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El riesgo de desastre químico como cuestión de salud pública (página 2)



Partes: 1, 2

 

Tabla 1
Accidentes
históricos que han involucrado sustancias
peligrosas

Accidentes históricos
que han involucrado sustancias peligrosas

Fecha y lugar

Tipo de
accidente

Consecuencias

– Flixborough (Gran Bretaña), Junio
1976

Ignición de una nube de vapor de
ciclohexano

– destrucción de las instalaciones
– 28 muertos
– cientos de heridos
– daños en más de 2000 hogares y 200
edificios comerciales

– Seveso (Italia), Julio 1976

Escape de una nube de sustancias tóxicas,
de las que la más peligrosa era el
tetraclorodibenzoparadioxina

– evacuación de más de 1000
personas
– 135 casos de cloracné
– importantes daños al medio ambiente

– Camping de Los Alfaques (España), Julio 1978

Explosión tipo BLEVE de un camión
cargado con 45 m3 de propileno

– más de 200 muertos

México D.F., Noviembre
1984

Explosión de varios contenedores con
G.L.P.

– más de 400 muertos
– casi 5000 heridos
– 1000 desaparecidos

– Bophal (India), Diciembre 1984

Escape de isocianato de metilo que abarca un
área de 40 km2

– 2500 muertos
– 150000 afectados

– Québec (Canadá), Agosto
1988

Incendio en un almacén en el que había 6000
piezas con residuos de P.C.B.s
(policlorobifenilos)

– evacuación de casi 4000 personas
durante 17 días

Tradicionalmente los accidentes de
Bhopal y Seveso son los más nombrados en la literatura universal debido
al importante número de víctimas y evacuados7,
11, aunque no es necesario irnos tan lejos en el lugar ni
en el tiempo para
comprobar cómo en el último año en nuestro
país también se han producido situaciones
peligrosas e incluso accidentes que han podido desembocar en una
catástrofe12. Algunos de estos accidentes
quedan resumidos en la tabla 2.

Tabla 2
Algunos accidentes
industriales o que hayan involucrado sustancias peligrosas
en el periodo Febrero-Septiembre de 1997

Algunos accidentes
industriales o que hayan involucrado sustancias
peligrosas
Febrero-Septiembre de 1997

Fecha y lugar

Tipo de
accidente

Consecuencias

– 12-2-97 en la planta de
Siderúrgica en AVILÉS

Escape de benzol

– afectación de población susceptible
– molestias a la población general

– 16-4-97 en la planta de
Siderúrgica en Gijón

Incendio en un gasómetro

– sin consecuencias importantes, pero sí
con consecuencias potenciales

– 3-7-97 en el puerto de
Valencia

Explosión en una zona de un barco en
construcción.

– 18 muertos
– activación del Plan
de Emergenias del puerto

– 12-8-97 en Tarragona

Descarrila un tren de mercancías cargado
con benceno.

– no hubo fugas

– 12-8-97 en Huesca

Un camión cisterna vierte 8000 litros de
hipoclorito sódico en un accidente de
circulación

– falleció el conductor

– 8-9-97 en Baracaldo

Accidente en una planta de pesticidas en la que
almacenaban 5000 toneladas de lindane

– 11 personas hospitalizadas

– 8-11-97 en Mieres (Asturias)

Descarrila un tren con 23 cisternas de butano
vacías

– escape de restos gaseosos
– incendio en una de las cisternas

El campo de la seguridad
industrial, el riesgo
químico y la planificación ante emergencias es un campo
amplísimo y multidisciplinar13, por lo que en
esta revisión se esbozará una visión general
del tema, para que luego cada profesional implicado en la
respuesta ante una catástrofe industrial (fuerzas de
seguridad,
bomberos, conductores de ambulancias, personal
sanitario, etcétera) pueda profundizar más en su
campo concreto.

A lo largo de esta revisión veremos las
principales normas
legislativas españolas y europeas, los conceptos
básicos relacionados con el análisis de riesgo químico en un
área industrial así como las consecuencias que
puede tener un accidente mayor industrial y la estructura
básica de los planes de emergencia, haciendo especial
hincapié en las funciones del
grupo
sanitario. El objetivo es
ofrecer al personal sanitario que pueda tener que participar en
la respuesta ante una catástrofe industrial una
visión general del tema, ya que consideramos que, si bien,
su principal función va
a ser la asistencia sanitaria a los accidentados, también
debería de tener un pequeño conocimiento
de otros campos que intervienen para así mejorar el
funcionamiento del equipo14.

MARCO LEGAL

España posee una legislación propia
(nacional y/o autonómica), si bien es importante recordar
la pertenencia de España a la Unión
Europea, lo que implica que algunas de las normas
legislativas españolas sean adaptaciones de la
legislación europea.

Aunque existen normas específicas a aplicar en
caso de los accidentes mayores en las industrias
químicas8, 15, la
organización de los recursos ante una
emergencia de cualquier tipo se basa en el Sistema Nacional
de Protección Civil16, cuya primera referencia
en la legislación española es la Ley 2/1985 de 21
de Enero sobre Protección Civil. En la tabla 3 se
señalan las principales normas legislativas con respecto a
la planificación ante emergencias en la industria
química.
No tendría sentido en un contexto como es el de esta
revisión, cuyo objetivo es ofrecer al lector una
visión global, comentar otras normativas, aunque sí
es recomendable para todas las personas que trabajen en el campo
de la planificación o respuesta ante emergencias o
catástrofes que las conozcan, ya que en ellas están
explicados muchos de los conceptos básicos relacionados
con este tema.

Tabla 3
Principales normas legislativas españolas y
europeas

Legislación

Norma

Contenido

  

– Ley 2/1985 de 21 de Enero
(Ley de Protección Civil)

Basada en fundamentos jurídicos
establecidos en la Constitución Española, es la
ley básica de Protección Civil.

– Real Decreto 1378/1985

Medidas provisionales para
la actuación en situaciones de emergencia en los
casos de grave riesgo, catástrofe o calamidad
pública.

  

– Real Decreto 886/1988, modificado parcialmente
por el R.D 952/1990

Normas de prevención de accidentes
mayores
en determinadas actividades industriales. Es
la transcripción a la legislación
española de la Directiva Comunitaria
82/501.

Española

– Resolución de 30 de Enero de 1991 por
la que se aprueba la Directriz Básica para la
elaboración y homologación de los Planes
Especiales del Sector Químico

Requisitos mínimos que deberán
reunir los Planes de Emergencia Exterior del Sector
Químico para ser homologados por la
Comisión Nacional de Protección
Civil.

   

– Real Decreto 407/1992
(Norma Básica de Protección
Civil)

Directrices esenciales para la
elaboración de los Planes de Emergencia
Territoriales y Especiales.

– Real Decreto 363/1995

Reglamento sobre notificación de
sustancias nuevas y clasificación, envasado y
etiquetado de sustancias peligrosas.

– Real decreto 387/1996

Directriz Básica de Planificación
de Protección Civil ante el riesgo de accidentes
en los transportes de mercancías peligrosas por
carretera y por ferrocarril.

  

– Directiva 67/548

Normas sobre clasificación, embalaje y
etiquetado de sustancias peligrosas

Europea

– Directiva 82/501, modificada parcialmente por
las Directivas 87/216 y 88/610.
(Directiva Seveso)

Normas sobre prevención de accidentes en
determinadas actividades industriales.

   

– Directiva 96/82
(Directiva Seveso II)

Normas sobre el control de los riesgos inherentes a los accidentes graves
en los que intervengan sustancias peligrosas. Deroga la
Directiva Seveso, y existe un periodo de dos
años para adaptarla a la legislación
española.

PRINCIPALES RIESGOS
INDUSTRIALES

Para poder
planificar de una manera correcta la actuación ante un
desastre industrial, es necesario conocer qué tipo de
accidentes pueden ocurrir en cada industria presente en el
área a planificar. El primer paso será, como
detallaremos más adelante, realizar un exhaustivo
análisis de riesgos7, 17.

Por regla general, y según lo establecido en las
directrices básicas para la elaboración y
homologación de los planes especiales del sector
químico10, los accidentes mayores en las
industrias químicas pueden producir tres tipos de
fenómenos: a) de tipo mecánico, como ondas de presión y
proyectiles, ambos relacionados con las explosiones; b) de tipo
térmico, como incendios y
radiaciones térmicas; y c) de tipo químico, como
fuga o vertido incontrolado de sustancias tóxicas o
contaminantes.

Vamos a ver brevemente las consecuencias para las
personas e instalaciones que encierra cada uno de estos
fenómenos; es lo que se llama el estudio de la
vulnerabilidad de personas e instalaciones7. Aunque en
la práctica el estudio de la vulnerabilidad es la
última etapa del análisis de riesgos, ya que es
necesario conocer primero qué tipos de accidentes pueden
ocurrir en la zona objeto de estudio, para luego saber
cómo puede ser aceptado el entorno (personas,
medioambiental e instalaciones), en este caso, y por motivos
pedagógicos, vamos a estudiar primero la vulnerabilidad,
es decir, cómo afectan los fenómenos físicos
producidos tras un accidente (temperatura,
ondas de presión,…) a las personas e
instalaciones.

Para cuantificar la vulnerabilidad de las personas, nos
referimos al número de afectados con cierto nivel de
daño, y
para cuantificar la vulnerabilidad de las instalaciones nos
referimos a daños físicos o pérdidas
económicas7.

Vulnerabilidad a las
explosiones

En una explosión se produce una gran cantidad de
energía en un espacio de tiempo muy corto. Estaría
fuera de lugar el tratar de hacer una explicación
exhaustiva de la física de las
explosiones, si bien sí es interesante conocer al menos
las dos principales clases de explosiones que
hay7:

explosión física, en la que la
energía necesaria para que se produzca procede de un
fenómeno físico. El caso típico es la
liberación súbita de la energía presente
en un gas comprimido. Es necesario que la sustancia se
encuentre en un recipiente hermético.

explosión química, en la que la
energía procede de una reacción química y
no es necesario que esté confinada.

Las consecuencias inmediatas de una explosión
son, por un lado, la generación de ondas de presión
que crean compresiones y expansiones alternativas del aire y, por otro
lado, la formación de objetos acelerados que actúan
como proyectiles10. A veces las explosiones pueden ir
acompañadas de fenómenos de tipo térmico
según sus características (por ejemplo las
explosiones físicas pueden originarse por un incendio, y
una explosión química puede afectar a un almacenamiento de
un gas inflamable), si bien la vulnerabilidad a las radiaciones
térmicas la veremos más adelante.

Los daños producidos por una explosión
pueden serlo:

a) Directamente por las ondas de
presión:

– sobre las instalaciones, según la
sobrepresión que se origine, puede ocasionar desde
rotura de cristales hasta destrucción de edificios.
Además se formarán fragmentos acelerados que
actuarán como proyectiles.

– sobre las personas, las ondas de presión van
a afectar principalmente a los órganos que contienen
aire en su interior, como los pulmones, el estómago o en
oído
medio entre otros. Así, el daño variará
desde una ruptura timpánica hasta la muerte
por hemorragia pulmonar. También puede producir el
desplazamiento de los afectados, proyectándolos contra
otros objetos fijos o móviles, produciéndose de
esta manera traumatismos múltiples.

b) Por los proyectiles.

– Éstos se pueden originar directamente en el
foco de la explosión o bien al actuar las ondas de
presión sobre las instalaciones y edificios.
Según el tamaño, peso, forma, velocidad y
punto de impacto el daño producido por un proyectil
sobre una persona va a
ser desde banal hasta poder producir la muerte
instantánea.

– Así pues, de las lesiones producidas sobre
las personas podemos distinguir10: lesión
primaria (producida directamente por la onda de
presión), lesión secundaria (producida por los
proyectiles generados) y lesión terciaria (producida por
el desplazamiento de los afectados, golpeándose
así contra otros objetos).

– Debido a que la sobrepresión a la que se
produce la caída parcial de techos y paredes es menor
que la necesaria para producir la ruptura traumática del
tímpano, e incluso mucho menor que la necesaria para
producir una hemorragia pulmonar, la vulnerabilidad de las
personas va a ser mucho mayor en el interior de los edificios
que en el exterior7.

En la figura 1 podemos ver resumidos cuáles son
los principales efectos de las explosiones.    

Figura 1
Esquema de los efectos de una
explosión

Vulnerabilidad a los fenómenos de tipo
térmico

Tanto las personas como las instalaciones van a sufrir
las consecuencias del fuego y de las radiaciones térmicas
cuando reciban calor a una
velocidad mayor de la que lo disipen.

En el punto de origen del calor la transmisión de
éste va a ser por conducción, convección y
radiación,
pero a medida que nos alejamos del foco va a ser principalmente
por radiación. El estudio del fuego es un campo complejo,
y en la industria se pueden dar distintos tipos de fuegos
(incendios de líquido en charco, dardos de fuego, BLEVES
(Boiling Liquid Expanding Vapour Explosion),…), pero en este
caso vamos a ver exclusivamente los efectos de las radiaciones
térmicas.

  1. Vulnerabilidad de las personas. Va a variar
    fuertemente en función de las circunstancias, el tipo de
    fuego, las protecciones personales, etc. Así, por
    ejemplo, en un incendio tipo flash la
    posibilidad de que las personas huyan es mínima, ya que
    se produce de una manera instantánea. Al final de este
    apartado veremos alguno de los factores que influyen en la
    vulnerabilidad. El principal efecto de los fenómenos de
    tipo térmico sobre las personas será la producción de quemaduras de distinta
    consideración según sus características, y
    en ciertos casos puede ser necesario el traslado a un centro
    especial de quemados.
  2. Vulnerabilidad de las instalaciones. Las
    radiaciones térmicas van a tener un efecto sobre las
    instalaciones, debilitando las estructuras
    de éstas (principalmente por acción directa de la llama), pudiendo
    provocar derrumbamientos, por lo que aumentarían
    así los daños sobre las personas. El tipo de
    material también puede favorecer la expansión de
    las llamas. Además, y como ya hemos visto anteriormente,
    el calor puede debilitar tanques que almacenen productos
    inflamables a presión, disminuyendo su resistencia y
    provocando una explosión, que en este caso sería
    de tipo físico, con el consiguiente daño que
    ésta va a producir en otras instalaciones y en las
    personas7. En el caso de derrumbe de instalaciones
    como efecto del calor el patrón lesional en las personas
    será el de politraumatizados18.

El hecho de que un accidente localizado pueda provocar
otros accidentes en instalaciones contiguas se denomina "efecto
dominó"9, el cual es muy importante tener en
cuenta a la hora de planificar la actuación ante un
accidente mayor en una zona industrial.

Vulnerabilidad ante fugas de sustancias
peligrosas

Son consideradas sustancias peligrosas aquellas que son
explosivas, comburentes, extremadamente inflamables,
fácilmente inflamables, inflamables, muy tóxicas,
tóxicas, nocivas, corrosivas, irritantes, sensibilizantes,
carcinogénicas, mutagénicas, tóxicas para la
reproducción y las peligrosas para el medio
ambiente3,8,10. La fuga de sustancias peligrosas, y
más concretamente aquellas que puedan afectar a la
salud humana por
su carácter tóxico, es una de las
mayores preocupaciones entre la población residente
próxima a industrias químicas19, si bien
esta preocupación no está del todo justificada
porque, como ya se ha comentado en más de una
ocasión, aunque el riesgo existe, éste es, por
ejemplo, menor que el que asumimos por el simple hecho de
realizar ciertos trabajos7.

La fuga de sustancias tóxicas es un tipo de
accidente industrial que tiene unas peculiaridades que lo
distinguen de otros tipos de accidentes. Por un lado, tiene mayor
probabilidad
de afectar a la población en el exterior de las
instalaciones, ya que es un tipo de peligro que se propaga a
partir del foco de emisión; y por otro, es necesario un
tiempo de latencia para que la sustancia se propague y afecte a
la población, por lo que las decisiones que se tomen en
ese periodo de tiempo serán determinantes a la hora de
paliar los posibles efectos de la fuga. Así, la Autoridad
Competente deberá decidir en cada caso entre un eventual
confinamiento o una evacuación de la población
según las circunstancias del
accidente10.

En el caso de una fuga de sustancias tóxicas hay
una serie de datos que son decisivos a la hora de definir
las acciones a
tomar20. Muchos de estos datos ya se
pueden conocer de antemano21 si en la zona se ha
realizado un correcto análisis de los riesgos y se ha
elaborado el correspondiente Plan de Emergencias. Algunos de
estos datos son:

1- Características físico-químicas
y toxicológicas de la sustancia1. Es una
información importantísima que ya
podemos conocer incluso antes de que ocurra el accidente,
realizando un inventario
exhaustivo de las sustancias tóxicas existentes en un
determinado área22. Esto nos permitirá
clasificarlas por su grado de toxicidad, cantidad almacenada y
condiciones de almacenamiento evaluando el riesgo de provocar un
accidente mayor. Así los equipos de primera
intervención podrán tener preparados los equipos de
protección adecuados y el personal sanitario de la zona
conocerá los signos y
síntomas de la intoxicación así como las
posibles complicaciones y el tratamiento. En definitiva, la
intervención se realizará de una manera más
rápida, efectiva y segura.

2- Cantidad de la sustancia emitida, dato que
deberá de ser aportado por los responsables de la
empresa.

3- Demografía y principales vías de
comunicación de la zona. Este es otro dato
que también podemos conocer a priori y que nos
servirá para conocer la población afectada y
organizar, si así se considera necesario, una eventual
evacuación de la población de una manera ordenada y
rápida. Lógicamente, en este caso habrá sido
necesario realizar previamente una campaña de
información a la población.

4- Recursos existentes en la zona, tanto materiales
como personales. Es importante conocer la localización y
operatividad de los parques de bomberos, ambulancias, fuerzas de
seguridad y personal sanitario que pueda ser movilizado para que
su actuación sea lo más rápida
posible.

5- Condiciones meteorológicas. Las condiciones
meteorológicas existentes en la zona de la fuga pueden
hacer que ésta pase desapercibida para la población
o que cause una auténtica catástrofe. Todos lo
factores meteorológicos (nubosidad, proximidad al mar,
gradiente de temperaturas en la atmósfera,…) van a
influir en la dispersión de la nube tóxica, pero
uno de los más importantes va a ser el viento. Su dirección determinará el
desplazamiento del tóxico, y a más velocidad
éste irá más rápido, pero
también se disipará más en el aire y
disminuirá su concentración7.

Aunque realmente lo que más nos interesa sean los
datos meteorológicos en el momento del accidente y horas
posteriores, es necesario recoger durante un periodo de tiempo
suficiente parámetros atmosféricos de la zona a
estudiar para así realizar un correcto análisis de
riesgos y estimación de consecuencias ante una
hipotética emisión tóxica con una fiabilidad
estadística suficientemente
alta.

Actualmente existen programas
informáticos con modelos de
dispersión de una nube tóxica sobre un área
determinada en función de la cantidad de sustancia
emitida, su concentración y de las condiciones
atmosféricas. Estos programas son de gran utilidad para
valorar en tiempo real la posible evolución de una nube tóxica y tomar
las decisiones adecuadas de cara a mitigar sus consecuencias. A
su vez estos mismos programas también son capaces de
simular distintas explosiones, delimitando ya de antemano, en la
fase de planificación, las zonas de seguridad.

Los efectos que la fuga de una sustancia peligrosa va a
tener sobre la población van a variar mucho de unas
condiciones a otras23. Estos efectos pueden ser agudos
o crónicos, si bien, en este caso nos referiremos a los
agudos ya que muchas de las actuaciones que se lleven a cabo por
los equipos de primera intervención van a depender de
ellos, y sin restar importancia a los efectos crónicos
sobre las personas11 ni a los efectos sobre el
medio
ambiente, ya que en el primer caso se requerirá un
seguimiento por parte de las autoridades sanitarias y en el
segundo, en última instancia, también se
verá afectada la salud de la
población24. Además pueden no detectarse
efectos agudos pero sí crónicos11,
25.

Los efectos agudos que se produzcan sobre la
población van a depender de la interrelación de una
serie de factores entre los que podríamos destacar las
características tóxicas de la sustancia, la
cantidad emitida, la concentración en el aire, las
condiciones atmosféricas, la duración de la
exposición, el estado de
salud y la susceptibilidad a la sustancia de las personas
expuestas.

El último punto de los citados anteriormente es
algo que muchas veces pasa desapercibido pero que tiene una gran
importancia. Así por ejemplo si se produce una fuga de un
gas irritante en una zona donde en la población expuesta
tiene una prevalencia alta de patología respiratoria, las
consecuencias pueden ser mayores de las teóricamente
esperadas debido a que la susceptibilidad de la población
será mayor.

Según las características tóxicas
de las sustancias, los efectos se van a manifestar de una forma u
otra sobre1, 26:

Sistema nervioso
central: Algunas sustancias y preparados tóxicos
pueden producir depresión
del mismo, produciéndose dolores de cabeza, mareos,
confusión y a veces coma por una parada
cardiorespiratoria. Otros pueden ser estimulantes del sistema nervioso
y pueden producir agitación, delirios y
convulsiones.

– Aparato
respiratorio: Principalmente los gases
irritantes producen desde simples molestias respiratorias como
puede ser tos o sensación de falta de aire, hasta el
fallecimiento por edema de pulmón.

– Aparato cardiovascular: Principalmente arritmias o
hipotensión, a veces debido a los efectos producidos sobre
otros aparatos o sistemas.

– Riñón: Puede ser afectado por gran
cantidad de tóxicos, ya que una vez que éstos pasan
a la sangre, muchos de
ellos son eliminados por él, pudiéndose producir
insuficiencia
renal.

Piel y ojos:
también se van a ver afectados por los tóxicos,
aunque en el caso de los gases los efectos serán mayores
en el caso de estos últimos, pudiéndose producir
desde simples molestias oculares con picor y enrojecimiento,
hasta quemaduras cornéales.

  • Aparato gastrointestinal: Náuseas,
    mitos, dolor
    abdominal, diarrea,
    etc.

Como podemos ver los efectos sobre la salud de la
población van a abarcar un amplio rango de signos y
síntomas; signos y síntomas que deben de ser
conocidos de antemano por el personal sanitario de la zona
mediante el
conocimiento de las sustancias peligrosas existentes,
así como de su localización, para que en el caso de
que se produzca una emergencia se puedan determinar con rapidez y
eficacia las
acciones a tomar, así como un diagnóstico y tratamiento precoz de los
afectados. El conocimiento por parte del personal sanitario de
las sustancias tóxicas servirá además para
realizar una detección y un tratamiento precoz de las
posibles secuelas que pueda haber tras una exposición
aguda al tóxico27.

Por muy exhaustiva que sea la planificación y el
análisis de las consecuencias, probablemente ante un
accidente los efectos finales de éste sean mayores o
menores de los esperados. Esto se debe a que existen factores que
modifican la vulnerabilidad como puede ser la época del
año (en invierno estamos más protegidos), la hora
del accidente (determina la cantidad de trabajadores presentes en
la factoría o el que la población esté
durmiendo), la probabilidad de que ocurra un efecto
dominó, etc.

ANÁLISIS DE RIESGOS

Los conceptos básicos a la hora de realizar el
análisis de riesgos son7:

riesgo, es la posibilidad de sufrir un
daño, ya sea éste hacia instalaciones, personas o
medio ambiente.
Así, de una manera matemática, se puede expresar el riesgo
como el producto de la
probabilidad de que ocurra un accidente por las consecuencias de
dicho accidente.

riesgo = probabilidad X consecuencias

peligro, es el origen de un riesgo, es decir,
algo que puede desencadenar un accidente. Se puede expresar como
un factor físico o químico10 cuando
tratamos de detectar los peligros en los procesos de
una determinada factoría (por ejemplo el aumento de
presión en un tanque por encima de su límite) o
simplemente como la presencia de sustancias o formas de
energía peligrosas en un determinado área6,
28 (la presencia de un tanque de amoniaco supone un peligro
ya que por sus propiedades intrínsecas tiene la capacidad
potencial de causar un daño). Al hablar de peligros no
hablamos de probabilidades, ya que éstas entran a formar
parte del concepto de
riesgo; al hablar de peligros nos referimos a
características propias de las sustancias peligrosas,
formas de energía o cualquier otra situación con
capacidad de causar un daño.

objeto de riesgo, es todo aquello que contiene
peligros (muelles, aeropuertos, gasoductos, industrias, ciertos
almacenamientos, etc.)17,28.

análisis de riesgos sería la
identificación y evaluación
de los peligros existentes en los objetos de riesgo de un
determinado área, así como la estimación de
las consecuencias de los posibles accidentes derivados de dichos
peligros.

Los pasos a seguir para realizar un correcto
análisis de riesgos en un determinado área
son:

1 – Identificación de los objetos de
riesgo

Este es el primer paso del proceso y el
más crucial, ya que aquellos objetos de riesgo que no
hallamos identificado en esta etapa se nos van a escapar en el
resto del estudio, por ello es preferible identificar el
más mínimo objeto de riesgo, ya que de no existir
en él peligros significativos siempre estaremos a tiempo
de eliminarlo del estudio17. Una vez que hemos
realizado el inventario de los riesgos que queremos localizar
(instalaciones industriales, puertos, conducciones de sustancias
peligrosas, depósitos de almacenamiento de estas
sustancias, etc.), debemos identificar sobre un mapa
topográfico de la zona de estudio aquellos objetos de
riesgo que coincidan con los de dicho inventario, realizando
posteriormente una inspección de los mismos. La
importancia de localizarlos en el mapa radica no sólo en
la mera localización, sino también porque de esta
manera podemos conocer también los elementos vulnerables
existentes alrededor del objeto de riesgo, es decir, aquellos
elementos que se pueden ver afectados ante un accidente en la
instalación estudiada (núcleos de población,
escuelas, hospitales, etc.). Esto es muy importante ya que como
hemos visto anteriormente si las consecuencias son
pequeñas, el riesgo también disminuye (por ejemplo
si apenas hay población en los alrededores, las
consecuencias serán menores y por tanto el riesgo
también será menor, y viceversa). Además
sobre un mapa podemos conocer las principales vías de
transporte
existentes, conociendo de antemano las rutas más
óptimas para la llegada de los equipos de rescate y de una
posible evacuación.

2 – Identificación de peligros en cada
objeto de riesgo

En cada objeto de riesgo que halla en el área
debemos de realizar una identificación de los peligros que
en él puedan existir. Cada peligro supondrá un tipo
de riesgo, así por ejemplo la presencia de amoniaco
supondrá un riesgo de intoxicación, mientras que la
presencia de tanques con gas en su interior supondrá un
riesgo de incendio o de explosión, cada uno de ellos con
unas consecuencias distintas sobre los objetos
amenazados.

A la hora de identificar estos peligros podemos
simplemente realizar un listado de las sustancias peligrosas
(indicando sus características, cantidad y tipo de riesgo)
y formas de energía que puedan provocar un accidente
mayor17, o bien podemos seguir técnicas
de identificación de riesgos que proceden del campo de la
ingeniería7, 29. Lógicamente para la
aplicación de dichas técnicas es necesario conocer
en profundidad el funcionamiento de la factoría y de todos
los procesos que en ella se llevan a cabo, por lo que este tipo
de análisis suele ser realizado por personal muy
cualificado de la propia empresa, y los
resultados obtenidos pueden ser utilizados por las personas
responsables de la planificación de emergencias en la zona
objeto del estudio. Algunas de las principales técnicas de
identificación de riesgos son7: listas de
comprobación, análisis histórico de
accidentes, Análisis de Riesgos y Operabilidad (HAZOP),
Análisis de Modalidades de Fallos y sus Efectos (FMEA),
Análisis de Árbol de Fallos (FTA), Análisis
de Árbol de Sucesos (ETA) o el Análisis "What if"
entre otros.

Algunos de estos análisis se pueden realizar ya
durante la etapa de diseño
de la planta industrial, por lo que ya se pueden aplicar medidas
correctoras durante su construcción. La mayoría de
ellos se basan en seguir ordenadamente el proceso industrial que
se está estudiando e ir analizando las consecuencias de
los distintos fallos y desviaciones que se puedan producir, para
luego diseñar las medidas de seguridad adecuadas.
Asignando probabilidades a los distintos fallos del sistema que
se propongan, se podría incluso realizar un
análisis cuantitativo de los riesgos.

3 – Análisis de las
consecuencias

El siguiente paso es el análisis de las
consecuencias de los posibles accidentes provocados por los
peligros existentes. Una vez más, a la hora de estimar las
consecuencias podemos simplemente nombrarlas17
(intoxicación, contaminación, incendio,
explosión,…), con lo que estaríamos diciendo
cómo son afectados los objetos amenazados sin entrar a
valorar objetivamente la gravedad del accidente, o bien podemos
ser más exhaustivos y estimar cuál es la
población afectada directamente, delimitar las zonas de
riesgo, etc. Para ello se usan programas informáticos que
calculan las variables
físicas y químicas derivadas de un
hipotético accidente7, y en función de
ellas calcula el perímetro de las zonas de
intervención y alerta (en la Directriz Básica para
la Elaboración y Homologación de los Planes
Especiales del Sector Químico se establecen los valores
físicos y químicos umbral para delimitar dichas
áreas). Se establece así el mapa de riesgo,
que es la zona en que las variables físicas y
químicas sobrepasan cierto umbral. Si superponemos el mapa
de riesgos con el mapa de vulnerabilidad (en el que se
señalan todos los elementos vulnerables), quedan
perfectamente definidas las áreas de intervención y
de alerta. (La zona de intervención sería
aquella en la que las consecuencias del accidente producen un
nivel de daños que justifica la aplicación
inmediata de medidas de protección. La zona de
alerta
sería aquella en la que las consecuencias del
accidente provoca efectos que, aunque perceptibles por la
población, no justifican la intervención, excepto
para los grupos
críticos, que será, definidos por el responsable
del Grupo Sanitario para cada caso
concreto10).

Una vez que hemos establecido los elementos vulnerables,
es necesario hacer una estimación de las consecuencias, es
decir, cómo afectan a estos elementos las variables
físicas y químicas originadas por el accidente.
Esto es esencial a la hora de determinar las acciones a tomar
ante una emergencia. Es importante realizar una
clasificación de la gravedad del accidente en
función de las consecuencias para las personas, medio
ambiente y propiedad. En
el programa APELL
(Awareness and Prepareness for Emergencies at Local Level) de las
Naciones Unidas
existen unas tablas para realizar esta
clasificación28 (ver tabla 4).

Tabla 4
Clasificación de las consecuencias de un accidente
mayor según el programa APELL (Awareness and Preparedness
for Emergencies at Local Level) de la ONU

Consecuencias para la vida y
la salud

Clase

Característica

1. No importante

Pequeña incomodidad temporal

2. Limitado

Algunas heridas, incomodidad por un gran
período de tiempo

3. Grave

Algunas heridas graves, incomodidad
seria

4. Muy Grave

Algunas (más de 5) muertes, varios
heridos de gravedad (20), heridas graves, hasta 500
personas evacuados

5. Catastrófico

Varias muertes (más de 20), cientos de
heridos graves, más de 500 personas
evacuadas

Consecuencias para el medio
ambiente

Clase

Característica

1. No importante

No hay contaminación, efectos
localizados

2. Limitado

Contaminación sencilla, efectos
localizados

3. Grave

Contaminación sencilla, efectos
dispersos

4. Muy Grave

Contaminación severa, efectos
localizados

5. Catastrófico

Contaminación muy severa, efectos
dispersos

Consecuencias para los
bienes
materiales

Clase

Costo total del daño
(dólares, toneladas, etc.)

1. No importante

< 0.5

2. Limitado

0.5 – 1

3. Grave

1 – 5

4. Muy Grave

5 – 20

5. Catastrófico

> 20

Para establecer la gravedad de un accidente en
función de sus consecuencias, lo primero que se tiene en
cuenta son las consecuencias para las personas, a
continuación para el medio ambiente y en último
lugar para la propiedad17.

Hay que tener en cuenta que a la hora de analizar las
consecuencias de un hipotético accidente va a haber muchos
factores que determinarán la gravedad del
accidente7. Entre ellos podemos destacar las
condiciones meteorológicas; la hora del día, ya que
de ella dependerá por ejemplo el número de
trabajadores presentes en las proximidades del accidente o si la
población está dormida; etc6.

Una vez que hemos identificado los objetos de riesgo y
sus peligros y estimado las consecuencias y la gravedad de
éstas, a veces es necesario conocer la probabilidad de que
ocurra un determinado accidente. Para ello podemos recurrir a los
datos del análisis cuantitativo de riesgos realizado por
la empresa, o bien podemos realizar un análisis
histórico de accidentes en industrias del mismo tipo,
aunque este método
será menos exacto debido a las peculiaridades existentes
en cada empresa (entorno, profesionalidad de los trabajadores,
situación social,…).

PLANES DE EMERGENCIA

Se podría definir un Plan de Emergencias como la
organización óptima de los recursos
adecuados o disponibles, tanto materiales como humanos, de cara a
la prevención, preparación y respuesta ante
accidentes de envergadura, así como el establecimiento de
unos procedimientos de
actuación30 de cara a prevenir o, en su caso,
mitigar los efectos de una posible emergencia. Es importante
recalcar los tres conceptos que forman parte de dicha
definición:

– Con respecto a la prevención, se deben
de analizar los peligros existentes, de manera que, si el riesgo
no es asumible, se tomen las medidas correctoras
adecuadas.

– Todos los recursos existentes deben de estar
preparados para actuar en cualquier momento, por eso es
necesario realizar una serie de actuaciones para cumplir este
objetivo (comprobaciones periódicas, ejercicios de
adiestramiento, simulacros, información a
la población, etc.)

  • Y por supuesto es importante que la respuesta
    ante una emergencia sea lo más óptima
    posible18, lo que se logra con una buena
    delimitación de las funciones a realizar por cada grupo
    involucrado en la emergencia y con una buena
    preparación.

Clasificación

La Norma Básica de Protección
Civil31 define tipos de planes de emergencia: 1)
Planes Territoriales (tienen como función la
de hacer frente ante emergencias de ámbito territorial, ya
sea de una Comunidad
autónoma o inferior (Municipales)), y 2) Planes
Especiales
. (para hacer frente a riesgos cuyas
características requieran unos conocimientos
científico-técnicos adecuados (emergencias
nucleares, seísmos, situaciones bélicas, etc.)).
Esta clasificación la podemos ver en la figura
2.

Figura 2
Clasificación de los planes de emergencia
según la Norma Básica de Protección
Civil.31

En esta revisión vamos a ver las principales
características de los Planes Especiales del Sector
Químico, cuyo contenido, como ya hemos visto
anteriormente, viene especificado en la Directriz Básica
para su elaboración. Nos centraremos principalmente en la
estructura y funciones de los grupos de acción, ya que
como se ha destacado es importante, entre otras cosas, que cada
profesional tenga bien claro cuáles van a ser sus
funciones en caso de que se active un Plan de Emergencias. Los
Planes de Emergencias del Sector Químico los podemos
dividir en dos clases:

– Plan de Emergencia Interno (PEI), que es
elaborado por la propia empresa7 y que se activa en el
caso de una emergencia cuyas consecuencias no afecten al exterior
de la instalación8. La empresa podrá
solicitar ayuda externa a otras empresas mediante
los Pactos de Ayuda Mutua o incluso a medios del
propio Plan de Emergencia Exterior si la hubiera. Una parte muy
importante del PEI es lo que se denomina Interfase, en la que se
definen los casos en que tras una activación del PEI, es
necesaria también la activación del Plan de
Emergencia Exterior, además de establecer los canales de
notificación.

– Plan de Emergencia Externo (PEE), que es
elaborado por la Comunidad Autónoma en base a las
informaciones aportadas por las industrias afectadas por el R.D.
sobre prevención de accidentes mayores8. El PEE
se activará en caso de producirse un accidente mayor, o en
caso de que un accidente de categoría 1 pueda pasar a ser
un accidente mayor.

En la figura 3 podemos ver la cadena de
activación.

Figura 3
Relación
entre el plan de emergencia interior y
exterior.

1-PLAN DE EMERGENCIA INTERIOR

Comprende todas las acciones realizadas en el interior
de la empresa de cara a la prevención, preparación
y respuesta ante un accidente circunscrito al interior de las
instalaciones y del que no se esperen consecuencias en el
exterior7. Además incluye los canales y
criterios de notificación a la autoridad competente para
definir en qué casos es necesaria la activación del
PEE.

En la Directriz Básica para la elaboración
y homologación de los Planes Especiales del Sector
Químico10 se detalla el contenido mínimo
que debe de contemplar el PEI: 1) identificación de los
accidentes que justifiquen su activación, en base al
estudio de seguridad o al análisis cuantitativo de
riesgos; 2) procedimientos de actuación en caso de, como
mínimo, incendio, explosión y fuga o vertido
incontrolado de sustancias peligrosas; 3) establecer la
relación jerárquica de las personas responsables en
caso de una emergencia; 4) acciones que debe de realizar cada
grupo de personas involucrado en la respuesta; 5) describir la
interfase con el PEE; 6) condiciones bajo las que se considera
que ha acabado la emergencia; 7) inventario de medios
disponibles; y 8) programa de mantenimiento
del PEI.

El PEI debe de ser muy bien conocido por todos los
trabajadores de la empresa, así como desarrollar las
habilidades necesarias para una correcta respuesta. Es
función de la empresa ofrecer a sus trabajadores el
programa formativo adecuado para una buena actuación ante
una emergencia que se produzca en el interior de la
factoría. Es de destacar que en el caso de que sean
necesarios medios externos, éstos deberán de seguir
las instrucciones de los expertos de la instalación, ya
que son los que mejor van a conocer los peligros y riesgos
existentes, así como los procedimientos de
actuación más adecuados.

2-PLAN DE EMERGENCIA EXTERIOR

Es un documento elaborado por el organismo
correspondiente de la Comunidad

Autónoma en base a la información aportada
por la empresa afectada8. Como ya se ha comentado
anteriormente, el PEE se activa en caso de producirse un
accidente mayor o que un accidente de grado 1 pueda evolucionar a
un accidente mayor. La estructura de un Plan de Emergencia
Exterior es, de manera resumida, como sigue:

Volumen 1: Plan Director. Recoge la
estructura y operatividad del PEE, además de la
identificación de la actividad industrial. Tiene tres
anexos con el directorio telefónico, plan de transmisiones
y cartografía.

Volumen 2: Bases y criterios. Contiene los
fundamentos científicos y técnicos en que se basa
el PEE y la justificación de los criterios de
planificación. La información contenida en este
volumen es: 1)
identificación del riesgo; 2) descripción de la metodología seguida; 3) análisis de
consecuencias; 4) definición de las zonas objeto de
planificación; y 5) definición y
planificación de las medidas de
protección

Volumen 3: Guía de respuesta.
Condensa la operatividad del PEE para los principales accidentes
que puedan tener repercusiones en el exterior de la
instalación. Cada accidente postulado tendrá su
correspondiente guía de respuesta. La guía nos
proporciona información sobre las zonas objeto de
planificación y evaluación de las consecuencias; la
operatividad del PEE, control de accesos y actuaciones de cada
grupo de acción; las medidas de protección
recomendadas; los medios necesarios y las características
peligrosas de las sustancias involucradas en el
accidente

Volumen 4: Manual de
operación
. Es un programa informático que
evalúa en tiempo real las consecuencias de un
accidente.

La estructura y organización general del PEE la
podemos ver en la figura 4.

Figura 4
Organización general del
PEE.10

Es de destacar que el Comité de Dirección
estará formado por un representante del Ministerio del
Interior y un representante de la Comunidad Autónoma, el
cual dirigirá el PEE en coordinación con la
Administración del Estado y con
las autoridades locales.

A continuación veremos la estructura de cada
grupo de acción y las funciones que tienen asignadas cada
uno, por considerar que es muy importante que cada persona
involucrada en la respuesta ante una emergencia sepa cuál
es su misión. En
la Directriz Básica también viene especificado
cuál va a ser la estructura y funciones del Comité
de Dirección, Comité asesor y Gabinete de
información, si bien debido a la orientación de
este libro es
más interesante dedicar más tiempo a los grupos de
acción10.

Grupo de intervención

El grupo de intervención es el primero en acudir
al lugar de la emergencia, y entre sus funciones están: a)
recibir la notificación de la emergencia; b) evaluar y
combatir el accidente, además de auxiliar a las
víctimas; c) establecer el puesto de mando avanzado, desde
donde se coordinará a los grupos de acción; d)el
jefe del grupo de intervención canalizará la
información entre el lugar de la emergencia y el CECOPI
(Centro de Coordinación Operativa Integrada); e) en un
principio este grupo realizará funciones y agrupará
componentes de todos los grupos de acción.

Una vez que en el lugar de la emergencia se han
organizado el resto de los grupos de acción24,
principalmente el grupo sanitario, la función principal de
grupo de intervención será la de mitigar los
efectos del accidente, y formarán parte de él
bomberos y personal de Protección Civil sobre todo.
Aún así, este grupo de intervención muchas
veces tendrá que realizar funciones de rescate y primeros
auxilios32 en el caso de que personal sanitario no
pueda entrar en el lugar del accidente debido a la peligrosidad
del mismo, algo que es muy importante tener en cuenta sobre todo
en el caso de accidentes de sustancias peligrosas. Si fuera
necesario que personal sanitario entrase en el lugar del
accidente, éste deberá de llevar los equipos de
protección adecuados23, por lo que es necesario
que haya una familiarización previa con los mismos. En la
Figura 5 podemos ver la organización del grupo de
intervención.

Figura 5
Grupo de primera
intervención.

Grupo de Seguridad
Química

Las funciones del grupo de seguridad química
serán: a) evaluar y notificar la situación real del
accidente en cada momento; b) seguimiento de la evolución
del accidente y de las condiciones medioambientales; c)
recomendar las medidas de protección más
idóneas en cada momento.

Podrán formar parte de este grupo, entre otros,
el Centro de Seguridad e
Higiene en el Trabajo, la
Asociación de Empresas Químicas de la zona y el
Químico municipal.

Grupo sanitario

Las funciones del grupo sanitario serán: a)
prestar asistencia sanitaria de urgencia en la zona de
intervención23; b)realizar la
clasificación, estabilización y evacuación
de los heridos que así lo requieran; c) coordinar el
traslado a centros hospitalarios; d) organizar la infraestructura
de recepción hospitalaria33. Formarán
parte de este grupo el organismo sanitario competente en la zona
(INSALUD, SAS, etc.), Cruz Roja y centros hospitalarios de la
zona. En este grupo se realizan tres funciones principales que
quedan reflejadas en la Figura 6, por lo que es conveniente que
cada una de ellas se coordine de una manera adecuada18,
24.

Figura 6
Estructura del
grupo sanitario.

Grupo logístico y de
apoyo

Las funciones del grupo logístico y de apoyo
serán: a) garantizar la seguridad
ciudadana; b) controlar los accesos al lugar del accidente;
c) coordinar el servicio de
abastecimiento y transporte; d) asegurar el correcto
funcionamiento del servicio de transmisiones; d) transmitir los
avisos a la población. Para realizar todas estas
funciones, formarán parte del este grupo los Cuerpos y
Fuerzas de Seguridad del Estado (Policía, Guardia Civil,
Ejército, etc.), Cruz Roja (principalmente servicio de
abastecimiento), técnicos municipales y de
Protección Civil y los organismos competentes en materia de
Obras Públicas y Transportes. Un ejemplo de estructura y
organización del grupo logístico queda reflejado en
la figura 7.

Figura 7
Estructura del
grupo logístico.

COMENTARIOS FINALES

El desarrollo
industrial debe de ir acompañado paralelamente de un
avance en el grado de preparación de los distintos
estamentos relacionados con la respuesta ante desastres. Si bien
el riesgo que supone la industria puede ser equiparado a otros de
la vida diaria, sí es cierto que este riesgo tiene sus
peculiaridades, lo que hace que requiera una preparación
específica. El personal sanitario juega un papel
fundamental en la respuesta ante un accidente industrial, algo
que podría traer consigo un grave problema de salud
pública de una manera inmediata. Por ello, los
profesionales de la salud debemos de conocer al menos los
aspectos más relevantes relacionados con la
prevención, preparación y respuesta ante el riesgo
químico e industrial, y de manera más
específica lo relacionado con la asistencia sanitaria ante
desastres industriales, algo que se sale de los objetivos de
esta revisión, aunque no por ello menos
importante.

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33. Cox RD. Decontamination and Management of Hazardous
Materials Exposure Victims in the Emergency Department. Ann Emerg
Med 1994; 23: 761-770.

Rafael Castro Delgado y Pedro Arcos
González.

Universidad de Oviedo. Departamento de
Medicina.
Área de Medicina Preventiva y Salud Pública. Unidad
de Investigación en Emergencias y
Desastres.
Correspondencia: Rafael Castro Delgado. Facultad de Medicina.
Área de Medicina Preventiva y Salud Pública. C/
Julián Clavería, 6. 33006 Oviedo.
España.

Tlf.-fax: +34 (9)8
5103556.

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