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Bettelheim, el cisne del autismo




    Bettelheim, el cisne del autismoMonografias.com

    Bettelheim, el cisne del
    autismo

    Aún hoy, sesenta y nueve años
    después de que en diferentes estudios Leo Kanner y Hans
    sus Asperger se refirieran a un grupo de niños con unas
    características muy peculiares, el origen del autismo
    sigue siendo de naturaleza desconocida. De hecho, es bien
    conocido que este desórden de la comunicación no
    sería incluído en los manuales de
    clasificación psiquiátrica de la DSM_IV hasta 1994.
    También, a lo largo de estos sesenta y tres años se
    han investigado y se siguen investigando las causas que lo
    originan y que probablemente son de naturaleza genética o
    neurológica, sin embargo, cuando en 1943 Kanner
    publicó su estudio "Trastornos autistas del contacto
    afectivo" no solo consiguió aislar al autismo de cualquier
    otro desórden psiquiático, sino que afirmó
    que este se de trataba de un trastorno de origen emocional
    consecuencia del rechazo o la frialdad afectiva generalizada en
    las madres de los niños afectados. Pese a que en su
    estudio Kanner sugirió tímidamente que el autismo
    podía tener un origen biológico expresado
    conductualmente por una severa dificultad para establecer
    vínculos afectivos con otras personas y que por si sola la
    frialdad afectiva de la madre era insuficiente para su
    aparición, de alguna manera propició que los
    siguientes estudios que se llevaron a cabo respecto de este tema
    dieran por sentado que los factores emocionales y no los
    biológicos estaban directamente vinculados con su origen
    validando así a lo largo de las siguientes tres
    décadas la tristemente célebre teoría de la
    madre nevera. Esta teoría no sería descartada hasta
    1964, cuando Bernard Rimland, psicólogo y padre de un
    niño con autismo publicó su libro "El autismo
    infantil, El síndrome y sus implicaciones para una
    teoría neural de la conducta". En su trabajo, Rimland
    aseguraba que el autismo es un desorden de orígen
    neurobiológico y no del contacto afectivo. Kanner no lo
    haría hasta mucho después, cuando se dio cuenta de
    que los hermanos de niños con autismo criados por los
    mismos padres no presentaban síntomas similares. En 1970
    publicó "En defensa de las madres", trabajo escasamente
    difundido que nunca se tradujo al español. De cualquier
    modo, la polémica teoría ya había sido
    popularizada por el psicólog infantil de origen
    Austríaco Bruno Bettelheim tanto a través de sus
    publicaciones como de la dirección de la escuela
    Ortogénica de Chicago. Ignoro si Bettelheim tomó la
    idea en un principio propuesta por Kanner y la usó en su
    propio beneficio y en el de la escuela Ortogénica de Sonia
    Shackman y dependiente de la universidad de Chicago de la que era
    director y que en aquel entonces atravesaba graves problemas
    económicos o si realmente estaba convencido de que el
    entorno, el ambiente negativo que respiraban algunas familias
    influían directamente en la cordura del niño que la
    vivía y experimentaba y que fue el motivo que lo
    llevó a demonizar y culpar a las madres de niños
    con autismo con la devastadora teoría de la madre nevera
    desde 1943 hasta 1974.

    ¿Descubrió Bettelheim
    entonces en Kanner su propia panacea o es que quizás fue
    él mismo quien la experimentó ?, ¿ Acaso
    culpaba interiormente a su madre por sus problemas de inseguridad
    ?,¿ como fué en realidad la madre de Bruno
    ?,¿ Hasta que punto culpó de sus propios conflictos
    internos, su carácter débil, su fealdad y sus
    problemas con el sexo al hecho de vivir en un ambiente negativo
    marcado por la grave enfermedad de su padre y la posible
    indiferencia de su madre ?, ¿ Es posible que las vivencias
    infantiles de Bettelheim determinaran de alguna manera el
    especial incono que tenía hacia la figura materna y que
    mantuvo hasta el final de su vida ?. Aún después de
    las publicaciones de Rimland y Kanner descartando la
    teoría de la frialdad afectiva como causa del autismo y de
    que este empezara a plantearse como un desórden de origen
    neurológico , biológico o genético, en 1974,
    dos años después de jubilarse, Bettelheim
    afirmó en una entrevista publicada en la revista de
    neuropsiquiatría americana "Mis principales detractores
    son principalmente los padres de niños autistas incapaces
    de reconocer su propia responsabilidad. Es mucho más
    fácil afirmar – es genético, es la fatalidad-
    Por supuesto,estos niños son particularmente sensibles,
    reinterpretan como una amenaza cada gesto de sus padres , por lo
    que se sienten rechazados y optan por refugiarse en un
    aislamiento total. Un niño menos sensible en las mismas
    circunstancias quizás se habría convertido en un
    neurótico, un delincuente o un rebelde. Lo importante es
    ayudar a los niños, los partidarios de la teoría
    genética son incapaces de hacerlo." Poco se sabe de la
    infancia de Bettelheim y de su vida familiar excepto que
    nació en Viena y que su familia disfrutaba de una holgada
    economía gracias a la empresa maderera de la que Bruno
    tuvo que hacerse cargo cuando su padre -que siempre había
    estado enfermo- falleció. No fue hasta su adolescencia
    cuando el joven Bruno descubrió que su padre tenía
    sífilis, de hecho, su madre siempre le había
    ocultado la grave enfermedad debido a la cual posiblemente el
    padre pudiera haber desarrollado cierto grado de paranoia. Tanto
    las responsabilidades familiares como las que le exigía la
    empresa fueron la causa de que Bruno tuviera que postergar sus
    estudios universitarios, no obstante, se licenció en
    historia del arte– otros como Pollack aseguran que se
    doctoró en estética filosófica- y poco
    después se casó con Regina (Gina) Alstadt. Muchos
    años después, cuando ya contaba con reconocida fama
    y prestigio a nivel mundial, Bettelheim dirá que *sus
    años de juventud estuvieron marcados por su fealdad y que
    por eso se vio obligado a desarrollar su inteligencia y su
    cultura como armas de seducción. Efectivamente, no solo
    sus problemas matrimoniales lo hicieron decidirse por el
    psicoanálisis. Bettelheim, ferviente admirador de Freud y
    el psicoanálisis, estaba convencido de que es en las
    experiencias vividas durante la infancia donde surgen los
    conflictos y donde también deben resolverse, y por lo
    tanto, es probable que también creyera que las sesiones
    con R.Sterba podrían ayudarlo a superar su inseguridad y
    la percepción que tenía de si mismo como un joven
    feo, percepción que formaría a partir de
    comentarios que en su día hizo su propia madre acerca de
    su notoria fealdad. Las sesiones con Sterba solo duraron dos
    años ya que en 1938 Austria fue invadida por las tropas de
    Hitler y los judíos– Bettelheim lo era- fueron perseguidos
    y enviados a Ghettos o campos de exterminio. Ese mismo año
    Bettelheim fue detenido por la gestapo y pasó los
    siguientes once meses en los campos de Buchenwald y Dachau de los
    que sería liberado gracias a la intervención de
    Eleanor Roosevelt. Una vez libre se exilió en los Estados
    Unidos. Es a partir de 1940 cuando el entorno de Bettelheim
    cambia:

    se aparta definitivamente de su familia o
    de lo que queda de ella, de su país, de su pasado, incluso
    de su esposa Gina que no más llegar a América le
    pide el divorcio y empieza una nueva vida al mismo tiempo que su
    proceso de transformación, de algún modo, "Su
    recuperación",

    el proceso se revierte, el chico
    tímido, inseguro, acomplejado por su fealdad y lleno de
    conflictos interiores respecto a su padre, ¿ quizás
    también a su madre ? …en el lapso de cinco años
    se transforma en un prestigioso psicoanalista infantil y es
    considerado un pionero en el tratamiento de niños con
    autismo, consigue un gran reconocimiento y nadie cuentiona sus
    polémicos postulados, por el contrario, cada uno de ellos
    es respaldado por la comunidad médica de aquella
    época, incluso, se le adjudica la cura de muchos
    niños con autismo a través de los métodos
    terapéuticos que aplica a sus alumnos de la escuela
    Ortogénica. En el caso de Betteleheim, fama y prestigio
    van de la mano. Su libro, The uses of enchantment es galardonado
    con el premio de la crítica en 1976 y el National Book
    award en la categoría de pensamiento contemporáneo
    en 1977. Su inteligencia, su agudeza mental y su capacidad
    intelectual son incuestionables. Uno de los párrafos que
    más llama la atención en el análisis que
    Bruno hace respecto a la importancia de los cuentos de hadas en
    la psique infantil es el que probablemente más se asemeja
    a su propia experiencia de vida ;"El patito feo es la historia de
    un ave a la que primero se desprecia por su torpeza, pero que
    acaba por demostrar su superioridad frente a todos los que se
    habían burlado y mofado de ella. El muchacho que se siente
    incomprendido y despreciado desearía ser de una especie
    diferente, pero sabe perfectamente que no lo es. La oportunidad
    de tener éxito en la vida no es para él convertirse
    en un ser de otra especie como el patito feo que se convierte en
    cisne, sino en ser capaz de hacer las cosas mejor de lo que los
    demás esperan, sin dejar de ser de la misma naturaleza que
    sus padres y hermanos". Sin lugar a dudas, Bettelheim consigue la
    oportunidad de tener éxito en la vida y hasta de hacer las
    cosas mejor de lo que los demás esperaban de él a
    lo largo de su infancia o adolescencia, consigue la oportunidad
    de transformarse en un hombre de éxito y experimenta por
    si mismo que gracias a un entorno positivo lejos de su familia,
    de su pasado, de la Viena que tanto odiaba Freud esta
    transformación es posible, después de todo, el es
    capaz de hacer lo que Freud nunca haría, abandonar
    definitivamente su Austria natal.

    Pesando escasos cuarenta kilos, sale de su
    país siendo un joven torpe, incomprendido y hasta
    despreciado que desea ser de una especie diferente. Hasta
    entonces, solo ha sido el patito feo del que todos se mofaban,
    cinco años después, en 1945 y ha demostrado su
    superioridad a todos los que se burlaban de él y es
    tratado como un Cisne, el príncipe del
    psicoanálisis infantil, el único terapeuta en el
    mundo capáz de revertir el autismo gracias a su
    teoría del ambiente. Pero, ¿ qué factores
    contribuyen y que circunstancias se conjugan para romper el
    maleficio y que su transformación se lleve a cabo ?,
    ¿Qué ocurre en esos cinco años en los que
    deja de ser el patito feo para transformarse en un orgulloso
    cisne ? , ¿ de qué manera consigue que cada una de
    sus teorías, de sus controvertidos postulados acerca del
    autismo infantil sean validados por la comunidad
    científica sin ningún tipo de cuestionamiento
    ?Posiblemente todos necesitaban un culpable para lo que hasta hoy
    sigue siendo un misterio y por supuesto, Bettelheim lo
    encontró ; las madres.

    Lo cierto es, que cuando comienza su exilio
    americano el joven Bruno no tiene dinero y solo consigue trabajo
    como profesor de Alemán. En 1942 escribe su
    artículo "Comportamiento individual y de masa en
    situaciones extremas" en el cual analiza la conducta de los
    hombres que al igual que él en 1938 fueron llevados
    ilegalmente a los campos de exterminio de Dachau y Buchenwald. Su
    análisis pasa desapercibido y no tiene ninguna relevancia
    hasta que la guerra finaliza y el mundo conoce el holocausto de
    seis millones de judíos a manos de los nazis. Poco
    después escribe "El corazón informado" en el que
    expone que en vez de perder el tiempo escondidos en una
    buhardilla, la familia de Anna Frank podría haber planeado
    una

    fuga.Ya entonces, Bettelheim afirma tener
    un doctorado en psicología, haber sido terapeuta de
    niños autistas, haber trabajado con Freud en la
    universidad de Viena donde edita dos libros y sobre todo, ser un
    superviviente del holocausto judío . Todos estos factores
    le confieren un aval extraordinario que aprovecha adecuadamente
    para llevar a cabo sus sueños, por fin es un cisne.
    Empieza a ser popular y su crédito va en aumento lo mismo
    que sus brillantes publicaciones. Es más, en el libro que
    publica años después, "La fortaleza vacía",
    narra nuevamente su experiencia a cargo de dos niños
    autistas de los que se hizo cargo a lo largo de seis años
    y por recomendación de Anna Freud, en su propia vivienda
    de Viena antes de ser detenido por la Gestapo. En una entrevista
    concedida muchos años después, Bettelheim afirma
    que esos niños se recuperaron totalmente gracias a su
    intervención y al ambiente positivo que siempre hubo en su
    casa. Todas estas circunstancias contribuyen a que en 1945 se le
    ofrezca la dirección de la escuela Ortogénica de
    Chicago. Bettelheim hace funcionar esta escuela a modo de
    empresa, siendo ya su director, solicita un subsidio para
    financiar un proyecto sobre autismo infantil y desde entonces, no
    solo es financiada por la universidad de Chicago sino que
    además pasa a ser patrocinada por la fundación Ford
    que le concede un millón trescientos mil dólares
    después de que su comisión asesora sobre salud
    mental informara su confianza absoluta acerca de que sin una
    intervención como la de Bettelheim los niños
    autistas morirían o terminarían recluídos en
    instituciones mentales.El número de niños
    ingresados en la escuela Ortogénica nunca superó
    los cincuenta y su coste por niño y año asciende a
    ocho mil dólares. Según menciona el mismo
    Bettelheim en un artículo de Catherine Dreyfuss ;"Todos
    estos niños provenían de familias bastante
    acomodadas que podían pagar la totalidad o parte de los
    tratamientos y los demás quedaban a cargo de los poderes
    públicos". De este modo, la escuela Ortogénica de
    Chicago se transforma en una escuela de élite a la que una
    serie de familias adineradas envían a sus hijos autistas a
    recuperarse. En su revisión del autismo desde el
    psicoanálisis, Balbuena Rivera, afirma que para
    Betteleheim el autismo es un estado mental que se desarrolla como
    reacción a vivir una situación extrema y
    desesperanzadora en el que existe un evidente repliegue de la
    figura materna . Como reacción a la actitud materna, el
    niño reacciona de forma espontánea
    responsabilizando a su madre de todo lo que le sucede, entonce,
    surge un rechazo o reacción autista hacia la madre que
    perdurará o dependerá de la respuesta ambiental.
    Esta conceptualización aclara los motivos por los que
    Bettelheim está firmemente convencido de que un ambiente
    positivo como el de la escuela Ortogénica de Chicago puede
    servir como remedio para un trastorno mental y que la
    única cura posible para los niños con autismo es
    ser apartados de sus familias e ingresados en escuelas que
    reconstruyan su personalidad por medio de la aplicación de
    su terapia de ambiente que revertirá el proceso del
    autismo.

    En 1964 Betteleheim publica su libro "La
    fortaleza vacía, autismo infantil y el nacimiento del
    yo".Desde el inicio de su tratado deja claro que solo las
    situaciones extremas originan cambios radicales en la estructura
    de la personalidad, de tal que establece un paralelismo entre los
    cambios radicales que se producen en la personalidad de los
    prisioneros que viven una situación extrema en los campos
    de concenctración de la Alemania Nazi y las que se
    producen en la personalidad de una serie de niños que
    desarrollan conductas autistas como reac ción a la
    frialdad emocional y el rechazo de sus padres. Destaca Bettelheim
    (1964) que muchas víctimas de los campos de
    concentración perdieron su humanidad en respuesta a
    situaciones extremas y que los niños con autismo se
    retiran del mundo antes de que su humanidad realmente se
    desarrolle. Estableciendo así una conexión entre el
    impacto de estas dos clases distintas de inhumanidad, la primera
    inflingida por razones políticas a víctimas de un
    sistema social y la segunda que surge como elección
    propia, es decir, como la respuesta infantil respecto a un estado
    de deshumanización.De hecho , Bettelheim atribuye sin
    ninguna clase de duda que los orígenes de las situaciones
    extremas en la temprana infancia tienen que ver o están
    relacionadas con severas patologías de la madre y en
    muchos casos "El comportamiento que estas tienen hacia sus hijos
    ofrecen un fascinante ejemplo de lo que se define por relaciones
    anormales". Así pues, la deshumanización que
    ocasiona una conducta autista como respuesta infantil o como auto
    defensa no es otra que "La madre".

    Pero, ¿Qué motivos inducen a
    Bettelheim a afirmar con absoluta contundencia que esto es
    así ? De hecho, las únicas pruebas medianamente
    fiables que ofrece a este respecto son simples entrevistas que
    mantiene con las madres de alumnos internos en la escuela
    Ortogénica que precisamente él dirige y que asumen
    costes elevadísimos para la "Recuperación" de sus
    hijos.

    ¿Acaso pudo probar que todas estas
    madres con las que mantuvo una primera entrevista eran
    disfuncionales, patológicas o enajenadas ? Es obvio que
    no, sin embargo,los artículos que escribe a este respecto
    son validados por una gran parte de psicoanalistas de la
    época pese a que solo se tratan de ejemplos, de opiniones
    personales acerca de la percepción que Bettelheim tiene o
    cree ver en ellas, commo es el caso de la entrevista que mantiene
    con la madre de Joey, ingresado en la escuela ortogénica
    durante seis años y al que define como un chico que
    perdió su humanidad. En lo que respecta a la madre de
    Joey, Bettelheim la describe como una enajenada ,indiferente al
    afecto y las necesidades de su hijo y que nunca deseó que
    este naciera, deseo que comparte con el padre de Joey de quien
    asegura maltrata y castiga al chico, lo cual ocasiona que este
    haya desarrollado conductas autistas como reacción.Con el
    objeto de dar veracidad a sus informaciones acerca de las
    situaciones extremas a las que distintas madres someten a hijos
    que luego desarrollan conductas autistas y que están
    basadas únicamente en entrevistas u opiniones, Bettelheim
    cita a Szurez and Berlín(1956) quien presentó
    ·Evidencia" al respecto informando que "En una familia era
    un hecho que el marido no era el padre del niño autista,
    esto lo conocían ambos padres a lo largo de nueve
    años y nunca lo hablaron." Al respecto, Bettelheim
    añade "He trabajado con muchos niños autistas en
    los que este caso era verdad. Sabíamos que ambos padres
    deseaban que el niño nunca hubiera nacido para no
    perpetuar a lo largo y a través de su vida la mentira que
    estaban viviendo.

    Para comprender el paralelismo –
    presos campos de concentración- niños autistas, en
    el que Bettelheim centra gran parte de su análisis sobre
    el autismo, hay que empezar por comprender quiénes eran
    los "moslems". En la fortaleza vacía los define como
    hombres a los que algunos o muchos otros presos les llamaban de
    esta manera ya que se habían resignado a morir por deseo
    de los SS … "para los SS eran alliens que aceptaban la
    muerte sin mostrar ninguna oposición, sin decidirse a
    luchar por sobrevivir"(Bettelheim, 1964). Bettelheim opina que
    estos presos que permiten que los SS se apoderasen de ellos no
    solo psicológicamente sino también emocionalmente
    ,interiorizan las actitudes de los SS que les dicen que son menos
    que hombres, que no tienen que actuar por si mismos o que no
    tienen deseos personales y terminan transformando su realidad
    interior de acuerdo con la realidad exterior, es decir, llegan a
    identificarse con su enemigo y a tener una visión de ellos
    mismos y del mundo muy similar a la de los niños con
    autismo.

    "Se tiene conocido que los SS y los
    prisioneros eran enemigos mortales, se esperaba que los
    prisioneros pensaran como pensaba su enemigo, que vieran el mundo
    como lo veía su enemigo. Los SS esperaban de ellos que
    hicieran lo que les decían, que nunca tuvieran
    opinión propia ni actuaran por si mismos. El daño
    que se hizo no fue tanto en provocar que tuvieran una
    opinión equivocada como en que no tuvieran ninguna clase
    de opinión. Los prisioneros se eliminaron a si mismos
    tanto como fue posible, no es lo mismo ser que tener un yo. Sin
    embargo, los prisioneros veteranos en muchas ocasiones se
    rebelaron y protestaron contra los SS ya que solo interiorizaron
    lo que su enemigo pretendía de forma selectiva,
    jamás interiorizaron la premisa de que no deberían
    vivir."( La fortaleza Vacía, 1964)

    A lo largo de su vida Bettelheim mantiene y
    expresa su firme convencimiento de que el factor que precipita el
    autismo infantil es el deseo de los padres de que su hijo no
    exista. La comparación que hace al respecto con las
    conductas de los presos "moslems"afirmando que estos
    hacían únicamente lo que los SS les decían
    ya que interiorizaron la premisa de que no deberían vivir
    es la misma que hace asegurando que los niños con autismo
    interiorizan el deseo de sus padres de que no existan .
    Nuevamente y con el objeto de validar sus afirmaciones Bettelheim
    recurre a la teoría de la evitación del yo
    (Balbuena 1974) que refiere la negación o ignorancia del
    autista de si mismo, denotando por el contrario el uso del
    tu/vosotros cierta conciencia de si mismos en otros. Los autistas
    parecen reconocer más fácilmente el si mismo de
    otros que el propio, confiriendo además al de
    aquéllos unas facultades extraordinarias , a la vez que
    protegen lo que sucede en el suyo propio. Y es que al no
    permitirse ser sin no decir si a nada, el niño autista se
    somete a lo que juzga ser el deseo de sus padres, facilitando
    así que el tu/vosotros (el otro), que es quien realmente
    tiene el derecho a existir, al igual que el no, que en esencia
    constituye una negación de la existencia, se usen con
    más facilidad que los términos ya aludidos. Es
    indudable que en los años cincuenta se desconocían
    los problemas relacionados con el lenguaje propios en todos los
    niños con autismo, y

    es posible que esta fuera la causa de que
    dichos problemas se analizaran desde un punto de vista
    psicológico o emocional, sin embargo, la inversión
    en el uso de pronombres habitual en el autismo sirve a Bettelheim
    como marco de referencia para postular que denotan una
    evitación del yo, del si mismo en función de otros
    para negar su existencia y someterse a los deseos de sus padres
    del mismo modo que los "moslems" se identificaron con su agresor
    y adquirieron un comportamiento infantil y dependiente en masa
    que les impidió luchar contra los SS.

    Otro de los paralelismos a los que
    Bettelheim se refiere en su tratado es el que tanto los presos de
    los campos de concentración como los niños con
    autismo tienen en común un absoluto desprecio por la
    realidad que viven y por eso se retiran a un mundo de
    fantasía y aislamiento : "Los prisioneros no estaban
    atentos a la verdadera causalidad de sus vidas y lo reemplazaron
    por la fantasía. Su contínua
    ensoñación era casi un paralelo cercano a la
    escisión del yo de los niños autistas. El
    propósito en ambos casos era borrar el reconocimiento de
    una inmediata y amenazante realidad." Entiendo que en efecto, la
    realidad de un campo de concentración es en todos los
    casos y en cualquier época, ciertamente amenazante y que
    la conducta que desarrollaron quienes estuvieron allí
    retenidos de forma ilegal e injusta fuera de algún modo,
    una reacción al trato inhumano y vejatorio que se les
    dió unido al instito de superviviencia innato en todos los
    seres humanos, que todos ellos sintieran desprecio de la realidad
    que vivían no fue en ningún caso un comportamiento
    extraño al que tendríamos todos en una
    situación similar. No obstante, Bettelheim no se muestra
    comprensivo ni compasivo ante la terrible situación que al
    igual que él vivieron miles de personas, quizás por
    más tiempo , quizás con menos esperanza de que
    alguien intercediera por sus vidas, quizás con la profunda
    certeza de tener que perecer en aquellos campos que luego
    serían el centro de los constantes análisis que
    él mismo escribió después de ser liberado.
    La terrible realidad de aquellas personas cuya conducta
    Betteleheim analiza a modo de extraño y desde una
    perspectiva lejana no era otra que el recorte de sus derechos, la
    confiscación de sus bienes, la separación de sus
    familias, los guettos o los campos de exterminio, los abusos de
    los SS, el maltrato y la tortura, la desnutrición , el
    frío , la desesperanza y por último, la muerte. En
    comparativa , la idea que Betteleheim expresa y transmite a
    través de este paralelismo no es otra que si el
    niño hasta entonces sano se adentra en el aislamiento y la
    fantasía propia del autismo no es por otro motivo que el
    de escapar de una situación extrema : la terrible y
    amenazante realidad que son sus padres, una especie mounstruosa
    cuyo rechazo , cuya frialdad afectiva, cuyo maltrato y deseo de
    que el niño no exista es similar a la de los SS. En
    conclusión, el paralelismo que hace Bettelheim entre
    niños autistas y presos de los campos de exterminio de la
    Alemania Nazi sugiere sutilmente que la conducta de las madres de
    niños con autismo es similar a la de los SS. Si bien
    Bettelheim estuvo retenido once meses en los campos de
    concentración de Dachau y Busenwald en ningún caso
    sus trabajos reflejan una experiencia personal, las vivencias que
    tuvo o de que modo influyó esa situación extrema en
    su conducta o personalidad, por el contrario, las observaciones
    que hace dan la impresión de serles ajenas , como si todo
    aquello solo le estuviera sucediendo a "otros" y no a él
    mismo que se limita a ser un mero espectador del horror .
    Posiblemente Bettelheim se convenció a si mismo de que
    solo mantendría su cordura observando y analizando
    cómo evolucionaba la conducta de los demás a
    través de las distintas etapas con las que describe esa
    situación extrema ; transporte en el campo,
    adaptación a la situación en el campo y ajuste
    final en el campo que su artículo "Comportamiento
    individual y en masa ante situaciones extremas" refleja como la
    etapa más importante ya que evidencia que los presos han
    cambiado su personalidad y aceptado como propios los valores de
    la gestapo. Me pregunto en cuál de estas tres etapas se
    encontraba Bettelheim cuando fue liberado, de cuál de los
    grupos de presos a los que clasificó de acuerdo a edades,
    categorías sociales y económicas se sentía
    parte , tengo la impresión que de ninguno. Betteleheim
    menciona que cuando los niños autistas echan un vistazo a
    la derecha o a la izquierda solo lo hacen de reojo, sin que sus
    cabezas sigan el movimiento de sus ojos. Y compara esta
    característica con el mismo fenómeno que
    sucedía con muchos prisioneros de los campos de exterminio
    que miraban de soslayo sin girar o mover la cabeza , concluye su
    análisis a este respecto atribuyendo estas dos conductas
    al convencimiento de que tanto los primeros como los segundos no
    creían seguro dejar que otros vieran que estaban
    observando ya que sentían que no se supone que debieran
    hacerlo. Igualmente destaca que al igual que los niños
    autistas, los presos en campos de exterminio no caminaban sino
    más bien que arrastraban los pies, como si no estuvieran
    dispuestos a poner los pies sobre el suelo, balanceando los
    brazos y a pesar de no tener problemas para caminar su rigidez
    era manifiesta moviéndose de la misma manera que los
    niños con autismo.

    El paralelismo entre los presos en campos
    de exterminio y los niños con autismo al que Bettelheim le
    da más importancia es el sentimiento de desesperanza
    acerca de que las cosas nunca cambian para mejor . Destaca que
    fue precisamente esa ausencia total de esperanza la que
    separó a los "moslems" del resto de presos. Otro de los
    paralelismos a los Bettelheim se refiere es el intenso deseo de
    los presos en campos de concentración de que sus
    pertenencias en el mundo exterior permanecieran intactas y su
    rabia e impotencia en caso de que estos cambios ocurrieran es
    similar a la insistencia de los niños autistas porque todo
    sea igual ,concluyendo de tal que ambos casos pueden estar
    ocasionados en un sentimiento idéntico de
    indefensión respecto al mundo exterior. También
    describe que el gusto de los niños autistas por la
    repetición de frases y palabras se asemejan a las
    actividades que desarrollaron algunos presos para demostrarse a
    si mismos que no habían perdido la cabeza, que conservaban
    la memoria e inteligencia aunque no pudieran usarlas para mejorar
    sus destinos.

    Estoy firmemente convencida de que
    Bettelheim nunca consideró el único paralelismo
    posible entre unos y otros; Desde 1933, los judíos fueron
    el chivo expiatorio del que los nazis se valieron para llevar a
    cabo su macabro holocausto, acusados de ser los causantes de la
    crisis económica, el paro y los problemas que en ese
    entonces azotaban Alemania aún siendo víctimas,
    tuvieron que cargar con el peso de la culpa y del desprecio de
    quienes hasta entonces habían sido sus amigos o vecinos.
    Separados de sus familiares, fueron conducidos a Ghettos y campos
    de concentración en los que se les asesinó
    sistemáticamente. Igualmente, a partir de 1943, las madres
    de niños con autismo fueron el chivo expiatorio de lo que
    hasta hoy sigue siendo un misterio : la causa del autismo.
    Gracias a la teoría de la madre nevera y a partir del
    tratado de Bettelheim a lo largo de tres largas décadas ,
    todas estas madres serían separadas de sus hijos ,
    acusadas, señaladas y cargarían con el peso de la
    culpa y el desprecio de quienes asumieron como ciertas sus ideas
    y postulados que las señalaba como "El agresor", como
    seres fríos y desafectivos que en principio rechazaban a
    sus hijos e incluso deseaban sus muertes. A manera ilustrativa se
    puede citar la peculiar interpretación que hace Bettelheim
    del poema "Fuga de muerte" de Paul Celan sobre los campos de
    exterminio y cuyos primeros versos dicen ; "Leche negra del alba
    la bebemos al atardecer, la bebemos al mediodía y a la
    mañana, la bebemos de noche". En ningún caso
    Bettelheim entiende que los versos de Celan se refieran de forma
    metafórica al humo de los hornos crematorios de los campos
    de exterminio, sino más bien a los deseos inconscientes de
    las "madres". "Cuando uno está obligado a beber leche
    negra desde al alba al ocaso, ya sea en los campos de exterminio
    de la Alemania Nazi o en una cuna tal vez lujosa, pero siendo
    objeto de los deseos inconscientes de quien quizás se
    manifieste como una madre solícita, en cualquiera de las
    dos situaciones el alma tiene a la muerte por amo."

    No será hasta 1997, siete
    años después de que Bettelheim se suicidara, cuando
    Richard Pollack, director del N.Y Times, publica su trabajo de
    investigación "The Creation of Dr B" una biografía
    de Bruno Bettelheim en la que venía trabajando desde 1969
    , primero con un artículo que posteriormente se
    convertiría en libro y a través del cual los
    secretos mejor guardados del prestigioso ex director de la
    escuela Ortogénica de Chicago salen a la luz. Ya en 1969
    Pollack se había interesado por el trabajo de Bettelheim y
    había mantenido una entrevista con él. Su
    interés estaba motivado en conocer más detalles
    sobre su hermano menor Stephen que estuvo ingresado como alumno
    en la escuela Ortogénica desde 1943 hasta 1948 y que
    falleció a los once años, en un accidente ocurrido
    durante las vacaciones de 1948 estando con su familia.

    Pollack inicia la biografía de
    Bettelheim haciendo referencia al daño que su familia
    sufrió debido a la insistencia de este por afirmar que el
    accidente en el que murió Stephen fue en realidad un
    suicidio culpando a su madre por ello. En sus investigaciones,
    Pollack descubre que al llegar a América , Bettelheim
    falsificó su curriculum y que a lo largo de los
    años nadie, ni tan siquiera la Universidad de Chicago se
    encargó de verificar su autenticidad, de hecho solo
    después de la investigación de Pollack el mundo
    descubrió que Bettelheim, el patito feo que en
    américa se transformó en un orgulloso cisne solo
    utilizó un disfraz , en realidad nunca obtuvo una
    licenciatura ni un doctorado en psicología , nunca fue
    terapeuta de niños autistas y nunca trabajó en la
    Universidad de Viena, tampoco conoció a Freud ni
    publicó dos libros antes de hacerlo en los Estados Unidos,
    la única competencia que tenía en el campo del
    autismo eran sus propias aseveraciones que aseguraban haber
    participado en el tratamiento y curación de dos
    niños autistas en su propia casa de Viena antes de ser
    detenido por la Gestapo. Nada de cuanto dijo era verdad, lo
    cierto es que no tuvo ninguna participación en el
    tratamiento de niños autistas, de hecho, Patsy, la
    niña "autista" a la que se refiere en muchos de sus libros
    en realidad no lo era , cierto es que Patsy si era hija de una
    millonaria americana que por recomendación de Edith Sterba
    que en ese entonces era psicoanalista de Gina, la esposa de
    Bettelheim, la dejó al cuidado de esta mientras ella y su
    marido paseaban por Europa. Precisamente fueron los contactos de
    Gina – la madre de Patsy junto con Richard yEdith Sterba- y no
    Eleanor Roosevelt quienes intercedieron para que Bettelheim fuera
    liberado de Dachau. Por último, Pollack descubrió
    que la mayoría de niños ingresados en la escuela
    Ortógenica de Chicago tenían serios problemas
    emocionales aunque no eran autistas, hecho verificable a
    través de las diversas publicaciones de antiguos alumnos
    de esa escuela que a partir de 1990 denuncian el maltrato que
    Bettelheim les dio mientras duraban sus estancias . Desde su
    llegada a América Bettelheim tejió una red de
    mentiras que todos creyeron y no solo eso, sino que
    fundamentalmente reconocieron en él a toda una autoridad,
    le concedieron credibilidad y prestigio, lo alentaron, fomentando
    y respaldando cada uno de sus postulados. Finn, M ( el caso de
    Bruno Bettelheim, 2007) describe con total exactitud las
    consecuencias de este reconocimiento diciendo "Nadie
    cuestionó públicamente y menos aún
    desautorizó los logros que se arrogaba Bettelheim. Si la
    adjudicación de falsos logros solo hubiera estado
    encaminada a alimentar su ego o incluso avanzar en su carrera, no
    habría ocasionado tanto daño. Pero Bettelheim se
    valió de su creciente prestigio y autoridad para embestir
    contra varios sectores a los que ocasionó serios
    perjuicios y mucho dolor. Acusó a los judíos de
    tener actitudes de gueto, las que los habían conducido a
    entregarse sin luchar a su propia destrucción en el
    holocausto, mientras que él se retrataba como un
    judío que comprendía a su adversario, un
    judío libre de actitudes de gueto, había logrado
    enfrentarse y burlar a sus carceleros. Sus famosas diatribas
    contra las madres, sobre todo contra las madres de niños
    emocionalmente afectados y en particular, aquellas con hijos
    autistas, fueron apañadas por una cultura invadida por una
    fe ciega en un freudismo simplista y un anhelo de hallar
    respuestas rápidas.

    Al leer a Finn, imagino el dolor que
    debieron sufrir miles de madres que no solo fueron culpadas como
    el origen del autismo de sus hijos sino también
    consideradas agresoras, maltratadoras, indiferentes emocionales,
    disfuncionales, patológicas, enajenadas , y lo peor , a
    ser comparadas de forma denigrante con la Gestapo. Imagino
    cuáles fueron los motivos que llevaron a Richard Pollack a
    interesarse por la estancia de Stephen, su hermano
    pequeño, en la escuela Ortogénica de
    Chicago

    a lo largo de cinco años y a llevar
    a cabo su brillante trabajo de investigación , imagino que
    tal vez Stephen hubiera sido más feliz con su familia de
    no ser porque confiando en Bettelheim y también confiando
    en qué solo lejos de ellos podía curarse lo
    ingresaron en esa escuela, imagino que el verano en el que
    Stephen murió fue el más feliz de su vida y en el
    que recibió más amor , imagino los motivos por los
    que la madre de Pollack sostenía que Bettelheim odiaba a
    todos los padres en general, lo que no logro imaginar y lo que
    posiblemente nunca conseguiré saber es hasta que punto
    Bettelheim odiaba a sus propios padres para reflejar en otros su
    brillante crueldad, sus conflictos interiores, y especialmente,
    para causar tanto dolor.

    copyrights2012&todoslosderechosreservados.

    BIBLIOGRAFÍA

    1. The Creation of Dr B, Richard Pollack,
    1997

    2. Bettelheim, vida y legado, Nina Sutton,
    basic books 1996.

    1. Reseña bibliográfica del
    Dr Bettelheim, Dr Alvin Rosenfeld.

    2. Psicoanalistas de niños,
    orígenes y destinos de su obra.

    3. En el caso de Bruno Bettelheim, Molly
    Finn, First Things, 1997

    4. Una revisión del autismo desde el
    psicoanálisis, Balbuena Rivera, Francisco. Vol 3(1)
    febrero 2009, pp 184-189

    5. Breve revisión histórica
    del autismo, Balbuena Rivera, Francisco, Revista Asoc
    neuropsiquiatría, 2007, vol XXVII, 100.

    6. Recuerdo de Bruno Bettelheim, Dreyfuss
    Catherine.

    7. The Emptry Fortness, infantile autism
    and the birth of the self. Bruno Bettelheim. The free
    press.

    8. Trastornos autistas del contacto
    afectivo, Kanner Leo, 1968.

    9. Comportamiento individual y en masa en
    situaciones extremas. Bettelheim Bruno, psicología social
    1943, XXXVIII- 415-452

    10. Joey , el chico mecánico.
    Bettelheim Bruno. 1959

     

     

    Autor:

    Eliana
    Pérez-Egaña

    Eliana Dyer Rossmorrey

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