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Grandes autores del Municipio Bolívar del Estado Barinas – Venezuela (página 2)



Partes: 1, 2

En mil novecientos catorce (1914), se casa su hermana
Lourdes, matrimonio del cual nacería su sobrino Luis
Alejandro, del cual sería su madrina de bautizo y el cual
llevaría el vacio del hijo que nunca llegaría a
tener, haciendo realidad, de alguna forma, el simbolismo
etimológico de "ahijado" y de "madrina" respecto de los
roles que fungían cada uno de ellos. En el año mil
novecientos veintiuno (1921) muere su hermana Aura, razón
por la cual es probable que a partir de mil novecientos
veintidós (1922) Enriqueta Arvelo Larriva se entregara a
una densa producción literaria que a finales de esta
década le haría adjudicataria del reconocimiento
nacional e incluso internacional como poetiza, siendo así
que mantenía un intercambio de epístolas con
figuras femeninas del ámbito literario internacional de la
chilena Gabriela Mistral (Premio Nobel de Literatura del
año 1945 ) y la uruguaya Juana de Irabourou. En mil
novecientos treinta (1930) con ansias de conocer la capital,
viaja a caracas de donde regresará al poco tiempo con un
mayor afán por continuar su obra poética. En mil
novecientos treinta y uno (1931), el ocho (08) de agosto para ser
más específicos, se rea el Ateneo de Caracas, ese
mismo día, en planta alta de una casa, ubicada de
Marrón a Cují, en el número cuarenta y tres
(43) de la Avenida Este, propiedad del General Vicente
Pérez Soto, y bajo el peligro que significaba para los
participantes dados los niveles de represión existentes
para la época por parte de la dictadura del "Bagre", un
grupo de mujeres invitó a un número considerable de
personalidades y artistas para la reacción de la que se
conocería como la República Libre de los
Intelectuales, de la cual participaría Enriqueta Arvelo
Larriva, siendo convocadas además, y para la
reacción, a destacadas personalidades cercanas al
régimen, en lo que significó un acto de audacia que
se convertiría con el tiempo en un acto de audacia que
sería parte de las anécdotas propias de esa
época, marcada por la persecución y la
tortura.

El trece (13) de mayo de mil novecientos treinta y
cuatro (1934) muere su amado hermano Alfredo Arvelo Larriva en
Madrid, cuyos restos son repatriados en mil novecientos cuarenta
y nueve (1949), es a raíz de este hecho que la poetiza
escribe una biografía del mismo, la cual intitula
Alfredo Arvelo Larriva – Noticias de su vida y su
obra.
Con ayuda de la Asociación de "Escritores
Venezolanos", edita en mil novecientos treinta y nueve (1939) su
poemario Voz aislada el cual a pesar de ser el segundo
en escribir, es el primero en publicar. En mil novecientos
cuarenta y uno (1941) se hace merecedora del premio otorgado por
el Segundo Concurso Femenino Venezolano organizado por la
Asociación Cultural Interamericana, en el cual participa
con el primer poemario de su creación, Cristal
nervioso: poemas;
de dicho concurso participaron como
jurados Carlos Eduardo Frías, Ada Pérez Guevara y
Pedro Sotillo. Ante la muerte de su padre, en mil novecientos
cuarenta y dos (1942) escribe una elegía a tal
acontecimiento que titula Poemas de una pena. Ejerce un
par de cargas políticas desde mil novecientos cuarenta y
cinco (1945) hasta mil novecientos cuarenta y siete (1947)
primero como Diputado a la Asamblea Legislativa del Estado
Barinas y luego como Diputada Suplente de la Asamblea
constituyente en mil novecientos cuarenta y siete
(1947).

Se radica definitivamente en Caracas en mil novecientos
cuarenta y ocho (1948) y de esta manera pudo estar en contacto
permanente con los más destacados intelectuales del
país de esa época. Al año siguiente, en mil
novecientos cuarenta y nueve (1949) en ocasión de la
repatriación de los restos de su hermano Alfredo, escribe
su poemario Canto de recuento como homenaje al mismo. Se
hace adjudicataria del Premio Municipal de Poesía con su
poemario Mandato del canto: poemas, corre el año
de mil novecientos cincuenta y siete (1957).

A lo largo de su vida publicó algunos de sus
poemas en semanarios y diarios de distribución nacional y
local distintas regiones del país, entre ellos se
cuentan:

  • El semanario Patria y Unión, de
    Barinas.

  • El Impulso, de Barquisimeto.

  • El Diario, de Carora.

  • El Universal, con sede en Caracas.

  • El Nacional, con sede principal en
    Caracas.

Recibió la visita contundente de la muerte el
diez (10) de diciembre de mil novecientos sesenta y dos (1962) en
Caracas, contaba con setenta y seis (76) años de
existencia.

Su último poemario Poemas perseverantes,
es editado póstumamente por las Ediciones de la
Presidencia de la República en el año de mil
novecientos sesenta y tres (1963).

Respecto de su obra literaria, se puede decir sin
ningún tipo de reservas, que Enriqueta Arvelo Larriva fue,
tanto como poetiza, así como mujer, de una rebeldía
y una gallardía indiscutible, pues se rebeló en lo
literario, a las vertientes literarias que en lo poético,
imponían para la época de sus inicios
artísticos, así como en lo más avanzado de
su vida, las tendencias romanticistas y tradicionalistas
clásicas, rompiendo así con los parámetros
que respecto de lo que era el modismo poético de la
época, se centraba en el resguardo de las formas
clásicas de hacer poesía. En lo que se puede
reconocer como una época distinguida por el
carácter conservador de las formas poéticas que se
evidenciaba en el reguardo que respecto de la métrica
imponía la misma, Enriqueta Arvelo Larriva se suma a su
hermano Alfredo Arvelo Larriva para, aun cuando con un estilo
propio en la temática, abordar la poesía desde una
visión modernista, e incluso, vanguardista que se hallaba
en boga para entonces en todo el continente gracias a la
influencia de Rubén Darío, poeta que
marcaría de manera significativa la obra de su hermano, y
por ende, y a su vez, la suya propia.

En cuanto a su temática, la misma no puede
alejarse del ritual que para cada autor significa el proceso
creativo, y es que siendo la soledad esencial para el proceso
creativo de sus obras, tal y como hacen referencia sus distintos
biógrafos, se hacen inseparables de sus poemas, la gran
gama de emociones que a lo largo de su vida va cosechando con el
pasar de los años, todos ellos sazonados con el toque
propio de su femeneidad, de una femeneidad que se revela, en lo
personal, contra el carácter androcentrista de la sociedad
venezolana, y más allá, latinoamericana de finales
de siglo XIX y comienzos del siglo XX, es por esto, que no
resulta una sorpresa su estrecha afinidad, si bien es cierto, de
manera epistolar, con poetizas latinoamericanas como Gabriela
Mistral y Juana de Ibarbourou, las cuales se destacaron por su
personalidad irresignable ante una sociedad que otorgaba a la
mujer un puesto de sumisión aun en cuanto al plano
intelectual y particularmente en el literario; a este entender,
María Cristina Solaeche Galera indica:

Este ensayo: "ENRIQUETA ARVELO LARRIVA: Cada palabra, el
perfil de la voz de un silencio a semejanza de una soledad", es
ese su viaje al universo interior de su soledad, de un silencio,
de su voz y del afecto de un amor postergado, constantes
poéticas en su obra lírica, y que motivaran
subyugantes poemas. La poetiza, se adelanta a su tiempo,
más allá de las vanguardias literarias, es la
primera voz de mujer que se singulariza en el devenir de las
letras líricas venezolanas, en el contexto de una
desolación intelectual para la mujer, ella logra
entretejer esa su voz, esas sus ausencias, a través de un
país con una atávica visión androcentrista;
imponiéndose como mujer, esquivando el destino
androcentrista; imponiéndose como mujer, esquivando el
destino que le atañía, y trasgrediendo la
"normativa" de las leyes patriarcales y religiosas.

Es por ello que su obra poética es
fundamentalmente producto del proceso creativo necesario para la
concreción, de parte de la poetiza, de su obra, por lo que
resulta sin sentido estudiar la una sin conocer el otro, pues
bien como consecuencia o causa de la soledad en la que se
sumergía Enriqueta Arvelo Larriva, es que su obra
poética está llena de la desnudes de sus emociones,
de la carga subjetiva más oculta en las profundidades de
su espíritu, y es por ello que probablemente cargue su
obra literaria de un estupor en ocasiones irascible contra una
estructura social que solo por un infortunio del destino la
condenaba a ella y a sus congéneres a los desmanes de un
paso inadvertido por la vida.

A decir de Bettina Pacheco (2006) según Alexandra
Alba:

Internarse en la poesía de Enriqueta Arvelo
Larriva constituye una experiencia de encuentro ante un rostro de
la poesía venezolana que exhibe entre sus rasgos
más significativos, una evidente conciencia del oficio y
una reflexión profunda de la realidad, reflexión
que transfigura en sus versos, desde la interioridad femenina, el
horizonte del Llano en potente espiritualidad. Es también
el encuentro con una espiritualidad que se cristaliza en cierto
aislamiento, aquel espacio propicio que le cede el paso a la
constante autoreflexión y a la necesidad incansable de
establecer un dialogo con el contexto literario del momento y con
todo aquel que se cruce con sus versos. Es así como nos
hallamos frente a una propuesta estética que logra recrear
una voz propia; es la voz de Enriqueta Arvelo Larriva, una voz
propia; es la voz de Enriqueta Arvelo Larriva una voz que marca
en el panorama de la poesía nacional trazos evidentes de
modernidad y que, paralelamente, refleja la tensión de
ésta con la tradición.

Enriqueta Arvelo Larriva murió como vivió,
en soledad, según palabras de Solaeche Galera:
"Acompañada solamente de la voz de sus poemas". Lo cual
indica una entrega total a su labor literaria, que desde sus
inicios y hasta el final de su obra, deja entrever que en ella,
la literatura venezolana encuentra como legado, según
Alexandra Alba a decir de Bettina Pacheco (2006); a:

…una poetiza que invita a la renovación de
la poesía venezolana, alguien quien fue consciente de la
importancia de la búsqueda de nuevas formas de
expresión, de una voz propia que, a su vez, pudiese
hacerse participe del concierto continental y como bien lo afirma
Pacheco: "Es esta una obra que no ha dejado de tener
reconocimiento e impacto en el ámbito cultural de su
país; una poesía en inagotable búsqueda y
reflexión sobre sí misma…

Bibliografía

-ALBA, Alexandra. (2007). Enriqueta
Arvelo Larriva (1886-1962).
[versión
electrónica]. Revista Contexto. Volumen 11. Número
13. p.p. 181-184.

-ARAUJO, Orlando. (2004).Compañero de viaje y
otros relatos.
Monte Ávila Editores Latinoamericana.
Caracas Venezuela, 1ª edición en Colección
Biblioteca Básica de Autores Venezolanos.

-MÁRQUEZ RODRÍGUEZ, Alexis. (1986).
Modernismo y vanguardismo en la poesía de Alfredo
Arvelo Larriva.
Editorial Monte Ávila Editores,
Caracas-Venezuela, 1ª ed. p.p. 240.

– SOLAECHE , María Cristina.
(09/08/17). Enriqueta Arvelo Larriva. Publicado
por Carmen Cristina Wolf. [Julio 03 de 2011]. Disponibilidad
en:http://ccwolf.wordpress.com/2009/08/17/enriqueta-arvelo-larriva/

-WIKIPEDIA. (13/06/11). Enriqueta
Arvelo Larriva
. Disponible en URL: http://es.wikipedia.org/wiki/Enriqueta_Arvelo_Larriva.
[Consulta: 03/07/11].

 

 

Autor:

Yovanny J. Quintero M.

 

Partes: 1, 2
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