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ABSTRACT:
El diseño de muebles, luego de la
Revolución Industrial del Siglo XVIII, y durante todo el
Siglo XIX fue más «artesanal» que
«industrial» (en Europa y en Argentina con más
razón), como lo demuestra el mobiliario usado como
decoración de interiores de los ambientes de la
ecléctica arquitectura privada neoclásica (Beaux
Arts).
El academicismo de la Escuela de Bellas Artes de
París fue adoptada en la Argentina por la
burguesía nacional de 1880, a la que prefirieron por su
valor de signo estético-simbólico
arquitectónico (inspirado en el Palacio de Versalles) y su
decoración de interiores (basado en los estilos
cortesanos-monárquicos como el Luis XIV, de Charles Le
Brun y la Manufactura de los Gobelinos, que nada tenían
justamente de burgués). Por lo que se ha podido confirmar
las hipótesis tomando el período
paradigmático de la historia de la arquitectura (Beaux
Arts) del Siglo XIX en Argentina (inspirado en el Palacio de
Versalles) con su decoración de interiores (basada en
estilos cortesanos-monárquico como el Luis
XIV).
El "espíritu de la época", experimental y
contradictorio en los estilos de decoración interior que
utilizó la burguesía argentina de 1860-1945,
poseía algo del "alma de la nueva sociedad burguesa
positivista" (luego de la Revolución Francesa, con la
ilustración y el Siglo de las Luces y de la Razón).
Pero también poseía algo del "alma de la antigua
sociedad cortesana, noble y aristocrática" (del mundo
anterior a la Revolución Francesa), que remitían a
un contenido simbólico preciso que intentaba representar
el carisma de la nobleza (en el Barroco del neoLuis XIV y el
Rococó del neoLuis XV, expresando los ideales y valores de
la aristocracia, por intermedio del mobiliario).
Así la burguesía Argentina, adoptó
una decoración de interiores, cuyo diseño artesanal
en el mobiliario de ebanistería estaba influenciado por
Francia de la época de Luis XIV, XV y XVI (mobiliario de
la monarquía absolutista de la Sociedad Estamental de
transición de la Sociedad Feudal a la Sociedad
Capitalista). El mueble brindó, además de su clara
utilidad práctica (valor-de-uso), una función mas
allá de la función misma; actuando como signo
estético-económico (valor-de-cambio-signo),
definió el gusto (burgués) de la época (que
se remonta a 1860) por el consumo de ciertos productos costosos
(y difíciles de adquirir por la geografía y las
distancias) que se transformaron en signos de status social y del
poderío económico (capitalista) del Señor
burgués (en términos marxistas, este "nuevo amo"
del mundo, buscó diferenciarse del proletariado; como
históricamente los reyes lo hicieron de los plebeyos). El
mobiliario se convirtió en la fiel expresión de un
"espíritu nuevo" (de un esprit iluminista) que el
burgués-ilustrado-decimonónico (inspirado en el
Gran Siglo de las Luces de la Razón) utilizó para
expresar su cultura material privada (en una forma de sincretismo
coleccionista doméstico de los mas diversos
órdenes: gótico- monacal,
monárquico-absolutista,
liberalismo-económico-político); brindando una
identidad nacional criolla-francesa (que la clase media
buscó copiar en el Siglo XX). Como patrón
estético perdura hasta hoy en día como el logro
máximo de la decoración de interiores (previo al
Movimiento Moderno en Arquitectura y diseño de
mobiliario).
Durante el Siglo XIX nacional, el cosmopolitanismo
capitalista-coleccionista burgués, buscó los
más diversos estilos de muebles de todos los tiempos
(gótico, renacimiento, estilos cortesanos como los Luises
y burgueses a lo chippendale o el estilo Imperio) que hemos
definido como un "espíritu Belle Époque
Argentino (1860-1945)" para usar una definición de
Sigfried Giedion en La mecanización toma el
mando.
Aunque fuertemente influenciados por el "modernismo" del
Mundo Moderno de la doble revolución burguesa europea
francesa (tomando los valores, ideas y visiones de la democracia,
libertad, razón y progreso) e industrial inglesa (tomando
los valores, ideas y visiones de la era de las máquinas
tecnológicas); el liberalismo económico
(capitalista) y político (democrático) de la
burguesía no pudo evitar tomar los símbolos
(estéticos) del Ancien Régime derrocado en
la Revolución Francesa. El retour à
l´ordre (greco-romano) fue la clave de su cultura
arquitectónica neoclásica, y el retorno al orden
monárquico- absolutista en el diseño de muebles fue
la clave de su cultura material doméstica.
El modernismo burgués con sus valores, ideas y
visiones de la razón y el progreso tecnológico
puede ser rastreado en el imaginario social de las obras de la
literatura de ciencia ficción de Julio Verne en
Veinte mil leguas de viaje submarino. Este
escritor francés de novelas de aventuras supo publicar sus
famosas obras en el período 1863-1905 (plena
Belle Époque francesa), inspirando la
imaginación de la gente al igual que lo hicieron las
grandes obras de ingeniería (como la Torre Eiffel de 1889
en Francia o las locomotoras de la Revolución
Industrial en Inglaterra). Se aprecia como el hierro–acero
(de la Torre Eiffel y de las locomotoras) termina siendo un
material protagónico junto al vidrio en la torreta del
submarino Nautilus (como si de un jardín de
invierno de arquitectura neoclásica Beaux Arts se
tratara), lugar de observaciones del mundo exterior del
Capitán Nemo.
Para afirmar estas conclusiones vamos a ilustrarlas en 4
Partes.
12A- Conclusión ilustrada: Parte
1.
12B- Conclusión ilustrada: Parte
2.
12C- Conclusión ilustrada: Parte
3.
12D- Conclusión ilustrada: Parte
4.
En la Conclusión ilustrada: Parte 1 vamos
a explicar algunos (no todos) elementos de la arquitectura
clásica como el denominado "frontón" triangular (o
frontis) que descansa sobre las columnas (o pilares) de orden
clásico (dórico, jónico y corintio). Se lo
encuentra en la arquitectura clásica (antigua Grecia y
Roma en sentido arqueológico) y neoclásica (como la
arquitectura Beaux Arts de la Academia de Bellas Artes
de París, adoptada por la burguesía Argentina de
1880-1940).
Asimismo en la Conclusión ilustrada: Parte
2 lo que vamos a hacer será un paralelismo entre
algunos muebles y objetos de arte del Palacio de Versalles, con
los muebles y objetos de la residencias burguesas de la Argentina
de arquitectura Beaux Arts (preferentemente de la
residencia Errázuriz Ortúzar). Así
quedarán en evidencia las analogías afirmadas en
esta tesis.
Por otro lado, en la Conclusión ilustrada:
Parte 3 nos basaremos en la observación de los
«paradigmas del mobiliario» presentes en dichas
residencias burguesas de arquitectura Beaux Arts
(principalmente de la Residencia Errázuriz
Ortúzar). Donde 21 imágenes del mobiliario presente
en dicha residencia, ilustrarán distintos casos
paradigmáticos de muebles cuya manufactura retrocede a la
Edad Media (como el arcón), pasando por el estilo
renacimiento (como el Tudor) y los estilos
cortesanos-monárquicos (como los Luises XV y XVI) y
terminando en los estilos burgueses (como el estilo imperio).
Hasta terminar en tiempos tan remotos y lejanos (como China de La
época Kang-Hi). Donde los estilos
cortesanos-monárquicos (desde el estilo Luis XIII, al
estilo Luis XVI, pasando por el estilo regencia y el
rococó) son los más abundantes. Lo que confirma
que el retorno al orden
monárquico-absolutista en el diseño de muebles fue
la clave de su cultura material doméstica.
Para la Conclusión ilustrada: Parte 4
vamos a desarrollar como el "modernismo burgués" (valores,
ideas y visiones de la razón y el progreso
tecnológico) puede ser rastreado en el imaginario social
de las obras de la literatura de ciencia ficción de Julio
Verne en Veinte mil leguas de viaje submarino.
Donde vamos a relacionar –por analogía- la torreta
del submarino Nautilus con un jardín de invierno
de arquitectura Beaux Arts (del Palacio Anchorena y del
Palacio Sans Souci) y el resto de los muebles presentes en los
distintos interiores o ambientaciones del submarino con las
ambientaciones neoclásicas (Beaux Arts) del Palacio
Errázuriz Ortúzar y Josefina de Alvear.
Conclusión
ilustrada: Parte 1.
La arquitectura doméstica neoclásica
(Beaux Arts) adoptada por la burguesía Argentina de 1880
correspondió al academicismo de la Escuela de Bellas
Artes de París, a la que prefirieron por su valor de
signo estético-simbólico arquitectónico
(inspirado en el Palacio de Versalles). La burguesía
nacional no pudo evitar tomar los símbolos
(estéticos) del Ancien Régime derrocado en
la Revolución Francesa. El retour à
l´ordre (greco-romano) fue la clave de su cultura
arquitectónica neoclásica.
La adopción de la arquitectura neoclásica
hacía un uso de estilos arquitectónicos pre-
modernos (inspirados en la cultura greco-romana); cuyo revival de
los elementos de diseño (como el frontis y los pilares
dóricos, jónicos o corintios) se combinaban
eclécticamente. Transformándose en verdaderos
símbolos nacionales de la arquitectura privada (como
sucedió en la residencia Errázuriz Ortúzar,
el Palacio Sans Souci y la residencia Duhau).
Por ejemplo, si comparamos el Palacio Errázuriz
Ortúzar con otros palacios observamos muchos parecidos.
Como el elemento arquitectónico clásico denominado
"frontón" triangular (o frontis), muy usado durante el
renacimiento y en estos movimientos de
eclecticismo-neoclasicista. Un frontón (también
llamado frontis) es un elemento arquitectónico de
origen clásico que consiste en una sección
triangular (o gablete) dispuesto sobre el entablamento (o
cornisamento) que descansa sobre las columnas (o pilares) de
orden clásico (que pueden ser: dóricas,
jónicas o corintias), apoyadas en la plataforma (o
krepis). Se lo encuentra en la arquitectura de la antigua Grecia
y Roma en sentido arqueológico y en la arquitectura
neoclásica (revival greco-romano como lo fue el estilo
Beaux Arts de la Academia de Bellas Artes de
París).
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