Rescatando tesoros vivos de la humanidad –
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Rescatando tesoros vivos de la
humanidad
Don Ismael Troncoso Garcés y Doña Rosa
Vásquez Osses
Doña Josefina del Carmen Garcés y su
esposo don Leopoldo Troncoso
Los tesoros vivos de La humanidad no se
encontrarían ahí si no fuese por sus progenitores,
los cuales llegaron en épocas remotas en las cuales que no
existía ningún vestigio de civilidad. Don Leopoldo
proveniente de Cura cautín, tuvo que atravesar Esquer,
Coite, de la provincia de Argentina para llegar a esta
región, encontrándose en esta parte del territorio
nacional Rodeo Los Palos, Ñirihuao, Aysén con
indígenas Los Chenques. Visito por primera vez la
región del General Carlos Ibáñez del Campo
en los años 1905 a 1907, época en la cual
vivía con su tío Silvano Fuentes en la
república de Argentina viniendo en continuos viajes hacia
Chile trayendo animales y víveres hacia esta parte de
nuestro territorio nacional poco tiempo después fue a
buscar su señora Josefina Garcés a la localidad de
Carahue, Chile su viaje se efectuó por tierra entre
fuertes vientos y tempestades de nieve hizo la gran proeza de
traer a su señora por pasos montañosos y escarpados
precipicios con sus aperos repletos que transportaban las chiguas
(maleta de cuero de vacuno amarrada con tientos y fabricadas con
alambres) en el lomo del caballo y además traían
una Cangalla de madera con dos palos cruzados, aquí se
colocaban los alimentos y frezadas para su cobijo era la
única forma de capear el frio de la cordillera de los
Andes, de esta forma realizaron su peripiciado viaje, la
señora Josefina de gran temple a pesar de su corta edad lo
acompaño a vivir a esta inhóspita
región.
La señora Josefina y don Leopoldo colonizadores
que construyeron su vivienda a base de canoas de Lengas (maderas
sobrepuestas) demostraron que cuando se quiere, se puede uno
sobreponer a todas las inclemencias inimaginables. Su segunda
casa fue de palos amordazados con barro y pasto molido su
utilidad era pegar las maderas para que el viento no se entrara
en las rendijas dando así un mejor cobijo a los padres de
nuestro colono vivo (Ismael Troncoso) cabe destacar que aquella
vivienda un poco deteriorada por el paso de los años
todavía sigue en pie como un testimonio vivo y silencioso
de lo implacable que era el clima en ese entonces.
Criaron a sus doce hijos en el fragor de la naturaleza
reinante, la cuál no ha tenido restricciones humanas por
que las inclemencias del tiempo fueron extremas y de esta manera
salieron adelante en la crianza de su familia, los hijos hombres
cumplieron con su servicio militar y se fueron a la Argentina
buscando nuevas expectativas de vida, momento en cuál don
Ismael Troncoso decide quedarse en esta región de
Aysén fue una tarea difícil y de gran
envergadura.
Habrá que remontarse a los comienzos donde se
casaron los padres de don Ismael.
Don Leopoldo y doña Josefina compartiendo con
algunos de sus amigos más cercanos.
De izquierda a derecha:
Doña Marta Troncoso y don Rosario Torres Soto
(esposos).
Doña Josefina Garcés y don Leopoldo
Troncoso (padres de nuestro tesoro vivo la humanidad).
Doña Juana Soto y don Galindo Torres
(esposos)
Se presenta una fotografía del matrimonio y el
acta que acredita el matrimonio de don Leopoldo y la
señora Josefina y se muestra el documento de nacimiento de
don Ismael Troncoso, nuestro Colono Pionero de la región
de Aysén.
Aquí se puede apreciar que todavía se
escriben algunas palabras con J intermedia. Don Leopoldo Troncoso
de 28 años de edad y la señora Josefina
Garcés de 18 años de edad contraen matrimonio en
Noviembre de 1914.
Podemos descubrir en la parte superior derecha la fecha
de nacimiento de don Ismael Troncoso Garcés, 07/03/1932 en
el lugar de Río Norte, Aysén.
Aquí se puede apreciar a don Leopoldo sobre su
cabalgadura, en el sector de Lago Misterioso en 1917.
Dentro de esta descripción cabe hacer una
pequeña reseña sobre sus aborígenes Los
Chenques, pueblo indígena representante de
sabiduría consagrada a la naturaleza. En sus rituales
mortuorios se puede decir que eran enterrados con sus caballos,
armas y utensilios. Viviendo de la caza y cubriéndose con
sus pieles por las bajas temperaturas reinantes. Sus viviendas
eran toldos de cueros, para su fácil cambio, traslado era
un pueblo nómade, para cazar usaban su Trahuil que era una
piedra redonda con una ranura, la cuál se amarraba con dos
cuerdas de cuero (Similares a las boleadoras) y se lanzaba,
tenían hondas y puntas de flechas construidas de piedra
las cuales todavía se pueden encontrar en el terreno de
don Ismael Troncoso.
La soberanía de una nación la hacen sus
integrantes y es así como se puede ver en la siguiente
fotografía al cuerpo de carabineros haciendo patria en el
retén de Puesto Viejo, junto a doña Josefina y don
Leopoldo y otras personas de esa localidad.
Se logra apreciar lo dificultoso que debe de haber sido
vivir en esas condiciones, era tiempo de estación
primaveral y todavía se ven rastros de nieve en el suelo,
donde el invierno comenzaba en el mes de Marzo y terminaba la
primera quincena del mes de Octubre, don Leopoldo fallece en
1961y la señora Josefina fallece lo hace en 1959, sus
restos actualmente se encuentran en el cementerio del Senger,
Argentina, antes de fallecer don Leopoldo le deja un documento
existente a la fecha, que respalda a su hijo don Ismael como
albacea de sus bienes. La petición de los terrenos que
ahora son propiedad de don Ismael Troncoso, se hizo en ese
entonces con una solicitud en la localidad de Aysén en la
Oficina de Tierras, actualmente conocida como Bienes
Nacionales.
Nuestro representante Don Ismael Troncoso contrajo
nupcias con la señora Rosa Vásquez, aquí se
pueden apreciar a los padres de la señora Rosa.
Doña Berta Osses y don José
Vásquez, también oriundos de esta parte del
territorio Nacional Chileno, región del General Carlos
Ibáñez del Campo, cabe destacar que doña
Berta Osses era la única partera de esta localidad,
Río Norte, asistiendo a las personas que se encontraban en
las inmediaciones a pesar de las inclemencias del tiempo se
subía a su cabalgadura para asistir los partos de las
demás compatriotas que existían en las
inmediaciones y su lugar de origen era Río Norte, cercano
a las inmediaciones de Lago Misterioso, Ñirihuao,
Aysén
Regiónde Aysén
He aquí el documento oficial que acredita el
casamiento de don Ismael con doña Rosa de aquí nace
una pareja de hijos, doña Elisa que nace en el campo y su
parto fue asistido por su propia abuela materna la señora
Berta Osses y don Carlos el cuál nace cuatro años
mas tarde en la localidad de Coyhaique.
He aquí donde comienza nuestra historia
después de haber conocido brevemente a los antepasados de
nuestro "Colono Humano Vivo", don Ismael Troncoso
Garcés.
El lugar de su patrimonio es:
Rodeo los Palos sector del valle de Ñirihuao,
comúnmente conocido en distintas localidades como "Valle
de la Luna", a orillas del lago Misterioso en la región de
Aysén aledaño a la ciudad de Coyhaique
aproximadamente a 80 kilómetros de esta ciudad.
Apreciamos el sector de lago Misterioso, aledaño
a la casa de don Ismael Troncoso.
En sus comienzos de recién casados Don Ismael y
la señora Rosa se alumbraban con Chonchones aprendieron de
sus padres que al no tener fósforos, en un fogón
(casa hecha de madera) deberían guardar brazas bajo la
ceniza en un agujero en el suelo y poner carbón y
leña seguidamente taparlo, con bastante ceniza sobre ella
para que al otro día las brazas nuevas estuvieran
encendidas y de esta manera tener la suficiente energía
calórica para prender su cocina a leña, pasaron
años haciendo este ritual la dura vida del campo que
desconoce la gente. Con el tiempo fueron avanzando y tuvieron una
lámpara a Carburo, pero mantenían la cocina de la
señora Josefina que no falló nunca.
En plena era del siglo 21, de conexiones satelitales y
herramientas tan importantes como lo es la Internet no ha podido
llegar todavía el alumbrado eléctrico aunque don
Ismael nos cuenta que lo ha solicitado, al igual que un
teléfono público que hay cerca de la casa de
él y que hace un par de años esta inhabilitado por
que se acabó el proyecto que los mantenía
funcionando,
De adorno sirve nada mas esa cabina que cuenta con
paneles solares, nos cuenta don Ismael y su esposa la
señora Rosa con tristeza ya que es un medio de
comunicación indispensable para ellos y la gente de su
alrededor.
Donde vive esta pareja colonizadora, es un lugar cercano
pero inhabilitado y lejano operacionalmente así es que
deben alumbrarse con una lámpara a gas en esas
frías y tempranas noches de invierno.
Su alimentación consistía
básicamente de carne seca (charqui) que salaban he iban
guardando para el invierno, además de hortalizas que
depositaban en un agujero (papera, que hasta la fecha lo
realizan) hecho en la tierra de 40 cm. aproximadamente de
profundidad, en el cuál guardaban papas, zanahorias,
repollos y hortalizas frescas para su posterior consumo,
cubriéndolos con tierra y pasto, colocándoles un
cobijo hecho de madera en forma de pequeña casa y que
cumplía las funciones de proteger de la heladas
(escarchas), lo que se había guardado y de marcar el lugar
en donde se habían puesto los alimentos en la papera, que
serían consumidos, cuando fuese necesario, sus animales
eran en ese entonces una vaca, diez ovejas y un caballo y la
esperanza de mantenerse incólumes frente a los designios
de la naturaleza. Habitualmente nevaba entre un metro y metro y
medio de nieve para desplazarse seguían la huella de los
animales que criaban, el forraje que cortaban les servía
para la alimentación de sus animales por el periodo de un
mes y medio y cuando se acababa este insumo cortaban los arboles
para alimentar al ganado, cuando llegaba el tiempo de la nieve
profunda y no tenían agua, ya que se congelaban los
ríos y el lago recogían nieve y la calentaban
disolviéndola para tener el bebestible tan primordial que
es el agua.
Mientras que don Ismael y su señora esposa la
señora Rosa cumplían con estas labores habituales
del campesino, enviaban a sus hijos a una escuela internado, que
se encontraba a diez horas a caballo de ida y vuelta de su
residencia habitual por un periodo de quince días de esta
manera poder brindar estudios a sus hijos en la escuela que el
señor Director Ramón Hernández Díaz y
su colaboradora que era su esposa la señora Gloria
Aravena, en cuyo establecimiento (escuela rural) albergaban a 20
alumnos aproximadamente siendo la única
construcción en el sector de Ñirihuao, niños
venidos de la inmediaciones del sector que su único anhelo
era aprender a leer y escribir.
La posta en ese entonces solamente era una vez al mes,
condiciones precarias para el hábitat de cualquier ser
humano.
Para la venta de la lana en el tiempo de la esquila que
eran procesadas a tijeras, almacenaban en bolsones para su
transporte el preciado oro blanco que les brindaba calor y les
daba ganancias para su subsistencia.
Se recorría en caravana de veinte yuntas de
bueyes y diez carretas, ocho bolsones cargados con lana por carro
para apisonar este elemento se metían dentro de esta
especie de sacos y la compactaban con sus cuerpos para que
cupiera bien apretada. Algunos de los nombres que podemos
mencionar que realizaban estos recorridos, Cecilio Riquelme,
Pedro Gutiérrez, Vicente Vásquez Sánchez,
Juan Coñuecar, Polo Díaz, Amador Morales,
Andrés Levican, Clementino Vásquez, y
existía una labor primordial que cumplía don Ismael
Troncoso que era la de marucho o huellero, él era cuidador
de animales brindándole el forraje y el agua enyugando los
animales para el largo y difícil trayecto, se
dirigían a Coyhaique empresa que podía durar entre
quince y veinte días para su regreso, la lana era comprada
por don Alberto Brautigan en esa localidad, existía
también un señor llamado don Salvador Oyarzun el
cuál hacia viajes por toda la región recolectando
la lana de los que no podían viajar por las condiciones
geográficas del terreno.
Curiosamente las provisiones se iban a comprar a
Argentina a la localidad de Senger en un boliche llamado "La
Estrella" según relata don Ismael, había que cruzar
la cordillera tormentosa pero era más fácil que ir
a la ciudad de Coyhaique en ese entonces no teniendo
inconveniente con las aduanas del sector, se les daba paso libre
para que trajeran sus víveres.
Nos cuenta amenamente que un día de labores
habituales su esposa la señora Rosa le advirtió que
tuviese cuidado con un toro corneador y el le dijo:
"Si el toro me sale lo amarro y me lo traigo para este
campo, haciendo un mueca".
Al par de horas se encuentra con el animal que a lo
lejos parecía manso y al ir acercándose, el toro
era el mismísimo demonio, me embistió con tal
fuerza que hasta mi montura la derribo y fui a dar al suelo,
(dijo el) no se cuanto rato habré pasado tendido, pero me
dio duro el toro, eso paso por que no le hice caso a mi mujer,
largando una gran carcajada.
Sus tierras están por donde se les mire llenas de
riquezas
Don Ismael a trabajado toda su vida rodeado de altas
montañas, dos lagos uno de ellos "los Juncos" y el otro
"Lago Misterioso" aquí se cuenta la leyenda que un toro
embravecido entro a estas aguas y nunca mas se supo de su cuerpo,
se le aparece a las personas que andan en malos pasos, los
lugareños le tienen temor a pasar por esa parte y don
Ismael junto a su señora viven aproximadamente a cien
metros de tan distinguido lago, es así como un su
propiedad existe una mina de cuarzo, animales autóctonos
de la región.
Pájaros carpinteros, Ciervos, Zorros,
Faisanes.
Zorrinos (mofetas), Patos Correntinos y zonas de bosques
en la cuál predominan las especies nativas Lengas,
Ñires y Calafates.
Don Ismael Troncoso ha visto pasar su vida entre metros
de nieve en el invierno
Temperaturas muchas veces bajo cero y su contraste,
verdes primaveras y calurosos veranos cuando llegaban.
Carabineros se hace presente por la muerte de un zorro
en el predio de don Ismael Troncoso, Rodeo Los Palos
Ñirihuao
Hay que preservar la vida silvestre en nuestra
región de Aysén y no exterminarlo.
A su edad cree que la verdadera vigencia de las cosas se
encuentra en las personas, el valor y agradecimiento que le de a
su entorno, la naturaleza brava también le revela los
misterios de ser bondadosa y fructífera sobre todo la
pesca deportiva he aquí su nieta Roxana mostrando un
ejemplar.
Pero no todo debe de ser trabajo por que la familia y
los amigos se juntan a celebrar por que sus padres de esta manera
se lo inculcaron ya que ellos fueron colonizadores en esta basta
región del general Carlos Ibáñez del Campo
también conocida como Aysén.
Barriladas se aprecia la destreza de la cabalgadura y su
jinete.
Compartiendo las labores del campo agradecidos de lo que
la naturaleza les brinda y a la forma antigua todavía
estos esposos, ocupan las tijeras para esquilar.
Don Ismael Troncoso Garcés y su esposa la
señora Rosa Vásquez siguen haciendo patria en este
lugar Rodeo los Palos (Ñirihuao).
Contando las ovejas para la señalada.
En plena faena de señalada en la cual se crea una
verdadera fiesta de tres días de festejo, asados al palo,
vino tinto, carreras a la chilena y vecinos en multitud
colaborando con una donación para que todo salga bien, el
vino era transportado en cuero de chivo, este cuero era bien
curtido y se le amarraban las extremidades para que cumpliera su
función de transporte del vital elemento para el
divertimento de los participantes de esta fiesta
vecinal.
La llorona (guitarra) que era de doña Berta no
podía faltar por que la música en el campo es un
bálsamo para los habitantes de las localidades, aquella
guitarra todavía cuelga en una de las paredes de la casa
de don Ismael ya sin cuerdas pero al observarla se aprecia que su
mango gastado dio mucha alegría y vida a esas horas de
dicha que vivían los colonos.
Paradojalmente su entierros consistían en otros
dos días de canto, llantos y algunos asados al palo para
despedir en buena forma al difunto recordándolo con
cariño y alegría, el cuerpo era velado sobre una
mesa, con una sabana cubriendo el cadáver, mientras que
don José y don Clementino eran encargados de fabricar los
ataúdes, los cuerpos eran amortajados y se acercaban las
lloronas que estaban mientras durara el velorio,
acompañaban a los familiares y lloraban por el deudo, los
ataúdes eran labrados de madera con una herramienta
llamada Suela que se parecía a un azadón con punta
de formón y los clavos eran tarugos para unir las piezas
de madera y la herramienta para hacer lo agujeros se llamaba
barreno, coronas eran hechas de helechos y flores de
Ñires, su traslado era en un Guando, dos varas que eran
envueltas por una arpillera que reemplazaba a una camilla y se
transportaban a mano entre cuatro personas que se iban
intercambiando los puestos, por la lejanía de los
cementerios de la época, también eran colocados
entre dos caballos para su transporte era otra manera de conducir
al difunto al cementerio.
Un descanso antes de continuar el trabajo
En la lucha de la perseverancia de un pionero don Ismael
Troncoso y su esposa la señora Rosa
Vásquez.
Al final de la jornada compartiendo con sus nietos,
Roxana y Fabián.
Se presenta cada día un nuevo desafío que
lo conduce junto a su esposa la señora Rosa a sentirse
vivo con sus 51 años de matrimonio, don Ismael es un
patrimonio vivo de nuestra región de Aysén, que
merece el reconocimiento de sus pares en esta fecha tan especial
que es el Bicentenario para Chile.
Don Ismael fue reconocido en el Bicentenario por Bienes
Nacionales, de Aysén en Chile, con una presentación
en la Biblioteca Regional de Aysén, y además para
el día del Pionero en Aysén se le brindo un
Homenaje junto a su esposa la señora Rosa el día
17-02-2011, completando una etapa importante para ellos su
familia y para la comunidad Aysénina.
Autor:
Rene Julio Milla Auger