Introducción
En los últimos años, las exigencias
medioambientales han tenido una amplia difusión y se han
incorporado en algunas actividades industriales de forma
ejemplar. No obstan- te, en la construcción, estas
exigencias todavía no reciben la atención que
merecen.
Así por ejemplo, durante la fase de
construcción y demolición se producen una gran
cantidad de residuos indiferenciados que van directamente al
vertedero. En Cataluña, durante el año 1998, el
sector de la construcción generó más de 3
millones de tonela- das de residuos, cifra superior a los RSU
(residuos sólidos urbanos).
En la actualidad, por circunstancias de inercia y de
mercado, tanto la aplicación de cri- terios de
minimización como la cantidad de producto procedente de
residuos de obra y de derribo que se recicla son casi
inapreciables. No existe, en este ámbito, una mentali- dad
generalizada de protección del medio, no se han tomado las
disposiciones legales y administrativas adecuadas para
conseguirlo y todavía no se han desarrollado los sufi-
cientes códigos de buena práctica para mejorar esta
situación y concienciar a los agen- tes del
sector.
Tan solo de forma aislada se han detectado ciertas
inquietudes de control de los resi- duos de construcción
en aquellos lugares en los que todavía no hay vertederos
especí- ficos o en aquellas empresas que han decidido
implantar un Sistema de Gestión Medioambiental (ISO
14000).
Actualmente la utilización de técnicas de
desmontaje selectivo (desconstrucción) tan solo se lleva a
cabo en experiencias piloto, en demoliciones o rehabilitaciones
parciales y por imposiciones administrativas derivadas de la
aplicación de medidas de seguridad o de
recuperación de elementos con características
patrimoniales relevantes.
La falta de sensibilidad al respecto da lugar a
situaciones lamentables en las que los resi- duos de
construcción, inicialmente inertes, se mezclan con
residuos banales y contami- nantes y se depositan en vertederos
no preparados para ello (con las consiguientes con- taminaciones,
de todo orden), o bien se producen vertidos al margen de la red
de ver- tederos autorizados. Estas situaciones no se pueden
resolver únicamente con una legis- lación y una
policía adecuadas, sino que necesitan de una
concienciación generalizada, aún
pendiente.
Con este propósito se decidió emprender el
Proyecto Life 98/351, Programa de acciones técnicas para
fomentar la valorización, minimización y
selección de residuos originados en las obras de
construcción y demolición.
Sus principales objetivos son insistir en la
aportación de medios y en la difusión de con-
ceptos para aumentar la culturización del sector hacia una
mayor sensibilidad medio- ambiental, dirigida, más
concretamente, al control y la reducción de los residuos
de composición heterogénea que genera este sector.
Como se puede observar, en este caso nos referimos a la fase de
ejecución, con la que se completa el ciclo iniciado con el
ante- rior programa Life: La Enseñanza de la arquitectura
y el medio ambiente sobre la fase de proyecto.
Una vez analizada la situación actual y tras
haber propuesto actuaciones de mejora (véanse los
documentos Situación actual y perspectivas de futuro
de los residuos de cons- trucción y Manual de
minimización y gestión de los residuos en las obras
de construcción y demolición), hemos
creído necesario confeccionar un nuevo documento, que no
estaba previsto originalmente en el proyecto: una
metodología para redactar una versión general de un
Plan de gestión que racionalice y optimice, con criterios
medioambienta- les, el tratamiento y la valorización de
los residuos de construcción en las obras.
Al igual que ha sucedido con el Libro Blanco
Análisis de la situación actual y perspecti- vas de
futuro de los residuos de construcción, se desarrolla a
continuación un docu- mento resumen de la
metodología planteada, que se justifica por el gran
volumen que ha ido adquiriendo el texto inicial.
Metodología para la realización
de un Plan de gestión de residuos
1.1 Objeto del Plan
Este proyecto Life 98/351 tiene la misión
básica de incidir en la cultura del personal de la obra
con el fin de mejorar la gestión de los residuos que
genera esta actividad indus- trial. Una gestión que
ceñimos, principalmente, a los objetivos de minimizar y
clasificar en origen.
Para ello se ha considerado importante elaborar una
herramienta con la que, en fase de planificación de la
obra, los constructores y las empresas de derribo puedan conocer
las actividades y gastos (por fases de ejecución en el
caso de la obra nueva) que ocasio- na la gestión de los
sobrantes que se van a generar. Y en este punto, la persona
encar- gada de realizar el Plan de gestión debería
ser la que -de entre las que forman el equi- po que desarrolla el
proyecto de construcción o de derribo- conozca mejor el
funciona- miento de la obra y la que se ocupe habitualmente de
los asuntos de seguridad y salud y control de calidad. Por lo
demás, la cantidad de residuos y su sistema de
gestión cons- tituyen datos imprescindibles para la
planificación de la obra y el derribo, y también
para determinar, con cierta precisión, la fianza que se ha
de depositar en aquellos ayun- tamientos catalanes que apliquen
el Decreto 201/94.
No obstante, se ha considerado aún más
importante disponer de una herramienta de fácil
aplicación que ayude a convencer, ni que sea por razones
económicas, de la nece- sidad de reducir la cantidad de
residuos, es decir, de plantear, desde una fase temprana de la
obra y del derribo, criterios de minimización
(véase el apartado 1.2).
El método que aquí se propone es
extremadamente simple. Se basa en establecer, pri- mero, la
cantidad y la naturaleza de los residuos que se van a generar
(véase el aparta- do 1.3). Este objetivo se puede cumplir
con arreglo a la experiencia del constructor y de la empresa de
derribo, si ya han aplicado alguna vez criterios de
clasificación (lo cual no es frecuente). En caso
contrario, por defecto, proponemos los valores que se detallan en
este documento (apartado 1.3), procedentes de un estudio
realizado por el ITeC duran- te el análisis de la
situación actual de los residuos de construcción
(aunque podría ocu- rrir que, en algunos casos, no se
ajustasen a los métodos, medios, etc., de la
empresa).
Cumplida esta primera fase, cabría recopilar
documentación acerca de los gestores de residuos que
operan en las proximidades de la obra o del derribo. Es necesario
conocer las características (condiciones de
admisión, distancia, tasas, etc.) de los vertederos, de
los recicladores, de los puntos verdes, de los centros de
clasificación, etc., al efecto de poder definir un
escenario externo de gestión (véase el apartado
1.4).
A partir del cruce de la información sobre la
cantidad y tipología de los residuos con la procedente de
haber definido un escenario de valorización formado por
los gestores externos se podrán determinar en cada momento
de la obra o del derribo los elemen- tos de gestión
interna con los que hay que contar (cantidad y
características de los con- tenedores, depósitos
para fluidos contaminantes, etc.) y que, presumiblemente, van a
incidir en un menor coste de la gestión de tales sobrantes
(véase el apartado 1.5).
Para facilitar el proceso de aplicación del Plan
de gestión se ha desarrollado un progra- ma
informático sencillo (consúltese el anexo 5) con el
que prever el coste de la gestión de los residuos
(caracterización, cuantificación y gestión)
utilizando los dos sistemas des- critos anteriormente: los datos
obtenidos por el ITeC en el seguimiento de obras o bien los
procedentes de la propia empresa constructora o de
derribo.
A continuación se puede observar un esquema que
describe los pasos que hay que seguir en el desarrollo de este
Plan:
Esta metodología es aplicable por todas aquellas
empresas que ejecuten obras de cons- trucción y
demolición, con independencia del grado de complejidad de
éstas (tamaño, ubicación, uso, etc.), y se
halla centrada en la edificación (las construcciones de
obra civil quedan para futuros planes de gestión de
residuos).
En el documento se exponen dos casos concretos como
ejemplo de aplicación: uno, para la obra nueva
(construcción de un conjunto residencial en Mollet del
Vallès, en Barcelona, descrita en el apartado 2); y otro,
para el derribo (desconstrucción de unos cuarteles
militares, en Hospitalet de Llobregat, que se analiza en el
apartado 3).
Asimismo, para poder completar el desarrollo del Plan de
gestión de residuos según los puntos anteriores, se
han realizado una serie de trabajos que aparecen en el presente
texto en forma de anejos. En el primero de estos anejos se
exponen unas recomenda- ciones para poder minimizar la cantidad
de residuos que habitualmente se generan en las obras de
construcción. El anexo 2 contiene una guía de
buenas prácticas para la ges- tión de los residuos
ajustada a la legislación vigente. En el número 3
se lleva a cabo un exhaustivo repaso (identificación,
tratamiento, normativa, etc.) de los productos poten- cialmente
tóxicos que pueden aparecer en los derribos y en las
obras. En el 4 encontra- mos un mapa con los principales gestores
autorizados de Cataluña. En el 5 se expone una breve
explicación sobre los objetivos y el funcionamiento del
programa informáti- co para calcular el coste de
gestión de los residuos. Finalmente, el anexo 6 se refiere
a las mencionadas obras de Mollet del Vallès y de la
desconstrucción de unos cuarteles militares y recoge
aquellos aspectos del seguimiento que no han podido ser tratados
en detalle en el texto principal.
1.2
Criterios para la
reducción de los residuos en la obra
Si observamos la jerarquía que propone la
Comunidad Europea sobre las acciones que se han de llevar a cabo
en la gestión de los residuos, comprobaremos que las
priorida- des principales son la prevención y la
minimización. De esta forma se conseguirán, ade-
más, otras mejoras medioambientales, como la
reducción del transporte de los sobran- tes al vertedero o
a la central recicladora, con la consiguiente disminución
de la conta- minación atmosférica y del consumo de
energía.
Por minimización, se entiende el conjunto de
acciones organizativas, operativas y tec- nológicas
necesarias para disminuir la cantidad y/o peligrosidad de los
residuos, median- te la reducción y reutilización
de los mismos en origen. Así pues, es imprescindible que
la primera acción asociada a la gestión de los
residuos sea intentar reducir su volumen en el emplazamiento
donde se han generado.
Minimización de residuos en las obras
de construcción
De las fichas sobre recomendaciones para la
reducción y gestión eficaz de los residuos que
aparecen en el Manual se han extraído aquellas actuaciones
que tienden a mini- mizar la cantidad de residuos producidos. En
el anexo 1 se puede observar un listado ordenado según las
diferentes fases de la obra: el proyecto, la programación
y la eje- cución.
Es ésta una etapa previa de singular importancia
ya que de su implantación depende la cantidad final de
material sobrante que haya de ser gestionado.
Minimización de residuos en los
derribos
El primer paso para optimizar la gestión de los
residuos es concebir el derribo con crite- rios medioambientales,
esto es, organizar las operaciones de demolición teniendo
en cuenta que la cantidad de residuos que vaya a parar al
vertedero sea mínima. Por lo tanto, estamos hablando de
desconstrucción.
La desconstrucción es el conjunto de operaciones
de desmantelamiento de un edificio que hacen posible un alto
nivel de recuperación y de aprovechamiento de los materia–
les con el fin de reincorporarlos a las nuevas construcciones (el
anexo 1 del documento Manual de minimización y
gestión de los residuos en las obras de
construcción y demolición informa
detalladamente sobre este sistema de
demolición).
Teniendo en cuenta la definición de
minimización ofrecida, los criterios para reducir los
residuos que a continuación exponemos están
centrados en la reutilización y reciclaje de materiales en
el mismo emplazamiento donde se ha producido el derribo. Se trata
de que la propia obra sea el lugar de digestión de los
residuos que origina.
Por lo tanto, y siempre que sea posible, tendremos que
coordinar las acciones de la demolición con las de la obra
nueva de la siguiente manera:
La empresa de derribo y el equipo técnico que
ejecuten el proyecto de edificación deben planificar
conjuntamente el tipo de derribo para poder introducir elementos
reutiliza- dos y reciclados en la propia obra.
Reutilización de elementos: pilares y vigas,
cerchas, puertas, ventanas, mobiliario, pavi- mentos,
etc.
Reciclaje de materiales: producción de granulados
para rellenos y hormigones, utiliza- ción de virutas de
madera y plástico para relleno de cámaras,
etc.
El proyecto de edificación debe ajustarse a
criterios de coordinación dimensional respe- tando los
formatos modulares de los materiales y elementos constructivos
que se van a reutilizar.
Desde la fase de proyecto se preverán qué
espacios de la obra o de la urbanización podrán
acoger materiales reciclados (granulados, maderas,
etc.).
1.3
Criterios para la
evaluación de los residuos de cada etapa de la
obra
Para poder organizar y optimizar la gestión de
los residuos es imprescindible realizar una aproximación
sobre la cantidad y naturaleza de los materiales sobrantes que se
van a generar.
A continuación pasamos a exponer distintas
posibles metodologías para caracterizar y cuantificar los
residuos de las obras y de los derribos.
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