Paradigma cuantitativo – Monografias.com
Paradigma cuantitativo
Las investigaciones bajo el paradigma
cuantitativo están dirigidas a medir fenómenos,
comparar resultados e interpretarlos en función de la
teoría referencial que se posee, tomando en cuenta las
variables que pudiesen haber influido. Mientras que, las
investigaciones cualitativas a criterio de Lerma (2004)
constituyen:
estudios sobre el quehacer cotidiano de las
personas o de grupos pequeños. En este tipo de
investigación interesa lo que la gente dice, piensa,
siente o hace; sus patrones culturales, el proceso y el
significado de sus relaciones interpersonales y con el medio.
(p.72).
En tal sentido, las investigaciones
ubicadas en el paradigma cuantitativo para Hurtado y Toro (2001)
se caracterizan por "usar instrumentos de medición y
comparación que proporcionan datos cuyo estudio requiere
el uso de modelos matemáticos y de la estadística"
(p. 41) y las de corte cualitativo para Martínez (2004)
por estar dirigidas "a identificar, básicamente, la
naturaleza profunda de las realidades, su estructura
dinámica, aquella que da razón plena de su
comportamiento y manifestaciones" (p. 66), se adaptan a la idea
de Yuni y Urbano (2005) quienes plantean que en:
En las metodologías cualitativas la
recolección y el análisis de datos son procesos
simultáneos, que se desarrollan durante todo el proceso
metodológico. En tal sentido, se oponen a la perspectiva
metodológica cuantitativa que fija en una etapa del
proceso investigativo la recolección de datos y, en la
otra etapa posterior, el análisis de la
información. En esa lógica, el investigador "toma
contacto" con el campo sólo en el momento de la
recolección de información y esa es su única
oportunidad para recabar la información que necesita. Por
el contrario, en los enfoques cualitativos se registra sus
observaciones y los discursos de los actores sociales desde las
fases iniciales de la investigación y vuelve al terreno
tantas veces como lo necesita para que sus datos adquieran
sentido y puede mantener reiteradas interacciones con los
sujetos. (p.100)
Aún cuando existen estos dos
paradigmas de investigación, para Martínez (Ob.
cit) éstos poseen dos centros básicos de actividad
común, por cuanto, en ambos casos se recoge la
información necesaria suficiente y se estructura en forma
coherente y lógica; siendo que la recogida del dato
adquiere connotaciones particulares en función de la
naturaleza del objeto y sujeto de estudio.
Si el camino metodológico es
direccionado por el paradigma cuantitativo, una etapa
determinante es la recolección de los datos pertinentes
sobre las variables involucradas, la cual implica tres (03)
actividades vinculadas entre sí:
1. Seleccionar un instrumento de
medición de los disponibles en el estudio del
comportamiento o desarrollar uno que sea válido y
confiable, de lo contrario, no se obtendrán resultados
para generar conclusiones.
2. Aplicar ese instrumento de
medición, es decir, obtener las observaciones y mediciones
de las variables que son de interés para el
estudio.
3. Codificar, analizar e interpretar estas
mediciones.
De acuerdo a definiciones clásicas
como la señalada por Stevens (1951), significa "asignar
números o valores a objetos y eventos de acuerdo a
reglas". Sin embargo, como lo señala Carmines y Zeller
(1979), esta concepción es más apropiada para las
ciencias físicas que para las ciencias sociales, las
cuales trabajan con una serie de conceptos más abstractos
que no pueden verse directamente o tratarse como productos o
resultados.
Este razonamiento permite sugerir que es
más apropiado definir medición como el "proceso de
vincular conceptos abstractos con indicadores empíricos",
porque se realiza mediante un plan organizado para clasificar y
cuantificar los datos que me puedan suministrar conductas
observables relacionadas con las variables en estudio. El centro
de atención es por lo tanto la respuesta observable (bien
sea una respuesta marcada en un cuestionario, una conducta
grabada o una respuesta dada en una entrevista). Un instrumento
de medición adecuado es el que registra datos observables
y verdaderamente representan los conceptos o variables
(más abstractas) que el investigador tiene en
mente.
Es importante resaltar que las actividades
de una investigación están supeditadas a la
obtención de resultados, es ahí donde se sintetiza
la labor de los instrumentos de recolección de datos, por
ser el recurso con que cuenta el investigador para acercarse a
los fenómenos y extraer de ellos información. Un
instrumento resume los aportes del marco teórico o
teorías de entrada al seleccionar los datos en
correspondencia con las variables o categorías y expresa
también lo empírico del objeto o sujeto de estudio
por medio de las técnicas de recolección que
emplea, es decir, el diseño seleccionado para la
investigación.
Una adecuada construcción de los
instrumentos de recolección de datos permite que la
investigación alcance la correspondencia entre
teoría y los hechos; es más, podríamos decir
que es gracias a ellos que ambos términos efectivamente se
vinculan. En este sentido, si éstos no son pertinentes o
se elaboran de manera defectuosa, se producirán,
inevitablemente, algunas de las dificultades siguientes: los
datos recogidos no servirán para satisfacer las
interrogantes iniciales o no se podrán obtener los datos
que necesitamos, porque vendrán sesgados, falseados o
distorsionados debido a que éste no se adecua al tipo de
hechos en estudio. En ambos casos habrá, uno o varios
errores en la elaboración; será entonces, necesario
revisar las diferentes tareas realizadas, hasta lograr su
versión definitiva.
La construcción de un instrumento
requiere de un delicado proceso ajustado a la
fundamentación teórica que lo sustenta, al tipo de
técnica y a las condiciones de carácter
técnico. La escogencia de esta técnica será
del tipo que se adapte a la naturaleza del objeto y sujeto de
estudio, a las necesidades o intenciones de la
investigación, características del fenómeno
estudiado, tipos, cantidad, ubicación de informantes y
otros factores; en consecuencia, se seleccionará el
correspondiente instrumento. En este sentido, la técnica a
criterio de Hurtado de B. (2000) indica "cómo se va a
recoger la información y el instrumento, señala
cuál información seleccionar" (p. 429). Sin
embargo, en un mismo estudio pueden utilizarse dos o más
técnicas y sus respectivos instrumentos porque los
objetivos o propósitos así lo
determinan.
A continuación, se ofrece el cuadro
1 producto de una adaptación a Hurtado de B (2002) y
Valles (1999) relacionado con una clasificación de las
técnicas de recolección de datos y sus respectivos
instrumentos en correspondencia con el paradigma:
Cuadro 1: Técnicas, Instrumentos de
recolección de datos en función del paradigma de
investigación
En el caso de las investigaciones bajo el
paradigma cuantitativo, se requiere de la precisión de la
variable y en atención a ésta, se procede a
elaborar el "estado del arte" o "bases teóricas"
presentadas en función de un análisis
crítico-reflexivo que permita "conocer" lo que se pretende
medir, las cuales no serán adecuadas por su
extensión, sino porque la "explican exhaustiva y
pertinentemente" a los fines de obtener elementos substanciales
que permitan contar con los "insumos" del instrumento.
De esta revisión teórica se
deriva el proceso de operacionalización de la variable,
que consiste en "fragmentarla o separarla" en dimensiones o sus
rasgos característicos, los cuales a su vez, sufren "una
consecuente descomposición" para dar origen a los
indicadores" o "referentes empíricos directos, observables
y medibles" (Pulido 2002, p.3). Es decir, llevamos la variable a
su mínima expresión "teórica" y obtendremos
las pistas o señales que de manera visible nos reportan su
presencia. Para Ruiz (2000) constituyen la "materia prima del
instrumento" (p.26) o insumos de las preguntas, reactivos o
ítems.
La técnica de la encuesta para Cea
D"Ancona (1999) consiste en "la aplicación de un
procedimiento estandarizado para recabar información de
una muestra amplia de sujetos" (p.240), en el cual de manera
simultánea, se puede utilizar en diferentes lugares,
instituciones y áreas geográficas. Entre las
ventajas para Buendía, Colas y Hernández (1998) se
destacan que permiten "generalizar los resultados a una
población definida,…, y, cuando no es posible
acceder a la observación directa, …" (p.120). En lo
que respecta a los instrumentos Hernández,
Fernández y Baptista (2010), sugieren los cuestionarios,
las escalas de medición de actitudes (Likert, diferencial
semántico y escalograma de Guttman), escalas
dicotómicas, análisis de contenido cuantitativo y
pruebas estandarizadas. (p.197)
El cuestionario es definido por Ander-Eggs
(2003) como "…un instrumento de recopilación datos,
rigurosamente estandarizado, que traduce y operacionaliza
determinados problema que son objeto de investigación" (p.
273). Para que cumpla con las exigencias del método
científico, deben reunir las condiciones de
carácter técnico o requisitos esenciales
identificadas como validez y confiabilidad. La primera, es el
grado en que un instrumento mide la variable que pretende medir y
la segunda, está representada por el grado en que la
aplicación repetida del instrumento da los mismos
resultados. (Hernández op cit, p. 201-204).
En cuanto a los cuestionarios estructurados
a escalas (tipo Likert y dicotómicas), los tipos de
validez, considerados son de contenido, constructo e interna, tal
como se especifica en el cuadro 2, a
continuación:
Cuadro 2: Tipos de
Validez
Entre otros, los factores que pueden
afectar la confiabilidad y la validez se distinguen:
a) Improvisación. Un instrumento de
medición requiere de supervisión alguna. Para poder
construirlo se requiere conocer muy bien la variable que se
pretende medir y la teoría que la sustenta.
b) Lugar de la validación. Traducir
un instrumento, aún cuando se adapten los términos
a nuestro lenguaje no significa validarlo. Es simplemente un
primer paso ya que validar un instrumento implica realizar una
investigación extensa y compleja. Los grupos, las personas
cambian y tienen valores diferentes de acuerdo a la cultura. Por
lo tanto, se deben aplicar instrumentos ya validados en el
contexto.
c) La empatía. Hay instrumentos que
tienen un lenguaje muy elevado para el entrevistado o no toma en
cuenta diferencias de sexo, edad nivel
d) Ocupacional y educativo; ésto
puede resultar en errores de validez y confiabilidad del
instrumento de medición.
e) Condiciones. El número de
preguntas, el ruido, presionar para que una persona conteste un
instrumento largo (más de 30 itemes) en un período
de tiempo corto, el hambre o falta de motivación para
responder influirá negativamente en la validez y
confiabilidad de la medida.
f) Aspectos mecánicos. El
instrumento debe tener instrucciones precisas, que se lean bien
(si se trata de un cuestionario escrito), que no le falten
páginas, que haya un espacio adecuado para
contestar.
Posterior al proceso de validación,
en los cuestionarios escalamiento (tipo likert y
dicotómicos) se realiza el proceso de confiabilidad, el
cual a criterio de Ary-Jacobs-Razavieh (1985):
…denota el grado de congruencia con
que se realiza una medición. No le interesa saber si se
está midiendo lo que se desea, eso es una cuestión
de validez. Un instrumento de medición puede ser confiable
y no obstante, carecer de validez. Sin embargo, no puede ser
válido si antes no es confiable. (p.216).
En el mismo sentido, Palella y Martins
(2004) la definen como "la ausencia de error aleatorio en un
instrumento de recolección de datos" y aducen que existen
diversos factores que la afectan, entre otros, el número
de preguntas y la muestra de usuarios sobre la que se calcula la
estimación de la confiabilidad. (p.150). Cuanto más
ítems contenga el cuestionario, mayor será la
confiabilidad. No obstante, no se debe abusar del número
de éstos, porque cansaríamos al
respondiente.
Las técnicas más usadas para
determinar la confiabilidad que se presentan en el cuadro 3 son
el test-rest, división por mitades, test paralelos y de
consistencia interna (coeficientes Alfa de Cronbach y kuder-
Richardson).
Cuadro 3: Técnicas para calcular
la confiabilidad
Desde el punto de vista operativo, para el
cálculo de los coeficientes Alfa de Cronbach
(cuestionarios escalamiento tipo Likert) y kuder- Richardson
KR-20 (cuestionarios dicotómicos) se aplica una prueba
piloto a 5, 8 ó 10 sujetos de la población, no
pertenecientes a la muestra; si pertenecen a ésta, se
excluirán para determinar la muestra definitiva y si el
estudio es censal (considera la totalidad de la población)
se hace a otros individuos pero que posean características
similares a los de la población definitiva; y con los
resultados de la citada prueba se comprueba la confiabilidad.
Para efecto de los cálculos, se hace mediante este
estadístico al utilizar el software SPSS, y si no se
dispone de esta herramienta, pueden aplicarse las fórmulas
para cada caso.
La confiabilidad además de medir la
consistencia del instrumento, permite determinar si las
instrucciones están bien diseñadas y de
fácil comprensión, al igual que los ítems y
su respectiva codificación. Se expresa por medio de un
coeficiente de correlación y los valores oscilan entre 0 y
1. Al respecto, se presentan el criterio de Ruiz (2000) quien
afirma que es "una manera práctica de interpretar la
magnitud de un coeficiente de confiabilidad puede ser guiada por
la escala siguiente". (p.70) en el cuadro 4.
En cuanto al número de reactivos,
preguntas o ítemes para cuestionarios o escalas, Trujillo
(1990) opina "no se aconseja pasar de 30" (p. 79) y se elaboran
en función de darle representatividad a todos los
indicadores obtenidos en la operacionalización de la
variable, pudiendo ser por lo menos dos (02) por cada uno y
presentados "en secuencia lógica, de mayor a menor
generalidad y de menor a mayor complejidad". (Lerma
2004, p. 105). Los cuestionarios son
conformados por preguntas escritas realmente necesarias, por
cuanto si son muy extensos disminuye la calidad de las respuestas
y se incrementa la abstención. La redacción debe
ser atractiva, sin ambigüedades y de fácil
comprensión para garantizar ser respondido. Requiere de
una presentación donde se expone la intención, las
instrucciones con detalles de la escala y ejemplo de un
ítem con respuesta para ilustrar el proceso.
La encuesta y el cuestionario antes
descritos y de exclusiva utilización en las
investigaciones cuantitativas, no obstante, admiten ser
combinados con otras "opciones" para estudios cualitativos, lo
que permite enriquecer la información obtenida. Se pueden
utilizar varios tipos de instrumento en una misma
investigación; tal es el caso si se realiza una que
implique cumplir con dos (02) fases: diagnóstico y
factibilidad social, podrán aplicarse un cuestionario y un
sondeo de opinión, respectivamente.
FUENTES CONSULTADAS
Ander-Egg, E. (2003). Introducción a
las técnicas de la investigación social.
Buenos
Aires: Hvmanistas.
Ary, D, L. Jacobs y A. Razaviech (1990).
Introducción a la investigación
pedagógica.
México: Edit.
Interamericana.
Baena, G. (1981). Instrumentos de
investigación. México: Editores Mexicanos Unidos.
Buendía, L. Colás, P. y Hernández, F.
(1998). Métodos de investigación en
Psicopedagogía. España: Mc
Graw Hill.
Bernal, C.A. (2000). Metodología de
la investigación. Colombia: Prentice Hall .
Bisquerra, R (1998). Métodos de
investigación educativa. Barcelona CEPAC.
Carmines, E.G. y Zeller, R.A. (1979).
Reliability and validity assessment. Londres: Sage.
Chávez, N. (1996). Introducción a la
investigación educativa. Maracaibo: LUZ.
Corbetta, P. (2003). Metodología y
técnicas de investigación social. España: Mc
Graw
Hill.
Estraño, A. (1983). Diseños
de investigación aplicados a la Educación. Maracay:
UPEL-
IPB
García, F. (2002). El cuestionario.
México: Editorial Limusa
Gamboa, S. (1998). Fundamentos para la
investigación educativa. Colombia: Mesa
Redonda. Magisterio.
Hernández, R, C. Fernández y
P. Baptista. (2010). Metodología de la
investigación.
México: Mc Graw Hill.
Hurtado de B, Y (2000).
Investigación Holística. Caracas: Fundación
SYPAL
Hurtado, I y Toro, J (2001). Paradigma y
métodos de investigación en tiempo de cambio.
México: Edit. Limusa.
Martínez, M. (2004). Ciencia y arte
en la metodología cualitativa. México: Trillas.
Morales, F. (1996). Levantamiento de información.
Barquisimeto: Autor Namakforoosh, M. (2001). Metodología
de la investigación. México: Limusa. Pulido, J.
(2003). Instrumentos de investigación. Caracas:
Autor
Ruiz, C (2002). Instrumentos de
investigación educativa. Procedimientos para su
diseño y validación. Barquisimeto: CIDEG,
C.A.
Salkind, N. (1999). Métodos de
investigación. México: Prentice Hall.
Stevens, S. S. (1951). Handbook of
Experimental Psychology. J. Wiley and Sons Inc.
New York.
Sierra, R. (2001). Técnicas de
investigación social. Teoría y ejercicios. Madrid:
Paraninfo.
Trujillo, M. (1990). Diseño de
encuesta. Caracas: Ediciones JMT.
Valles, M (1999). Técnicas
cualitativas de investigación social.
Reflexión
metodológica y práctica
profesional. Madrid: Orial Síntesis.
Yuni, J. y C. Urbano (2005).
Investigación etnográfica.
Investigación-acción.
Argentina: Editorial Brujas.
Construcción de
Instrumentos
Autor:
Dra. Ysmery Pérez de
Melo
Dra. Gladys Rangel
Orellana