Cronología de la vida de Dante Alighieri –
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1193 – Nace Alberto Magno (+ 1280) que con
Tomás de Aquino influyeron en la
formación
teológica escolástica de
Dante.
1225 – Nace Tomás de Aquino (+ 1274)
autor de la Suma Teológica.
1240 – Nace Cimabue (+ 1302) maestro del
Giotto.
1265 – Mayo – Nace Dante en el barrio de
Porta di San Pietro de Florencia.
1266 – Nace el Giotto (+ 1337), primer
pintor que conoció y retrató a Dante.
Retrato de Dante por el
Giotto
1274 – Dante conoce (sólo
visualmente, nunca personalmente) a Beatriz Portinari (n
1266 -+ 1290), de aristocrática cuna, a la
que idealiza en su imaginación.
1283 – Dante se casa con Gemma di
Manetto Donati, con la que tuvo 3 hijos: Pedro,
Jacobo y Antonia ( la que luego tomará los
hábitos y adoptará el nombre de
Beatriz).
1285 – Dante estudia teología en
Bolonia
1289 – Dante (24 años) participa en
la campaña militar florentina contra los aretinos,
que culminó en la batalla de
Campaldino, con la victoria de Florencia.
1293 – Termina la redacción de su
semblanza autobiográfica "Vida Nueva", en
lengua toscana, combinación de prosa y
poesía
1294 – Julio – El ermitaño
benedictino Pedro Morón, es elegido Papa como Celestino
Vº ; pero hostigado por el cardenal Benedicto
Gaetani, abdicó en XII/1294.
XII/1294, Benedicto Gaetani es elegido Papa
como Bonifacio VIIIº; lo primero que hizo fue
encarcelar a Pedro Morón (+ V/1296); a continuación
persiguió y aniquiló a la noble
familia romana de los Colonna; y se incautó de sus
cuantiosos bienes.
1295 – Dante, de acuerdo a las
disposiciones legales vigentes en Florencia, se inscribe en
el gremio de los "médicos y boticarios", con
el objeto de tener acceso a los cargos
gubernamentales de su ciudad
natal.
XI/1295 – Dante es uno de los 35 miembros
del "Consiglio del Capitano" de Florencia.
1296 – Desde el 1/V, Dante forma parte del
"Consejo de los Cientos" (hasta IX/1296).
Este Consejo era una Asamblea integrada por
"popolanos" = ciudadanos de clase media y artesanos
de la sociedad florentina, con el objeto de defender sus
derechos e intereses frente a la nobleza, a los
poderosos mercaderes y banqueros.
1297 – Dante integra el "Consilio del
Podestà".
Florencia está encarnizada y
ferozmente dividida entre los "Bianchi" liderados
por Vieri d" Cerchi y los "Neri"
acaudillados por Corso Donati (del mismo clan al que
pertenecía Gemma); ambas facciones partidarias del Papa
(güelfos) en la gran confrontación
internacional entre éste y el Emperador (del Sacro Imperio
Romano Germánico).
Dante es correligionario de los
"Bianchi".
1298 – Marco Polo, prisionero en una
cárcel genovesa, dicta a Rusticello las memorias de
sus viajes, en los que había partido de Venecia en
1270 y regresado en 1295.
1300 – Dante es uno de los 6 priores que
integran la "Signoría"; consejo supremo que
rige los destinos de Florencia.
En dicha Signoría, todos
eran Bianchi y celosos defensores de la
"independencia política de
Florencia".
Los Neri, desplazados de la
Signoría, recurren al Papa, quién estaba
firmemente empeñado en incorporar a Florencia a los
Estados Pontificios.
Bonifacio designa entonces al cardenal (de
su confianza) Mateo d" Aquasparta, como mediador,
pero con la orden de apoyar a los Neri en su ascenso al
poder de Florencia.
Florencia está totalmente
convulsionada; los grupos en pugna se apalean en las
calles.
La Signoría rechaza todas
las propuestas de Aquasparta; y poco después éste
sufre un intento (real o ficticio ?) de
asesinato.
Aquasparta huye a Bolonia, y desde
allí "excomulga a la Signoría" y a todos los
Bianchi de Florencia.
El 3/X, el Consejo de los Cientos declara a
los Neri "enemigos de Florencia y reos de lesa
patria" y los expulsa a todos de la ciudad.
El 30/XI, el Papa llama a Carlos de Valois
(hermano del rey de Francia, Felipe IVº, "el
hermoso") a reconquistar Sicilia (liberada de los franceses en
las ya legendarias "vísperas sicilianas" del
24-25 / XII / 1282) y "pacificar Florencia".
Dante y su grupo radical de
Bianchi emiten un bando en el que rechazan totalmente
cualquier ingerencia extranjera en los asuntos de
Florencia.
Florencia, acumula enemigos, al
ancestral Emperador, ahora suma al Papa.
1301 – Dante es elegido para una
sucesión de puestos gubernamentales, en
Florencia.
X/1301 – Dante integra la embajada
florentina a Roma, para negociar con el Papa.
Los Bianchi se alían con
los gibelinos (partidarios del Emperador) de Pistoya y
de Lucca, para defenderse de las ambiciones territoriales
del Papa. Esa actitud "bianca" enerva el ambiente
romano contra Florencia.
1/XI/1301 – Carlos de Valois ataca e
irrumpe a sangre y fuego, en Florencia.
En la noche del 5 al 6 / XI, los
desterrados Neri capitaneados por Corso Donati, penetran
sigilosamente en Florencia. En la mañana del 6/XI
localizan y asesinan a todos los miembros de la
Signoría que quedaban en la ciudad. En las siguientes 3
semanas los Neri se dedican a saquear y
asesinar a todos los "reales o presuntos" contrarios de
la ciudad.
Gemma y sus hijos, conocedores de la
ferocidad de Corso, se trasladan a Lucca.
Es nombrado el "negro" Cante Gabrielli di
Gubbio, "Podestà" de Florencia.
Florencia está arrasada, y los
Bianchi han desaparecido, asesinados, exiliados o
escondidos. Dante se entera de los sucesos acaecidos en
Florencia, antes de entrar en Roma, y emprende el
regreso.
1302 – 18/I – Se inician los procesos
contra los derrotados Bianchi. Se los acusa
de:
– Haber asumido en forma fraudulenta, las
funciones de priores
– Oposición al Papa y a su
pacificador Carlos de Valois
– Malversación de fondos
públicos
– Perturbación de la paz interior de
Pistoya
Todos los acusados (los pocos que siguen
vivos), entre ellos Dante, están ausentes.
10/III – Segundo procesamiento en
contumacia.
Como ninguno se presentó para su
sentencia, se los condena a ser quemados vivos; encarcelamiento
de todos sus parientes; confiscación de todos sus
bienes.
La casa de Dante es saqueada, incendiada y
finalmente demolida.
Dante previsoramente no se presentó
en Florencia, como dijo González Ruiz
(Madrid – 1956): "para suerte suya y
nuestra".
Y no podrá regresar jamás
a su amada y natal Florencia.
En esa época, ser exiliado de una
ciudad de Italia tenía el mismo demoledor efecto
que el ostracismo de una ciudad griega.
Dante era reconocido como poeta y fue bien
recibido en todas las ciudades a las que fue; pero él se
sintió moralmente un despatriado; en una vida errante en
la que "conoce ese dolor de comer el salobre pan ajeno, y de
bajar y subir por las escaleras de los demás"
(Paraíso – canto XVII).
Los sinsabores por Florencia, templaron
su espíritu y sublimaron su intelecto.
1303 – Muere Bonifacio VIIIº. Le
sucede Benedicto XIº, de carácter mucho más
débil que Bonifacio; presionado por el rey de
Francia, Felipe IVº, nombró numerosos
cardenales de origen francés, con lo cual
éstos alcanzaron mayoría para el siguiente
cónclave.
1304 – Dante termina su "De vulgari
eloquentia", en latín, dirigido a sus lectores
cultos, en el que sostiene las ventajas de escribir
en lenguas vernáculas más accesible al
pueblo que el latín.
Dante, en Verona, inicia la
composición de la "Commedia" en lengua toscana.
Originalmente, encara su tránsito
acompañado por Virgilio, por el Infierno, en
el que sitúa a todos los personajes desde la
antigüedad, que considera condenables,
incluyendo al papa Bonifacio (VIIIº) que ubica en el
"octavo círculo, el de los "fraudulentos
y simoníacos" (canto XIX).
Nace Petrarca (+ 1374)
Muere Benedicto XIº, se convoca al
Cónclave en Perugia, pues Roma estaba
ferozmente convulsionada por los enfrentamientos entre
facciones políticas (güelfos vs.
gibelinos) y entre familias nobles.
Y se inicia la gran batalla interna por
quién sería el nuevo Papa: ¿romano,
italiano, francés?
1305 – El rey de Francia, Felipe IVº
pesa fuerte en el Cónclave, y es elegido papa el
Arzobispo (francés) de Burdeos, Bertrán de
Got, coronado como Clemente V en Lyón,
totalmente adicto y subordinado a Felipe.
Clemente, se desentiende de Florencia,
pues tiene en mente "cosas" mucho más
importantes.
1307 – En Francia, Felipe acusa de
herejía a los miembros de la Órden de los
Templarios, se incauta de todos sus bienes, y quema
vivos en la hoguera a todos sus magistrados.
Dante termina su "Convite", en
toscano, en el que explica que "ha decidido dedicarse al
estudio, buscar la sabiduría, afilar la razón, que
son los dones más preciosos que ha legado Dios a los
hombres" .
1309 – El papa Clemente, oficialmente
traslada la Santa Sede, de Roma a Aviñón (sobre
el Ródano). Aviñón era la
capital del Condado de Venaissin, feudo pontificio.
Se inicia así el "Destierro de
Aviñón", por el que 7 pontífices tienen
sus Santa Sede en esa ciudad francesa, hasta su
retorno a Roma en 1377. Y que a su vez sienta el
precedente del "Cisma de Occidente" : 1378 – 1417,
durante el cual la Iglesia Católica
alcanzará el escandaloso enfrentamiento de 3 papas
simultáneos, mutuamente excomulgados entre
sí.
Es elegido en Aquisgran, el
luxemburgués Enrique (VII), como Emperador del
Sacro Imperio Romano Germánico; pero debe ser
coronado en Roma y hacia allí se dirige en
1310.
Los Bianchi agredidos y diezmados
por el papa Bonifacio, desde 1301 partidarios del
Emperador, cifran en Enrique sus esperanzas de expulsar a los
Neri y volver al poder de
Florencia.
1312 – 22/III – En un Consistorio secreto,
el papa Clemente suprime definitivamente, la
Órden de los Caballeros Templarios.
En Letrán (próx. a la colina
Vaticana) es coronado Enrique VIIº, por los pocos
cardenales que quedaban en Roma. Dante le escribe una carta
invitándolo a liberar Florencia.
1313 – Muere Enrique VIIº en
Buonconvento (próx. a Siena).
Y se derrumban todas las esperanzas de
Dante de volver a Florencia.
Nace Boccaccio (+ 1375), gran
exégeta de toda la obra literaria de Dante y
quién agregó el calificativo de
Divina a la Commedia.
Clemente Vº con la aprobación
de Felipe, canoniza a Celestino Vº.
1315 – Las autoridades ("negras") de
Florencia, ofrecen a Dante volver a su ciudad si
cumple las condiciones: "reconocimiento de sus culpas" ,
"penitencia pública" y "pago de un
rescate".
Dante las rechaza indignado.
Dante concluyó el Infierno,
y con su espíritu ya resignado al "destierro
eterno"
(desde la muerte de Enrique VII), inicia el
Purgatorio, donde ubica a los que han cometido
sólo "pecados veniales".
Dante se radica en Rávena, donde es
muy bien recibido por el preboste Guido da
Polenta.
Rávena pertenecía a los
Estados Pontificios, pero gozaba de cierta
autonomía política, incrementada desde
la muerte del papa Bonifacio.
15/X – Dante es condenado en Florencia, en
contumacia, nuevamente a muerte, pero solo
por decapitación.
6/XI – Se ratifica, en contumacia, la
condena a muerte de los hijos de Dante.
1318 – Dante termina su "De
Monarchia", en latín, en el que sostiene la necesidad
de un solo monarca supremo para todas las cuestiones
temporales (pues en aquel entonces dichas cuestiones
estaban en conflicto entre el Papa y el Emperador).
1319 – Ya se han reunido con Dante, Gemma y
sus hijos. Antonia ingresa a un convento y adopta el
nombre de Beatriz.
Dante se radica definitivamente en
Rávena, ciudad apacible al margen de conflictos
políticos; da clases de composición poética
en la casa de Estudios.
En Rávena, Dante tiene la suerte de
conocer al culto arzobispo Rinaldo da Concorrezzo,
prestigioso teólogo, vehemente y celoso defensor de la
independencia de su diócesis y ciudad, contra
las ingerencias de Roma.
Rinaldo coincidía espiritual e
intelectualmente con Dante, y fue un providencial interlocutor
para las "difíciles cuestiones teológicas que
tocó el Poeta en el Purgatorio y en
el Paraíso".
En Rávena, Dante encuentra la
paz y su espíritu se calma.
Compone 3/4 del Purgatorio y todo el
Paraíso; completando un monumento
insuperable de erudición teológica y
composición poética. Y esta ciudad se
vanagloriará de ser la cuna de la parte
intelectualmente más importante de la Commedia.
Dante, Boccaccio y Petrarca, al escribir en
toscano, dieron a este dialecto la categoría de
idioma (luego consagrado como el "italiano por antonomasia", en
su versión florentina).
1321 – Dante termina la
Commedia.
Guido da Polenta, comisiona a Dante en una
misión política a Venecia. Al regreso cruza en una
chalupa el delta del Po, y contrae la malaria; de la que
no logra reponerse.
En la noche del 13 al 14 de septiembre
de 1321, muere el inmortal Poeta.
Tenía 56 agitados y amargados
años.
DANTE por Sandro
Botticelli
La Iglesia Católica Romana,
excomulgó a Dante y condenó a la Commedia al
Index.
Pero ante las actitudes de los
Bianchi intransigentes, tanto el Papa, como el Emperador
consideraron a Florencia un puercoespín muy difícil
de devorar y la dejaron en paz, por lo que ésta libre de
subordinaciones externas dio rienda suelta a su genio.
Debemos a Dante directamente la Divina
Comedia, e indirectamente junto con sus correligionarios
"Bianchi", que Florencia se convirtiera en el faro del
Renacimiento.
Con Dante, el Giotto, Petrarca, Bocaccio,
culmina la Edad Media, cuyo principal legado fue la
edificación teológica, con la cúspide nunca
superada de la Suma Teológica de Tomás de Aquino, y
se inicia el Renacimiento con sus libertades espiritual e
intelectual; al mismo tiempo que la cabeza de la Iglesia entra en
un cono de sombra con el traslado de la Santa Sede a
Aviñón (1309) y el consiguiente "Cisma de
Occidente" (1378).
Dante en la Commedia, absoluta
cúspide de la literatura universal, condensa
los dos pensamientos: el teológico y el de la
libertad espiritual, justo en el momento bisagra de la historia
Occidental.
Su genio fue indudablemente imbatible, por
lo que merece toda nuestra admiración.
1373 – Florencia confía a Boccaccio
una cátedra de exégesis de la obra de
Dante.
1921 – Benedicto XVº en su
encíclica "In praeclara", con motivo del 6º
centenario de la muerte del inmortal Poeta, levanta la
excomunión a Dante, a quién sitúa entre las
"glorias de las que se puede ufanar la Iglesia
Católica".
Finalmente Dante descansa en
paz.
El Vaticano, en su Enciclopedia
Católica, define a Dante como "El poeta más
grande del catolicismo"
Ariagno, 14/IX/11
A 690 años del tránsito
del genial Poeta
a la inmortalidad.
Anexos
Anexo l – Encíclica "In Praeclara"
original.
Anexo II –El Sol y las estrellas en la
visión de Dante.
Anexo III – Visión de Dios por
Dante.
Anexo I
LETTERA ENCICLICA IN
|
Diletti figli, salute e Apostolica
Benedizione.
Nella illustre schiera dei grandi
personaggi, che con la loro fama e la loro gloria hanno onorato
il cattolicesimo in tanti settori ma specialmente nelle lettere e
nelle belle arti, lasciando immortali frutti del loro ingegno e
rendendosi altamente benemeriti della civiltà e della
Chiesa, occupa un posto assolutamente particolare Dante
Alighieri, della cui morte si celebrerà tra poco il sesto
centenario. Mai, forse, come oggi fu posta in tanta luce la
singolare grandezza di questo uomo, mentre non solo l"Italia,
giustamente orgogliosa di avergli dato i natali, ma tutte le
nazioni civili, per mezzo di appositi comitati di dotti, si
accingono a solennizzarne la memoria, affinché questo
eccelso genio, che è vanto e decoro dell"umanità,
venga onorato dal mondo intero.
Noi pertanto, in questo magnifico coro
di tanti buoni, non dobbiamo assolutamente mancare, ma
presiedervi piuttosto, spettando soprattutto alla Chiesa, che gli
fu madre, il diritto di chiamare suo l"Alighieri.
Quindi, come al principio del Nostro
Pontificato, con una lettera diretta all"Arcivescovo di Ravenna,
Ci siamo fatti promotori dei restauri del tempio presso cui
riposano le ceneri dell"Alighieri, così ora, quasi ad
iniziare il ciclo delle feste centenarie, Ci è parso
opportuno rivolgere la parola a voi tutti, diletti figli, che
coltivate le lettere sotto la materna vigilanza della Chiesa, per
dimostrare ancor meglio l"intima unione di Dante con questa
Cattedra di Pietro, e come le lodi tributate a così
eccelso nome ridondino necessariamente in non piccola parte ad
onore della fede cattolica.
In primo luogo, poiché il nostro
Poeta durante l"intera sua vita professò in modo esemplare
la religione cattolica, si può dire consentaneo ai suoi
voti che questa commemorazione solenne si faccia, come si
farà, sotto gli auspici della religione; e che se essa
avrà compimento in San Francesco di Ravenna, s"inizi
però a Firenze, in quel suo bellissimo San Giovanni, a cui
negli ultimi anni di sua vita egli, esule, con intensa nostalgia
ripensava, bramando e sospirando di essere incoronato poeta sul
fonte stesso dove, bambino, era stato battezzato.
Nato in un"epoca nella quale fiorivano
gli studi filosofici e teologici per merito dei dottori
scolastici, che raccoglievano le migliori opere degli antichi e
le tramandavano ai posteri dopo averle illustrate secondo il loro
metodo, Dante, in mezzo alle varie correnti del pensiero, si fece
discepolo del principe della Scolastica Tommaso d"Aquino; e dalla
sua mente di tempra angelica attinse quasi tutte le sue
cognizioni filosofiche e teologiche, mentre non trascurava nessun
ramo dell"umano sapere e beveva largamente alle fonti della Sacra
Scrittura e dei Padri. Appreso così quasi tutto lo
scibile, e nutrito specialmente di sapienza cristiana, quando si
accinse a scrivere, dallo stesso mondo della religione egli
trasse motivo per trattare in versi una materia immensa e di
sommo respiro.
In questa vicenda si deve ammirare la
prodigiosa vastità ed acutezza del suo ingegno, ma si deve
anche riconoscere che ben poderoso slancio d"ispirazione egli
trasse dalla fede divina, e che quindi poté abbellire il
suo immortale poema della multiforme luce delle verità
rivelate da Dio, non meno che di tutti gli splendori
dell"arte.
Infatti tutta la sua Commedia, che
meritatamente ebbe il titolo di divina, pur nelle varie finzioni
simboliche e nei ricordi della vita dei mortali sulla terra, ad
altro fine non mira se non a glorificare la giustizia e la
provvidenza di Dio, che governa il mondo nel tempo e
nell"eternità, premia e punisce gli uomini, sia
individualmente, sia nelle comunità, secondo le loro
responsabilità. Quindi in questo poema, conformemente alla
rivelazione divina, risplendono la maestà di Dio Uno e
Trino, la Redenzione del genere umano operata dal Verbo di Dio
fatto uomo, la somma benignità e liberalità di
Maria Vergine Madre, Regina del Cielo, e la superna gloria dei
santi, degli angeli e degli uomini. Ad esso si contrappone la
dimora delle anime che, una volta consumato il periodo di
espiazione previsto per i peccatori, vedono aprirsi il cielo
davanti a loro. Ed emerge che una sapientissima mente governa in
tutto il poema l"esposizione di questi e di altri dogmi
cattolici.
Se il progresso delle scienze
astronomiche dimostrò poi che non aveva fondamento quella
concezione del mondo, e che non esistono le sfere supposte dagli
antichi, trovando che la natura, il numero e il corso degli astri
e dei pianeti sono assolutamente diversi da quanto quelli ne
pensavano, non venne meno però il principio fondamentale,
che l"universo, qualunque sia l"ordine che lo sostiene nelle sue
parti, è opera del cenno creatore e conservatore di Dio
onnipotente, il quale tutto muove, e la cui gloria risplende in
una parte più, e meno altrove; questa terra che noi
abitiamo, quantunque non sia il centro dell"universo, come un
tempo si credeva, tuttavia è sempre stata la sede della
felicità dei nostri progenitori, e testimone in seguito
della loro miserrima caduta, che segnò per essi la perdita
di quella felice condizione che fu poi restituita dal sangue di
Gesù Cristo, eterna salvezza degli uomini. Perciò
Dante, che aveva costruito nel proprio pensiero la triplice
condizione delle anime, immaginando prima del giudizio finale sia
la dannazione dei reprobi, sia l"espiazione delle anime pie, sia
la felicità dei beati, deve essere stato ispirato dalla
luce della fede.
In verità Noi riteniamo che
gl"insegnamenti lasciatici da Dante in tutte le sue opere, ma
specialmente nel suo triplice carme, possano servire quale
validissima guida per gli uomini del nostro tempo. Innanzi tutto
i cristiani debbono somma riverenza alla Sacra Scrittura e
accettare con assoluta docilità quanto essa contiene. In
ciò l"Alighieri è esplicito:
« Sebbene gli scrivani della divina parola siano
molti, tuttavia il solo che detta è Dio, il quale si
è degnato di esprimerci il suo messaggio di bontà
attraverso le penne di molti ». Espressione splendida
e assolutamente vera! E così pure la seguente:
« Il Vecchio e il Nuovo Testamento, emessi per
l"eternità, come dice il Profeta »
contengono « insegnamenti spirituali che trascendono la
ragione umana », impartiti « dallo Spirito
Santo, il quale attraverso i Profeti, gli Scrittori di cose
sacre, nonché attraverso Gesù Cristo, coeterno
Figlio di Dio, e i suoi discepoli rivelò la verità
soprannaturale e a noi necessaria ». Pertanto
Dante dice giustamente che da quell"eternità che
verrà dopo il corso della vita mortale «noi
traiamo la certezza che viene dall"infallibile dottrina di
Cristo, la quale è Via, Verità e Luce: Via,
perché attraverso essa giungiamo senza ostacoli alla
beatitudine eterna; Verità, perché essa è
priva di qualsiasi errore; Luce, perché ci illumina nelle
tenebre terrene dell"ignoranza ». Egli onora di
non minore rispetto « quei venerandi Concìli
principali, ai quali tutti i fedeli credono senza alcun dubbio
che Cristo abbia partecipato ». Oltre a questi, Dante tiene
in grande stima « le scritture dei dottori, di
Agostino e di altri ». In proposito, egli dice:
« Chi dubita che essi siano stati aiutati dallo
Spirito Santo, o non ha assolutamente visto i loro frutti o, se
li ha visti, non li ha mai gustati ».
Per la verità, l"Alighieri ha una
straordinaria deferenza per l"autorità della Chiesa
Cattolica e per il potere del Romano Pontefice, tanto che a suo
parere sono valide tutte le leggi e tutte le istituzioni della
Chicaa che dallo stesso sono state disposte. Da qui
quell"energica ammonizione ai cristiani: dal momento che essi
hanno i due Testamenti, e contemporaneamente il Pastore della
Chiesa dal quale sono guidati, si ritengano soddisfatti di questi
mezzi di salvezza. Perciò, afflitto dai mali della Chiesa
come fossero suoi, mentre deplora e stigmatizza ogni ribellione
dei cristiani al Sommo Pontefice dopo il trasferimento
dell"Apostolica Sede da Roma [ad Avignone], così scrive ai
Cardinali Italiani: «Noi, dunque, che confessiamo il
medesimo Padre e Figliuolo: il medesimo Dio e uomo, e la medesima
Madre e Vergine; noi, per i quali e per la salvezza dei quali fu
detto a colui che era stato interrogato tre volte a proposito
della carità: " Pasci, o Pietro, il sacrosanto ovile ";
noi che di Roma (cui, dopo le pompe di tanti trionfi, Cristo con
le parole e con le opere confermò l"imperio sul mondo, e
che Pietro ancora e Paolo, l"Apostolo delle genti, consacrarono
quale Sede Apostolica col proprio sangue), siamo costretti con
Geremia, facendo lamenti non per i futuri ma per i presenti, a
piangere dolorosamente, di essa, quale vedova e derelitta; noi
siamo affranti nel vedere lei così ridotta, non meno che
il vedere la piaga deplorevole delle
eresie ».
Dunque egli definisce la Chiesa Romana
quale «Madre piissima » o
« Sposa del Crocifisso », e Pietro
quale giudice infallibile della verità rivelata da Dio,
cui è dovuta da tutti assoluta sottomissione in materia di
fede e di comportamento ai fini della salvezza eterna. Pertanto,
quantunque ritenga che la dignità dell"Imperatore venga
direttamente da Dio, tuttavia egli dichiara che
« questa verità non va intesa così
strettamente che il Principe Romano non si sottometta in qualche
caso al Pontefice Romano, in quanto la felicità terrena e
in un certo modo subordinata alla felicità
eterna ».
Principio davvero ottimo è
sapiente, che se fosse fedelmente osservato anche oggi recherebbe
certamente copiosi frutti di prosperità agli
Stati.
Ma, si dirà, egli inveì
con oltraggiosa acrimonia contro i Sommi Pontefici del suo tempo.
È vero; ma contro quelli che dissentivano da lui nella
politica e che egli credeva stessero dalla parte di coloro che lo
avevano cacciato dalla patria. Tuttavia si deve pur compatire un
uomo, tanto sbattuto dalla fortuna, se con animo esulcerato
irruppe talvolta in invettive che passavano il segno, tanto
più che ad esasperarlo nella sua ira non furono certo
estranee le false notizie propalate, come suole accadere, da
avversari politici sempre propensi ad interpretare tutto
malignamente. Del resto, poiché la debolezza è
propria degli uomini, e « nemmeno le anime pie
possono evitare di essere insudiciate dalla polvere del
mondo », chi potrebbe negare che in quel tempo vi
fossero delle cose da rimproverare al clero, per cui un animo
così devoto alla Chiesa, come quello di Dante, ne doveva
essere assai disgustato, quando sappiamo che anche uomini insigni
per santità allora le riprovarono
severamente?
Tuttavia, per quanto si scagliasse nelle
sue invettive veementi, a ragione o a torto, contro persone
ecclesiastiche, però non venne mai meno in lui il rispetto
dovuto alla Chiesa e la riverenza alle Somme Chiavi; per cui
nella sua opera politica intese difendere la propria opinione
« con quell"ossequio che deve usare un figlio pio
verso il proprio padre, pio verso la madre, pio verso Cristo, pio
verso la Chiesa, pio verso il Pastore, pio verso tutti coloro che
professano la religione Cristiana, per la tutela della
verità ».
Pertanto, avendo egli basato su questi
saldi principi religiosi tutta la struttura del suo poema, non
stupisce se in esso si riscontra un vero tesoro di dottrina
cattolica; cioè non solo il succo della filosofia e della
teologia cristiana, ma anche il compendio delle leggi divine che
devono presiedere all"ordinamento ed all"amministrazione degli
Stati; infatti l"Alighieri non era uomo che per ingrandire la
patria o compiacere ai prìncipi potesse sostenere che lo
Stato può misconoscere la giustizia e i diritti di Dio,
perché egli sapeva perfettamente che il mantenimento di
questi diritti è il principale fondamento delle
nazioni.
Indicibile, dunque, è il
godimento che procura l"opera del Poeta; ma non minore è
il profitto che lo studioso ne ricava, perfezionando il suo gusto
artistico ed accendendosi di zelo per la virtù, a
condizione però che egli sia spoglio di pregiudizi, ed
aperto alla verità. Anzi, mentre non è scarso il
numero dei grandi poeti cattolici che uniscono l"utile al
dilettevole, in Dante è singolare il fatto che,
affascinando il lettore con la varietà delle immagini, con
la vivezza dei colori, con la grandiosità delle
espressioni e dei pensieri, lo trascina all"amore della cristiana
sapienza; né alcuno ignora che egli apertamente dichiara
di aver composto il suo poema per apprestare a tutti vitale
nutrimento. Infatti sappiamo che alcuni, anche recentemente,
lontani sì, ma non avversi a Cristo, studiando con amore
la Divina Commedia, per divina grazia, prima cominciarono ad
ammirare la verità della fede cattolica e poi finirono col
gettarsi entusiasti tra le braccia della Chiesa.
Quanto abbiamo esposto fino ad ora
è sufficiente per dimostrare quanto sia opportuno che, in
occasione di questo centenario che interessa tutto il mondo
cattolico, ciascuno alimenti il suo zelo per conservare quella
fede che sì luminosamente si rivelò, se in altri
mai, nell"Alighieri, quale fautrice della cultura e dell"arte.
Infatti, in lui non va soltanto ammirata l"altezza somma
dell"ingegno, ma anche la vastità dell"argomento che la
religione divina offerse al suo canto. Se la natura gli aveva
fornito un ingegno tanto acuto, affinato nel lungo studio dei
capolavori degli antichi classici, maggiore acutezza egli trasse,
come abbiamo detto, dagli scritti dei Dottori e dei Padri della
Chiesa, che consentirono al suo pensiero di elevarsi e di
spaziare in orizzonti ben più vasti di quelli racchiusi
nei limiti ristretti della natura. Perciò egli, quantunque
separato da noi da un intervallo di secoli, conserva ancora la
freschezza di un poeta dell"età nostra; e certamente
è assai più moderno di certi vati recenti,
esumatori di quell"antichità che fu spazzata via da
Cristo, trionfante sulla Croce. Spira nell"Alighieri la stessa
pietà che è in noi; la sua fede ha gli stessi
sentimenti, e degli stessi veli si riveste « la
verità a noi venuta dal cielo e che tanto ci
sublima ». Questo è il suo elogio
principale: di essere un poeta cristiano e di aver cantato con
accenti quasi divini gli ideali cristiani dei quali contemplava
con tutta l"anima la bellezza e lo splendore, comprendendoli
mirabilmente e dei quali egli stesso viveva. Conseguentemente,
coloro che osano negare a Dante tale merito e riducono tutta la
sostanza religiosa della Divina Commedia ad una vaga ideologia
che non ha base di verità, misconoscono certo nel Poeta
ciò che è caratteristico e fondamento di tutti gli
altri suoi pregi.
Dunque, se Dante deve alla fede
cattolica tanta parte della sua fama e della sua grandezza, valga
solo questo esempio, per tacere gli altri, a dimostrare quanto
sia falso che l"ossequio della mente e del cuore a Dio tarpi le
ali dell"ingegno, mentre lo sprona e lo innalza; e quanto male
rechino al progresso della cultura e della civiltà coloro
che vogliono bandita dall"istruzione ogni idea di religione.
È, infatti, assai deplorevole il sistema ufficiale odierno
di educare la gioventù studiosa come se Dio non esistesse
e senza la minima allusione al soprannaturale. Poiché
sebbene in qualche luogo il « poema sacro » non sia
tenuto lontano dalle scuole pubbliche e sia anzi annoverato fra i
libri che devono essere più studiati, esso però non
suole per lo più recare ai giovani quel vitale nutrimento
che è destinato a produrre, in quanto essi, per
l"indirizzo difettoso degli studi, non sono disposti verso la
verità della fede come sarebbe necessario.
Volesse il cielo che queste celebrazioni
centenarie facessero in modo che ovunque si impartisse
l"insegnamento letterario, che Dante fosse tenuto nel dovuto
onore e che egli stesso pertanto fosse per gli studenti un
maestro di dottrina cristiana, dato che egli, componendo il suo
poema, non ebbe altro scopo che « sollevare i mortali dallo
stato di miseria », cioè del peccato, e
« di condurli allo stato di
beatitudine », cioè della grazia
divina.].
E voi, diletti figli, che avete la
fortuna di coltivare lo studio delle lettere e delle belle arti
sotto il magistero della Chiesa, amate e abbiate caro, come fate,
questo Poeta, che Noi non esitiamo a definire il cantore e
l"araldo più eloquente del pensiero cristiano. Quanto
più vi dedicherete a lui con amore, tanto più la
luce della verità illuminerà le vostre anime, e
più saldamente resterete fedeli e devoti alla santa
Fede.Quale auspicio dei celesti favori ed a testimonianza della
Nostra paterna benevolenza, impartiamo con affetto a voi tutti,
diletti figli, l"Apostolica Benedizione.
Dato a Roma, presso San Pietro, il
30 aprile 1921, nell"anno settimo del Nostro
Pontificato.
BENEDICTUS PP. XV
Anexo II – El Sol y las estrellas en la
visión de Dante
Durante milenios, we consideró al
Sol, un astro particular, diferente de todo los demás
conocidos: estrellas y planetas, pues nos envía luz y
calor.
A principios del s. XX, los avances en
Relatividad, y transmutación atómica,
explicaron
la energía generada en las estrellas
y en el Sol, y la gran conclusión fue que "el Sol es una
estrella".
Sorprendentemente, 600 años
atrás, Dante concluyó su Commedia, con la
frase:
"… l"Amor che move il sole e l"altre
stelle."
en la que asumió que el Sol es una
entre las estrellas.
Anexo III – Visión de Dios por
Dante
En el primer tercio del s. XX, Einstein y
Friedman en forma teórica y Hubble por sus análisis
espectrográficos del corrimiento hacia el rojo de las
radiaciones recibidas de las galaxias, se llegó a la
conclusión que el Universo se encuentra en rápida
expansión.
De lo anterior se llegó a la
teoría de que todo el Universo se generó a partir
de un punto de infinita concentración de energía
que explotó en lo que se denominó "Big
Bang", brillantemente interpretada por George
Gamow.
En 1965, Penzias y Wilson publicaron sus
observaciones sobre "el exceso de temperatura observada en todo
el Universo, a 4.080 Hz." (Por su descubrimiento les otorgaron el
premio Nóbel).
En 1992, Smoot del laboratorio Lawrence de
Berkeley, publicó las observaciones del satélite
COBE (Explorador del Fondo Cósmico) que
demostró la existencia de la universal "Radiación
cósmica del fondo de microondas y sus anisotropías"
detectadas en la banda de 31 a 90 GHz.
Actualmente es de generalizada
aceptación en el ámbito
físico-astronómico que nuestro Universo se
generó hace aprox. 15.000 millones de años (*) a
partir de "un punto de infinita concentración de
energía".
Dante en el Paraíso de la Commedia
(Canto XXVIII), ve a Dios como "un punto de intensa
luminosidad", coherente con el punto inicial del Big Bang
del s. XX.
(*) 15.000 x 106 años según
Harvard
13.700 x 106 años según otras
líneas astronómicas.
Autor:
Domingo Emilio Ariagno