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Psicología forense



Partes: 1, 2, 3

  1. Introducción
  2. Psicología
    criminal
  3. Escuelas
    psicológicas
  4. Teorías de
    aprendizaje social
  5. Personalidad y
    psicopatología del delincuente
  6. Psicosis
  7. Otras
    psicopatologías asociadas a la
    delincuencia
  8. El delincuente
    sexual
  9. Psicología
    forense
  10. Psicología
    forense penal
  11. Psicología
    en Juzgados de Familia
  12. Psicología
    en Juzgados de Menores
  13. Clínicas
    médico forenses
  14. La
    psicología jurídica: confluencia entre
    Psicología y Derecho
  15. Aplicación
    de la psicología forense en la ejecución
    penal
  16. Tratamiento
    (acción y efecto a tratar)
  17. Conclusiones
  18. Intervención del psicólogo
    forense en la Administración de
    Justicia
  19. Psicología
    forense y su delimitación con otras
    disciplinas
  20. Jurisdicciones
    donde interviene el psicólogo
    forense
  21. Perfil del
    psicólogo forense
  22. Ética en la
    práctica profesional del psicólogo
    forense
  23. Fundamentos
    legales de la intervención del psicólogo
    forense en la jurisdicción penal
  24. Imputabilidad e
    inimputabilidad

Introducción

La persona aislada y sin
contención en su ambiente,

tiene motivo suficiente, para ser un
delincuente.

El crimen es un delito grave social y también
significa la violación de la ley moral. Es el acto cuyas
consecuencias representan un serio perjuicio tanto para el
criminal como para la víctima.

La Ley castiga y condena un crimen, separando de la
sociedad a quien lo haya cometido, hoy en día con la
intención humanística de darle la oportunidad de
recuperarse. Ese es el espíritu de la ley aunque no
siempre se logre.

La Criminología es la ciencia que estudia los
fenómenos delictivos y al delincuente; según los
conocimientos de la medicina, la psicología, la
psicología social, la sociología, las
estadísticas, las experiencias y la
tecnología.

Todo crimen puede ser una reacción descontrolada
consciente, inconsciente o simbólica frente a un
estímulo y casi siempre tiene una motivación. Por
alguna razón una persona ante determinadas circunstancias
pierde el control y comete un delito.

El hombre es la única especie que puede controlar
sus impulsos, característica que lo distingue del resto de
los animales, sin embargo, ese mecanismo inhibidor en
algún momento no funciona provocando una descarga
impulsiva que no llega a pasar por la corteza cerebral e impide
la oportunidad de reflexionar.

Desde el punto de vista psicológico un criminal
es una persona con algún tipo de trastorno mental. En la
gran mayoría de los casos se trata de personas que han
sufrido experiencias traumáticas de abandono o abuso en la
niñez que han alterado su proceso de pensamiento y su
conducta o criados en un ambiente con valores opuestos a las
normas que rigen en la sociedad en que viven.

Las lesiones cerebrales son comunes en las personas que
tienen problemas de adaptación, aunque muchas veces no se
lleguen a registrar. El cerebro es un órgano que
aún no se conoce completamente.

Una mente criminal puede razonar coherentemente, como
por ejemplo los psicópatas, pero con un razonamiento que
parte de premisas falsas. Su modo de ver el mundo difiere del de
la mayoría y no puede aceptar las reglas de convivencia,
prefiriendo respetar sólo sus propios
códigos.

No tienen sentimientos de culpa ni remordimientos y
pueden pasar desapercibidos, comportándose relativamente
en forma normal hasta que delinquen.

El diagnóstico de un psicópata es
difícil, porque suelen ser muy inteligentes con una
capacidad de razonamiento complejo pero se ponen de manifiesto
cuando se descubre su idea delirante.

Las investigaciones realizadas con personas con
reacciones antisociales revelan distintas formas de
comportamiento según los trastornos de la
personalidad.

Los que atentan contra la moral manifiestan
anomalías del comportamiento sexual, como el incesto, la
pedofilia, la gerontofilia, la bestialidad, el fetichismo, etc.;
y también deformaciones del acto sexual como el sadismo,
el exhibicionismo, etc.

Estas conductas anormales se presentan ya sea como
impulsiones automáticas inconscientes, como excesos, o
como obsesiones.

Las tendencias incendiarias o piromanías se
manifiestan con bastante frecuencia en el comportamiento de los
enfermos mentales, manifestación antisocial que tiene
lugar casi exclusivamente en los medios rurales. Los
epilépticos, los débiles mentales agresivos, los
delirantes por actos de venganza, los desequilibrados
psicópatas y los alcohólicos, son los candidatos
potenciales para cometer este delito que puede tener
consecuencias trágicas.

Ciertos homicidios son realizados en un estado de
inconsciencia total o casi total. Por ejemplo en el caso de
asesinatos durante estados de confusión o crepusculares
epilépticos seguidos de amnesia posterior.

Existen actos homicidas perpetrados por enfermos
demenciales o confusos, que no pueden controlar sus impulsiones
agresivas debido a su debilitada inteligencia o a su oscurecida
conciencia, como las reacciones homicidas de los dementes y de
los confusos.

El homicidio puede también estar determinado por
una motivación delirante, dependiendo de sentimientos o
ideas de persecución, o de celos. Puede ocurrir que
enfermos mentales con delirio pasional o de
interpretación, o paranoicos reivindicadores, maten bajo
el irresistible impulso de su delirio.

Los enfermos delirantes alucinados obedecen no ya
directamente a sus impulsos sino indirectamente a las voces que
oyen que les ordenan las ejecuciones.

El homicidio puede presentarse como una obsesiva
impulsión a la cual el sujeto se resiste hasta el
límite de lo posible, como en el caso del homicidio de los
esquizofrénicos, que la mayoría de las veces
parecen ser inmotivados.

El caso de los psicópatas perversos
constitucionales plantea difíciles problemas
médico-legales, ya que desde el punto de vista legal no se
pueden considerar patológicos y que son punibles, aunque
constituyan personas con desequilibrios caracterológicos o
inmadurez afectiva.

Menos dificultades presentan en los peritajes
médico-legales los grandes sádicos (vampiros,
destripadores, asesinos de niños, etc.) monstruosidad
patológica que se registra en sus crímenes en forma
patética y cruenta.

Psicología
criminal

"Lo que un hombre ha creado, es
susceptible

de ser conocido por otra inteligencia
humana"

Sherlock Holmes

Definición de Psicología Criminal y su
objeto de estudio.

La Psicología Criminal o Criminológica es,
según su etimo, el estudio del alma del sujeto criminal.
Aunque aquí, el etimo psique se usa en sentido
científico, es decir, aquellos rasgos de la personalidad
total del delincuente y no su alma en sentido
metafísico.

La Psicología criminal, ha rebasado el
límite de la observación individual del sujeto
antisocial extendiéndose hacia estudios de la conducta
criminal y de los factores psicológicos que influyen en la
criminalidad, ya sean individuales o colectivos.

Se reconocen cuatro ramas científicas para la
observación psicológica de la
personalidad:

  • La Psicología Criminal que estudia al
    delincuente en cuanto es autor del delito.

  • La Psicología Judicial que estudia su
    comportamiento en cuanto es imputado de un delito.

  • La Psicología Penitenciaria que lo estudia
    mientras está condenado, expiando una pena privativa
    de la libertad.

  • La Psicología Legal que coordina las nociones
    psicológicas y psicopatológicas que ocurren por
    la aplicación de las normas penales vigentes sobre las
    condiciones del menor, del enfermo mental, del sordomudo, del
    alcohólico así como de las circunstancias
    agravantes o atenuantes.

La Psicología Criminal estudia las aptitudes, los
procesos mentales, la personalidad, la motivación
(consciente o inconsciente) del criminal y de su crimen,
partiendo, de la psicología del individuo hacia la
psicología de los grupos sociales o
antisociales.

Es también, la Psicología Criminal,
partícipe de la síntesis criminológica,
así que es interdisciplinaria, apoyándose de la
Biología Criminológica, la Antropología
Criminológica, la Sociología Criminológica,
la Criminalística, la Victimología y la
penología.

Podemos resumir, según Marchiori que: "la
Psicología Criminal trata de averiguar, de conocer
qué es lo que induce a un sujeto a delinquir, qué
significado tiene esa conducta para él, porqué la
idea de castigo no le atemoriza y le hace renunciar a sus
conductas criminales; la psicología criminal trata de
averiguar su significado de manera
histórico-genética".

Escuelas
psicológicas

SIGMUND FREUD Y EL
PSICOANÁLISIS.

"Leer en la noche de la
mente,

es comprender la gramática del
día"

A. Alegre

Dentro de las escuelas psicológicas que
más influencia han tenido en el desarrollo de la ciencia
criminológica, se encuentra el psicoanálisis,
fundado por Freud a principios del siglo XX. Básicamente,
el psicoanálisis sostiene que la personalidad es el
resultado de fuerzas ajenas a la consciencia del sujeto,
motivaciones estas, de índole sexual, principalmente, que
aclararemos enseguida.

Aparato Intrapsíquico:

El Aparato Intrapsíquico es la aportación
fundamental del psicoanálisis, ya que gracias a su
análisis podemos conocer la dinámica de la
personalidad. Freud, sostiene que la mente está compuesta
por diferentes instancias psíquicas que determinan la
personalidad.

  • Consciente, Preconsciente e
    Inconsciente.-

Freud supuso que la estructura mental está divida
en tres regiones: una parte inconsciente, otra preconsciente y
una consciente. La parte inconsciente como su nombre lo indica,
son elementos que nunca pueden llegar a ser notados por el
sujeto, aquí se encuentran los instintos y gran parte de
"lo reprimido" que veremos más adelante. Sólo se
puede ser accesible a este contenido a través de
manifestaciones indirectas, como son los sueños, los
lapsus (actos fallidos) y el síntoma. La parte
preconsciente se define como aquella en que los contenidos
psíquicos pueden llegar a ser en un momento consciente, es
decir, que se pueden evocar recuerdos o asociaciones que
sólo un momento antes permanecían fuera de la
consciencia. La región consciente, es aquel estado de
darse cuenta de las cosas, lo que en ese momento puede estar
pensando la persona.

El inconsciente genera su importancia dado que es el
lugar a donde van a dar todas las cosas inútiles,
traumáticas o dañinas, es una especie de basurero
gigante donde se manda aquello que nos avergüenza, nos
molesta o nos angustia. Las vivencias no desaparecen ni se
olvidan sino que viven ahí con un gran dinamismo. Incluso
existe un pensamiento y un sentimiento inconscientes.

Este descubrimiento abrió un mundo de
exploración de la criminología: todo delito tiene
una motivación inconsciente, profunda, desconocida
aún para el mismo criminal.

  • El yo, ello y superyó.-

El ello es el núcleo original del aparato
psíquico, aquí residen los instintos, las
tendencias, las pasiones, las pulsiones. Este componente es
totalmente inconsciente y se rige por el principio del placer,
definido este último como la tendencia hacia la descarga
de las pulsiones de manera directa y total. El yo es una parte
del ello que ha sido modificada durante el desarrollo de la
personalidad y que está en contacto con el medio ambiente;
se rige por el principio de realidad, que son las demandas
ambientales que determinan la adaptación del individuo a
su entorno social. El superyó es una formación que
se desprende del yo, y está formado por normas morales de
la sociedad, debido a esto se rige por el principio del deber
ser.

  • Los instintos.-

Freud reconoce la existencia de dos instintos
principales en la dinámica de la personalidad, el primero
de ellos es el instinto de vida o Eros que es principal y
básicamente sexual, es importante aclarar que el
término sexual en psicoanálisis significa vida. A
este instinto se le opone el Tanatos o instinto de muerte. La
vida y la muerte son los dos aspectos que se combinan en la
dinámica de la personalidad ya que a veces nos movemos
buscando la vida o la muerte.

La idea de los instintos es fundamental para la ciencia
criminológica ya que estudia si efectivamente el hombre
tiene un instinto de muerte que lo lleva a destruir, a matar, a
delinquir.

La vida y la muerte no se manejan de forma directa sino
de manera simbólica, así alguien vive o muere de
forma simbólica, de ahí que se desarrollen las
diferentes neurosis o psicosis.

  • Mecanismos de Defensa.-

Los mecanismos de defensa son aquellos dispositivos al
servicio del yo para atacar o administrar las demandas
pulsionales del ello (instintos); se encuentran en la
región inconsciente del yo, por lo que una persona
difícilmente nota su presencia. La identificación
que el criminólogo hace de dichos mecanismos que presenta
un delincuente, un testigo o cualquier persona involucrada en un
hecho delictivo es de fundamental importancia para una adecuada
toma de decisiones en su desempeño profesional.

A continuación enumeraremos los principales
mecanismos de defensa que intervienen en la
personalidad:

  • Represión: mecanismo que excluye de toda
    realidad a algún evento.

  • Desplazamiento: mecanismo por el cual el yo deposita
    características de un objeto en otros, de modo que
    estos quedan asociados al primero.

  • Proyección: mecanismo por el cual el yo
    disocia (separa) algún elemento propio y lo deposita
    en un objeto externo.

  • Aislamiento: el yo anula toda carga emotiva de
    algún evento.

  • Inhibición: cuando alguna de las funciones se
    ve impedida o disminuida al ejercer algún tipo de
    conducta.

  • Racionalización: es una forma de negar o
    justificar algún evento con el fin de evitar el
    conflicto, el yo utiliza razonamientos lógicos para
    llevar a cabo esta tarea.

  • Identificación: el yo mima (imita)
    características de otros objetos.

  • Sublimación: conductas que socialmente
    aceptadas o útiles, canalizan o descargan tendencias
    provenientes del ello.

Psicoanálisis
criminológico

La premisa fundamental en torno al psicoanálisis
criminológico es que todo crimen no puede explicarse
simplemente, y que en ocasiones la explicación es diversa
a la que aparentemente se presenta. Los instintos juegan un papel
importante en la dinámica del criminal, ya que un instinto
de conservación se puede expresar de forma agresiva, que
deviene en conducta antisocial. La explicación del
delincuente como un ser privado de superyó es fundamental
en su ubicación antisocial. La culpa juega un papel
importante en la dinámica del criminal ya que Freud
llegó a la conclusión de que un acto criminal era
cometido ante todo, por su carácter de prohibido y en su
ejecución se encontraba un alivio psíquico
(principio del placer).

Además de Freud los psicoanalistas Alexander y
Staub propusieron una clasificación de los
delincuentes:

  • 1. El criminal neurótico cuya conducta
    de enemistad social representa el punto de escape del
    conflicto psíquico entre las partes sociales y
    asociales de su personalidad, conflicto que nace de
    influencias semejantes a las que producen las psiconeurosis y
    que tienen lugar durante la primera infancia.

  • 2. El criminal normal de estructura
    anímica semejante al hombre normal pero identificado
    por la educación con modelos criminales.

  • 3. Además de estos dos grupos se
    encuentra otro condicionado orgánicamente: el de los
    criminales a causa de procesos patológicos
    orgánicos.

Teorías de
aprendizaje social

Dentro de esta vertiente de la Psicología
general, encontramos que las teorías del aprendizaje
social juegan un papel muy importante dentro del conocimiento de
la ciencia Criminológica. La base fundamental en que se
sustentan estas teorías corresponde a la hipótesis
siguiente: "La conducta que se presenta ante un individuo es un
modelo de acción posterior para el que participa de
observador y posteriormente de actor". Con ello queremos decir
que el aprendizaje por observación abarca cualquier tipo
de conducta de igualamiento, como la imitación; la simple
observación de la conducta del modelo parece ser
suficiente para promover el aprendizaje. Para Bandura (1969) el
aprendizaje puede ocurrir tanto en una consecuencia de
reforzamiento como a través del modelamiento u
observación solos, a lo que él le llama Aprendizaje
sin Ensayo. En una situación novedosa, las personas
aprenden lo que deben y lo que no deben hacer por medio de la
observación de las conductas de quienes parecen saber
cómo actuar. El éxito o el fracaso en muchos
aspectos de la vida en una cultura depende del aprendizaje por
observación que es al fin de cuentas el aprendizaje de los
roles sociales que se manifiestan en una cultura. El desviado
cultural –criminal- puede ser uno que ha fallado para
adaptarse al papel esperado. Ese fracaso puede surgir por un
modelamiento inadecuado: tener modelos equivocados o resistir la
influencia de los modelos. El aprendizaje por observación
puede promoverse tanto por un modelo desviado como por un modelo
prosocial, y la ausencia de modelos apropiados puede ocasionar
deficiencias en la conducta; la persona puede estar simplemente
mal equipada para ser un miembro cooperativo de la sociedad. El
aprendizaje por observación requiere la capacidad de
desplegar actividad simbólica así los
símbolos sirven como mediadores entre las situaciones y
nuestras reacciones y acciones. Esto significa que el aprendizaje
no solo se puede transmitir de manera observacional sino
también a través de mecanismos simbólicos
como las imágenes, conceptos y representaciones
verbales.

Modelos de vida y Modelos
simbólicos.

Los Modelos de vida real son aquellos agentes de la
cultura con los cuales tenemos relación directamente por
ejemplo de los padres, profesores o estrellas deportivas. Los
Modelos simbólicos incluyen material verbal,
presentaciones pictóricas (películas,
televisión e Internet) y material escrito (libros y
revistas). Se ha demostrado que los modelos simbólicos
influyen la conducta de los observadores, lo que los niños
ven en TV o Internet afecta su conducta. Bandura señala
que las producciones de televisión pueden tener mayor
influencia que la guía paternal debido a que la
representación directa de papeles es más vivida que
las instrucciones verbales solas. Es bien documentado el hecho de
que las conductas violentas observadas por niños de manera
gráfica se repiten en su propia conducta de manera real
(Bandura y Rosenthal, 1966). En el siguiente apartado
estudiaremos algunos de los factores ambientales que promueven
conductas delictivas.

Factores sociales que facilitan la conducta
delictiva.

El desarrollo de la personalidad incluye factores
ambientales que la determinan, del mismo modo la conducta
delictiva por imitación o por influencia de los modelos
tiene que ver con el momento sociocultural en el que se
desenvuelve la personalidad. Así algunos de los
principales factores de nuestra cultura occidental son: la
televisión, los medios impresos, Internet; en que los
modelos violentos son fácilmente asequibles a casi
cualquier persona sobre todo los niños. Algunos de los
factores más influyentes en conductas agresivas
son:

  • La televisión.

  • Internet.

  • Prensa y medios publicitarios.

  • Transmisión de respuestas
    nuevas.-

En experimentos clásicos se demuestra la
existencia de la imitación en respuestas que antes de ser
exhibidas a un observador no se presentaban, y que sin embargo al
ser expuestos de manera intencional a imágenes violentas,
se presentaron respuestas de tipo agresivo y violento similares a
las expuestas de manera gráfica (Bandura, 1963). Los
niños agresivos suelen tener padres agresivos con
más frecuencia que los niños dependientes en su
orientación a los problemas. En diversas tareas los
niños se parecen a sus padres y es evidente que el mayor
número de modelos imitativos durante la primera infancia
se generan en el seno familiar. Cuando se adquiere una conducta
nueva por medio de la imitación las consecuencias de
ejecutar la conducta pueden fortalecerla o debilitarla,
dependiendo de que dicha conducta sea reforzada o
castigada.

  • Agresión por
    Frustración.-

Es evidente que la frustración puede provocar una
gran variedad de reacciones; por ejemplo, la agresión, la
dependencia, el retraimiento, la somatización, la
apatía, el autismo o la conducta constructiva respecto a
una tarea. Un punto de vista ampliamente aceptado es el de que la
agresión es la reacción natural a la
frustración que no necesita aprenderse y que las
diferencias individuales en las respuestas a la
frustración son el producto de la historia en las que las
reacciones agresivas se han castigado mientras que se han
fortalecido progresivamente otros modos de conducta. El
delincuente, podemos suponer, ha sido fortalecido a descargar su
agresión ante la frustración de maneras
anómicas, asociales, y que no han sido castigadas
directamente sino hasta la aparición de las
políticas penitenciarias propiamente dichas.

  • Efectos de Provocación.-

La provocación se refiere al papel de modelo como
estímulo incitador de la conducta que se imita y que no
suele incurrir en castigo. Si se proporcionan modelos adecuados
se pueden provocar con facilidad conductas apropiadas por la
sociedad. Sin embargo, esta facilitación de los modelos
para promover conductas sociales aceptables no siempre llevan a
este fin, sino que existen modelos sociales dentro de grupos
anómalos que provocan conductas anómalas; como
ocurre dentro de grupos de delincuencia, donde los novatos
adquieren habilidades que les hacen adaptarse a las condiciones
que demanda el grupo.

Los medios electrónicos de información
de masas y violencia.

Televisión: la pregunta fundamental en
cuanto a los contenidos televisivos, es de cómo son
interpretados por la audiencia que los está mirando.
Así, parece ser que los comerciales son los principales
agentes de difusión de estereotipos sexuales y de
género. Por otro lado, estos estereotipos se pueden
manipular para que aparezcan como agresivos, como ejemplos
clásicos son; Rambo, y una seria de héroes que se
presentan de forma animada por dibujos, o de forma más
apegada a la realidad. Recordemos los modelos de vida y
simbólicos y de cómo los procesos sociales de
agresión fundamentan el procedimiento en que los
contenidos son asimilados por el observador, niño o
adulto. Al fomentar modelos de conducta "ideal", la TV ejerce
mecanismos que promueven el cambio de actitudes hacia las figuras
con las que se relaciona el niño, de este modo, si al
personaje le molestan sus padres o la escuela, ese modelo
generará pautas nuevas de conducta que el niño
asimila y ejecuta.

Los video juegos: mediante la exposición
de realidades virtuales, algunos de los video juegos, tienen la
capacidad de "entrenar" al niño en la dinámica de
la violencia, de modo que al presentarle situaciones similares a
las reales y hacerlo ejecutar acciones dentro de ésta, le
va instruyendo en cómo se debe desenvolver en la realidad
que vive. Inclusive algunas de las técnicas de
entrenamiento de algunos ejércitos, usan este tipo de
simulación computarizada para entrenar a soldados novatos
en el manejo de las armas y tácticas militares. Como
recomendación se sugiere al lector que observe con
detenimiento los contenidos violentos de juegos como Medal of
Honor, Doom o Quake; donde los contenidos violentos aunados a la
alta calidad en imágenes es sorprendentemente
dañina.

Internet: la alta facilidad con la que se puede
ingresar a la World Wide Web, y la gran gama de contenidos de
todo tipo, facilitan el acceso a información de contenidos
violentos, pornográficos, de difícil manejo
aún para los padres de niños que tienen estas
facilidades. Está bien documentado que los asesinatos que
han estado ocurriendo en algunas de las escuelas de EU, tienen su
influencia en grupos manipuladores de jóvenes que no
tienen una identidad bien establecida y que a través de
esta Red, son reclutados para prácticas de ésta
índole.

Personalidad y
psicopatología del delincuente

Definición de
Psicopatología

La psicopatología se define como el estudio de la
conducta disfuncional en la personalidad, es decir de aquello
procesos psíquicos anómalos. Es así que la
psicopatología tiene como objeto la investigación y
el esclarecimiento de las disfunciones de la personalidad. Es
para la criminología parte fundamental de su
conformación el conocimiento de las perturbaciones de la
personalidad, ya que la gran mayoría categorizan desviados
sociales o perturbados que degeneran en delitos y atentan contra
la sociedad en su bienestar último.

GRANDES REAGRUPACIONES NOSOLÓGICAS
RELACIONADAS A LA DELINCUENCIA

NEUROSIS

"¡Es verdad! Soy muy nervioso,
terriblemente nervioso.

Siempre lo he sido y lo
soy.

Pero, ¿podría decirse
que estoy loco?

Poe, El Corazón
Delator

Como vimos en la sección de psicoanálisis
las tres instancias psíquicas, yo, ello y superyo
determinan la dinámica de la personalidad. El ello, al
dominar los estados instintivos y su rápida
satisfacción genera un conflicto con el yo y el superyo,
así el yo al adecuar la expresión de un instinto a
la realidad utiliza mecanismos de defensa. Esta defensa del yo no
permite la total expresión de un instinto de modo tal que
una parte del instinto logrará descarga y otra parte no,
esta parte residual, ante la necesidad de expresión busca
otros medios de descarga. La descarga se va a expresar de manera
simbólica en tres formas principalmente.

  • 1. En síntoma.

  • 2. En acto fallido.

  • 3. En sueño.

El síntoma, es una expresión somatizada de
la dinámica intrapsíquica, así se pueden
presentar parálisis, cegueras, úlceras
gástricas, colitis, y un sinnúmero de expresiones
corporales de un conflicto intrapsíquico.

El acto fallido es una descarga representada por un
error en el transcurso de un pensamiento o un acto cualquiera,
por ejemplo llamarle a alguien Pedro cuando se llama Pablo. Otro
acto fallido es el olvido, sobre todo cuando a través de
un corto análisis llegamos a la conclusión de que
"eso" que se olvidó trae consigo angustias
reprimidas.

En el sueño, se expresan de manera compleja las
problemáticas psíquicas de una persona, se expresan
sus deseos de forma simbólica y oculta, y sus
frustraciones de igual manera. Debido a la complejidad de estos
temas se mencionan de manera breve.

Las neurosis se expresan conforme a los tres tipos que
acabamos de mencionar y dependiendo del modo de expresión
se clasifican en: neurosis histérica, neurosis
obsesivo-compulsiva, neurosis fóbica. Es particularmente
difícil realizar un diagnóstico de un solo tipo de
neurosis, esto quiere decir que no se presenta ningún tipo
solo, sino que los rasgos de cada una se van agrupando como una
entidad que delinea la personalidad. En todas las neurosis el
rasgo principal es el manejo de la angustia, es así que
las neurosis son reacciones complejas de la personalidad que se
refieren comúnmente a problemas de la afectividad. El
neurótico es incapaz de dominar una situación de
estrés y por eso se considera que la angustia es la fuente
dinámica común a las neurosis.

Algunas de las características de las neurosis
son:

  • Las asociaciones de pensamiento son normales y
    lógicas;

  • No hay trastornos en la conación, es decir,
    el neurótico puede dirigirse voluntariamente en
    función de sus intereses;

  • No se observan trastornos en la adaptación a
    problemas sociales y a su nivel intelectual;

  • No se producen alteraciones de la
    memoria;

  • Afectivamente el neurótico siente
    intensamente su angustia, que progresivamente ocupa el centro
    de su modo existencial;

  • Comúnmente el neurótico manipula su
    medio familiar a través de sus síntomas para
    lograr un control y llamar la atención;

  • El neurótico no sufre trastornos a nivel de
    la orientación espacio-temporal. No presenta
    alteraciones graves en su atención y
    psicomotrocidad.

Marchiori, 1996

Neurosis histérica

Desde una perspectiva criminológica es de las
más interesantes ya que sus características
principales son una personalidad seductora, inteligente y
manipuladora. El aspecto más importante de la histeria es
el juego que realiza a través de su imagen, especialmente
a través de su imagen corporal, que constituye un elemento
importante para la seducción. Desea llamar la
atención, es inestable, seduce y abandona una vez que el
objeto elegido es seducido. Gracias a esta seducción
expresa su necesidad de dependencia y protección, que se
observa en conductas infantiles e inmaduras del histérico.
Debido a su estado de angustia y su omnipotencia desea la
inmediata satisfacción de sus deseos, tiene baja
tolerancia a la frustración y no puede controlar sus
impulsos. Algunas formas de llamar la atención son
mediante la simpatía y la confianza aunque también
pueden utilizar el chantaje y mostrarse como personas enfermas.
Son personalidades superficiales con actitudes y sentimientos
polarizados, es decir, que cambian en breves momentos de
decisión y estado de ánimo. Según Henri Ey
tres características son fundamentales del carácter
histérico.

  • a) Sugestibilidad, es decir, que son
    fácilmente influenciables y no consiguen fijarse en la
    autenticidad de una identidad personal firmemente
    establecida.

  • b) Mitomanía. Debido a las comedias del
    histérico sus mentiras y sus fabulaciones falsifican
    sus relaciones con los demás; se ofrece siempre como
    un espectáculo atrayendo así la
    atención.

  • c) Alteraciones sexuales. Las expresiones
    emocionales tienen algo teatral, que contrastan con fuertes
    inhibiciones sexuales.

Neurosis obsesivo-compulsiva

En este tipo de neurosis la angustia se controla a
través de mecanismos de repetición cuando se asocia
a un pensamiento y actos que provocan angustia. La persona
reconoce que los pensamientos y actos repetitivos (rituales) son
irracionales, sin embargo es incapaz de controlarlos ya que el no
hacerlos representa para él una mayor angustia ya que cree
que algo le sucederá. En el caso de los delitos se muestra
claramente como no puede controlarse porque es mayor la angustia
ante sus ideas obsesivas. Realiza la conducta por que le produce
un alivio psíquico y el delito es evidentemente una
conducta destructiva simbólica detallista, con
proyección en núcleos psicóticos en el caso
de los crímenes.

La neurosis obsesiva se caracteriza
clínicamente:

  • Por la emergencia de fenómenos obsesivos que
    se refieren a una idea, representación o
    situación convertida en exclusiva (limpieza,
    culpabilidad, contar objetos).

  • Existe la necesidad de realizar un acto repetitivo y
    estereotipado, actos que son rituales aún cuando no
    encuentre razón alguna para realizarlas.

  • El pensamiento del sujeto reaparece persistentemente
    y va acompañado de la compulsión de ejecutar un
    acto repetitivo.

Es desde el punto de vista criminológico, la fase
de mayor peligrosidad por que no existe control de parte del
sujeto que se ve en la necesidad de realizar la agresión,
y en algunos casos repetirla.

Las obsesiones más frecuentes son la
obsesión de tacto en la cual se tiene un temor a adquirir
alguna infección bacteriológica, lo que deviene en
conductas de limpieza compulsivas; por otro lado se encuentran la
obsesión de conductas prohibidas que representa una
especie de tragicomedias de acciones criminales deseadas y
temidas a la vez, es importante para la criminología tener
en cuenta que puede ocurrir que el sujeto pase a realizar la
acción para aliviar su consciencia, lo que conlleva un
descanso en la ansiedad del delincuente debido a la
ejecución de la conducta criminal. Las obsesiones
aritméticas son una obsesión al manejar cifras y
realizar operaciones matemáticas que liberan la angustia,
esto explica algunos de los razonamientos lógicos bien
estructurados de algunos criminales.

Todo el comportamiento del obsesivo se caracteriza por
una rigidez, meticulosidad, detallismo y un excesivo orden.
También es posible que llegado al límite de la
obsesión-compulsión comience un trastorno
psicótico propiamente dicho.

Neurosis fóbica

La característica de este tipo de neurosis es la
reacción defensiva, mediante la cual el sujeto intenta
manejar la angustia, y desplaza una idea que rechaza en un miedo
específico hacia un objeto o situación, es decir,
que el objeto en el que se representa el miedo (a las alturas,
por ejemplo) no es más que un símbolo en el que se
expresa el síntoma neurótico. El individuo
está consciente de que no existe peligro real pero la
angustia que le provoca la situación o el objeto
fóbico, es incontrolable desde el punto de vista
emocional.

El fóbico es importante para la
criminología dado que en un ataque de pánico puede
llagar a cometer acciones violentas y hasta homicidios
sádicos para aliviar su tensión frente a la
situación fóbica, ya que esta le crea una gran
tensión emocional que inconscientemente manipula su
impulsividad. La conducta delictiva puede desencadenarse
imprevistamente por que el neurótico fóbico al
entrar en una situación generadora de angustia, realiza un
impulso incontrolable para salir de esa situación
fóbica, pero que la lleva a cabo a través de la
agresión. Es decir, que las circunstancias que provocan el
delito representan para la persona un verdadero encierro,
constituyendo el acto agresivo una solución. En una
situación fóbica altamente estresante, la angustia
puede ocasionar desestructuración de la personalidad en la
cual los actos impulsivos de defensa hacen que el individuo sea
peligroso desde el punto de vista
criminológico.

Psicosis

"Está cubierta de saliva, es
madre Elisa,

se lo merece, quiero
matarla,

la odio, es una mentirosa
infame.

Ésta es la mala vieja, la
desgraciada,

una vaca de la hacienda, animal que
desprecio.

Saludos, vieja mentirosa, horrible
bruja.

Abundan sobre ella los piojos, se lo
merece, está sucia.

Todo el mundo le
escupe"

Renée
(esquizofrénica)

(en Sechehaye, La Realización
Simbólica)

La relación entre la psicosis y la criminalidad
es estrecha debido a que la conducta de agredir de modo
destructivo como lo es la conducta homicida, solamente la puede
proyectar un individuo con graves problemas psíquicos
donde predominan elementos psicopatológicos confusionales
y psicóticos.

La conducta de homicidio es resultante de una psicosis
aguda su periodo abarca antes del delito, hace explosión
en el y se observan algunas conductas confusionales en los
primeros momentos de la institución
rehabilitadora.

En general los trastornos psicóticos se
caracterizan por un grado variable de desorganización de
la personalidad en la cual se destruye la relación con la
realidad y existe una incapacidad para el trabajo, un aislamiento
psíquico y social, que lo hace un marginado
social.

Las personas con trastorno psicótico tienen
fallas en el juicio de realidad, que es la capacidad que permite
al sujeto distinguir entre los estímulos provenientes del
mundo externo y los provenientes del mundo interno, así el
psicótico confunde las percepciones de sí mismo y
las del mundo externo.

La esquizofrenia es uno de los trastornos más
graves de la personalidad en la cual la disociación con la
realidad es grande. Según Laing la esquizofrenia designa a
un individuo en el que la totalidad de su experiencia está
dividida en dos partes principales: en primer lugar hay una
brecha en su relación con el mundo y en segundo lugar una
ruptura en su relación consigo mismo. El
esquizofrénico se experimenta así mismo en una
desesperante soledad y completo aislamiento; además no se
experimenta a sí mismo como una persona completa sino
más bien como si estuviese dividida de varias maneras. Las
funciones mentales superiores en el esquizofrénico
están alteradas, así los procesos de memoria,
pensamiento y lenguaje, y perceptivos, son alterados por la pobre
relación con el mundo externo y consigo mismo como hemos
visto. Las alteraciones afectivas le impiden la expresión
de sus emociones que son generalmente confusas o polarizadas,
esto acrecienta su pobre relación interpersonal con los
demás.

Las diferentes clasificaciones de la esquizofrenia
son:

Simple: En este tipo, las actividades y el
contacto con las demás personas se van perdiendo
paulatinamente, disminuye el tono afectivo, y se va perdiendo el
interés por el mundo externo.

Hebefrénica: Se caracteriza por un
comienzo brusco, agudo en sus reacciones y la
desorganización de la personalidad, con un deterioro
sumamente rápido. Existe impulsividad extrema,
alucinaciones, ideas delirantes, pensamientos incoherentes y
comportamiento infantil. La conducta delictiva está muy
relacionada a esta crisis impulsiva y agresiva y especialmente a
sus ideas delirantes y a las alucinaciones.

Catatónica: se caracteriza por
perturbaciones en el control de movimientos y por un pasaje de
una etapa depresiva a una de estupor y excitación. Durante
la excitación el individuo presenta marcadas
características de agresividad que pueden ir desde
daños a objetos a lesiones y conductas
homicidas.

Esquizofrenia paranoide: Se vincula
principalmente con conductas delictivas de carácter
violento en donde las ideas persecutorias y delirios se van
estructurando en confabulaciones violentas. La personalidad es
fría, retraída y presenta hostilidad y
agresión. Las conductas delictivas se caracterizan por ser
de extrema violencia hasta llegar a ser totalmente
sádicas, estos crímenes son llevados a cabo hacia
personas conocidas y al grupo familiar. La alucinación
persecutoria promueve defensas agresivas que pueden llegar
fácilmente al homicidio, incluso la práctica
delictiva puede estar premeditada gracias a la alucinación
estructurada. Aquí como en muchos casos la conducta
agresiva traduce la verdadera dimensión de la enfermedad
mental.

Otro tipo de psicosis es la paranoia (Psicosis
Paranoica
), que se diferencia de la esquizofrenia paranoide
debido a que en la primera el contenido del delirio está
bien estructurado, es decir es muy semejante a la realidad y es
difícil aún para el clínico experto,
identificarlo, mientras que en la esquizofrenia paranoide, el
delirio rebasa lo creíble aún para el lego en la
materia.

Existe una falla en el juicio de realidad que genera
distorsiones en el contenido del pensamiento, estas pueden
ser:

  • Ideas de referencia: son aquellas que le
    hacen pensar al paranoico que cualquier acontecimiento
    generalmente de índole catastrófica es por su
    causa.

  • Ideas de control: aquí el paranoico
    cree que fuerzas ajenas a él generalmente omnipotentes
    controlan su vida y sus actos, ya sea Dios, los
    extraterrestres o un líder mundial.

  • Ideas persecutorias: en las que el paranoico
    siente que es objeto de persecuciones que pueden estar
    parcialmente fundadas, pero no al grado en que este las
    expresa. Fácilmente puede aparecer un acto delictivo
    como defensa ante la supuesta persecución.
    También están ligadas a ideas de
    referencia.

  • Ideas de grandeza: Son aquellas ideas que le
    hacen creer al paranoico que es omnipotente y de un poder
    absoluto, en donde puede tomar papeles como de Dios, de
    guía espiritual o salvador del mundo.

Los contenidos distorsionados del pensamiento se pueden
expresar de maneras coloquiales o cotidianas como por ejemplo los
celos excesivos que pueden dar origen a un crimen pasional, o
ideas persecutorias de algún pariente o conocido que
puedan degenerar en un crimen.

Un tercer tipo de psicosis es el llamado trastorno
bipolar o maniaco-depresivo,
caracterizado por la
aparición de estados maniacos y depresivos de forma
alterna.

Partes: 1, 2, 3

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