Tótem y Tabú: El Albor Histórico de la Psiquiatría Antropológica

"En el fondo Dios no es más que
un padre exaltado". Sigmund Freud en Tótem y
Tabú

"Algunos grupos humanos,
simplemente, tenían predilección por el
consumo de otros seres humanos. Pero, sorprendentemente (como lo
describe S. Freud en Tótem y Tabú), el
motivo principal para comer carne humana era para castigar al
enemigo, extraer venganza, por motivos religiosos ceremoniales, o
por motivos mágicos". (FEFL) en El
Canibalismo: ¿Necesidad Crimen o Cultura?

"…el momento en que uno para
siendo quien uno cree que es, para tornarse en la persona que
uno es" Mariano Pensotti en su obra teatral El pasado es
un Animal Grotesco

Arte aborigen australiano

Introducción

En una carta que escribiera a Albert
Einstein, a principios del año 1930, Sigmund Freud
sugirió que el hombre "tiene en sí un instinto
activo para el odio y la destrucción". Freud
contrastaría la existencia de este instinto para "destruir
y matar", con el que llamara un instinto erótico "para
conservar y unificar", un instinto para el amor.

Cuando Freud concibiera su obra
Tótem y Tabú, obviamente lo hizo en un
tiempo cuando el control del destino de su teoría
psicoanalítica estaba mermando.

El libro, aunque de tamaño modesto,
se adentraba dentro del campo naciente de la psicología
antropológica, proponiendo elementos que extendían
nociones establecidas dentro del psicoanálisis. Hoy esta
nueva ciencia se encuentra asociada a la psicología
experimental de W. Wundt, con la que, a menudo,
solapa.

En aquéllos tiempos, ambos, Freud y
Jung habían contrapuesto diferencias filosóficas de
naturalezas decisivas — por ello se separaron —
después de que el vienés fallara en tratar de
convencer al suizo de ser su heredero ideológico
aparente.

Jung, el protestante helvético,
destacaba la importancia de la noción del inconsciente
colectivo — elemento central de sus ideas que había
formulado — y otros conceptos propios que, Freud, el
judío austriaco, soslayara. Aunque en su concepción
de Tótem y Tabú, sin que ésta fuera
su intención, Freud justificaría a Jung. Acerca de
esto último tendremos la oportunidad de apreciar y
entenderlo en esta importante ponencia dedicada a algunas de las
teorías y los alcances del pensamiento
freudiano.

Nuestro propósito esencial en esta
contribución es simple: Poner en relieve, y asimismo
analizar, una de los mayores aportes científicos que —
sin apercibirse de ello, cuando lo hiciera — el genio de
Sigmund Freud contribuyera, al mundo de la psiquiatría
evolutiva.

Tótem y Tabú, en su
alcance, es singularmente profético y rigurosamente
lógico a la vez. Ya, que, luego de haberlo leído,
nos deja con una visión de poder atestiguar — con una
perspectiva cierta — de la crueldad, inmanente a la
constitución humana, como si ésta última
resonara con los mismos ecos que William Golding representara en
su afamada obra, El Señor de las
Moscas.

Arte aborigen australiano

Conocemos y sabemos acerca del hombre
prehistórico — nuestro antepasado cultural — por las
expresiones de arte que nos legara, el examen de sus implementos
de labores, de guerra, sus utensilios de trabajo, sus mitos y sus
leyendas de lo sobrenatural.

Aparte de las consideraciones anteriormente
descritas, todavía persisten en algunos lugares del mundo
poblaciones que pueden ser consideradas que, por su modo de
vivir, existen como si fueran salvajes. Por esa razón, el
estudio de sus mentes, costumbres, y vidas espirituales debe de
interesarnos, ya que reflejan una forma preservada de nuestra
propia evolución histórica.

En ese sentido, una comparación
entre la mentalidad de los nativos de tribus primitivas, con sus
creencias mágicas, contrastándola con el
pensamiento neurótico del hombre civilizado, puede sernos
de mucho interés para el estudio de la psicología
en general.

En esta proposición, hemos
seleccionado, como bases para comparación, algunas tribus
que han sido descritas por los antropólogos, como las
más retrasadas y primitivas de todas, las que en la
actualidad, existen: Estas, esencialmente son, las tribus de los
aborígenes australianos, a quienes hemos observado muy de
cerca durante las varias visitas que hemos hecho a ese
subcontinente, para lograr este propósito.

Por nuestras propias, así llamadas,
nociones civilizadas de la sexualidad de nuestro género
— no podríamos suponer que nómadas desnudos
reconocerían ninguna clase de restricción moral —
como nosotros las conocemos, en la expresión de los
instintos sexuales.

Sin embargo, encontramos que, en ciertos
importantes respectos, ellos se imponen a sí mismos los
métodos más escrupulosos y severos para evitar las
relaciones sexuales incestuosas.

De hecho, la totalidad de sus
organizaciones sociales, parecen orientadas para el logro de este
propósito singular, o están relacionadas con el
cumplimiento de sus fines.

Entre las tribus australianas, el lugar
ocupado por todas las religiones e instituciones sociales, de las
que, formalmente, totalmente, carecen, pertenece a un sistema de
tótems y de los tabús que con ellos se
asocian.

De esta manera, las tribus
aborígenes se distribuyen en divisiones pequeñas,
cada una designada por su tótem.

¿Qué es un
tótem?

Un tótem es un objeto,
ser, o animal sobrenatural, que en
las mitologías de algunas culturas se toma como
emblema de la tribu o del individuo, y que puede incluir una
diversidad de atributos y significados.

En el totemismo, el tótem se
entiende también como el principio u origen de un
determinado grupo humano, que se cree descendiente de ese
tótem –animal, vegetal u objeto inanimado.

En este sentido, aunque el término
proviene de la cultura Ojibwa, originaria de América
del Norte, el totemismo puede observarse a lo largo de la
evolución de las sociedades humanas en otros continentes y
eras pasadas. (Para leer más:
http://es.wikipedia.org/wiki/Totem)

Generalmente, es un animal (comestible o
inofensivo, o peligroso y temido) y, muy raramente una planta o
fenómeno natural (como la lluvia o el agua), que mantiene
una relación especial con todo la secta
tribal..

Isla de Pascuas

En primer lugar, el tótem representa
el antecesor común del clan, que además de ser el
espíritu guardián y benefactor, les envía
oráculos — y, que, aunque puede ser maligno hacia otros
— reconoce y ampara los hijos de la tribu que
resguarda.

Recíprocamente, los miembros del
clan, están, bajo obligación sagrada (sujetos a
sanciones automáticas), a no matar o destruir el
tótem y evitar comer de su carne (o derivar usufructo del
mismo, en cualquier otra manera).

El carácter totémico no es
inherente a una entidad individual animal sino a todos los
individuos de una clase particular.

En ocasiones, se celebran festivales —
durante los cuales los miembros de las tribus reproducen los
movimientos que atribuyen a sus tótems — en las danzas
tribales

El tabú y
la ambivalencia emocional

Tabú es una palabra oriunda de los
idiomas polinesios.

Para nosotros es difícil encontrar
su equivalente memético, ya que representa un concepto
cuya connotación no poseemos.

El significado de este término, como
lo conceptualizamos, diverge en dos direcciones
opuestas.

Para nosotros, significa, por un lado,
"sagrado", "ritualista", y por el otro, "asombroso", "peligroso",
"prohibido", "impuro".

Lo opuesto a tabú — que en el
lenguaje polinesio es noa — traduce lo "común"
o "generalmente accesible".

Es necesario que vayamos reconociendo que
los tabús de los polinesios prehistóricos no quedan
tan remotos de los nuestros, como antes creyéramos, y,
que, las convenciones y prohibiciones morales que nos rigen puede
que tengan mucho, en esencia, que es común con los
tabús de esa gente primitiva y que, asimismo, una
explicación de ese mismo tabú pueda aclararnos el
origen oscuro de nuestro imperativo
categórico.

Ulruru

El poder
mágico de lo tabú

Cualquiera que haya violado un tabú
se convierte en sí mismo en un tabú, porque posee
el atributo peligroso de tentar otros a seguir su ejemplo:
¿por qué se le permite a él que
haga lo que para los demás está
prohibido?

Consecuentemente, el transgresor es
verdaderamente contagioso, por el hecho de que todo ejemplo
invita ser imitado, y, por esa misma razón, debe de ser
rehuido.

Sin embargo, una persona que no haya
quebrado ningún tabú puede convertirse en
tabú temporario o permanente, por estar en un estado que
despierta la cualidad de incitar deseos prohibidos en otros y de
estimular un conflicto de ambivalencia en
ellos…

En esta característica, su
pensamiento se equipara con el de la persona
neurótica.

El rey o jefe despierta la envidia por
razón de sus privilegios: A todos, entonces, le
gustaría ser rey — o si no eliminarlo, para
serlo.

Los muertos, los recién nacidos, y
mujeres dando a luz o menstruando, estimulan sentimientos
especiales por su indefensión especial.

Por esa razón, todos estos seres, y
todos esos estados son tabú, se tratan con ambivalencia, y
deben de ser resistidos.

Todos reconocemos que los muertos
representan influencias poderosas, por ello podría
sorprendernos cuando nos enteramos, que en la concepción
del tabú, que éstos se consideran nuestros
enemigos.

Guerrero maasái

Una de las costumbres más
desconcertantes relacionadas al duelo, es la prohibición
contra proferir el nombre del occiso…

De acuerdo a este tabú, los
maasái del África Oriental, recurren a la maniobra
de cambiar el nombre del muerto, inmediatamente después de
su defunción.

Entonces, el fallecido, puede mencionarse,
sin trabas, bajo su nuevo apelativo, mientras que todas las
restricciones permanecen asociadas con el viejo
nombre.

Esta creencia presupone que el alma del
extinto no sabe del nuevo mote y que no lo llegará a
saber, porque todos están temerosos del retorno del
fenecido y de la vuelta de su espíritu.

De acuerdo, ejecutan un sinnúmero de
ceremonias y rituales para que no reaparezca, o para disponer de
su presencia, si es que desea retornar.

Resulta imposible escapar la
conclusión que, de acuerdo al pensamiento de Wundt, ellos
son víctimas de un miedo de que "el alma del muerto se
ha transformado en un demonio".

Lo que confirma el punto de vista de Wundt,
que considera que la esencia, del tabú de la muerte, es el
miedo a los demonios.

Cuando una esposa ha perdido su marido; o
un hijo, su madre, no es infrecuente que el superviviente
esté sobrecogido con dudas atormentadoras (lo que muchos
reconocen como "auto-reproches obsesivos"), de haber, o no,
causado, o de ser responsable por la muerte del ser
querido.

Este fenómeno puede ser considerado
como una forma de duelo patológico, que con el pasaje del
tiempo se extingue.

La investigación
psicoanalítica de esos casos ha revelado los motivos
secretos responsables por esta situación.

Se postula que, en cierto sentido, estos
auto-reproches obsesivos son justificables, y que estas
reacciones son defensas en contra de contradicciones y protestas
emocionales, porque son expresiones de ambivalencias hacia el ser
querido cuya partida se lamenta, aunque inconscientemente se
deseaba.

Ideas fijas activadas

No es que el dolido sea responsable o que
se alegre de la muerte, sino que puede que haya habido
algún deseo o motivo inconsciente que hubiese sido
satisfecho por la defunción.

Lo que constituye la esencia de la defensa
conocida como la ambivalencia.

De esta manera, se ha descubierto un
motivo, que logra explicar la idea de que las almas de aquellos,
quienes han muerto recientemente, se transforman en demonios, y
de la necesidad de los supervivientes de protegerse contra tal
hostilidad.

Supongamos, que la vida emocional de las
gentes arcaicas se caracteriza por un cierto contenido de
ambivalencia, tan significativa como la que se descubre en
pacientes obsesivos durante la terapia del
psicoanálisis.

Entonces, se simplifica el entendimiento de
cómo, después de un período de duelo penoso,
los salvajes se sientan obligados a producir una reacción
contra esta hostilidad latente en sus subconscientes, similar a
la expresada como auto-reproche obsesivo, en el caso de los
neuróticos.

Sin embargo, esta hostilidad, sentida
penosamente, y percibida en el inconsciente como
satisfacción sobre la muerte, se maneja de manera
diferente entre los seres primitivos.

El Pequeño Hans

La defensa contra ello toma la forma de un
desplazamiento hacia el objeto de la hostilidad, o hacia la misma
muerte.

Este procedimiento de defensa, que es muy
común dentro de la vida patológica y normal, se
conoce como la proyección.

El Animismo, la
Magia y la Omnipotencia de los Pensamientos

Los espíritus y los demonios son
sólo proyecciones de los impulsos emocionales, reprimidos,
del ser humano.

El hombre torna sus catexis internas, o
energías psíquicas, dirigiéndolas hacia
personas u otros seres animados o simbólicos.

Él puebla, de esta manera, su
microcosmos con ellos y colma sus procesos mentales de nuevo,
haciéndolo (o proyectándolo) fuera de sí
mismo.

El retorno de los
tótems de la niñez

A la descripción clásica de
Frazer de los tótems, una de las más tempranas en
la literatura del sujeto, se puede añadir una de la
más elegantes, pertenecientes a Wundt en su Elemente
der Volkerpsychologie [1912]:

"El tótem animal se considera
usualmente como el animal ancestral del grupo en
cuestión.

"Tótem es, por un lado el nombre
de un grupo, y por el otro, un nombre indicativo de
atavismo.

"En la última conexión,
posee asimismo, un significado mitológico.

"Éstas varias ideas, sin
embargo, interactúan de numerosas maneras.

"Algunos de sus significados pueden
alejarse, permitiendo que los tótems se conviertan
meramente en una nomenclatura de las divisiones tribales,
mientras que otras veces, la idea del pasado o la ascendencia del
culto, predomina…"

Arte aborigen australiano

El concepto del tótem ejerce una
influencia decisiva dentro de la división tribal y su
organización, que está supeditado a ciertas formas
de costumbre.

Estas normas, y su lugar establecido dentro
de las creencias y los sentimientos de los miembros de la horda,
están conectados con el hecho de que originalmente el
tótem animal no sólo daba su nombre al grupo, sino
que había sido su propio antepasado.

Entrelazada con esta idea era la
circunstancia de que estos animales precursores poseían un
culto.

Fuera de las ceremonias específicas
y las festividades ceremoniales asociadas, la veneración
del animal encontró su expresión originalmente en
las relaciones mantenidas hacia el animal personificado por el
tótem.

No era simplemente un representante en
particular que se creyera sagrado, sino que asimismo lo era
cualquier miembro de su especie.

A los coetáneos de los tótems
les estaba prohibido comer la carne de ese animal y la de
cualquier otro espécimen del mismo género, a menos
que no fuera parte, en raras ocasiones, de un banquete
ceremonial.

Prosiguiendo

El caso del
pequeño Hans como Paradigma de la Situación de
Edipo

En el 1909, Freud publicó un trabajo
titulado Un Análisis de una Fobia en un Niño de
Cinco Años, el material para hacerlo, fue
suministrado por el padre del pequeño.

De manera inexplicable, Freud condujo el
análisis, con la asistencia del padre sin nunca haber
visto o conocido el paciente.

El niño presentaba una fobia hacia
los caballos — temiendo ser mordido por uno — y, como
resultado, rehusaba salir a la calle.

Asimismo, expresaba la idea de que
temía que un equino entraría en su casa y lo
atacara, lo que resultara en tener un deseo inadmisible de que el
caballo cayera, se desplomara al pavimento y muriera.

El proceso

Luego de que ciertos temores que el
niño sintiera hacia su padre se eliminaran, por medio de
reaseguro de que no había por qué temer, se
volvería evidente que el Pequeño Hans estaba
pugnando contra deseos de que éste desapareciera, como
competidor por los favores de la madre, hacia quien sus
sentimientos sexuales, en proceso de desarrollo, estaban
dirigidos.

Para Freud, el Pequeño Hans estaba
en medio de la situación en el progreso de su vida
psicosexual que él designó como el Complejo de
Edipo.

Para esta tesis, lo que aprendemos de este
caso es el fenómeno del desplazamiento neurótico,
en forma de una fobia, de un afecto prohibido hacia un animal,
como acostumbran hacer quienes están sujetos a los efectos
e influencias del pensamiento mágico.

El caso del
Pequeño Arpád

En este otro caso, que fuera reportado por
Ferenczi, el interés totémico no se
desarrolló directamente de la situación de Edipo
sino que ocurrió en bases de su precondición
narcisista, el miedo de castración, que asimismo se
entendió que estuviese presente en el caso del
Pequeño Hans.

Nosotros dispensamos con la
descripción detallada de esta historia, ya, que, hoy
sabemos que tuvo un diagnóstico equivocado, ya que este
niño sufría del síndrome de Asperger, el
cual aun no se había descrito en los tiempos de
Ferenczi.

En esta coyuntura, estamos en la
situación de confirmar el hecho de que para muchos
antropólogos modernos, la evolución del sistema
totémico tuvo un impacto en el yacimiento de las
raíces más tempranas de la situación de
Edipo.

El totemismo como
precursor de la religión

William Robertson Smith (1846-1894)
avanzó la hipótesis que una ceremonia peculiar,
conocida como la "comida tótem" constituyó, desde
el principio, un elemento básico en la concepción
del sistema totémico.

La forma más arcaica de sacrificio
— más antigua aún que el uso del fuego o el
conocimiento de la agricultura — fue el sacrificio de animales,
cuya carne y sangre eran disfrutadas en común por el dios
y quienes le rindieran culto.

Preparando el festín

Era esencial, entonces, que cada uno de los
participantes compartiera de esta colación.

Como sucediera en La Última Cena de
la Cristiandad.

Un sacrificio de esta índole era una
ceremonia pública, un festival celebrado por todo el
clan.

Como tal, era esperado que todos los
miembros de la tribu estuvieran presentes y que compartieran con
el dios dadivoso los favores recibidos.

Comer y beber juntos siempre ha sido, una
de las peculiaridades que apartan nuestra especie de las
demás.

El festín sacrificial era una
ocasión durante la cual todos los miembros de la tribu,
juntos, reafirmaran el denominador común que los
unía, en el nombre de su divinidad, desechando toda
animosidad que entre algunos existiera.

Tenemos que preguntarnos,
¿cuál sería la razón para que exista
esta fuerza vinculante atribuida a comer y beber
juntos?

En las sociedades primitivas solo se
detectaría solamente una clase de vínculo absoluto,
sagrado, e inviolable: el vínculo de la familia, el
vínculo de la sangre.

Personas o grupos afines de esta manera, se
consideraban a sí mismos parte de una organización
común.

Paul Gauguin

Todos para uno, y uno para todos… Yo
soy tu carne y tu sangre.

Es como si existiera una unidad
física e indisoluble.

Para ellos era patente que el ser humano,
por haber sido nutrido por su madre, es parte de la sustancia de
ella.

Compartiendo comida con alguien cercano, en
lugar de un extraño, en el hombre renueva su
vínculo con su madre, su aliado, y su dios.

Lo antedicho, es la idea de la
hipótesis formulada por William Robertson
Smith.

He aquí como Freud resume,
magistralmente, esta especulación que constituye las bases
de su Tótem y Tabú:

"Revivamos el espectáculo de la
comida tótem del tipo de la que hemos estado discutiendo,
amplificada por algunos detalles que no hemos tenido aun la
oportunidad de considerar.

"El clan celebra la ocasión
provista por el sacrificio cruel de su animal tótem al que
está devorando crudo, carne y huesos.

"Los miembros del clan están
presentes, vestidos en la manera del tótem,
imitándolo en sonido y movimientos, como si trataran de
enfatizar su identidad con el mismo.

"El psicoanálisis ha revelado
que el animal tótem es en realidad un sustituto por la
figura del padre; y esto concuerda con el hecho contradictorio,
de que, a pesar de que matar el animal es una regla prohibida,
sin embargo matarlo representa una ocasión festiva, con el
hecho de de que es ultimado y a la vez lamentado por su
muerte.

"La actitud emocional ambivalente que,
hasta el presente, caracteriza el complejo del padre en nuestros
hijos, y que persiste dentro de la edad adulta, parece extenderse
al animal tótem en su capacidad como sustituto del
padre.

El señor de las moscas

"Si ahora, traemos juntas la
traducción psicoanalítica del tótem con el
hecho de la comida tótem y con las teorías de
Darwin acerca de las etapas más tempranas de las
sociedades humanas, la posibilidad de un entendimiento mayor
resulta, como un vislumbre de una hipótesis que puede
parecer fantástica pero que nos ofrece la ventaja de
establecer una relación insospechada entre grupos de
fenómenos que hasta ahora, han estado
desconectados.

"No existe, por supuesto, un lugar para
los principios del totemismo en la horda primordial de Darwin.
Todo lo que allí encontramos es un violento y celoso padre
que acapara todas las hembras para sí mismo y expulsa sus
hijos, a medida que estos crecen.

"El estado más temprano de la
sociedad nunca ha sido objeto de observación. La clase de
observación más primitiva que hemos encontrado —
y una que aun está vigente en ciertas tribus — consiste
en bandas de machos.

"Esas bandas están compuestas de
miembros con derechos iguales y están sujetas a las
restricciones del sistema totémico, incluyendo a la
herencia a través de la madre.

"¿Es posible que esta forma de
organización haya sido derivada de la
otra?

"Además, de ser así
¿Qué derroteros siguen?

"Pero, si acudimos a la asistencia de
la comida tótem, podríamos encontrar una
respuesta.

"Un día los hijos desterrados se
reúnen, mataron y devoraron el padre, señalando el
fin de la horda patriarcal.

"Unidos, ellos lograron adquirir el
coraje para hacer lo que les hubiese sido imposible
individualmente.

"Caníbales salvajes, como
fueran, resulta comprensible que devoraran su víctima
luego de haberle dado muerte.

"El violento padre primordial, sin
duda, había sido el modelo temido y envidiado por la
compañía de hermanos, y, en el acto de devorarlo,
ellos lograron la identificación con él, con el
resultado de que cada uno de ellos adquirió una
porción de su poder.

"La comida tótem, que es,
quizás, el festín más temprano en la
historia de la humanidad, representaría una
conmemoración de esta acción criminal y, asimismo
sería el principio de muchas otras cosas, u organizaciones
sociales, restricciones morales y de la
religión.

Museo de antropología
australiano

"Para que las consecuencias finales
fuesen plausibles, tenemos que suponer que la banda tumultuosa de
hermanos que estaban colmados con los mismos sentimientos
contradictorios con que somos familiares en los complejos de
padre ambivalentes de niños pequeños y pacientes
neuróticos.

"Ellos odiaron su padre, que
representaba un obstáculo formidable a sus ansias por
poder y a sus deseos sexuales; pero, a quien amaban y admiraban
al mismo tiempo.

"Después de librarse de su
presencia, y de haber satisfecho su odio, y habiendo logrado su
deseo de identificarse con él, la afección que todo
el tiempo se había ocultado, se hizo
sentir.

"Un sentimiento de culpa hizo su
aparición, que en esta situación específica,
coincidió con el remordimiento que todo el grupo
sintiera.

"El padre muerto se tornó
más fuerte que el vivo fuera.

"Los hijos revocaron su crimen
decretando la prohibición de dar muerte al tótem,
como sustituto del padre, y renunciaron a su usufructo, dando
libertad a las mujeres.

Ellos, por consiguiente, crearon,
proveniente de sus sentimientos de culpa filial, los dos
tabús fundamentales del totemismo, los cuales por la misma
razón corresponden a los mismos deseos reprimidos del
complejo de Edipo.

"Quienquiera que contraviniera esos dos
tabús sería culpable de los únicos dos
crímenes con los cuales las sociedades primitivas se
preocupaban".

El genio, la creatividad, y el coraje
intelectual de Freud se hacen aparentes en los párrafos
anteriores.

En
resumen

Sir James George Frazer (1854-1941) fue un
destacado antropólogo escocés quien abriría
las puertas de la investigación a los estudios modernos
acerca de la magia, la mitología y la religión
comparada.

Su libro La Rama Dorada (The
Golden Bough), marcaría el comienzo de la
investigación del rol que, el entendimiento de la
psicología humana — aplicándola al papel que la
psicología del hombre primitivo — posee en la
comprensión del desarrollo de nuestros procesos sociales y
emocionales.

La muerte como totemismo
mejicano

De la misma forma, William Robertson Smith
(1846-1894) — otro talento escocés — acertadamente
ponderó la función indispensable de la comida del
tótem, sin lograr aclarar sus orígenes
dinámicos.

Ambos Jung y Freud, antagonistas como
fuesen al final de sus días, fueron capaces de vislumbrar
la importancia del inconsciente colectivo, como nosotros hemos
expresado, que posee la importancia única de trazar la
anamnesis individual. (Para leer más:
http://www.monografias.com/trabajos50/anamnesia-historia-personal/anamnesia-historia-personal).

Indudablemente, nuestro entendimiento de
culturas remotas puede asistirnos en apreciar los dilemas que
nuestros pacientes confrontan cuando sufren de ansiedades de
orígenes inherentes — representada como si fueran memes
— que son provincia del inconsciente colectivo que todos
compartimos. (Véase La Regla del DNA…:
http://www.monografias.com/trabajos50/regla-del-adn/regla-del-adn).

En la sobredicha ponencia, expresamos lo
siguiente:

Prehistoria… desde donde todo
entendimiento deriva…

"Nunca desvelaremos del todo el
misterio de la Prehistoria: la ausencia de testimonios
escritos y la escasez de
huellas materiales hacen que el estudio de esta
época sea siempre una empresa lenta y
dificultosa. Y, sin embargo, en estos primeros pasos de la vida
civilizada se encuentran las raíces del mundo actual. La
elaboración de los primeros utensilios, el nacimiento
del arte, la fundación de
la ganadería y la agricultura,
la construcción de las ciudades, el inicio del
chamanismo, de la curandería, de la medicina, de la
cirugía, de la psiquiatría, del entendimiento
humano, de la religión, de los descubrimientos, de
los viajes de conquista, de
las investigaciones científicas.

"De todo… En este apartado
descubriremos cómo se dieron estos primeros pasos en el
territorio europeo."

De aquí a la eternidad

Nuestros tótems y nuestros
tabús señalaron la ruta para el nacimiento cultural
de nuestra especie, y nuestros miedos y ansiedades
neuróticas indicaron el derrotero para la
exploración de nuestras mentes y el entendimiento final de
nuestras emociones y conflictos reprimidos.

Freud permanece como una luz que nos
guía en la búsqueda incesante de nuestros universos
interiores.

Quizás el Maestro sea el
último de los titanes de la Era de Ilustración o
Siglo de las Luces.

Mientras que el psicoanálisis, como
terapia, mejor se describe como de antes
hiciéramos:

"La peculiaridad
del psicoanálisis es que expone al
paciente conflictos inconscientes que éste
desconoce y que es incapaz de descubrir por sí mismo pero
que están controlando su vida. El psicoanálisis
ayuda al individuo a dar con los cambios que
debe aplicar en su conducta para resolver los
compromisos que menoscaban su equilibrio emocional y
bienestar. Pero, además
de ser un método terapéutico,
el psicoanálisis es una teoría que
explica la conducta humana recurriendo a la
investigación de los procesos mentales
inconscientes. Las técnicas del
psicoanálisis fueron desarrolladas por el más
célebre de los psiconeurólogos, Sigmund Freud,
quien descubrió la existencia de procesos psíquicos
inconscientes que se rigen por leyes distintas que las
de los procesos conscientes." (Para continuar leyendo:
/trabajos50/psicoanalisis/psicoanalisis

La psiquiatría antropológica
nos indica que nosotros somos los repositorios históricos
y los herederos emocionales de todas nuestras generaciones
pasadas camino hacia nuestro futuro.

En eso estamos de acuerdo.

Fin de la lección

Bibliografía

• Freud, S: (1922) Totem und Tabu: Einige
  Übereinstimmungen im Seelenleben der Wilden und der
  Neurotiker Internationaler Psychoanalytis-cher
  Verlag 

• Larocca, FEF: El Canibalismo:
  ¿Necesidad Crimen o Cultura? en
  monografías.com

• Larocca, FEF: La Crueldad y la
  Violencia: Anatomía de Entidades Inmanentes en
  monografías.com

• Larocca, FEF: El Trastorno de
  Asperger en monografías.com

• Larocca, FEF: La Importancia de
  Entretejer la Historia Personal: El Hechizo Fascinante de la
  Coherencia del Ego en monografías.com

• Larocca, FEF: De Cómo la
  Regla del DNA Gobierna un Mundo de Incertidumbres
  Ciertas en monografías.com

• Larocca, FEF: El
  Psicoanálisis: Vía Franca a Nuestro Universo
  Privado en monografías.com

• Frazier, J: (1890) The Golden
  Bough: A Study of Magic and Religion
  Macmillian

• Golding, W: (1954) Lord of the
  Flies Faber & Faber

• Wundt, W.: (1906). Mythus
  und Religion, Teil II (Völkerpsychologie,
  Band II). Leipzig

• Ferenczi, S: (1916). Introjection
  and transference. In his Contributions to
  Psychoanalysis (Ernest Jones, Trans.; pp. 30-80).
  Boston: Richard G. Badger. (Original work published
  1909

Autor:

Dr. Felix E. F. Larocca