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Instrumentos de la Gestión Ambiental y Sistema de Gestión Ambiental



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Instrumentos de la gestión
    ambiental
  3. Diversidad de los instrumentos en la
    gestión ambiental
  4. Los
    estudios de impacto ambiental (EsIA)
  5. Estudio de impacto ambiental, una necesidad en
    la actividad agrícola
  6. Contenido específico de los
    EsIA
  7. Auditorías ambientales: ISO
    14000
  8. Derecho ambiental en
    Venezuela
  9. Sistema de Gestión
    Ambiental
  10. Conclusión
  11. Bibliografía

Introducción

Desde los inicios de la historia el hombre ha
evolucionado significativamente en distintos aspectos, mayormente
económicos que han permitido formar el mundo de hoy en
día. Esta evolución o desarrollo alcanzó su
auge en los inicios de la Edad Contemporánea con la
llegada de la Revolución Industrial. Hasta ese entonces se
habían logrado grandes avances pero no en el campo
tecnológico lo que afectaba a las industrias que solo
contaban con la mano obrera de los trabajadores.

La llegada de las máquinas a las industrias
permitió incrementar el nivel de producción y la
calidad de los productos, desplazando así otros medios de
producción económica de los países y
colocando en plano central a la industria mecanizada. Si bien
esta mecanización trajo comodidades en el funcionamiento
de las industrias, el hombre se concentró solo en los
beneficios que esto generaba sin tomar en cuenta un factor
importante: el medio ambiente.

Luego de que la industrialización mecanizada
tomara cuerpo, la mecanización fue invadiendo otros
sectores de la civilización, trayendo las máquinas
a la ciudad como por ejemplo los automóviles,
ferrocarriles, trenes, motocicletas, etc. En ese entonces no se
conocían cuales serían las consecuencias de la
implantación de estas maquinas en la vida del hombre.
Aunque hay evidencias de que la contaminación
atmosférica comienza propiamente en el siglo XVIII con la
quema del carbón mineral (al ser quemado desprende grandes
cantidades de azufre generando "lluvia ácida"), la
contaminación del aire tomó importancia con llegada
de la industrialización. Pero no es hasta mediados del
siglo XX que el hombre toma consciencia del problema que causa la
emisión de los gases productos de la industria. Sobre
1960, los contaminantes solo eran considerados como un problema
local, de proximidad, debido a fuentes de emisión de
contaminación concretas, localizadas. Graves y cortos
episodios de contaminación producidos por especiales
condiciones atmosféricas en zonas urbanas o por escapes
accidentales de algún contaminante ocasionaron leyes y
acciones dirigidas a contrarrestar la contaminación
local.

Después se demostró que los contaminantes
habían ocasionado daños en lugares muy distantes.
El transporte de compuestos de azufre y nitrógeno por la
atmósfera a grandes distancias genera el incremento de la
acidez de las precipitaciones (lluvia acida) y cuando se supo
desencadenó un problema internacional de
contaminación.

A partir de aquí las naciones toman acciones y
comienzan a realizar monitoreo sobre los impactos ambientales de
la actividad industrial en cada Estado. Surge entonces la
necesidad de un sistema o método de "gestión" de
todos los aspectos en materia de ambiente.

La Gestión Ambiental es el conjunto de
diligencias conducentes al manejo integral del sistema ambiental.
Dicho de otro modo e incluyendo el concepto de desarrollo
sostenible, es la estrategia mediante la cual se organizan las
actividades antrópicas que afectan al medio ambiente, con
el fin de lograr una adecuada calidad de vida, previniendo o
mitigando los problemas ambientales. Dicha gestión es
llevada a cabo por medio de herramientas, las cuales
desarrollaremos en el presente trabajo.

DESARROLLO

Instrumentos de
la gestión ambiental

Los instrumentos de Gestión Ambiental son los
recursos que utiliza la sociedad para llevar a cabo acciones
concretas destinadas a lograr los objetivos planteados por las
políticas. Estos generalmente constituyen el elemento
operativo de los planes y programas ambientales adoptados por los
países. Los instrumentos de política ofrecen un
conjunto de opciones para responder a la solución de los
problemas ambientales. Se puede considerar que los instrumentos
son neutros y que, en últimas, los propósitos
específicos perseguidos les otorgan su razón de
ser.

La decisión sobre cuáles instrumentos o
combinación de ellos pueden usarse para alcanzar los fines
propuestos en las políticas nos conduce al tema de los
planes. Un plan es la combinación de uno o más
instrumentos, así como de otras actividades que pueden
incluir obras físicas de conservación,
prevención o restauración. Es decir, se definen
aquí los instrumentos de política, como un medio
para atacar y los planes como su combinación en diversas
dosis, con el propósito de alcanzar los objetivos
perseguidos por las políticas.

Diversos estudios han subrayado que el grado de
éxito de un instrumento de política particular
depende de la interacción compleja de un conjunto de
factores, un hecho que ha sido constatado en la presente
investigación. Entre los factores que inciden en la
eficacia y la eficiencia de un instrumento particular se
destacan: la naturaleza de los problemas ambientales abordados;
los actores involucrados y sus visiones sobre la relación
sociedad-medio ambiente; las condiciones económicas,
políticas y sociales; el contexto legal; las capacidades
de gestión para desplegar el instrumento; las necesidades
de coordinación y unión de voluntades para
incorporar las distintas sensibilidades de los actores; y la
integración y vinculación con otros
instrumentos.

Son conclusiones que indican a los formuladores de
política los peligros que se corren al mitificar un
instrumento particular, y la necesidad de entender las
condiciones que explican su éxito en lugares concretos
antes de adoptarlo en su medio. Resulta entonces imperativo
determinar a cabalidad los objetivos para los cuales se
diseñan los instrumentos, resolver la manera de abordarlos
y establecer si existen las condiciones básicas para
alcanzar el éxito, y de no existir, hasta qué punto
es factible crearlas.

El contexto económico, político y social y
la coyuntura particular en los cuales los instrumentos son
implementados deben ser tomados en cuenta y a menudo su
relevancia llega a ser mayor que las medidas adoptadas.
Además, la experiencia ha indicado que la
utilización flexible de los instrumentos a lo largo del
tiempo "facilita una reacción ágil y apropiada a
las situaciones cambiantes, la explotación de las
debilidades de los contaminadores, o el desarrollo de un proceso
de aprendizaje". La flexibilidad significa, entre muchas cosas,
que la forma de aplicar el instrumento puede llegar a ser
más importante que el instrumento mismo. Por eso hoy se
otorga tanta importancia a los procesos participativos en la
selección de los instrumentos, como medio que sirve no
sólo para alcanzar una solución satisfactoria para
todas las partes interesadas, sino también para incorporar
en las medidas tomadas la legitimidad requerida para su puesta en
marcha.

Diversidad de los
instrumentos en la gestión ambiental

Los instrumentos se clasifican en cuatro grandes
categorías:

  • 1. Los instrumentos de regulación
    directa
    , denominados de comando y control, basados
    en la promulgación de normas y en la ecuación
    coerción sanción; es decir, se trata de la
    forma tradicional de hacer cumplir la ley llevada al campo de
    la conducta ambiental.

  • 2. Los instrumentos
    administrativos
    consistentes en el otorgamiento de
    licencias permisos y demás modos de adquirir el
    derecho a usar los recursos naturales previstos en las
    diferentes legislaciones. La licencia ambiental ha sido el
    instrumento predominante dentro de esta
    categoría.

  • 3. Los instrumentos
    económicos
    que están dirigidos a hacer
    que las fuerzas del mercado sean las principales
    propiciadoras del cumplimiento de las metas ambientales de la
    sociedad.

  • 4. La educación, la
    investigación, la asistencia técnica y la
    información ambiental conforman la cuarta
    categoría.

Al hacer esta categorización, en este estudio no
se adopta la aproximación según la cual el mundo de
los instrumentos de gestión ambiental se divide
tajantemente en dos: económicos y comando y control. Es
una categorización que deja por fuera otros instrumentos
de enorme importancia para los formuladores de políticas,
como la educación, la investigación y la
información. Además, es una categorización
que con frecuencia ha sido utilizada como una estrategia para
subrayar la superioridad de los instrumentos económicos
frente a los tradicionales instrumentos de regulación
directa, que en últimas son la expresión en el
campo de la gestión ambiental de la forma más usual
y conocida de hacer cumplir la ley.

Como lo han señalado Russel y Powell (1997):
"Comando y control tiene una acepción peyorativa,
recuerda los grandes fracasos de la economía de comando
del bloque comunista y tácitamente compara la idea de
control con la de libre como en el mercado libre
". Comando y
control no es, en síntesis, una denominación neutra
y no es útil para que el formulador de políticas
entienda mejor cuáles son las alternativas que tiene ante
sí.

Al utilizar la denominación comando y control en
su sentido estricto -una indicación precisa de qué
hay que hacer y cómo debe hacerse- serían muy pocos
los instrumentos que caerían en esta categoría. Un
ejemplo de este tipo de instrumento sería el
correspondiente al control de la contaminación producida
por los automóviles en muchos países que establece
normas en cuanto a la descarga y requisitos en cuanto al equipo
que debe ser utilizado. Otro ejemplo, es el correspondiente a la
pesca de salmón que establece normas en cuanto a las
cantidades que pueden ser extraídas y establece requisitos
para los equipos que deben ser utilizados con el fin de proteger
al delfín.

En la realidad, la mayoría de los instrumentos de
regulación directa y de los instrumentos administrativos
dejan abierta las opciones del cómo hacerse. En
últimas, lo que caracteriza a los instrumentos de
regulación directa es el uso de sanciones como una de las
formas para hacerlas cumplir. Sin embargo, la presencia de la
sanción no implica de ninguna manera la exclusión
de otros instrumentos para cumplir con la norma
específica. Así, por ejemplo, la violación
de las normas sobre protección de un bosque natural
privado puede conllevar una sanción penal o
económica a su propietario; pero a su vez, ese mismo
propietario puede estar protegiendo ese bosque en virtud de
incentivos económicos que le son otorgados en el contexto
de un programa basado en el pago de los servicios
ambientales.

Si bien se reconoce que la dicotomía entre
instrumentos económicos e instrumentos de comando y
control está bastante superada, todavía se suele
estigmatizar estos últimos para vender aquellos o para
argüir a favor de los sistemas de cumplimiento voluntario.
Pero la experiencia de la última década indica que
las autoridades están hoy en posibilidad de utilizar
múltiples instrumentos para crear la estructura de
incentivos necesaria para alcanzar las metas ambientales
trazadas. En síntesis, los instrumentos económicos
pueden complementarse entre sí o complementar a los de
comando y control y en algunos casos sustituirlos; además,
son muchas las situaciones en que estos últimos
continúan siendo la solución más
adecuada.

Instrumentos de Regulación
Directa

Los instrumentos de regulación directa (comando y
control) consisten en la promulgación y obligatoriedad de
leyes y normas que prescriben objetivos de calidad ambiental y de
manejo y conservación de los recursos naturales renovables
y del medio ambiente. Se basan en la ecuación
coerción-sanción, y constituye una de las
principales formas de intervención, con la que cuentan los
Estados y la comunidad internacional, para ejercer control
normativo en los diferentes ámbitos de la
sociedad.

Los instrumentos de regulación directa y los
administrativos, o de comando y control, predominan en la
gestión ambiental. Los instrumentos económicos
juegan un papel aún menor en el control de las emisiones y
en la conservación de los ecosistemas naturales, no
obstante los interesantes avances que se han hecho en la
última década.

Una de las estrategias más utilizadas para
prevenir y controlar la contaminación y en general, el
deterioro ambiental, es la promulgación de normas
orientadas a establecer controles de calidad ambiental, de
emisión, de vertimiento y de concentración de
residuos sólidos, cuyo incumplimiento genera la
imposición de sanciones. Con este mismo fin, se formulan
normas sobre productos, procesos de producción y
estándares tecnológicos. Las regulaciones pueden
también referirse a la prohibición o
restricción cuantitativa en el uso de los recursos
naturales renovables y del medio ambiente.

Entre los instrumentos de regulación directa
tenemos los siguientes:

  • Normas de calidad ambiental y estándares de
    emisión

  • Instrumentos administrativos y de
    planificación

  • Las licencias ambientales y los Estudios de Impacto
    Ambiental (EIA)

  • Planes de Adecuación y Manejo
    Ambiental

Instrumentos Administrativos

Desde la incorporación de políticas
ambientales en la mayoría de los países en
desarrollo, los instrumentos administrativos que han sido
predominantes corresponden a las estrategias de ordenamiento y
control. Se basa principalmente en la aplicación de
instrumentos reglamentarios, como normas, permisos y licencias,
al igual que el control del uso del agua y el suelo. Este enfoque
estratégico permite al Estado, un grado razonable de
certidumbre sobre el nivel de reducción predecible de la
contaminación.

Aunque este enfoque ha sido criticado por ser
económicamente ineficiente y difícil de aplicar, se
ha logrado un progreso significativo en el cumplimiento de los
objetivos de las políticas y legislaciones ambientales.
Entre algunos de los instrumentos tenemos: Evaluaciones,
controles, autorizaciones y regulaciones. Algunos ejemplos son
las evaluaciones de impacto ambiental y auditorías
ambientales.

Instrumentos Económicos

Los instrumentos económicos usan las fuerzas del
mercado para integrar las decisiones económicas y
ambientales. La literatura sobre la materia subraya que estos
instrumentos deben suministrar los precios y otras señales
del mercado con el propósito de ayudar a las instancias
decisorias a reconocer las implicaciones ambientales de sus
decisiones. Observa que la sanción económica como
sistema coercitivo para el cumplimiento de las regulaciones o
normas establecidas en el contexto del sistema de comando y
control es un "instrumento de mercado muy débil" en la
medida en que establece una gran rigidez en la toma de decisiones
individuales. Y, en contraste, arguye que un "instrumento de
mercado muy sólido" es aquel que permite a las fuerzas del
mercado determinar la mejor manera de cumplir con una meta o
norma determinada.

Usualmente se entiende que un instrumento de mercado
debe intentar equiparar o alinear los costos privados con los
costos sociales para reducir las externalidades. La teoría
económica sugiere que si fuera posible colocar un valor
monetario al daño ambiental causado por la
contaminación, sería entonces posible establecer un
cargo o gravamen ambiental igual al costo del daño
producido, que sirva como un desincentivo para el comportamiento
depredador. El nivel resultante de la polución
sería el nivel teórico óptimo. En forma
similar se sugiere colocar el pago de incentivos con el fin de
que determinados actores conserven un recurso natural particular
(ej. un bosque). El valor del incentivo económico
óptimo sería aquel que se iguale a la suma de los
valores de los múltiples servicios ambientales producidos
a la sociedad por ese recurso (si lo excede se trataría de
un subsidio). Un "instrumento económico muy sólido"
sería entonces aquel que cumpla con este tipo de
condiciones.

Los fundamentos teóricos de los instrumentos
económicos así concebidos son muy atractivos, pero
existen muchos obstáculos para su puesta en marcha, entre
los cuales se subrayan los referidos a la valoración de
los servicios ambientales, un hecho que ha limitado su uso tanto
en el mundo desarrollado como en desarrollo. En el caso de
América Latina, la experiencia ha indicado que su puesta
en marcha exige una capacidad de gestión igual o mayor que
la requerida por los instrumentos de comando y control, una
observación confirmada por el presente estudio. En otras
palabras, muchas de las carencias de capacidad institucional que
explican parte de las dificultades para poner en marcha los
instrumentos de comando y control, explicarían
también el modesto lugar que todavía ocupan los
instrumentos económicos dentro del cuadro de la
gestión ambiental en la región.

En virtud de las anteriores consideraciones, en este
estudio se adopta una visión más simple sobre los
instrumentos económicos. Los costos y beneficios de su
utilización deberían evaluarse en relación
con los instrumentos de comando y control que producirían
el mismo nivel de protección ambiental. Es decir, nuestro
compás apunta hacia el costo de alcanzar un objetivo
ambiental predeterminado y tangible.

Las diversas experiencias de los países de la
región se examinan aquí a partir de la
clasificación de los instrumentos económicos
propuesta por Panayoutu (1994):

  • Sistemas de cargo

  • Instrumentos fiscales

  • Instrumentos financieros

  • Sistema de responsabilidades

  • Sistema de restitución de
    depósitos

  • Derechos de propiedad

  • Creación de mercados

  • Certificación forestal: FSC

  • Certificación de los productos agropecuarios
    orgánicos

  • Certificación de la industria: las normas
    ISO

  • Fondos ambientales

  • Instrumentos financieros

La Información, Educación e
Investigación en el Área Ambiental

El conocimiento y la conciencia pública sobre el
medio ambiente son factores que inciden en la gestión
ambiental. Las condiciones bajo las cuales se genera, distribuye,
interpreta y aplica el conocimiento tienen una enorme
importancia. Por una parte la calidad, cantidad y oportunidad de
la información ambiental tiene una gran incidencia en los
responsables por la formulación de las políticas.
Y, por otra, el conocimiento acerca de las amenazas ambientales
es una condición necesaria para la formación de la
conciencia pública; la percepción de la
ciudadanía de la gravedad y prioridad de los problemas va
a estar en buena parte condicionada por este conocimiento, cuya
socialización, a su vez, está mediada por los
valores y la cultura de un país o región
particular, en buena medida determinados y transmitidos por los
procesos de educación formal e informal.

En las sociedades latinoamericanas conviven diferentes
visiones, muchas veces contradictorias que constituyen uno de los
factores a partir de los cuales se construyen las percepciones
sobre los problemas y su solución.

En síntesis, la educación, la
investigación y la información contribuyen a la
formación del entramado cognitivo-informativo, es decir, a
formar las condiciones bajo las que se produce, interpreta y
aplica el conocimiento sobre los temas ambientales. De
allí el papel central que juegan como instrumentos de la
política ambiental.

Entre los instrumentos de esta índole
tenemos:

  • Sistemas de información ambiental

  • Los indicadores ambientales

  • La educación ambiental

Habiendo definido las categorías en las que se
agrupan los instrumentos de la gestión ambiental,
pasaremos a enfocarnos en tres especialmente que son de
interés de estudio en este trabajo: los Estudios de
Impactos Ambientales (EIA), las Auditorías Ambientales y
el Derecho o Legislación Ambiental.

Los estudios de
impacto ambiental (EsIA)

El Decreto N° 1.257 sobre "Normas sobre
Evaluación Ambiental de Actividades Susceptibles de
Degradar el Ambiente" define los EsIA de la siguiente manera:
Estudio orientado a predecir y evaluar los efectos del
desarrollo de una actividad sobre los componentes del ambiente
natural y social y proponer las correspondientes medidas
preventivas, mitigantes y correctivas, a los fines de verificar
el cumplimiento de las disposiciones ambientales contenidas en la
normativa legal vigente en el país y determinar los
parámetros ambientales que conforme a la misma deban
establecerse para cada programa o proyecto.

En efecto, los EsIA son procedimiento
técnico-administrativo que sirven para identificar,
prevenir e interpretar los impactos ambientales que
producirá un proyecto en su entorno en caso de ser
ejecutado, todo ello con el fin de que la administración
competente pueda aceptarlo, rechazarlo o modificarlo.

Se trata de un documento legal-administrativo que no es
más que una herramienta importante en el desarrollo de las
Evaluaciones de Impacto Ambiental (EIA). Las EIA son un proceso
más global y complejo que requiere de muchos pasos para
que se dé un veredicto final. Por lo general se inicia con
la presentación de la memoria resumen por parte del
promotor, sigue con la realización de consultas previas a
personas e instituciones por parte del órgano ambiental,
continúa con la realización del EsIA (Estudio de
Impacto Ambiental) a cargo del promotor y su presentación
al órgano sustantivo. Se prolonga en un proceso de
participación pública y se concluye con la
emisión de la DIA (Declaración de Impacto
Ambiental) por parte del Órgano Ambiental.

Estudios de Impacto Ambiental en
Venezuela

En Venezuela cuando se va a realizar un proyecto
socio-económico de gran impacto social, económico y
ambiental, se debe realizar previa notificación al
Ministerio del Poder Popular para el Ambiente (MPPA) quien
determinará la metodología y los estudios
pertinentes para dar la declaración o permiso para dar
efecto al proyecto.

Las personas naturales y jurídicas,
públicas y privadas, interesadas en desarrollar programas
y proyectos que impliquen la ocupación del territorio
deberán notificarlo al MPPA, mediante la
presentación de un Documento de Intención. La
notificación se realizará al inicio de los estudios
de factibilidad, a los efectos de la determinación por el
señalado Ministerio de la metodología a seguir para
la evaluación ambiental correspondiente.

El Documento de Intención contendrá
información sobre los objetivos, justificación y
descripción de las opciones a considerar para el
desarrollo del programa o proyecto propuesto, las acciones con
potencial de generación de impactos para cada etapa, el
cronograma de planificación y las inversiones estimadas.
Así mismo, contendrá la información
disponible sobre los componentes físico – natural y socio
– económico del ambiente a ser afectado por las distintas
opciones y cualquier otra información relevante para la
evaluación del programa o proyecto.

El MPPA establecerá la metodología a
seguir, en un plazo que no excederá los treinta (30)
días continuos a partir del recibo de la
notificación.

Queda también sujeta a la aplicación de
este artículo la ampliación, reactivación,
reconversión, clausura, cierre y desmantelamiento de
actividades susceptibles de degradar el ambiente.

La metodología a seguir para la evaluación
ambiental de los programas y proyectos será establecida en
función de sus características y efectos
potenciales, así como de las condiciones particulares del
ambiente a ser intervenido. La metodología podrá
consistir en la elaboración y presentación de
Estudios de Impacto Ambiental, Evaluaciones Ambientales
Específicas o la presentación de recaudos para la
evaluación, conforme a lo establecido en este
Decreto.

El MPPA requerirá la presentación de un
Estudio de Impacto Ambiental para los programas y proyectos
relativos a las siguientes actividades:

1.- Minería:

Explotación o procesamiento de carbón a
cielo abierto.

Explotación o procesamiento de
bauxita.

Explotación de minas de material
fisionable.

Explotación o procesamiento de sal con fines
industriales.

Explotación o procesamiento de minerales
metálicos y piedras preciosas.

Explotación o procesamiento primario de
asbestos.

2.- Exploración o producción de
hidrocarburos
:

Programas de perforación exploratoria.

Programas de producción de
hidrocarburos.

3.- Forestal:

Aprovechamiento o explotaciones forestales de bosques no
sujetos a Planes de Ordenación y Manejo Forestal, con una
superficie efectiva que supere las 50 ha y pendientes mayores al
15%.

Aprovechamiento o explotaciones forestales de bosques no
sujetos a Planes de Ordenación y Manejo Forestal, con una
superficie efectiva mayor de 500 ha y una intensidad de
explotación mayor o igual a 5 árboles por
ha.

Aprovechamiento o explotaciones forestales de bosques no
sujetos a Planes de Ordenación, Manejo Forestal, con una
superficie mayor o igual a 10.000 ha.

Plantaciones forestales con fines comerciales o
industriales, que establezcan una cuota anual mayor o igual a 500
ha y cuya superficie total sea mayor o igual a 2.000
ha.

4.- Agroindustria:

Centrales azucareros.

Destilerías o plantas no artesanales de
fermentación de bebidas alcohólicas.

Plantas productoras de celulosa, pulpa y
papel.

5.- Acuicultura:

Camaroneras.

6.- Producción de energía o
industrias:

Refinerías de petróleo y plantas de
mejoramiento de crudos.

Complejos petroquímicos.

Complejos criogénicos.

Generación de energía
termoeléctrica, hidroeléctrica, eólica,
geotérmica y nuclear.

Parcelamientos industriales.

Industrias básicas de hierro y acero.

Industrias básicas de metales no
ferrosos.

Producción de cemento, cal y yeso.

Procesamiento de materiales radioactivos.

Procesamiento y transformación de asbestos o
productos que lo contengan.

7.- Transporte:

Proyectos de autopistas.

Proyectos de vías rurales, troncales y
locales.

Proyectos de líneas férreas superficiales
o subterráneas.

Proyectos de aeropuertos públicos y
privados.

Puertos comerciales y muelles que permitan el acceso a
embarcaciones con un tonelaje de registro bruto mayor o igual a
500 toneladas métricas o que impliquen dragados de volumen
mayor o igual a 50.000 metros cúbicos.

Proyectos de canales y vías de navegación
interior.

Proyectos de obras hidráulicas para la
construcción de canales de navegación.

8.- Disposición de desechos:

Rellenos sanitarios con capacidad mayor o igual a 300
toneladas métricas por día.

Instalaciones para el tratamiento o la
disposición final de desechos tóxicos o
peligrosos.

9.- Desarrollo de obras de infraestructuras
turísticas o residenciales:

Desarrollos urbanísticos residenciales con una
densidad bruta mayor o igual a 100 habitantes por ha, o una
población mayor o igual a 2.500 habitantes, a ubicarse
fuera de áreas urbanas.

Desarrollos turísticos con más de 100
habitaciones en áreas costeras e insulares o con una
propuesta de ocupación mayor o igual a 60 habitantes por
ha fuera de áreas urbanas.

Desarrollos turísticos con una superficie mayor o
igual a 20 ha en áreas continentales.

10.- Desarrollo de otras obras de
infraestructura:

Líneas de transmisión eléctrica con
una capacidad mayor o igual a 230.000 voltios.

Oleoductos, poliductos y gasoductos troncales de
diámetros iguales o mayores a 40 cm.

Embalses para riego, control de inundaciones,
abastecimiento general, generación de hidroelectricidad,
con una capacidad mayor o igual a 500.000 m3 o que ocupen una
superficie mayor o igual a 100 ha.

Trasvases.

Rellenos de áreas marino costeras, lacustres y
fluviales, para construcción de obras de infraestructura,
con superficies mayores o iguales a 1 ha.

Sistemas de riego que se surtan a partir de embalses o
que cubran superficies mayores o iguales a 3.000 ha.

Emisarios para la descarga submarina de aguas servidas
provenientes de centros poblados con más de 10.000
habitantes.

Plantas de tratamiento de aguas servidas municipales
para centros poblados con más de 10.000
habitantes.

También se requerirán Estudios de Impacto
Ambiental para los programas y proyectos relativos a actividades
no señaladas en este artículo, pero que de acuerdo
a la evaluación técnica del Documento de
Intención requieran de este tipo de estudio.

Estudio de
impacto ambiental, una necesidad en la actividad
agrícola

La Revolución Verde, surgida en los Estados
Unidos en los años cincuenta, se caracterizó por la
hipótesis de que es posible controlar plenamente las
variables ambientales, enfrentando y solucionando los problemas
de forma aislada (atomística), desarrollando para lograr
su principal objetivo, altas producciones, determinadas
estrategias, cuyas tendencias llevaron a la agricultura al
monocultivo; lo cual conllevó a desarrollar paquetes
tecnológicos basados en grandes insumos, cuyo resultados
de inmediato, fueron alterar la naturaleza, dañarla con
los consecuentes impactos ambientales, que enfrenta el hombre en
la actualidad.

Los factores que influyen sobre el medio ambiente son
diversos y entre ellos tenemos:

  • El crecimiento de la población.

  • La urbanización.

  • El desarrollo industrial.

  • La mecanización de la agricultura.

  • El uso irracional de los recursos
    naturales.

  • Y otros factores que se pudieran
    mencionar.

En realidad la agricultura se convirtió en una
actividad en donde se volvió artificial a la naturaleza,
como resultado coevolutivo del sistema natural y social,
provocando la degradación ambiental y una verdadera crisis
ecológica, lo cual requiere para su solución la
transformación radical de la sociedad y su manera de
utilizar los recursos naturales.

Los impactos fundamentales se van a producir
sobre:

  • Suelo. (salinización, acidificación,
    erosión, compactación y
    desertificación).

  • Diversidad. (Erosión genética,
    disminución de la diversidad y
    monocultivo).

  • Bosques. (Deforestación).

  • Aguas. (Contaminación y
    sedimentación).

  • Clima. (Efecto invernadero y ruptura de la capa de
    ozono).

  • Salud humana.

A escala mundial, está emergiendo de forma
creciente un consenso de que se necesitan nuevas estrategias de
desarrollo agrícola para asegurar una producción
estable de alimentos y que sea consonante con la calidad
ambiental.

Es cierto que el aumento de la producción
alimentaría en los países en desarrollo se ha
convertido en una necesidad desde mediados del decenio de 1980; y
es preciso lograr que la misma se haga bajo los principios de la
sostenibilidad. El reto con que se enfrentan hoy los agricultores
es, por lo tanto, encontrar un equilibrio entre impulsar la
producción agrícola para alimentar a las
poblaciones en expansión y adoptar métodos
agrícolas ambientalmente sostenibles que no agoten los
recursos naturales necesarios para las décadas futuras de
la Agricultura.

En este sentido las actividades agrícolas
producen una serie de impactos sobre el medio que se deben tener
muy en cuenta, si queremos adaptarnos al "desarrollo sostenible".
Pues un porciento considerable de la tierra agrícola, en
el mundo, ha sido alcanzada por la erosión, la
compactación, la desertificación, los niveles de
acidez, etc. provocado, principalmente, por la tala
indiscriminada de los bosques, la expansión de la
ganadería, así como el mal manejo y uso
indiscriminado de tecnologías para la producción de
alimentos sin tener en cuenta las características
concretas del lugar.

Lo que las personas obtienen del entorno natural va
mucho más allá de los aspectos materiales, y el
mantenimiento de un medio sano, es una necesidad para lograr unas
buenas condiciones de vida, no solo en el sentido material, sino
también en el espiritual, para las generaciones actuales y
futuras. Hoy en día existe el suficiente desarrollo
tecnológico como para evitar el deterioro ambiental con
costos inferiores al alto precio que la humanidad tendrá
que pagar a medio y largo plazo de no tomar medidas cuanto antes.
Se trata de establecer una solución armónica entre
tecnología, naturaleza y sociedad y de aplicar la
solidaridad planetaria al abordar cuestiones ambientales que son
globales.

La agricultura, a diferencia de otras ramas de la
actividad humana, carece de estudios que, sobre bases
científicas, posibiliten dirigir la elaboración de
estrategias de desarrollo integral de sus áreas y esto ha
traído consigo la aplicación de tecnologías,
sin tener en cuenta un estudio integral de los impactos que las
mismas podrían causar en el orden social, económico
y ambiental sobre el medio.

Se hace necesario, conociendo los impactos que la
agricultura ha realizado sobre el suelo y otros recursos de la
naturaleza y la importancia que tiene la misma para el alimento
de las presentes y futuras generaciones, realizar estudios que
permitan orientar la actividad agrícola sin comprometer el
entorno.

El estudio de impacto ambiental cumple un papel central
para la puesta en marcha de cualquier proyecto que se quiera
aplicar en la agricultura, ya que permite documentar todo el
análisis de los impactos ambientales de la acción
determinada. Esto incluye la descripción del
emprendimiento, las diferentes alternativas para su
implementación, la línea de base, las medidas de
mitigación y/o compensación, y los programas de
seguimiento y control. Por ello, constituye la fuente de
información primordial para pronunciarse acerca de los
impactos ambientales esperados de la acción
propuesta.

El hombre el ser más influyente en el Medio
Ambiente, pero al mismo tiempo, el único de los seres
vivos que puede prever los resultados de esta influencia y
organizar su actividad de manera que el daño causado al
entorno sea mínimo.

La aplicación de medidas preventivas en las
tierras aun no degradadas y de medidas correctivas y de
rehabilitación en las tierras secas mediana o gravemente
degradadas, entre ellas las afectadas por movimientos de dunas,
mediante la introducción de sistemas de uso de la tierra
ecológicamente racionales, socialmente aceptables y
equitativos y económicamente viables fomentaría la
capacidad de sustento de la tierra y la conservación de
los recursos bióticos en los ecosistemas
frágiles.

El desarrollo integral de un país se vincula
estrechamente con la capacidad de la sociedad nacional para
establecer relaciones racionales con el medio ambiente. Es por
ello que muchos han sido los investigadores que se han dedicado
al análisis de este tema.

El principal objetivo de la agricultura y el desarrollo
rural sostenible es aumentar la producción de alimentos de
manera sostenible y mejorar la seguridad alimentaria. Para
lograrlo se hace necesario evaluar las consecuencias de la
acción que se realice sobre el medio agrícola y ver
el desarrollo de la calidad ambiental determinado por estudios
ambientales preventivos, en el que habría que plantearse
de forma rigurosa la conservación de los recursos, tanto
de los renovables, como de los no renovables, mediante el uso
racional de los mismos.

Es preciso dar prioridad al mantenimiento y mejoramiento
de la capacidad de las tierras agrícolas con mayores
posibilidades para responder a la expansión
demográfica. Sin embargo, también es necesario
conservar y rehabilitar los recursos naturales de tierras con
menores posibilidades con el fin de mantener una relación
hombre-medio-tierra sostenible.

Esto requerirá la adopción de iniciativas
en materia de educación, la utilización de
incentivos económicos y el desarrollo de
tecnologías nuevas y apropiadas, para así
garantizar suministros estables de alimentos nutricionalmente
adecuados, el acceso de los grupos vulnerables a esos suministros
y la producción para los mercados; el empleo y la
generación de ingresos para aliviar la pobreza; y la
ordenación de los recursos naturales y protección
del medio ambiente.

Una vez obtenido el significado de los impactos
ambientales para la acción y sus alternativas, si las
hubiere, es posible establecer comparaciones y tomar decisiones
en relación con las ventajas y desventajas ambientales de
ejecutar cada una de las diversas opciones existentes.
Probablemente, la comparación ambiental de una u otra
alternativa es el aspecto más difícil de
cuantificar en el proceso, dado que es posible proyectar los
riesgos y beneficios ambientales, pero es muy difícil que
ellos puedan expresarse en unidades económicas.

Para lograr una Agricultura sostenible se hace necesario
realizar, antes de ejecutar cualquier proyecto, estudios de
impacto ambiental para que la misma cumpla con los siguientes
objetivos:

  • Producciones estables y eficiencia de los recursos
    productivos.

  • Seguridad y autosuficiencia alimentaria.

  • El uso de prácticas agroecológicas
    ó tradicionales de manejo.

  • Preservación de la cultura local y de la
    pequeña propiedad.

  • Asistencia de los más pobres a través
    de un proceso de autogestión.

  • Un alto nivel de participación de la
    comunidad en decidir la dirección de su propio
    desarrollo agrícola.

  • Conservación y regeneración de los
    recursos naturales.

Es claro que no será posible lograr
simultáneamente todos estos objetivos. Existen
intercambios entre los mismos, ya que no es fácil obtener
alta producción, estabilidad y equidad, pero el camino de
las actividades agrícolas debe ir dirigido en este sentido
si queremos que la especie humana no desaparezca.

Características de los Estudios
de Impactos Ambientales

El estudio de impacto ambiental cumple un papel central,
ya que permite documentar todo el análisis de los impactos
ambientales de una acción determinada. Esto incluye la
descripción del emprendimiento, las diferentes
alternativas para su implementación, la línea de
base, las medidas de mitigación y/o compensación, y
los programas de seguimiento y control. Por ello constituye la
fuente de información primordial para pronunciarse acerca
de los impactos ambientales esperados de una acción
propuesta.

Un estudio de impacto ambiental es un conjunto de
análisis técnico-científicos,
sistemáticos, interrelacionados entre sí, cuyo
objetivo es la identificación, predicción y
evaluación de los impactos significativos positivos y/o
negativos, que pueden producir una o un conjunto de acciones de
origen antrópico sobre el medio ambiente físico,
biológico y humano. La información entregada por el
estudio debe llevar a conclusiones sobre los impactos que puede
producir sobre su entorno la instalación y desarrollo de
una acción, establecer las medidas para mitigarlos y
seguirlos, y en general, proponer toda reducción o
eliminación de su nivel de significancia.

Los estudios de impacto ambiental tienen ciertas
características que les son propias, sin las cuales no
podrían cumplir con los objetivos y ventajas que les han
sido asignadas como una herramienta útil en la
protección ambiental. Aquí se incluyen aspectos
básicos que imponen el marco en el cual se desarrollan los
estudios; por ejemplo:

  • a) Los estudios son predictivos y están
    apoyados en información científica;

  • b) El análisis es interdisciplinario,
    donde diferentes especialistas deben interactuar para lograr
    una visión integral de las variables en
    estudio;

  • c) El análisis y
    compatibilización de escalas de trabajo y
    generación de datos de un mismo nivel de
    resolución son elementos centrales para establecer
    relaciones entre ellos;

  • Partes: 1, 2

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