Tasa de dependencia de la población española no institucionalizada y criterios de valoración de la severidad
Publicación original: |
RESUMEN: Fundamento: El criterio de
valoración del grado de severidad de la dependencia
influye en la estimación de los costes de los servicios de
cuidados de larga duración, especialmente en la población de 65 y más años.
El objetivo de
este trabajo es
analizar las diferencias en la tasa de dependencia en personas
con discapacidades de carácter permanente dependiendo del
criterio de severidad utilizado.
Métodos: Se utilizan los datos de la
Encuesta sobre
Discapacidades, Deficiencias y Estado de
Salud recogidos por el Instituto Nacional de Estadística en 1999. Se comparan dos
criterios de valoración de la severidad de las
discapacidades padecidas por un individuo. Se
ajusta el logaritmo de las tasas de prevalencia por edad, para
cada sexo y se
contrasta estadísticamente la existencia de diferencias
significativas entre los criterios a partir de intervalos de
confianza al 95%.
Resultados: El criterio basado en la
máxima severidad (empleado por el Instituto Nacional de
Estadística) infravalora entre 10%-25% el grado de
dependencia absoluto medido por el criterio alternativo,
sobrevalorando hasta un 25% los grados de dependencia moderados a
partir de los 65 años. En la población masculina
ese mismo criterio produce una infravaloración del 10% en
la dependencia grave a partir de los 95 años.
Conclusiones: El criterio de máxima
severidad utilizado por el Instituto Nacional de
Estadística infravalora la tasa de dependencia más
grave, especialmente a partir de los 80 años.
Palabras clave: Actividades cotidianas.
Dependencia. Personas con discapacidad.
Anciano. Salud del anciano. Envejecimiento de la
población.
ABSTRACT : Dependency Rate among Spain's
Non-Institutionalized Population and Criteria for
Evaluating Severity
Background: The criteria for evaluating the
degree of severity of dependence has an impact on estimating the
costs of the long-term care services, especially among the
population over 65 years of age. The sensitivity of the
dependency rate must be analyzed in view of different definitions
of seriousness, whether by the maximum severity observed in the
disability in activities of daily living or by the number and
severity of all these disabilities.
Methods: The data from the Disability, Deficiency
and Health Condition Survey conducted by the Spanish National
Institute of Statistics in 1999 are used. A comparison is drawn
between two criteria for evaluating the severity of an
individual's disabilities. Models are made with the logarithms of
the prevalence rates by age, for each sex, a comparison of the
existence of significant differences between these criteria being
drawn based on 95% confidence intervals.
Results: The criterion based on the maximum
severity (employed by the Spanish National Institute of
Statistics) underestimates the degree of total dependency
measured by the alternative criterion by 10%-25%, overestimating
the degrees of moderate dependency as of age 65 by up to 25%.
Among the male population, this same criterion gives rise the
medium dependency as of age 95 being underestimated by
10%.
Conclusions: The maximum severity criterion
employed by the Spanish National Institute of Statistics
underestimates the most serious dependency rate, especially as of
80 years of age.
Key words: Activities of daily living. Disabled
persons. Aging health. Aged. Demographic Aging.
INTRODUCCIÓN
El fenómeno de la dependencia, presente en la
actualidad en la mayor parte de las sociedades
occidentales, es especialmente acentuado en
España1-3, donde el envejecimiento cobra mayor
importancia debido a la extraordinaria disminución de la
fecundidad y al aumento de la esperanza de vida. Actualmente la
población de 65 años y más asciende
aproximadamente al 17% de la población española, lo
que significa más de 6,8 millones de personas. Se estima
que en el año 2050 dicho segmento de edad
constituirá más del 30% de la población, con
16,4 millones de personas4.
Según la definición del Consejo de
Europa5 de 1998, la dependencia es el estado en
el que se encuentran las personas que, por razones ligadas a la
falta o pérdida de autonomía física,
psíquica o intelectual, tienen necesidad de asistencia y/o
ayuda importantes para realizar las actividades de la vida
cotidiana. Y según el mismo organismo: si bien la
dependencia no es una situación exclusiva de las personas
mayores, si es cierto que su incidencia aumenta con la edad.
De forma similar, la oficina del
Defensor del Pueblo6 definió en el año
2000 la dependencia como la necesidad de atención y cuidados que precisan las
personas que no pueden hacer por sí mismas las actividades
de la vida cotidiana. Para otras mediciones de discapacidad y
un estudio sobre sus causas y factores de riesgo se pueden
consultar los trabajos de Viciana,
Hernández-Rodríguez, Conto y
Ávila7 y Verbrugge y Jette8,
respectivamente.
De acuerdo con la Encuesta de Discapacidades,
Deficiencias y Estado de Salud, realizada en España en
1999, del total de personas de más de 65 años,
alrededor de 1,5 millones, padecen discapacidades para realizar
actividades de la vida diaria, lo que representa que casi una de
cada cuatro personas mayores de 65 años tiene algún
grado de dependencia. Para el futuro4 se prevé
que este escenario demográfico no sólo se mantenga
sino que se acentúe, con el consiguiente aumento del gasto
en los servicios destinados al cuidado de este segmento de la
población.
Los resultados arrojados por un trabajo publicado
recientemente a partir de un estudio longitudinal realizado en
Leganés9, indican que la aparición de la
dependencia se produce en edades más avanzadas y que ello
implica una mayor esperanza de vida libre de discapacidad, pero
también una mayor complejidad de los cuidados necesarios
para las poblaciones dependientes, que están constituidas
fundamentalmente por mujeres muy
ancianas10.
Ante el interrogante que suscita la sostenibilidad de
los servicios
públicos necesarios para cubrir las demandas de
cuidados de larga duración, la cobertura mediante seguros se
perfila como una alternativa, o medida complementaria, cada vez
más clara en nuestro país. Es lo que viene
denominándose «Seguro de
Dependencia», desarrollado en algunos países como en
Estados
Unidos, bajo sistemas
privados, y en otros, como en Alemania, como
un seguro público11.
Para poder estimar
con cierta precisión el impacto que el crecimiento de la
población dependiente tiene y tendrá sobre la
demanda de
servicios de cuidados de larga duración es necesario
avanzar en el análisis cuantitativo y cualitativo de este
colectivo. Por un lado, la medición de la dependencia requiere de la
definición precisa del término y, por otro, es
fundamental un criterio de valoración del grado de
severidad de la falta de autonomía.
Respecto a este criterio podemos preguntarnos:
¿Cuál es la diferencia entre utilizar como criterio
de valoración del grado de dependencia la máxima
severidad en las discapacidades padecidas por un individuo
(criterio utilizado por el INE12) o algún otro
criterio que además de la severidad contemple el
número de discapacidades que padece el individuo? Nos
referimos con esta segunda alternativa a criterios similares al
utilizado por Pitacco13 para Italia en el
ámbito asegurador y que están más cercanos a
índices hasta el momento utilizados en
gerontología, como el índice de
Barthel14 y el propuesto por Bone15 con el
objeto de medir la tendencia de la dependencia en la
población del Reino Unido.
El objetivo de este trabajo es analizar las diferencias
de la tasa de dependencia en la población española
de personas con discapacidades de carácter permanente
dependiendo del criterio de severidad utilizado.
Página siguiente |