Monografias.com > Historia
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Intibuca, apuntes de nuestra prehistoria



Partes: 1, 2

  1. Presentación
  2. ¡Esto hay que
    cambiarlo!
  3. Indicios de poblaciones
    prehistóricas
  4. Presencia del hombre en
    occidente
  5. Minas
    precolombinas y talleres de obsidiana en La esperanza,
    Intibucá
  6. El
    gigante
  7. Algo
    sobre paleontología vertebrada
  8. Mamíferos de la Era Cenozoica
    descubiertos en Honduras
  9. El
    plioceno de Honduras
  10. Geografía y clima
  11. Rectificaciones posteriores
  12. Resumen
  13. Notas
  14. Observaciones sobre alguna cerámica
    precolombina de san Juan de
    Intibucá

Una pequeña recopilación de
datos para inducir al paisano a conocer mejor la patria
chica.

ENRIQUE LOZANO CAMPOS.

Desde nuestra mas tierna infancia nos han inculcado una
historia patria con énfasis en hechos históricos
que van desde el descubrimiento, la conquista, la
colonización y las luchas independentistas hasta la
época actual, dedicándole a la época
precolombina un capitulo muy pobremente documentado que trata de
explicar los orígenes de nuestra raza autóctona,
todo dentro de una novelada disertación.

Groseramente, se puede afirmar que nuestra historia es
una larga sucesión de biografías de personajes y
hechos políticos y militares, en versiones muchas veces
apartadas de la realidad y dedicadas a destacar algún
hecho o personaje por conveniencia o interés. Nuestro
pueblo siempre ha sido privado de conocer una verdadera historia,
que comprenda un compendio de informaciones, que nos sirvan de
base para estructurar mentes aptas para encarar los retos que nos
presenta la vida moderna.

Muy poco o nada sabemos por ejemplo: del desarrollo de
las ciencias y la tecnología en Honduras y lo poco que
algunos hondureños han escrito al respecto, que se
encuentra en ensayos y monografías, no es del conocimiento
popular, debido a que no tenemos el hábito de la lectura.
La ignorancia en estos temas en aun mayor a nivel regional y/o
local, donde pareciera que existe un marcado interés de
parte algunas instituciones y personas, en mantener a las masas
sumidas en un mar de ignorancia y superstición .Esto forma
parte de nuestra herencia cultural y sus consecuencias y
manifestaciones de la mente de la gran mayoría de nuestros
coterráneos, es y será siempre una gran limitante.
Por tanto, mucha gente difícilmente puede albergar en su
corazón un verdadero orgullo por nuestra patria
chica.

Podría afirmarse que, subyace en el ánimo
el sentimiento de que somos un pueblo sin
raíces!

Da verdadero pesar observar como nuestra gente se
refiere con admiración a la historia, adelantos,
ensalzando la grandeza de otros países y lugares a los
cuales ha podido llegar y aun sin ni siquiera conocerlos. Es como
si nuestra identidad nacional no valiera nada y nuestra verdadera
historia y en este caso nuestra prehistoria, no existiera o no
valiera nada.

Es cierto, que existe un elevado grado de ignorancia
sobre nosotros mismos y nuestras raíces, pero esto no es
algo irreparable. Ni es algo de lo que debamos sentirnos
avergonzados, porque no es nuestra culpa que lo que en nuestros
hogares, nuestros padres tampoco lo sepan.

Tampoco porque aun en nuestras escuelas, colegios y
universidades, este tipo de conocimiento se considera una
especialidad y no se incluye en su plan regular de
estudios.

Tampoco porque no existe una correspondencia o ligamento
(link, dicen ahora los internautas), entre el hogar, el maestro y
las fuentes de información, como las bibliotecas publicas.
Algo que existe desde hace muchos años en otras latitudes
del mundo, a donde acuden, desde el simple obrero o campesino,
hasta el más ilustre científico, en búsqueda
de información. Esto sucede muy frecuentemente
también con otras temáticas del conocimiento,
incluso con algunas que son indispensables, como los idiomas, las
matemáticas, la física, la química, la
biología, etc.

Esto nos hace un pueblo donde no existe la solidaridad y
el voluntariado, dos grandes cosas que ayudan a la humanidad a
estar al tanto de lo último en ciencia y
tecnología. Las claves para triunfar en la
vida.

Y algo sumamente interesante, en nuestro medio existe el
más alto grado de analfabetismo funcional y esto es muy
grave. Nuestros gobernantes muchas veces se ufanan de los
mínimos porcentajes de analfabetismo que se han alcanzado,
pero nadie se refiere o hace algo para encarar el problema del
analfabetismo funcional. Ese es el causante de que una gran
mayoría de los hondureños, incluidos
muchísimos que ostentan hasta títulos de
educación superior, no tengan la capacidad de entender lo
que esta escrito en un libro.

Esto, sumado a nuestro desinterés por hablar dos
o tres idiomas, además de nuestro español y a la
pereza por perfeccionarnos en el conocimiento y manejo de
programas informáticos aplicados diferentes actividades,
nos tiene en un nivel de eficiencia muy bajo, a tal grado que
difícilmente nuestros profesionales pueden desplazar de
los puestos superiores de mando los profesionales extranjeros,
traídos para hacer el trabajo que nosotros no podemos
realizar.

Que quede claro, que igual que a los demás
miembros de la raza humana, poseemos la chispa de la inteligencia
y el ingenio y solo nos hace falta cambiar nuestra rutinaria
forma de pensar y actuar y empezar a considerarnos seres humanos
pensantes y creativos.

Cualquiera diría que lo anterior no tiene nada
que ver con el tópico que trata este pequeño
documento, pero cualquier mente pensante, comprenderá que
precisamente para llenar un vacio ha sido escrito y que requiere
del interés para leerlo y comprenderlo, pero sobre todo de
que pueda ser entendido.

Este es voluntariado y solidaridad, estimado paisano
.Este es el espíritu que nos anima, por una Honduras mejor
y un futuro promisorio.

Lo mas grande que puede animar al ser humano es sentirse
parte de la humanidad. Comprender que nació aquí en
Honduras, un país pobre y subdesarrollado; pero que
también pudo haber venido al mundo en cualquier otra parte
del mismo. Por lo tanto, es un ser humano, igual a cualquier otro
y que sus diferencias solamente son de tipo cultural; poseyendo
la inteligencia, habilidad e ingenio para alcanzar los estadios
de desarrollo que otros poseen.

Por eso, es necesario que sepa que en los últimos
años, se han realizado y se siguen investigaciones
científicas, escudriñando el pasado de nuestros
pueblos y lo que ha logrado descubrirse y documentarse es algo
que debemos de conocer todos, con la seguridad de que al hacerlo
empezaremos a comprender que tenemos una historia, que no somos
como arboles sin raíces.

Lo que sigue es un extracto de nuestro mas remoto origen
y un vistazo a lo que había en nuestras tierras, muchos
años antes que la colonia lo destruyera, para implantar su
sistema de vida y creencias.

Mucho del material científico ha sido tomado
principalmente de YAXKIN, el interesantísimo órgano
de divulgación del Instituto Hondureño De
Antropología E Historia, de Enciclopedia Encarta y de
muchos amigos investigadores con quienes mantenemos una
relación de intereses de toda la vida. Todo esto con la
finalidad de cooperar en la tarea de llevar el conocimiento a
todos los hondureños y a la gente del mundo que quiera
saber más de nosotros.

No olvidemos que hace mucho tiempo, se tenía la
creencia de que los habitantes de America no éramos
humanos, muchos nos consideraban animales o bestias y ante los
abusos que cometían nuestros conquistadores europeos, fue
necesario que el Papa Pablo III, dictaminára que
éramos seres humanos iguales a ellos en Europa, porque
podíamos sonreír
. Ningún animal puede
hacerlo, afirmó. ¡Así que sonriamos,
paisanos de Intibucá¡

Esta es una introducción al estudio de una
temática muy interesante e importante, con la esperanza de
que sea bien apreciada principalmente por nuestra jóvenes
generaciones.

PUNTA DEL CAZADOR
PREHISTORICO.

Primeras rutas
migratorias

Mapa de flujos que representa la dirección de las
migraciones mundiales de hace miles de años. Las barreras
físicas, como son los desiertos, cadenas montañosas
y extensiones de agua, imposibilitaban las migraciones de los
pueblos de la antigüedad, quienes, además,
solían buscar un hábitat similar al que
habían abandonado.

De acuerdo a la ciencia moderna, la vida surgió
en otras latitudes del planeta y fue a través del Estrecho
De Bering, que el hombre llego a America. Según algunos
arqueólogos, el hombre llego tarde al Nuevo Mundo, siendo
ya un Homo Sapiens, hace unos 40,000 años. Parte de la
plataforma que une Asia con America quedaba descubierta y
transitable, debido al descenso general del nivel de los
océanos, durante las glaciaciones. El Istmo de Bering
constituía entonces, una barrera contra las heladas
corrientes del Norte. Sus costas meridionales, bañadas por
la corriente calidad del Kuro-Siwo, ofrecían un clima
favorable para la vida humana. Gran parte de Alaska y el extremo
noroeste de Siberia se mantenían libres de hielo, al menos
durante la glaciación de Wisconsin, que fue la
última.

A través de esa ancha calzada intercontinental,
transitaron a pie, animales y hombres, pasando a este nuestro
Nuevo Mundo, bandas de recolectores -cazadores inferiores y
cazadores superiores. La primitiva cultura de los cazadores
inferiores, corresponde al Paleolítico Inferior y la
cultura de los cazadores superiores corresponde al
Paleolítico Superior. La primera es mucho más
antigua que la segunda.

El mundo habitado por el hombre hace 20,000
años:todo el antiguo mundo estaba completamente poblado de
Homo Sapiens,quiza a partir del Oriente Proximo.Las migraciones
hacia America ya han alcanzado,sin duda, America
Central.

Los indicios de antiguos sitios poblados en America, se
encuentran en varias partes del continente: en Texas, EE.UU, etc.
Sin embargo, el único sitio comprobado es Monte Verde,
Chile, con 11,000 años.

INDICIOS EN NUESTRA TIERRA.

Cerca a La Esperanza, en La Estanzuela, La Paz, se
encuentra el Gigante, una cueva localizada en u farallón
rocoso, que por su altura le da el nombre de Gigante. Allí
fueron encontrados vestigios de un asentamiento antiguo, que
según algunas dataciones con radiocarbono, arrojan una
fecha entre 12,000 y 15,00 años. En esa zona existen
varias cuevas, todas saqueadas por personas que se dedican a
traficar con antigüedades, muchas de ella cerca de
Quiala.

En el lecho del Rio Intibucá, aguas debajo de
Lepaterique se encontraban huellas solidificadas en la roca, de
animales y humanos. Huellas del Ecus, un caballo antiguo y de
niños, esto ha desaparecido. Asimismo, fueron destruidas
algunas pinturas y ornamentaciones.

En el volumen 28 Nº 3 January 1963 de AMERICAN
ANTIQUITY, se encuentra el informe: PRECERAMIC ARCHAIC SITES IN
THE HIGHLANDS OF HONDURAS por Ripley P. Bullen y William W.
Plowden, Jr en el que se reportan los trabajos de
investigación realizados en una serie de sitios entre las
altitudes de 5,000 a 6,500 pies, en las cercanías de La
Esperanza, Intibucá, donde se encontraron las que ahora
son evidencias de la presencia de humanos en la época
preceramica.

La cerámica, es decir, el arte de trabajar la
obsidiana, arribo a America 3,000 años antes de Cristo y
la presencia de estos sitios y la enorme cantidad de muestras
encontradas evidencian la antigüedad de estos sitios. De
esta forma, se anuncio al mundo científico sobre la
existencia en nuestro terruño de un antiguo asentamiento
humano y dio inicio a una serie de investigaciones que han dado
como fruto, halagadores resultados.

En 1983 James J. Sheehy publico: OBSERVACIONES SOBRE
ALGUNA CERAMICA PRECOLOMBINA EN SAN JUAN DE INTIBUCA,
SUROCCIDENTE DE HONDURAS. Menciona este articulo publicado en
Handbook Of Middle American Indians por John Glass (1965) en el
que resumió la arqueología del suroccidente de
Honduras con una referencia a la monografía de Doris Stone
titulada THE ARCHAELOGY OF CENTRAL AND SOUTHERN HONDURAS (1957).
En este trabajo, Stone utilizo datos históricos y las
descripciones de los artefactos que estudio en los museos y
colecciones particulares, para describir la historia y la
arqueología de esta región, incluyendo los
departamentos de Ocotepeque, Lempira, Intibucá y La Paz.
Sheehy utilizando los trabajos de Doris Stone y los
arqueólogos lingüistas como Thompson(1970),Longyear
(1947), Stromsvik(1952),Andrews (1970,1972,1977ª,1977b) y
Anne Chapman (1978) dividió el suroeste de Honduras, en
dos zonas:

La zona occidental que incluye el departamento de
Ocotepeque y la zona oriental que abarca Lempira, Intibucá
y La Paz. Afirma que después de estudiar las evidencias
aportadas por el trabajo de Bullen y Plowden, se puede afirmar,
que INTIBUCA fue ocupada por indígenas desde el Periodo
Arcaico.

En 1983,Jerrel Sorensen, Kenneth Hirth y Geoge Haseman,
realizaron un reconocimento geológico de un area de 6.00
km2,con el propósito de localizar y describir los
depósitos de obsidiana que originalmente habían
sido reportados por Lunardi en 1948. "La obsidiana fue un
importante recurso, empleado por los grupos precolombinos para la
hechura de artefactos cortantes. Recientes estudios indican que
artefactos de obsidiana procedentes de las fuentes del centro de
Méjico y las altas tierras de Guatemala, fueron objetos
apreciados de mercado a lo largo y ancho de Mesoamérica en
una fecha tan temprana como el año 1,000 a. C.
(Pins-Ferreira, 1976)

Las exploraciones arqueológicas han puesto de
manifiesto, que la obsidiana fue un objeto de amplio comercio en
todo Honduras, por lo menos a partir del 700 al 900
a.C.

Los análisis de trazas indican que la obsidiana
de La Esperanza, llego al sitio de Los Naranjos en la Fase Jaral,
entre 800 al 400 a.C. (Baudez y Becquelin 1973)

En 1982 Anne Chapman reporto grandes concentraciones de
obsidiana en bruto y trabajada en Quiaterique, 4
kilómetros al noroeste de La Esperanza y hacia esos sitios
se dirigieron los arqueólogos, dedicando su
atención, por falta de tiempo, a la cresta irregular entre
el cerro El Cedral y el pequeño caserío El Zacatal.
Identificaron 7 localidades que mostraban evidencias de
explotación de una cantera, de manufactura o de ambas.
Nuestro interesante Cerro de Los Hoyos, se encuentra en la
denominada localidad Nº 5, llamado así por los
socavones existentes allí.

También Anne Chapman observo obsidiana a lo largo
del camino a la Azacualpa y Yamaranguila. Bullen y Plowden
identificaron 4 sitios cerámicos y 10 sin cerámica;
flotando en el ambiente la pregunta de si estos sitios sin
cerámica, serian localidades especializadas en el trabajo
de la obsidiana, que fechan del Periodo Clásico y
Postclásico, en vez de ser sitios de habitación del
Periodo Arcaico, como se ha sugerido.

A la luz de las mas recientes investigaciones, toda la
región principalmente la de la vertiente del Pacifico,
tiene un enorme valor ya que allí se ha comprobado se
encuentra un antiguo sitio poblado antiguo de América,
específicamente en las cercanías de La Estanzuela,
a unos 20 kilómetros al Sureste de La
Esperanza.

George Hasemann, quien al igual que otros de sus
colegas, desde hace mucho tiempo investiga sobre los
orígenes de nuestros pueblos, incluye en la obra LOS
INDIOS DE CENTROAMERICA, escrito conjuntamente con su esposa la
Dra. Gloria Lara y Eric Fernández, lo relativo al
descubrimiento de El Gigante,

Recuérdese que a raíz de los
descubrimientos de Plowden y Bullen en La Esperanza quedo un
vacio acerca de la ocupación temprana de estas
tierras.

Con el objeto de llenar este vacío, el Instituto
Hondureño de Antropología e Historia empezó
en 1993 la búsqueda sistemática de evidencia de
ocupación temprana en las alturas cercanas a La Esperanza.
La atención se enfoco hacia los abrigos rocosos
reconocibles fácilmente en el ambiente, es decir, en
contextos que han arrojado numerosos vestigios de
ocupación temprana en Norte y Sur
América.

Uno de estos abrigos rocosos, es llamado por lo
pobladores El Gigante a 20 kilómetros al sureste de La
Esperanza. Esta saliente en la roca es el resultado de la
erosión de un enorme farallón de toba
volcánica, la cuál dejó un amplio nicho de
42 metros de anchura y 17 metros de profundidad por 12 de altura.
Esta media bóveda se abre en el farallón a 3 metros
sobre el nivel del suelo. Buena parte de los niveles superiores
han sido dañados por el saqueo, exponiendo a la vez una
profunda secuencia, de cuando menos, trece episodios de
ocupación en una suave matriz de ceniza.

Aunque la excavación meticulosa no ha empezado,
los primeros resultados son de mayor interés al
esperado.

Las dos fechas de radiocarbono de muestras de
carbón recogidas en capas sucesivas cercana a la base de
los perfiles, han arrojado fechas de 9,950 +/ 70 y 9,450 +/ 70
años de antigüedad (Fechas calibradas :
aproximadamente 12,000 y 11,500 años de antigüedad,
respectivamente), El estrato mas profundo también
arrojó una punta completa de tipo "Cola de Pez" la
cuál es contemporánea de hallazgos similares en el
Sur, especialmente en Colombia y Panamá y confirma la
fecha temprana propuesta por Plowden y Bullen en La Esperanza,
casi cinco décadas atrás.

La preservación del tejido orgánico es
excelente gracias a las propiedades desecantes de la matriz de
ceniza pulverizada: restos de petates, cordeles, bolsas hechas de
intestinos de animales cosidos con tendones y heces fecales son
comunes en este sitio, al igual que los materiales más
resistentes, como artefactos de piedra y artefactos de ecofactos
de hueso,

Se trabaja con la finalidad de declarar a este sitio
PARQUE NACIONAL y muchas instituciones de prestigio mundial
están ofreciendo participar en el que se considera ya un
centro de estudios muy importante en Centro
América.

Este sitio se ubica dentro de la cuenca
hidrográfica del Río Chinacla, afluente del
Río Lempa y el cuál a su paso por Intibucá
recibe el nombre de Río Negro, quien al juntarse con el
Río San Juan forman el Río Guarajambala, que
tributa al Lempa. Los cauces de los ríos, en su
mayoría encañonados, fueron sin duda sitio donde
hubo actividad humana prehistórica y es necesaria la
protección y la investigación
científica.

Aguas debajo de la antigua represa de La Pozona, se
podían observar muchos vestigios de poblamiento humano y
animal, en huellas que han sido cubiertas por las aguas. Las
cuevas encontradas a lo largo de este rio y de otros más,
han sido saqueadas, constituyendo un pingüe negocio la venta
de artefactos, huesos y artesanía.

De acuerdo a la Introducción a la
Paleontología Vertebrada de Honduras de Eric
Fernández, estos estudios de las faunas
prehistóricas cenozoicas se iniciaron a mediados del siglo
XIX cuando el Dr. J. Leidey (1859) describió una
muela de mastodonte de la vecindad de Tambla, Lempira. La
muela fue identificada como Mastodom ohioticos y mas tarde (1869)
una figura de dicha muela fue publicada, Veintiocho años
después Nason (1887) informó sobre la existencia de
numerosos huesos de mamíferos fosilizados, supuestamente
mastodontes. El sitio fue localizado en el Valle de El
Negrito, a 43.5 kilómetros al este del río
Ulúa. Desafortunadamente, la carencia de un buen sistema
de transporte no permitió la extracción de los
fósiles.

Los estudios mas serios sobre los fósiles
cenozoicos en Honduras fueron realizadas en el siglo XX. El mayor
énfasis de estos estudios fue en los ricos sitios
pliocenos que estaban en las desgastadas cuestas al lado del
Río Mejocote, en Lempira.

En 1927 el Sr. A.W. Anthony reportó al Field
Museum de Historia Natural de Chicago, el sitio de donde salieron
los fósiles: Tapasuna (El nombre de la aldea se ha
cambiado dos veces desde la publicación ( McGrew 1941) Su
nombre actual es Tepusuna (Instituto geográfico
Nacional. Mapa de Lepaera, Hoja 2460 11, Serie E 752) Este sitio
fue estudiado en el invierno de 1929 por el Sr. J.C. Blick, del
Field Museum, describiendo e ilustrando a dos
mastodontes:

Blickotherium blicki ( Rhynchotherium blicki ) y
Aybelodon hondurensís ( Rhyrichotherium hondurensis ) .
(Se han hecho cambios en la sistemática para estas
probóscides. Se sugiere que las dos especies puedan ser
una sola (WebbyTessman 1968).

La fauna siguiente estaba representada en los restos
fragmentarios recogidos durante la
investigación:

Hyaenognatus (Osteoborus cynoides)

Pliohippus.

Hipparíon.

Merychippus.

Teleoceríne rinoceronte.

Protocameline.

En el verano de 1937 – 1938 las investigaciones de un
grupo de especialistas del Walter Museum de Chicago,
visitó tres sitios en el departamento de Lempira: Tepusuna
(Tapasuna), Mongual, Rancho Lobo y un sitio aproximadamente a
4.83 kilómetros de este ultimo lugar. El sitio mas
prolífico fue Rancho Lobo, produciendo evidencias de seis
especies animales distintas y 21 ejemplares catalogados y
descritos.

Un total de 9 especies y 27 ejemplares fueron descritos
en un excelente informe , publicado en el "Bulletin of the
Geological Society of America" (0lson y McGrew,1941 ) En el
articulo se cubrieron temas sobre geología,
geografía y sitios de la formación de Gracias,
Honduras, con descripciones completas de la fauna de la misma
formación, incluso la presentación de una nueva
especie "Pliohippus hondurensis", un estudio Botánico, un
análisis PaleoEcológico y la introducción de
nuevas teorías sobre la edad de la formación
Gracias y sobre la apertura y el cierre del portal marino
Tehuantepec y del desarrollo del Istmo de
Panamá.

En Noviembre de 1941, Paul McGrew, acompañado por
Porter, regresó a la formación Gracias,
representando al 'Field Museum of Natural History' de Chicago. La
expedición duró unos cinco meses y se
estudió un sitio del Pleistoceno tardío, cerca de
Dolores, Copan. La fauna del Pleistoceno estaba en excelentes
condiciones de conservación. También se
descubrieron restos de Eremotheríum sp; un felino, equus
sp; Mixotodon larensis, camelops sp;
Glíptodonte,Proboscideans, Odocoileus virginíanus y
alguna microfauna de una cueva cercana .( La microfauna
encontrada en Copan, incluye una variedad de reptiles, ratas,
conejos, etc. ( Comunicación personal William D.
Tumball)

Un pequeño articulo, describiendo el viaje y la
fauna se publicó en "Scíence"

( McGrew 1942) Como resultado de esta expedición,
MacGrew en 1944 propuso una descripción sistemática
del Osteoborus cynoides de Honduras.

Pocos estudios paleontológicos se han realizado
desde 19301940 Un equipo de paleontólogos de la
Universidad de Florida, guiados por el Dr.S.David Webb,
exploró el Valle del Rio Mejocote y un sitio al lado del
rio Humuya, Comayagua, a mediados de 1960. Se descubrió
una pequeña cantidad de material del plioceno y del
pleistoceno, incluyendo una interesante Capybara del
pleístoceno. El Museo publicó un informe
sobre esta expedición (Auffenburg, 1967 )

En 1975 se informó de los trabajos de Jose Maria
Cruxent de Caracas, Venezuela, quien visitó un sitio del
pleistoceno, localizado en el barrio El Reparto de Tegucigalpa.
(Albanese y Stanford, 1975)

Los sitios paleontológicos mas extensamente
estudiados son aquellos del Valle del Mejocote, Departamento de
Lempira y los datos obtenidos permiten avanzar teorías
sobre los ambientes que predominaron en Honduras durante mediados
y finales del pleistoceno.

ORDEN: PERISSODACTYLA.

FAMILIA: EQUIDAE.

Honduras posee evidencia de fósiles para
aproximadamente cinco géneros de caballos antiguos. Cuatro
de los cinco géneros, son caballos de tres dedos

(MacGrew, 1941) de las capas pliocenas tardías de
la Formación de Gracias, Lempira.

El resto restante es Equus, común a través
del pleistoceno americano y representado por los últimos
verdaderos caballos salvajes. El termino " Caballo Salvaje
Verdadero" indica que estos animales nunca fueron domesticados o
cambiados a través de la hibridación. Los caballos
salvajes de los Estados Unidos, no se incluyen porque estos o sus
ancestros fueron en algún momento domesticados y mas tarde
escaparon o fueron liberados.

Las características morfológicas y
etológicas del antiguo Equus eran casi las mismas de los
caballos salvajes que andan hoy por sabanas y llanuras. La
especie exacta para el Equus de Honduras no ha sido establecida.
Los caballos con tres dedos del plioceno, son ejemplos
clásicos de la evolución del caballo, estos
animales retienen el segundo y tercer hueso dedal, ausente en los
caballos modernos. Una de las teorías recientes, sugiere
que estos dedos extras les permitían movilizarse en
áreas con sedimentos húmedos. ( Simpson, 1930 ) El
tamaño del molar y la cara son características que
claramente distinguen a estos caballos de las especies
recientes.

Los cuatro géneros de caballos de tres dedos en
Honduras están representados por: Merychippus s.p.;
Protohíppus s.p.; Neohipparion montezuma y
Plíohippus hondurensis.

Este último se menciona aquí como un
caballo de tres dedos, es pariente directo del Equus, retiene las
tres metapodiales libres, aunque le faltan las falanges que
forman las pezuñas.

(En la acera de una casa cercana al estadio Romualdo
Bueso Peñalba, estaba colocada una piedra, con una huella
de estos caballos)

Estos pequeños caballos, aproximadamente del
tamaño de un perro Pastor Alemán, retienen un tipo
especial de dentadura para cortar y masticar monte, El
patrón del esmalte de la superficie masticante no es tan
complejo como la del Equus.

Sin embargo, estos caballos mantienen una dieta
parecida. Los fósiles de la Formación de
Gracias, apenas sobre pasan la especie norteamericana mas
pequeña y esta diferencia se puede atribuir al proceso de
adaptación de un bosque tropical de maderas duras, sabana
húmeda, a un ambiente tropical de bosque lluvioso. el
cuál no fue favorable para aquellas, ni lo es para los
caballos modernos.

La historia de la evolución del caballo
está bien documentada y el registro fósil muestra
con claridad una reducción progresiva del número de
dedos, pasando de un animal ramoneador pequeño de cuatro
dedos (perteneciente a una línea evolutiva que dio lugar,
además del caballo, a los tapires, los rinocerontes y
otros mamíferos), a un animal con un tamaño mayor,
que pastaba hierba y tenía las patas formadas por un
único hueso terminado en un solo dedo: el caballo moderno.
El Eohippus, similar en aspecto a un perro, vivió hace 60
millones de años y sus molares carecían de
superficies trituradoras grandes para masticar la
vegetación carnosa de su hábitat. Con la
expansión de las praderas en el mioceno, tan solo
sobrevivieron aquellos animales cuyos dientes estaban adaptados
para triturar el alimento. Por otro lado, el cambio hacia un
clima más árido produjo un endurecimiento del
terreno y el dedo medio de Merychippus se alargó para
soportar la tensión de su peso, convirtiéndose en
un único dedo en Pliohippus. Las patas robustas del
caballo evolucionaron para conseguir alcanzar velocidades lo
bastante rápidas como para evitar a sus
depredadores.

ORDEN : PERISSODACTYLA.

FAMILIA: RHINOCEROTIDAE.

El único genero de rinoceronte hasta ahora
descubierto en Honduras es el: Teleocerus, reportado por Blick
(1929) y mas tarde por McGrew (1941, un genero de rinoceronte muy
común en Norteamérica durante el Plioceno.
El Teleocerus era un poco más pequeño que
los rinocerontes actuales. Sus patas cortas sostenían su
pesado cuerpo, similar en proporción a los cuerpos de los
rinocerontes modernos. Los Teleocerinos eran semiacuaticos,
viviendo cerca de masas de agua con corrientes lentas, en
pantanos y llanuras húmedas. La Formación teocerus
de Gracias no ha sido clasificada a nivel de especie.

ORDEN: ARTIODACTYLA.

FAMILIA: CAMELIDAE.

En tiempos del Mioceno (15 a 25 millones de años
aproximadamente) cuando los Camélidos (Camellos)
vivían exclusivamente en Norteamérica, comenzaron a
desarrollarse ciertas especies parecidas a la Llama. En las
postrimerías del Mioceno, el Genero Pliauchenia
tenía ya muchas características que dieron origen a
las llamas y camellos.

La historia de las llamas en el Nuevo Mundo se hizo muy
compleja en el Plioceno y Pleistoceno, pues emigraron
hacia Suramérica donde se propagaron extensamente,
emigrando nuevamente para Norteamérica. En Honduras se han
encontrado 2 especies: el Procamelus del Plioceno (hace 6
millones de años) encontrado en Lempira y el Paleollama
del Pleistoceno (2 millones a 20,000 1 5,000 años) La
fecha de entrada a Honduras se desconoce.

ORDEN PROBOSCIDEA

FAMILIA GOMPTHERUDAE

Los últimos representantes del orden proboscidea
son los elefantes de Africa y de la India. El orden, proboscidea
estuvo en un tiempo representado por dos grandes familias: la
mammuiidae (elefantes y mamut) y la gomphtheriidae (mastodontes
verdaderos). Las diferencias entre los dos grupos son
extremadamente evidentes. La estructura molar del elefante y del
mamut es una adaptación a una dieta de vegetación
tosca (ej. Pasto) común a las sabanas secas. En contraste,
la dentadura del mastodonte está adaptada a una dieta de
vegetación blanda, común a bosques y llanuras
húmedas. La cresta sagital exageradamente grande en
cráneos de elefantes y mamut no se manifiesta en
mastodontes. Los mastodontes pliocenos eran más
pequeños que los elefantes y mamut.

Hay dos géneros de mastodontes que se encuentran
en Honduras en el pleistoceno. El mastodonte común en casi
todos los sitios es el cuvieronius, que se encuentra en
depósitos de fósiles a través de Norte y Sur
América y se extinguió hacia fines del
pleistoceno,

Los fósiles más comunes encontrados en la
formación de Gracias son los que pertenecen al
género rhynchotherium. Fueron los primeros animales
antiguos de Honduras que se estudiaron a fondo (Frick 1929).
Estos mastodontes de tamaño pequeño a mediano
fueron identificados por su mandíbula angulada (el
área de sínfosis). Estos mastodontes retuvieron dos
colmillos maxilares y dos mandibulares y se presume que los 4
colmillos juntos se utilizaron corno tijeras, para cortar por la
raíz vegetación de tierra húmeda o
vegetación de pantano.

ORDEN NOTOUNGULATA

Una de las curiosidades paleontológicas
más grandes es el orden de los ungulados, que evolucionan
independientemente en Sur América y por primera vez
descritos por Charles Darwin Scott 1973). Los notoungulados de
Sur América evolucionaron temprano (paleoceno) y
produjeron especies que llenaron todos los nichos
ecológicos, de estos los perissodacytanes, ariiodactylanes
y proboscidianes ocuparon el resto del mundo. La variedad en
tamaño y morfología son similares a los
hipopótamos.

Los nonungulados de Honduras, es el toxodonte. La
extensión más al norte de este animal se
creía ser El Salvador (Scott 1933). Sin embargo, evidencia
de este animal tipo hipopótamo se ha encontrado al norte
de Guatemala y en Honduras (Auffenburg, 1967). La
extinción de los ungulados de Sur América la
causó probablemente la introducción de
carnívoros y más eficientes herbívoros
norteamericanos, Esto sucedió algún tiempo
después del cierre del antiguo canal de Panamá, en
tiempos del pleistoceno temprano.

ORDEN EDENTATA

FAMILIA MEGATILHERDIDAE

Los únicos perezosos que aún viven son dos
especies Herbívoras, del tamaño de un gato y de
costumbres arbóreas, que en Honduras se le conoce
generalmente con el nombre de "Perico Ligero". Estos osos
perezosos no se extienden hasta el Norte de Centroamérica,
sin embargo, una gran variedad de Perezosos de tierra, mucho
más grande que las arbóreas, vivieron en
América del Sur a finales del Pleistoceno (dos millones a
5,000 años), de los que se desarrollaron 3 familias
principales: Megalonyclidae y Megatherdidae.

De estas 3 familias se han encontrado restos de
fósiles de megatherdidae en todos los sitios Pleistocenos
de Honduras. Es posible que el herbívoro gigante del
género Eremotherium (Oso Perezoso de tierra), haya sido de
los mamíferos más grandes que existieron en
Honduras, Alcanzo una altura de 7 metros, con un cuerpo enorme,
se desconoce la razón de su extinción. Pero es
posible que se debió a un cambio en el clima o
quizá el hombre mismo contribuyó a ello

ORDEN EDENTATA

SUBORDEN CINGULATA

Tres grupos de endentados con carapachos son conocidos a
través de Norte América: Los glyptodontes, los
cholamttheres, y los armadillos, estos últimos son los
únicos representantes de estos organismos en el presente,)
a evidencia fósil demuestra g!yptodontes (GIyptotherin)
Floridanun, identificados por el Dr. Dave Gillet y posiblemente
chamytheres que existieron en Honduras durante el pleistoceno.
Los charnytheres eran muy similares a armadillos de tamaño
exagerado, con una longitud de 1 1/2 a 2 metros.

Los Glyptodontes representaron tortugas gigantescas en
su apariencia (Webb 1970). La armadura de estos endentados
consistía de grandes escudos poligonales óseos, los
cuales forman un gran carapacho fuerte y una armadura encerrando
el rabo. Estos escudos son los fósiles que más
comúnmente sobreviven a estos organismos. La dentadura de
estos endentados posee muelas 3 prismas considerablemente altas y
capas dentinas estrechas internas, La dentadura forma una
superficie de masticar muy impresionante, supuestamente utilizada
en el consumo de vegetación áspera. Un inmigrante
sudamericano, el glyptodonte, probablemente vivió en
llanuras húmedas y pantanos (comunicación personal
Dr. David Gillet).

CU~

ORDEN RODENTIA.

El orden rodentia lo representa en Honduras una
mandíbula descubierta en el Rio Humuya por un equipo de
paleontólogos dirigidos por el Dr. S. David Webb; y
algunos materiales de un roedor pliocenico no identificados
encontrados durante ¡as expediciones en el Departamento de
Lempira en 193738 (McGrew 1941) del museo de Walker. El
espécimen del río Humuya del Dr Webb ha sido
identificado como un roedor grande de Sur América,
conocido como capybara, que aún existe en Sur
América.

ORDEN CARNIVORA

FAMILIA CANIDAE

Supuestamente los animales menos representados en sitios
de fósiles en Honduras son de la orden carnívora,
dos caninos han sido identificados de un pequeño
número de fragmentos de fósiles de la
formación de Gracias. Estos cánidos Pliocenos son
osteoburus (cynoides y amphicyon sp).

El osteoburus era una hiena grande que se originó
en Norte América. Como sugiere el nombre
(ostehueso,borosquebrar) este animal poseía
mandíbulas v dentadura adecuadas para quebrar y moler
hueso.

El amphicyon es algo más difícil para
describir. Este carnívoro fue el último de su
línea evolutiva y por eso no existen hoy formas
descendentes para poder comparar. Sabemos que este animal era
extremadamente grande y corpulento, similar a un pequeño
oso en proporción, mantuvo características faciales
y morfológicas, parecidas al lobo.

ORDEN CARNIVORA

FAMILIA FILIDAE:

El único felino fósil ya encontrado en
Honduras es Felis Concolor, encontrado en el sitio pleistoceno de
Yaroconte en Copán. Un miembro contemporáneo del
grupo felino existe por toda América del norte y del
Sur.

La información sobre este gato se puede obtener
en cualquier libro que describa la fauna reciente (Ej.
Mamíferos de Honduras por Recursos Naturales
Renovables).

Mandíbula reconstruida de un
Rhynchotherium hondurensis, proveniente de la Formación de
Gracias.

Muela reconstruida de un Thychotherium
hondurensis juvenil de la Formación Gracias

El producto final de cualquier estudio
paleontológico es una explicación detallada del
ambiente por medio de un estudio interdisciplinario de la fauna y
la geología. Nunca se puede obtener un entendimiento
completo de los ambientes de una región
paleontológica; sin embargo, sí se puede obtener un
bosquejo de la ecología pasada de un área Los
sitios paleontológicos más extensivamente
estudiados en Honduras son aquellos del Valle del río
Mejocote, Departamento de Lempira. Los datos nos permiten avanzar
teorías sobre los ambientes que predominaron en Honduras
durante mediados y finales del Plioceno. Las siguientes
teorías se basan en la evidencia geológica y
biológica encontrada en la formación de Gracias. En
los siguientes cuadros se descubre brevemente la evidencia usada
en la formación de las teorías
paleoecológicas pliocénicas de Honduras:

CUADRO 2. CORTA LISTA DE DATOS RECUPERADOS
DE LA FORMACION DE GRACIAS

CUADRO 2A FAUNA DE LA FORMACION DE GRACIAS
(McGREW 1941)

Rhynchotheriun hondurensis (Frick)

Neohipparion montezuma (Leidy)

Merychippus s.p, (Frick)

Pliohippus hondurensis (nueva especie descrita por
McGrew 1941)

Protohippus s.p. (Frick)

Teleocerine rhinoceros (Frick)

Procamelus s,p. (McGrew)

Cervid, indet. (McGrew)

Amplicyon, s.p,

Osteoborus Cynoides

CUADRO 213 FLORA Y LA FORMACION DE GRACIAS
(McGrew 1941)

Familia: Sapindaceae Género:
Scinmidelia s.p.

Familia: Celastraceae Género:
GVmínda s.p.

Legume Género: indet.

Palmas Género: indet.

CUADRO 2C DESCRIPCION ESTRATIGRAFICA
GENERAL DE LA FORMACION DE GRACIAS

1) Ceniza volcánica mezclada con
barro y arena. En algunos casos se ha recuperado hasta un 90 % de
ceniza

2) Sedimentos aluviales de la misma
época. Sedimentación rápida y masiva (hasta
75 metros con ciertas diferencias por capas, pero de origen
similar.

3) Flora y fauna fosilizada correspondiente
al Plioceno norteamericano y encontrada "insitu" dentro de la
Formación.

En base a los datos obtenidos de la formación de
Gracias, la zona mantuvo un terreno montañoso con un valle
ancho cortante. Una historia volcánica es evidente
basándose en las grandes cantidades de dicho material
encontradas en los sedimentos aluviales. Estos materiales
volcánicos de la formación de Gracias pudieron
haber sido depositados por volcanes que una vez existieron en
Honduras o más probablemente por los volcanes cercanos de
El Salvador. La fauna representada en la formación de
Gracias no es común a hábitat del monte. Los
caballos por ejemplo, son unos de los habitantes de llanura
lluviosa, por eso el valle probablemente era bastante grande,
poseyendo muchas vegas inundadas, terrazas bastante planas y
muchos tributarios interconectados,

El clima a lo mejor era cómodo en temperatura y
lluvioso. Las formas de vegetación son comunes a bosques
recientes semitropicales y tropicales, a través de
Sudamérica, México y el Caribe. Esta evidencia,
junto al factor que para poder producir los sedimentos masivos
encontrados en la formación, la lluvia debió haber
sido copiosa. La desviación anual en la temperatura de las
regiones bajas debió haber sido mínima, como se
observa en zonas contemporáneas que mantienen una
geografía y habitantes similares.

AMBIENTES DEL PLIOCENO

Los fósiles de flora, principalmente schmidelia y
cyminda, de la formación de Gracias, representan
árboles tropicales de madera dura de bosques lluviosos y
bosques marginales. También se encuentran otras plantas
como palmas, pasto, que generalmente no se encuentran en bosques
lluviosos. La evidencia en el campo no es suficiente como para
asegurar la asociación de las maderas duras con las palmas
y pastos. Sin embargo, de producirse esta asociación la
explicación sería un bosque quebrado marginal con
sabanas intermitentes, o sea el ambiente más probable,
representado por la evidencia fósil.

Partes: 1, 2

Página siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter