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Implementación de la perspectiva de género en el programa de Historia de Cuba



  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Estado
    actual de la perspectiva de género en el contexto
    internacional, Cuba y la Educación de Adultos en el
    municipio de Buey Arriba
  4. La
    Educación de Adultos en el municipio de Buey
    Arriba
  5. Implicaciones socioculturales de la
    aplicación de una metodología para la
    implementación de la perspectiva de género en
    el programa de Historia de Cuba de la Facultad Obrero
    Campesina
  6. Conclusiones

Resumen

Esta investigación aborda un tema de gran
actualidad referida a la temática de la
implementación de la perspectiva de género en el
programa de Historia de Cuba de la FOC "Alfredo Marrero
Núñez" del municipio Buey Arriba, basándose
en el materialismo dialéctico e histórico como
método científico general y fundamentada
teóricamente en la perspectiva de género como eje
transversal de la educación cubana y la teoría
histórico cultural del desarrollo humano.

Introducción

La igualdad de oportunidades para hombres y mujeres en
la sociedad ocupa un lugar importante en la agenda nacional e
internacional, y en los últimos años ese
interés se ha ido desplazando hacia las políticas y
las prácticas necesarias para acelerar el
proceso.

El cambio social de los roles de género
está limitado por factores políticos,
jurídicos, religiosos y culturales, que hacen
difícil el cambio, pues, explícita o
implícitamente, tienden a perpetuar y/o reforzar los
estereotipos de género y la asimetría de las
relaciones de género. No hay conciencia suficiente que con
la igualdad de los géneros no solo se mejora la calidad de
vida de las mujeres, sino también la de los hombres. La
democracia participativa eficaz si puede ponerse en
práctica, verdaderamente, a través de la
participación equitativa de hombres y mujeres.

En el contexto de la educación en Cuba, la
problemática de género ha sido abordada en la
literatura científica desde la perspectiva
filosófica, psicológica, sociológica y
pedagógica; sin embargo la autora considera, que a pesar
de constituir esta temática una prioridad del Plan de
Acción Nacional de la República de Cuba de
seguimiento a la IV Conferencia de la Organización de
Naciones Unidas sobre la mujer, en particular en su
artículo 85 que expresa:

"Desarrollar programas de estudios de género en
la educación, de modo que contribuya al desarrollo de esta
perspectiva en la investigación científica; la
enseñanza y el quehacer profesional de profesores y
futuros profesionales", es insuficiente el tratamiento que ha
tenido esta temática desde la Didáctica de las
asignaturas del Sistema Nacional de Educación, incluyendo
de forma particular la enseñanza de la Historia de Cuba
que tiene como objetivo esencial la formación de
convicciones patrióticas en los estudiantes, la
formación básica integral, y la preparación
del hombre para la vida .

La revisión bibliográfica realizada
permitió constatar, que destacadas personalidades se han
referido al tratamiento de la problemática de
género, precisando su importancia y necesidad de
estudiarse desde edades muy tempranas. La categoría
"género", irrumpe en el escenario
académico-político hacia mediados de la
década de los setenta del siglo XX entre las feministas
universitarias de habla inglesa. En español, el concepto
se comienza a usar en los 80, a partir de la traducción de
textos escritos originalmente en inglés. Se destacan entre
las autoras de lenguas latinas, Marta Lamas: "La
antropología feminista y la categoría
género". María Luisa Heilborn: "Fazendo
género? A antropología de mulher no Brasil".
Albertina Oliveira Costa y C. Bruschini, 1992 y Teresita De
Barbieri: "Sobre la categoría género". Una
introducción
teórico-metodológica".

En la bibliografía revisada se ha constado que
existen diversos trabajos que abordan la problemática de
género desde la óptica de la psicología, la
demografía, la sociología y la historia. En el caso
particular de Cuba sobresalen las autoras Norma Vasallo y Mayda
Álvarez quiénes han propuesto una
periodización de los estudios sobre la mujer y el
género en el país correspondiente a la
última década del presente siglo XXI.

El análisis realizado de las distintas fuentes
bibliográficas citadas anteriormente, las visitas de ayuda
metodológica, visitas especializadas, reuniones
metodológicas, así como criterios de directivos y
profesores obtenidos mediante la aplicación de variados
métodos y técnicas, permitieron revelar
que:

  • Existen dificultades en el orden social en cuanto a
    destacar el papel de las mujeres en las luchas por la
    independencia de Cuba, pues generalmente solo se enaltece
    labor revolucionaria de los hombres.

  • Insuficiente conocimiento de los conceptos
    género, sexo, perspectiva de género.

  • Inadecuados modos de actuación en los
    estudiantes relacionados con prácticas
    discriminatorias vinculadas al género tales como
    (violencia familiar, pobre ayuda en las tareas del
    hogar).

  • La no contextualización de los procesos de
    pertinencia e impacto social de la Facultad Obrero Campesina
    (continuidad de estudios de los trabajadores, amas de casa,
    personal disponible, preparación para los
    exámenes de ingreso), con las necesidades
    socioculturales donde se desarrollan.

  • No se tiene en cuenta en el proceso formativo de los
    Jóvenes y Adultos, las características y la
    diversidad de cultura presente en los estudiantes.

  • Limitado conocimiento en los profesores a la hora de
    fundamentar el género como categoría
    histórico – social.

Por lo que se manifiesta la siguiente
contradicción sino se aprovechan las potencialidades de la
asignatura de Historia de Cuba para darle tratamiento adecuado a
la contextualización genérica, se limita la
transformación de los modos de actuación
relacionados con el género en la Educación de
Adultos.

Al analizar la mencionada contradicción se hace
más evidente cuando se constatan las
características del tipo de estudiante de esta
educación, su comportamiento social, en el cual se
encuentran arraigadas tradiciones, costumbres y conductas
discriminatorias sexistas muy relacionadas con la zona de
montaña donde residen, que necesitan ser transformados
desde la práctica educativa.

Por todo lo antes expuesto se determina como problema
:-
¿Qué implicaciones socioculturales posee la
implementación de la perspectiva de género en la
Facultad Obrero Campesina del municipio de Buey
Arriba?

Para dar solución a la problemática
planteada se propone como Objetivo CTS: Reflexionar en
torno a las implicaciones socioculturales de la aplicación
de una metodología para la implementación de la
perspectiva de género en el programa de Historia de Cuba
de la Educación de Adultos, sustentada en una
concepción didáctica articulada en principios que
garanticen la transformación de los modos de
actuación genéricos de los estudiantes.

Con base en el Enfoque Dialéctico
Materialista
como estrategia metodológica general de
la investigación, la autora asume para su desarrollo los
siguientes métodos:

Teóricos:

  • Analítico-sintético, en la
    revisión bibliográfica, para obtener los
    elementos esenciales que permiten la valoración y
    fundamentación del problema, y en la
    elaboración de las conclusiones derivadas del proceso
    investigativo realizado.

  • Inductivo-deductivo: para realizar el
    análisis empírico y teórico del
    problema, que permita asumir los presupuestos necesarios, a
    partir de la bibliografía que aborda el tema, y llegar
    a conclusiones y generalizaciones sobre cómo trabajar
    la perspectiva de género en el programa de Historia de
    Cuba.

  • Histórico-lógico, para el
    estudio y análisis de la evolución y desarrollo
    que ha tenido la Educación de Adultos y el tratamiento
    a la perspectiva de género en el contexto nacional e
    internacional.

  • Empíricos:

  • Observación, para constatar la
    existencia del problema en el tratamiento a la perspectiva de
    género en la Educación de Adultos.

El tema de investigación tiene gran
actualidad, pues se encuentra estructurado dentro de las
principales líneas de investigación priorizadas por
el Programa Ramal # 7 de la Educación de Adultos, que
tiene como prioridad a investigar "Los fundamentos
teóricos y metodológicos de la Educación de
la Adultos en Cuba", perteneciente al Área de
Investigación. Lineamientos centrales: Formación de
valores. Derechos humanos.

La novedad del tema reside en develar la
lógica del tratamiento de la perspectiva de género
en el proceso de enseñanza – aprendizaje de la
asignatura Historia de Cuba de la Facultad Obrero
Campesina.

La significación social reside en que
indudablemente la implementación de la perspectiva de
género en el Programa de Historia de Cuba
conducirá, por un lado, al perfeccionamiento del
aprendizaje de la asignatura, así como a la
eliminación de inadecuados modos de actuación de
los estudiantes relacionados con las prácticas
discriminatorias vinculadas al género y
posibilitará una mayor comprensión del papel que
les corresponde a las nuevas generaciones (de hombres y mujeres
sin distinción) como constructores del nuevo proyecto
social.

DESARROLLO

Estado actual de
la perspectiva de género en el contexto internacional,
Cuba y la Educación de Adultos en el municipio de Buey
Arriba

En los últimos años se produjo un
importante avance en las ciencias sociales, al incorporarse los
denominados estudios de la mujer como un nuevo paradigma. El
género, como categoría social, es una de las
contribuciones teóricas más significativas del
feminismo contemporáneo. Esta categoría
analítica surgió para explicar las desigualdades
entre hombres y mujeres, poniendo el énfasis en la
noción de multiplicidad de identidades. Lo femenino y lo
masculino se conforman a partir de una relación mutua,
cultural e histórica.

En este contexto, la categoría de género
puede entenderse como una explicación acerca de las formas
que adquieren las relaciones entre los géneros, que
algunos consideran como una alternativa superadora de otras
matrices explicativas, como la teoría del patriarcado. Se
sostiene que aunque la incorporación del concepto de
"patriarcado" constituyó un avance importante para
explicar la situación de las mujeres, resultó
insuficiente para comprender los procesos que operan dentro de la
estructura social y cultural de las sociedades, condicionando la
posición e inserción femenina en realidades
históricas concretas.

Según Marta Lamas, aún cuando ya en 1949
aparece como explicación en "El segundo sexo" de Simone de
Beauvoir es a partir de los anos sesenta que , el término
género comienza a circular en las ciencias sociales y en
el discurso feminista con un significado propio y como una
acepción específica (distinta de la
caracterización tradicional del vocablo que hacía
referencia a tipo o especie). No obstante, sólo a fines de
los ochenta y comienzos de los noventa el concepto adquiere
consistencia y comienza a tener impacto en América Latina.
Entonces las intelectuales feministas logran instalar en la
academia y las políticas públicas la denominada
"perspectiva de género".

En 1955 John Money propuso el término "papel de
género" para describir el conjunto de conductas atribuidas
a los varones y a las mujeres, pero fue Robert Stoller quien
estableció más claramente la diferencia conceptual
entre sexo y género. Los sistemas de género se
entienden como los conjuntos de prácticas,
símbolos, representaciones, normas y valores sociales que
las sociedades elaboran a partir de la diferencia sexual
anatómico-fisiológica y que dan sentido a las
relaciones entre personas sexuadas (De Barbieri,
1990).

Según Gomariz, a partir de estas referencias
conceptuales pueden examinarse distintos planos del conocimiento
acumulado en la materia. De modo amplio, podría aceptarse
que constituyen reflexiones sobre género todas aquellas
que se hicieron en la historia sobre las consecuencias y
significados que tiene pertenecer a cada uno de los sexos. Para
Gomariz, puede denominarse como "estudios de género" el
segmento de la producción de conocimientos que se ha
ocupado de ese ámbito de la experiencia humana.

La "perspectiva de género", en referencia a los
marcos teóricos adoptados para una investigación,
capacitación o desarrollo de políticas o programas,
implica según Susana Gamba (2010):

a) reconocer las relaciones de poder que se dan entre
los géneros, en general favorable a los varones como grupo
social y discriminatorio para las mujeres;

b) que dichas relaciones han sido constituidas social e
históricamente y son constitutivas de las
personas;

c) que las mismas atraviesan todo el entramado social y
se articulan con otras relaciones sociales, como las de clase,
etnia, edad, preferencia sexual y religión.

La perspectiva de género opta por una
concepción epistemológica que se aproxima a la
realidad desde las miradas de los géneros y sus relaciones
de poder. Sostiene que la cuestión de los géneros
no es un tema a agregar como si se tratara de un capítulo
más en la historia de la cultura, sino que las relaciones
de desigualdad entre los géneros tienen sus efectos de
producción y reproducción de la
discriminación, adquiriendo expresiones concretas en todos
los ámbitos de la cultura: el trabajo, la familia, la
política, las organizaciones, el arte, las empresas, la
salud, la ciencia, la sexualidad, la historia.

La mirada de género no está supeditada a
que la adopten las mujeres ni está dirigida exclusivamente
a ellas. Tratándose de una cuestión de
concepción del mundo y de la vida, lo único
definitorio es la comprensión de la problemática
que abarca y su compromiso vital.

Existe cierto consenso en que es necesario establecer
distinciones entre sexo y género. El sexo corresponde a un
hecho biológico, producto de la diferenciación
sexual de la especie humana, que implica un proceso complejo con
distintos niveles, que no siempre coinciden entre sí, y
que son denominados por la biología y la medicina como
sexo cromosómico, gonadial, hormonal, anatómico y
fisiológico. A la significación social que se hace
de los mismos se la denomina género. Por lo tanto, las
diferencias anatómicas y fisiológicas entre hombres
y mujeres que derivan de este proceso, pueden y deben
distinguirse de las atribuciones que la sociedad establece para
cada uno de los sexos individualmente constituidos.

Aunque existen divergencias en su
conceptualización, en general la categoría de
género es una definición de carácter
histórico y social acerca de los roles, identidades y
valores que son atribuidos a varones y mujeres e internalizados
mediante los procesos de socialización. Algunas de sus
principales características y dimensiones son:

1) Es una construcción social e histórica
(por lo que puede variar de una sociedad a otra y de una
época a otra).

2) Es una relación social (porque descubre las
normas que determinan las relaciones entre mujeres y
varones).

3) Es una relación de poder (porque nos remite al
carácter cualitativo de esas relaciones).

4) Es una relación asimétrica; si bien las
relaciones entre mujeres y varones admiten distintas
posibilidades (dominación masculina, dominación
femenina o relaciones igualitarias), en general éstas se
configuran como relaciones de dominación masculina y
subordinación femenina.

5) Es abarcativa (porque no se refiere solamente a las
relaciones entre los sexos, sino que alude también a otros
procesos que se dan en una sociedad: instituciones,
símbolos, identidades, sistemas económicos y
políticos, etc.).

6) Es transversal (porque no están aisladas, sino
que atraviesan todo el entramado social, articulándose con
otros factores como la edad, estado civil, educación,
etnia, clase social).

7) Es una propuesta de inclusión (porque las
problemáticas que se derivan de las relaciones de
género sólo podrán encontrar
resolución en tanto incluyan cambios en las mujeres y
también en los varones).

8) Es una búsqueda de una equidad que sólo
será posible si las mujeres conquistan el ejercicio del
poder en su sentido más amplio (como poder crear, poder
saber, poder dirigir, poder disfrutar, poder elegir, ser elegida,
etcétera).

La generalización del concepto de género
ha suscitado una polémica en torno a la conveniencia de
continuar usándolo. A veces el término se ha
tergiversado y banalizado en su aplicación. En algunos
estudios macrosociales o del mercado de trabajo, a la
desagregación por sexo se le denomina género, pero
la categoría permanece vacía. Algo similar ocurre
cuando la palabra género sustituye a mujeres (Scott,
1990). El género requiere la búsqueda de sentido
del comportamiento de varones y mujeres como seres socialmente
sexuados. Marta Lamas (1999) sostiene que en América
Latina no hubo el suficiente debate ni una confrontación
teórica al respecto, al menos comparada con la fuerza y
visibilidad con que se ha dado en el mundo anglosajón.
Para esta autora un aspecto relevante a debatir es "la forma en
que se manifiesta el traslape conceptual entre género y
diferencia sexual: como ausencia o silencio, confusión y
negación". En el debate sobre las relaciones entre hombres
y mujeres, la diferencia sexual es un concepto básico para
comprender la base sobre la que se construye el
género.

Aunque no constituye una categoría cerrada, sino
en pleno desarrollo, la perspectiva de género favorece el
ejercicio de una lectura crítica y cuestionadora de la
realidad para analizar y transformar la situación de las
personas. Se trata así de crear nuevas construcciones de
sentido para que hombres y mujeres visualicen su masculinidad y
su feminidad a través de vínculos no jerarquizados
ni discriminatorios.

En la literatura cubana se expresa que a nivel social,
el desarrollo de la mujer cubana se evidenció con mucha
fuerza en la década del 90. En materia de empleo, ellas
representaban el 82% de los trabajadores y el 87% de los
profesionales y técnicos del sector estatal civil del
país; se vislumbraba la feminización de la
educación, porque las muchachas eran el 80% de los
egresados de las universidades y el 77% de los egresados de
centros de enseñanza media superior; Los niveles
educacionales de las trabajadoras, en comparación con los
hombres empleados, eran más altos.

En Cuba, la Federación de Mujeres Cubanas siempre
ha atendido la problemática de la mujer y la familia; en
los primeros años de la revolución se creó
la Escuela Nacional de Corte y Costura "Ana Betancourt", en la
que numerosas mujeres rurales se trasladaron a la capital a
estudiar, aprendiendo a coser, tejer y superándose desde
el punto de vista social y cultural.En la década del 70 se
comienzan a fundar los círculos infantiles generando
fuentes de empleo en los principales sectores del país. En
los años 80 se conforma el Área de Estudios de la
Mujer y en 1997 se constituye el Centro de Estudios de la Mujer,
aprobado por el CITMA, dirigido por la Dra. Mayda Álvarez,
que cuenta con un Centro de Documentación e
Información especializado y toda una infraestructura que
viabiliza los estudios sobre la problemática.

La participación de las cubanas y cubanos en
intercambios internacionales dedicados a la mujer aumenta a
partir de 1985. Asisten como expertos a eventos derivados del
Decenio de la Mujer, convocados por organizaciones cubanas o por
agencias de la ONU; Cuba, y específicamente la FMC,
continúa representada en las sesiones de la
Convención sobre la Eliminación de todas las Formas
de Discriminación contra la Mujer de la ONU (CEDAW), y las
discusiones que allí se desarrollan sirven para
retroalimentar las políticas sociales referidas a la mujer
cubana.

Desde 1986, se incorporaron comisiones de género
o sobre la mujer en los foros de intercambios académicos
que convocaban las universidades y los institutos de la Academia
de Ciencias. Académicas cubanas desarrollan intercambios
con colegas de universidades de América Latina, Estados
Unidos, Canadá y Europa Occidental, y entran en contacto
con los programas de estudios sobre la mujer existentes en esos
centros. El Seminario Nacional sobre la Aplicación de las
Estrategias de Nairobi en Cuba (1988) produjo reflexiones
multidisciplinarias sobre la situación de las
cubanas.

A partir de 1991 se formaron las Cátedras de la
Mujer en la Universidad de La Habana y de la Mujer y la Familia
en otros centros de educación superior del país,
como una iniciativa de las académicas y de la FMC. Esta
organización creó las Casas de la Mujer y de la
Familia en los municipios y el Centro de Estudios sobre la Mujer
de la FMC. Se crearon espacios permanentes para discutir temas de
género entre cubanas y con invitadas extranjeras en
prestigiosas del país como la Casa de las Américas,
la UNEAC, el Instituto de Literatura y Lingüística y
la UPEC.

En Granma, según Videaux S (2003), los estudios
de género también han seguido la tendencia
nacional; si bien antes se realizaban trabajos sobre la mujer en
diferentes líneas temáticas, estos no contaban con
la estructuración metodológica que tipifica a los
estudios de género. En la bibliografía consultada
en el territorio, Onoria Céspedes (1997), en un trabajo de
corte histórico indaga sobre la situación de la
mujer en la guerra de independencia, desde la perspectiva de
género, a través de la figura de Rosa
Castellanos.

Por la escasa existencia de los estudios de
género en el territorio, actualmente se realizan un
conjunto de acciones por la Cátedra Mujer – Familia y
Sociedad y la Federación de Mujeres Cubanas que incluye la
realización de Talleres Científicos, Seminarios,
Cursos de Superación y/o Postgrado. Estas acciones
están en consonancia con el Plan de Acción Nacional
de la República de Cuba de seguimiento a la IV Conferencia
de la Organización de Naciones Unidas sobre la
mujer.

En respuesta a estas indicaciones fue creada la
Cátedra Mujer Familia y Sociedad en la Universidad de
Ciencias Pedagógicas en 1993 y para el año 2009, la
Celia Sánchez Manduley, en la Universidad de Granma, la
cual potencia en este alto centro de estudios las investigaciones
en torno a la mujer, la familia y el género.

Un salto cualitativo se operó en la provincia de
Granma en los primeros años de la actual década con
la aparición de publicaciones de trabajos sobre la
problemática de la mujer, la familia y el género en
el Volumen 1 de "La Historia en la Palabra", de Ediciones Bayamo,
de un Colectivo de Autores donde se destacan Madrigal D, Reinaldo
M y Videaux S. Así como la publicación en el
Congreso Mundial de Sexología de trabajos que abordan la
problemática de la mujer en su vínculo con la
sexualidad y la función reproductora de la familia de
Videaux S y el desarrollo de la educación sexual de
Peláez Gloria de los Milagros, Lemus O y otros.

De igual modo, el desarrollo del Primer Taller
internacional entre científicos sociales de Cuba y
México coauspiciado por la Cátedra Mujer, Familia y
Sociedad, la FMC y la Sociedad Cubana de Investigaciones
Filosóficas de Granma y la Benemérita Universidad
Autónoma de Puebla, México, el Segundo y Tercer
Taller Internacional entre científicos sociales de Cuba y
México coauspiciado entre la Cátedra Mujer Familia
y Sociedad, la Sociedad Cubana de investigaciones
Filosóficas y la Unidad de Monte Rey México,
así como el Taller internacional entre los
filósofos cubanos y norteamericanos efectuado en el ISP,
auspiciado por el Proyecto de investigación sobre el
protagonismo de la mujer granmense en las esferas laboral y
familiar y la Sociedad de Filosofía en Granma,
contribuyeron a lo largo de todos estos años a la
socialización de la temática mujer, familia y
género ya no sólo en los marcos del territorio,
sino a escala internacional.

La
Educación de Adultos en el municipio de Buey
Arriba

Cuando se realizó la Campaña de
Alfabetización, al municipio de Buey Arriba llegaron una
gran cantidad de maestros voluntarios que incentivaron en los
adultos el interés por estudiar ya que tenían
aspiraciones de aprender; Inicialmente dirigidos a los cuadros y
funcionarios de las organizaciones políticas y de masas,
surgiendo así la Facultad Obrera Campesina. En este
período (1961-1975) fueron beneficiadas las mujeres
bueyarribenses con los programas nacionales llevados a cabo por
la Federación de Mujeres Cubanas,

tales como: Escuela Nacional de Corte y Costura, ofertas
de empleo y respaldo político-ideológico para
ocupar cargos de dirección en las organizaciones de masas
y en el área administrativa.

A partir de 1974 se ubica como centro unificado
(EOC-SOC-FOC), acogidos al principio de la voluntariedad e
inspirados por la necesidad de superación de los
trabajadores para desempeñar los diferentes oficios, se
inicia la Batalla por el Noveno Grado en 1975.

En este período no existía el personal
idóneo, con el nivel de preparación requerido, por
lo que se desarrollaban preparaciones metodológicas de
forma concentrada en la región de Bayamo. No
existía suficiente bibliografía para la
preparación de los profesores, ni libros de texto para
distribuirle a los estudiantes; en las clases se utilizaban
métodos reproductivos; insuficiente preparación de
las asignaturas básicas, entre ellas Historia de Cuba.
Aunque se diseñaron programas propiamente para la
Educación, no alcanzaba los niveles deseados.

La enseñanza de la Historia de Cuba en este
período carecía de los métodos de
enseñanza fundamentales para llevar a cabo una adecuada
dirección del aprendizaje. De manera general, a partir de
la política educacional aplicada por la Revolución
Cubana se fue reconociendo el papel de la mujer en la sociedad y
fueron surgiendo las primeras ideas acerca de la Comisiones de
Género, es decir, ya se reconocía la igualdad del
hombre y la mujer así como su derecho a superarse, a tener
un reconocimiento social.

En la década del 80 existían aulas anexas
de los tres niveles, pero el personal no estaba especializado en
las asignaturas a impartir; incluso eran escogidas personas que
habían alcanzado el noveno grado, pero consagraban su
tiempo y energía a la tarea. Posteriormente, se insertaron
los docentes al Instituto de Superación Educacional para
contribuir a su preparación, que luego pasó a
Instituto de Perfeccionamiento Educacional, al cual tenían
la posibilidad de entrar personas con duodécimo grado y
maestros que procedían de cursos emergentes preparatorios
y primarios. Entre 1975 – 1989, las mujeres del municipio
fueron beneficiadas con la creación del Círculo
infantil "Florecitas del Cafeto" y la oferta de numerosos empleos
en los sectores de Educación, Salud y la Empresa
Cafetalera.

A partir de 1990 se experimentó un notable
aumento de la matrícula en tres sedes, con aulas anexas y
aunque continuaban con los mismos programas el claustro
tenía mayor preparación, la mayoría
licenciados, pero continuaba el proceso con mecanismos
reproductivos; aunque habían estudiantes que
sobresalían por sus conocimientos y preocupación
por aprender y por el medio en que laboraban, con la posibilidad
de ofertas de continuidad de estudios, principalmente a los que
eran dirigentes. Comenzaron a utilizarse medios de
enseñanza como mapas, retroproyectores, gráficas de
tiempo, provenientes del centro donde se impartían las
clases. Se daban preparaciones metodológicas de temas de
interés relacionados con la asignatura, pero ninguna que
apuntaba a la dirección del aprendizaje.

Esta década fue muy importante en la lucha por
insertar en la Educación Cubana una adecuada perspectiva
de género, a partir de la fundación de las
Cátedras de la Mujer y la Familia (1993) que contribuyeron
a que se produjera una transverzalización del
género en los planes y programas de estudio de las
universidades del territorio y su posterior generalización
en las diferentes educaciones del Ministerio de
Educación.

El año 2000 marcó un hito en el Sistema
Educacional, con la finalidad de fomentar una cultura general
integral en todo nuestro pueblo, precisando como una de las
prioridades del Estado la incorporación y/o
reincorporación al estudio de los jóvenes, bajo un
nuevo y novedoso concepto: el estudio como empleo, mediante el
Curso de Superación Integral para Jóvenes, lo que
posibilitó la inserción de la tecnología
educativa para elevar la calidad de la clase. Como consecuencia,
ello ejercitó una notable influencia en la Facultad Obrera
Campesina, comenzándose a utilizar las
videoclases.

De forma general, se presentan insuficiencias en la
implementación de la perspectiva de género en el
programa de Historia de Cuba de la FOC" Alfredo Marrero
Núñez" entre las que se pueden enumerar las
siguientes:

  • Insuficiente conocimiento por parte de los
    profesores de los fundamentos teóricos y
    metodológicos acerca de la perspectiva de
    género.

  • Es insuficiente el conocimiento que poseen los
    profesores acerca de por qué el género es una
    categoría histórico – social.

  • Los estudiantes desconocen los conceptos esenciales
    relacionados con la perspectiva de género.

  • Pobre tratamiento en las clases de Historia de Cuba
    a la figura de la mujer y su papel desempeñado en la
    Historia.

  • No es suficiente el conocimiento que poseen los
    estudiantes acerca de la labor revolucionaria desarrollada
    por las mujeres en su localidad.

Implicaciones
socioculturales de la aplicación de una metodología
para la implementación de la perspectiva de género
en el programa de Historia de Cuba de la Facultad Obrero
Campesina

Autores como A. Pozo, y R. Bermúdez (2003),
presentan la metodología como ciencia que estudia los
métodos, técnicas, procedimientos y medios, una
etapa, o parte del proceso de investigación.

Sin embargo, constituye una vía flexible,
estructurada y organizada por pasos, que enriquece y concreta la
aplicación científica del método de
enseñanza, para facilitar y superar los resultados del
aprendizaje, es el ordenamiento lógico de un proceso en el
que participan, de forma activa, el profesor y los estudiantes
para solucionar una determinada tarea de aprendizaje. Es,
además el sistema de métodos, procedimientos y
técnicas que permite la ejecución de un proceso
para alcanzar exitosamente el resultado deseado.

Resulta de gran importancia para la presente
investigación elaborar una metodología que teniendo
sus bases en métodos y técnicas permita a los
profesores de la asignatura implementar la perspectiva de
género en el programa de Historia de Cuba.

Para ello se debe partir de que el estudio de la
Historia de Cuba en la Educación de Jóvenes y
Adultos abarca desde los antecedentes de la nacionalidad y la
nación cubana hasta la Revolución en el poder. En
el análisis de los contenidos históricos de cada
una de las etapas por las que ha transitado la Historia de Cuba,
se puede destacar la labor de múltiples mujeres como por
ejemplo:

  • Ana Betancourt, aquella mujer que en la Asamblea de
    Guáimaro el 10/4/1869 reclamaba los derechos de la
    mujer.

  • La titánica Mariana Grajales, que
    ofrendó sus valiosos hijos en pos de alcanzar la
    independencia de Cuba.

  • En la última etapa de lucha por la
    independencia de Cuba Celia Sánchez Manduley que,
    junto a Frank País, organizó y dirigió
    los primeros refuerzos que se enviaron a la Sierra Maestra,
    aseguró la llegada al territorio rebelde de
    periodistas extranjeros y compañeros del movimiento.
    El 19 de marzo de 1957 se incorporó al Ejército
    Rebelde. Convirtiéndose en la primera mujer que
    integró sus filas. Luego se convertiría en una
    de las impulsoras de la creación del pelotón
    femenino "Mariana Grajales" . Posteriormente participa en el
    combate de "El Uvero" el 28 de mayo de 1957.

  • Melba Hernández y Haydé
    Santamaría sufrieron prisión y tortura y no
    claudicaron.

  • Vilma Espín combatiente de la clandestinidad
    en Santiago de Cuba, "Débora" su nombre de guerra para
    cumplir misiones especiales.

  • Por su importancia es necesario destacar dentro de
    la historia de la localidad del territorio la labor
    desarrollada por Lidia Doce y Clodomira Acosta, que
    trasmitieron importantes mensajes para la causa
    revolucionaria al servicio del Ché, siendo vilmente
    asesinadas en septiembre de 1958 en La Habana a cargo de los
    esbirros de Ventura.

Desde el análisis de estos contenidos
históricos relacionados con el papel de la mujer en las
luchas por la independencia a nivel nacional y local, se
demuestra que la educación sustentada en una perspectiva
de género tiene una gran meta que cumplir, que es lograr
la equidad (respeto a las diferencias intrínsecas) y la
igualdad de derechos y oportunidades personales y sociales para
el hombre y la mujer a lo largo de la vida y en todos los
contextos de actuación.

Para cumplir esa meta hay que tener en cuenta como
objetivos:

  • Promover el desarrollo libre, pleno y responsable en
    mujeres –hombres, en todos los escenarios de la vida
    personal y social.

  • Promover el derecho de todo ser humano, con
    independencia de su sexo, de disfrutar de iguales
    oportunidades y posibilidades de educación y
    desarrollo personal y social.

  • Propiciar las relaciones de equidad y
    complementariedad entre hombres y mujeres, sobre la base del
    respeto, la reciprocidad y la plena participación de
    ambos en el mejoramiento de la calidad de vida, ya sea en el
    contexto personal, de pareja, familiar y social.

  • Velar porque se apliquen, de forma equitativa en
    ambos sexos, todas las acciones educativas y socializadoras a
    fin de contrarrestar el sexismo y la discriminación en
    el ámbito escolar, familiar, comunitario y social en
    general.

  • Contribuir al empoderamiento y el ejercicio de la
    equidad de los grupos humanos más vulnerables, como
    por ejemplo, las mujeres y los discapacitados entre
    otros.

Todo lo anteriormente expuesto conduce a plantear que la
posibilidad de adecuar el programa de estudios en dependencia del
diagnóstico sistemático que realiza el profesor(a)
del alumnado, garantiza la flexibilidad necesaria en el trabajo
para fortalecer la creatividad. Por tanto, se debe considerar el
presente trabajo como el punto de partida para promover la labor
encaminada a implementar la perspectiva de género, y no la
única vía posible; pues la versión final
para cada clase la logra cada profesor a partir del conocimiento
profundo de las necesidades de sus estudiantes, lo cual le
permite prepararse adecuadamente para no solo trasmitir
conocimientos, sino formar convicciones y desarrollar
sentimientos.

Al pertenecer el territorio de Buey Arriba al Plan
Turquino, este programa deviene en una estrategia de desarrollo
para las montañas cubanas y no es posible desarrollarla
solamente con la participación de los hombres en los
procesos. Se hace pertinente que en las clases de la asignatura
Historia de Cuba de la Facultad Obrero Campesina se concientice a
los estudiantes y la sociedad toda, del papel que debe jugar la
mujer en esas zonas, para el logro de la sostenibilidad
socioeconómica y el perfeccionamiento del proyecto social
cubano.

Conclusiones

  • La implementación de la perspectiva de
    género en el programa de Historia de Cuba constituye
    una necesidad social para los profesores y estudiantes de la
    Facultad Obrero Campesina, dadas las misiones que la sociedad
    concede a esta institución, garantizar la continuidad
    de estudios de los Jóvenes y Adultos y su
    incorporación al desarrollo científico
    técnico local.

  • Las implicaciones socioculturales de la
    implementación de la perspectiva de género se
    expresan desde una proyección social orientada a
    promover el desarrollo libre, pleno, responsable en mujeres y
    hombres, en todos los escenarios de la vida personal y
    social.

 

 

Autor:

MSC Noemis Gómez Estrada.

Lic Olaisis Ballines Arévalo

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