Entendimiento y Prevención de la Deficiencia del Cobre en las Gastroplastías
- La
cirugía bariátrica - Las
complicaciones menos conocidas de las reducciones del
estómago - La
importancia del cobre - Una
presentación oportuna, aunque breve: El caso de
Jorge - En
resumen - Bibliografía
Hacia la conclusión del siglo
pasado, y, en desesperación por la falta de progreso en la
lucha contra la epidemia generalizada de la gordura, en muchos
países del mundo se intensificó la frecuencia con
que se estaban llevando a cabo las controvertidas cirugías
de reducción del estómago (también conocidas
como cirugía bariátrica, o
gastroplastía.)
Solamente en los Estados Unidos, a
principios de los años 1990, un estimado de 16,000
personas había sido sometido a este tipo de
operación.
Cirugías
bariátricas
En relativamente muy poco tiempo, para el
año 2009, se calculaba que cerca de unos 250,000 pacientes
habían entrado a los quirófanos de ese país
para tratar de perder de peso por medio del uso de uno de estos
procedimientos tan impersonales como indiferentes.
En nuestro país, como todo lo que,
en apariencia, es nuevo y espectacular, este tipo de
intervención quirúrgica se ha vuelto muy
popular.
Sin embargo, no todos los resultados
reportados, ni todos los métodos, por todos utilizados,
han sido propiciatorios para los candidatos que los hayan
ensayado.
La situación es idéntica
donde quiera que éstas cirugías se conduzcan. Los
procedimientos que actualmente están en boga no han sido
sometidos a investigaciones rigurosas para establecer su
fiabilidad.
Pero, la urgencia dicta
excepciones.
A la sazón — y debido a la premura
de tener que confrontar una variedad de la gordura de
aparición reciente, conocida como la súper
obesidad, y también como la obesidad morbosa — estos
métodos justifican la popularidad incierta del uso del
escalpelo como recurso para remediar los efectos extremos y
deprimentes de nuestras indiscreciones
epicúreas.
No nos queda otro remedio. Tenemos el deber
de alterar, sino el curso de la gordura, entonces la
anatomía del órgano que se presume — como ejemplo
del pensamiento sincrético — que sea su
causa.
Tu próxima "píldora" de
dieta
Esta unidad anatómica la constituye
el estómago.
Prosiguiendo
La cirugía bariátrica, por
todos se considera, método a recurrir como la
táctica final disponible para asistir a tantos obesos —
que aplicando los parámetros de todos los sistemas
dietéticos en existencia, han fallado en sus
propósitos — y que — a pesar de todos los denodados y
heroicos esfuerzos que han hecho — continúan engordando
de manera inexorable.
De acuerdo a La Sociedad Americana para
la Cirugía Metabólica y Bariátrica
(ASMBS), con la incidencia y prevalencia de casos de obesidad en
aumento progresivo, este tipo de procedimiento para remediarla,
con toda probabilidad, permanecerá con nosotros, en uso, y
con frecuencia creciente, por muchos años
venideros.
¡Palabras estas, las más
proféticas!
La cirugía
bariátrica
La cirugía bariátrica es el
término genérico que designa cualquier tipo de
intervención quirúrgica efectuada con el
propósito exclusivo de perder de peso.
Estos procedimientos se consideran como
actos de desesperación médica, reservados
únicamente para personas comprendidas dentro de la
categoría novel de la obesidad morbosa. Individuos que
acarrean en sus cuerpos, por lo menos cien libras por encima del
nivel ideal, y a quienes les urge adelgazar por razones extremas
de salud a riesgo.
Es pertinente expresar en esta coyuntura,
que no todos los cirujanos que hacen estas operaciones, observan
las condiciones establecidas que limitan la selección
indiscriminada de candidatos.
Alimentos ricos en cobre
Siguiendo el ejemplo de los dietistas,
muchos intervienen a quienes deseen ser operados.
"Poderoso caballero es don
Dinero…" (Francisco de Quevedo 1580-1645.)
Uno de los procedimientos más
conocidos de este tipo de cirugía es el de la
derivación gástrica o gastric bypass, que
reduce el volumen del estómago y permite que la comida
circunvale porciones del intestino delgado.
De esta manera, la operación logra
enmarañar los mecanismos fisiológicos de la
anatomía digestiva del paciente, haciendo sentir, a este
último, que está lleno con menos cantidad de comida
que cuando su estómago era de tamaño
normal.
Lo que la operación no logra es
burlar el hipotálamo, como tampoco elimina los factores
psicológicos que son responsables por la obesidad del
obeso.
Por estas razones, la cirugía, a
menudo — a corto o a largo plazo — resulta siendo poco
satisfactoria para el beneficio de muchos pacientes.
Las
complicaciones menos conocidas de las reducciones del
estómago
Mientras que es posible que este tipo de
intervención refleje en pérdidas de peso
rápidas y dramáticas, existen ciertas
complicaciones específicas que muy a menudo se ignoran por
quienes operan y por quienes son operados.
En este trabajo nos proponemos describir la
insuficiencia cúprica, una secuela ominosa de estas
operaciones, que ha permanecido poco estudiada y poco entendida,
a pesar de su importancia singular.
Esta complicación de las
cirugías para reducir, se ignora, porque quienes las
realizan se satisfacen con los aspectos más mínimos
de reducir el estómago de sus pacientes sin necesariamente
considerar lo que el futuro les depara como
consecuencia.
Continuando
Ahora exploremos de cómo estas
cirugías cumplen sus propósitos cuando se
efectúan para perder libras en demasía.
Veamos cómo lo logran
La operación reduce el volumen del
estómago al tamaño aproximado de un huevo,
alterando asimismo la ruta que los alimentos transcurren durante
el proceso de la digestión normal.
Luego de hacer un desvío entre
partes del nuevo mini-estómago y porciones proximales del
intestino delgado, la comida se dirige directamente a las
regiones más bajas del tracto gastrointestinal, donde los
nutrientes no son absorbidos con igual eficiencia como lo hacen
en las partes superiores del tubo digestivo.
De esta manera, el paciente no solamente
come menos, resultado de la reducción del órgano de
la digestión, sino que, como efecto contingente de la
deflexión del derrotero de lo ingerido, deriva mucho menos
provecho nutritivo de lo consumido.
Como corolario, menos grasa se asimila en
el cuerpo, pero junto con este beneficio, nutrientes esenciales y
vitaminas, escapan el proceso alimenticio de su absorción
total, resultando en deficiencias nutricionales.
Los resultados de la intervención
quirúrgica
De acuerdo a nuestra experiencia y a las de
muchos otros expertos, generalmente lo que sucede, a quienes se
someten a las operaciones para reducir el estómago, es
que, durante el período posoperativo estas personas se
sienten mejor, y más delgadas, decidiendo desatinadamente,
que los chequeos a que deben de someterse durante este
período de recuperación no son realmente
necesarios, descartándolos y olvidándose, con
olímpica indiferencia, de que éstos alguna vez
fueran aludidos.
Menos de un 20% de todos los pacientes,
sigue las recomendaciones de rutina hechas por los médicos
después de las operaciones, lo que, a menudo, puede
resultar en complicaciones severas.
En un estudio conducido en la Universidad
de Emory en Atlanta, investigadores siguieron el curso de 155
pacientes que se sometieron a cirugías bariátricas
durante el año 1999.
Tarea impersonal
En este estudio se encontró que un
12% de los pacientes analizados exhibieron deficiencias severas
de cobre, un nutriente esencial presente en las carnes, nueces,
mariscos, vegetales verdes de hojas anchas, y otros comestibles
comunes que forman parte de toda dieta saludable.
La importancia
del cobre
En personas sanas, consumiendo un
régimen dietético balanceado, las deficiencias de
este mineral casi nunca se reportan.
Sin embargo, después de las
cirugías gastroplásticas el consumo de este
elemento puede ser asunto de crítica
importancia.
Lo que lo hace aún más
crucial, es que las deficiencias cúpricas no se detectan
rutinariamente.
En pruebas de laboratorio tradicionales las
carencias de cobre no se obtienen de maneras precisas. Sin
embargo, utilizando los instrumentos más sensitivos que
emplearan los investigadores en el experimento de Emory, se
constató que los niveles de este mineral — en los
pacientes bajo escrutinio científico — eran muy bajos
— siendo seguidos muy cercanamente por las complicaciones
concomitantes de esta insuficiencia. Representados por la
aparición de trastornos neurológicos, dificultades
en la locomoción, hormigueos en las yemas de los dedos y
adormecimientos de las extremidades.
Cuando una detección de las
deficiencias del cobre se realiza temprano, los síntomas
se pueden reconocer y pueden ser remediados. Como asimismo pueden
serlo, los de la anemia y la leucopenia, si éstos
están presentes.
Síndrome de dumping,
complicación frecuente de las cirugías
bariátricas
Los niveles sanguíneos de este
elemento generalmente no revelan el estado de las reservas
minerales disponibles en el cuerpo, particularmente en las etapas
de insuficiencias tempranas.
Para el tiempo cuando la reducción
sanguínea del metal se detecta, la privación puede
ya haber alcanzado proporciones muy severas.
Además — porque las carencias de
esta sustancia pueden imitar otras deficiencias, como las de la
vitamina B12 y las férricas — los médicos,
ordinariamente, arriban al diagnóstico de las de cobre por
un proceso de eliminación.
Otra dificultad adicional es que — cuando
una escasez cúprica se determina durante el período
posoperativo — ésta resulta muy difícil de
corregir, porque resulta muy arduo absorber todo el mineral
necesario para remediarla, si éste sólo proviene de
las cantidades contenidas en una dieta regular.
Actualmente, los especialistas en la
materia están desarrollando pruebas de laboratorio capaces
de identificar ciertos marcadores biológicos que se ligan
al cobre, los que incluyen clases de proteínas hacia las
que el metal tiene afinidad y que indican la existencia de
deficiencias de este elemento mucho más fácilmente
y mucho más temprano que con las que hoy
contamos.
Para prevenir
complicaciones posoperativas de las cirugías
bariátricas se sugieren las siguientes pautas:
Primero, el paciente debe adherirse a
sus chequeos posoperatorios como éstos fueran
recomendados. Es necesario recalcarlo, porque como hemos
expresado en párrafos anteriores, menos de un 20% de
todos los pacientes continúa cumpliéndolos seis
meses luego de haberse sometido a la
operación.El segundo consejo es que
continúen tomando los suplementos vitamínicos y
minerales diariamente, asegurándose de que el cobre
sea ingrediente incluido entre ellos.Tercero, soslayar la ilusión de
que, porque el paciente se siente bien y optimista, que los
peligros han cesado, porque la realidad lo
contradecirá.Finalmente, mantenerse alerta a las
indicaciones de la deficiencia del cobre.
Si los resultados de pruebas de laboratorio
indican anemia, mientras el paciente está tomando
vitaminas y minerales suplementarios, deducir de esto, que una
determinación del cobre sanguíneo sería
procedimiento indicado para descartar una posible escasez de este
elemento. Ya que este mineral participa íntimamente
en el metabolismo férrico.
Una insuficiencia de hierro puede
detectarse dentro de un año de su aparición, pero
una de cobre toma mucho más tiempo para
establecerla.
Pueden tomar 2 ó tres años
luego de haber estar falto de una absorción adecuada del
último elemento hasta que los síntomas de
ésta aparezcan. Aún así, resultados
imprecisos, socavan los esfuerzos iniciados para establecer el
diagnóstico e iniciar tratamiento.
Obesidad morbosa
En sus fases incipientes, la deficiencia
del cobre puede remediarse con mucha facilidad. Sin embargo,
ésta se torna difícil de corregir cuando
está en etapas avanzadas.La producción de
células sanguíneas — resultado de la
depresión de los órganos hematopoyéticos —
puede ser revertida, mientras que los daños
neurológicos consecuencia de la deficiencia mencionada,
pueden tener resultados permanentes. El peor de los escenarios,
expresivos de la insuficiencia del cobre, es el desarrollo de
parálisis irreversibles, de las que hemos visto
muchas.
Por lo antedicho, reiteramos que es
importante mantener una dieta balanceada, tomar los suplementos
indicados y seguir los chequeos regulares después de las
cirugías bariátricas.
Una
presentación oportuna, aunque breve: El caso de
Jorge
Hombre activo con éxito en el
diseño de modas femeninas, Jorge decidió someterse
a una operación de tipo Roux en-Y cuando su peso
se disparó a un nivel nunca esperado: 450 lb.
Su compañero de muchos años,
también muy obeso, comentó bromeando: "Jorge,
con tu peso, tú debes medir lo que mide el obelisco del
Malecón."
Con mucho bullicio y festividades
características, Jorge se sometió al proceso
quirúrgico, y en menos de doce meses, su peso se
desplomó precipitosamente deteniéndose en unas
trescientas libras — nivel que todos consideraban aceptables
para sus circunstancias especiales.
Lo que nadie previó fue que la
circunvalación se circunvalaría a sí misma,
con la fervorosa asistencia del paciente…
Jorge, muy pronto aprendería,
producto de la experiencia, que el estómago es
órgano muy elástico y expandible y que si uno
dedica sus esfuerzos a dilatarlo, que esto último puede
alcanzarse si se ejercen la pertinacia y constancia
necesarias.
Jorge cambió su régimen
dietético a uno que consistiera de comidas líquidas
de alto contenido calórico consumidas durante todo el
día.
Con ello retornó a su peso
pre-operativo.
Debido a que sus colaciones consistieran de
azúcares en exceso, y asimismo resultados de su
indiferencia a los requerimientos del cuidado posoperatorio,
Jorge desarrolló síntomas severos de las
deficiencias férricas, de cobre y de la vitamina
B12.
En
resumen
Las cirugías bariátricas han
pasado a formar parte de los recursos paliativos que hoy
utilizamos para combatir el flagelo formidable de la obesidad
morbosa.
Condición, esta última, cuya
incidencia avanza con curso acelerado, gravedad extraordinaria, y
que permanece indiferente a todos los métodos de
tratamiento, por todos, conocidos.
Y ya que la reducción
gástrica no es simplemente otra dieta decepcionante y que,
como tal, abunda en riesgos, a veces inéditos, nos
pareció oportuno enseñar esta
lección.
El caso de Jorge se presenta para ilustrar
un fenómeno de ocurrencia frecuente cuando el paciente
ignora todos los requerimientos estipulados para una
recuperación sin incidentes.
Lo que destaca — en expresión y
resultado directo — la indolencia profesional, por parte del
facultativo, quien prefiriera mitigar el síntoma de
presentación en lugar de considerar, para su
eliminación o remedio, los factores responsables por su
aparición.
La deficiencia del cobre es asunto
importante para quienes hayan perdido parte de su estómago
para combatir el comer por apetito y no para satisfacer la
pulsión natural del hambre.
Primum non
nocere…
Fin de la lección.
Bibliografía
Larocca, FEF: La Obesidad Morbosa,
la Reducción del Estómago y la
Epigénesis en monografías.comLarocca, FEF: Gastroplastía
y Lobotomía: La Conexión entre el Estomago y el
Cerebro… en monografias.comLarocca, FEF: Complicaciones
Psiquiátricas de las Cirugías
Bariátricas en monografías.comLarocca, FEFL: Dietistas, Quienes
los Siguen y el Pensamiento del Satírico Romano
Juvenal en monografías.comLarocca, FEF: Los Enigmas de la
Obesidad: Sus Causas en
monografías.comLarocca, FEF: Los Enigmas de la
Obesidad: Sus Curas en monografías.com
Autor:
Felix Larocca