Uso de ácido fórmico más formiato de amonio en ensilajes de praderas permanentes en el sur de Chile
Publicación original: ISSN 0365-2807 – Reproducción autorizada por: |
ABSTRACT: It is possible to obtain
high quality silage using short rest periods. The forage
harvested under these conditions is very low in DM and if a
direct cut machine is used, an additive is normally necessary. To
study this situation, the use of formic acid and ammonium formate
was evaluated in an experiment carried out at the Instituto de
Investigaciones Agropecuarias, Centro Regional de
Investigación Remehue, Osorno, Chile,
during 1997 and 1998. A four hectare paddock was closed for 54
days and ensiled on November 13th and 14th,
1997, making two silages, one with additive at the rate of 4 L
t-1 of fresh forage and the other as a control with no
additive. The animal response was evaluated using 14 steers with
an initial weight of 375 kg liveweight in 1998, employing a
randomized complete block design with seven animals per
treatment. The pH, DM
digestibility, acid detergent fiber-Nitrogen (FDA-N), and DM
content was 4.51 and 3.97, 71.1 and 76.1, 15.5 and 12.8, 16.1 and
18.4 for the control silage and additive silage, respectively.
The silage intake was 6.96 and 6.15 kg DM animal-1
d-1, the liveweight gain of animals was 0.76 and 0.42
kg d-1 (P £ 0.05) at the day 57 and 0.51 and 0.29 kg
d-1 at the day 99 (P £ 0.10) for additive and control
respectively. The results did not indicate a clear economic
advantage in using additives.
Key words: grass silage, formic acid,
additives.
RESUMEN: Es posible obtener ensilajes de alto
valor
nutritivo al aplicar rezagos cortos. Esto significa disponer de
un material con baja concentración de MS al cosechar con
corte directo, siendo normalmente necesario el uso de un aditivo.
Para enfrentar esta situación se evaluó en un
experimento el uso de ácido fórmico más
formiato de amonio (4 L t-1 de pasto fresco), en el
Instituto de Investigaciones Agropecuarias, Centro Regional de
Investigación Remehue, Osorno, Chile, durante los
años 1997 y 1998. Se usaron 4 hectáreas de praderas
permanentes, las que se ensilaron con 54 días de rezago,
el 13 y 14 de noviembre de 1997, haciendo dos silos, uno con
aditivo y otro testigo sin aditivo, con descarga alternada de
carros. En 1998 se evaluó la respuesta animal, utilizando
14 novillos de 375 kg de peso vivo, empleando un diseño
de bloques al azar con dos tratamientos y siete repeticiones. El
Ph, la digestibilidad de la MS, el N en fibra detergente
ácida (N-FDA) y el contenido de MS, para el ensilaje
testigo y para el con aditivo fue de 4,51 y 3,97; 71.1 y 76.1;
15,5 y 12,8; 16,1 y 18,4 respectivamente. Se observó un
consumo grupal
al usar aditivo de 6,96 vs. 6,15 kg animal-1
d-1, siendo las ganancias de peso a los 57 días
de evaluación
significativamente superiores al usar aditivo 0,767 vs. 0,42 kg
animal-1 d-1 (P < 0,05), y a los
99 días éstas bajaron a 0,51 vs. 0,29 (P<
0,10). Los resultados no indicaron ventajas económicas
claras al uso de aditivos.
Palabras claves: ensilaje de praderas,
ácido fórmico, aditivos.
INTRODUCCIÓN
A fines de la década de los 80, se inició
en el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), Centro
Regional de Investigación Remehue, Osorno, Chile, una
línea de investigación en relación a la
obtención de ensilajes de praderas de alta calidad. Uno de
los factores fundamentales que incide en la calidad de estos
forrajes conservados es el estado
fenológico de los pastos (Elizalde et al.,1992; Siebald,
1994; Siebald et al., 1996; Keady y O’Kiely, 1998). Otros
factores reportados son la calidad de la fermentación y el contenido de MS del
ensilaje, además del clima en el
momento de la cosecha, que afecta directamente la
concentración de MS y el contenido de azúcares
(Wilkinson, 1990).
Es importante investigar en calidad de ensilajes, ya que
existe un gran espacio para incrementar la relación
proteína:grasa de las carnes, al mejorar la calidad de la
fermentación de los ensilajes (Van Vuuren et al.,
1995).
En la X Región, bajo condiciones de clima
soleado, es posible obtener ensilajes de excelente calidad
mediante corte directo (Siebald et al.,1996), a pesar de su baja
concentración de MS. En estos ensilajes, con poca MS, es
deseable obtener un pH de 3,9 para detener la actividad
microbiana, y evitar así un proceso de
degradación del material (Moloney y O’Kiely,
1991).
La disponibilidad de ensilajes de alta calidad permite
reducir costos en los
sistemas
productivos, tanto de leche como de
carne bovina, al lograr altos niveles de producción individual, y un ahorro
significativo de concentrado, especialmente los de tipo proteico.
En producción de carne se ahorra prácticamente el
100% de los suplementos proteicos al usar este tipo de ensilajes
(Siebald et al., 1996).
En la Región, al aplicar rezagos de sólo
45 días en praderas mejoradas, los primeros cortes se
pueden realizar los últimos días de octubre, lo que
permite en la zona sur aumentar la posibilidad de trabajar bajo
condiciones adversas de clima, cosechando forrajes con un menor
contenido de azúcares y de MS. Esta baja
concentración de MS restringe la calidad de la
fermentación, ya que se requiere un mayor tiempo para
que el material se estabilice, afectándose el contenido
celular y las paredes de fácil digestibilidad del forraje
(Van Vuuren et al., 1995).
Ensilajes con igual concentración de
energía y proteína, pero con diferencias en la
elaboración, tales como velocidad de
llenado, compactación, tamaño de picado, sellado y
uso de aditivo, arrojaron niveles de consumo significativamente
diferentes, debido a la presencia de compuestos producto de
fermentaciones secundarias, tales como de N-NH3, ácidos,
aminas, etanol y otros (Flynn, 1981, Poole et al., 1992;
Elizalde, 1994). Wilkins (1986, comunicación personal),
señaló que cuando los ensilajes tienen bajo nivel
de N amoniacal, se logra una relación positiva entre
consumo y digestibilidad.
Al ensilar praderas tiernas al estado de bota
o de preespiga, con clima desfavorable, se justifica el uso de
aditivos, los que aseguran una buena fermentación y por lo
tanto, una buena estabilización del material cosechado, al
reducir el pH y controlar la multiplicación de bacterias del
género
Clostridium, las que afectan negativamente el proceso
fermentativo (Rotz y Muck, 1994).
Para ensilar con corte directo praderas con bajas
concentraciones de MS, existen fundamentalmente dos tipos de
aditivos, los absorbentes y los inhibidores de la
fermentación, correspondiendo los acidificantes, al
segundo tipo (Gonzalez, 1994).
Se han evaluado aditivos de tipo absorbente, elaborados
sobre la base de coseta de remolacha (Beta vulgaris), con buenas
respuestas en producción animal, siendo su limitante el
costo; puesto
equivale a comprar anticipadamente los suplementos concentrados
de tipo energético (Siebald et al., 1997) y tienen la
ventaja de reducir la pérdida por efluentes.
Entre los inhibidores de la fermentación se ha
usado ampliamente el ácido fórmico, el cual es un
ácido orgánico, que asegura la preservación
del ensilaje mediante los efectos combinados del ácido
agregado además del ácido producido durante la
fermentación (Wilkins, 1988), y por el efecto bactericida
de la molécula sin disociar. Las levaduras son tolerantes
a este ácido, el que también tiene el efecto de
inhibir la respiración de la planta, lo que se refleja
en temperaturas más bajas en el ensilaje durante el
almacenamiento
(McDonald, 1981; Castle, 1982, citados por González,
1994). Los autores anteriores señalaron además que
los forrajes tiernos requieren niveles más altos de
ácido fórmico para obtener un efecto similar de
reducción de pH, debido a que estos forrajes tienen una
alta capacidad buffer, al igual que las leguminosas.
El objetivo de
este estudio fue evaluar la mezcla de ácido fórmico
y formiato de amonio como un aditivo inhibidor de la
fermentación en ensilajes de praderas de corte directo,
determinando los efectos en el ensilaje y en la ganancia de peso
de bovinos.
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