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Ejercicios físicos y charlas educativas en la disminución de los niveles de sedentarismo




Enviado por Raúl Leyva López



Partes: 1, 2, 3

  1. Introducción
  2. Marco
    teórico conceptual
  3. Población y
    muestra
  4. Análisis de
    los resultados
  5. Plan de ejercicios
    fisicos y charlas educativas para disminur el sedentarismo en
    la población adulta fisico
    recreativo
  6. Conclusiones
  7. Recomendaciones
  8. Bibliografía

Introducción

1.1 Introducción

El desarrollo tecnológico, industrial y
científico le ha proporcionado al hombre mayores
conocimientos y medios para combatir la mayoría de las
enfermedades que han azotado a la humanidad. (OMS1986).
Así mismo, este desarrollo ha incrementado la expectativa
de vida en los países más desarrollados en los
cuales es habitual alcanzar los 80 años de edad. Sin
embargo se sustituye la actividad física humana por el
empleo de artefactos ideados con el fin de crear más
confort, humanizar el trabajo y aumentar la
productividad.

La mayoría de las actividades físicas
vigorosas son realizadas por las máquinas en el
ámbito laboral (carga de objetos), en los desplazamientos
(ascensores y automóviles) e incluso en el tiempo de ocio
(ver la televisión, vídeo, juegos, transporte
automotor para sus desplazamientos).

El estilo de vida sedentario que esta actitud genera,
constituye, por si solo, un factor de riesgo para la salud, pues
se ha podido demostrar, que favorece la aparición de
enfermedades como las cardiovasculares, determinados tipos de
cáncer, la osteoporosis, la hipertensión arterial,
la diabetes mellitus, las hiperlipidemias, la obesidad, y el
exceso de estrés y favorecen los procesos degenerativos
propios del envejecimiento muchas veces asociados a
hábitos alimentarios inadecuados que también
conspiran en detrimento de la salud. (Burgueño Pons. JC.
(2011) citando a Mojáiber, R. B.1986.

Si bien el fenómeno de la inactividad
física, hipokinesia o sedentarismo resulta perjudicial
para todas las edades y sexos, en la edad adulta resulta
aún más dañino, pues es el período de
la vida de las personas, comprendido entre la juventud y la
ancianidad donde se producen la mayor cantidad de morbilidad y
mortalidad evitable por enfermedades crónicas.

Algunos autores consideran edad adulta a la comprendida
entre 20 a 64 años y señalan que a partir de los 20
a 25 años comienza una pérdida progresiva de
capacidades físicas, aunque puntualizan que la actividad
física regular y sistemática puede detener el
proceso degenerativo. Pérez A (2002) Machado, 1998 y
Navarro Valdivieso, 1999) Por todos estos factores, este
período de edad es el principal foco de atención e
interés de la medicina preventiva actual, ya que las
enfermedades crónicas están en fase claramente
ascendente en esas edades en la mayoría de los
países de todo el mundo y en particular en
Venezuela.

El cuadro de salud de la población en los
años futuros estará caracterizado por el aumento
sustancial en la denominada cuarta edad donde aumentarán
las enfermedades coronarias provocadas por el sedentarismo, las
que continuarán reemplazando a otras causas de muertes en
el cuadro epidemiológico de la mortalidad y morbilidad
venezolanas e impondrán un aumento importante en los
gastos del sector salud.

Se requerirán nuevas estrategias en los distintos
programas de atención, buscar alternativas para mantener
adecuados niveles de salud en que el combate contra el
sedentarismo ocupa un lugar importante. Se precisa, en este
sentido, valorar las particularidades de cada estado, tanto en
los recursos que posee, como en las características de su
población adulta para tomar providencias al respecto.
Resulta pues provechoso considerar la práctica del
ejercicio físico, a la hora de ralentizar el proceso de
envejecimiento con el reconocimiento de los beneficios que esta
actividad trae para el adulto, considerando trabajar de manera
común con las instituciones sanitarias y demás
organismos que rigen la consolidación del bienestar de
esta población en el país..

Se resume pues en este comentario de Ochoa (1992) la
importancia que reviste el ejercicio físico cuando
señala que los estilos de vida saludables son el
fundamento de la promoción de salud para lograr combatir
las enfermedades y riesgos que producen más del 70% de las
muertes de la población: tabaco, alcohol, accidentes,
dietas ricas en grasas saturadas y colesterol, obesidad,
hipertensión arterial y sedentarismo. Todas con marcada
incidencia en la comunidad La Ceiba del municipio
Jiménez.

La estrecha relación entre la actividad
física y los factores de riesgo para prevenir las
enfermedades crónicas no transmisibles son destacados por
el autor (ob. cit), destacando que la falta de actividad influye
de forma negativa entre otros aspectos: estado de ánimo,
la depresión, la falta de auto confianza, la ansiedad y
algunos mecanismos de respuesta al estrés, que hacen
aumentar el riesgo de sufrir enfermedades
cardiovasculares.

Esta misma conclusión la refieren otros autores
que señalan que los bajos niveles de actividad
física habitual están asociados con el incremento
marcado de todas las causas de mortalidad. Rodríguez Pons
J.C. (2011)

Estudios experimentales plantean que la práctica
del ejercicio mejora los factores de riesgo de las enfermedades
cardiovasculares y otros factores relacionados con la salud,
incluyendo los niveles de lípidos en sangre. Los factores
de riesgo de las enfermedades cardiovasculares aumentan cuando la
actividad física disminuye. (Serra JR.1996).

Por lo anteriormente señalado se infiere que la
actividad física, favorece a su vez los movimientos
internos del organismo en su totalidad, que abarcan todos los
procesos biológicos. Pero debemos tener en cuenta que para
lograr este resultado, los ejercicios deben ser orientados y
dosificados adecuadamente, pues es cierto que la inactividad
física resulta dañina, pero también puede
serlo la práctica incorrecta o excesiva. Por lo que se
hace necesario contar con herramientas teórico
prácticas para la atención integral al adulto mayor
que facilite la intervención adecuada

Algunas investigaciones han intentado disminuir los
niveles de sedentarismo en otros escenarios logrando exultado
positivos en este aspecto, pero no se evidencia, en el estado
Lara, ninguna investigación que infiera estudios
poblacionales o estratificados que intenten dar respuesta a esta
problemática.

Pérez Leyva A (2008) realiza un trabajo para
disminuir los niveles de sedentarismo en las personas adultas de
la Comunidad El Chala EN el estado Monagas y propone un amplio y
acertado programa de ejercicios físicos que logra
incorporar a las actividades físicas y disminuir los
niveles de sedentarismo en la población en estudio. A
pesar de ello no se generaliza la experiencia por el bajo
conocimiento de los profesores para aplicar la misma y queda
abierta a validación la propuesta del autor mencionado. Lo
que sirve de base para el presente trabajo como un proceso de
validación de dicha propuesta.

Pérez Fuentes A. (2000) en un estudio
experimental realizado en Cienfuegos logra disminuir los niveles
de sedentarismo en 80 trabajadores de la Universidad de la
Provincia, partiendo de Gimnasia Laboral y charlas educativas con
la utilización de audiovisuales, demuestra que la
práctica del ejercicio disminuyen los factores de riesgo
de las enfermedades cardiovasculares y otros factores
relacionados con la salud, incluyendo los niveles de
lípidos en sangre. El resultado de este trabajo no se
generaliza por definir estudios sanguíneos para la
comprobación de la concentración de determinados
componentes en sangre de los involucrados en la experiencia, que
a pesar de contar con un elevado nivel científico y
pruebas irrefutables no son consideradas para aplicar en el
contexto del presente trabajo por su componente en pruebas de
laboratorios, que hacen mas engorroso el procedimiento y puede
influir negativamente en la incorporación de personas al
estudio.

Todas las opiniones coincidentes apuntan hacia la
necesidad de combatir el sedentarismo como la causa que provoca
disímiles enfermedades, pero en la actualidad, como se ha
plantado, en la comunidad que ocupa esta investigación, no
se muestran indicadores alentadores en este sentido y se
evidencia un elevado número de adultos con altos niveles
de sedentarismo lo que permite inferir que las acciones del
programa de intervención comunitaria el proyecto Barrio
Adentro Deportivo es insuficiente para lograr revertir esta
situación.

Como se ha podido apreciar, son conocidos y están
demostrados científicamente los múltiples
beneficios que reporta la práctica de la actividad
física a personas de cualquier edad. No obstante existe
una creciente y marcada tendencia a la vida sedentaria de la
población de la comunidad La Ceiba del municipio
Jiménez, La obesidad, los malos hábitos
alimentarios y nocivos manifiestan también cifras
alarmantes (79 al 80 % de la población adulta mantienen
una vida sedentaria según estudios de la Misión
salud en el estado. Del 2011)

Sin embargo la población adulta aún no
está consciente de los beneficios de la actividad
física para la salud lo que demuestra que, en alguna
medida, no es efectiva la labor persuasiva y de convencimiento de
la población para lograr la disminución de los
niveles de sedentarismo de esta población adulta de la
comunidad La Ceiba.

EL estudio mencionado ha demostrado, además, que
los altos niveles de muerte por enfermedades cardiovasculares y
cerebrovasculares en la población adulta ocupan la segunda
causa de muerte y están asociados a estilos de vida
desfavorables como el alcoholismo, el consumo de cigarrillos y
las dietas ricas en grasas, la obesidad y el sedentarismo en
mayor proporción. Por lo que se pretende con el
establecimiento de este proyecto, una disminución de los
niveles de sedentarismo.

Problema científico.

Por todo lo antes expuesto se declara en esta
investigación el siguiente problema
científico:

¿Cómo influye un plan de
intervención mediante ejercicios físicos y charlas
educativas en la disminución de los niveles de
sedentarismo de la población adulta de la comunidad La
Ceiba?

Objeto de estudio.

Proceso de atención al adulto mayor con altos
niveles Sedentarismo

Objetivo.

El objetivo General de la
investigación es:

Valorar la influencia de un plan de
intervención mediante ejercicios físicos y charlas
educativas, en la disminución de los niveles de
sedentarismo en la población adulta de la comunidad La
Ceiba del municipio Jiménez.

Campo de acción.

Ejercicios físicos y charlas
educativas para disminuir los niveles de sedentarismo.

Objetivos
específicos.

Teniendo en cuenta todo lo anterior y para darle
cumplimiento al objetivo de la investigación se proponen
los siguientes objetivos específicos:

  • Determinar los fundamentos teóricos
    metodológicos para la atención al adulto con
    niveles de sedentarismo.

  • Diagnosticar los niveles de sedentarismo de la
    población adulta de la Comunidad La Ceiba.

  • Elaborar un plan de intervención mediante
    ejercicios físicos para la disminución de los
    niveles de sedentarismo de la población adulta de la
    comunidad estudiada.

  • Aplicar el plan de ejercicios físicos y
    charlas educativas elaborado.

  • Determinar la efectividad del plan de ejercicios
    físicos y charlas educativas en la disminución
    de los niveles de sedentarismo de la población adulta
    de la comunidad La Ceiba.

Hipótesis.

Dada esta posición se defiende como
hipótesis:

La aplicación de un plan mediante ejercicios
físicos y charlas educativas, influye positivamente en la
disminución de los niveles de sedentarismo de la
población adulta de la comunidad La Ceiba.

Variables Relevantes

  • Independiente: Plan de Ejercicios físicos y
    charlas educativas.

  • Dependiente: Disminución de los Niveles de
    Sedentarismo del adulto.

Variables ajenas:

  • Recursos materiales.

  • Sexo.

  • Relación Inter. Organismos.

  • Estado de salud del adulto.

  • Experiencia del activista.

  • Horario de las actividades.

El aporte práctico de la
investigación se refiere al plan de actividades
físico recreativas y charlas educativas, para disminuir
los niveles de sedentarismo en estas personas.

Novedad y aportes de la
investigación.

En la República Bolivariana de Venezuela y
especialmente en el contexto donde se realiza la
investigación se ha trabajado en la curación de las
enfermedades y no en la prevención. Con la llegada de la
misión Barrio Adentro se han diagnosticado un alto nivel
de enfermedades coronarias, provocados por los altos niveles de
sedentarismo fundamentalmente en la población de bajos
recursos que durante períodos no han tenido acceso a los
servicios médicos primarios.

Con la creación de los binomios médicos y
especialistas de cultura física en las comunidades se han
podido buscar alternativas para darle solución a los
problemas de salud detectados. Una de las mayores preocupaciones
lo constituyen los estilos de vida sedentarios que van en
deterioro de la salud de la población y favorecen la
aparición de enfermedades coronarias.

La novedad científica lo representa la
validación, en el contexto de la comunidad La Ceiba, de un
plan de ejercicios físicos y charlas educativas y su
influencia en la disminución de los niveles de
sedentarismo, toda vez que se encuentran en el estado estudios y
propuestas similares con anterioridad pues los precedentes solo
se dedican a determinar y dispensarizar a la población
adulta sin proponer alternativas para combatir las
manifestaciones de sedentarismo en esta
población.

CAPITULO I.

Marco teórico
conceptual

Consideraciones generales acerca del proceso de
atención a personas sedentarias.

En 1992, la American Heart Association (AHA),
basada en el gran número de evidencias científicas
acumuladas en las últimas décadas realizó un
comunicado oficial de gran importancia médica: "la vida
sedentaria fue oficialmente ascendida

a factor de riesgo mayor e independiente de enfermedad
coronaria". Esto significa que la vida sedentaria, por si sola,
puede llevar al cierre arterial, a la arteriosclerosis y al
infarto (Burnham, 1998).

Sin embargo, al realizar el análisis de una
revisión bibliográfica, sobre el concepto de
sedentarismo y sus clasificaciones relacionadas con los factores
de riesgos de las enfermedades cardiovasculares y cerebro
vasculares utilizada en sus investigaciones por los autores:
(INDER, 1981; Álvarez Li, 1995; Palau, 1997; Machado
Díaz, 1998; Rodríguez Domínguez, 1998), se
puede apreciar que no hay una definición única y
precisa, pues, aunque existe una generalizada coincidencia en
relacionar el sedentarismo con la falta o insuficiente cantidad
de actividad física, el concepto de sedentarismo es
definido y, sobre todo clasificado de diferentes formas basado en
encuestas que determinan la actividad física y el
ejercicio que realizan las personas, lo que puede resultar
insuficiente, pues sólo informa sobre la conducta y no la
condición física alcanzada que es un atributo como
fue aclarado anteriormente.

Diferentes conceptos de sedentarismo

1.- Sedentario: Quieto, inactivo, con poco movimiento (
Alvero Francés, F. 1991)

2.- Sedentarismo: Insuficiente cantidad de movimiento,
la falta de carga funcional por la actividad física
sistemática. (INDER Nacional. .1981)

3.-Sedentario: Se considera sedentario al que realiza
una actividad principal de actividad ligera y una actividad
física adicional no útil

Actividad principal: La que realiza durante la jornada
laboral.

Actividad ligera: Permanecer el 75 % del tiempo o
más sentado o de pie.

Actividad adicional no útil: Realizar actividad
física con una frecuencia semanal inferior a 4 veces y con
una duración menor de 30 minutos cada vez.

Las actividades físicas adicionales se reducen al
uso de la bicicleta y otras actividades físicas
(ejercicios aeróbicos, practicar deportes etc.)
(Rodríguez Domínguez L,Herrera Gómez V,
Dorta Morejón E Mayo/Jun. 14 (3):243-91998.)

4.- Sedentarismo: Se define como la no
realización de actividad física durante menos de 15
minutos y menos de tres veces por semana durante el último
trimestre .(Machado Díaz M. 1998)

5-Sedentarismo: Se define como la no realización
de actividad física durante el último mes. Se
considera como ejercicio físico protector a la actividad
física regular, preferentemente diaria, de ligera a
moderada en cuanto a intensidad, por lo menos 30 minutos al
día, durante la semana, o en su defecto, la
acumulación de breves períodos de actividad
física intermitente, pero que en total alcance la cantidad
óptima referida. (Álvarez Li F, Espinosa Brito A,
Álvarez Silva Aycaguer, L Marrero Pérez R.
1995.)

6.- Sedentario: Se clasifican como sedentarios los que
no realizan un sistema de ejercicios regular de 3 a 4 días
a la semana (Palau A 1997)

Del análisis de los conceptos de sedentarismo se
concluye que:

??El concepto de sedentarismo es definido de diversas
formas.

??Existe una generalizada coincidencia al relacionar el
sedentarismo con la falta o insuficiente cantidad de actividad
física.

El estilo de vida sedentario ha sido reconocido
oficialmente, basado en las múltiples evidencias
acumuladas, como un factor de riesgo mayor para las enfermedades
cardiovasculares. Además el ejercicio puede ser
beneficioso, descubriendo, previniendo y manejando el estado de
la enfermedad prevaleciente como hiperlipidemia,
hipertensión, obesidad, diabetes mellitus, desordenes
afectivos, cáncer, osteoporosis y declinación de la
fuerza muscular relacionado con la edad. (Buraham,
1998).

De los trabajos de Greenleaf, Browse, Vorgt y Stremel
citados por Marcos Becerro

(1994) se deduce que la inactividad física y
especialmente el reposo prolongado en cama origina numerosas
alteraciones en el organismo tales como: disminuciones del
volumen plasmático, del flujo vascular, del número
de hematíes circulantes, de las proteínas
plasmáticas, de la glucosa, del calcio, del fósforo
y del cloro, a la vez se reduce el flujo de sangre a los
músculos y produce la atrofia de los mismos. Como
fácilmente se puede comprender, el único
método efectivo en la lucha contra estas alteraciones, lo
constituye la actividad física.

Se considera importante señalar como se ha
explicado anteriormente que algunos autores no establecen
diferencias y utilizan indistintamente los términos de
actividad física, ejercicio físico y forma
física. Sin embargo, ha quedado demostrado que existen
diferencias entre cada uno de ellos. Por tanto, el autor coincide
con Marcos Becerro (1994) y muchos otros autores en la necesidad
de precisar cuando se emplean algunos de ellos con cualquier
propósito, definirlo, señalar el fin lúdico,
rehabilitador, preventivo al que se destina, y definir claramente
la intensidad, la duración, la frecuencia, los grupos
musculares, ya que de ello dependerá lograr los resultados
propuestos.

Factores de riesgo asociados a personas
sedentarias.

Las principales causas de muerte en el ámbito
mundial lo constituyen las enfermedades cardiovasculares, el
cáncer y las cerebrovasculares por este orden y varias de
ellas, para no ser absolutos, están asociados estilos de
vida sedentarios y nocivos hábitos alimentarios que, en
Venezuela, se ponen de manifiesto, los que provocan, primero, una
marcada tendencia a la obesidad y luego a la aparición de
estas dolencias.

Es por ello que se convierten en foco principal de
atención para el sector de salud. Las principales formas
de contrarrestar este flagelo pueden ser a través de la
promoción de la salud dirigida a cambiar el estilo de vida
individual y colectiva con la participación, no
sólo del sector de la salud, sino de todos los sectores de
la sociedad.

A lo largo de los años, los científicos
han intentado determinar la etiología básica o
causa, de las enfermedades de las arterias coronarias y la
hipertensión. Una gran parte de lo que se conoce de estas
enfermedades proviene del campo de la epidemiología, una
ciencia que estudia las relaciones de varios factores con una
enfermedad, o proceso de enfermedad específica.

Utilizando estudios longitudinales de poblaciones, se
han podido definir los factores que representan un riesgo de
contraer las enfermedades mencionadas.

No es ocioso examinar los principales factores de riesgo
que son comunes para las enfermedades cardiovasculares,
cerebrovasculares y para la hipertensión en su doble
función como factor de riesgo y enfermedad.

Holford (2001) señala que la denominación
de una enfermedad como del corazón o el cerebro es
incorrecta, pues las verdaderas enfermedades que hacen peligrar
la vida son las enfermedades arteriales. Por lo tanto, resulta
estratégico estudiar los factores de riesgo para las
arterias coronarias por ser comunes a todas las
enfermedades.

Los factores asociados con un mayor riesgo de desarrollo
prematuro de enfermedades de las arterias coronarias, pueden
clasificarse en dos grupos:

Aquellos sobre los que una persona no tiene control y
aquellos que pueden alterarse mediante cambios básicos en
el estilo de vida.

Entre los que no se pueden controlar están: la
herencia (historia familiar de enfermedades en las arterias
coronarias), género masculino, y el envejecimiento. Entre
los factores que pueden controlarse o alterarse se hallan los
factores de riesgo primarios o mayores que son aquellos que han
demostrado de forma concluyente que tienen una fuerte
asociación con las enfermedades de las arterias coronarias
es decir son independientes desde el punto de vista que cada uno
de ellos solo, sin la presencia de los demás, tiene un
elevado componente para provocar la enfermedad en sus mayores
consecuencias.

Entre estos factores se incluyen el fumar, la
hipertensión, los niveles desfavorables de los
lípidos en sangre y la inactividad física,
(
para muchos autores Sedentarismo). Este último fue
añadido a la lista en Julio de 1992. Datos de estudios
realizados en los años 80 sugieren que la obesidad,
provocada o no por estilos de vida sedentarios resulta,
probablemente, un factor primario de riesgo.

Factores de riesgo de enfermedades
coronarias.

Factores de riesgo inalterables. Fuente: Wilmore
y Costill (1998)

Herencia (Historia familiar).

Sexo

Edad avanzada.

Factores de riesgos primarios
(mayores)

Fumar

Hipertensión

Lípidos en sangre

Altos niveles de colesterol

Altos niveles de LDL colesterol.

Bajos niveles de HDL.

Altos niveles de triglicérido.

Inactividad física. (Sedentarismo)

Factores de riesgo secundarios
(menores).

Obesidad.

Diabetes

Estrés.

La hipertensión arterial

La HTA está considerada como una enfermedad
crónica no transmisible que se caracteriza por cifras de
tensión elevadas, pero además como otro factor de
riesgo relacionada con un mayor número de fenómenos
cardiovasculares, por lo tanto, la HTA según Martín
Luengo y col. (1997) hay que considerarla como algo más
que un problema de presión arterial elevada.

De acuerdo a Weber (1991) la HTA es un síndrome
que se expresa por cambios metabólicos y cardiovasculares
como:

  • Presión arterial elevada

  • Aumento de la sensibilidad a las consecuencias de
    las alteraciones de los lípidos

  • Intolerancia a la insulina.

  • Disminución de la reserva renal.

  • Alteraciones en la estructura y función del
    ventrículo izquierdo (remodelado)

  • Alteraciones en la adaptación de las arterias
    proximales y dístales.

La clasificación que para adultos de 18
años se presenta ha sido publicada por el grupo nacional
de hipertensión de Cuba, según los criterios del
VII Reporte del Comité de Experto para el
Diagnóstico, Tratamiento y Evaluación de la
Hipertensión Arterial y tiene el propósito de
identificar individuos en riesgo de padecer hipertensión
arterial, así como facilitar una guía
práctica para el tratamiento y evaluación de los ya
enfermos. La identificación de los distintos factores
asociados presentes o no en los individuos será las
acciones pertinentes para cada paciente.

Clasificación de la Presión arterial.
Para Adultos de 18 años o más
*

(VII REPORTE DEL JNC, 2003)

Monografias.com

* Basadas en el promedio de dos o más lecturas
tomadas en cada una de dos o más visitas tras el
escrutinio inicial. Cuando la cifras de presión arterial
sistólicas o diastólicas caen en diferentes
categorías la más elevadas de las presiones es la
que se toma para asignar la categoría de
clasificación.

** Se clasifican en Grados y no en Estadios como en la
anterior edición.

Clasificación etiológica de la
hipertensión arterial:

  • Hipertensión arterial esencial o primaria (90
    – 95 %)

  • Hipertensión arterial secundaria (5 – 10
    %)

Estrictamente, la hipertensión se define por la
presencia de valores de presión arterial superiores a la
normalidad: presión arterial sistólica (PAS) de 140
mm/Hg o más y/o presión arterial diastólica
de 90 mm/Hg o más. Sin embargo, en el adulto mayor, la
Asociación Americana de Geriatría (AGS) sugiere
cifras de 160 mm/Hg o más de PAS y 90 mm/Hg o más
de PAD para hipertensión
sisto-diastólica.

En el caso de la Hipertensión sistólica
aislada se refieren cifras de PAS de 140 mm/Hg o más con
PAD menor de 90 mm/Hg. Valores sistólicos entre 140 y 160
se consideran limítrofes y probablemente requieren
tratamiento en los menores de 85 años. Los datos en los
pacientes mayores de 85 años para tratar en este mismo
rango son aún inconsistentes.

En la fisiopatología de la hipertensión en
el adulto mayor son centrales los cambios en las resistencias
vasculares periféricas para el desarrollo, tanto de la
hipertensión esencial como de la sistólica aislada.
Sin embargo, el fenómeno parece ser
multifactorial.

La mayoría de los hipertensos adultos mayores
cursan asintomáticos. Es frecuente identificar el caso al
encontrar manifestaciones derivadas de complicaciones
crónicas, desarrolladas a partir de una
hipertensión no diagnosticada: insuficiencia cardiaca
congestiva, hipertrofia de ventrículo izquierdo,
nefropatía, trastornos visuales por retinopatía o
problemas neurológicos por enfermedad cerebro vascular. Es
más común aún identificar a casos
reconocidos como hipertensos, pero cuyo tratamiento ha sido
irregular y que sufren las consecuencias de tal
situación.

En casos de crisis hipertensivas pueden existir
síntomas como cefalea, mareos, visión borrosa o
náuseas. Generalmente los trastornos cognitivos agudos se
asocian a encefalopatía hipertensiva o accidentes
vasculares cerebrales, ya sea isquémico o
hemorrágico en casos de emergencias hipertensivas, por lo
cual todo paciente con trastorno neurológico reciente y
cifras elevadas de presión arterial debe ser enviado a un
centro hospitalario.

Desde el punto de vista evolutivo la hipertensión
arterial se clasifica según criterios de la OMS en las
siguientes etapas o estadios:

Estadio I: Presión elevada según criterios
establecidos sin evidencia de alteraciones orgánicas en el
sistema cardiovascular.

Estadio II: Presión elevada con hipertrofia del
corazón, alteraciones vasculares mínimas en el
fondo de ojo o ambos casos a la vez, pero sin evidencia de
lesiones en otros órganos.

Estado III: Presión elevada con lesiones de
varios órganos (corazón, ojos, riñones,
cerebro u otros).

Desde el punto de vista del carácter de la
hipertensión tenemos:

Hipertensión permanente, hay cifras altas, con
continuidad manifiesta.

Hipertensión paroxística se encuentra en
el ferocromositoma toxemia del embarazo y cólico del
saturnismo.

Desde el punto de vista de cual cifra tensionar
está alterada tenemos:

  • Hipertensión sistólica: La cifra
    máxima está alterada y la mínima es
    normal (buen pronóstico).

  • Hipertensión diastólica: La cifra
    mínima está elevada y la máxima es
    normal (peor pronóstico).

  • Hipertensión sistodiastólica: ambas
    presiones están elevadas, usualmente hay
    complicaciones cerebro- vascular, renal, cardio- vasculares
    (mal pronóstico).

Los criterios de hipertensión arterial
son:

De 15 a 19 años: 140- 90.

De 20 a 29 años: 150-90.

De 30 a 64 años: 160-95.

De 65 o más : 170-95.

Obesidad. Se tratará esta afección
por encontrar, en diversos artículos, una relación
directa con los estilos de vida sedentarios.

Resulta interesante y conveniente comenzar el tratado de
la obesidad, estableciendo la diferencia entre los
términos sobrepeso y obeso, pues con frecuencia los mismos
se utilizan de modo indistinto, pero en realidad pueden tener
significados muy diferentes.

El sobrepeso se define como el peso de una persona que
supera las normas de peso corporal establecidas en
relación con la estatura. Las personas pueden estar
clasificadas como sobrepeso según esas normas pero tener
un contenido en grasa corporal en niveles normales (Wilmore y
Costill, 1998) o por el contrario poseer un peso corporal dentro
de la norma y sin embargo un elevado % de grasa. Por lo tanto,
por obesidad se entiende la condición en que una persona
tiene una cantidad excesiva de grasa corporal independientemente
de su peso.

Es por ello conveniente comprender y tener en
consideración al interpretar los resultados de las
investigaciones que los índices establecidos y más
utilizados en estudios epimediológicos para clasificar la
obesidad, como el BMI o IMC (Índice de

Masa Corporal) y el ICC (Índice Cintura Cadera)
presentan sus limitaciones al relacionar sus parámetros
con la salud.

La obesidad, definida más exactamente como el
exceso de grasa corporal y no sólo como el exceso de peso,
está asociada frecuentemente a enfermedades
crónicas no transmisible (ECNT), principalmente a las
enfermedades cardiovasculares y al cáncer. Las personas
obesas experimentan un riesgo mayor de padecer estas enfermedades
y muestran mayor mortalidad que las de peso normal, pues son
más frecuentes sus complicaciones (Proyecto CARMEN,
1998).Aunque esto parece ser cierto cuando la obesidad- como es
frecuente que suceda- va acompañada de una vida sedentaria
que provoca una mala condición física.

Estudio consultados (ob cit) muestran como se puede ser
obeso y sin embargo poseer una buena condición
física y tener igualmente un bajo riesgo de muerte
comparable con los hombres de buena condición
física y un peso normal. Pero además su
presión arterial, niveles de glucosa pueden ser
también normales si mantienen una buena condición
física.

Diabetes Mellitus. No se tratará
profundamente en este informe por considerar que diversos autores
la relacionan como una enfermedad hereditaria y aunque se ha
mostrado asociada a estilos de vida sedentarios, no se ha podido
establecer que realmente exista una correlación entre el
sedentarismo y la enfermedad mencionada.

El síndrome de Diabetes Mellitus consiste en un
grupo heterogéneo de alteraciones del metabolismo de los
hidratos de carbono, caracterizados por altos niveles de
azúcar en la sangre (hiperglucemia) y la presencia de
azúcar en la orina (glucosuria) se desarrolla cuando hay
una producción inadecuada de insulina por el
páncreas o una utilización inadecuada de insulina
por las células.

Los subgrupos más grandes de pacientes con
diabetes han sido clasificados en tipo I y tipo II. La diabetes
mellitus del tipo I, insulinodependiente, o juvenil, suele
comenzar antes de los 40 años de edad y la padecen
aproximadamente un 10% de todos los diabéticos. En ella
existe una deficiencia absoluta de insulina. La diabetes mellitus
tipo II, no insulinodependiente o del adulto, suele comenzar
después de los 40 años de edad y la padecen el 40 %
de todos los diabéticos. En ella existe una resistencia a
la insulina, pero siendo los niveles de esta normales o elevados.
El páncreas produce insulina a veces más de lo
normal pero a las células le faltan los receptores para
esa insulina (Wilmore y Costill, 1998).

La aparición de esta enfermedad tiene un origen
incierto pero muchos autores la relacionan con caracteres
hereditarios pues la herencia parece desempeñar una
importante función tanto en la diabetes del tipo I como en
el tipo II. En la diabetes del tipo I las células beta del
páncreas se destruyen. La diabetes del tipo I generalmente
tiene un inicio súbito. En la diabetes del tipo II el
inicio de la enfermedad es más gradual. La obesidad juega
un papel importante en el desarrollo de la diabetes del tipo
II.

Como la hipertensión y la obesidad, la diabetes
aparte de ser una alteración metabólica grave,
también es un factor de riesgo de la arteriosclerosis y
sus complicaciones (Marcos Becerro, 1994). Las personas con esta
enfermedad tienen un índice de mortalidad relativamente
elevado.

Sánchez Bañuelos (1996) asevera que el
entrenamiento físico, mejora la eficiencia del sistema
cardiovascular, aumenta la densidad capilar y mitocondrial en el
músculo esquelético activo, produce un aumento del
número de receptores de insulina y mejora la
producción de esta.

En el diabético tipo I, el entrenamiento
físico produce los cambios antes señalados
incluyendo la sensibilidad de la insulina. Pero no la
producción de esta, por lo tanto la utilidad
clínica en el diabético, no está demostrada,
es más, el ejercicio físico sólo, sin dieta
e insulina, no mejora el control glicémico
, pero para
su salud integral y otros riesgos es recomendado el
ejercicio.

Características y objetivos prioritarios de
actividad física en la edad adulta.

En la edad adulta la actividad física posee
diferentes características que la hacen diferente del
resto de las actividades físicas que realizan otros grupos
etáreos, pues responde a diferentes exigencias de la edad
que se relacionan a continuación según el autor
Burgueño Pons J.C. (2011) quien cita a Rodríguez
(1995):

??Comienza una pérdida progresiva de las
capacidades físicas (la actividad física puede
frenar dicho proceso)

??La actividad física tiene efectos preventivos y
terapéuticos, especialmente relevantes sobre las
enfermedades cardiovasculares, metabólicas y
osteoarticulares que comienzan su manifestación en estas
edades.

??Efectos importantes en el embarazo, la
recuperación post-parto y la prevención y
tratamiento de los trastornos relacionados con la
menopausia.

??Etapa ideal para el deporte recreativo.

??Etapa crucial para el mantenimiento de un estilo de
vida físicamente activo.

??El ejercicio físico regular favorece el
abandono de los hábitos tóxicos.

Más adelante el autor señala varios
objetivos que los supone prioritarios en la aplicación de
ejercicios para este grupo etáreo.

??Prevenir y tratar enfermedades cardiovasculares
y metabólicas.

??Prevenir enfermedades degenerativas del aparato
locomotor – osteoporosis y artrosis.

??Mantener un nivel adecuado de la capacidad cardio
respiratoria y muscular.

Como se observa en las indicaciones del autor sugiere
priorizar el ejercicio físico como actividad preventiva de
enfermedades que aparecen en estas edades lo que a juicio de este
es una muy acertada sugerencia toda vez que no se debe esperar a
que aparezca la enfermedad sino tratar de evitar su
aparición y el ejercicio físico puede ser una
solución viable, saludable, al alcance de todos y de
mínimo gasto de recursos.

Prescripción de la actividad física en
edad adulta

Varios autores coinciden en afirmar que todas las
personas deben incrementar el nivel de actividad física
para su salud y bienestar, sin embargo, puede implicar, a su vez,
riesgos inclusive mayores que los beneficios, si no se realiza
adecuadamente.

Es por ello que no sólo se trata de que las
personas incorporen a su estilo de vida la actividad
física, sino, que lo hagan sobre la base de una adecuada
prescripción.

Resulta conveniente realizar una revisión sobre
los criterios de diferentes autores con relación a la
prescripción de la actividad física para la
salud:

Según Serra y col (1996) la prescripción
del ejercicio es el proceso por el cual a una persona se le
recomienda un régimen de actividad física,
diseñado de manera sistemática e
individualizada.

La prescripción del ejercicio, comenta el autor,
debería tener en cuenta el tipo, intensidad,
duración, frecuencia y progresión del ejercicio
físico. La indicación del ejercicio apropiada para
cualquier individuo se determina mejor desde una
evaluación objetiva de su nivel de fitness,
incluyendo observaciones de frecuencia cardíaca, ECG,
tensión arterial y capacidad funcional durante una prueba
de esfuerzo. En cualquier caso, el ejercicio debería
indicarse considerando la historia personal, el perfil de
factores de riesgo, las características comportamentales y
las preferencias y objetivos personales.

Sugiere considera que el objetivo fundamental de la
prescripción del ejercicio es ayudar a incrementar su
nivel de actividad física habitual y los objetivos
específicos de los ejercicios varían en
función de:

a) Los intereses individuales,

b) Necesidades.

c) Disponibilidad horaria.

d) Estado de salud.

e) Nivel de condición física
actual.

Pratt (1996) señala lo conveniente de que
profesionales de la salud y de la actividad física,
asesoren a las personas para que adopten y mantengan un estilo de
vida activo. Coincide en los mismos indicadores que el autor
mencionado cuando define que la prescripción del ejercicio
deberá tener en cuenta la edad del individuo, la salud, el
nivel de actividad actual y la disposición para iniciar un
cambio de comportamiento y establece que los médicos y
profesionales de la actividad física tienen más
éxito para lograr que las personas se inicien en un
programa de actividad física para su salud, cuando se
basan en el nivel de actividad física actual que poseen
las mismas y la etapa de comportamiento en la cual se
encuentran.

En relación con las características de la
actividad física que conviene prescribir, plantea que se
recomienda 20 o más minutos de actividad aeróbica
de forma continua, tres o cinco veces por semana, a una
intensidad de moderada a vigorosa (60% o menos de la frecuencia
cardíaca máxima o 50 % de la capacidad
aeróbica).

La revaloración de los datos
epidemiológicos y clínicos sobre los aspectos de la
actividad física relacionados con la salud revela que
muchos de los beneficios atribuibles a la actividad física
guardan relación con la cantidad total que se lleva a cabo
de ésta, aún cuando sea discontinua y
únicamente a intensidad moderada.

Las actividades moderadas como las caminatas a paso
acelerado, la jardinería y subir escaleras diariamente,
pueden tener impactos importantes en la salud. Los profesionales
de la salud pueden optar por indicar la actividad física
utilizando la prescripción del ejercicio común o
las recomendaciones citadas a continuación la cual
proporciona beneficios significativos para la salud.

Sugerencia para la Prescripción del ejercicio
Burgueño Pons (2011)
Tomado de Pratt, M
(1996)

Tipo de actividad física.

??Contínua e intermitente.

??Principalmente aeróbica.

??Estiramiento para adquirir flexibilidad.

??Ejercicio contra resistencia para adquirir
fuerza.

Intensidad.

??Leve (<40% en relación con la
capacidad)

??Moderada (40-70 % en relación con la capacidad
"marcha rápida")

??Vigorosa (>70 % en relación con la
capacidad).

Duración.

??20 a 60 min./día.

??200-300 kcal/día.

Frecuencia.

??Diaria para la actividad moderada
intermitente.

??Tres o más veces por semana para la actividad
vigorosa contínua

Sesión

??Para ejercicio planeado: Calentamiento, 3-5
min.

??Acondicionamiento 15-40 min.

??Enfriamiento, 2-5 min.

??Para actividad como estilo de vida: incorporar la
actividad en la rutina diaria.

Los lapsos de actividad deberán ser de por lo
menos 7 a 10 min. de duración y de una intensidad similar
a la marcha rápida.

Partes: 1, 2, 3

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