz de producir una
Tecnología más avanzada que la anterior, que genere
riquezas que contribuyan al bienestar social, por eso es
imprescindible que desde las aulas eduquemos a los estudiantes
bajo estos principios éticos: la Ciencia y la
Tecnología al servicio de la Sociedad, una
problemática que hasta la fecha no había sido
objeto de una investigación especial. Por primera vez
está presente, de manera general e implícita, en el
texto La ciencia y la tecnología como procesos
sociales
(NÚÑEZ, 1999:7-14) en la respuesta a
la pregunta ¿para qué CTS en Cuba?

La ciencia, la
tecnología y la sociedad en el aula

El VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, celebrado
en el Palacio de las Convenciones, llama a los educadores a
"continuar avanzando en la elevación de la calidad y rigor
del proceso docente educativo" (art. 145) a "elevar el rigor y
efectividad" (art. 151) y a "actualizar los programas de
formación e investigación de las universidades en
función de las necesidades del desarrollo económico
y social del país y de las nuevas tecnologías"
(art. 152).

Ante este llamado de la máxima
organización política del país, en el
ámbito educativo, la enseñanza de la Ciencia,
Tecnología y Sociedad debe ser una innovación
destinada a promover una extensa alfabetización
científica y tecnológica, de manera que se capacite
a todas las personas para poder tomar decisiones responsables en
cuestiones controvertidas relacionadas con la calidad de las
condiciones de vida en una sociedad cada vez más
impregnada de ciencia y tecnología.

Muchos profesores, que son conscientes de estos, no
saben cómo llevarlos a la práctica y
continúan enseñando de la misma manera que siempre,
sin desarrollar en el alumnado actitudes más positivas
hacia la ciencia que les permita identificar y resolver problemas
más reales, aplicando en su entorno cotidiano los
conocimientos científicos que se abordan en el
aula.

La perspectiva CTS permite ir más allá del
mero conocimiento académico de la ciencia y la
tecnología, preocupándose por los problemas
sociales relacionados con lo científico y lo
tecnológico, favoreciendo la construcción de
actitudes, valores y normas de conducta en relación con
estas cuestiones y atendiendo a la formación del alumnado
para tomar decisiones con fundamento y actuar responsablemente,
individual y colectivamente, en la sociedad.

El papel del
profesor en el aula

Los profesores que deseen dar una orientación CTS
en su enseñanza no sólo tienen que comunicar a sus
alumnos los objetivos que se pretenden alcanzar, sino que han de
esforzarse personalmente por lograrlos y predicar con el ejemplo.
El profesor deberá promover también la
comunicación en el aula, una mayor actividad y estimular
el pensamiento crítico, la creatividad y la
comunicación entre los alumnos, lo que supone más
cooperación entre el profesorado y el alumnado para
reforzar su autoestima.

Partiendo de lo expuesto anteriormente, el profesor debe
implementar un conjunto de acciones básicas para
caracterizar su papel en este tipo de
enseñanza:

1. Dedicar tiempo suficiente a planificar el proceso de
enseñanza-aprendizaje para insertar coherentemente los
contenidos de Ciencia, Tecnología y Sociedad.

2. Proporcionar un clima afectivamente acogedor e
intelectualmente estimulante, destinado a promover.

3. Tener altas expectativas sobre sí mismo y sus
alumnos, siendo capaz de animar, apoyar y potenciar las
iniciativas de éstos.

4. Indagar activamente, mostrándose deseoso de
aprender nuevas ideas, habilidades y acciones, incluyendo tanto
las que provienen de la psicopedagogía como de la
actualidad científica y tecnológica y del
ámbito social.

5. Provocar que surjan preguntas y temas de
interés en el aula. Siempre pedir fundamentos o pruebas
que sostengan las ideas que se proponen.

6. Potenciar la aplicación de los conocimientos
al mundo real. Dar tiempo para discutir y evaluar estas
aplicaciones.

7. Hacer que los alumnos vean la utilidad de la ciencia
y la tecnología y les den confianza en su propia capacidad
para utilizarlas con éxito.

8. No contemplar las paredes del aula como una frontera,
ya que el aprendizaje debe transcenderla.

9. Llevar a clase personas relacionadas con la Ciencia y
recursos diversos como resultados de la Tecnología, que se
utilizan en la sociedad.

10. Educar para la vida y para vivir admirando el
desarrollo social.

Para romper con la monotonía del aula,
contribuyendo así a motivar más a los estudiantes
en su aprendizaje, en la clase pueden utilizarse una gran
diversidad de estrategias y técnicas de enseñanza,
aunque ninguna es exclusiva porque la variedad
metodológica de la misma es mucho mayor.

Estas técnicas y estrategias van más
allá de lo que se suele hacer habitualmente en la
enseñanza. Deben utilizarse actividades que suponen una
gran implicación personal para el alumnado y que sirven
para desarrollar programas de enseñanza y elaborar
proyectos curriculares en los que se presta más
atención a centros de interés de los estudiantes
que a otros puntos de vista más academicistas. A partir de
problemas de interés social de la ciencia y la
tecnología, que incluyen tanto sus posibles efectos
beneficiosos como los riesgos potenciales, la enseñanza de
Ciencia Tecnología y Sociedad supone utilizar, entre
otras, las estrategias de enseñanza-aprendizaje que se
muestran a continuación:

1. Resolución de problemas abiertos incluyendo la
toma razonada y democrática de decisiones.

2. Elaboración de proyectos en pequeños
grupos cooperativos.

3. Realización de trabajos prácticos de
campo.

4. Juegos de simulación y de "roles".

5. Participación en foros y debates.

6. Presencia de especialistas en el aula, que pueden ser
padres y madres de la comunidad educativa.

7. Visitas a fábricas y empresas, exposiciones y
museos científico-técnicos, complejos de
interés científico y tecnológico,
etc.

8. Breves períodos de formación en
empresas y centros de trabajo.

9. Implicación y actuación activa en la
comunidad.

Además de las estrategias señaladas, el
profesor puede aprovechar las potencialidades que brindan los
programas de estudio para los diferentes niveles de
enseñanza, entre los que aparecen temas como la lluvia
ácida, las energías renovables, el problema de la
desertificación, la contaminación ambiental, el
calentamiento de los mares…, y que permiten pasar de los
problemas locales del entorno próximo a los globales y
comunes para todos los países.

Aunque estimulantes, estas técnicas resultan muy
exigentes para el profesor, que tendrá que cambiar o
modificar su papel de actuación en el aula
dedicándose más a la organización de la
misma, distribuir el tiempo disponible y los recursos y, sobre
todo, ocuparse del clima del aula, de acuerdo con lo que se ha
indicado.

Esta actitud del profesor está muy a tono
también con los Lineamientos de la Política
Económica y Social del Partido y la Revolución en
su artículo 129, capítulo V, referido a la
Política de Ciencia, Tecnología, Innovación
y Medio Ambiente, aprobados en el VI Congreso del Partido
Comunista de Cuba el pasado 18 de abril: "Diseñar una
política integral de ciencia, tecnología,
innovación y medio ambiente que tome en
consideración la aceleración de sus procesos de
cambio y creciente interrelación a fin de responder a las
necesidades del desarrollo de la economía y la sociedad a
corto, mediano y largo plazo…"

La concepción de Fidel del papel de la ciencia,
del pensamiento, se expresa hoy no sólo en las
trascendentes realizaciones de nuestros científicos en
diversos campos, que nos llenan de orgullo y nos muestran el
camino a seguir. Se pone de manifiesto también, de manera
multiplicada, en el uso humanitario, altruista, del conocimiento
científico y las herramientas tecnológicas, del
cual se sirven las legiones internacionalistas cubanas en campos
tales como los de la salud y la educación. En la
experiencia de nuestro pequeño y asediado país se
puede encontrar un anticipo elocuente de lo que podrán
hacer la ciencia y la tecnología una vez articuladas,
orgánicamente, con el pensamiento y la práctica de
la revolución social.

Conclusiones

De continuar los avances tecnológicos con el
ritmo que llevan, podrían llevar a la destrucción
de lo que conocemos como el planeta tierra. La tecnología
tiene poder suficiente para crear un gran caos, pero todo depende
de la forma en que se utilice.

La tecnología ha tenido un gran auge y
desarrollo, y continuará teniéndolo, pero al menos
que caiga en malas manos, no debemos temer, porque mientras esto
no suceda, lo que es muy difícil, estaremos a
salvo.

La tecnología nos proporciona felicidad, nos
resuelve muchos problemas, pero muchas veces además de
estos trae consigo nuevos problemas de difícil
solución. Uno de los más grandes y antiguos
problemas que ha traído consigo la tecnología es la
contaminación, que hoy en día es un problema muy
difícil de controlar.

El profesor puede contribuir desde el aula a fomentar en
los alumnos una actitud positiva ante el auge de las nuevas
tecnologías, explicando, demostrando, debatiendo sus
beneficios; lo que requerirá de un esfuerzo en su
preparación y una visión científica y
acabada de su repercusión en la sociedad.

El empleo de los avances científicos para el
perfeccionamiento de nuestro sistema y el fortalecimiento de la
ideología revolucionaria en todas las esferas es
impostergable y en nuestras aulas, el combate
ciencia-ideología para la sustentabilidad de nuestro
sistema socio – político, es tarea de primer
orden.

Bibliografía

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    Repercusión adversa del progreso tecnocientíco:
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  • 9- Nuñez Jover, Jorge.
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  • 13- Tamayo León, René.
    Detrás de la ciencia. El lado oscuro del conocimiento.
    Juventud Rebelde. p 4. 13 de mayo del 2011.

 

 

Autor:

Lic Rodolfo Alfonso
Gómez

MsC Ciencias de la Educación
Superior

SUM: Colón. Matanzas.
Cuba.

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