1. El imperio
sumerio
El imperio de los sumerios está considerado como
el origen histórico de los pueblos civilizados ya que fue
fundado inmediatamente después de la prehistoria y abarca
aproximadamente desde el año 3,500 a.C. hasta el
año 2,350 a.C.
LOS
SUMERIOS
Sumeria es una región histórica del
Oriente Medio que formaba la parte sur de la antigua Mesopotamia,
entre las planicies aluviales de los ríos Éufrates
y Tigris. La civilización sumeria está considerada
como la primera y más antigua civilización del
mundo. El término "Sumerio" es el nombre
común dado a los antiguos habitantes del sur de la
Mesopotamia por sus sucesores, los semitas Acadios. Los sumerios
se llamaban a sí mismos sag-giga, que significa
literalmente "El pueblo de cabezas negras".
Los sumerios usaron ya la rueda por el 3500 a. C. y la
escritura en el 3300 a. C., que es la datación más
antigua de tablillas de arcilla con escritura cuneiforme
encontradas hasta la fecha. Por tanto se especula que los
sumerios no fueron el primer pueblo en asentarse en la baja
Mesopotamia, sino que llegaron en un determinado momento de la
Edad del Cobre, allá por el año 3500 antes de
nuestra era.
Los sumerios fueron posiblemente los primeros en
escribir sobre sus creencias, que luego fueron la
inspiración para gran parte de la mitología,
religión y astrología mesopotámica.
Creían que los dioses controlaban el pasado y el futuro, y
que los dioses les revelaban las habilidades que poseían,
incluyendo la escritura, y que los dioses les proporcionaban todo
lo que necesitaban saber.
Una tablilla encontrada en Nippur puede ser considerada
el primer manual de medicina del mundo. En esa tablilla, donde
había fórmulas químicas y formulas
mágicas (encantamientos), usaban términos tan
especializados que para traducirse se precisó de la ayuda
de químicos. Los sumerios usaban sustancia vegetales,
animales y minerales. Laxantes y diuréticos fueron la
mayoría de los remedios de aquel pueblo. Determinadas
cirugías también eran puestas en práctica.
Los sumerios manufacturaban salitre, conseguido a partir de la
orina, la cal, de cenizas o de la sal. Combinaban esos materiales
con leche, piel de cobra, caparazón de tortuga, casia,
mirto, timo, sauces, higo, pera, abeto y o dátil. A partir
de ahí, mezclaban esos agentes con vino, usando el
resultado obtenido de dos formas: o pasando el producto como si
fuera una crema, o luego se mezclaba junto con la cerveza,
consumiendo el remedio por vía oral. Los sumerios
explicaban la enfermedad como una consecuencia del
aprisionamiento y la consecuente tentativa de escape de un
demonio dentro del cuerpo humano. El objetivo del remedio era
persuadir al demonio a creer que continuar residiendo en aquel
cuerpo sería una experiencia desagradable.
Comúnmente los sumerios colocaban un cordero o una cabra
cerca del enfermo. En el caso de no haber ovejas a
disposición, probaban suerte con una estatua, que, si se
conseguía transferir el demonio dentro de sí,
sería cubierta de betún.
Los sumerios inventaron el torno alfarero, la rueda, la
carroza, las formaciones militares y la cerveza. Lo más
importante de todo, tal vez, sea el hecho que los sumerios fueron
los primeros en domesticar tanto plantas como
animales.
2. IMPERIO
ANTIGUO Y MEDIO DE EGIPTO
Lo que hoy día está históricamente
considerado como el Antiguo Imperio Egipcio se inició con
el reinado de la Primera Dinastía faraónica en el
2,700 a.C. y finalizó con la Sexta Dinastía en el
año 2,250 a.C.
El Imperio Medio empezó con la Séptima
Dinastía en el año 2,050 a.C. hasta el reinado
final del faraón de la Diecisieteava Dinastía, en
el 1,795 a.C.
EGIPTO: IMPERIOS
ANTIGUO y MEDIO
El Antiguo Egipto fue una civilización que se
originó a lo largo del cauce medio y bajo del río
Nilo, y que alcanzó tres épocas de esplendor
faraónico en los periodos denominados: Imperio Antiguo,
Imperio Medio e Imperio Nuevo. La civilización egipcia se
desarrolló durante más de 3000
años.
Las evidencias arqueológicas indican que la
civilización egipcia comenzó alrededor del sexto
milenio a. C., durante el Neolítico, cuando se asentaron
los primeros pobladores. Los rastros de éstos primeros
pobladores quedaron en los objetos y signos grabados en las rocas
a lo largo del valle del Nilo y en los oasis. La historia de
Egipto como estado unificado comienza alrededor del 3050 a. C.
Menes, que unificó el Alto y el Bajo Egipto, fue su primer
rey. La cultura y costumbres egipcias fueron notablemente
estables y apenas variaron en casi 3000 años, incluyendo
religión, expresión artística, arquitectura
y estructura social.
Imperio Antiguo (c. 2700 – 2250 a. C.): Bajo la
dinastía III la capital se estableció
definitivamente en Menfis, de donde procede la
denominación del país, ya que el nombre del
principal templo, Hat Ka Ptah "casa del espíritu
de Ptah", que pasó al griego como Aegyptos, con
el tiempo designó primero al barrio en el que se
encontraba, luego a toda la ciudad y más tarde al
reino.
Imperio Medio (c. 2050 – 1795 a. C.): Se
considera que se inicia con la reunificación de Egipto
bajo Mentuhotep II. Es un periodo de gran prosperidad
económica y expansión exterior, con faraones
pragmáticos y emprendedores. Este período lo
conforma el final de la dinastía XI y la XII. A mediados
de 1800 a. C., los dirigentes hicsos vencieron a los faraones
egipcios; lo que comenzó como una migración
paulatina de libios y cananeos hacia el delta del Nilo, se
transformó con el tiempo en conquista militar de casi todo
el territorio egipcio, originando la caída del Imperio
Medio.
3. EL REINO DE
SARGON: ACADIA
Sargón "el Terrible", como se hacía llamar
él mismo, era el rey de los acadios, que en aquella
época histórica ocupaban la región de
Asiria, en Mesopotamia. Su capital era Akkad, ciudad que
posteriormente se conoció como Acadia. Su reinado
duró desde el 2,334 a.C. hasta el 2,279
a.C.
En un texto asirio del siglo VII a. C. Sargón
afirma que él era el hijo ilegítimo de una
sacerdotisa. En el texto Sargón cuenta su nacimiento y su
primera infancia y dice que su madre fue una gran sacerdotisa, y
a su padre no lo conoció. Cuando Sargón
murió su imperio se rebeló de inmediato, pero la
mayoría de las revueltas fueron reprimidas por su hijo y
sucesor Rimush, que reinó durante 9
años.
4. EL IMPERIO
SUMERIO DE UR
Este mapa corresponde a los límites del Imperio
Sumerio durante el reinado de la Tercera Dinastía
(año 2,000 a.C.), cuya capital estaba en la ciudad de Ur,
lugar de nacimiento de Abraham y desde donde empezó el
camino hacia la tierra prometida de Canaán siguiendo el
llamado de Dios. Hoy en día sus ruinas se encuentran a 24
km al suroeste de Nasiriya, en el actual Iraq. Los primeros
restos de Ur pertenecen al período de El Obeid (V milenio
a. C.), en el cual se produjeron los primeros asentamientos
urbanos en la zona. Ur es, por tanto, una de las ciudades
más antiguas de Sumeria.
5. VIAJES DE
ABRAHAM, JOSE, JACOB Y MOISES
Abraham Llega a Canaán el 1,850 a.C.
desde Ur.
Jacob Nieto de Abraham, hijo de Isaac y
padre de José. Murió En Egipto pero fu
enterrado en Canaán.
José Hijo de Jacob, es vendido a
unos mercaderes egipcios en 1,710 a.C. Murió y fue
enterrado en Egipto.
Moisés Inicia el Éxodo de
Egipto el 1,250 a.C. y llega a Canaán el 1,210
a.C.
6. EL IMPERIO
NUEVO de EGIPTO
El Imperio Nuevo da inicio al finalizar el Imperio Medio
y abarca desde los años 1,795 a.C. hasta el 1,085 a.C.,
correspondientes a los reinados de las Dinastías
faraónicas Decimoctava (19ª) a la Veinteava
(20ª). En este mapa se puede observar el Reino de Egipto y
su área de influencia en el mundo conocido de aquella
época.
EGIPTO: IMPERIO
NUEVO
El Imperio Nuevo de Egipto (1,550 al 1,070 a.C.) fue un
periodo de gran expansión exterior, tanto en Asia (donde
llegan al Éufrates) como en Kush (Nubia). La
dinastía XVIII comenzó con una serie de faraones
guerreros, desde Ahmose I hasta Tutmosis III y Tutmosis IV. Bajo
Amenhotep III se detuvo la expansión y se inició un
período de paz interna y externa. Ésta se
quebrantó bajo su hijo Amenhotep IV o Ajenatón, que
inició una reforma religiosa tendente al
monoteísmo, ganándose la oposición del clero
de Amón. A la vez se perdieron grandes posesiones en Asia
ante los hititas.
Después de un período de debilidad
monárquica, llegaron al poder las castas militares, la
dinastía XIX, o Ramésida, que, fundamentalmente
bajo Sethy I y Ramsés II, se mostró enérgica
contra los expansionistas reyes hititas.
Durante los reinados de Merenptah, sucesor de
Ramsés II, y Ramsés III, de la dinastía XX,
Egipto tuvo que enfrentarse a las invasiones de los Pueblos del
Mar, originarios de diversas áreas del Mediterráneo
oriental (Egeo, Anatolia), y de los libios.
En siglos posteriores Egipto fue conquistado por
Alejandro Magno y quedó sometido a la cultura
helenística griega (332 al 30 a.C.). Por último al
fallecer en el año 30 a.C. Cleopatra, Egipto quedó
convertido en provincia romana por el emperador Octavio (30 a.C.
al 640 d.C.).
7. EL IMPERIO DE
HAMMURABI
Babilonia fue fundada por Nemrod en el 2500 a. C., quien
también construyó la famosa Torre de Babel. Es un
antiguo reino localizado en la región de Mesopotamia, en
torno al actual Iraq. De este país salió Assur, el
fundador de Nínive. En este periodo la lengua predominante
en la región era el acadio, que había sido llevado
a la región en las invasiones semíticas que se
produjeron en torno al 3000 a. C. Poco a poco fue sustituyendo al
idioma sumerio durante los siglos siguientes.
En torno al 1792 a.C. llegó al trono Hammurabi.
En este tiempo al norte y sur de la ciudad se encontraban los
territorios de las ciudades de Asur (que dará nombre a
Asiria) y Larsa, más poderosas pero con monarcas
envejecidos. En 1763 a.C. Hammurabi venció a Rim- Sin de
Larsa, apoderándose de la parte sur de Mesopotamia. En
1755 a. C. tomó igualmente Asur, haciéndose con el
poder de todo el valle de los ríos Tigris y
Éufrates. Hammurabi falleció en 1,750
a.C.
Tras las conquistas Hammurabi supo consolidar su imperio
unificando su lengua, su religión y sus leyes. Asimismo,
se dedicó a embellecer varias ciudades del imperio, no
sólo Babilonia. Durante su reinado, Hammurabi mandó
construir canales, mejorar los sistemas de riego y edificar
palacios y templos. Su contribución más relevante
fue el Código de Hammurabi, el primer código
escrito de leyes.
LOS
HITITAS
Los hititas, también llamados
hetitas o heteos, fue una población de
origen indoeuropeo que se instaló en la región
central de la península de Anatolia entre los siglos XVIII
y XII a. C., teniendo la ciudad de Hattusa como capital.
Llegó a crear un influyente Imperio gracias a su
superioridad militar y a su gran habilidad diplomática,
constituyéndose así como la tercera potencia en
Oriente Medio, junto con Babilonia y Egipto. Perfeccionaron el
carro de combate ligero, empleándolo con gran
éxito, y se les atribuye una de las primeras utilizaciones
del hierro en Oriente Medio como objeto de lujo.
A pesar de que hoy en día se conoce mucho sobre
este pueblo, tras su desaparición los hititas cayeron en
el más absoluto olvido hasta el siglo XIX d.C. Es
sorprendente que lo que llegó a constituir uno de los
mayores Imperios de la Antigüedad haya pasado totalmente
inadvertido durante tantos siglos. Gracias a numerosas
excavaciones, algunas tan importantes como el descubrimiento de
lo que sería algo así como el "archivo
nacional" de Hattusa, y muchas referencias de origen asirio
y egipcio, se ha podido reconstruir su historia y a la vez llegar
a descifrar la escritura.
El reino hitita abarcó desde el siglo XVIII hasta
el XII a. C., pasando por etapas de gran poder y de relativa
decadencia. La historia del reino hitita se divide en tres
grandes periodos: el Reino Antiguo (1650-1500 a. C.), el Reino
Medio (1500-1430 a. C.), etapa de relativa decadencia, y el Reino
Nuevo, donde alcanza su mayor poderío.
La religión hitita llegó a ser conocida
como "la religión de los mil dioses". Contaba con
numerosas divinidades propias y otras importadas de otras
culturas, entre las cuales se destacaba Teshub, el dios del
trueno y la lluvia, cuyo emblema era un hacha, y Arinna, la diosa
del sol. Otros dioses importantes eran Aserdus (diosa de la
fertilidad), su marido Elkunirsa (creador del universo) y Sausga
(equivalente hitita de Istar).
El rey era tratado como un escogido de los dioses y se
encargaba de los más importantes rituales religiosos. Si
algo no iba bien en el país, se le podía culpar a
él si había cometido el más mínimo
error durante uno de esos rituales, e incluso los propios reyes
participaban de esta creencia. Así, por ejemplo, Mursil II
atribuyó una gran peste que asoló el reino hitita a
los asesinatos que llevaron a su padre al trono, y realizó
numerosos actos para pedir perdón ante los
dioses.
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