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El programa La Venganza Será Terrible marco un antes y un después en el medio radiofónico



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Elección del tema
  3. Metodología de
    trabajo
  4. La
    radio
  5. Historia de la radio en la
    Argentina
  6. Radioteatro
  7. Humor
    en radio
  8. Los
    programas más destacados del humor
  9. Protagonistas del humor en la radio
    argentina
  10. Entrevistas
  11. Conclusión

Introducción

Cualquier persona que lea
este trabajo, va a poder conocer la
evolución de la radio. a su vez mi trabajo se abocara
principalmente al programa radial:

La venganza será terrible es un programa que se
caracteriza por tener un formato único en la
programación actual de amplitud y frecuencia modulada.
Este programa se distingue del resto por varios
motivos:

  • Es un programa que no se realiza en un estudio de
    radio; se lleva a cabo en un teatro y con público
    presente todas las noches.

  • Es un programa que no tiene una producción
    avasalladora, la improvisación es el elemento
    más utilizado por los conductores de este
    programa.

  • Está conducido por Alejandro Dolina, uno de
    los personajes más singulares del medio.

Creo que este programa es digno de ser investigado y
analizado, ya que es un formato único en el cual conviven
en armonía conceptos tan dispares como la cultura, el
conocimiento histórico y filosófico, la
música, la literatura y el humor absurdo y
popular.

Elección
del tema

Elegí este programa porque admiro a Alejandro
Dolina; y pretendo a su vez analizar el efecto que provoca en la
gente su ciclo radial "La venganza será terrible", ya que
se mantiene vigente desde hace más de veinte años.
Investigare antecedentes históricos (en radio y
televisión) y tratare de demostrar lo innovador que ha
sido este programa en el radial, destacado por la complejidad de
las temáticas que allí son tratadas de un modo muy
peculiar.

OBJETIVOS
GENERALES

  • Analizar a Alejandro Dolina y su
    formato radial. Como es culturalmente y artísticamente
    en la radio (su realización).

  • Análisis profundo en la historia
    de formatos radiales semejantes.

  • Como convive lo popular, lo
    artístico, lo cultural y humorístico en un solo
    programa. Averiguar si es posible.

  • Análisis sobre diversas
    opiniones de especialistas.

Metodología de
trabajo

DESARROLLO DEL TEMA

La radio

La radio consiste en la emisión y
recepción del sonido a través de ondas
electromagnéticas; este es el mecanismo que permite el
funcionamiento de la tan popular radio de nuestro hogar y
automóvil.

Al igual que con muchos inventos, es
difícil señalar quién inventó la
radio. Este aparato electrónico, al igual que muchos, se
desarrolló con aportes de diversos científicos y
técnicos, que entregaron su grano de arena para que se
lograra construir.

Pero para investigar y determinar,
quién inventó la radio, primero debemos hablar
sobre las ondas electromagnéticas. Estas ondas, son las
que permiten, que la voz y el sonido, viajen por el aire y se
trasladen desde una fuente emisora, hasta una base
receptora.

Estas ondas electromagnéticas,
fueron investigadas por primera vez, por un científico
británico, a fines del siglo XIX. Estamos hablando de
James Clerk Maxwell.

Estos trabajos fueron, pocos años
después, confirmadas por Rudolf Hertz. Quién vio en
ellas, algo aún más grande. Estas ondas
electromagnéticas, podían ser reformuladas, con lo
que se lograba una ecuación de onda. Es así, como
se llega a la conclusión, que estas ondas
electromagnéticas, viajan a una gran velocidad, con lo
cual se da paso a poder transmitir sonido, por medio de ellas. Ya
que con aquella velocidad, se podría transmitir sonidos a
distancias lejanas, sin tener problemas de tiempo en cuanto a la
recepción de los mismos.

Los pasos dados por Hertz y Maxwell,
cimentaron lo que después sería la radio. Sin sus
investigaciones, no hubiera sido posible, en su época, el
haber logrado transmitir frecuencias radiales. Es por lo mismo,
que decimos que es difícil señalar quién
inventó la radio. Ya que son varias las personas quienes
ayudaron en su desarrollo.

Más complejo se vuelve el escenario,
con el devenir de los años. Ya que luego de las
investigaciones de Hertz y Maxwell, a los pocos años, tres
personas diferentes, en distintos países, lograron
transmitir ondas radiales.

Estamos hablando de Alexander Popov en
Rusia. Nicolás Tesla en los Estados Unidos y Guillermo
Marconi, en el Reino Unido. Quien fue el primero en patentar la
radio como tal. Aparte, que no demoró mucho, en comenzar a
comercializarla. Claro que en ciertos países europeos, fue
rechaza la patente adquirida por Marconi, ya que era conocido que
el ruso Popov, había desarrollado anteriormente, un emisor
y receptor de ondas radiales.

Alexander Popov por su parte, logró
en 1896, transmitir el primer mensaje en Rusia, entre dos
edificios de la Universidad de San Petersburgo.

Por su parte, Marconi comenzaba con la
comercialización de los receptores radiales. Abrió
una fábrica para ello, en el Reino Unido.

Nicolás Telsa, logró antes
que los otros precursores, transmitir un mensaje y que este fuera
captado por un receptor. Telsa intentó patentar su
creación en los Estados Unidos, aparte de varios adelantos
que fue desarrollando, pero una vez otorgada, al poco tiempo fue
retirada. Esto, ya que se le entregó a Marconi, debido a
ciertas influencias que él poseía en aquellas
tierras de América del Norte.

Como se puede ver, es casi imposible
mencionar, quién realmente inventó la radio, ya que
fue un esfuerzo múltiple, aunque no coordinado. Son
diversas las personas que ayudaron a que se desarrollara la
radio. Uno de los medios de comunicación, más
creíbles o confiables, para las personas de la
mayoría de los países del globo. Asimismo, la radio
continúa siendo una fuente de compañía
invaluable, tanto para las personas en su hogar, como en el
trabajo.

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Guigielmo Marconi

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Primera radio

A este descubrimiento le siguió un desarrollo
tremendo el cual se produjo a trabes de grandes invenciones como
la válvula termoiónica, la modulación, y el
transistor. Para llegar a los espectaculares resultados
existentes en nuestros días.

El receptor de radio se fue haciendo cada día
más eficiente a medida que progresaban las
válvulas. En primer lugar se alimentaban con acumuladores
de corriente, después con electricidad. Mas tarde se fue
reduciendo el tamaño de los receptores y trasmisores, a
medida que ha ido evolucionando los transistores y los circuitos
integrados y smd. Hasta llegar a la actualidad en que podemos
observar una evolución tremenda con múltiples
aplicaciones e innovaciones como el sistema rds y vía
satélite.

Aparición de la
Radio

La aparición de este medio de comunicación
es una sucesión de descubrimientos que comenzaron a
finales del siglo XIX.

Se tiene noción de que la primera
comunicación telegráfica inalámbrica
sucedió un 14 de mayo de 1897 entre las poblaciones de
Laverck Point y la isla Fratholm en el canal de Bristol que se
hallan separadas por una distancia de unos 5 kilómetros.
El autor de ese fantástico descubrimiento fue Gugliermo
Marconi, un físico italiano.

De esa primera comunicación le continuaron una
seguidilla de avances tecnológicos que poco a poco fueron
mejorando la calidad de las comunicaciones y también la
cantidad.

El primer gran empujón que recibió fue
durante el desarrollo de la I Guerra Mundial (28 de julio de 1914
– 1918). He aquí una gran utilidad que se le dio a
este medio de comunicación: los fines
bélicos.

Durante ese período los radioaficionados lograron
hazañas tan grandes como el primer contacto radial
trasatlántico (1921).

El papel que jugo la radio en la II Guerra Mundial (1939
– 1945) fue también muy importante y fue allí
donde recibió muchísimo aporte militar para logra
un desempeño mejor al alcanzado en esa época. Se
utilizó como medio alternativo de comunicación ante
la destrucción de las vías férreas,
telegráficas y de los caminos disponibles.

Historia de la
radio en la Argentina

Los Comienzos La
mayoría de los estudiosos del tema coinciden en que, si
bien en 1920 el invento de Guglielmo Marconi era ya en Estados
Unidos y en Europa una herramienta usual de la
radiotelefonía (comunicación interpersonal con
fines privados o bélicos), le cabe a la Argentina el rol
de pionera en la radiodifusión. Fueron el médico
Enrique Telémaco Susini, junto a otros tres estudiantes:
Miguel Mujica, César J. Guerrico y Luis Romero Carranza
quienes el 27 de agosto, tras cumplir la hazaña de
convertir a la radio en un incipiente medio de
comunicación masivo, se ganaron el histórico apodo
de "Los locos de la azotea". A través de la
transmisión en vivo desde el Teatro Coliseo de la
ópera Parsifal de Richard Wagner, nacían Radio
Argentina –la primera emisora del país– y un
público conformado por apenas unos cincuenta
radioaficionados. Ya en esa primera década de su
historia, la radio ofrecía de manera incipiente los
géneros y formatos que la habrían de caracterizar
posteriormente. En 1921, la transmisión de música
clásica se convertía en un hecho de frecuencia casi
diaria. Al año siguiente, la noticia cotidiana ganaba
espacio con la transmisión en vivo de la asunción
de Marcelo T. de Alvear como presidente de la República.
En septiembre de 1923 entraba el boxeo, con la célebre
"pelea del siglo" entre Luis Ángel Firpo (a) El Torito de
las Pampas y Jack Dempsey desde el Polo Grounds de Nueva York y
en octubre del año siguiente lo hacía el
fútbol, con un partido disputado por uruguayos y
argentinos. Alrededor de esa fecha también – algunos
estudiosos señalan que un poco antes– se
ponían al aire los primeros reclames (el galicismo
denominaba así a los avisos publicitarios). Hacia el final
de la década nacía el radioteatro, cultor inicial
de la vertiente criollista y nativista de delgado hilo
argumental, centrado en canciones y payadas. El origen se
atribuye hoy a Francisco Mastandrea con La caricia del lobo,
éxito que continuará Andrés González
Pulido con su conjunto Chispazos de tradición y que luego
concretará expresiones más rigurosas con dramas
históricos y escenas nativas de Arsenio Mármol y
Héctor P. Blomberg.

A la pionera Radio Argentina, se
sumarían en breve: Radio Cultura, Radio Sud
América, LOU Radio Brusa (hoy Excelsior), Radio Libertad
(hoy Mitre), Radio Casa América, Radio Grand Splendid (hoy
Splendid) y Radio Nacional (luego Belgrano). En 1924
surgía en Rosario "la primera emisora cerealista del
país", mientras se producía una de las innovaciones
tecnológicas más radicales: la introducción
de los parlantes, modificando sustancialmente las condiciones de
escucha. El aparato receptor se ganaba así un lugar
importante en el hogar, reuniendo a su alrededor a la familia
entera. En tres años, el número de aparatos
había crecido de manera sorprendente y surgían ya
los primeros conflictos que llevaron a reglamentar la frecuencia
de emisión entre 1925 y 1929. Los años 30
acentuarán esta tendencia a la expansión. Al
éxito de Splendid y Belgrano se suma Radio El Mundo en
1935 con un edificio monumental de siete estudios y dos
auditorios, mientras el empresario Jaime Yankelevich crea desde
Belgrano las primeras transmisiones en cadena. Las revistas
especializadas: La canción moderna y Radiolandia dan
cuenta de este auge. A la vez el radioteatro amplía
su temática extrayendo asuntos de la producción
folletinesca, donde abundaban huérfanos, madres solteras,
grandes villanos y amores imposibles pero eternos. Por su parte,
hacia fines de la década, el deporte había
consolidado su audiencia y Alfredo Aróstegui ponía
al aire El Relato Olímpico, en tanto que Tito
Martínez Delbox creaba Gran Pensión El campeonato
que mantendría su vigencia por más de diez
años. Las voces de Horacio Belbo y Ricardo Lorenzo
"Borocotó" con sus relatos de fútbol y boxeo
atrapaban a la audiencia de entonces. El público se
segmentaba de acuerdo con la edad, el sexo y la extracción
social. Crecía por entonces el género infantil,
mientras se posicionan las historias policiales y la comedia
breve para el gusto adulto. En 1937 inició sus
transmisiones Radio del Estado desde el entrepiso del Palacio de
Correos y Telégrafos y sin emitir publicidad comercial.
Ante la demanda de un aporte mayor a la cultura, llevó
adelante un proyecto innovador para la época: la "Escuela
de aire", que permitía la escucha de programas elaborados
por el Ministerio de Educación en todos los
establecimientos públicos del
país. 

Su Notable
Crecimiento 

Hacia 1940 la radiofonía argentina
ya había alcanzado un importante desarrollo
económico y un impacto comunicativo incomparable. La
campaña electoral de 1946 tuvo a la radio como escenario
de difusión de las ideas políticas,
convirtiéndose en herramienta de propaganda y de
construcción de la opinión pública, no
siempre bien vista por todos. El radioteatro continuaba
ganando adeptos, en especial por parte del público
femenino que seguía fielmente las voces y peripecias
sentimentales de Oscar Casco, Hilda Bernard, Susy Kent, Rosa
Rosen, Eduardo Rudy, Jorge Salcedo o Julia Sandoval, con guiones
de Abel Santa Cruz, Nené Cascallar y María del
Carmen Martínez Paiva. En 1940 debuta Niní
Marshall con Cándida y Catita, iniciadoras de una extensa
lista de personajes que se tornarían inolvidables. Tres
años más tarde la Dirección Nacional de
Radiodifusión prohibirá sus actuaciones por
considerar que "tergiversaban el correcto idioma". Niní
volverá a la radio en 1954. A propósito del
humor, en 1944 salía al aire por primera vez Felipe, el
célebre personaje de Luis Sandrini, que tendría una
vigencia ininterrumpida de veintitrés años,
secundado por Juan Carlos Thorry, Tincho Zabala o Magacha
Gutiérrez, entre otros. Diversas figuras protagonistas de
la risa fueron también Pepe Arias, el dúo
Buono–Striano, Juan Carlos Mareco (a) Pinocho y Pepe
Iglesias (a) El Zorro. 

Los programas musicales continuaron siendo
un número fuerte, aunque volcados por entonces hacia
géneros más populares que la música
clásica. Las orquestas típicas, las de jazz, los
solistas de moda y hasta el recitador eran los ingredientes
esenciales de un buen show radiofónico. Son además
años de crecimiento del folklore. Antonio Tormo, que en
1937 integraba La tropilla de Huachi Pampa, imponía el
gusto mayoritario en su programa El Fogón de los
Arrieros.  Enrique Santos Discépolo, en tanto, con su
personaje Mordisquito se convertía en un emblema
incuestionable de la época, a través del
diálogo imaginario con ese personaje que no
reconocía las conquistas sociales del peronismo. El ciclo,
de gran éxito, se vio interrumpido con la muerte del autor
ya concluida esta década en la que el Estado Nacional
había recuperado todas las licencias de manos privadas y
extendido la creación de nuevas emisoras en el interior
del país. 

Los años 50 corrieron paralelos al
nacimiento de la TV, que sería con el andar del tiempo y
antes de conformar cada medio su público, su principal
competidora. Así fue como Radio Belgrano pasó a ser
LR3 Radio Belgrano Televisión. La muerte de Evita
dejó testimonios en la radiodifusión. Durante los
16 días siguientes no se escuchó más que
música sacra y se impuso la costumbre de evocar la hora
del deceso con la expresión: "Son las 20.25, hora en que
Eva Perón pasó a la inmortalidad." En octubre
de 1953 el Parlamento promulgó la Ley 14.241, la primera
en el campo de la radiodifusión sancionada con el Congreso
en funcionamiento. Esta década centró su
atención en la programación familiar. Los
Pérez García será uno de los productos de
mayor audiencia del horario nocturno y conservará ese
lugar de prestigio durante muchos años. La clase media
argentina aprendió así a "ver" sus propios
conflictos cotidianos a través de la radio y le
entregó su fidelidad. La audición de Jabón
Federal por Radio Belgrano, se centró también en
esta franja de público, alcanzando el primer lugar en la
preferencia de los oyentes. La música de entonces se
focalizó en el folklore (con propuestas como El Rancho 'e
la Cambicha) y fundamentalmente en el tango, que consagraba a
intérpretes populares como Alberto Castillo. Alejandro
Romay, por su parte, animaba Lluvia de estrellas, el que a su vez
competía con Una cita con el tango y Mundo de
tango. Los programas cómicos, que ya habían
consolidado un camino en décadas anteriores, se impusieron
con holgura. Son los años de Los cinco grandes del buen
humor (con Rafael Pato Carret, Jorge Luz, Juan Carlos
Cambón, Zelmar Gueñol y Guillermo Rico), de La
Revista Dislocada de Delfor Discasolo y Aldo Cammarota en Radio
Argentina (el primer programa donde la publicidad se integraba al
clima risueño y chispeante de la
audición). 

Tres grandes que enriquecen nuestra
historia radial 

Arturo Berenguer Carisomo 

Leopoldo Marechal 

J. Carlos Paz 

Radioteatro

El radioteatro
argentino

Cuando a comienzos de 1929 una audición de
música campera conducida por Roberto Torres y Francisco
Mastandrea parecía agotarse, este último, inspirado
en las novelas por entregas tan en boga en aquella época,
crea "La caricia del lobo", "una novela radial, la primera obra
radiofónica que no concluiría en un solo día
o en el espacio de una audición"

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Hasta ese momento se habían difundido programas
unitarios de teatro radial y programas como el ya mencionado de
Mastandrea, denominados en la época "revistas
radioteatrales", en los que se combinaban números de
música y canciones folklóricas con la
representación de breves escenas o "sketchs" de ambiente
campero. Los que le siguen toman la temática y la
estructura del folletín y el drama gauchesco.

En la programación radial de 1933 había
cuatro compañías radioteatrales, dos años
más tarde se produce una explosión del
género que sólo se interrumpirá con el
arribo de la televisión y que se manifiesta en la
creación de nuevas compañías; en la
diversificación temática del género, de
acuerdo a exigencias de un público cada vez más
amplio y heterogéneo, y en la incorporación de
autores para cubrir la demande de adaptaciones y novelas
originales. En la búsqueda de temas y fórmulas de
segura repercusión, la radio se nutre de la novela
popular, fuente aprovechada ya por otros medios como el cine y la
historieta. Con una variedad tal que mezcla novelas de capa y
espada, de aventuras, policiales e históricas con la
novela sentimental o "rosa" que terminara imponiéndose en
la década siguiente. Pero el género se
diversificó todavía más. Habrá un
radioteatro infantil; un radioteatro familiar y costumbrista; un
radioteatro dirigido a un público de clase media
predominantemente femenino que gustaba de las historias de amor
con final feliz y finalmente la línea
gauchesca.

Algunos éxitos radioteatrales llegaron
prácticamente a paralizar la vida en las ciudades,
preocupando a los comerciantes.

La gente participaba…

El radioteatro fue uno de los fenómenos
culturales más importante de nuestro pueblo. Así lo
demuestra la participación activa del público en
sus historias. La correspondencia, los correos de lectores, la
presencia del público en las emisoras eran moneda
corriente por aquellos tiempos. Pero el acercamiento no se
limitaba a la experiencia radial

La modificación tecnológica
más importante se sitúa en 1956, con la llegada a
la Argentina de las primeras radios portátiles a
transistores, hecho que volvería a modificar las
condiciones de escucha. Así el aparato receptor se
desplazaría con el oyente, fortaleciendo las condiciones
de fidelidad, ya sea a una emisora o a una voz en
particular. A partir de 1957, con la nueva
reglamentación de la radiodifusión, el medio
entró en un terreno complejo. La censura y el cuidado de
los contenidos en los programas se convirtieron en una
práctica frecuente. 

La década del '60 en
adelante 

Al comenzar la década del 60, ya se
han registrado cambios sustanciales. En primer término,
los elencos estables y las orquestas exclusivas de las emisoras
son absorbidos por la televisión, que además ha
ganado la batalla por la ficción folletinesca. Los
programas en vivo tienden a menguar; la información y la
música se convierten en protagonistas del discurso
radiofónico. El medio se posiciona cómodamente en
el horario matutino, franja a la que recurre una audiencia
ávida de obtener noticias recientes de primera
mano. En cuanto a la estética, se impone un
código más informal y cómplice, en el que
destacan Fontana Show, La Gallina Verde, El Diablo Cabo y a
partir de 1967 Rapidísimo de Héctor Larrea, un
clásico de largo aliento. También en el espectro
informativo cabe citar el alto impacto de Ariel Delgado desde
Radio Colonia en Uruguay. Su clásica frase: "Hay
más informaciones para este boletín" puso en vilo
en más de una ocasión a la audiencia argentina, que
se las ingeniaba para sortear la censura militar impuesta por la
dictadura de Onganía. En el género musical
triunfaron propuestas como La Cabalgata Musical Gillette que puso
al aire por primera vez una canción de los Beatles, por
entonces denominados "Los escarabajos". El sector juvenil se
inclinó también por propuestas como Música
en el Aire o Escalera a la fama, en tanto que el repertorio
folklórico encontró en Argentinísima de
Julio Márbiz o El mundo de la guitarra de Antonio Carrizo
vehículos notables para su propia
difusión. 

La información deportiva ganó
con nuevas voces y figuras, entre las que cabe mencionar a
Andrés Rouco y Lisandro González Longhi con
Carburando, Carlos Legnani con Campeones en el camino y la dupla
Oscar Gañete Blasco – Pérez Trigas con
Emoción en las rutas. La gran innovación de
los años 70 es la aparición de las emisoras de
frecuencia modulada, más conocidas como FM. Su
irrupción divide el espectro radiofónico,
estableciendo la dicotomía: AM–información/
FM– música, antítesis que irá
desapareciendo con el paso del tiempo. En 1972, a partir de
la promulgación de la Ley Nacional de Telecomunicaciones,
se crea el Comité Federal de Radiodifusión
(COMFER), que pasa a depender al año siguiente de la
Secretaría de Prensa de la Presidencia. Un sensible
cambio de estilo se produce en las figuras de locución:
los tonos bajos, sugerentes y casi susurrantes cautivan la
escucha nocturna que la FM recupera para la radio,
disputándole público joven a la televisión.
Es la consagración de Nora Perlé, Betty Elizalde,
Nucha Amengual y Graciela Mancuso, figuras femeninas a las que se
suma el estilo pausado de Omar Cerasuolo o de Juan Alberto
Badía.  La noche gana con programas como Modart en la
noche, Imagínate, Las 7 lunas o La noche con
amigos. Desde la perspectiva informativa general a los
nombres de Cacho Fontana y Antonio Carrizo se suman los de
Víctor Sueiro, Julio Lagos, Mario Mactas y el más
innovador de la década: Hugo Guerrero Martinheitz, (a) El
Peruano Parlanchín, con su original El show del
minuto. La dictadura militar a partir de 1976 impuso su
control sobre los medios de comunicación y la censura se
instauró también en la radio. Listas negras,
nombres prohibidos, asuntos eludidos y músicos cuya obra
no podía ser difundida, se convirtieron en
prácticas habituales. Nuevamente Ariel Delgado desde el
vecino Uruguay les permitió a los argentinos saber
qué estaba ocurriendo en su propio país. En medio
de tanto silencio, una figura como la de José María
Muñoz, (a) El relator de América, que había
cambiado en las décadas anteriores el estilo de las
transmisiones deportivas con un sello profesional y único,
borraba con el codo lo escrito con la mano. En el marco del
Mundial de Fútbol 78, durante la visita al país de
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos,
asumió una actitud harto complaciente con la dictadura,
postura que reafirmaría en el mundial juvenil 79.  En
1980 se aprobó el Decreto/Ley 22.285 sobre
radiodifusión, que –entre otras cosas–
extendía las licencias a quince años con
prórroga de diez más, convertía al COMFER en
un ente autárquico e integraba al mismo tres miembros de
las Fuerzas Armadas y dos representantes de las empresas
privadas. 

Los últimos
tiempos 

El retorno a la democracia trajo nuevos
aires a la radio, que adoptó un carácter más
frontal, con información al instante y un amplio lugar
para la opinión y el debate. En este espacio se
convirtieron en clásicos: Magdalena Ruiz
Guiñazú, Santo Biasatti, Román Lejtman,
Nelson Castro, Alfredo Leuco, Diego Bonadeo y el siempre
recordado Néstor Ibarra. Algunos programas de
entonces se convertirían en emblemáticos de esa
época, por el alto nivel de ideas, de producción o
de creatividad: Sin Anestesia de Eduardo Aliverti, Sueños
de una noche de Belgrano con Jorge Dorio y Martín
Caparrós, Ciudadanas de Ana María Muchnik o
Historias en estudio de José M. Pasquini Durán
señalan algunos de los hitos más altos alcanzados
por la radio entre 1984 y 1985. También el humor
volvió a ocupar un lugar destacado en el aire. A partir de
1987 Alejandro Dolina convocó a una audiencia creciente
con Demasiado tarde para lágrimas, combinando risa y
desenfado con la profunda reflexión humanista. En el
deporte el brillo recayó sobre Víctor Hugo Morales,
que primero en Radio Mitre y luego en Continental,
marcaría un estilo de relato signado por una cultura
general hasta el momento poco frecuente en el periodismo
deportivo. Los 90 se vieron en la encrucijada de un doble
movimiento, signado por las direcciones encontradas entre la mega
concentración de las empresas periodísticas, con la
administración de varios medios a su cargo, y la
proliferación de los micro–medios: radios de baja
potencia de alcance local y comunitario. En esa tensión
proliferarían también las FM que renovaron la
estética radial, destacándose, entre otras: Rock
and Pop, FM 100, Horizonte, Feeling y Aspen. Crecieron asimismo
las denominadas "radios de segmento", es decir, aquellas con un
público muy sectorizado, como por ejemplo: FM Tango o FM
Clásica. Nuevas voces: Lalo Mir, Elizabeth Vernacci, Mario
Pergolini, Boby Flores, Marcela Feudale, Ari Paluch, se ganaron
su lugar a fuerza de personalidad, carácter e
innovación. Hoy la radio ocupa un espacio por derecho
propio. Ya no se plantea competir con la televisión porque
supo conquistar un sitio imprescindible en la vida cotidiana:
ritmo informativo, walkman o escucha en el auto,
acompañamiento, diversión, actualidad. Las nuevas
tecnologías de la información y la
comunicación han abierto también otros canales a
través de Internet y hacen posible que un programa emitido
en una localidad de nuestro país pueda ser escuchado con
calidad y alta fidelidad en otros lugares del
mundo. 

Humor en
radio

HISTORIA DEL HUMOR EN
RADIO

En la década del ´20 con la necesidad de
"romper la monotonía del bailable", se introduce el
monólogo, nombre genérico que se aplicaba como
síntesis del repertorio hablado. Consistente en un
SOLILOQUIO protagonizado por un actor, el cual a través de
una improvisación o un libreto, en general de
autoría propia, efectuaba narraciones de diversa
índole, muchas veces encarnando un personaje creado por
él mismo.

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RADIO VS TV

 La televisión despojo en los
hogares un poco al lugar que ocupaba la radio, en la misma se
abandonaron los programas en vivo y los radioteatros, la radio se
quedo con el horario matutino y la televisión con el
nocturno.

Nace Minguito Tinguitella, de la mano de Juan Carlos
Altavista.

 Radio El Mundo, nace el programa "El Fontana
show", programa de información, vértigo,
desacartonamiento, espontaneidad e improvisación, Fernando
Salas participaba del programa en la realización de
chistes cortos que caracterizaron al programa. Treinta chistes
por día.

Las Radios queda reducidas tras desaparecer los
radioteatros y los programas con públicos, los estudios
tenían generalmente 3 metros por 4. Comienzan a surgir los
Disc Jockey.

En 1969 Nace "Claves para bajar de la cama" un
nuevo humor llevado por Castello, Salas, Bedrune y Dolina. 
En este año nace radio Continental, que anteriormente se
la denominaba Radio Porteña.

En 1974 el estado obliga a las radios a pasar el
75 por ciento de la música de carácter
nacional.

 El programa "Rapidísimo", conducido por
Héctor Larrea en Radio Rivadavia, incorporó por
primera vez el humor a principios de los "80. El hasta
entonces pacato Larrea tardó un mes en tirar la chancleta:
no faltaron entonces chistes picantes, comentarios
irónicos y el doble sentido en las mañanas de
Rivadavia. Por allí pasaron Luis Landriscina,
Víctor Harriague, Juan Carlos Mesa, Juan Carlos Altavista
con"Minguito", Mario Sánchez. Jorge Marchetti sentencia:
"El humor de radio tiene música".

Con la llegada de la democracia en 1983, las
ganas de reírse volvieron a aparecer también en la
radio. La noticia se volvía central en las mañanas,
el humor había perdido sus programas especiales y se
mezclaba en los vericuetos de lo cotidiano en formato de clips.
"De elencos humorísticos se pasó a dúos
humorísticos y con esto el humor se zafó

En el programa "En ayunas", con Carlos Abrevaya y Jorge
Guinzburg, se escuchaban noticias como ésta: "Dato de
penúltimo momento, Israel teme una matanza en el
Líbano. Argentina teme una libanización en La
Matanza".

 Años más tarde, "Demasiado tarde
para lágrimas" y "La venganza será terrible", de
Alejandro Dolina, comenzaban a reírse de las revistas del
corazón.

El Trío Laurel también marcaba una
época.

 Con el nacimiento de las
FM…

La primera emisión de Frecuencias Moduladas fue
en 1970, pero sin continuidad.

Nace la Rock and Pop.

1987 nace, en Rock and Pop, un programa llamado
VanGkok

1989 Mario Pergolini acapara el 78% de la
audiencia nocturna con su ciclo "Malas Companias" por la Rock and
Pop.

Desde mediados de los "90, cuando la primavera
menemista llegó a su final, la premisa radiofónica
fue mejor reír que llorar. Los personajes de "Animal de
Radio" de Lalo Mir en la Rock & Pop, como Rafael Orestes
Porelorti, el dúo Saborido y Quiroga y sus canciones sobre
las valijas de Amira y el dúo Rubio y Rottemberg
después, ambos en Radio Mitre, establecían las
críticas de actualidad y el humor político. Los
sketches se denominaban, por ejemplo, "Monasterio de
Economía" con Domingo F. Cavallo.

Eduardo Aliverti reflexiona: "Si uno repasa la historia
de la radioen general y la historia del humor en radio,
llegará a la conclusión de que el humor
concentró en gran medida a todos los grandes".

David Rotemberg y Luis Rubio, "El humor es pasar
silbando por un cementerio de noche". Estos dos personajes del
humor son parte esencial de las mañana de radio

 La radio cumple 70
años

Las emisoras toman una nueva configuración. Sus
propietarios son a la vez dueños de medios gráficos
o televisivos. Surgen los multimedia.

Cómo hacer reír con
tan sólo un micrófono

 Estas décadas detallan cómo es eso
de reírse con la radio. Con el humor, la simpatía
se coló en decenas de hogares, se subió a los
colectivos y caminó por la calle: la risa fue, entonces,
una compañía cotidiana. Primero en los radioteatros
y más tarde en los noticieros, el humor
acompañó momentos trascendentes de la historia
radiofónica y en definitiva en la historia del
país.

 Así aparecen personajes que van desde el
mítico Delfor y su "Revista Dislocada", el dúo
Buono-Striano en sus albores, Juan Carlos Thorry junto a la
inigualable Niní Marshall, el Minguito de Juan Carlos
Altavista, el "Fontana Show" entre los más lejanos, y
Rubio y Rottemberg en Radio Mitre, o Rafael Orestes Porelorti
(Fernando Peña) en la Rock & Pop, entre los más
cercanos en el tiempo.

 Hay dos aspectos de la radio con los que la
tele no pudo competir nunca: la información y el
humor.

"El mundo no puede vivir sin humor, ni se supone que
lo haga jamás", dice Fernando Peña.

Los programas
más destacados del humor

'EL FONTANA SHOW': con
Cacho Fontana, por Radio EL MUNDO.

'LA REVISTA DISLOCADA': UN PROGRAMA QUE
HIZO HISTORIA.

DURANTE MÁS DE 20 AÑOS, FUE UNO DE LOS
CICLOS HUMORÍSTICOS DE MAYOR CONVOCATORIA.

 "La Revista Dislocada", conducida
por Delfor. Roberto Di Chiara, coleccionista del mundo de la
radio y amigo de Delfor, recuerda: "Fue el único programa
en que se paraba el país para escucharlo. De hecho las
otras radios suspendían su transmisión y se
acoplaban a la transmisión de El Mundo".

Creada en 1954, durante años, "La revista
dislocada" lideró la audiencia radial los domingos al
mediodía. Fue una "compañera" más de la
familia argentina. Luego, pasó a la televisión y el
éxito, lejos de mermar, siguió siendo contundente.
Cuarenta años después, su hacedor, Delfor Amaranto
Dicásolo —popularmente conocido como Delfor—
decidió volver con su mítico programa en el que
intenta reinventar un humor "sin malas palabras", como él
mismo dice, orgullos de ese objetivo.

Tras residir varias décadas en Perú y
México, países donde se refugió luego de que
la dictadura de Agustín Lanusse lo prohibiera en 1973,
Delfor es un tipo que le gana al tiempo —"a lo sumo me dan
65"— y a pesar de los kilos de más aún
conserva la mueca de picardía y el tradicional bigote
finito que siempre lo caracterizó.

"Tuve varias ofertas para hacer ''La revista
dislocada'' en radio, pero no me convencían
", dice
Délfor. Hasta que fue convocado por Radio Nacional y eso
lo alegró, ya que sus programas siempre fueron con
público y la emisora le brindaba el espléndido
auditorio de Maipú 555.

Sobre la creación de sus personajes, Delfor los
define como "salidos de la calle", aunque sabe que muchos de sus
dichos y muletillas fueron adquiridos por el público como
"no me pisen la víbora", que era un personaje que
vendía pelapapas en Avenida de Mayo con un reptil medio
muerto al cuello.

CULTURA POPULAR:

Uno de los aportes más duraderos que "La revista
dislocada" hizo a la llamada cultura popular el calificativo de
"gorilas", surgido del tema musical "Deben se lo gorila, deben
se..", compuesto por Delfor y Aldo Cammarota. En la actualidad,
ese término se usa en numerosos países
latinoamericanos para designar a todo aquello considerado
antipopular.

 Délfor Amaranto Dicasolo Pologna, oriundo
de Chivilcoy, hijo de inmigrantes italianos, apenas terminada la
escuela secundaria llegó a la Capital con sus dibujos, sus
caricaturas y una voz capaz de realizar infinidad de sonidos e
imitaciones. Estos talentos naturales lo acercaron al mundo del
espectáculo; así transitó escenarios
barriales y teatrales (en el varieté formó un
dúo con Rafael Carret) hasta llegar a la radio, donde se
hizo conocido por sus imitaciones de figuras populares de la
época. Participó en "La matiné de Juan
Manuel", junto a Juan cito Monti y Guillermo Iglesias; "Club de
barrio"; "La cruzada del buen humor"; "Un alto en la huella" y
"El show de Délfor" entre otros.

 "«La revista dislocada se inició con
el primer elenco en 1952, en Radio Argentina, los domingos, de
12.30 a 13.30 y, en el 54, se trasladó a Splendid. En 1959
comenzó la carrera en TV, en Canal 7 y luego en el 13. El
éxito se prolonga hasta 1973, cuando fue prohibido por el
gobierno de Alejandro Agustín Lanusse."

La fórmula de este suceso
humorístico:

Fundamentalmente radicaba en que todo lo que se
decía estaba guionado, nada quedaba librado al azar. Y
luego se incorporó el humor político. La base era
el talento y el ingenio de cada uno de los integrantes, que se
comportaban con gran responsabilidad

ELENCOS:

Alberto Locatti, Héctor Ferreira, Beto Cabrera,
Iván Grey, Mengueche, Héctor Serafino, Mario
Durán, Héctor Pasquali, Jorge Marchesini, Angel
Bazo, Eduardo Almirón, Anita Almada, Nelly Beltrán,
Calígula, Carlos Balá, Jorge Porcel, Raúl
Rossi (el mejor actor en todo sentido), Tristán
Díaz Ocampo, Vicente La Russa, Isabel Lainer. Un buen
día faltó un guitarrista y Beto Cabrera trajo a
Mario Sánchez, que resultó ser tan buen
músico como humorista. La orquesta la dirigía
Santos Lipesker y entre sus integrantes figuraban Lalo Schifrin,
Horacio Malvicino, Roberto Grela y los hermanos Marafiotti. El
maestro Ernesto Catalán estaba a cargo del sonido y
efectos especiales.

 Trabajar con público en la
sala:

A los tres meses de estar en el aire, "La revista
dislocada" se convirtió en un suceso de audiencia. El
público cortaba el tránsito en Uruguay al 1200,
donde estaba Splendid. Parte de esa multitud ingresaba en la sala
y el resto se quedaba en la puerta esperando. Esa
presentación dominical tenía una previa, la
reunión de ensayo general, los viernes y los domingos, una
hora antes del ensayo final, con música.
Lógicamente todos vestidos de traje, siempre impecables,
frente a los micrófonos de pie.

 'RAPIDISIMO':

Al principio duraba media hora, de 9 a 9.30. Fue un
momento en que sólo había música "nueva ola"
y se dio la reaparición y la revalorización de
géneros absorbidos con fruición y abandonados de
golpe como el tango, el folklore, el buen internacional y algo de
jazz potable.

De lunes a viernes de 10 a 13, por Radio Rivadavia (AM
630), conduce su creador, Héctor Larrea. Este
auténtico referente de la radio lleva 40 años de
trayectoria y 34 interrumpidos en el liderazgo de este programa
que lo encuentra nuevamente en la emisora donde alcanzó
sus momentos de mayor repercusión y popularidad: Radio
Rivadavia.

Partes: 1, 2

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