- Génesis moderno. Primer día.
Segundo día. Tercer día. Cuarto día.
Quinto día. Sexto día - Por
qué me volví
agnóstico - Separación de caminos
- Muerte
del ateo más eminente - Experiencia al borde de la
muerte - Religión o medicina y
ciencia - Oración o criterios
racionales
Génesis
moderno. Primer día. Segundo día. Tercer
día. Cuarto día. Quinto día. Sexto
día
Michael Brant Shermer (1954- ). Escritor
estadounidense especializado en temas científicos,
fundador de la Skeptics Society, y editor de su revista oficial
Skeptic, que está principalmente dedicada a investigar
temas pseudocientíficos y sobrenaturales. Desde abril del
2004 es columnista de la revista Scientific American con su
columna Skeptic. Cristiano fundamentalista se declaró
agnóstico. Su libro Why Darwin Matter se convirtió
en un clásico de la divulgación
científica.
Primer día. El 23 de Octubre del 4004
a.C., a medio día, originó dios el big-bang a
partir de una fluctuación de la espuma cuántica.
Esta explosión fue seguida por inflación
cosmológica y expansión del universo. Para acabar
la oscuridad abismal creó átomos de hidrogeno a
partir de quarks, les ordenó fusionarse y que se
convirtieran en átomos de helio, desprendiendo
energía luminosa. A esta fuente de luz la llamo sol y al
proceso fusión. Satisfecho dios, porque ahora podía
ver lo que hacía, creó la tierra y en ella
atardeció y amaneció.
Segundo día. Feliz dios por su primera
creación, dijo: Haya en el cielo muchas fuentes de luz por
fusión. Aparecieron entonces cosas portentosas como:
gigantes rojos, enanas blancas, quásares, pulsares,
supernovas, agujeros de gusano y agujeros negros. Al ver que de
los agujeros negros nada podía escaparse, creó
entre ellos la radiación Hawking, para que en ella
escapara información. Algunas de las fuentes de luz por
fusión las agrupó en galaxias a distancias de
miles, e incluso miles de millones de años luz entre
ellas. Con esto atardeció y amaneció el día
siguiente.
Tercer día. Dios dijo: Acumúlense
las aguas por debajo del firmamento en un solo conjunto, al que
llamó océano. Sepárense los continentes por
la tectónica de placas. Por los puntos débiles de
la corteza terrestre, eríjanse montañas provocando
terremotos. En el fondo del océano créense zonas de
emergencia y de subducción y desde ellas emerjan islas
volcánicas.
Viendo la tierra despoblada dios creó animales de
muchas especies, prohibiéndoles evolucionar a nuevas
especies. En las islas volcánicas colocó organismos
similares pero distintos a sus parientes de los continentes.
Más tarde creó unos seres que los llamó
humanos para que no se confundiesen con los seres que
evolucionarían por selección adaptiva.
Colocó en las rocas fósiles parecidos a los de los
humanos, pero en una secuencia que simulaba una descendencia con
modificaciones. Atardeció y amaneció un nuevo
día.
Cuarto día. Dios dijo: Bullan en las aguas
peces y animales vivientes. Junto a los peces aparezcan grandes
ballenas. Luego creó en abundancia criaturas grandes y
pequeñas, algunas con estructura esquelética y
fisiológica similar a las de las ballenas. Dios
declaró que a estas criaturas les estaría permitida
la microevolución pero no la macroevolución, ya que
la naturaleza no daría saltos. Atardeció y
amaneció el día siguiente.
Quinto día. Dios creó los
póngidos y los homínidos con similitud
genética del 98% a dos de ellos los nombró
Adán y Eva. En una de sus revelaciones a los humanos dios
dijo que había creado a Adán y a Eva al mismo
tiempo de polvo terrestre. En otra revelación posterior
dijo que primero había creado a Adán y luego a Eva
de una costilla de Adán. Como esto produjo
confusión y duda dios creó entonces a los
teólogos para que interpretasen y explicasen estas
revelaciones.
Luego de la creación de Adán y Eva,
enterró dios, por todo el suelo terrestre abundantes
dientes, mandíbulas, cráneos y pelvis fosilizados y
transicionales de criaturas preadanitas. A una de estas criaturas
preadanitas, que podía caminar erguida como los humanos,
pero con cerebro pequeño como el de los monos, la
llamó Lucy. Para aclararla confusión que esto
provocó, dios creó a los paleontólogos para
que lo entendiesen y explicasen. Con el enterramiento del
fósil de Lucy atardeció y amaneció el
día siguiente.
Sexto día. Acabada la creación,
dios se dio cuenta que los descendientes de Adán no
comprenderían: La cosmología inflacionaria, la
relatividad general global, la mecánica cuántica,
la astrofísica, la bioquímica, la
paleontología y la biología evolutiva, que
él había usado en su creación. Entonces
creó a los antropólogos y mitólogos para que
por medio de historias y mitos aclararan las
confusiones.
Al poco tiempo de la creación, la sombra de la
duda sobre dios y el escepticismo sobre su creación se
extendieron rápidamente entre los humanos. Dios se
enojó entonces, perdió los estribos, les
ordenó que desalojasen el paraíso y los maldijo
condenándolos a que se multiplicaran. Los humanos se
tomaron en serio la maldición y ahora somos más de
6000 millones.
En la tarde del sexto día dios ya estaba cansado
y siendo viernes proclamó el descanso de fin de semana.
Fue buena idea.
Fuentes bibliográficas:
http://es.wikipedia.org/wiki/Michael_Shermer
Volviendo sobre el Génesis, Michael Shermer
del libro Dios no existe de Christopher Hitchens.
Por qué me
volví agnóstico
Agnóstico, es una persona que no cree en
cosas sobrenaturales, es decir, en cosas que están fuera
del universo.
No me pareció razonable aceptar:
Las doctrinas religiosas, ante las evidencias
científicas que demuestran sus
inconsistencias.Que mi vida estuviera fundamentada en conceptos
teológicos formulados hace miles de años por
personas primitivas que creían, que el universo fue
creado en seis días, que la tierra era plana, que
había un cielo arriba, que dios era un ser
infinitamente bondadoso y compasivo, pero que castigaba con
el infierno eterno a quienes no cumplían estrictamente
sus mandamientos, que dios creó el primer hombre de un
puñado de tierra y a la primera mujer de una costilla
del hombre. Cuando las ciencias naturales han comprobado que
los seres terrestres se han formado por evolución
desde los más primitivos hasta los más
desarrollados.Que dios fecundó personalmente a una mujer,
sin que perdiera su virginidad, para que naciera un hombre
dios.Que las enseñanzas de Buda, Confucio y
Lao-tsé aceptadas por más de mil millones de
personas; que las enseñanzas de Mahoma aceptadas por
más de ochocientos millones de personas; que las
enseñanzas de los Vedas y los Upanishads aceptadas por
más de seiscientos millones de personas; que las
enseñanzas de los profetas judíos aceptadas por
más de trece millones de personas y otras muchas
enseñanzas, sean todas falsas.Que las únicas enseñanzas y creencias
verdaderas sean las de alguna secta cristiana, y que por lo
tanto la gran mayoría de personas del planeta tierra
sean herejes y estén condenados eternamente a un
infierno.Que judíos, cristianos y musulmanes, a pesar
de adorar al mismo dios infinitamente bondadoso sigan
provocando las guerras que eliminan el mayor número de
personas.Que este mismo dios infinitamente poderoso y
misericordioso permita terremotos, tsunamis, tornados,
inundaciones, sequias y otras catástrofes naturales
que matan a miles de personas inocentes cada
año.Que el dios del infinito amor permita enfermedades
tan crueles como el cáncer, el sida, la
parálisis y el alzheimer.Que el Padre Celestial, que ama infinitamente a sus
hijos, haya creado un infierno para atormentar eternamente a
la mayoría de los seres humanos por no haber cumplido
determinados mandatos religiosos.Que ese dios amantísimo y omnipotente condene
a vivir en la miseria a la mayoría de sus criaturas
predilectas.Que un dios omnipotente e infinitamente
misericordioso permita que mueran millones de personas por
sequia, pudiendo regular mejor las lluvias.Que un dios infinitamente justo tenga un Pueblo
Elegido al que hay que favorecer por encima de pueblos y
naciones del mundo.Que un dios que prohíbe el adulterio, honre y
bendiga a poderosos que han tenido más de setecientas
esposas y trescientas concubinas.Que un dios infinitamente equitativo no permita a
mujer alguna, por piadosa y capaz que sea, ejercer el
sacerdocio y ocupar cargos directivos dentro de las iglesias
monoteístas.Que los hijos de dios gasten millones de dinero en
construir templos y santuarios y en ostentaciones
litúrgicas cuando su principal deber es ayudar a
pobres y necesitados.Que después de dos mil años de
prédica y práctica de la palabra divina haya
tanta miseria, dolor y crueldad en el mundo.
Separación
de caminos
Charles Templeton (1915 – 2001). Predicó a
enormes públicos en estadios, llevó el mensaje de
Cristo a miles de personas crédulas, pero su honradez lo
llevó a proclamarse agnóstico.
William (Billy) Franklin Graham (1918- ).
Creció en una familia muy religiosa de granjeros del sur
del país. Licenciado en antropología. Fue ordenado
como pastor bautista en 1940 De charlatán racista y
aburrido a demagogo mediocre y consejero espiritual de varios
presidentes de Estados Unidos. Su campaña de los
Ángeles lo catapultó a la fama internacional con el
evangelismo de masas. Ganó el prestigio como uno de los
líderes más carismáticos del cristianismo en
los países de mayoría
evangélica-protestante.
En una conversación grabada con Nixon en febrero
de 1972 dice: "[…] muchos Judíos son buenos amigos
míos, ellos están a mi alrededor y son amistosos
pues ellos saben que yo soy pro Judío. Pero ellos ignoran
el sentimiento que tengo hacia eso que ellos hacen en este
país. Y yo no tengo ningún poder, ningún
medio para manipularlos, pero yo me levantaría si las
circunstancias fueran más apropiadas".
Una de nuestras últimas conversaciones.
Para entonces a pesar de la intención explícita
mutua de mantener nuestra amistad, ya andábamos por
caminos diferentes:
Charles: Ya no hay manera de creer el relato
bíblico de la creación. El mundo no fue creado
en unos pocos días hace varios miles de años,
sino que ha evolucionado durante millones de años. No
es una hipótesis, es un hecho demostrado.Billy: Eso no lo aceptamos, ni yo, ni varios
prestigiosos estudiosos de universidades cristianas. Creemos
en la historia de la creación según el
Génesis porque está en la Biblia. Sobre este
tema hace siglos que discuten personas más sabias que
tú y yo. Como no tengo capacidad para analizar cada
faceta de este debate teológico, hace tiempo
decidí, de una vez por todas, no hacerme más
preguntas al respecto y aceptar la Biblia como la palabra de
Dios. Este es mi camino.
Además, como pastor descubrí que cuando
citó la Biblia al pie de la letra, cuando predico que la
Biblia es la palabra de Dios, cuando subo al púlpito y
digo "Dios dice", "La Biblia dice", "El Espíritu Santo me
utiliza", lo que predico tiene fuerza y veo
resultados.
Charles: No te engañes Billy, hemos
triunfado en gran parte por nuestras habilidades
escénicas, por nuestra juventud, nuestra
energía y nuestro poder de convicción. Pero no
siempre seremos jóvenes, continuaremos creciendo y
adquiriendo solidez intelectual. Me han aceptado en
Princeton. Yo ya no estoy más en mi iglesia.
¡Vente conmigo a Princeton!.Billy: ¡No puedo!. Soy presidente de
una universidad religiosa, de Northwestern Bible College, un
centro fundamentalista de Minneapolis. Más tarde: Sigo
queriendo a Chuck. Es uno de los pocos hombres que he querido
en mi vida. Éramos tan amigos…Pero de repente
se empezaron a separar nuestros caminos… Creo que yo
le daba pena a Chuck.Charles: Han pasado cuarenta años, de
vez en cuando veo a Billy en sus campañas televisivas,
sigue diciendo lo mismo, con las mismas frases y siguiendo
las mismas pautas. Invita a los fieles a acercarse a su
iglesia, con la misma secuencia y hasta con las mismas
palabras. Estoy en desacuerdo con él
prácticamente en todos los aspectos de su
visión de dios y del cristianismo, y creo que gran
parte de lo que dice en el púlpito son
tonterías arcaicas y pueriles. Me da pena de
él.
Parece una condescendencia imperdonable, pero Billy no
tiene ninguna falsedad, cree en lo que dice con una inocencia
invencible. Sería el único evangelista de masas en
quien confiaría, si pudiera.
A veces lo echo de menos.
Fuentes
bibliográficas:
Charles Templeton, A Farewell to God, del libro Dios
no existe de Christopher Hitchens.
http://es.wikipedia.org/wiki/William_Graham
Muerte del ateo
más eminente
Alfred Jules Ayer (1910 – 1989). Pedagogo y
filósofo británico, padre del positivismo
lógico. Defensor incansable de la libertad de
expresión.
Esa tarde comencé a sentirme peor. Cuando a la
mañana siguiente Julián, mi hijo mayor,
comprobó que no había mejorado, llamó de
inmediato una ambulancia y me llevaron al hospital del Colegio
Universitario. Numerosas pruebas concluyeron que tenía una
neumonía y fui trasladado a cuidados
intensivos.
Mi familia y mis amigos me proporcionaban todo lo que
necesitaba. Como me gusta mucho el salmón ahumado me
comí una lonja. Casi de inmediato el electrocardiograma
cayó en picada…. Cuando recobré el sentido
la hermana que estaba de guardia y el doctor me dijeron que mi
corazón había dejado de latir durante cuatro
minutos, tiempo en que había estado prácticamente
muerto. El doctor alarmó a mi hijo Nicholas,
diciéndole que no era probable mi recuperación y
aunque me recuperase físicamente era poco probable que
recobrara todas mis facultades mentales. No guardo ningún
recuerdo de lo que me hicieron en el tiempo en que estuve
inconsciente. Me contaron que los doctores y las enfermeras se
sorprendieron por la rapidez con que empecé a recuperarme.
Que el especialista quedó asombrado cuando empecé a
hablar con tanta lucidez y con tan poco oxigeno en los pulmones.
Que no había perdido el sentido del humor porque la
primera exclamación que pronuncié al despertarme
fue: "Estáis todos locos".
Después reconocí junto a mi cama a una
amiga francesa y recuerdo que comencé a hablarle
aproximadamente con las siguientes frases: "¿Sabías
que estuve muerto?. La primera vez que intente cruzar el
río me sentí frustrado, pero en mi segundo intento
lo logré". En ese momento recordé el pasaje de la
mitología griega, donde las almas de los muertos luego de
pagar un óbolo al barquero Caronte, eran obligadas a
cruzar el río Estigia para llegar al Hades.
Tengo que reconocer que esta fue una de las raras
ocasiones en que dejé de seguir a Hume. Evidentemente me
había esforzado por prolongar mi vida. David Hume, uno de
mis filósofos favoritos durante su última
enfermedad imaginó que Caronte impaciente lo llamaba
"Granuja perezoso y holgazán" Luego con su acostumbrada
corrección Hume aclaró que veía acercarse su
muerte sin ningún arrepentimiento y sin ningún
esfuerzo para retrasarla.
Tengo un único recuerdo muy vívido de mi
experiencia cercana a la muerte: estaba frente a una luz roja
sumamente brillante. Dolía mirarla aún cuando le
daba la espalda. Tuve la sensación de que esa luz era la
responsable, junto con dos guardianes del control del espacio
donde me encontraba. El espacio estaba desajustado como un
rompecabezas mal armado. Las leyes de la naturaleza habían
dejado de funcionar como debían hacerlo. Supuse que la luz
roja indicaba que el espacio estaba alterado y que
desaparecería al restablecer el orden. Tenía que
encontrar por lo tanto un modo de acabar con aquella luz
dolorosa. Luego no tenía la menor idea a donde
habían ido los guardianes y temía que aunque los
encontrara no podía comunicarme con ellos. Estaba
vagamente consciente de que los guardianes se encontraban a
mí alrededor y comencé a llamarlos. Me sentí
frustrado, ellos no me oyeron, decidieron ignorarme, o no me
entendieron. Entonces decidí pasear de un lado a otro
agitando mi reloj con la esperanza de llamar su atención.
No obtenía ninguna respuesta. Cuando me desesperaba cada
vez más, terminó esta experiencia de
repente.
Esta experiencia podría ser ilusoria o
verídica. Si fuera verídica constituiría una
fuerte evidencia de que la muerte no pone fin a la conciencia.
Pero no sigue de ello que necesariamente haya una vida futura
después de la muerte.
Hay diferentes criterios sobre en qué consiste
estar muerto. En mi caso he entendido que el paro cardiaco no
implica lógica ni casualmente la anulación del
cerebro. La hipótesis más probable en mi caso es
que mi cerebro continuó funcionando aunque mi
corazón dejó de latir. Pero esta experiencia para
mí no es una expectativa razonable a una vida futura. Si
admitiera que podríamos tener una vida futura, la pregunta
sería ¿qué forma tomaría?. La
respuesta más directa sería, una
prolongación de nuestras experiencias sin ningún
soporte físico, respaldada por nuestra memoria,
según Hume y James.
Si nuestras vidas futuras consistieran en una
prolongación de una serie de experiencias, todavía
no habría razón para considerarlas como sustancias
espirituales.
Los científicos entrevistados por el Manchester
Guardian, tomaron con el escepticismo los supuestos indicios de
inmortalidad atribuidos a este caso. Según Colin
Blakemore, profesor de fisiología en Cambridge "lo que le
pasó a Freddie Ayer fue que la falta de oxigeno trastorno
los métodos interpretativos de su córtex,
produciéndole alucinaciones".
Fuentes bibliográficas:
http://es.wikipedia.org/wiki/Alfred_Jules_Ayer
A. J. Ayer, Este territorio desconocido del libro
Dios no existe de Christopher Hitchens.
Experiencia al
borde de la muerte
Daniel Clement Dennett (1942 – ). Filósofo
y profesor universitario estadounidense.
Ateos a teístas
Existen algunas pruebas anecdóticas sobre el
dicho "en las trincheras no hay ateos", con lo cual se quiere
expresar que los ateos cambian su postura a teístas, al
encontrarse al borde de la muerte. No fue mi caso. Hace dos
semanas me llevaron a un hospital donde me determinaron
disección de la aorta. Fue una operación de 9 horas
en la que pararon completamente mi corazón, y bajaron la
temperatura de mi cuerpo y de mi cerebro a 7 grados, para impedir
que la falta de oxigeno provocara daños cerebrales durante
el tiempo que tardasen en hacer funcionar de nuevo el
corazón y los pulmones.
Mis amigos tenían muchos deseos de saber si
había vivido alguna experiencia al borde de la muerte, y
en caso afirmativo conocer el efecto que había producido
en el ateísmo que profesaba desde hacía mucho
tiempo. Experiencia anecdótica al borde de la muerte no la
tuve, pero si la epifanía de ver con claridad que en este
mundo hay cada día más bondad.
Lo mejor de decir "gracias a la bondad" en vez de
"gracias a dios", es que nos permite saldar nuestra deuda con la
bondad, comprometernos a crear más bondad en beneficio de
las futuras generaciones. Para expresar la gratitud a la bondad
se puede plantar un árbol, dar de comer a un niño
huérfano, comprar libros a niños de escasos
recursos, osea, contribuir de mil otras maneras a mejorar la vida
en este planeta ahora y en un futuro próximo.
La idea de dar gracias a dios me parece ridícula.
¿Para qué puede querer un ser omnipotente y
omnisciente algunas míseras compensaciones? Preferibles a
los actos simbólicos de agradecimiento a dios son las
acciones reales de expresar gratitud contribuyendo en algo a
mejorar la vida de los necesitados. Según la
tradición cristiana dios ya saldó desde hace dos
siglos la deuda de haber maldecido a la humanidad, sacrificando a
su propio hijo.
Religión o
medicina y ciencia
Los mundos de la medicina y de la ciencia están
embarcados en el proceso de autoevaluación más
obsesivo, intenso y humilde de todas las instituciones humanas y
cada cierto tiempo hacen públicos los resultados de este
proceso. Esta técnica racional y abierta, por imperfecta
que pueda ser, constituye el secreto del éxito
espectacular de estas iniciativas humanas. Cada día
aportan nuevas mejoras medibles.
Al comparar el mundo de la medicina con el de las
religiones hay algo que llama especialmente la atención.
En las religiones basta solo con el acto de fe y se actúa
sin previo análisis de las alternativas. En medicina y
ciencia esto se considera violaciones graves. En las religiones
se exige como grado de moralidad, solamente aquel al que las
personas puedan llegar y con el que se sientan cómodas. En
las religiones basta con exigir buenas intenciones, intentar
hacer lo correcto. No se puede exigir más. En la medicina
y en la ciencia no sucede lo mismo. Si te equivocas, sobre todo
con conocimiento de causa, tus buenas intenciones no cuentan para
nada. Los médicos que llevados por la fe, en sus
conocimientos personales, hacen pruebas sin previo estudio con
pacientes humanos, son amonestados o directamente expulsados de
la profesión. En medicina y ciencia sencillamente no basta
con buenas intenciones y la inspiración personal. El ideal
son investigadores metódicos que descarten
escrupulosamente teorías alternativas, antes de poner en
práctica la suya.
Agradezco a quienes rezaron por mí durante mi
hospitalización, pero les recuerdo que no basta con la
fidelidad a una tradición. Siempre tenemos que
preguntarnos ¿no estaré equivocado? Y como personas
religiosas cumplir con los mismos criterios morales y
profesionales de los médicos, psicólogos y
líderes sociales.
Ninguna religión somete a sus miembros a unos
criterios de moralidad tan elevados como lo hacen la medicina y
la ciencia. Y no solo a cirujanos y médicos que toman a
diario decisiones de vida o muerte, sino también sobre los
criterios de conciencia seguidos por técnicos de
laboratorios y preparadores de alimentos. Estas profesiones
depositan su fe en la aplicación consciente de la
razón y de la investigación, haciendo
verificaciones todas las veces que haga falta.
Sistemáticamente se preguntan ¿y si me equivoco? No
se tolera apelar a la fe. Ya conocemos la reacción
negativa que despierta el médico o científico que
intenta convencer a las personas, de que obtiene buenos
resultados solo por la fe que él tiene en los tratamientos
que prescribe.
Oración o
criterios racionales
Debemos reconocer y agradecer los altos criterios de
investigación racional que rigen el mundo de la medicina,
ello permite demandar a un médico que se equivocó
en un tratamiento, o a una compañía
farmacéutica que no hizo todos los controles de rigor
antes de vender algún medicamento, que perjudicó a
una o muchas personas.
Indignaría que la respuesta de un médico
tratante, o de una compañía farmacéutica a
una demanda fuera: ¡Estuvimos rezando porque todo saliera
bien! Se comprende ahora por qué la oración es una
práctica sin ninguna justificación racional
conocida y que realmente no aporta nada. Hay estudios serios como
el de Benson de Harvard que demuestran que la oración
intercesora no funciona. No hablo entonces en broma cuando digo
que tengo que perdonar a los amigos que rezaron por mí
durante mi hospitalización. Es como si alguno de ellos
dijera que sacrificó un carnero, pagó un ritual
vudú o una misa, como conjuro para mi salud. Qué
manera más crédula de malgastar dinero que
podría gastarse en proyectos más importantes.
Agradezco el cariño y la generosidad que los impulsaron a
estas acciones, pero me hubiera gustado una manera más
razonable de expresarlos. Cuando estas personas quieran hacer
algo útil de verdad, pueden aprovechar el tiempo y la
energía que dedican a rezar, en alguno de tantos proyectos
urgentes y útiles que se les presenta. Quienes insisten en
mantener vivo el mito de la eficacia de la oración, no
deben desentenderse de las investigaciones que se han hecho y se
continúan haciendo para encontrar una justificación
a esta práctica.
Fuentes bibliográficas
Daniel C. Dennett. Thank goodness! Del libro Dios no
existe de Christopher Hitchens.
Autor:
Rafael Bolívar Grimaldos