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Mecanismo para el desarrollo de la integración tipo ALBA en el sector energético



Partes: 1, 2

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Conceptos y definiciones sobre
    integración
  4. Características generales de los
    procesos de integración
  5. Los
    procesos de integración en América Latina y el
    Caribe. Sus limitaciones
  6. Necesidad de un nuevo esquema de
    integración: Propuesta ALBA
  7. Significación de las
    compañías transnacionales en el sector
    energético mundial y en América Latina y el
    Caribe
  8. Los
    proyectos grannacionales en el sector energético como
    parte del ALBA
  9. Características y perspectivas de
    desarrollo del Polo Petroquímico de
    Cienfuegos
  10. Conclusiones
  11. Bibliografía y notas
    utilizadas

Resumen

Este trabajo tiene como propósito analizar el
proyecto grannacional Polo Petroquímico en Cienfuegos como
mecanismo de desarrollo para la integración tipo ALBA en
el sector energético latino caribeño. Para ello se
definieron elementos teóricos sobre la integración
y se describieron las características generales de los
procesos integracionistas en la región; además del
papel del sector energético tanto a nivel mundial como
regional, donde se evidencia que sus actividades tienen como
finalidad la obtención de ganancias y no la
cooperación, complementación, desarrollo conjunto
de los países y de lucha contra la pobreza y desigualdad
social. Se analizaron los proyectos grannacionales en el sector
energético como parte de los acuerdos del ALBA así
como las características generales y las perspectivas de
desarrollo del Polo Petroquímico.

Introducción

El sector energético influye de manera
estratégica en el desarrollo socio-económico de un
país. Este sector incluye la extracción de crudo y
gas, la refinación, la petroquímica, y la
generación de electricidad. Los productos derivados de
estos procesos se utilizan como insumos de otras industrias, de
ahí la forma decisiva en que influye este sector para el
desarrollo de otras ramas de la economía de un
país. En la actualidad, ninguna actividad económica
moderna puede subsistir o competir sin el suministro de
energía.

La región latinoamericana desempeña el
papel de productor y proveedor de los países
industrializados para satisfacer su consumo, en contraste con las
nefastas consecuencias que esto puede traer, lo que agrava el
problema de la crisis alimentaria. Entre los atractivos
energéticos de América Latina y el Caribe cabe
señalar que la región en su conjunto es exportadora
neta de hidrocarburos. En esta zona se localiza una parte
importante de las reservas mundiales de petróleo con un
gran peso en la producción del crudo que se extrae a nivel
internacional, contando además con reservas de gas y
carbón mineral.

En los últimos 30 años la región ha
sido considerada como un área estratégica sobre
todo para Norteamérica, debido a la cercanía
geográfica y a la mayor estabilidad política en
comparación con otras regiones exportadoras del
área.

Sin embargo, América Latina y el Caribe se
caracteriza por presentar un serio desequilibrio en el sector
energético: una desigual distribución
geográfica de los recursos energéticos,
asimetrías en los niveles de desarrollo tecnológico
y de infraestructura para la explotación y procesamiento
de los mismos y diferencias en los intereses gubernamentales. La
región latino-caribeña, en loa últimos
años ha experimentado cambios favorables de gran
relevancia en el enfoque que algunos gobiernos le han dado a las
políticas públicas energéticas.

Para hacerle frente a esta compleja situación, el
desarrollo de la cooperación energética regional
constituye una alternativa necesaria y viable que permita a su
vez contribuir al desarrollo socio-económico regional. Al
surgir el ALBA, como signo contrario frente a los
propósitos del ALCA, se hizo evidente que ese era el nuevo
esquema de integración verdadera, de nuevo tipo, justo y
solidario, que necesitaban los países de América
Latina y del Caribe.

Este proceso es una alternativa para ir eliminando las
disparidades que colocan en una posición desventajosa a
los de menor desarrollo para propiciar de esta forma un
desarrollo equitativo del sector energético a
través de diferentes Existe en América Latina y el
Caribe la necesidad de enfrentar la acción de las
transnacionales en el sector energético y la
creación de empresas Grannacionales es una alternativa
para hacerlo, contribuyendo a su vez al desarrollo
socioeconómico. La formación de este tipo de
organizaciones se hace viable en la medida en que la
región cuenta con recursos y avances indispensables para
ello.

La integración tipo ALBA, ha mostrado un
interés relevante en el sector energético siendo
este un área estratégica en el proceso de
desarrollo regional y ha resultado una alternativa, no solo
necesaria sino también viable para aprovechar las
potencialidades y capacidades de los países
latino-caribeños en función del progreso.
Precisamente, el Polo Petroquímico de Cienfuegos en Cuba
es uno de los proyectos más trascendentales en los que la
integración tipo ALBA ha puesto grandes empeños por
medio de la implementación de distintos mecanismos como
los proyectos y empresas grannacionales en pro del avance en
materia energética en el país caribeño y en
la propia Venezuela y que contribuye significativamente al
desarrollo de los dos países.

Conceptos y
definiciones sobre integración

La Integración Económica y la
regionalización se han tornado cada vez mas importantes en
el contexto de la situación actual y perspectiva de la
economía internacional, junto con la globalización,
con la que se ha establecido una relación mutuamente
dependiente y, hasta cierto punto excluyente y paradójica,
la integración se conforma como uno de los elementos mas
característicos de la economía internacional de hoy
y del futuro, según indican las tendencias que pueden
avizorarse.

En este trabajo se considera la región
latinoamericana y caribeña como el espacio
geográfico, económico y político comprendido
desde el río Bravo hasta la Patagonia, incluido el Caribe
insular. Es importante precisar el concepto de Integración
Económica, cuestión sobre la que existen diversas
interpretaciones en la amplia bibliografía existente al
respecto.

"[…] entendemos por Integración
Económica,- según Puerta Rodríguez, Hilda
Elena., – un proceso de creciente intervinculación de las
economías nacionales, que tiene lugar a partir de la
reducción o eliminación de los obstáculos
que impiden el desarrollo de los vínculos mutuos, con el
propósito de obtener beneficios conjuntos en
función de los intereses de los agentes económicos
dominantes. Refleja las particularidades de la base
económica de los miembros y posee características
multifacéticas, sobre todo en los estadios superiores, con
implicaciones también políticas y
sociales.

El proceso de la Integración Económica,
que a su vez, no está en lo absoluto exento de
dificultades y obstáculos, por lo que su evolución
puede caracterizarse como un movimiento a saltos, no lineal, que
incluye también etapas de retroceso y la existencia de
contradicciones entre los participantes, de acuerdo a sus
diferentes condiciones, objetivos e intereses.

Otra cuestión muy importante es la
vinculación existente entre los procesos de
Integración y las particularidades de las estructuras
económicas de los participantes, en tanto se establece una
relación biunívoca entre ambos, condicionando uno
al otro, de acuerdo con las circunstancias concretas de cada
caso, pero donde siempre prevalece como factor fundamental la
situación económica específica de los
países miembros, tanto desde el punto de vista del nivel
de desarrollo de las fuerzas productivas, el carácter de
las relaciones sociales de producción, como del momento
del ciclo económico en que se encuentren.

Otro aspecto que debe precisarse con respecto a la
definición de Integración Económica es que
la misma no puede vincularse solamente , con las cuestiones
comerciales, en tanto que de manera creciente ha ido abarcando
otros sectores de actividad, como son los servicios, la
cooperación industrial, tecnológica y monetaria,
considerándose, en algunos casos, la coordinación
de políticas económicas y también la
cooperación funcional referida a actividades
extraeconómicas, como la salud, la educación y la
cultura. También la integración económica,
dada su connotación y carácter
multifacético, tiene implicaciones diversas, no solas
desde el punto de vista económico, sino también
político y sociales, que aumentan en la medida en que se
profundiza el proceso.

Características generales de los
procesos de integración

  • Los sujetos son los Estados
    soberanos.

  • Los Estados comienzan el proceso de
    integración en forma voluntaria y

  • deliberada.

  • Como todo proceso, va transitando
    paulatinamente por etapas o grados

  • distintivos.

  • Las etapas deben ser cada vez
    más profundas y diversas; de allí la
    necesidad

  • de la progresividad y la convergencia
    del proceso.

El proceso de integración se inicia con
acercamientos económicos, pero lentamente y dependiendo de
lo estipulado por los Estados miembros; la agenda va abarcando e
incluyendo nuevos temas de las áreas sociales, de salud,
culturales, jurídicas, educativas y hasta políticas
de los países involucrados; sin embargo es el
ámbito económico el que determina y contribuye al
avance o no en éstos últimos aspectos.

Además es posible establecer una
clasificación según los tipos de integración
en:

Territorial: Abarca un área
determinada de varios países con objetivos
económicos comunes. Es prácticamente la
extensión del poder de un grupo hacia un territorio
anteriormente fraccionado, implica la transferencia de la
obediencia desde las distintas regiones y desde los distintos
grupos a las autoridades centrales.

Nacional: consiste en la
aceptación, por parte de la población, de las
órdenes provenientes de las autoridades centrales porque
se consideran legítimas.

Regional: Se refiere al proceso de
creación de una identidad común a todos los grupos
étnicos, lingüísticos, religiosos y regionales
con el fin de que se sientan parte de la misma comunidad
política.

Económica: Cada país
diseña una estrategia de acuerdo con su infraestructura
económica, cuyo objetivo está dado a reanimar y
estimular el Producto Interno Bruto (PIB), el crecimiento del
ritmo económico, disminución de las importaciones,
aumento de las exportaciones y paralizar las inversiones de
capital extranjero.

Social: interna y externa
en el área latinoamericana ha brindado la posibilidad de
abrir nuevas expectativas para nuestros países, la
unificación de las fuerzas productivas, cuyo objetivo
está encaminado en producir para la mayoría, desde
el punto de vista externo la integración social constituye
un frente estratégico de protección a los
países que se integren.

Tomando en cuenta que la integración es un
proceso, el cual pasa por diversas etapas en forma paulatina y
progresiva, también es posible establecer una
clasificación según el grado de integración,
donde cada una de las etapas o grados tiene ciertos rasgos
esenciales que la distinguen tanto de la etapa anterior como
posterior:

Zona de preferencias
arancelarias
: es un acuerdo entre varios
Estados mediante el cual se comprometen a brindar a sus
respectivas producciones un trato preferencial en
comparación al que se otorga a terceros países, es
decir, se conceden diversos grados de rebajas arancelarias en el
comercio recíproco. Este es un grado de integración
sumamente superficial o primario, por lo que hay autores que no
lo consideran como tal.

Zona de libre comercio: consiste en que
los Estados partes acuerdan suprimir las tarifas arancelarias y
otras barreras o restricciones cuantitativas al comercio
recíproco de bienes, pero conservando cada uno de ellos
autonomía e independencia respecto de su comercio con
terceros Estados. Para llegar a una Zona de Libre Comercio se
fijan plazos, condiciones y mecanismos de desgravación
arancelarios.

Unión aduanera: implica un
proceso en el que los Estados que lo integran, además de
reducir las tarifas aduaneras entre sí hasta llegar a
cero, adoptan un arancel externo común, en forma gradual
con plazos y listas temporarias de excepciones que normalmente
son diferentes según el desarrollo económico de los
Estados partes, en relación a los productos que importan
de países de fuera de la zona. Los derechos de
importación obtenidos por el arancel externo común,
a su vez, deben ser distribuidos entre los Estados miembros, para
lo cual deben definir el mecanismo para ello.

Mercado común: en la etapa del
mercado común, los países miembros que componen
común, en forma gradual con plazos y listas temporarias de
excepciones que normalmente son diferentes según el
desarrollo económico de los Estados partes, en
relación a los productos que importan de países de
fuera de la zona. Los derechos de importación obtenidos
por el arancel externo común, a su vez, deben ser
distribuidos entre los Estados miembros, para lo cual deben
definir el mecanismo para ello.

Unión económica:
la unión económica se da cuando los Estados que han
conformado un mercado común, le incorporan la
armonización de las políticas económicas
nacionales, entre ellas, las políticas monetaria,
financiera, fiscal, industrial, agrícola, etc., con la
finalidad de eliminar las discriminaciones que puedan hallarse de
las disparidades entre las políticas nacionales de cada
uno de los Estados que la componen.

Integración económica
completa
: este es el mayor grado de profundidad
al que puede aspirar un proceso de integración y se
produce cuando la integración avanza más
allá de los mercados, porque en el transcurso de este
proceso, los Estados involucrados tienden no sólo a
armonizar, sino a unificar las políticas en el campo
monetario, fiscal, social, etc., y más allá
incluso, en cuestiones relativas a las políticas
exteriores y de defensa. En esta instancia de integración,
se requiere del establecimiento de una autoridad supranacional
cuyas decisiones obliguen a los Estados miembros. Algunos autores
afirman que este grado de unificación sugiere la
desaparición de las unidades nacionales, por la
absorción de las partes en un todo, como es definida la
palabra "integración".

En general, la integración económica debe
ser considerada como alternativa complementaria a los esfuerzos
de desarrollo nacionales que puede favorecer, si se diseña
adecuadamente, la necesaria inserción de los países
subdesarrollados en la economía internacional actual,
sobre todo si se tienen en cuenta las ventajas que pueden
derivarse de la misma:

  • Posibilidad de desarrollar economías de
    escala como resultado de la ampliación del
    tamaño del mercado.

  • Aumento de la competencia, que estimula a los
    productores a penetrar otros mercados para tratar de lograr
    mejores resultados en términos de productividad y
    eficiencia, pero que al mismo tiempo trae aparejado la
    quiebra de muchas empresas.

  • Estimulo a las inversiones, tanto nacionales como
    extranjeras y al cambio tecnológico, debido al aumento
    del tamaño del mercado y a la reducción de la
    incertidumbre en términos de preferencia y actitud de
    los consumidores, lo que puede incluso estimular los cambios
    en los patrones de tales inversiones.

  • Al mismo tiempo, se facilitan también la
    comercialización de productos nuevos y se logra una
    utilización más racional de los gastos de
    Investigación-Desarrollo, que pueden ser asumidos
    entre varios países miembros, ya sea a nivel de
    gobiernos o entre empresas, a través de alianzas
    estratégicas que se ven asimismo favorecidas por la
    integración.

  • Puede producirse un efecto multiplicador al interior
    de las economías participantes, lo que se vincula al
    estímulo derivado del mejoramiento de la
    especialización productiva y de la promoción de
    vínculos ínter industriales más
    profundos.

  • Considerando los efectos de los elementos apuntados
    anteriormente, se favorece el crecimiento
    económico.

Al mismo tiempo, deben tenerse en cuenta también
los posibles efectos negativos de la integración, con el
propósito, sobre todo, de tratar de minimizar los
mismos:

  • Polarización de beneficios, en tanto los
    beneficios que se derivan de la integración, se
    concentran en las áreas y agentes económicos
    con mayores posibilidades, principalmente en las empresas
    transnacionales radicadas en la Región. Es por ello
    que los esquemas que tienen en cuenta esta realidad utilizan
    mecanismos compensatorios, con mayor o menor efectividad,
    para hacer frente a estos efectos negativos.

  • Concentración del capital, que se produce
    como resultado del aumento de las inversiones, de la quiebra
    y correspondiente compra de estas empresas por otras o por
    fusiones que tengan lugar estimuladas por la
    integración.

  • Reducción del comercio con terceros
    países, a partir de que la disminución de las
    barreras comerciales entre los miembros, estimula el comercio
    al interior del bloque, al tiempo que al menos se mantienen
    las restricciones con respecto a las importaciones
    procedentes del resto del mundo.

Los procesos de
integración en América Latina y el Caribe. Sus
limitaciones

En Latinoamérica los procesos de
integración económica no son tan recientes; ya para
la década de los años sesenta del siglo XX se
constituye el Mercado Común Centroamericano (MCCA), con su
funcionamiento se incrementó considerablemente el comercio
entre los países de Centroamérica, ya que se
derribaron barreras que dificultaban el comercio entre las
naciones de la región; se creó la Asociación
Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC), la que en 1980 se
convirtió en Asociación Latinoamericana de
Integración (ALADI) y cuyo principal objetivo era la
creación de una preferencia arancelaria regional mediante
dos mecanismos fundamentales: los acuerdos de alcance regional y
los de alcance parcial, logrando no solo la expansión y
diversificación del comercio regional, sino también
el entrelazamiento de sus economías nacionales y
especialmente de sectores industriales; el Acuerdo de Cartagena
que junto con la Corporación Andina de Fomento (banco
financiero multinacional) pasan a formar inicialmente el Pacto
Andino creado en 1969, actualmente Comunidad Andina de Naciones
(CAN), desde 1996. En 1973 queda establecido el Mercado
Común Caribeño (MCC). Estos esquemas formaron parte
del contenido integracionista del modelo de desarrollo de la
Comisión Económica para América Latina y el
Caribe (CEPAL), llamado "Modelo de desarrollo hacia adentro o
modelo de industrialización por sustitución de
importaciones".

La escasez de recursos tanto financieros como
tecnológicos para la implementación del modelo, fue
cubierta con la participación de las empresas
transnacionales, lo cual fue el marco propicio para que
utilizaran los procesos integracionistas en beneficio propio,
penetraran y dominaran la economía regional, al no cumplir
el Estado con su papel de regulador.

Contemporáneamente existen en América
Latina y el Caribe varios grupos subregionales de
integración económica, los cuales se encuentran en
diferentes etapas o grados del proceso integracionista, dentro de
ellos se encuentran la Comunidad del Caribe (CARICOM), el Mercado
Común Centroamericano (MCCA), la Comunidad Andina de
Naciones (CAN) y el Mercado Común del Sur (MERCOSUR),
entre otros, todos originados como mercados comunes y zonas de
libre comercio, bajo la premisa de evolucionar hasta constituirse
en uniones aduaneras. Cada uno tiene su propia historia y
características.

Tales procesos de integración económica en
Latinoamérica y el Caribe, teóricamente han sido
creados con la finalidad de generar beneficios a escala
hemisférica, ya que tienden a mejorar el acceso a los
mercados permitiendo la diversificación de las
exportaciones, así como incentivar el desarrollo del
sector primario en los diferentes países y, mediante la
supresión o disminución de aranceles y el
establecimiento de subsidios a la exportación junto con
medidas de apoyo interno, procuran producir ventajas p ara los
países participantes y sus habitantes.
Históricamente la integración tradicional de
América Latina y del Caribe como instrumento del modelo de
desarrollo para la región no ha dado los frutos que de
ella se esperaba, en la medida en que ha permitido el dominio de
las empresas extranjeras monopólicas en sus procesos
productivos y sus mercados.

Según varios autores, esto a su vez ha hecho que
el proceso de integración latinoamericano y
caribeño haya tenido varias características que no
le han permitido que obtengan los resultados que necesita la
región para su desarrollo económico y social, entre
ellos:

  • En primera instancia los países no han podido
    realizar los cambios estructurales necesarios para la
    implementación de los acuerdos de integración
    que permitan un avance real para las economías de la
    región.

  • En segundo lugar la integración
    latinoamericana desde sus inicios, ha sido concebida
    meramente desde el aspecto comercial y, por lo tanto, sus
    avances han sido medidos por el crecimiento del comercio
    intrarregional, lo que a la larga suele ser
    engañoso.

  • En tercer lugar en la liberalización
    comercial y económica que se ha aplicado en los
    países miembros de los distintos acuerdos de
    integración, no ha habido un trato diferenciado o
    preferencial sostenido y coherente, en consideración
    de los niveles de desarrollo de los países que hacen
    parte de un acuerdo.

  • En cuarto lugar, los países de América
    Latina y el Caribe han fijado como destino principal de sus
    exportaciones el mercado estadounidense, y todas sus
    estrategias comerciales se centran en lograr este objetivo,
    dejando de lado relativamente el mercado nacional y regional,
    lo que al final lleva a la marginalización de la
    región.

  • Finalmente, la oleada de privatizaciones que ha
    sufrido toda la región como resultado de la
    aplicación del modelo neoliberal, ha afectado
    negativamente el proceso de integración, al despojar a
    los Estados de hacer política económica y de
    regular el funcionamiento de la economía en bien del
    propio estadonación.

Necesidad de un
nuevo esquema de integración: Propuesta
ALBA

La Alternativa Bolivariana para las Américas
(ALBA), fue presentada por el presidente venezolano Hugo
Chávez Frías, en la III Cumbre de Jefes de Estado y
de Gobierno de la Asociación de Estados del Caribe
celebrada en la isla de Margarita en diciembre del 2001. El ALBA
es un novedoso proyecto de integración que inicia un
proyecto inédito y que por enfrentarse a los intereses
hegemónicos del imperialismo norteamericano en la
región, desencadena fuertes oposiciones. Esta propuesta
fomenta alianzas estratégicas entre las naciones
latinoamericanas, otorga prioridad a las relaciones de
cooperación respecto a las mercantiles, estimula el
respeto y el consenso entre los países de la región
y significa una fuerte, inteligente y oportuna contrapartida a la
propuesta del proyecto de Estados Unidos que es el Área de
Libre Comercio de las Américas (ALCA). Esta proyecto
inédito se fundamenta en la creación de mecanismos
para crear ventajas comparativas que permitan compensar las
asimetrías existentes entre los países, pone
énfasis en la lucha contra la pobreza, en los enormes
índices de analfabetismo y en la exclusión social.
Se sintetiza en in proyecto de colaboración y
complementación política, social y económica
entre países de América Latina y el
Caribe.

Constituye, por tanto, una concepción que
sobrepasa los enfoques tradicionales de la integración
económica y las prácticas precedentes. Se trata de
un proceso-sistema, de naturaleza cada vez holística, que
asume la sociedad en su diversa, compleja y contradictoria
estructura, en sus interconexiones e interdependencias, y donde
la integración se construye desde todas y cada una de las
partes constitutivas del todo, aprovechando y potenciando
aquellas donde existan mayores fortalezas temporo-espaciales para
el acercamiento y la unidad, para la cooperación y la
interdepenetración positiva de todas las partes. Lo
comercial, económico, financiero, social (esta
última entendida en sus más variadas
significaciones) y político se intervinculan
dialécticamente; el movimiento de la espiral es, por
tanto, hacia arriba.

Definitivamente el ALBA, en tanto nueva filosofía
de integración latino-caribeña, debe facilitar y
estimular el enlace y conexión de los diversos esquemas de
integración regional, no sólo los de
Sudamérica, sino también los del Caribe y
Centroamérica, potenciando el acercamiento y la unidad de
nuestros pueblos y naciones; ese es uno de sus principales
valores históricos.

El desarrollo del ALBA se está constituyendo
también en una importante vía para la
inserción de nuestro país en los procesos
integracionistas de la región; pero sobre todo, representa
una puerta por la que Cuba podrá estrechar sus
vínculos con la Comunidad Sudamericana de Naciones y del
MERCOSUR como parte de ella.

La Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra
América (ALBA), como proceso integracionista
político-económico-social apunta hacia la
conformación de una región más desarrollada,
autónoma, equitativa, solidaria y productiva. Es, hasta el
momento, un nuevo tipo de integración que incorpora, o por
lo menos trabaja en ello, varios de los elementos anteriormente
analizados. Es un modelo de integración para el desarrollo
autóctono regional que se construye sobre la
práctica misma, pero que requiere también de la
elaboración de los fundamentos teóricos
necesarios.

Este esquema propone una integración diferente y
se enfoca hacia relaciones internacionales bajo principios de
solidaridad, reciprocidad, complementariedad, cooperación
y sustentabilidad; es decir hacia un mayor equilibrio y equidad
internacionales. Se fundamenta en la creación de
mecanismos para crear ventajas cooperativas entre las naciones,
que permitan compensar las asimetrías existentes entre los
países del hemisferio y considera que la
integración basada en la cooperación, la
solidaridad y la voluntad común de avanzar hacia niveles
más altos de desarrollo, es el único mecanismo para
satisfacer las necesidades de los pueblos latinoamericanos y
caribeños, en medio de la creciente formación de
grandes bloques regionales que ocupan posiciones predominantes en
la economía mundial.

El ALBA ha dado un significativo interés al
desarrollo de la estructura productiva regional, al considerarla
como uno de los ejes fundamentales que sustentan el progreso de
América Latina y el Caribe. En él ha puesto
numerosos esfuerzos ha partir de la utilización racional
de los recursos de la región y el aprovechamiento y
complementación de avances en diversos sectores de las
economías nacionales. Igualmente, el interés en los
ámbitos social, cultural y político ha demostrado
que los avances en éstos últimos son también
bandera del proceso integracionista.

El ALBA se rige por un grupo de principios rectores
donde se evidencia la realidad por la cual dicha
integración aboga, para lograr que los más
desposeídos tengan su voz y sean escuchados, que tengan
sus derechos y no sean económica y financieramente
discriminados por las grandes potencias.

Estos principios son[1]

1. La integración neoliberal prioriza la
liberalización del comercio y las inversiones.

2. La Alternativa Bolivariana para América Latina
(ALBA) es una propuesta que centra su atención en la lucha
contra la pobreza y la exclusión social.

3. En la propuesta del ALBA se le otorga una importancia
crucial a los derechos humanos, laborales y de la mujer, a la
defensa del ambiente y a la integración
física

4. En el ALBA, la lucha contra las políticas
proteccionistas y los ruinosos subsidios de los países
industrializados no puede negar el derecho de los países
pobres de proteger a sus campesinos y productores
agrícolas.

5. Para los países pobres donde la actividad
agrícola es fundamental, las condiciones de vida de
millones de campesinos e indígenas se verían
irreversiblemente afectados si ocurre una inundación de
bienes agrícolas importados, aún en los casos en
los cuales no exista subsidio.

6. La producción agrícola es mucho
más que la producción de una mercancía. Es
la base para preservar opciones culturales, es una forma de
ocupación del territorio, define modalidades de
relación con la naturaleza, tiene que ver directamente con
la seguridad y autosuficiencia alimentaria. En estos
países la agricultura es, más bien, un modo de vida
y no puede ser tratado como cualquier otra actividad
económica.

7. ALBA tiene que atacar los obstáculos a la
integración desde su raíz, a saber:

  • a) La pobreza de la mayoría de la
    población;

  • b) Las profundas desigualdades y
    asimetrías entre países

  • c) Intercambio desigual y condiciones
    inequitativas de las relaciones internacionales

  • d) El peso de una deuda impagable

  • e) La imposición de las políticas
    de ajuste estructural del FMI y el BM y de las rígidas
    reglas de la OMC que socavan las bases de apoyo social y
    político.

  • f) Los obstáculos para tener acceso a la
    información, el conocimiento y la tecnología
    que se derivan de los actuales acuerdos de propiedad
    intelectual; y, Prestar atención a los problemas que
    afectan la consolidación de una verdadera democracia,
    tales como la monopolización de los medios de
    comunicación social.

8. Enfrentar la llamada Reforma del Estado que solo
llevó a brutales procesos de desregulación,
privatización y desmontaje de las capacidades de
gestión pública.

9. Como respuesta a la brutal disolución que
éste sufrió durante más de una década
de hegemonía neoliberal, se impone ahora el
fortalecimiento del Estado con base en la participación
del ciudadano en los asuntos públicos,

10. Hay que cuestionar la apología al libre
comercio per se, como si sólo esto bastara para garantizar
automáticamente el avance hacia mayores niveles de
crecimiento y bienestar colectivo.

11. Sin una clara intervención del Estado
dirigida a reducir las disparidades entre países, la libre
competencia entre desiguales no puede conducir sino al
fortalecimiento de los más fuertes en perjuicio de los
más débiles.

12. Profundizar la integración latinoamericana
requiere una agenda económica definida por los Estados
soberanos, fuera de toda influencia nefasta de los organismos
internacionales.

Toda integración tiene su propia estructura y
funcionamiento para poder accionar y tomar decisiones para
ejecutar los diferentes programas establecidos en los contratos
bilaterales entre los países pertenecientes en post de
asegurar que el ALBA siga siendo un mecanismo de
integración de los pueblos.

La Nueva Independencia de nuestros países solo
podrá existir y consolidarse construyendo una nueva forma
económica que ponga la satisfacción de las
necesidades de nuestros pueblos, sobre bases de justicia y
equidad, en el centro de su funcionamiento. Al respecto los
países del ALBA han comenzado a esbozar experiencias
económicas de construcción de un modelo alternativo
de soberanía económica. Se han propuesto la
construcción y consolidación de un Espacio de
Interdependencia, Soberanía y Solidaridad Económica
que eleve a una mayor dimensión los proyectos y empresas
grannacionales, el Tratado de Comercio de los Pueblos, el SUCRE y
el Banco del ALBA, como elementos de construcción de una
Zona Económica Común y de Desarrollo
Compartido.[2] 

Los proyectos grannacionales son programas de
acción que abarcan desde lo político, social,
cultural, económico, científico e industrial hasta
cualquier otro ámbito que puede ser incorporado en la
dialéctica grannacional. Un proyecto de éste tipo
puede nacer y desarrollarse en dos o más países,
pero no es requisito indispensable para considerarlo como tal, el
que abarque el ámbito de todos los países del ALBA.
Lo que le otorga carácter de proyecto grannacional es que
se enmarque en los fines y los principios del ALBA, y que en su
concepción e instrumentación participen dos o
más países del proceso integracionista, -lo que no
significa un límite para los países que no son
miembros- para beneficio de las grandes mayorías
sociales.

La grannacional es un concepto esencialmente
político, pero engloba todos los aspectos de la vida de
los países latino-caribeños. El concepto
grannacional puede semejarse al de mega estado, en el sentido de
la definición conjunta de grandes líneas de
acción política común entre estados que
comparten una misma visión del ejercicio de la
soberanía nacional y regional, desarrollando y desplegando
cada uno su propia identidad social y política, sin que
ello implique en el momento actual la construcción de
estructuras supranacionales.[3]

Posee también un fundamento socio –
económico, basado en la constatación de que la
estrategia de desarrollo de las economías de nuestros
países hasta el grado de producir la satisfacción
de las necesidades sociales de las grandes mayorías, no
puede limitarse al ámbito local. En esencia, se trata de
superar las barreras nacionales para fortalecer las capacidades
locales fundiéndolas en un todo para ser capaces de
enfrentar los retos de la realidad mundial. Cada día se
hace más latente el hecho de que nuestra realidad local es
nuestra realidad regional. El concepto de empresas grannacionales
surge en oposición al de las empresas transnacionales, por
tanto, su dinámica económica se orientará a
privilegiar la producción de bienes y servicios para la
satisfacción de las necesidades humanas garantizando su
continuidad y rompiendo con la lógica de la
reproducción y acumulación del capital. A los
efectos de garantizar los objetivos y la sostenibilidad de las
empresas grannacionales, la dinámica de
comercialización de los bienes y servicios generados por
ellas se harán privilegiando esquemas mixtos o combinados
de intercambio.

A través del Tratado Comercial de los Pueblos
(TCP), del Banco del ALBA, del Sistema Único de
Compensación Regional (SUCRE) y de los proyectos y empresa
grannacionales, el ALBA materializa un nuevo tipo de
integración que tiene entre sus objetivos alcanzar el
desarrollo socio-económico regional a través del
uso racional de los recursos, la cooperación, la
solidaridad, la complementación, autodeterminación,
la utilización del comercio y la inversión como
medio y no como un la fin y la participación activa del
Estado en el proceso; es un contexto que se convierte en una
oportunidad para alcanzar el desarrollo de los países de
la región.

Los Proyectos Grannacionales del ALBA están en
diferentes etapas de maduración. Algunos con importantes
avances, como el Banco del ALBA, el ALBA Cultural, entre otros.
Se destaca el Proyecto Grannacional de Alfabetización y
Postalfabetización, a partir del cual el ALBA obtiene el
mérito histórico de ser el primer espacio regional
libre de analfabetismo. La campaña de
alfabetización fue abruptamente interrumpida en Honduras
por el criminal golpe de Estado, lo que debe servir de
lección para nuestros pueblos, sobre la diferencia entre
el proyecto del ALBA, que libera, y el proyecto imperialista que
nos oprime y nos conduce a la barbarie.

Como parte de la integración productiva
auspiciada por el ALBA en Latinoamérica y
específicamente un ejemplo que refleja las relaciones de
esa naturaleza, en este caso Venezuela con Cuba, se puede
mencionar la reinauguración de la refinería Camilo
Cienfuegos, en la llamada Perla del Sur, 256 kilómetros al
sudeste de La Habana. Esta industria se convertirá en un
complejo para el procesamiento de petróleo y sus
derivados, y forma parte de la infraestructura productiva para la
zona ALBA. La instalación fue una de las grandes
inversiones iniciadas a finales de la década de 1970 con
la colaboración de la desaparecida Unión
Soviética, pero por razones económicas tuvo que
paralizar su producción.

Uno de los acuerdos del ALBA llegó el 10 de abril
de 2006 con la creación de la empresa mixta
cubano-venezolana PDV-Cupet S.A., para someter la industria a una
ampliación y modernización capital a un costo de
más de 100 millones de dólares, lo que le
devolvió nuevos y mejores bríos. Su
rehabilitación, con tecnología muy moderna,
constituye hasta el momento el proyecto energético
más importante de la Alternativa Bolivariana para las
Américas en Cuba, el cual posibilita en una primera etapa
procesar 65 mil barriles de crudo diariamente, de los cuales se
extraen gasolina, turbo combustible, diesel, fuel oil y gas
licuado de petróleo. Aun cuando la refinería tiene
centralidad en el proyecto energético asentado en ese
territorio, lo esencial estará en el proceso de
construcción del llamado polo petroquímico de
Cienfuegos, el que constituye el principal objeto de estudio de
este trabajo.

Significación de las
compañías transnacionales en el sector
energético mundial y en América Latina y el
Caribe

En los últimos 20 años las
políticas públicas de los países a nivel
mundial promovieron fundamentalmente la inversión privada
en el sector energético; a pesar de esta situación
algunas empresas públicas experimentaron procesos de
transformación que las mantuvieron como importantes
actores del desarrollo de la industria. Estas empresas han dado
cuenta del 80% de la inversión en exploración y
desarrollo del mismo, debido al carácter eminentemente
estratégico del sector energético que tiene
centralidad en el petróleo. Se desataca un grupo de
grandes empresas transnacionales del sector energético
petrolero – British Petroleum Company, Royal Dutch/Shell
Group, Exxon Mobil Corporation, Chevron
Corporation,ConocoPhillips,Sinopec(China), dedicadas a las
actividades de exploración, refinación y
distribución, que se posicionan entre las primeras
corporaciones de este tipo en el mundo, por encima de algunas
empresas de sectores como las telecomunicaciones y la
farmacéutica que muestran un elevado dinamismo en la
economía internacional. Así mismo, este
comportamiento indica la concentración de las
compañías petroleras más fuertes en pocos
países, principalmente con matriz en Inglaterra, Estados
Unidos, Holanda –los cuales agrupan varias ETN del sector
energético- y en menor proporción España. De
igual manera, en este grupo se destacan varias empresas dedicadas
a actividades de electricidad, gas y agua, como es el caso de
Electricite De France, y Suez de Francia y E. On de
Alemania.

En el top 100 publicado por la UNTCTAD
(CONFERENCIA DE LAS NACIONES UNIDAS SOBRE COMERCIO Y DESARROLLO),
con la información más actualizada encontrada hasta
el 2008 de las empresas transnacionales en el sector
energético, estas representan el 20% de total de las
empresas[4].Además participan en el 40% de
la producción y en el 60% de las operaciones de
exportación de petróleo a nivel mundial.
Razón por la cual la industria petrolera ha sido, durante
varias décadas, parte importante de la economía
global, ya que el petróleo satisface el 40% del consumo de
energía primaria a nivel mundial y destaca tanto por el
valor como por la versatilidad de su comercio.

Partes: 1, 2

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