Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

El parkinson (página 2)




Enviado por RICARTE TAPIA VITÓN



Partes: 1, 2, 3

Aunque la mayoría de los casos de Alzheimer no se
deben a una herencia familiar, ciertos genes actúan como
factores de riesgo. Un ejemplo es la transmisión familiar
del alelo e4 del gen de la apolipoproteína E. Este gen se
considera un factor de riesgo para la aparición de
Alzheimer esporádico en fases tardías produciendo
un 50% de los casos Alzheimer. Además de éste,
alrededor de 400 genes han sido también investigados por
su relación con el Alzheimer esporádico en fase
tardía. Así pues, los genetistas coinciden en que
hay más genes que actúan como factores de riesgo,
aunque también afirman que existen otros que tienen
ciertos efectos protectores que conllevan a retrasar la edad de
la aparición del Alzheimer. Un ejemplo es la
alteración en el gen de la reelina, que contribuye a
aumentar el riesgo de aparición de la EA en
mujeres.

Sin embargo, un gen asociado a las formas tardías
es de Apolipoproteína E, cuya función es el
transporte de colesterol

Cuadro clínico

Predemencia

Los primeros síntomas, con frecuencia, se
confunden con la vejez o estrés en el paciente. Una
evaluación neuropsicológica detallada es capaz de
revelar leves dificultades cognitivas hasta 8 años antes
de que la persona cumpla los criterios de diagnóstico.
Estos signos precoces pueden tener un efecto sobre las
actividades de la vida diaria. La deficiencia más notable
es la pérdida de memoria, manifestada como la dificultad
de recordar hechos recientemente aprendidos y una inhabilidad
para adquirir nueva información. Dificultades leves en las
funciones ejecutivas-atención, planificación,
flexibilidad y razonamiento abstracto- o trastornos en la memoria
semántica-el recordar el significado de las cosas y la
interrelación entre los conceptos-pueden también
ser síntomas en las fases iniciales de la EA. Puede
aparecer apatía, siendo uno de los síntomas
neuropsiquiátricos persistentes a lo largo de la
enfermedad. La fase preclínica de la enfermedad es
denominada por algunos deterioro cognitivo leve, pero
aún existe debate si el término corresponde a una
entidad diagnóstica independiente o si, efectivamente, es
el primer estadio de la enfermedad.

Demencia inicial

Monografias.com

Los síntomas en esta fase inicial van desde una
simple e insignificante, pero a veces recurrente, pérdida
de memoria (como la dificultad en orientarse uno mismo en lugares
como calles al estar conduciendo el automóvil), hasta una
constante y más persuasiva pérdida de la memoria
conocida como memoria a corto plazo, presentando dificultades al
interactuar en áreas de índole familiar como el
vecindario donde el individuo habita.

Además de la recurrente pérdida de la
memoria, una pequeña porción de los pacientes
presenta dificultades para el lenguaje, el reconocimiento de las
percepciones-agnosia-o en la ejecución de
movimientos-apraxia-con mayor prominencia que los trastornos de
la memoria. La EA no afecta las capacidades de la memoria de la
misma forma. La memoria a largo plazo o memorias
episódicas, así como la memoria semántica o
de los hechos aprendidos y la memoria implícita, que es la
memoria del cuerpo sobre cómo realizar las
acciones (tales como sostener el tenedor para comer), se afectan
en menor grado que las capacidades para aprender nuevos hechos o
el crear nuevas memorias.

Los problemas del lenguaje se caracterizan,
principalmente, por una reducción del vocabulario y una
disminución en la fluidez de las palabras, lo que conlleva
a un empobrecimiento general del lenguaje hablado y escrito.
Usualmente, el paciente con Alzheimer es capaz de comunicar
adecuadamente las ideas básicas. También aparece
torpeza al realizar tareas motoras finas, tales como escribir,
dibujar o vestirse, así como ciertas dificultades de
coordinación y de planificación. El paciente
mantiene su autonomía y sólo necesita
supervisión cuando se trata de tareas
complejas.

En esta etapa es frecuente que la persona se desoriente
en la calle y llegue a perderse, por lo que se recomienda tomar
precauciones:

  • Colocando en su muñeca una pulsera con un
    número de teléfono de contacto.

  • Avisar a conocidos de la situación para que
    alerten a la familia en caso de encontrar al enfermo de
    alzheimer deambulando.

  • Usando un localizador GPS para personas con
    alzheimer, con el que la familia siempre pueda saber
    dónde está. Hay localizadores por
    teleasistencia, en los que el cuidador tiene que llamar a una
    teleoperadora para saber la posición de la persona que
    lleva el dispositivo, y localizadores directos, en los que el
    cuidador tiene un receptor con el que pulsando un
    botón ve en la pantalla un mapa y la posición
    exacta de la persona.

Demencia moderada

Conforme la enfermedad avanza los pacientes pueden
realizar tareas con cierta independencia (como usar el
baño), pero requerirán asistencia en la
realización de tareas más complejas (como ir al
banco, pagar cuentas, etc.). Paulatinamente llega la
pérdida de aptitudes como las de reconocer objetos y
personas. Además, pueden manifestarse cambios de conducta
como, por ejemplo, arranques violentos incluso en personas que
jamás han presentado este tipo de
comportamiento.

Los problemas del lenguaje son cada vez más
evidentes debido a una inhabilidad para recordar el vocabulario,
lo que produce frecuentes sustituciones de palabras
erróneas, una condición llamada parafasia. Las
capacidades para leer y escribir empeoran progresivamente. Las
secuencias motoras complejas se vuelven menos coordinadas,
reduciendo la habilidad de la persona de realizar sus actividades
rutinarias. Durante esta fase, también empeoran los
trastornos de la memoria y el paciente empieza a dejar de
reconocer a sus familiares y seres más cercanos. La
memoria a largo plazo, que hasta ese momento permanecía
intacta, se deteriora.

Monografias.com

En esta etapa se vuelven más notorios los cambios
en la conducta. Las manifestaciones neuropsiquiátricas
más comunes son las distracciones, el desvarío y
los episodios de confusión al final del día
(agravados por fatiga, la poca luz o la oscuridad), así
como la irritabilidad y la labilidad emocional, que incluyen
llantos o risas inapropiadas, agresión no premeditada e
incluso la resistencia a las personas a cargo de sus cuidados. En
aproximadamente el 30% de los pacientes aparecen ilusiones en el
reconocimiento de personas. También puede aparecer la
incontinencia urinaria. Estos síntomas estresan a los
familiares y a personas a cargo del cuidado del paciente y pueden
verse reducidos si se le traslada a un centro de cuidados a largo
plazo.

Demencia avanzada

La enfermedad trae deterioro de masa muscular
perdiéndose la movilidad, lo que lleva al enfermo a un
estado de encamamiento, la incapacidad de alimentarse a sí
mismo, junto a la incontinencia, en aquellos casos que la muerte
no haya llegado aún por causas externas (infecciones por
úlceras o neumonía, por ejemplo). El lenguaje se
torna severamente desorganizado llegándose a perder
completamente. A pesar de ello, se conserva la capacidad de
recibir y enviar señales emocionales. Los pacientes no
podrán realizar ni las tareas más sencillas por
sí mismos y requerirán constante
supervisión, quedando así completamente
dependientes. Puede aún estar presente cierta agresividad,
aunque es más frecuente ver extrema apatía y
agotamiento.

Diagnóstico

Monografias.com

El diagnóstico se basa primero en la historia y
la observación clínica, tanto del profesional de la
salud como la que es referida por los familiares, basada en las
características neurológicas y psicológicas,
así como en la ausencia de condiciones alternativas: un
diagnóstico de exclusión. Durante una serie de
semanas o meses se realizan pruebas de memoria y de
funcionamiento o evaluación intelectual. También se
realizan análisis de sangre y escáner para
descartar diagnósticos alternativos. No existe un test
pre mortem para diagnosticar concluyentemente el
alzhéimer. Se ha conseguido aproximar la certeza del
diagnóstico a un 85%, pero el definitivo debe hacerse con
pruebas histológicas sobre tejido cerebral, generalmente
obtenidas en la autopsia.85 Las pruebas de imagen
cerebral-Tomografía axial computarizada (TAC), Resonancia
magnética (RMN), tomografía por emisión de
positrones (TEP) o la tomografía computarizada por
emisión de fotón único-pueden mostrar
diferentes signos de que existe una demencia, pero no especifica
de cuál se trata. Por tanto, el diagnóstico de la
enfermedad de Alzheimer se basa tanto en la presencia de ciertas
características neurológicas y
neuropsicológicas, como en la ausencia de un
diagnóstico alternativo y se apoya en el escáner
cerebral para detectar signos de demencia. Actualmente existen en
desarrollo nuevas técnicas de diagnóstico basadas
en el procesamiento de señales
electroencefalográficas.

Una vez identificada, la expectativa promedio de vida de
los pacientes que viven con la enfermedad de Alzheimer es
aproximadamente de 7 a 10 años, aunque se conocen casos en
los que se llega antes a la etapa terminal, entre 4 y 5
años; también existe el otro extremo, donde pueden
sobrevivir hasta 21 años.

Criterios de diagnóstico

La Asociación del Alzheimer es el
organismo que ha establecido los criterios diagnósticos
más comúnmente usados, registrados en los
Criterios NINCDS-ADRDA del Alzheimer. Estas pautas
requieren que la presencia de un trastorno cognitivo y la
sospecha de un síndrome demencial, sean confirmadas con
una evaluación neuropsicológica a modo de
categorizar el diagnóstico de Alzheimer en dos: posible o
probable. La confirmación histológica, que incluye
un examen microscópico del tejido cerebral, es requerida
para el diagnóstico definitivo del Alzheimer. Estos
criterios incluyen que la presencia de un trastorno cognitivo y
la sospecha de un síndrome demencial, sean confirmados por
evaluaciones neuropsicológicas para distinguir entre un
diagnóstico posible o uno probable de la enfermedad de
Alzheimer. Se ha mostrado fiabilidad y validez estadística
entre los criterios diagnósticos y la confirmación
histológica definitiva. Son ocho los dominios cognitivos
que con más frecuencia se dañan en la EA: la
memoria, el lenguaje, la percepción, la atención,
las habilidades constructivas y de orientación, la
resolución de problemas y las capacidades funcionales.
Estos parámetros son equivalentes a los evaluados en los
Criterios NINCDS-ADRDA publicados por la Asociación
Americana de Psiquiatría.

Herramientas de
diagnóstico

Las evaluaciones neuropsicológicas pueden ayudar
con el diagnóstico de la EA. En ellas se acostumbra hacer
que el paciente copie dibujos similares a la imagen, que recuerde
palabras, lea o sume.

Las evaluaciones neuropsicológicas, incluyendo el
examen mini-mental, son ampliamente usadas para evaluar los
trastornos cognitivos necesarios para el diagnóstico de la
EA. Otra serie de exámenes más comprehensivos son
necesarios para una mayor fiabilidad en los resultados,
especialmente en las fases iniciales de la enfermedad. El examen
neurológico en los inicios del Alzheimer es crucial para
el diagnóstico diferencial de la EA y otras enfermedades.
Las entrevistas a familiares también son usadas para la
evaluación de la enfermedad. Los cuidadores pueden proveer
información y detalles importantes sobre las habilidades
rutinarias, así como la disminución en el tiempo de
la función mental del paciente. El punto de vista de la
persona a cargo de los cuidados del paciente es de especial
importancia debido a que el paciente, por lo general, no
está al tanto de sus propias deficiencias. Muchas veces,
los familiares tienen desafíos en la detección de
los síntomas y signos iniciales de la demencia y puede que
no comuniquen la información de manera acertada al
profesional de salud especializado.

Los exámenes adicionales pueden proporcionar
información de algunos elementos de la enfermedad y
tienden a ser usados para descartar otros diagnósticos.
Los exámenes de sangre pueden identificar otras causas de
demencia que no sea la EA, que pueden ser, en pocos casos,
enfermedades reversibles. El examen psicológico para la
depresión es de valor, puesto que la depresión
puede aparecer de manera concomitante con la EA, o bien ser la
causa de los trastornos cognitivos.

En los casos en que estén disponibles
imágenes neurológicas especializadas, como la TEP o
la tomografía de fotón único, se pueden usar
para confirmar el diagnóstico del Alzheimer junto con las
evaluaciones del estatus mental del individuo. La capacidad de
una tomografía computarizada por emisión de
fotón único para distinguir entre la EA y otras
posibles causas en alguien que ya fue diagnosticado de demencia,
parece ser superior que los intentos de diagnóstico por
exámenes mentales y que la historia del paciente. Una
nueva técnica, conocida como PiB PET se ha desarrollado
para tomar imágenes directamente y de forma clara, de los
depósitos beta-amiloides in vivo, con el uso de
un radiofármaco que se une selectivamente a los
depósitos Aß. Otro marcado objetivo reciente de la
enfermedad de Alzheimer es el análisis del líquido
cefalorraquídeo en busca de amiloides beta o
proteínas tau. Ambos avances de la imagen médica
han producido propuestas para cambios en los criterios
diagnósticos.

Tratamiento

En la actualidad no existe cura para la enfermedad de
Alzheimer, pero sí tratamientos que intentan reducir el
grado de progresión de la enfermedad y sus
síntomas, de modo que son de naturaleza paliativa. El
tratamiento disponible se puede dividir en farmacológico,
psicosocial y cuidados.

Tratamientos
farmacológicos

Se ha probado la eficacia de fármacos
anticolinesterásicos que tienen una acción
inhibidora de la colinesterasa, la enzima encargada de
descomponer la acetilcolina (neurotransmisor que falta en la
enfermedad de Alzheimer y que incide sustancialmente en la
memoria y otras funciones cognitivas). Se han incorporado al
tratamiento de la enfermedad nuevos fármacos que
intervienen en la regulación de la neurotransmisión
glutaminérgica. Con todo esto se ha mejorado el
comportamiento del enfermo en cuanto a la apatía, la
iniciativa y la capacidad funcional y las alucinaciones,
mejorando su calidad de vida. Sin embargo, es preciso remarcar
que en la actualidad (2008) la mejoría obtenida con dichos
fármacos es discreta, es decir, no se ha conseguido
alterar el curso de la demencia subyacente.

El primer fármaco anticolinesterásico
comercializado fue la tacrina, hoy no empleada por su
hepatotoxicidad. En 2008, en Europa y Norteamérica existen
4 fármacos disponibles, tres de ellos son inhibidores de
la acetilcolinesterasa: donepezilo (comercializado como
Aricept),103 rivastigmina (comercializado como
Exelon o Prometax) incluyendo el parche de
Exelon,105 y galantamina (comercializado como Reminyl).
Los tres presentan un perfil de eficacia similar con parecidos
efectos secundarios. Estos últimos suelen ser alteraciones
gastrointestinales, anorexia y trastornos del ritmo
cardíaco. El cuarto medicamento es un antagonista de los
receptores NMDA, la memantina. Ninguno de los cuatro se indica
para retardar o detener el progreso de la enfermedad.

La reducción en la actividad de las neuronas
colinérgicas es una de las características
reconocidas de la enfermedad de Alzheimer. Los inhibidores de la
acetilcolinesterasa se emplean para reducir la tasa de
degradación de la acetilcolina, manteniendo así
concentraciones adecuadas del neurotransmisor en el cerebro y
deteniendo su pérdida causada por la muerte de las
neuronas colinérgicas. Existen evidencias de que estos
medicamentos tienen eficacia en los estadios leves y moderados de
la enfermedad, aunque un poco menos de que sean útiles en
la fase avanzada. Sólo el donepezilo se ha aprobado para
este estado de la demencia. El uso de estos fármacos en
los trastornos cognitivos leves no ha mostrado ser capaz de
retardar la aparición de la EA. Los efectos adversos
más comunes incluyen náuseas y vómitos,
ambos ligados al exceso colinérgico que de ellos deriva.
Estos efectos aparecen entre, aproximadamente, un 10 y un 20% de
los usuarios y tienen severidad leve a moderada. Los efectos
secundarios menos frecuentes incluyen calambres musculares,
disminución de la frecuencia cardíaca,
disminución del apetito y del peso corporal y un
incremento en la producción de jugo
gástrico.

La memantina es un fármaco con un mecanismo de
acción diferente, que tiene su indicación en fases
moderadas y avanzadas de la enfermedad. Su teórico
mecanismo de acción se basa en antagonizar los receptores
NMDA glutaminérgicos, usado en un principio como un agente
anti-gripal. El glutamato es un neurotransmisor excitatorio del
sistema nervioso central. Al parecer, un exceso de
estimulación glutaminérgica podría producir
o inducir una serie de reacciones intraneuronales de
carácter tóxico, causando la muerte celular por un
proceso llamado excitotoxicidad que consiste en una
sobreestimulación de los receptores del glutamato. Esta
excitotoxicidad no sólo ocurre en pacientes con Alzheimer,
sino también en otras enfermedades neurodegenerativas como
la enfermedad de Parkinson y la esclerosis múltiple. Los
ensayos clínicos han demostrado una eficacia moderada en
estos pacientes y un perfil de efectos secundarios aceptable. En
2005 se aprobó también su indicación en
fases moderadas de la enfermedad, pero los efectos en las fases
iniciales son aún desconocidos. Los efectos adversos de la
memantina son infrecuentes y leves e incluyen alucinaciones,
confusión, mareos, dolor de cabeza y fatiga. La
combinación de memantina y donepezilo ha mostrado ser
estadísticamente significativa pero marginalmente exitosa
clínicamente.

Además existen fármacos que mejoran
algunos de los síntomas que produce esta enfermedad, entre
los que se encuentran ansiolíticos, hipnóticos,
neurolépticos y antidepresivos. Los fármacos
antipsicóticos se indican para reducir la agresión
y la psicosis en pacientes con Alzheimer que tienen problemas de
conducta, pero se usan con moderación y no de forma
rutinaria por razón de los serios efectos secundarios,
incluyendo eventos cerebrovasculares, trastornos extrapiramidales
y una reducción cognitiva.

Intervención psicosocial

Existen ciertas evidencias de que la estimulación
de las capacidades cognitivas ayuda a ralentizar la
pérdida de estas funciones y habilidades. Esta
estimulación consiste en trabajar aquellas áreas
que aún conserva el paciente, de forma que el
entrenamiento permita compensar las pérdidas que el
paciente está sufriendo con la enfermedad.

Las intervenciones psicosociales se usan conjuntamente
con el tratamiento farmacológico y se clasifican en
abordajes orientados al comportamiento, las emociones, lo
cognitivo y la estimulación. Las investigaciones sobre la
efectividad de estas intervenciones aún no se encuentran
disponibles y, de hecho, rara vez son específicas a la EA,
enfocándose en la demencia en general.

Las intervenciones en el área del comportamiento
intentan identificar y reducir los antecedentes y consecuencias
de los problemas de conducta. Este abordaje no ha mostrado
éxito en mejorar el funcionamiento general del paciente,
en especial en relación con su entorno, pero ha podido
ayudar a reducir ciertos problemas específicos de
comportamiento, como la incontinencia urinaria. Existe aún
una falta de datos de calidad sobre la efectividad de estas
técnicas en otros problemas como las deambulaciones del
paciente.

Las intervenciones orientadas a las emociones incluyen
la terapia de validación, la terapia de reminiscencia, la
psicoterapia de apoyo, la integración sensorial
(también denominada snoezelen) y la terapia de
presencia estimuladora. La psicoterapia de apoyo ha tenido poco
estudio científico formal, pero algunos especialistas le
encuentran utilidad en pacientes con trastornos leves. La terapia
de reminiscencia incluye la discusión de experiencias del
pasado de manera individual o en grupo, muchas veces con la ayuda
de fotografías, objetos del hogar, música y
grabaciones u otras pertenencias del pasado. Igualmente, en esta
terapia, no hay muchos estudios de calidad sobre su efectividad,
aunque puede resultar beneficiosa para la reestructuración
cognitiva y el humor. La terapia con presencias estimuladas se
basa en las teorías de la adherencia e implica
escuchar voces grabadas de los familiares y seres más
cercanos del paciente con Alzheimer. Las evidencias preliminares
indican que dichas actividades reducen la ansiedad y los
comportamientos desafiantes.

Finalmente, la terapia de validación se basa en
la aceptación de la realidad y la experiencia personal de
otras personas, mientras que la integración sensorial se
basa en ejercicios guiados que estimulan los sentidos. Aún
no hay suficientes evidencias que apoyen el uso de estas terapias
en pacientes con Alzheimer.

La finalidad de las terapias cognitivo-conductuales, que
incluyen la orientación y la rehabilitación
cognitiva, es reducir las distorsiones cognitivas. La
orientación hacia la realidad consiste en la
presentación de información acerca de la
época, el lugar o la persona con el fin de aliviar su
entendimiento acerca de sus alrededores y el lugar que ellos
juegan en dichos sitios. Por el otro lado, el entrenamiento
cognitivo intenta mejorar las capacidades debilitadas al
ejercitar las habilidades mentales del paciente. Ambos ejercicios
han mostrado cierta efectividad en el mejoramiento de las
capacidades cognitivas. Sin embargo, en algunos estudios, estos
efectos fueron transitorios y en otros tenían un efecto
negativo, pues añadían frustración al
paciente, según los reportes.

Los tratamientos orientados a la estimulación
incluyen la arteterapia, la musicoterapia y las terapias
asistidas por mascotas, el ejercicio físico y cualquier
actividad recreacional. La estimulación tiene apoyo
modesto al ser aplicado con la intención de mejorar la
conducta, el humor y, en menor grado, el funcionamiento del
paciente. Sin embargo, si bien son efectos importantes, el
principal beneficio reportado entre las terapias de
estimulación es el mejoramiento en las rutinas de la vida
diaria del paciente.

Cuidados

Debido a que el Alzheimer no tiene cura, con el tiempo
el paciente cae en un estado de imposibilidad de autosuficiencia
para cuidar de sí mismo, por lo que los cuidados por
terceros son una medida vital para esa deficiencia y deben ser
abordados cuidadosamente durante el curso de la
enfermedad.

En las fases tempranas y moderadas, las modificaciones
al ambiente donde vive el paciente y a su estilo de vida, pueden
darle seguridad y reducirle las cargas al cuidador. Algunos
ejemplos de dichas modificaciones son la adherencia a rutinas
simplificadas, como son la colocación de candados, el uso
de una pulsera con el número de teléfono del
cuidador (o soluciones más avanzadas como un localizador
por GPS), el etiquetado de los objetos del hogar y el uso de
utensilios modificados para la vida diaria. Puede llegar el punto
en que el paciente no sea capaz de alimentarse a sí mismo,
de modo que debe empezar a ingerir sus alimentos en porciones
más pequeñas o en dietas no sólidas con la
ayuda de otras personas. Cuando aparezca una dificultad para
tragar, puede que sea indicado el uso de sondas gástricas.
En tales casos, la efectividad médica y ética de
tener que continuar alimentando al paciente son consideraciones
importantes que deben tomar los cuidadores y los familiares del
individuo. El uso de restricciones físicas rara vez se
indica en cualquier fase de la enfermedad, aunque hay situaciones
en que son necesarias para prevenir que el paciente con Alzheimer
se dañe a sí mismo o a terceros.

A medida que progresa la enfermedad, pueden aparecer
distintas manifestaciones médicas, como las enfermedades
orales y dentales, úlceras de presión,
desnutrición, problemas de higiene o infecciones
respiratorias, urinarias, de la piel o los ojos, entre otras. El
manejo cuidado del paciente puede prevenir dichos problemas, pero
de llegar a aparecer, deben ser tratados bajo supervisión
médica. Durante las etapas finales de la enfermedad, el
tratamiento se centra en mantener la calidad de vida hasta el
fallecimiento.

Otros tratamientos que se están
investigando

Se están realizando experimentos con vacunas.
Están basados en la idea de que si el sistema inmune puede
ser entrenado para reconocer y atacar la placa beta-amiloide,
podría revertirse la deposición de amiloide y parar
la enfermedad. Los resultados iniciales en animales fueron
prometedores. Sin embargo, cuando las primeras vacunas se
probaron en seres humanos en 2002, se produjo inflamación
cerebral, concretamente meningoencefalitis, en una pequeña
proporción de los participantes en el estudio, por lo que
se detuvieron las pruebas. Se continuó estudiando a los
participantes y se observó una mejora en lo que respecta a
la lentitud del progreso de la enfermedad. Recientemente se ha
descubierto que la inflamación cerebral estaba producida
por una serie de péptidos que se incluían con la
vacuna AN-179, por lo que se está investigando en la
creación de una vacuna que no tenga dichos péptidos
en su composición.

De estar esta enfermedad relacionada con la resistencia
a la insulina, se presentan múltiples alternativas
terapéuticas. Se está evaluando actualmente el uso
de medicamentos empleados en el tratamiento de la diabetes.
Estudios recientes muestran que la administración de
insulina por vía intranasal mejora la función
cognitiva de pacientes normales y con alzheimer. Una
revisión sistemática de los ensayos clínicos
hasta ahora desarrollados muestra resultados esperanzadores. Por
otra parte, se ha propuesto el empleo de técnicas de
inducción enzimática, con enzimas activas por la
insulina.

En el campo de la prevención y educación
en salud, un estilo de vida saludable, la práctica regular
de algún tipo de actividad física y una dieta
equilibrada, podrían prevenir la aparición de
muchos casos de la enfermedad.

Otra de las áreas de investigación es la
medicina regenerativa. Se trata de inyectar en el cerebro del
paciente células madre embrionarias o adultas para
intentar detener el deterioro cognitivo. Ya se han hecho
experimentos en humanos con resultados positivos.

Prevención

Ciertas actividades intelectuales, tales como el jugar
ajedrez, así como las interacciones sociales regulares,
han sido asociadas en estudios epidemiológicos con un
reducido riesgo de contraer la enfermedad de Alzheimer. Sin
embargo, no se ha encontrado aún una relación
causal.

Los estudios globales sobre las diferentes medidas que
se pueden tomar para prevenir o retardar la aparición de
la enfermedad de Alzheimer han tenido resultados contradictorios
y no se ha comprobado aún una relación causal entre
los factores de riesgo y la enfermedad, ni se han atribuido a
efectos secundarios específicos. Por el momento, no parece
haber medidas definitivas para prevenir la aparición del
Alzheimer.

Varios estudios epidemiológicos han propuesto
diversas relaciones entre ciertos factores modificables, tales
como la dieta, los riesgos cardiovasculares, productos
farmacéuticos o las actividades intelectuales entre otros,
y la probabilidad de que en una población aparezca la EA.
Por ahora se necesitan más investigaciones y ensayos
clínicos para comprobar si estos factores ayudan a
prevenirla.

Los componentes de una dieta mediterránea, que
incluyen frutas y vegetales, pan, cebada y otros cereales, aceite
de oliva, pescados y vino tinto, pueden de manera individual o
colectiva, reducir el riesgo y el curso de la enfermedad de
Alzheimer. Varias vitaminas, tales como la vitamina B12, B3, C o
el ácido fólico parecen estar relacionadas con una
reducción del riesgo de la EA. Sin embargo, otros estudios
han indicado que no tienen un efecto significativo en el
desarrollo o el curso de la enfermedad, además de que
pueden tener efectos secundarios importantes. La curcumina del
curry ha mostrado cierta eficacia en la prevención de
daño cerebral en modelos de ratón.

A pesar de que los riesgos cardiovasculares, como la
hipercolesterolemia, hipertensión arterial, la diabetes y
el tabaquismo, están asociados a un mayor riesgo de
desarrollo y progresión de la EA,146 147 las estatinas,
que son medicamentos que disminuyen la concentración de
colesterol en el plasma sanguíneo, no han sido efectivas
en la prevención o mejoramiento de la EA. Sin embargo, en
algunos individuos, el uso a largo plazo de los antiinflamatorios
no esteroideos (AINEs), está vinculado con una
reducción de la probabilidad de padecerla. Otros
fármacos y terapias, como el reemplazo de hormonas en las
mujeres, han dejado de ser aconsejadas como medidas preventivas
del Alzheimer. Se incluye también un reporte en 2007 que
concluyó la falta de evidencias significativas y la
presencia de inconsistencias en el uso de ginkgo biloba para
mejorar los trastornos cognitivos.

Hay diferentes actividades intelectuales, como el jugar
ajedrez, la lectura, el completar crucigramas o las interacciones
sociales frecuentes, que parecen retardar la aparición y
reducir la severidad del Alzheimer. El hablar varios idiomas
también parece estar vinculado a la aparición
tardía de la enfermedad.

Otros estudios han demostrado que hay un aumento en el
riesgo de la aparición del Alzheimer con la
exposición a campos magnéticos, la ingestión
de metales, en particular de aluminio, o la exposición a
ciertos solventes. La calidad de algunos de estos estudios ha
sido criticada, y otros estudios han concluido que no hay una
relación entre estos factores ambientales y la
aparición del Alzheimer.

Hipertensión
arterial

La hipertensión arterial (HTA) es una
enfermedad crónica caracterizada por un incremento
continuo de las cifras de presión sanguínea en las
arterias. Aunque no hay un umbral estricto que permita definir el
límite entre el riesgo y la seguridad, de acuerdo con
consensos internacionales, una presión sistólica
sostenida por encima de 139 mm Hg o una presión
diastólica sostenida mayor de 89 mm Hg, están
asociadas con un aumento medible del riesgo de aterosclerosis y
por tanto, se considera como una hipertensión
clínicamente significativa.

La hipertensión arterial se asocia a tasas de
morbilidad y mortalidad considerablemente elevadas, por lo que se
considera uno de los problemas más importantes de salud
pública, especialmente en los países desarrollados,
afectando a cerca de mil millones de personas a nivel mundial. La
hipertensión es una enfermedad asintomática y
fácil de detectar; sin embargo, cursa con complicaciones
graves y letales si no se trata a tiempo. La hipertensión
crónica es el factor de riesgo modificable más
importante para desarrollar enfermedades cardiovasculares,
así como para la enfermedad cerebrovascular y
renal.

La hipertensión arterial, de manera silente,
produce cambios en el flujo sanguíneo, a nivel macro y
microvascular, causados a su vez por disfunción de la capa
interna de los vasos sanguíneos y el remodelado de la
pared de las arteriolas de resistencia, que son las responsables
de mantener el tono vascular periférico. Muchos de estos
cambios anteceden en el tiempo a la elevación de la
presión arterial y producen lesiones orgánicas
específicas.

En el 90% de los casos la causa de la HTA es
desconocida, por lo cual se denomina "hipertensión
arterial esencial
", con una fuerte influencia hereditaria.
Entre el 5 y 10% de los casos existe una causa directamente
responsable de la elevación de las cifras tensionales. A
esta forma de hipertensión se la denomina
"hipertensión arterial secundaria" que no
sólo puede en ocasiones ser tratada y desaparecer para
siempre sin requerir tratamiento a largo plazo, sino que
además, puede ser la alerta para localizar enfermedades
aún más graves, de las que la HTA es
únicamente una manifestación
clínica.

Los diuréticos y los betabloqueantes reducen la
aparición de eventos adversos por hipertensión
arterial relacionados con la enfermedad cerebrovascular. Sin
embargo, los diuréticos son más eficaces en la
reducción de eventos relacionados con la enfermedad
cardíaca coronaria. Los pacientes hipertensos que cumplen
su tratamiento tienen menos probabilidades de desarrollar
hipertensión severa o insuficiencia cardíaca
congestiva.4 En la mayoría de los casos, en los ancianos
se utilizan dosis bajas de diuréticos como terapia inicial
antihipertensiva. En pacientes ancianos con hipertensión
sistólica aislada suele utilizarse como terapia
alternativa un inhibidor de los canales de calcio de
acción prolongada, tipo dihidropiridina. En pacientes
ancianos con hipertensión no complicada, aún se
están realizando ensayos para evaluar los efectos a largo
plazo de los inhibidores de la enzima convertidora de
angiotensina y los bloqueadores del receptor de la
angiotensina-II.

El Día Mundial de la Hipertensión se
celebra el 17 de mayo, denominada la plaga silenciosa del s.
XXI
. El Día Nacional de la Hipertensión en
España se celebra el 10 de octubre.

Monografias.com

Epidemiología

Datos recientes del Estudio Framingham del
Corazón sugieren que aquellos individuos normotensos
mayores de 65 años de edad tienen un riesgo de por vida
aproximado de 90% de tener hipertensión arterial. Desde
los años 1980, el número de pacientes no
diagnosticados ha aumentado de 25% hasta casi un 33% en los
años 1990, la prevalencia de insuficiencia renal
aumentó de menos de 100 por millón de habitantes
hasta más de 250 por millón y la prevalencia de
insuficiencia cardíaca congestiva se
duplicó.

Clasificación

La presión arterial se clasifica en base a dos
tipos de medidas, la presión arterial sistólica y
diastólica, expresadas como un ratio, como por ejemplo
'120 sobre 80' (120/80) mmHg. La presión arterial
sistólica (la primera cifra) es la presión
sanguínea en las arterias durante un latido
cardíaco. La presión arterial diastólica (el
número inferior) es la presión entre dos latidos.
Cuando la medida de la presión sistólica o
diastólica está por encima de los valores aceptados
como normales para la edad del individuo, se considera como
prehipertensión o hipertensión, según el
valor medido (ver tabla).

La hipertensión presenta numerosas sub-clases,
que incluyen: hipertensión fase I, hipertensión
fase II, e hipertensión sistólica aislada. La
hipertensión sistólica aislada se refiere a la
presencia de una presión sistólica elevada
conjuntamente con una presión diastólica normal,
una situación frecuente en las personas de edad avanzada.
Estas clasificaciones se obtienen haciendo la media de las
lecturas de la presión arterial del paciente en reposo
tomadas en dos o más visitas del paciente. Los individuos
mayores de 50 años se clasifican como hipertensos si su
presión arterial es de manera consistente al menos
140 mmHg sistólica o 90 mmHg diastólica.
Los pacientes con presión arterial mayor de
130/80 mmHg con presencia simultánea de diabetes o
enfermedad renal requieren tratamiento.

Monografias.com

La hipertensión se clasifica como resistente o
refractaria en sujetos tratados con al menos 3 fármacos
antihipertensivos a dosis plenas, uno de ellos diurético,
con un adecuado cumplimiento de la medicación
antihipertensiva, es decir si la medicina convencional no reduce
la presión arterial a niveles normales. En EE.UU. y el
Reino Unido12 se han publicado guías para el tratamiento
de la hipertensión resistente.

La hipertensión arterial se define como el nivel
de presión capaz de producir lesión cardiovascular
en un paciente determinado. Se considera que este umbral
está por encima de 135/85 milímetros de mercurio
(mmHg). Por otra parte es obligatorio hacer una valoración
global de riesgo para cada persona, enferma o no, para calcular
las cifras de presión que deberían considerarse
"seguras" para ella.

En síntesis, para cada paciente existiría
una cifra umbral para diagnosticar "hipertensión". Dicho
nivel estará dado por la evidencia científica
disponible con relación a su perfil individual, en
especial evidencia proveniente de estudios, observacionales,
epidemiológicos o de experimentos clínicos
controlados.

Recientemente el JNC 7 (The Seventh Report of the
Joint National Committee on Prevention, Detection, Evaluation,
and Treatment of High Blood Pressure
) ha definido como
prehipertensión a la presión arterial comprendida
entre 120/80 mmHg y 139/89 mmHg. La prehipertensión no es
una enfermedad, sino una categoría que permite identificar
personas con alto riesgo de desarrollar hipertensión. Esta
cifra puede variar de acuerdo al sexo y edad del
paciente.

La hipertensión al ejercicio es una
elevación excesiva de la presión arterial durante
el ejercicio. El rango considerado normal durante el ejercicio
para los valores sistólicos es entre 200 y 230 mm Hg.
La hipertensión al ejercicio puede indicar que el
individuo tiene riesgo de desarrollar posteriormente
hipertensión en reposo.

La lectura de la tensión sistólica tiene
predominio sobre la diastólica después de los 50
años, siendo al revés previo a esa edad. Antes de
los 50 años de edad la presión arterial
diastólica es un potente factor de riesgo de
cardiopatía, mientras que la presión arterial
sistólica lo es después de los 50 años de
edad.

Clasificación de la
hipertensión arterial sistémica según su
causa

  • Hipertensión arterial sistémica
    esencial.

  • Hipertensión arterial sistémica
    secundaria.

– De causa endocrinológica.

a. Hipertiroidismo

b. Hipotiroidismo (mixedema)

c. Feocromocitoma

d. Hiperfunción de la corteza suprarrenal:
síndrome de Cushing, hiperaldosteronismo primarío
(Síndrome de Conn), hiperplasia congénita adrenal,
ingestión excesiva de regaliz.

e. Hormonas exógenas: glucocorticoides,
estrógeno (incluyendo el inducido por el embarazo y los
contraceptivos orales), alimentos que contengan
simpaticomiméticos y tiramina, inhibidores de la monoamino
oxidasa

f. Acromegalia

g. Hipertensión arterial del embarazo.

– De causa parenquimatosa renal: todas las
nefropatías parenquimatosas y tubulointersticiales en fase
terminal.

Monografias.com

Variación de presión en el
ventrículo izquierdo (línea azul) y la aorta
(línea roja) en dos ciclos cardíacos ("latidos del
corazón"), que muestra la definición de
presión arterial sistólica y
diastólica.

a. Glomerulonefritis aguda

b. Enfermedad renal crónica

c. Poliquistosis renal

d. Tumores productores de renina.

– De causa renovascular.

a. Intrínsecas a la arteria renal

b. Aterosclerosis de la arteria renal

c. Masas extrínsecas compresivas de la arteria
renal

– De causa aórtica (vascular).

a. Coartación aórtica

b. Poliarteritis nodosa

c. Aumento del volumen intravascular

d. Aumento del gasto cardíaco

e. Rigidez de la aorta.

– De causa neurogénica.

a. Enfermedades bulbares y medulares.

b. Psicogénica: Hipertensión de bata
blanca17

c. Trauma craneoencefálico o de médula
espinal

d. Hipertensión intracraneal

e. Tumores encefálicos

f. Apnea del sueño

  • Esclerodermia

  • Enfermedad de Takayasu-Onishi

  • Hipertensión secundaria a coartación
    aórtica

  • HTA secundaria a endocrinopatías

  • Acromegalia

  • Hipercalcemia

  • Deficiencia de 11-hidroxilasa

  • Deficiencia de 17-hidroxilasa

  • Síndrome de Geller

  • Hipertensión asociada a enfermedades del
    sistema nervioso central.

    • Disautonomía

    • Síndrome de
      Guillain-Barré

    g. Porfiria aguda

    c. Fibrodisplasia

    Etiología

    Algunos de los factores ambientales que contribuyen
    al desarrollo de la hipertensión arterial incluyen la
    obesidad, el consumo de alcohol, el tamaño de la
    familia, circunstancias de hacinamiento y las profesiones
    estresantes. Se ha notado que en sociedades
    económicamente prósperas, estos factores
    aumentan la incidencia de hipertensión con la
    edad.

    Sodio

    Aproximadamente un tercio de la población
    hipertensa se debe al consumo de sal, porque al aumentar la
    ingesta de sal se aumenta la presión osmótica
    sanguínea al retenerse agua, aumentando la
    presión sanguínea. Los efectos del exceso de
    sal dietética depende en la ingesta de sodio y a la
    función renal.

    Renina

    Se ha observado que la renina, secretada por el
    riñón y asociada a la aldosterona, tiende a
    tener un rango de actividades más amplio en pacientes
    hipertensos. Sin embargo, la hipertensión arterial
    asociada a un bajo nivel de renina es frecuente en personas
    con descendencia negra, lo cual probablemente explique la
    razón por la que los medicamentos que inhiben el
    sistema renina-angiotensina son menos eficaces en ese grupo
    de población.

    Resistencia a la insulina

    En individuos normotensos, la insulina estimula la
    actividad del sistema nervioso simpático sin elevar la
    presión arterial Sin embargo, en pacientes con
    condiciones patológicas de base, como el
    síndrome metabólico, la aumentada actividad
    simpática puede sobreponerse a los efectos
    vasodilatadores de la insulina. Esta resistencia a la
    insulina ha sido propuesta como uno de los causantes del
    aumento en la presión arterial en ciertos pacientes
    con enfermedades metabólicas.

    Apnea durante el
    sueño

    La apnea del sueño es un trastorno
    común y una posible causa de hipertensión
    arterial. El tratamiento de este trastorno por medio de
    presión aérea positiva continua u otros
    manejos, mejora la hipertensión esencial.

    Genética

    La hipertensión arterial es uno de los
    trastornos más complejos con un componente
    genético asociado a la aparición de la
    enfermedad. Se han estudiado a más de 50 genes que
    podrían estar involucrados con la
    hipertensión.

    Edad

    Al transcurrir los años y según los
    aspectos de la enfermedad, el número de fibras de
    colágeno en las paredes arteriales aumenta, haciendo
    que los vasos sanguíneos se vuelvan más
    rígidos. Al reducirse así la elasticidad, el
    área seccional del vaso se reduce, creando resistencia
    al flujo sanguíneo y como consecuencia compensadora,
    se aumenta la presión arterial.

    Patogenia

    La presión arterial es producto del gasto
    cardíaco y la resistencia vascular sistémica.
    Por lo tanto, los factores determinantes de la presión
    arterial son factores que afectan al gasto cardíaco y
    a la fisiología y estructura de las arteriolas. Por
    ejemplo, el aumento de la viscosidad de la sangre tiene
    efectos significativos sobre el trabajo necesario para
    bombear una cantidad dada de sangre y puede dar lugar a un
    aumento persistente de la presión arterial. Las
    condiciones de maleabilidad de la pared de los vasos
    sanguíneos (componentes pulsátiles) afectan la
    velocidad del flujo sanguíneo, por lo que
    también tienen una potencial relevancia en lo que
    respecta a la regulación de la presión
    arterial. Además, los cambios en el espesor de las
    paredes vasculares afectan a la amplificación de la
    resistencia vascular periférica en pacientes
    hipertensos, lo que conlleva a reflexión de ondas en
    dirección a la aorta y opuestas al flujo
    sanguíneo, aumentando la presión arterial
    sistólica. El volumen de sangre circulante es regulada
    por la sal renal y el manejo del agua, un fenómeno que
    juega un papel especialmente importante en la
    hipertensión sensible a las concentraciones de sal
    sanguíneas.

    La mayoría de los mecanismos asociados a la
    hipertensión secundaria son generalmente evidentes y
    se entienden bien. Sin embargo, aquellos relacionados con la
    hipertensión esencial (primaria) son mucho menos
    comprendidos. Lo que se sabe es que el gasto cardíaco
    se eleva a principio del curso natural de la enfermedad, con
    una resistencia periférica total (RPT) normal. Con el
    tiempo, disminuye el gasto cardíaco hasta niveles
    normales, pero se incrementa la RPT. Tres teorías han
    sido propuestas para explicar este
    fenómeno:

    • La incapacidad de los riñones para
      excretar sodio, resultando en la aparición de
      factores que excretan sodio, tales como la
      secreción del péptido natriurético
      auricular para promover la excreción de sal con el
      efecto secundario de aumento de la resistencia
      periférica total.

    • Un sistema renina-angiotensina hiperactivo que
      conlleva a una vasoconstricción y la consecuente
      retención de sodio y agua. El aumento reflejo del
      volumen sanguíneo conduce a la hipertensión
      arterial.

    • La hiperactividad del sistema nervioso
      simpático, dando lugar a niveles elevados de
      estrés.

    También se sabe que la hipertensión es
    altamente heredable y poligénicas (causadas por
    más de un gen) y varios genes candidatos se han
    postulado como causa de esta enfermedad.

    Recientemente, el trabajo relacionado con la
    asociación entre la hipertensión esencial y el
    daño sostenido al endotelio ha ganado favor entre los
    científicos enfocados en la hipertensión. Sin
    embargo, no está del todo claro si los cambios
    endoteliales preceden al desarrollo de la hipertensión
    o si tales cambios se deben principalmente a una persistente
    presión arterial elevada.

    Lesiones a órganos
    diana

    Los órganos cuya estructura y función
    se ven alterados a consecuencia de la hipertensión
    arterial no tratada o no controlada se denominan
    «órganos diana» e incluyen el sistema
    nervioso central, arterias periféricas, corazón
    y riñones, principalmente. La asociación entre
    la presión arterial y el riesgo de
    cardiopatías, infarto agudo de miocardio, derrame
    cerebral y enfermedades renales es independiente de otros
    factores de riesgo. Por ejemplo, en individuos comprendidos
    entre las edades de 40 y 70 años de edad, cuando la
    presión arterial se encuentra entre 115/75 a 185/115
    mmHg, cada incremento de 20 mmHg en la presión
    sistólica o de 10 mmHg en presión
    diastólica duplica el riesgo de aparición de
    alguna de estas enfermedades.

    Ojo

    • Retinopatía hipertensiva: vasoespasmo,
      aumento del brillo arterial, cruces arterio-venosos
      patológicos (signo de Gunn), hemorragias,
      exudados, papiledema y trombosis retinianas
      venosas.

    Sistema nervioso central

    La hipertensión arterial persistente puede
    causar un accidente cerebrovascular trombótico o
    embólico, infartos lacunares o un accidente
    cerebrovascular hemorrágico con hematoma
    intracerebral, entre otros. Tanto la presión
    sistólica y diastólica elevadas son
    perjudiciales; una presión diastólica de
    más de 100 mm Hg y una presión sistólica
    de más de 160 mm Hg han dado lugar a una incidencia
    significativa de enfermedades cerebrovasculares. Otras
    manifestaciones de la hipertensión incluyen la
    encefalopatía hipertensiva, lesiones microvasculares
    cerebral y la demencia de origen vascular como consecuencia
    de múltiples infartos del sistema nervioso
    central.2

    Monografias.com

    Arterias periféricas

    • Disfunción endotelial crónica, con
      vasoconstricción inapropiada, liberación de
      especies reactivas de oxígeno, inflamación,
      aumento de actividad protrombótica y
      reducción de la fibrinólisis.

    • Remodelado parietal y estrechamiento luminal a
      expensas de redistribución de músculo liso
      de la túnica media arterial.

    • Arterioloesclerosis con engrosamiento de la
      túnica media (de Monckeberg).

    • Ateroesclerosis progresiva de grandes vasos, en
      especial de vasos cerebrales, aorta, coronarias y
      arterias de los miembros inferiores, generando
      hipoperfusión crónica subclínica o
      sintomática.

    • Aneurismas, complicados eventualmente con
      disección o ruptura, especialmente a nivel de
      aorta torácica.

    Corazón

    • Hipertrofia ventricular izquierda: en inicio hay
      engrosamiento parietal sin incremento de la masa
      ventricular total (remodelado concéntrico); luego
      se desarrolla franca hipertrofia concéntrica, que
      podría llegar a fase dilatada (hipertrofia
      excéntrica).

    • Fibrosis miocárdica, como parte del
      proceso de hipertrofia, con deterioro de la
      distensibilidad parietal y de las propiedades
      viscoelásticas del miocardio
      contráctil.

    • Isquemia microvascular coronaria, principalmente
      por rarefacción de la red capilar y
      disfunción endotelial de los vasos
      remanentes.

    • Síndrome coronario agudo: angina
      inestable o infarto sin onda Q (también conocido
      como infarto sin elevación de segmento
      S-T).

    • Infarto agudo miocárdico.

    • Disfunción diastólica ventricular
      izquierda, a consecuencia de isquemia, hipertrofia y
      fibrosis ventricular, que conducen a anomalías
      regionales y globales de la relajación y, en fases
      más avanzadas, de la distensibilidad.

    • Disfunción sistólica ventricular
      izquierda, con caída de la fracción de
      eyección ventricular izquierda (FE, el porcentaje
      de toda la sangre que, habiendo llenado el
      ventrículo en diástole, es bombeada de
      manera efectiva fuera de la cavidad).

    • Insuficiencia cardíaca congestiva (ICC)
      global; como consecuencia de la falla ventricular
      izquierda hay además compromiso secundario del
      hemicardio derecho, con dilatación de
      cámaras e hipertensión arterial pulmonar
      secundaria.

    • Valvulopatías calcíficas
      degenerativas de hemicardio izquierdo, en especial de las
      válvulas mitral (insuficiencia) y aórtica
      (estenosis o insuficiencia).

    • Fibrilación auricular (arritmia
      supra-ventricular).

    • Arritmias ventriculares, como consecuencia de
      micro-reentrada por fibrosis, lesión o
      isquemia.

    Monografias.com

    Riñones

    • Microalbuminuria, marcador temprano de
      nefropatía y factor independiente de riesgo de
      morbimortalidad cardiovascular.

    • Fibrosis tubulointersticial del
      parénquima renal.

    • Glomeruloesclerosis focal y difusa con
      pérdida de nefronas, como consecuencia de
      hipertensión intraglomerular
      crónica.

    • Isquemia renal crónica debida a
      ateroesclerosis acelerada de las arterias
      renales.

    • Infarto renal, por ateromatosis de arterias
      renales o embolia.

    • Reducción de la tasa de filtrado
      glomerular, por la pérdida de masa de nefronas
      funcionales, proceso progresivo que se ve acelerado en
      hipertensos y más aún en presencia de
      diabetes mellitus.

    • Insuficiencia renal crónica como evento
      terminal.

    Diagnóstico

    Anamnesis

    La historia clínica del paciente hipertenso
    debe ser recolectada al detalle y enriquecerse con
    información provista por parientes cercanos, o por
    otros médicos o personal paramédico que lo
    hayan atendido en el pasado, si aplica. La
    hipertensión es una enfermedad asintomática por
    excelencia, tanto así que se le ha llamado "el
    asesino silencioso
    ", por lo que no resultaría
    extraño que no se recolecten muchos síntomas en
    la historia, o que estos síntomas sean poco
    específicos (dolor de cabeza, mareo y trastornos
    visuales, por ejemplo). Una vez bien definido el motivo de
    consulta y habiéndose documentado los datos relevantes
    de la presente enfermedad, debe hacerse énfasis desde
    la primera consulta sobre los siguientes datos:

    • Factores de riesgo cardiovascular, tradicionales
      y no tradicionales;

    • Antecedentes familiares de enfermedad, en
      especialidad si ha habido muerte de causa cardíaca
      en consanguíneos menores de 50 años (de
      primer grado: padres, hermanos, hijos);

    • Condición socioeconómica, cultural
      y laboral, estatus familiar, acceso a sistemas de salud,
      nivel de educación, factores ambientales o
      situacionales causantes de estrés;

    • Listado exhaustivo de comorbilidades
      (generalmente interrogando antecedentes por
      sistemas);

    • Hábitos
      higiénico-dietéticos: café,
      té, bebidas carbonatadas, alcohol, tabaco, sodio,
      alimentación, actividad física;

    • Alto nivel de glicemia y alto consumo de glucosa
      (si la persona tiene Diabetes)

    • Exposición a fármacos que puedan
      causar hipertensión (efedrina, metilfenidato,
      ergotaminas, entre otras);

    • Alergias e intolerancias;

    • Síntomas, cardiovasculares (disnea,
      ortopnea, disnea paroxística nocturna,
      precordialgia, palpitaciones, síncope, edema,
      claudicación intermitente) o inespecíficos
      (cefalea, mareo, acúfenos, trastornos visuales,
      deterioro cognitivo, fatiga, cambios del estado de
      ánimo, disfunción eréctil, por
      ejemplo);

    • Eventos previos cardiovasculares: isquemia
      cerebral transitoria, accidentes cerebrovasculares,
      angina de pecho, infarto miocárdico, insuficiencia
      cardíaca congestiva, insuficiencia renal
      crónica entre otros;

    • Procedimientos quirúrgicos previos o
      planeados.

    Esta información es vital para la
    valoración global de riesgo cardiovascular de cada
    paciente hipertenso. Cada elemento de riesgo o
    diagnóstico clínico, resuelto o no (tratado o
    no tratado), cada síntoma, cada antecedente
    debería ser incluido en una lista de problemas. Esto
    ayudará a planear el tratamiento global sin olvidar
    puntos importantes.

    Procedimientos para la medición
    correcta de la presión arterial

    La toma de la presión arterial en pacientes
    de alto riesgo debe efectuarse de manera correcta con la
    finalidad de evadir los falsos negativos e incluso falsos
    positivos.

    • El individuo debe estar, de preferencia sentado,
      con la espalda recostada contra el respaldo y el miembro
      superior deberá reposar sobre la superficie del
      escritorio, el antebrazo en pronación, a la altura
      del corazón; las plantas de los pies deben estar
      apoyadas sobre el piso sin cruzar las piernas.

    • Después de algunos minutos de reposo (de
      preferencia 5 minutos, quizás durante o al final
      del interrogatorio) se coloca un manguito de
      tamaño apropiado (que cubra 2/3 de la longitud del
      brazo) y en buenas condiciones en la parte media del
      brazo del paciente; no debe haber ropa entre la piel y el
      manguito, que deberá estar bien ajustado, pero no
      tanto que impida la introducción del dedo
      meñique entre el mismo y la piel. Si al arremangar
      la camisa o la blusa la tela comprime el miembro,
      deberá mejor retirarse la ropa y pedir al paciente
      que se vista con una bata para examen físico.
      Precaución: en algunos pacientes no puede
      emplearse alguno de los brazos para la toma de
      presión: amputación, historia de
      cirugía radical en axila, o presencia de una
      fístula arteriovenosa, por ejemplo).

    • De preferencia emplear un tensiómetro de
      columna de mercurio, que deberá ser revisado y
      calibrado periódicamente. La base del
      tensiómetro y el centro del manguito
      deberán estar a la altura del corazón del
      paciente para evitar errores de la medición. Si se
      dispone solo de esfigmomanómetro debe de
      verificarse que esté bien calibrado. Debe
      disponerse de por lo menos tres tallas de manguitos,
      incluyendo uno para pacientes obesos y otro
      pediátrico, que podría ser útil en
      personas muy ancianas con gran atrofia muscular o escaso
      panículo adiposo.

    • El procedimiento de la toma de cifras
      tensionales no debe ser incómodo ni doloroso. Se
      infla el manguito por lo menos 20-30 mmHg más
      arriba de la presión necesaria para que
      desaparezca el pulso de la muñeca o del codo, o
      hasta que se haya superado una presión de 220
      mmHg. Luego, aplicando el estetoscopio sobre la arteria
      braquial, se desinfla con lentitud hasta que sean
      audibles por primera vez los ruidos de Korotkoff
      (presión sistólica). La desaparición
      precoz de los ruidos y su ulterior reaparición, el
      llamado gap o brecha auscultatorio(a) es
      frecuente en personas de edad avanzada, por lo que se
      deberá seguir desinflando el manguito con lentitud
      hasta que no haya duda del cese definitivo de los ruidos
      (fase V de Korotkoff, presión diastólica).
      En algunos pacientes los ruidos nunca desaparecen, por lo
      que se medirá la presión diastólica
      cuando cambien de intensidad (Fase IV). En todo momento
      los ojos del observador deberán estar al nivel de
      la columna de mercurio, para evitar errores de
      apreciación.

    • Al desinflar el manguito es de crítica
      importancia que el miembro del paciente se encuentre
      inmóvil.

    • En la primera consulta sería ideal tomar
      la presión en ambos brazos y dejar definido en
      cuál de ellos se encuentra más elevada,
      haciéndolo constar en el expediente, pues las
      mediciones deberían seguirse realizando en ese
      mismo brazo. La medición de la PA con el paciente
      de pie es muy aconsejable en el adulto mayor,
      deberá dejarse al paciente de pie por lo menos
      durante 1 minuto antes de hacer la
      medición.

    • Si se hacen tomas sucesivas, como es aconsejable
      (incluso se puede hacer una medición final, antes
      que el paciente abandone el consultorio), deberá
      dejarse un intervalo de por lo menos un minuto entre
      medida y medida.

    • Las cifras de presión no deberán
      redondearse. Con buena técnica puede registrarse
      la presión con un nivel de exactitud de 2
      mmHg.

    • Todos los conceptos arriba explicados aplican
      también para los tensiómetros
      electrónicos disponibles en el mercado. Se
      buscarán marcas certificadas, por Food and
      Drugs Administration
      (FDA) de los Estados Unidos de
      América, u otras instituciones nacionales, de
      preferencia con manguito braquial. El médico debe
      enseñar personalmente a sus pacientes el uso de
      estos aparatos y la secuencia correcta de procedimientos
      para que las mediciones domiciliarias sean confiables. Se
      estima que las cifras de presión en el hogar son
      en promedio 5 mmHg menores que en el consultorio, tanto
      para la presión sistólica como para la
      diastólica.

    Exploración
    física

    El médico hará un examen físico
    completo, que deberá incluir la siguiente
    información:

    • Inspección del aspecto general, en
      especial de la facies, color de tegumentos, hábito
      corporal, estado anímico, nivel de conciencia y
      orientación;

    • Antropometría: peso, talla, índice
      de masa corporal (IMC), perímetro de cintura (PC,
      medir a la altura de las crestas ilíacas) y
      relación cintura/cadera (RCC);

    • Medición del pulso y de la presión
      arterial, en posición sentada y después de
      5 minutos de reposo, por lo menos en tres ocasiones en la
      primera consulta. Se considera a la media
      aritmética o a la mediana de dichas cifras como el
      valor representativo para la visita. Es necesario medir
      la presión en ambos brazos, registrar el valor
      más elevado y anotar en el expediente a qué
      brazo corresponde, para medirla en ese miembro a futuro.
      Los procedimientos para la medición correcta se
      discutieron previamente. Se recomienda la toma de
      presión en posición de pie si se trata de
      pacientes adultos mayores para descartar ortostatismo, o
      en caso que se sospeche disautonomía
      (diabéticos crónicos, por
      ejemplo).

    • Fondo de ojo: tener en cuenta la
      clasificación de Keith-Wagener de
      retinopatía hipertensiva, si aplica, aunque los
      oftalmólogos no la aplican; se buscarán
      aumento del brillo arterial, cruces arteriovenosos
      patológicos (signo de Gunn), pérdida de la
      relación venoarterial, exudados, hemorragias y
      anomalías de disco óptico y retina
      periférica. Debe recordarse que los signos de la
      retinopatía hipertensiva incipiente (cambios en la
      relación arteriovenosa, por ejemplo) son
      inespecíficos, a excepción de las
      hemorragias y exudados. Cada vez es menos frecuente ver
      papiledema en clínica.

    • Cuello: Inspección de venas yugulares,
      palpación y auscultación de arterias
      carótidas, valoración de la glándula
      tiroides;

    • Exploración cardiopulmonar exhaustiva,
      describiendo aspecto y expansión del tórax,
      ventilación pulmonar, punto de máximo
      impulso (PMI) del corazón, frémitos y
      ruidos cardíacos, tanto los normales como los
      accesorios o patológicos;

    • Abdomen: panículo adiposo, presencia de
      pulsaciones visibles, circulación venosa
      complementaria, visceromegalias, tumores;

    • Exploración de los pulsos
      periféricos (amplitud, onda de pulso,
      simetría), del llenado capilar, temperatura de
      zonas acrales, redes venosas
      periféricas;

    • Exploración neurológica
      básica, que debería ser exhaustiva en caso
      de lesión previa o actual del sistema nervioso
      central o periférico): pupilas, movimientos
      oculares, simetría facial, audición,
      equilibrio, coordinación, lengua y paladar blando,
      fuerza de los miembros, sensibilidad, reflejos
      osteotendinosos y músculocutáneos, normales
      o patológicos.

    Exámenes de
    laboratorio

    Se recomiendan los siguientes estudios de
    laboratorio básicos para todo paciente
    hipertenso:

    • Hematocrito o hemoglobina: no es necesario
      realizar un hemograma completo si solo se estudia la
      hipertensión arterial.

    • Creatinina sérica (nitrógeno
      ureico en sangre es opcional, pero es necesario en caso
      de insuficiencia cardíaca aguda).

    • Potasio sérico (algunos expertos piden
      también sodio sérico, para la
      detección de hiponatremia, si la clínica la
      sugiere).

    • Glicemia en ayunas y 2 horas postprandial. Un
      test de tolerancia oral a la glucosa (TTG) podría
      ser necesario

    • Perfil lipídico: Colesterol total/HDL y
      triglicéridos (ayuno de 12-14 h), el colesterol
      LDL puede calcularse por la fórmula de Friedewald
      si los triglicéridos son inferiores a 400 mg%:
      [(CT – C-HDL) – TG/5].

    • Ácido úrico en especial si se
      trata de paciente varón o mujeres
      embarazadas.

    • Examen general de orina (la "biopsia renal del
      pobre", según un viejo aforismo).

    • Microalbúmina en orina si el examen
      general de orina no muestra proteinuria y se sospecha
      lesión renal por la cantidad y el tipo de factores
      de riesgo presentes (diabetes mellitus, por
      ejemplo).

    Otras pruebas de laboratorio deberán
    indicarse en situaciones especiales.

    Estudio adicionales

    Algunos procedimientos de diagnóstico de
    gabinete son útiles para el estudio de todo
    hipertenso. Se busca confirmar el diagnóstico,
    descartar causas secundarias y determinar la presencia (o
    hacer seguimiento) de lesiones de órgano blanco y de
    su grado de severidad.

    • Electrocardiograma. Fundamental para el
      diagnóstico de hipertrofia ventricular izquierda,
      evaluación de arritmias, presencia de zonas de
      necrosis, corrientes de isquemia o lesión,
      diagnóstico de trastornos
      electrolíticos.

    • Radiografía posteroanterior del
      tórax; podrán indicarse radiografías
      laterales en caso necesario. Se valoran silueta
      cardíaca, aorta, hilios pulmonares, mediastino,
      tórax óseo y el parénquima
      pulmonar.

    • Ergometría o test de electrocardiograma
      de esfuerzo. Ayuda a valorar la condición
      física, la respuesta presora al ejercicio en
      pacientes ya tratados y la presencia o ausencia de
      isquemia o arritmias inducibles. No es un estudio de
      primer nivel de atención pero tiene
      aplicación en ciertos pacientes y debe ser tenido
      en cuenta si hay un elevado riesgo coronario o en
      presencia de angina de pecho con ejercicio.

    • Monitoreo ambulatorio de presión arterial
      de 24 horas. Es un recurso a menudo
      subutilizado.

    • Ecocardiograma Doppler-color. Estudio no
      invasivo de altísimo rendimiento
      diagnóstico. No es un estudio de primer nivel
      porque requiere de equipo sofisticado y personal
      altamente entrenado, por lo que su costo es relativamente
      alto. No se recomienda la ecocardiografía de
      rutina en pacientes con hipertensión sin
      síntomas o evidencia clínica de daño
      orgánico cardíaco.

    Otros procedimientos (doppler de arterias renales,
    monitoreo de Holter, estudios de función
    autonómica, pruebas de mecánica vascular o
    función endotelial, estudios de medicina nuclear,
    tomografía axial computarizada, resonancia
    magnética nuclear) podrían ser necesarios en
    ciertos pacientes, pero no se consideran mandatarios para los
    niveles básicos de atención. Se deberá
    valorar, al indicarlos, la relación costo/beneficio
    para cada individuo en particular, independientemente de los
    recursos disponibles.

    Tratamiento

    Artículo principal: Tratamiento de la
    hipertensión arterial

    El tratamiento de la hipertensión arterial
    está asociado con una reducción de la
    incidencia de derrame cerebral de un 35-40%, de infarto agudo
    de miocardio entre 20-25% y de insuficiencia cardíaca
    en más de un 50%.10 Se indica tratamiento para la
    hipertensión a:

    • Pacientes con cifras tensionales
      diastólicas mayores de 90 mmHg o sistólica
      mayores de 140 mmHg en mediciones repetidas;

    • Pacientes con una tensión
      diastólica <89 mmHg con una tensión
      sistólica mayor de 160 mmHg;

    • Pacientes con una tensión
      diastólica de 85 a 90 mmHg que tengan diabetes
      mellitus o con arteroesclerosis vascular
      demostrada.

    En pacientes prehipertensos o que no califiquen para
    recibir tratamiento específico deben ajustar sus
    hábitos modificables, entre ellos:

    • Pérdida de peso en pacientes con
      sobrepeso u obesidad, fundamentalmente con ejercicio y
      una dieta rica en frutas, vegetales y productos
      lácteos libres de grasa;

    • Limitación del consumo de licor y bebidas
      alcohólicas a no más de 30 ml de etanol
      diarios en personas masculinas (es decir, 720 mL [24 oz]
      de cerveza, 300 mL [10 oz] de vino, 60 mL [2 oz] de
      whisky) o 15 mL (0.5 oz) de etanol por día en
      personas femeninas o aquellos con peso más
      liviano;

    • Reducción de la ingesta de sal a no
      más de 2,4 gramos de sodio o 6 gramos de cloruro
      de sodio;

    • Mantener una ingesta adecuada de potasio en la
      dieta (frutas y vegetales);

    • Mantener una ingesta adecuada de calcio y
      magnesio;

    • Cesar el consumo de cigarrillos u otras formas
      de nicotina y cafeína y reducir la ingesta de
      grasas saturadas y colesterol.

    El séptimo comité sugiere
    como línea inicial medicamentosa para la
    hipertensión las siguientes estipulaciones:

    • Pacientes pre-hipertensos, es decir, con una
      presión arterial de 120-139/80-89: no se indican
      medicamentos.

    • Hipertensión arterial estadio 1
      (140-159/90-99): diuréticos tipo tiazida se
      recomiendan para la mayoría de los pacientes. Los
      IECA, ARA-II, beta bloqueantes, bloqueante de los canales
      de calcio o una combinación de éstos puede
      que sea considerada.

    • Hipertensión arterial estadio 2, con una
      presión arterial mayor de 160/100:
      combinación de dos fármacos, usualmente un
      diurético tiazida con un IECA, ARA-II, beta
      bloqueante o BCC.

    Además del tratamiento medicamentoso, en
    todos los pacientes (independientemente del estadio), se
    procurará ajustar los hábitos modificables
    anteriormente señalados.

    Prevención

    Dentro de las acciones preventivas para disminuir la
    hipertensión encontramos:

    • El incremento de la actividad fisica
      aeróbica.

    • Mantener un peso normal.

    • Reducir al mínimo el consumo de
      alcohol.

    • Consumir no más de 30 ml de etanol que
      equivale a 720 ml de cerveza (2 latas); 300 ml de vino
      (dos copas); 60 ml de whisky (un quinto del vaso), por
      día en los hombres y en las mujeres la
      mitad.

    • Reducir el consumo de sodio, hacer la
      suplementación de potasio.

    • Consumir una dieta rica en frutas y vegetales;
      lácteos bajos en grasa con reducido contenido de
      grasa saturada y total.

    • Privarse de todo tipo de tabaco (cigarro, pipa,
      habano, etc.).

    • Controlar la glicemia (si la persona padece
      diabetes).

    Diabetes

    Es una enfermedad crónica (que
    dura toda la vida) caracterizada por niveles altos de
    azúcar en la sangre.

    Causas

    La insulina es una hormona producida por el
    páncreas para controlar la glucemia. La diabetes puede
    ser causada por muy poca producción de insulina,
    resistencia a ésta o ambas.

    Para comprender la diabetes, es
    importante entender primero el proceso normal por medio del
    cual los alimentos son descompuestos y empleados por el
    cuerpo como energía. Varias cosas suceden cuando se
    digiere el alimento:

    • Un azúcar llamado glucosa,
      que es fuente de energía para el cuerpo, entra en
      el torrente sanguíneo.

    • Un órgano llamado
      páncreas produce la insulina, cuyo papel es
      transportar la glucosa del torrente sanguíneo
      hasta los músculos, la grasa y las células
      hepáticas, donde puede utilizarse como
      energía.

    Las personas con diabetes presentan
    hiperglucemia, debido a que:

    • El páncreas no produce
      suficiente insulina

    • Los músculos, la grasa y las
      células hepáticas no responden de manera
      normal a la insulina

    • Todas las razones
      anteriores

    Hay tres grandes tipos de
    diabetes:

    • Diabetes tipo 1: La diabetes
      tipo I se presenta sobre todo en niños,
      adolescentes y adultos jóvenes. Esto es a
      consecuencia de que el organismo no produce insulina
      todos los días. Las personas que tienen diabetes
      tipo I también de vez en cuando sufren de
      hipoglucemia o hiperglucemia, y en casos extremos de
      cetoacidosis. Hipoglucemia, o la baja presencia de
      azúcar en la sangre, es un factor predominante en
      las personas con diabetes. Algunos de los síntomas
      de la hipoglucemia son: temblores, mareos, sudoraciones,
      dolores de cabeza, palidez, cambios repentinos en estados
      de ánimo, entre otros. Hiperglucemia, o la
      alta presencia de azúcar en la sangre,
      también es un factor predominante en las personas
      que tienen diabetes y deberá mantenerse
      controlada. Algunos síntomas incluyen aumento de
      sed, aumento de hambre, respiración acelerada,
      náusea o vómito, visión borrosa y
      resequedad de la boca.

    Partes: 1, 2, 3
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter