CAPÍTULO I:
EL CRECIMIENTO
POBLACIONAL DE LAMBAYEQUE. SUS
CARACTERÍSTICAS
1.1- UNA MIRADA
HISTÓRICA AL POBLAMIENTO DE LAMBAYEQUE
Lambayeque presenta actualmente un innegable
protagonismo apoyados por los notables descubrimientos de
personajes que representan la capacidad de adaptación de
una sociedad a las condiciones de un territorio
semidesértico, pero al cual lo supieron trabajar y
desarrollar en ellas sociedades que realizaron grandes obras
hidráulicas, grandes templos, extensos caminos y
trabajaron la arcilla, los metales tanto para la
producción agrícola y artesanal como para el
intercambio con otros pueblos, algunos de ellos muy
distantes.
Los sitios arqueológicos de Udima,
Purulén, Congona, Ventarrón, seguidos por los
descubrimientos de Sipán, San José de Moro,
Batangrande, Ucupe, Túcume y Chotuna nos dan un motivo
para que los lambayecanos nos sintamos orgullosos de vivir en
esta tierra y sentirnos orgullosos de la laboriosidad, del
ingenio y de la creatividad de los pobladores que se asentaron en
estas tierras desde hace más de 10,000
años.
La conquista y luego la colonia significó la
más dura experiencia que ha tenido la población
lambayecana y no por tratarse simplemente de una conquista
extranjera, sino por la ideología de seres superiores que
presidieron los actos de los conquistadores. Todo entonces
debió ser arrasado o drásticamente modificado para
ser funcional a los intereses coloniales. Estas duras condiciones
se reflejaron en el colapso de la población nativa que
según algunas estimaciones bajó de 10 millones de
hab. A un poco más de un millón unos 200
años después de la captura del Inca Atahuallpa.
Para el caso de Lambayeque se considera que para fines del siglo
VXII quedaban algo más de 30,000 pobladores muchik de los
aprox. 200,000 que existían el momento del
contacto con los europeos.
La población originaria se repuso, logró
adaptarse a las nuevas condiciones y a recobrar lentamente su
importancia numérica. Ya para los años de la
Independencia y de las República la población
peruana estaba compuesta por la población originaria de
costa, sierra y selva, la población de origen europeo pero
nacida ya en estas tierras y por las poblaciones de raíces
africanas que habían nacido en Perú. Con los
años la población lambayecana se haría
más diversa todavía con la presencia definitiva de
inmigrantes procedentes de China y de Japón y
posteriormente de migrantes europeos no españoles hasta
llegar a migrantes provenientes del oriente medio, con lo cual
tenemos una población diversa, que establece sus propias
maneras de entender y enfrentar su realidad, pero que en un largo
proceso está aprendiendo a convivir a compartir los
problemas y los sueños de un territorio conocido ahora
como la Capital de la Amistad y la Tierra del Señor de
Sipán y del Señor de Sicán.
El Censo Nacional de 1940 nos presenta una primera
visión digamos moderna del crecimiento de la
población y de sus principales características. En
aquél año Lambayeque parece que recién
recupera el número de habitantes que tuvo al momento de la
conquista. Desde ese año la población reinicia su
rápido desarrollo como lo podemos comprobar en el cuadro
adjunto.
El cuadro nos informa que la población
departamental tuvo un crecimiento muy significativo en los
últimos 50 años, pasado de menos de 200,000 hab. A
más de 1´100,000, lo que significa que la
población se ha multiplicado por 5.7 veces y tal parece
que ese crecimiento sigue su curso pues en las gráficas no
se aprecia una declinación de esa tendencia. Para apreciar
mejor la curva del crecimiento poblacional hemos seleccionado los
censos realizados aprox. Cada 20 años y los resultados son
una curva mucho más vertical. Ver gráfico Nº
2
El ritmo de crecimiento poblacional de Lambayeque parece
haber pasado por tres etapas. Una primera etapa considerada
moderada que abarca desde 1940 hasta 1961. Un periodo de
crecimiento significativo que cubre el periodo de 1961 a 1981 y
una tercera etapa en el crecimiento se hace más explosivo
todavía.
Lambayeque al modernizar su agricultura desde fines del
siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX
demandó mano de obra abundante para los complejos
agroindustriales de Pucalá, Tumán, Pomalca y
Cayaltí, la misma que provenía de espacios
más rurales como la sierra de Cajamarca (especialmente
Chota, Cutervo y Santa Cruz). Esta migración tuvo como
destino principalmente a las grandes haciendas
azucareras de los valles Chancay – Lambayeque y
Zaña. Un segundo momento, entre los años 1961
a 1981, esta población migrante tuvo como
destino las grandes ciudades, especialmente Chiclayo porque las
haciendas dejaron de requerir mano de obra en cantidades
significativas y, es más, se proyectaba la
reducción de la masa laboral existente debido a la
tecnificación mayor del proceso productivo y el tercer
momento se da cuando esta población, asentada ya en la
periferie de las ciudades, obtiene mejores condiciones de vida:
saneamiento básico, electricidad y otros servicios
básicos que se convierten en atractivo para nuevos
migrantes que salen de sus localidades en busca no sólo de
trabajo, sino de estudio, de capacitación o simplemente
atraído por las comodidades propias de las ciudades (Pedro
Alva, 2006)
La tasa de crecimiento poblacional de Lambayeque en el
periodo 1993 – 2007 fue de 13 mil 714 habitantes por
año, considerando una tasa de 1.3%.
Las tendencias históricas de la
población en provincias
Al desdoblar la información estadística en
provincias nos van apareciendo detalles que generalmente se nos
escapan cuando nos quedamos en la información general. Una
de ellas tiene que ver con la distribución desigual de la
población en las provincias. No hay duda que la Provincia
de Chiclayo sigue concentrando el mayor volumen poblacional con
la tendencia de que esta tendencia se va perfilando aún
más. La contrapartida es que las provincias de Lambayeque
y de Ferreñafe no crecen al mismo ritmo y en general ya
han perdido población y lo siguen perdiendo si es que no
ocurriera cambios significativos en las tendencias del desarrollo
económico. Pero también es posible que uno de los
fenómenos que pueden trastocar estas tendencias pueda ser
algo más concreto: la puesta en valor de las
irrigación del Proyecto Olmos que se supone será un
atractivo para decenas, sino centenas de miles, de pobladores
provenientes de varios lugares de Lambayeque y del norte del P
erú.
Presentamos ahora información general sobre la
población por provincias: la Provincia de Chiclayo tiene
una población de 757,452 habitantes, seguido muy de lejos
por la Provincia de Lambayeque que cuenta con
259,274 habitantes y con mucho menos población tenemos a
la Provincia de Ferreñafe con 96,142 habitantes. En
términos comparativos se puede afirmar que Chiclayo tiene
tres veces más población que Lambayeque y ocho
veces más que Ferreñafe. Estos porcentajes son
indicadores de un desarrollo poblacional distorsionado que crea
problemas ya en el presente y que se pueden agravar en el
futuro.
El problema es que la tendencia de crecimiento
histórico entre las provincias es motivo de alarma porque
tenemos un crecimiento desproporcionado en dirección a
Chiclayo y en dirección a algunos distritos de Chiclayo
preferentemente. Si tomamos los últimos tres censos
nacionales estos temores se confirman plenamente, pues se aprecia
un crecimiento sostenido y casi vertiginoso de la
población de la Provincia de Chiclayo, un lento
crecimiento de la población de la Provincia de Lambayeque
y un casi estancamiento de la población de
Ferreñafe. Ver gráfico Nº ..
1.2. EL CRECIENTE
URBANISMO. LAS CIUDADES
Uno de los cambios significativos que sufre la vida de
las personas y de los pueblos en general es el paso de lo rural a
lo urbano. Seguramente el tránsito de una vida de campo a
una de un pueblo pequeño no suele ser muy significativa,
pero sí lo es cuando se trata de grandes ciudades. Este
tránsito de lo rural a lo urbano es posiblemente uno de
los factores de cambio más importantes del mundo moderno y
ha sido y sigue siendo uno de los grandes desafíos que se
tiene que afrontar.
¿Es correcto catalogar a todas las capitales
distritales de Lambayeque como "urbanos"?. Nos ponemos como
ejemplo el caso del pueblo de Mórrope, capital del
distrito del mismo nombre cuya población está
dedicada a la pequeña agricultura y a la pequeña
crianza de ganado mayor y menor. Muchos de ellos viven en el
pueblo, pero trabajan en el campo. Uno de los temas que tienen
que ser mejor definidos es si lo "rural" significa necesariamente
absoluta dispersión de las viviendas y centros poblados
muy poco significativos y, consecuentemente lo "urbano" significa
vivir desde grandes ciudades hasta pequeños pueblos con
más de ……habitantes. Si bien los datos del
censo 2007 nos habla de una población mayormente
urbanizada (79.55% de la población total), se tiene
todavía una quinta parte de la población que sigue
residiendo en el campo. Sin embargo éste es un dato que
merece ser esclarecido en algunos aspectos
El tema de la ruralidad cobra especial importancia en el
caso de Lambayeque porque tiene que ver con la definición
de su característica principal. La definición de
"sociedad urbana" si no está ajustada a la realidad puede
generar la toma de decisiones que afecte efectivamente a la
población rural que no es reconocida en su
significación. Quizás la poca atención que
se le de generalmente al agro tenga que ver con la
afirmación de que "el campo ya fue" y que la agricultura
también en tanto su contribución al PBI ha
disminuido con el paso del tiempo.
1.2.1 LA TENDENCIA A LO URBANO, LA PERSISTENCIA DE L O
RURAL
CUADRO Nº 01
LAMBAYEQUE: POBLACIÓN URBANA Y
RURAL Y TASA DE CRECIMIENTO CENSOS NACIONALES,
1940-2007
Año | Total | Población | Incremento | Tasa de crecimiento promedio anual (%) | |||
Urbana | Rural | Urbana | Rural | Urbana | Rural | ||
1940 | 192 890 | 98 501 | 94 389 | ||||
1961 | 342 446 | 211 616 | 130 830 | 113 115 | 36 441 | 3,7 | 1,6 |
1972 | 514 602 | 373 990 | 140 612 | 162 374 | 9 782 | 5,3 | 0,7 |
1981 | 674 442 | 518 631 | 155 811 | 144 641 | 15 199 | 3,7 | 1,1 |
1993 | 920 795 | 709 608 | 211 187 | 190 977 | 55 376 | 2,6 | 2,6 |
2007 | 1 112 868 | 885 234 | 227 634 | 175 626 | 16 447 | 1,6 | 0,5 |
Fuente: INEI – Censos Nacionales de
Población y Vivienda, 1940, 1961, 1972, 1981, 1993 y
2007.
La tendencia de conversión de la población
departamental de predominante rural a predominantemente urbana ha
empezado más bien tarde y parece ir de la mano con el
"progreso" del país. En los años 40 la
población rural era prácticamente la mitad de la
población departamental . A partir de entonces el % de la
población rural decrece a favor de la población
urban a hasta convertirse en la quinta parte. Sin embargo el rito
de crecimiento de lo urbano parece haber menguado un poco en los
últimos 25 años (periodo intercensal de 1981 a
2007) y ello puede estar motivado por las dificultades crecientes
que encuentran los migrantes para sobrevivir en las ciudades y
también puede estar siendo alentado por la
ampliación de servicios básicos que llegan a
sectores rurales y que ayudan a fijar a la población a su
territorio de origen.
Parece que el peso de la Provincia de Chiclayo es tan
fuerte que su propia realidad aparece como característica
departamental. Pero una mirada a las provincias y a los distritos
nos informa de que en el tema de la ruralidad existen ritmos
diferenciados que se deben tener en cuenta al momento de definir
políticas. La Provincia de Lambayeque es la que presenta
el mayor índice de ruralidad incluso a nivel
histórico pues no baja del 50% y más bien su
tendencia es a mantenerse en ese rango frente a la
población urbana. Al otro extremos encontramos a la
Provincia de Chiclayo que presenta el menor porcentaje de
ruralidad que en el periodo consignado no pasó del 8.5%.
En el lugar intermedio se encuentra Ferreñafe con un
promedio de 44%.
Estos datos debieran entonces generar énfasis
distintos en las políticas públicas. Para el caso
de Chiclayo evidentemente las problemática "urbana"
debiera ser la más importante; mientras que para
Lambayeque la problemática rural resulta bastante
significativa, sin consideramos además que muchos de sus
centros poblados son más centros rurales que
urbanos.
Cuadro Nº
Lambayeque: población censada
rural, según provincia,
1981-2007
Provincia | 1981 | 1993 | 2007 | |||||
Absoluta | % | Absoluta | % | Absoluta. | % | |||
Total | 155 811 | 23,1 | 211 187 | 22,9 | 227 634 | 20,5 | ||
Chiclayo | 36 684 | 8,2 | 51 854 | 8,4 | 49 173 | 6,5 | ||
Ferreñafe | 30 372 | 43,2 | 41 908 | 45,4 | 44 481 | 46,3 | ||
Lambayeque | 88 755 | 56,1 | 117 425 | 55,8 | 133 980 | 51,7 |
El crecimiento de Chiclayo
El crecimiento de las grandes ciudades – conocido
más globalmente como el proceso de urbanismo –
parece ciertamente indetenible. Con el paso del tiempo las
grandes ciudades parecen atraer más y más a la
población. Por ello, más que oponerse a la
afluencia de personas en esa dirección, habrá que
plantear políticas para hacer más agradable la vida
de las personas que deciden quedarse o hacerlas más
atractivas para que la decisión de irse no sea tan
fácil. Pero igualmente se trata de procurar para que esa
población que llega a las ciudades no sea maltratada y no
termine como un reporte policial.
El Departamento de Lambayeque ha visto crecer con
inusitada rapidez su población, de los modestos
192,890 hab. censados en 1940 ha pasado a 1´091,535
hab. censados el 2005 cifras que hablan de un crecimiento
explosivo que ha transformado a distritos como Chiclayo,
Lambayeque y Ferreñafe y ha hecho brotar a nuevos
distritos como José Leonardo Ortiz y La Victoria. Chiclayo
de hoy no es más el Chiclayo de hace 50 años
atrás y que de alguna manera son plasmados y recordados en
los escritos de Nixa, Rómulo Paredes, Ricardo Miranda y
Pedro Delgado, entre otros. Podemos afirmar también que en
este espacio se ha producido un "desborde popular" que ha
cambiado totalmente a Chiclayo reproduciendo, a menor escala, la
experiencia de Lima.
Este crecimiento de Chiclayo, convertido incluso en la
cuarta ciudad importante del país, es motivo justificado
para que los chiclayanos – nacidos o residentes en estas
tierras – se sientan orgullosos y la expresen en frases de
corte poético como "Ciudad Heroica", "Hija de Naylamp",
"Flor del Norte del Perú", "Chiclayo de mis amores",
"Ciudad Piloto del Norte" o "Capital de la Amistad". Tener
entonces una gran metrópoli es incluso hasta una
aspiración porque – visto ya en términos
nacionales – conviene al interés del país que
se desarrollen ciudades importantes que de alguna manera se
constituyan en los contrapesos regionales a Lima. Por ello se
genera una especie de desilusión colectiva cuando, por
ineficientes administraciones municipales, como que perdemos el
piso y lejos de mejorar como ciudad nos convertimos en una
especie de "pueblo grande" como alguien ha definido a
Chiclayo.
Este crecimiento de Chiclayo y en menor medida de
distritos como José Leonardo Ortiz, La Victoria y
Lambayeque se debe principalmente al esfuerzo de su
población por tener mayor descendencia, pero
también a las oleadas de pobladores inmigrantes que
dejaron atrás sus pueblos de origen para venir a estas
tierras en busca de nuevos horizontes. Un gran contingente de
estos inmigrantes provienen de las provincias cajamarquinas de
Chota, Santa Cruz, Cutervo y Hualgayoc.Pero Chiclayo se ha
beneficiado también de una corriente migratoria
proveniente de los demás distritos que conforman el
Departamento de Lambayeque. No es difícil encontrar en
cualquier institución educativa, empresa u
organización barrial, colegio profesional, hermandad o
partido político, a los característicos apellidos
distintivos de los distritos de Olmos, Mórrope, Jayanca,
Saña, Motupe, Monsefú, entre otros (Alva, Pedro.
"Distritos desiguales". Columna Arriero, Semanario
Expresión. 2009)
Los datos a nivel de provincias
Nos hemos referido al crecimiento de la población
de Chiclayo que puede ser calificado de "explosivo"
porque de sus modestos 42,528 hab. censados en 1940 ha
pasado a 251,407 hab. según el censo del
2005. Es decir en solo 65 años su
población se ha multiplicado por seis. Nos toca ahora
preguntarnos
¿Qué pasa con los otros distritos?. Si nos
atenemos a los datos del censo del 2005 nos encontramos que la
población departamental se encuentra muy dispersa y que a
nivel de distritos no existe un crecimiento uniforme. En el
extremo más bajo tenemos a ocho distritos, considerados
muy pequeños, con una población menor a 10,000 hab.
(Chóchope, Puerto Eten, Nueva Arica, Mesones Muro, Pacora,
Picsi, Lagunas e Illimo). Distritos que aparecen como las
víctimas de este proceso de migración porque
no tuvieron las condiciones necesarias para retener a su
población o para atraer a poblaciones de otros
distritos.
En el otro extremo encontramos que solo dos distritos,
en este caso Chiclayo y José Leonardo Ortiz tienen una
población superior a los 150,000 hab. con lo cual el
contraste con los otros distritos es bastante significativo.
Ocupando las posiciones intermedias encontramos a distritos como
Lambayeque y La Victoria que tienen una población entre
60,000 y 80,000 hab. Sólo anotaremos para terminar esta
parte de cifras que la mayoría de los distritos tienen una
población entre 10,000 y 20,000 hab. En conclusión
podemos decir que somos un departamento con un crecimiento
poblacional desigual que de alguna manera reproduce lo que se da
a nivel nacional.
Destacamos dos datos de interés. Por un lado
tenemos el caso del distrito de Ferreñafe, una de las tres
capitales provinciales, que está incluida en la tercera
categoría pues tiene una población de 32,030 hab.
que la coloca en el quinto lugar de crecimiento poblacional y
cuya ubicación es estratégica porque es la
provincia a la que pertenecen los distritos de Inkawasi y
Cañaris, considerados los más pobres. Otro de los
datos a destacar es la existencia de hasta tres distritos con
poblaciones inferiores a lo s 5000 hab. (Chóchope, Puerto
Eten, Nueva Arica y Manuel Mesones Muro), volumen poblacional que
incluye a todo el ámbito distrital, lo que significa que
su núcleo urbano es todavía más
reducido.
El presente texto es solo una selección del trabajo
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