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Población y economía en el Valle de Turmero 1593-1810




Enviado por Nelly Guilarte



Partes: 1, 2

  1. Numero de indios en
    las encomiendas de Turmero 1688
  2. Encomiendas de
    indios en la cuenca del lago de valencia
  3. Población de
    Turmero 1758-1794
  4. Población
    indígena para 1759
  5. Población de
    españoles, criollos y mestizos para
    1768
  6. Población
    negra esclavizada para 1759-1768
  7. Haciendas del valle
    de Turmero origen de sus títulos
  8. Avaluo de los
    bienes existentes en la hacienda de trapiche de paya para
    1720
  9. Población
    esclava por haciendas en relación al total de esclavos
    en el valle de Turmero para la segunda mitad del siglo
    xviii
  10. Notas y
    referencias

Las presentes líneas que ponemos a
disposición de ustedes, son parte de una
investigación iniciada cuando desarrollamos el trabajo
sobre "La propiedad Territorial en el Valle de Turmero
1593-1850
"; presentado como de tesis en la
Maestría de Historia Coordinada por el Doctor Federico
Brito Figueroa, en la Universidad Santa María. Convencidos
que, "El Objetivo de la Historia no es hacer revivir el
pasado sino comprenderlo"[1];
con esta
certeza, nos adentramos a reconstruir los procesos de
organización espacial, relaciones políticas,
sociales y económicas que se expresan a partir de 1551,
cuando los españoles, conocieron la existencia de las
fértiles Tierras del Valle de Turmero y
del numeroso grupo de indios que las habitaban.

El espacio geográfico objeto de la
indagación, se corresponde en la actualidad con parte de
los siguientes municipios: Santiago Mariño, José
Ángel Lamas, Francisco Linares Alcántara,
Libertador y el extremo sur oriental del municipio Girardot del
Estado Aragua. En tal sentido esta reconstrucción
histórica local y regional abordada con criterio de
totalidad reviste una singular importancia para conocer,
comprender, analizar y explicar los procesos sociales en estos
espacios.

La investigación está basada
fundamentalmente en fuentes documentales de primera mano; pero
sin despreciar otras que nos aporten información
complementaria "La diversidad de los testimonios
históricos es casi infinita todo cuanto el hombre dice o
escribe, todo cuanto fabrica, cuanto toca puede y debe
informarnos de él"[2]

Abordamos en este estudio, aspectos relevantes
relacionados a la población y economía del pueblo
de Turmero durante el periodo colonial 1593-1810; así como
también datos generales referidos a la población
indígena, algunos apuntes a manera de ilustración
sobre la mano de obra utilizada en las haciendas y cuadros
comparativos de población esclavizada en los siglos XVIII
y primera década a del XIX.

Los espacios que habitaron los indígenas en el
Valle del río Turmero, forman parte de la unidad
geográfica de la Cuenca del Lago de los Tacariguas (Lago
de Valencia); en esta cuenca se habían asentados diversos
grupos humanos; unos procedente de la Amazonia, otros de la
región Andina (área central del actual territorio
Colombiano) y grupos de filiación Caribe.

En las explanadas lacustres, montes y valles interiores
de la cordillera tenían sus labranzas, conucos y
cazaderos, eran sedentarios habían logrado desarrollar la
alfarería tanto de carácter utilitario como la
religiosa-funeraria; quieta y pacíficamente vivían
en esas tierras desde hacía ya más de 4.000
años cuando fueron sorprendidos por las espadas imperiales
a las que opusieron férrea resistencia, haciendo
más dificultoso y violento el proceso; el Hno. Nectario
María en: Historia y Conquista de la Fundación
de Caracas;
al estudiar los testimonios de varias personas
que acompañaron a Diego de Lozada en la conquista de
Caracas señala: "Las causa de tan rápida
disminución la atribuyen todos a las grandes
pérdidas de gentes que tuvieron en las guerras de la
conquista, al hombre que por doquier les acosó al
abandonar sus tierras y conucos, por los mismos motivos
belicosos…"[3]

Si bien es cierto que la valentía de los
indígenas causó una gran cantidad de bajas a las
huestes imperiales, al final se impuso la supremacía de
los "conquistadores"; la fundación de las ciudades de
Valencia, Caracas y San Sebastián de los Reyes implica por
supuesto un control efectivo del territorio central de la
Provincia de Venezuela; pese a las incursiones de los
indígenas a las recién fundadas ciudades, el
establecimiento de españoles se concreta, con los
otorgamiento de indios en encomiendas y el repartimiento de
tierras como recompensa a su participación en la empresa
conquistadora

El Valle de Turmero, espacio trajinado desde tiempos
inmemoriales, donde un numeroso grupo de indígenas
tenían sus conucos labranzas y cazaderos, dotado de tierra
fértil y abundante riego; fue ocupado por los
conquistadores con el establecimiento de la encomienda de indios
premio que recibieron estos y sus descendientes.
"…Lorenzo Martinez ante Vuestra Merced paresco y digo=
que los principales Yndios de el valle que dizen de Turmero de mi
encomienda han tenido y poseído las tierras de sabanas
montes y amagamientos, chaparros quebradas y lo demas donde oy
esttan poblados…"[4]

En Venezuela la encomienda, no logró garantizar
la transformación cultural de los indígenas; en
consecuencia el estado español plantea, la necesidad de
reunir a los indígenas dispersos de las encomiendas en
Pueblos de Indios o Pueblos de Doctrina, bajo la
protección del Cura Doctrinero. Indudablemente la
reunión de los indios en pueblos facilitaba el proceso de
dominación cultural allí se le enseñaba
además de la religión católica el idioma
castellano, la nueva escala de valores y las lógicas que
interesa a los colonialistas. [5]

A finales del siglo XVI y primera década del
XVII; varias disposiciones reales fueron emitidas con el
propósito de reunir a los indios en pueblos, mas no
lograron concretarse; una de las razones fundamentales el
desinterés de los encomenderos. Es en 1619, cuando el
Gobernador Francisco de la Hoz y Berrios y el Obispo Gonzalo de
Angulo reciben la Cedula Real, que les ordena, iniciar sin demora
el proceso para la fundación de los pueblos de Indios o
Pueblos de Doctrinas.

En este sentido, el 03 de agosto de 1620 la autoridad
eclesiástica designó al Padre Gabriel de Mendoza,
para que conjuntamente con el Teniente de Gobernador Pedro
Gutiérrez de Lugo, acreditado como juez poblador por el
Gobernador, reunieran a los indios dispersos de las distintas
encomiendas para la fundación de pueblos, en los Valles de
Aragua y Turmero. Así mismo se les instruye seleccionar el
sitio apropiado para la construcción de la iglesia y que
estas fuesen le dotadas de los ornamentos necesarios;
además construir la casa del Cura Doctrinero proveer a
estos de los libros para los registros de bautismos, matrimonios
y defunciones, todo esto a cuenta de los encomenderos. En el
mismo acto se ordenó que en el término de dos meses
los encomenderos construyeran la iglesia, sacristía,
cementerio y casa del cura
doctrinero[6]

El proceso de organización y reunión de
indios encomendados, bajo la administración y resguardo de
la Iglesia a través y en figura del cura doctrinero, se
inicia en los Valles de Aragua, Cagua y Turmero,
el 18 de noviembre de 1620, con la fundación de la Iglesia
bajo la advocación de Nuestra Señora de la
Victoria.[7]

El 27 de noviembre de 1620, con la Iglesia del pueblo de
Turmero bajo la advocación y nombre de Nuestra
Señora de la Candelaria; y sucesivamente, el 29 de
noviembre de ese mismo año con la Iglesia de Cagua
nombrada San José y el 30 de noviembre de 1620, en el
valle de Aragua con la del pueblo de San Mateo bajo la
advocación de ese mismo
Santo.[8]

Al estudiar los autos presentados por Don Gabriel de
Mendoza, Juez comisario para la fundación de los pueblos
antes señalados, encontramos: que en la
jurisdicción eclesiástica de Nuestra Señora
de la Candelaria del Pueblo de Turmero, se agruparon los indios
de las encomiendas de Juan Martínez Vilela, doña
Mariana Vilela y Juan de Ponte Rebolledo. Los dos encomenderos
primeros hijos de Lorenzo Martínez y el segundo casado con
Úrsula Martínez Vilela, también hija de
Lorenzo Martínez.

"… y en el Valle de Turmero, donde fundó el
pueblo de Nuestra Señora de Consolación
erigió iglesia con advocación de Nuestra
Señora de la Candelaria y agregó a este curato y
doctrina las encomiendas del Capitán Juan Martínez
Vilela , doña Mariana Vilela y regidos Juan de Ponte
Rebolledo…" [9]

Los indios agrupados en este curato pertenecían a
las encomiendas de personas vinculadas a la misma familia; la
encomienda de Juan de Ponte Rebolledo, al igual que la primitiva
de Lorenzo Martínez, no contamos con testimonios escritos
de, cuando y cómo llegó a sus manos, sin embargo
por estar casado con Úrsula Martínez de Vilela
hermana de Capitán Juan Martínez de Vilela, es
posible que le perteneciera por vía
hereditaria.[10]

Las dos encomiendas agrupan los indios que habitan
dispersos en el Valle de Turmero. Desde la punta de los Meregotos
hasta la Laguna de Valencia de una banda y otra del río
Aragua, los encomenderos Juan Martínez Vilela y Mariana
Martínez Vilela; la otra los indios que habitan en las
sabanas y montañas desde el camino real que va para
Valencia hasta la Laguna, en manos del encomendero Juan de Ponte
Rebolledo.[11]

Lo concerniente al número de indígenas que
habitaban el Valle de Turmero, cuando en la segunda mitad
del siglo XVI se inicia la penetración hispana; casi
imposible dar referencias numéricas exactas; pero el
área geográfica de la depresión del Lago de
Valencia y los Valles interiores de las cordilleras circundantes,
habitaban numerosos
indígenas.[12]

La primera información respecto al número
de indios en Turmero no las aporta en 1593, el documento mediante
el cual Lorenzo Martínez pide la Cabildo de la ciudad de
Santiago de León de Caracas le sean otorgadas tierras en
el valle de Turmero para el y sus indios encomenderos.

"… como el Rey nuestro señor manda y como
es costumbre el darse ttenemos consideración a aquellos
dichos encomendados de quinientos y cincuenta a seicientos indios
y que esta cantidad de indios con sus mujeres y familias y que de
ellos desendieron…"[13]

Ninguna otra fuente consultada hasta los momentos nos
confirma o desmiente la información anterior que por
demás es imprecisa; pero permite hacer lagunas
consideraciones; entre las que podemos señalar
existían de 550 a 600 familias para un total de 2.500 a
3.000 indígenas[14]que repartidos en un
área aproximadamente de 600 kilómetros cuadrados
representaban una densidad de 4,58 a 5 habitantes por
kilómetros cuadrados.

Posiblemente en el tiempo prehispánico la
población de este valle era más numerosa, y al
igual que en el resto del territorio venezolano sufrió un
descenso significativo como consecuencia del violento impacto de
la penetración y conquista.

En la primera mitad del siglo XVII debieron establecerse
los primeros españoles, el 27 de noviembre de 1620 el Juez
Comisario General Gabriel de Mendoza erigió y fundó
la iglesia del pueblo de Turmero agregando las tres encomiendas
de indios que estaban dispersas por l valle y en mano de algunos
miembros de la familia Martínez Villela.

La población indígena sujeta al
régimen de la encomienda era la mano de obra utilizada por
los españoles para trabajar la tierra y otras actividades
productivas. Según testimonios dado en 1620 por el padre
Luis López de León, Cura Doctrinero en el valle de
Turmero, los indígenas eran sometidos a tareas muy largas
y sin consideración humana alguna, principalmente las
mujeres y los niños.

"Los trabajos de las indias sin comparación es
mayor y mas grave y pesado que el de los indios… y las
noches no las duermen hilando para evitar ser maltratadas por sus
mayordomos…"[15]

También manifiesta el mencionado cura, que los
maltratos recibidos por los indígenas de parte de sus
encomenderos causa despoblación y dificulta la
función adoctrinadora de la iglesia.

"Primeramente es de grandísima importancia
estén los indios poblados en forma de españoles y
que no se permita que los indios lo tengan en otras estancias
distantes de sus pueblos … y de ello resulte agravio a los
dichos indios sacándoles los hijos y las hijas … y
los mayordomos y encomenderos amedrentaren a los indios para que
vengan e lo que ellos quieren y que si no vienen a ellos los
envían con sus mujeres e hijos dejando sus
labranzas[16]

En 1641 el cura Luis Rebolledo Villavicencio, denuncia
ante las autoridades eclesiásticas; a los encomenderos
Sebastían de Ponte y Juan de Ponte Villela por sacar los
indios de este pueblo y llevarlos al de Ocumare Costa de la Mar
abajo, donde 20 años antes habían llevado la mitad
de su encomienda con el objeto de trabajar en las labores del
cacao[17]

Por esta misma causa el Obispo Fray Mauro de Tovar, en
la visita pastoral que hace a Turmero en 1647 inicia juicio
contra algunos encomenderos de este pueblo a manera de
ilustración fragmentos de este documento "… digo
que de la encomienda de Don Juan Martínez de Villegas ha
llevado y tiene en el valle de Ocumare distante de este pueblo
doce leguas más o menos la cantidad de cuarenta indios con
sus casa y familias… los han llevado forzado contra su
voluntad … y que será como de dos o tres meses que
Don Juan Martínez de Villegas encomendero de esta
encomienda saco otras veinte casa de indios…"
.[18]

Los abusos, maltratos, trabajo forzoso y traslados a
otras zonas geográficas, son unas de las principales
causas del descenso de la población indígena del
Valle de Turmero, según los testimonios encontradas en las
fuentes documentales revisadas.

Para 1647 los indios de Turmero eran más o menos
1.500, así los calculó el Sargento Mayor Don
Dionicio Zedeño, cuando pidió unas sobras de
tierras en el Valle de Turmero; "… eran muy poco
habían ido en disminución siendo así mismo
como de mil quinientas personas como consta en los padrones de la
Yglesia…"[19]

Al estudiar los pocos datos encontrados podemos decir
que desde finales del siglo XVI hasta la primera mitad del XVII,
la población indígena había descendido
considerablemente; pero en la segunda mitad del XVIII se mantiene
entre los 1.100 y 1.600.

Las fuentes documentales que aportaron referencias sobre
la población en los siglos señalados, periten
solamente visualizar el número total de indios y algunas
de las posibles causas de la disminución; pero es en la
matrícula de indios ordenada por el Marques del Casal,
fechada en el año de 1688, donde encontramos mayores datos
demográficos.

NUMERO DE INDIOS EN LAS
ENCOMIENDAS DE TURMERO 1688

INDIOS

Encomiendas

Menos de 18 años

Entre 18 y 50 años

jubilados

Indias

Totales

Perteneció Antonio de Tovar

324

250

66

562

1.202

Pertenece a Diego de Pantoja

03

04

01

05

13

Perteneció a Juan Martínez de
Villegas

96

64

23

206

309

Totales

423

318

90

773

1.604

FUENTE: Archivo General de la Nación.
Colección. Caracas Vit. 02 No 565 año
1688

Las encomiendas que agruparon a los indígenas de
Turmero eran las más numerosas de la provincia de Caracas
con un total de 1.604 indígenas de las cuales, 318 pagaban
tributo a razón de 4 pesos y cuatro reales para el
encomendero mas 2 reales a las cajas de comunidad para un total
de 240 pesos y 24 fanegas de maíz por concepto de
estipendio[20]

Según lo que se desprende de los datos aportados
por la matrícula de 1688; de los indios sujetos a
encomienda en la jurisdicción de la Provincia de Caracas
45 % estaban localizados en la cuenca del Lago de Valencia,
38,17%en el Valle de Caracas, 12,81% en el Litoral Central y
3,10% en los Valles del Tuy

ENCOMIENDAS DE INDIOS EN
LA CUENCA DEL LAGO DE VALENCIA

INDIOS TRIBUTARIOS

TOTAL DE INDIOS

PUEBLOS

No

%

No

%

TURMERO

318

49,45

1.604

47,8

LA VICTORIA

65

10,10

281

8,4

SAN MATEO

90

13,99

370

11,06

CAGUA

54

8,39

327

9,75

GUACARA

57

8,86

357

10,67

LOS GUAYOS

37

5,75

225

6,72

SAN DIEGO

22

3,42

181

5,41

TOTAL

643

3.345

Fuentes: Archivo General de la Nación
Colección. Caracas Vit. 2 No 565 año 1688
"Matricula de Indios"

Elaboración propia.

Al estudiar las encomiendas de Turmero como unidades
demográficas podemos señalar las siguientes
características; de los 1.604 indígenas registrados
en la matrícula de 1688 48,2% eran mujeres y 51,80 %
hombres del total general de indios varones 50,9% eran menores de
18 años; 38,26% tenían edades comprendidas entre 18
a 50 años y 10,8 % mayores de 50 años o impedidos
físicos; el número familiar promedio oscilaba entre
4 y 5 personas.

Al analizar los pocos datos localizados
podemos decir que de los mas de tres mil indígenas que
inicialmente se contabilizaron en la encomienda de Lorenzo
Martínez para 1593, solo vivían en este Valle de
Turmero en los últimos años del siglo XVII entre
1.100 y 1600 estimamos que en un siglo población
indígena había descendido en un 50%.

Es de suponer que durante el siglo XVII y la primera
mitad del XVIII se residenciaron en el pueblo de Nuestra
Señora de la Candelaria de Turmero algunos criollos y
blancos españoles, se iniciara el proceso de mestizaje e
ingresaran como esclavos un considerable número de negros
para trabajar en las haciendas de caña de azúcar y
otros servicios domésticos.

En la primera mitad del siglo XVIII, nos encontramos con
un vacío documental en lo que se refiere tanto a cifras
cuantitativas como a descripciones cualitativas respecto a la
población de este valle, es a partir de 1758 con las
matriculas parroquiales localizadas en el archivo Arzobispal de
Caracas donde tenemos información más
sistemática al respecto.

Estudiando minuciosamente estas fuentes documentales se
podría realizar un estudio demográfico bien
detallado de Turmero en la segunda mitad del siglo XVIII. Para el
desarrollo de esta investigación, presentaremos algunos
elementos generales para la comprensión socio-poblacional
desde 1750 hasta 1810; aclarado que trabajamos algunas matriculas
de las cuales tomamos datos referentes a número general de
habitantes, edad y sexo, así mismo información
sobre población esclava existente en las haciendas de
trapiches.

Para 1758 Turmero tenía 5.485 habitantes, con
predominio de blancos, españoles y mestizos, estos
representaban el 72% de la población total; seguidos por
los indios con 20% y los esclavos 6,83%.. Si bien es cierto en
casi 40 años la población total pasó de
5.485 a 8.067, se nota una disminución de casi 6 puntos
porcentuales de la población indígena.

POBLACION DE TURMERO
1758-1794

AÑOS

BLACOS ESPAÑOLES Y LIBRES

INDIOS

NEGROS ESCLAVOS

NEGROS LIBRES

No

%

No

%

No

%

No

%

TOTAL

1758

3.987

72,78

1.117

20,36

375

6,83

6

0,10

5.485

1759

3.908

73,60

1.043

19,65

354

6,67

4

0.07

5.307

1768

5.210

72,2

1.573

21,80

423

5,86

7

0.09

7.213

1773

6.320

79,43

1.138

14,30

469

5,89

29

0,36

7.952

1775

5.775

78,62

1.130

15,38

408

5,55

22

0,29

7.345

1776

4.641

73,85

1.119

18,15

444

7.06

08

0,12

6.264

1794

6.093

75,52

1.159

14,36

803

9,95

12

0,14

8.067

Fuente Archivo Arzobispal de Caracas Sec.
Matrículas Parroquiales.

Elaboración propia.

En 1781 cuando el Obispo Martí pasa por Turmero
en visita pastoral nos deja testimonios demográficos de
gran valor, calcula la población total del valle en 7.698
habitantes de los cuales 18% eran indios, 39% blancos, 26% pardos
y 17% negros, al mismo tiempo señala que no existen negros
libres.[21]

POBLACION INDIGENA PARA
1759

(Clasificada por condición
religiosa en número y %)

CONDICION RELIGIOSA

NUMERO

%

COMUNION Y CONFESIÓN

359

34,58

CONFESION

315

30,34

PARVULOS

364

35,06

TOTAL

1.038

Fuente: Archivo Arzobispal de Caracas Sec.
Matrículas parroquiales.

Elaboración propia

POBLACION DE
ESPAÑOLES, CRIOLLOS Y MESTIZOS PARA 1768

(Clasificada por condición
religiosa en número y %)

CONDICION RELIGIOSA

NUMERO

%

COMUNION Y CONFESIÓN

2.903

57,70

CONFESION

743

14,26

PARVULOS

1.564

30,00

TOTAL

5.210

Fuente: Archivo Arzobispal de Caracas Sec.
Matrículas parroquiales.

Elaboración propia.

POBLACION NEGRA
ESCLAVIZADA PARA 1759-1768

(Clasificada por condición
religiosa en número y %)

AÑOS

1759

1768

CONDICION RELIGIOSA

NUMERO

%

NUMERO

%

COMUNION Y CONFESIÓN

226

63,8

275

65,00

CONFESION

49

13,8

43

10,10

PARVULOS

79

22,3

105

24,8

TOTAL

354

423

Fuente: Archivo Arzobispal de Caracas Sec.
Matrículas parroquiales.

Elaboración propia.

El análisis que se deprende al estudiar las
muestras de población de los distintos grupos sociales es
un elevado porcentaje de adultos (CC); mientras que la no adulta
(CyP) es menor, lo que hace suponer un alto índice de
mortalidad infantil, como consecuencia de las condiciones de vida
y salubridad.

En la segunda mitad del siglo XVI, cuando los
españoles penetraron al Valle de Turmero con la
intención de establecer hatos de ganado e ingenios de
caña, los indígenas que habitaban estas tierras se
dedicaban la caza, la pesca y a sembrar algunos granos, cereales
y tubérculos[22]en conucos.

Tal como se evidencia en las fuentes documentales
consultadas; los descendientes de Lorenzo Martínez se
apropiaron de las tierras del Valle de Turmero, las
montañas, valles, sabanas y vegas todas cercanas a las 60
fanegadas que le había otorgado el Cabildo de la ciudad de
Santiago de León en 1593 y 1594 como encomendero de los
indios de Turmero

Aquellos particulares que se apropiaron de las tierras
comunales por la ocupación de hecho, luego a través
de composiciones, confirmaciones y remates, legalizaron aquella
forma de tenencia, fortaleciendo de este modo la propiedad
territorial.

HACIENDAS DEL VALLE DE
TURMERO ORIGEN DE SUS TITULOS

HACIENDAS

ORIGEN DE SUS
TITULOS

VILLEGAS

Comprendida en la confirmación
de las sesenta fanegadas de tierras que el Gobernador y
capitán general Don Diego de Osorio le otorgó
a Lorenzo Martínez en 1594

GUERE

Tierras concedidas por el Gobernador
Sancho de Alquisas al Regidor Juan de Ponte Rebolledo en
1611.

GUAYABITA

El 11 de febrero de 1635 el
Gobernador Francisco Núñez de Melian
concedió en merced a Lorenzo Martínez de
Villegas 20 fanegadas de tierras en el valle de
Guayabita

PAYA

Composición que el 29 de abril
de 1637 hizo el Gobernador Francisco Núñez de
Melian a Don Feliphe de Martínez y
Villegas

PURICA

El 07 de septiembre de 1665 el
teniente de Justicia Mayor Andrés Arráez en
nombre del Gobernador Don Félix Garci
González de León, otorga a Francisco
Rodríguez de Sossa 08 fanegadas de tierras en el
cerro de Purica.

FUENTE: Archivo del Registro Principal de Caracas Sec
Tierras B-1 Año 1659; R-1. Año 1665; S-2 Año
1710; T-1 año 1754; M-1 año 1764; B-3 F-10
año 1844

Elaboración propia

Para finales del siglo XVII, las familias poderosas
habían incorporado a su patrimonio particular gran parte
de las tierras más fértiles; y en la segunda mitad
del siglo XVIII, las haciendas antes señaladas se
constituyeron en las más importantes unidades de
explotación económico -social del valle de Turmero;
los propietarios eran los Blanco Uribe, Mijares de
Solórzano, Rodríguez, Tovar. Estas familias
habían incorporado tierras a su patrimonio particular.

En los primeros años del
establecimiento español, el indígena fue la
principal mano de obra utilizada para la explotación
económica de las fértiles tierras del Valle de
Turmero, el sistema de encomiendas establecido, permitió y
aseguró a los conquistadores la fuerza de trabajo
necesaria para iniciar las actividades productivas,
posteriormente con su expansión el trabajo indígena
resultó insuficiente y fue necesario incorporar negros
esclavos; estos llegaron al Valle de Turmero en la primera
década del siglo XVII, para trabajar en las haciendas y
trapiches de caña de azúcar.

Las haciendas de caña con sus respectivos
trapiches fueron las unidades de producción más
importantes del Valle de Turmero en la época colonial,
explotadas fundamentalmente con mano de obra esclava. Para
finales del siglo XVIII y principios del XIX en los albores del
movimiento de Emancipación Nacional, las tierras que en el
Valle de Turmero controla la aristocracia territorial, conforman
las haciendas: PAYA, GUERE, VILLEGAS, GUAYABITA, PURICA, las
cuales están dedicadas al cultivo de caña de
azúcar básicamente; sin desconocer que entre los
años 1773-1794 algunas de ellas están incorporadas
al cultivo del añil. Trabajadas esencialmente con mano de
obra esclava, para mediados del siglo XVIII, el 80% de la
población esclava del valle de Turmero lo absorben las
cinco haciendas antes señaladas.

Un ejemplo ilustrativo de esto es el de la hacienda Paya
que en la segunda década del siglo XVIII,
específicamente en el año 1719, tenía 95
esclavos de los cuales 24 ,21 % tenían entre 0 y 15
años, el 44,65 % entre 15 y 45 años y el 30,52 %
más de 45 años[23]

En 1720 fueron avaluados los bienes existentes en la
hacienda Paya, los esclavos representaban el 42,58% de todos los
bienes existentes veamos a continuación el siguiente
cuadro

AVALUO DE LOS BIENES
EXISTENTES EN LA HACIENDA DE TRAPICHE DE PAYA PARA 1720

(En pesos y %)

BIENES

PESOS

%

Casa de hacienda y herramientas

5.372

20,14

Esclavos

11.354

42,58

Tierras y cultivos

7.794

29,23

Ganados

2.144

8,04

Fuente: Archivo del Registro Principal de Caracas Sec.
Testamentarias T-1 Año 1722. Partición de los
bienes que quedaron de Don Francisco de Tovar y Doña
Leonor Galindo.

Elaboración Propia

POBLACION ESCLAVA POR
HACIENDAS EN RELACION AL TOTAL DE ESCLAVOS EN EL VALLE DE TURMERO
PARA LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVIII

AÑOS

ESCLAVOS EN LAS HACIENDAS

TOTAL ESCLAVOS

No

%

No

1758

310

87,5

354

1768

329

77,7

423

1775

362

88,7

408

1794

688

85,6

803

Fuente: Archivo arzobispal de Caracas Sec. Matriculas
Parroquiales

Elaboración y cálculos propios;
porcentajes y cálculos en relación al número
total de esclavos.

Las relaciones sociales de producción
predominantes en las haciendas de Turmero durante el periodo
colonial fueron las esclavistas; pero es necesario
señalar, que la presencia de un considerable número
de indígenas que representaba el 18% de la
población, era una reserva significativa de mano de obra
"libre" que seguramente no debió
desperdiciarse.

También nos encontramos con ciertas relaciones
semi-serviles de tributación, quizás heredadas del
régimen de la encomienda, o por otras realidades
concretas. Para el año de 1783 en el Valle de Guayabita 52
personas pagaban tributo en dinero o especie a la familia Blanco
Uribe para poder vivir y explotar las tierras del mencionado
valle.[24]

El 17 de mayo de 1783 el Teniente de Justicia Mayor Don
Santiago de Mancebo, notificó a todas estas personas el
auto donde se le ordenaba abandonar dichas tierras, Pero Don
Gabriel Blanco Uribe consideró prudente darles una gracia
de tres meses para que recogieran los frutos de su
conuco.[25]

Partes: 1, 2

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