- Los medios en un globo
inflado con dinero - No censura – Sí
control - La Red un espejo de
ilusiones - Notas
Los medios en un
globo inflado con dinero
Un fuerte halo de silencio cobija con bastante eficacia lo que
han llamado la revolución
de las comunicaciones. Aunque parezca paradójico,
el diluvio de información poluciona y asfixia la
posibilidad de una comunicación libre de la misma manera que
encierra entre sus cuatro paredes un único sentido de
libertad de
expresión y teje un pensamiento
sumiso a los dictados del poder, del
militarismo y del dinero.
No sólo la libertad de
prensa se ve
restringida por las censuras sino que también la
comunicación es presa de los sentidos y
valores
impuestos
desde el pensamiento único. En esencia, al referirme a
éste es en su expresión mas simple, existe
sólo una opción económica: el capitalismo, y
de la mano de ella sólo una opción política: la democracia
liberal y por lo tanto una sola estrategia:
la
globalización.
Es desde esta perspectiva, que se hace comprensible un
mercado de la
información dominado por grandes grupos
económicos, que se estructura y
rige por los mas crudos intereses mercantilistas e impone
criterios rentabilistas a los medios. Ramonet (1)]da
alguna pista para la comprensión de este
fenómeno"…la información no tiene valor en si
misma por lo que se refiere, por ejemplo, a la verdad o a su
eficacia cívica: La información, es ante todo, una
mercancía y, en tanto que tal, esta sometida a las
leyes del
mercado, de la oferta y la
demanda y no
otras leyes como, por ejemplo, los criterios cívicos o
ético"
Se abren espacios de comunicación comercial (2)
con el solo propósito de informar sobre esa verdad
establecida, sobre aquello que declaran como de interés
común, pero ese mismo interés es definido,
estructurado técnicamente por los mismos: por el poder de
los medios y por los medios del poder. Las alianzas, o mejor, la
compra de los medios de
comunicación por los grandes conglomerados o grupos
económicos indican con bastante precisión como la
información y su divulgación se han convertido en
uno de los negocios mas
rentable de la era de la globalización. En Colombia y
América
Latina no ha sucedido nada distinto a la pauta marcada por
los países del norte: no solo se han consolidado las
compras por los
grupos económicos de los medios masivos sino que
también los grandes imperios de la telecomunicación
mundial empujan la privatización de la telefonía y logran a través de sus
inversiones el
manejo de la comunicación en todo su espectro: lo escrito,
lo oral, lo visual y lo llamado virtual. La estrategia nace de
una realidad contundente: la información y los medios para
su circulación son, en la "sociedad de la
comunicación" el mas preciado de los artículos de
consumo y en
este sentido solo las leyes del mercado pueden regularlo,
estandarizarlo, masificarlo, banalizarlo y por supuesto
controlarlo.
Es decir, se estandariza la
información, todos informan de lo mismo, se
banaliza, todos son medios acríticos, se
masifica, el poder económico que es dueño de
todos los medios amplía por este camino no solo la
cobertura sino también la publicidad de los
productos de
los patrocinadores que son los mismos dueños de los
medios, y se controla, todos hacen circular las mismas
ideas, principalmente aquella de que no existe otro tipo de
sociedad posible por fuera de la actual: globalizada, capitalista
y occidental. ¿Pero que puede significar
esto?
- En primer lugar, la comunicación se
viene rápidamente convirtiendo en el mas
estratégico y lucrativo de los negocios pero
también en uno de los de mas difícil lectura
puesto que en él colisiona de la manera mas fuerte el
interés común y el privado imponiendo este ultimo
sus propios intereses y sus prioridades. La información
y la comunicación se fusionan en la mas potente
díada que irradia hacia la ciudadanía una particular visión
cultural, política y económica favorecida y
potenciada por la tecnología.
- En segundo lugar, la tecnología
informática es utilizada en el mismo
sentido. Los grandes desarrollos no son usados en beneficio de
la comunidad sino
que por el contrario el monopolio
cierra las puertas para producir el control
desde la tecnología. Internet que
seria la expresión ultima de la fusión
de lo escrito, lo visual y lo oral se rige por los mismos
criterios del mercado que absorbe velozmente las pocas
manifestaciones de comunicación alternativa que
podía producirse desde el uso libre de la red. Aunque existen
algunos optimismos en cuanto a que la red es ahora espacio de
libertad o de democratización de la información,
no se podría afirmar con certeza que esto seguirá
siendo así. La veloz tendencia a ampliar el numero de
usuarios o consumidores de la red, (según Manuel
Castells (3), el numero de enredados pasara de 700 millones en
el 2001 a 2000 millones para el 2006 o 2007), lo que indica que
la red se convertirá en el mas grande mercado que jamas
haya existido. Si esto es así, la red terminara siendo
regida por la misma lógica del mercado. Solo perdurara o
será visible lo que es rentable o aquellos que tengan
capacidad tecnológica y financiera para permanecer. La
guerra en la
red o el mercado virtual tendrá las mismas
características que el mercado globalizado: dominio de lo
financiero especulativo, grandes fusiones de las
empresas
virtuales, orientación desde los países del norte
del sentido de la comunicación global, y por sobre todo
la velocidad
como valor exacerbado de lo que debe ser la vida humana. La
velocidad es el valor supremo en la red y ella depende en gran
medida de los avances
tecnológicos que están en manos de los
monopolios informáticos del software y del
hardware.
Datos que
muestran que estamos entrando no solo en una revolución
mas intensa y amplia que la revolución
industrial, sino quizás estamos en los primeros
pasos para una monstruosa mutación cultural que apenas
muestra la
punta de la nariz.
Si la
televisión era el medio que imponía las
pautas la red, su velocidad e interconectividad y la
interactividad empiezan su dominio. Ya todos los medios
están en la red y así la red será el mass
media de los medios.
En tercer lugar, la velocidad con que se
presentan los hechos esconde tras de si una realidad
artificial, creada, que parece ser tan cierta que produce la
sensación de verdad, de incuestionabilidad, de
irreversivilidad. La posibilidad de conocer lo que sucede ha
sido desplazada por la urgencia de las transmisiones, por la
velocidad en que se llega al sitio de la noticia y por la
superficialidad que exige el costo de los
espacios.
Todo aquello que puede ser interés publico es
fragmentado a favor de los que pautan la publicidad, es a
través de esta que se dictan las pautas para la
organización misma de la estructura de los
noticieros televisivos, de los diarios, de las revistas y de
programas
radiales. Se podría afirmar que la estructura se unifica
y por este camino el sentido mismo de la comunicación:
los titulares, los flashes informativos, la interrupciones, los
minutos de final feliz parecen ser libretos escritos por las
telenovelistas mas sagaces que desde lo mas cínica de
las banalizaciones venden la tragedia como algo que ya
sucedió. Detrás de la noticia cobran cada vez
mayor importancia y salario los
estrategas de ventas por
encima de los periodistas-comunicadores , especie que tiende a
desaparecer en la dinámica del mercado.
En cuarto lugar y como síntoma
generalizado abruma por su contundencia un sentido espectacular
de lo que interesa: la realidad no es un espectáculo
pero la estrategia para venderla en los medios es clara: volver
un espectáculo desde la intimidad hasta la muerte.
La información como objeto de consumo se caracteriza por
su poder de seducción y este encuentra su raíz
mas potente en la transformación de ella en
espectáculo. Desde la vida intima hasta el asesinato,
pasando por la corrupción del poder, o las carreras
electorales encuentran en los estrategas de la
comunicación el lenguaje
preciso para hacer la mutación que el mercado, la
competencia
exige: las luces que encandilan, las cámaras que captan
la superficie y la acción de los reporteros como vendedores
de realidades efímeras. Luces,
cámara y acción animadas por un
director oculto en lo mas secreto de los medios, con un
guión escrito con las premisas impuestas por el lenguaje
publicitario. Una acción que tiene un propósito
revolucionario es convertida en espectáculo: la toma de
la embajada de la republica
dominicana en bogota parece haber cumplido el ciclo
completo. Fue noticia, ya es película, ya es
ficción, ya es espectáculo. La acción
represiva y de corte fascista de Fujimori en la toma de la
embajada japonesa se descarga de su real sentido y transforma
al villano en héroe, después los mismos medios
convierten con el propósito de vender a su mismo
héroe en el villano que necesitaban para seguir
vendiendo. El recorrido lento de las cámaras sobre la
escena de los muertos y la ruinas de las bombas del
narcotráfico convertía en
terroristas a aquellos que las mismas cámaras
habían convertido en héroes de la riqueza. Los
apelativos utilizados para los capos de la mafia fueron
saliendo poco a poco de las pantallas y de las leyendas: el
padrino, el robin hood, el hombre
que ascendió de la nada. Todo parece cumplir el ciclo,
pero no solo de la mano de los medios, también las
editoriales acechan la venta masiva
de la tragedia y los productores de cine van
detrás olfateando guiones que puedan ser rentables bajo
los mismos criterios. No quiero poner en duda la calidad
literaria de algunas novelas o
películas que nacen de la tragedia de Medellín,
pero el destino final, o fatal es el mismo: vender.
Por lo demás es evidente que la tragedia es
entendida como noticia solo en el instante que sucede, cuando es
espectáculo, y deja de serlo rápidamente al
convertir como urgente solo lo que puede ser visto en el
instante. Lo que sucede después de las tragedias,
masacres, terremotos,
accidentes,
inundaciones deja de ser importante por el sentido mismo que se
le da a la comunicación: se trata de transmitir lo
inmediato no importa que la sociedad este
incomunicada.
En el caso de la televisión, medio todavía reinante,
perdido el sentido analítico, la transmisión en
directo de lo trágico, de lo violento, de lo obsceno se
convierte en la esencia de lo informado. La carrera veloz por
llegar al sitio en el momento exacto vuelve al periodista un
tecnócrata de la información desprovisto de
imaginación y de reflexión critica sobre lo que
acontece. Sigue con fe ciega el dictado de una imagen vale mas
que mil palabras y su pobre discurso se
diluye entre la fuerza de la
imagen. El periodista del medio televisivo ya no es un
comunicador es un informante de lo que el raiting dicta como
comercial, es decir, aquello que sorprende, que golpea como
flash la
mirada del ciudadano convertido en televidente, actor pasivo de
lo que acontece en sus propias narices.
El truco de apariencia compleja es simple: velocidad en
la transmisión, puntualidad en el horario, efimeridad en
la noticia, contundencia de imágenes,
publicidad manipuladora y como resultado un inmensa
manipulación de la muerte, la
guerra y la tragedia humana a favor de la publicidad de los
productos. La televisión como medio dominante impone
ritmos y sentidos a los demás medios. Es la reina del
ajedrez que
tiene la libertad de ocupar todos los espacios y moverse en todas
las direcciones. Reina que manipula la imagen de la mujer y la
reduce a piernas, tetas y culos que amortiguan el impacto de la
muerte desde una frivolidad que raya en lo porno. El televidente
percibe en medio de la velocidad mentada las hermosas piernas de
una mujer que vende
en la cúspide de la transmisión de un noticiero la
idea de encontrarnos en un mundo feliz, artificialmente feliz. No
es lo virtual lo que domina como argumentarían muchos, es
lo superficial, lo banal que ya ocupo como la publicidad toda la
comunicación. Valga la aclaración que no es un
ataque frontal a la belleza femenina o masculina sino a la
utilización de esta como marca
registrada.
Alguien afirmaba con precisión que los medios y
especialmente la televisión, son medios de venta. Potentes
maquinas de comercialización que reducen al ciudadano a
consumidor. En
Colombia los medios de venta en manos del monopolio cumplen con
eficacia su papel. ¿ Pero que es lo que están
vendiendo? En primer lugar y como fuente de todo la idea de que
la solución a los problemas
sociales y económicos que padece el país es el
mercado, que este se autoregula y que por lo tanto cualquier
intervención del estado o
resistencia de la
sociedad va en contravia de una lógica que tiene dos
potentes raíces: la primera y mas profunda seria aquella
en donde se impone la idea de que la cámara es el
lápiz que escribe la historia verdadera, los mas
afiebrados por este virus ya hondean
la bandera del triunfo de la imagen sobre los escrito y por este
sendero anuncian desde hace rato la desaparición del
libro, otros
los mas complacientes ajustan los diarios al dominio de la imagen
e intentan, inútilmente, la transformación de los
diarios en el programa de
televisión que debe ser leído, visto, los
domingos el diario se convierte así mismo en revista, en
donde es la imagen y la diagramación lo que
domina.
Si en lo cotidiano, la censura adopta la formula de la
lealtad a la casa y a sus intereses definidos por el
patrón, de tal manera que pe los periodistas de caracol, o
rcn, o el tiempo o
posiblemente en El Pais, En La Vanguardia, en
La Nación,
En el Mercurio encuentran esa lealtad como la cárcel en la
que están encerrados sus principios de
libertad, (no se podría p.e investigar los manejos
económicos de los distintos grupos por cuanto esto
supondría una inmediata expulsión de los medios),
pero los que manejan los medios no son torpes y mantienen como un
espejismo de libertad a algunos columnistas que se oponen, que se
permiten diatribas contra el poder, pero que no pasan de ser
pequeñas expresiones personales, rebeliones ingenuas
contra el sistema que lo
controla todo. Un sentimiento de perplejidad nos queda al ver
como lo que se presenta como opinión libre no es otra cosa
que la ilusión que le permite al ciudadano creerse
informado desde distintos ángulos. Ilusión
utilizada eficazmente por los medios para auto declarase
demócratas. Una democracia de la comunicación
edificada sobre dos pilares construidos con la mentira: la
defensa de unos derechos que la realidad
muestra son violados continuamente y la estrategia del mas
violento de los mercados: el de
la información.
Se defiende con gran virulencia la libertad de su
expresión, que no va mas allá de la defensa de los
intereses económicos de los grupos que las sustenta y de
las alianzas temporales con el gobierno de
turno. Lo que se llama mass media en Colombia, por lo
menos, no es otra cosa que un monopolio económico que
promueve desde los distintos medios escritos, televisivos y
radiales una solo visión de la vida, es un coro unificador
que hace de espejo de su propia versión. Forman, como
diría Agustín García Calvo, son formadores
de masas unificadas, sumisas a la imagen dominante y la voluntad
de los dueños. Alberto Moncada (4) lo describe con
precisión :" Los poderes tiene dos prioridades principales
respecto a la información: controlar la que se refiere a
ellos mismos y mantener desinformados a sus enemigos e incluso a
sus clientes" En
Colombia en América
Latina y en la península, se puede constatar con facilidad
la existencia de medios masivos que de la mano de idearios de
corte liberal – conservador presentan solo una visión o si
se quiere ideología emparentada de cerca con lo que
definía al comienzo de este ensayo como
pensamiento único; el espacio para opciones políticas
distintas queda reducido a algunos periodistas de opinión
que semanalmente muestran en columnas leídas por
minorías una critica al establecimiento, pero que en lo
mas profundo son una muestra bastante paradójica de la
libertad de prensa. Los medios necesitan de la existencia de
estos espacios para hacer pasar como cierta una libertad de
expresión que es ilusoria. Esa puede ser la
sensación que el lector de, por ejemplo, Caballero en la
Revista Semana, Molano y Garavito en El Espectador en Colombia o
las columnas del periódico
El País, O Vanguardia tienen al terminar de leer sus
bastantes beligerantes columnas: En Colombia no solo estamos en
una democracia sino que ella garantiza la no censura. El defensor
del lector es otra de la figuras que hacen parte de la imagen
democrática que los medios quieren hacer aparecer como
cierta. Figura que pierde el sentido ante el dominio de los
mismos intereses privados.
El caso colombiano es dramático en
múltiples sentidos: se puede atacar incluso con virulencia
el político corrupto, los grupos armados, se puede
cuestionar el manejo de la macroeconomía pero el espacio de critica a
la empresa
privada se restringe cada vez mas. La vinculación de los
grupos económicos a, por ejemplo, las campañas
políticas todavía no ha sido objeto de un análisis serio que permita hacer visible
ese matrimonio que
pervierte de igual manera la política como la economía.
Por encima de "su libertad de prensa" es urgente pensar
en la libertad de información, como un transito de lo que
se conoce como libertad de expresión a lo que es el
derecho a la información, la razones las expresa un
sacerdote jesuita, Renato Hevia (5)" a) porque expresa en forma
mas completa esa exigencia d la naturaleza
humana de saber lo que pasa a su alrededor, ya que para poder
expresarse es necesario también informarse, enterarse,
conocer, lo cual es comunicarse, no solo expresarse u opinar y b)
porque expresa con mas claridad que se trata de un derecho de
todo ciudadano, no solo de los periodistas o de los que pueden
expresarse a través de los medios masivos de
comunicación".
El candado fuerte que atenaza el derecho a la
información es la relación existente entre medios y
poder económico. El dominio de un pensamiento único
que es fortalecido cotidianamente en las escuelas y
universidades. La publicidad que teje en las mentes necesidades
creadas. La ideología de la promesa que impone la idea de
futuro por encima del presente vivido. La idolatracion de la
tecnología como respuesta incuestionable a todos los
problemas.
El dinero como
centro de gravitación de la vida y la guerra como ultimo
camino ante el fracaso de lo incuestionable.
Es posible que centrados en los medios el miedo escape
por los orificios artificiales de la red. Internet como pan acea
de las libertades muestra el espejismo de no control o censura.
Pero de donde podria nacer es idea? Acaso los que navegamos lo
hacemos de la mano de nuestro propio lenguaje? No es la red el
espacio mas libre de circulación de los lenguajes del
dominio. De los lenguajes de la violencia real
y simbólica? Es la Red, como bien diría la palabra,
sitio en donde ella, la araña, de la tecnología,
espera en silencio atrapar los últimos vestigios de la
sensatez humana? La violencia en la red es extensión nada
virtual del sentido violento que ha la vida ha impuesto el orden
monetario y el altar crematístico en el que estamos siendo
inmolados.
La ironía de la red es la mutación cruel
de la palabras: acaso puede haber una cosa mas distinta a navegar
que lo que hacemos ante la pantalla? Puede existir algo mas
distante al la conversación que un chat repleto
de mascaras y sin acertijos o los enigmas de atracción que
impone la mirada del otro o su olor? Es cierto que la pantalla
diluye en el usuario su intención violenta? Acaso no es
sumisión a una soledad no pensada y por supuesto tampoco
deseada?
Se trastoca por el camino de las bifurcaciones el asunto
de que la vida es lo que sucede mientras estamos ocupados
haciendo otros planes, creo que Lennon lo decía en una
canción, por una insólita realidad: la vida es lo
que sucede en la red mientras estamos ocupados
viviéndola.
* 1er Congreso ONLINE del Observatorio para la
CiberSociedad. Comunicaciones – Grupo 24.
Violencia en la Red – Coordinación: Guillermo Solarte
http://www.cibersociedad.net/congreso
- Ignacio Ramonet,
- El concepto de
comunicación comercial se introduce para hacer
comprensible el proceso de
transformación de la información como
mercancía que se rige por leyes del mercado
global. - Internet y la Sociedad Red: http//campus.uoc.es/web/cat/articles/castells/print.html
- Luchas de poder en los medios de
comunicación, Alberto Moncada, Revista
Archipiélago, No 14 - Derecho a la información. ¿ Derecho de
todos? Renato Devia, http://www.movimientos.org/foro
Guillermo Solarte Lindo