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La prevención del VIH/sida desde un enfoque de autodesarrollo comunitario



  1. Referencia
    bibliográfica

La sociedad cubana tiene la responsabilidad de crear una
educación preventiva respecto a las Infecciones de
Trasmisión Sexual (ITS) y, particularmente, respecto al
VIH/sida con un carácter orientador y constructor de
saberes teóricos prácticos compartidos para los
jóvenes, facilitando de esta forma, una
contribución al desarrollo de habilidades de
autoprotección y protección del otro y la otra. De
esta forma se propicia que estos tengan una verdadera
participación y cooperación en los proyectos
comunitarios, conjuntamente con las familias.

Ante los retos impuestos a la sociedad cubana se deben
perfeccionar los conocimientos sobre el funcionamiento
comunitario, los recursos mediáticos, su
metodología y sobre el quehacer del barrio.

El análisis de los resultados de varias
investigaciones del Centro Nacional de Prevención y otros
estudios realizados en la Provincia de Ciego de Ávila nos
permite afirmar que en la realidad de hoy se aprecia un conjunto
de fortalezas y debilidades que expresan la necesidad de un
superior trabajo de prevención del VIH/sida, esta
situación, también, le es inherente al Municipio de
Florencia. Entre las fortalezas, están:

• Identificación de las políticas de
prevención y Salud Pública en objetivos y
concepciones sobre las posibilidades de la Prevención del
VIH/sida y el papel de la juventud en relación con la
calidad de vida.

• El nivel de cultura y de instrucción
adquirida por los jóvenes.

• Infraestructura de los sistemas de Salud
Pública y prevención que permite el acceso a esos
servicios de todos los ciudadanos por igual y en todas las zonas
del país.

Personal de dirección y trabajo social de
adecuada calificación profesional.

• Existencia de médicos y enfermeras en la
atención primaria y en los centros
educacionales.

• Posibilidad de crear espacios para el debate y la
reflexión.

• Los programas de la Revolución puestos en
práctica.

• La existencia de múltiples documentos
emanados del MINED, del MINSAP y Centro Nacional
Sexual.

Sin embargo, a pesar de estas fortalezas, no se
aprovechan al máximo todas las potencialidades que brinda
la participación comunitaria para promover el mejoramiento
en el bienestar de los jóvenes, lo que se traduce
en:

• Existencia de estilos tradicionales en la
dirección y organización del proceso de
capacitación de los especialistas relacionados con la
prevención de las ITS.

• Falta de flexibilidad en la comunidad que es
eminentemente rural de montaña.

• Las actividades que se desarrollan en un
número importante de centros, tanto laborales como
escolares, deportivos y recreativos, se caracterizan por ser de
carácter asistencialista, entrega de materiales y en
realidad no se llega a la conciencia critica de una adecuada
sexualidad sana y responsable. Asimismo, no existe una verdadera
participación y cooperación en las actividades
predominando un estilo excesivamente directivo y normativo que no
motivan, convenientemente, a los jóvenes para asegurar su
permanencia en la mayoría de ellas, afectándose de
esta forma en muchos casos.

• Los directivos, los trabajadores sociales y
jóvenes no siempre participan activamente en la toma de
decisiones sobre el sistema de autoprotección sexual,
así como en la inclusión consciente del asunto en
sus proyectos de vida como una necesidad perentoria.

• No se logra, en los niveles deseados, una
práctica fluida en la integración de los
jóvenes y comunidad, en muchos casos por falta de
conocimientos y creatividad.

El tratamiento integrador de la prevención del
VIH/sida en una comunidad precisa comprender a la salud sexual
como el desarrollo de las capacidades individuales y grupales
para la identificación de las contradicciones y la
superación de los malestares asociados a esta
problemática, lo que se debe expresar en la
elaboración o construcción por los grupos y las
personas de sus proyectos de autodesarrollo en salud
sexual.

Es necesario que el programa de control y
prevención del VIH/sida que se lleva a cabo por disimiles
instituciones tengan presente la implicación de las
personas y sobre todo los jóvenes, los cuales son
vulnerables por sus características. Esta edad constituye
un período clave en el proceso de desarrollo de la
personalidad. La nueva posición objetiva (social) que
ocupa el joven condiciona la necesidad de determinar su futuro
lugar en la sociedad, el cual debe estar encaminado a mantener
actitudes responsables que le permita ser mejor cada
día.

EI joven debe decidir, en primer término, a
qué actividad científico-profesional o laboral va a
dedicarse, y en consonancia con esta decisión, organizar
su comportamiento. Es por esto que, aunque en esta etapa,
también, encontramos tendencias generales en el desarrollo
de la personalidad, se presentan diferencias entre los
jóvenes que comienzan a trabajar y aquellos que
continúan siendo estudiantes, lo cual repercute en el
sistema de comunicación en cuanto a las expectativas y
exigencias de la familia, los compañeros y la sociedad en
general. Por lo tanto, las decisiones de los jóvenes deben
estar acompañadas de una cultura preventiva que promueva
en todos sus accionar una salud sana.

Estas influencias actuarán sobre la personalidad
de forma más mediata que en etapas anteriores; así,
por ejemplo, aunque la opinión social del grupo
continúa siendo un factor importante para su desarrollo y
bienestar emocional, el joven es capaz de oponerse a los
criterios de sus compañeros si considera justas y
fundamentadas sus opiniones.

La situación social del desarrollo en esta etapa
conduce al proceso de autodeterminación de la
personalidad, que actúa en calidad de premisa y a la vez
resultado de las exigencias que debe cumplimentar. Este nivel de
regulación también dependerá de las
condiciones de vida y educación en las que vaya
transcurrido el desarrollo de la personalidad, de si las mismas
han preparado al joven para actuar en base a propósitos
conscientemente adoptados, que mediaticen las contingencias
situacionales.

Un aspecto fundamental en la juventud es el desarrollo
afectivo-motivacional.

En esta etapa encontramos como adquisición
fundamental del desarrollo de la personalidad la aparición
de la concepción del mundo, formación
psicológica que permite la integración en un
sistema de sus diferentes componentes.

La concepción del mundo es la
representación que posee el joven de la realidad en su
conjunto; abarca un conocimiento valorado de sus leyes, del lugar
que ocupa el hombre en ella y de sí mismo, por lo que
presenta un carácter generalizado y sistematizado. Es en
esta etapa donde tanto la familia como la comunidad propicien
espacios de interacción donde esté presente la
actividad preventiva. También es necesario que en esta
etapa el joven pueda obtener experiencia de los que lo rodean y
que se cumplan las políticas trazadas.

Esta formación permite al joven elaborar
criterios propios en las esferas de la ciencia, la
política, la moral y la vida social en general. Estos
puntos de vista, con los que se siente afectivamente
comprometido, se convierten en reguladores efectivos del
comportamiento. En este sentido, se crean las bases para el
proceso de autodeterminación de la personalidad, es decir,
la posibilidad de actuar de forma consciente y reflexiva, con
relativa independencia de las influencias externas.

En la edad juvenil culmina en lo esencial el proceso de
formación de la personalidad. El surgimiento de una
estructura jerárquica suficientemente estable de motivos,
su fundamentación a través de la elaboración
consciente del sujeto en base al desarrollo intelectual
alcanzado, la consolidación de formaciones motivacionales
complejas como la autovaloración y los ideales, permiten
la regulación efectiva del comportamiento en las
diferentes esferas de significación para la
personalidad.

Los jóvenes y adolescentes deben tener una
educación integral y acorde con las necesidades reales,
ganando cada vez más en conocimientos y modificando
actitudes que los lleven a contraer la pandemia del VIH
/sida.

En estudios realizados podemos decir que la juventud
necesita de una orientación profesional que les brinde
participar y cooperar en proyectos de auto desarrollo comunitario
en cuanto a la prevención del VIH /sida.

La existencia de programas en cuanto a la
prevención es un hecho pero no siempre estos proyectos
tienen una repercusión en la juventud, y aunque los medios
de difusión masiva constantemente se perfeccionan con
vistas a disminuir la enfermedad, los más jóvenes
no tienen una conciencia crítica en mantener relaciones
sexuales protegidas.

Por tanto se deben diseñar proyectos juveniles
con el propósito de ofrecer conocimientos necesarios y
esenciales para que los jóvenes mantengan una actitud
adecuada ante los problemas de salud y el desarrollo de
hábitos higiénicos correctos, que formarán
parte del proceso educativo que realiza la juventud para lo que
es necesario una actividad organizada, planificada y con
objetivos bien definidos que precisan de un acompañamiento
profesional guiándolos y haciéndolos cada vez
más protagonistas de sus acciones. La comunidad se
constituye en el escenario estratégico para lograr una
influencia muy significativa en la prevención del VIH
/sida.

La prevención del VIHsida es una prioridad para
las actuales generaciones. Ha sido una aspiración del
Trabajo Social realizarla con un enfoque participativo. Donde se
precisen la participación social, lo cual no se ha logrado
en la juventud y constituye una de las debilidades, por continuar
llevando acabo métodos tradicionales.

Los promotores, facilitadores, investigadores y
educadores que llevan la prevención del VIHsida deben
estar preparados para trasmitir conocimientos y métodos
creativos donde creen en estos habilidades para la vida, mediante
un proceso de aprendizaje social que implique incluir
oportunidades para descubrir por sí mismos, observar,
establecer relaciones y conexiones de la realidad que los rodea,
poner en práctica lo aprendido y recibir
retroalimentación de los profesionales.

La comunidad como un grupo social donde trascurren
procesos de cooperación y participación en torno a
desarrollar proyectos colectivos es un eslabón fundamental
para el desarrollo en cuanto a la Prevención del VIH/sida
.La comunidad y lo comunitario existen en la realidad y puede
desarrollarse en cualquier comunidad de la sociedad clasista ya
sea como asunción de lo común o como vínculo
de lo diverso.

La comunidad y lo comunitario deben ser asumidos en su
devenir histórico para que las experiencias de desarrollo
comunitario que se propagan no se planteen desde estrategias
fundadas en el voluntarismo, sino en un conocimiento más
profundo de la realidad social que permita establecer lo que
puede y debe ser cambiado. Así, la multiplicidad de formas
y modos posibles de actuación dentro de prácticas
sociales concretas, solo expresaría la infinita riqueza de
manifestaciones de un contenido cuya unicidad viene dada por la
lógica de la actividad trasformadora y no como resultante
de un eclecticismo que, refugiado en manifestaciones formales,
subsumiendo el contenido tras el viejo discurso del libre
arbitrio que supone la libertad como multiplicidad de opciones y
no como conocimiento de la necesidad.

La cualidad de lo comunitario

La cualidad comunitaria está insuficientemente
contenida en la práctica de trabajo social, lo que exige
una reconceptualización de esa práctica y la
formulación de propuesta de cambio. A la vez resulta
importante el despliegue de lo comunitario hacia dentro de la
profesión pues sin un profesional que incorpore como
convicción la orientación hacia el establecimiento
de vínculos de simetría en sus relaciones con el
resto de los sujetos implicados en la práctica de la
profesión no podrá avanzar en la dirección
emancipadora de esta practica. Por tanto, se trata de la
necesidad de un profesional con conocimientos para propiciar
procesos de participación y cooperación en torno a
proyectos comunitarios de las personas implicadas que en esta
investigación son los jóvenes, en la
problemática atender en el orden profesional.

Por estas razones es que se debe hacer énfasis en
promover en los profesionales de todos los sectores estos
métodos que propician grandes resultados y que lleven a
que el sujeto de la acción demandada pueda definir y
construir sus propios proyectos. También, se necesita de
creatividad para originar cambios en otros, con vistas a crear
nuevas estrategias en el trabajo de cada día.

La
prevención del VIH sida desde un enfoque de autodesarrollo
comunitario en el ámbito juvenil

Desarrollo Comunitario es despliegue de lo Comunitario
en el grupo social a través de sus elementos distintivos
como la participación, cooperación y la
gestación de proyectos.

El autodesarrollo comunitario conceptualmente se asume
como el proceso de gestación de lo comunitario expresado
en un crecimiento en salud, donde la participación y la
cooperación son cada vez más
conscientes.

Es fundamental diseñar nuevas estrategias donde
la juventud sea protagonista de su implementación y logre
construir sus propias dinámicas.

Es evidente que al hablar de acción
transformadora de la comunidad, se hace referencia al proceso de
modificación de lo real, del cambio cualitativo progresivo
y no al conjunto de acciones que se conciben o desarrollan con el
objetivo de que todo cambie, o sea, que en este caso las
transformaciones son aparenciales y no se modifica la esencia
misma del objeto de dicha transformación.

El desarrollo comunitario, como parte del desarrollo
social precisa ser entendido en su especificidad, para que desde
lo conceptual teórico y desde lo metodológico
práctico pueda contribuir profesionalmente a la
transformación real comunitaria. Esta
transformación se expresa en una concepción de
salud, entendida como la mayor o menor capacidad de
identificación y superación de 6las
contradicciones.

En el libro 1"El Autodesarrollo Comunitario. Criticas a
las Mediaciones para la Emancipación Humana", se considera
que no podemos reducir el trabajo comunitario a la
solución de los problemas planteados en demandas ni
captados en diagnósticos por profesionales, ni al
protagonismo comunitario de los profesionales. Debe concebirse el
trabajo comunitario como las acciones que facilitan procesos
donde se gesta lo comunitario. Si en la comunidad existe todo lo
decisivo para su desarrollo, pero no existe la
participación activa, no se produce el proceso de
autodesarrollo.

La participación comunitaria en la
prevención del VIH/sida, es un proceso cuyo objetivo es
fortalecer las habilidades y capacidades de una acción. Es
la posibilidad y capacidad de los jóvenes, para actuar
colectivamente y ejercer el control necesario sobre los
determinantes de salud, fomentar un análisis
crítico y reflexivo donde se llegue a definir sus
problemas, se participe en la toma de decisiones y se elaboren
acciones que los lleve a mejorar o modificar los factores
determinantes de la salud.

Mediante la conciencia crítica se puede prevenir
la propagación del VIH/sida (a través de la
promoción en cambios en el comportamiento sexual, el
aumento de la información, de la capacidad para generar
alternativas y la percepción de auto eficacia) y proveer
de apoyo psicosocial a las personas afectadas por el VIH/sida y
las ITS (que implican el apoyo emocional, el fortalecimiento de
las redes de apoyo social, el mejoramiento de las habilidades
para la comunicación interpersonal).

Para lograr un verdadero autodesarrollo en los
jóvenes en cuanto a la prevención del VIHsida, es
imprescindible tener en cuenta la participación de todos
los actores en el proceso, pues sólo así se logra
la transformación auto sostenida de la comunidad. Para
lograr cumplir estos objetivos es necesario desarrollar acciones
que permitan que los profesionales se conviertan en pilares
básicos del o para el accionar de los demás
miembros de la comunidad en aras de resolver los conflictos,
contradicciones y barreras que en torno a la promoción de
salud sexual se presentan.

Referencia
bibliográfica

Cervantes González, Yolanda. El VIH/sida y la
prevención comunitaria desde un enfoque de autodesarrollo
comunitario. Tesis en opción al título
académico de Master en Desarrollo Comunitario. Centro de
Estudios Comunitarios. Universidad Central de Las Villas "Marta
Abreu"·. Cuba. 2011.

– Alonso Freyre. Dr., Joaquín. Pérez Yera;
Dr. Armando; Rivero Pino. Dr. Ramón; Romero
Fernández. Dr. Edgardo; Rivero Vázquez. Msc. Celia
Marta. El Autodesarrollo Comunitario. Criticas a las Mediaciones
para la Emancipación Humana. Centro de Estudios
Comunitarios UCLV. Editorial Feijoo. Santa Clara. 2004.
Folleto.

– Albear de la Torre, Lugo Carro I. Conviviendo con VIH.
Manual dirigido a personas que viven con VIH /SIDA en Cuba. La
Habana; Centro Nacional de prevención de ITS/VIH/SIDA;
2003.p 11.

-.Plan Estratégico ITS/VIH/sida Nacional
2001/2006. Dirección Nacional de Epidemiología.
Centro Nacional de Prevención.

 

 

Autor:

Lic. Yolanda Cervantes
González,

Trabajadora Social de Florencia, Cuba.

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