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Envejecimiento en comunidades campesinas: proyecto envejecer en el campo (página 2)



Partes: 1, 2

 

Dentro de los grupos de
riesgo
definidos, los ancianos representan un grupo
poblacional expuesto a gran cantidad de factores de
riesgo3. Si a la condición de ser viejos se le
suma ser campesinos pobres, se puede plantear que presentan
muchos más riesgos que
los ancianos de zonas urbanas.

El objetivo de
este proyecto es
caracterizar la población anciana mayor de 60 años,
de las veredas Llanogrande y Pan de Azúcar
del municipio de Neira, departamento de Caldas, en cuanto a
estructura
demográfica, autopercepción de salud, presencia de
caídas, y casi caídas en el último
año y sus consecuencias en la ejecución de las
actividades básicas cotidianas (ABC), asimismo, el grado
de temor a caer. Las definiciones de caídas, casi
caídas y temor a caer se tomaron del estudio FICSIT
(Fragilidad y Lesiones: Estudios Cooperativos de Técnicas
de Intervención. Este proyecto se desarrolló con el
patrocinio de UNIR)4.

MÉTODOS

Neira es un municipio del centro del Departamento de
Caldas, situado en la zona andina con una población total
de 26,693 personas. Tiene 46% de moradores urbanos y 54% rurales.
Los mayores de 60 años representan 8.06% de los
habitantes, y de ellos 45% viven en el área
rural.

En la vereda Llano Grande hay 3,724 habitantes y en Pan
de Azúcar 4,123, con un total de 296 mayores de 60
años (3.8% de la población). Esta área
pertenece al minifundio deprimido de la región andina
(como 19.7% de los municipios colombianos) con predominio de
minifundios menores de 5 hectáreas (71% de los predios) y
explotaciones agrícolas en tierra de
ladera, baja productividad y
monocultivo de café
(90% del área). Alrededor de tres cuartas partes de la
población es pobre y la mitad presenta condiciones de
miseria (pobreza
absoluta)5.

Estas veredas se caracterizan, en cuanto a condiciones
de salud, por baja accesibilidad a los servicios,
falta de personal
capacitado, grandes distancias y escasos programas
sistemáticos de atención. Los principales problemas de
salud en los ancianos son: respiratorios y cardíacos,
hipertensión arterial, accidentes y
violencia. En
cuanto a las viviendas aproximadamente 40% carecen del servicio
público de alcantarillado, falta la cloración del
agua, hay un
manejo inadecuado de basuras y no tienen artefactos
sanitarios6.

Se tomaron por conveniencia 106 mayores de 60
años, y en entrevista
personal se les aplicó una encuesta, el
promedio de tiempo para
cada encuesta fue 30 minutos, pero las distancias que se deben
recorrer en la búsqueda de los ancianos, limitaron la
agilidad del estudio; sin embargo, se pretendió
entrevistar las 296 personas mayores de 60 años que viven
en esta comunidad.

RESULTADOS

Al comparar los datos
demográficos se observa que la distribución por sexos es semejante a la
que aparece en el censo nacional del DANE (1993), con una cifra
ligeramente mayor de mujeres (55.4% mujeres y 44.6% hombres). El
promedio de edad de los encuestados (70.2 años, DE 7.52)
es ligeramente menor que los de la ciudad (72 años, DE
8.12). Como se informa en Colombia y en
todo el mundo, la población rural es más "joven"
que la urbana7. La proporción de personas
ancianas solteras es 5%, y es la misma para ancianos
colombianos8. Se debe resaltar la cifra tan alta de
ancianos con menos de 5 años de educación, 94.2%; el
alto número de hijos, pues 74.2% tienen cuatro o
más hijos, de los cuales 85.6% viven en la misma casa o
son vecinos; el promedio de convivientes es 3.83.

En cuanto a autopercepción de salud, 50.9% de la
mujeres y 37.5% de los hombres referían sentirse
saludables; al calificar su propia salud 25% del total de la
población la consideraba buena y muy buena, sólo
15% mala y el resto término medio; y al compararla con
otras personas de la misma edad 85% se sienten igual o
mejor.

Hubo una caída en el año anterior en 37.6%
de los entrevistados, con una proporción ligeramente mayor
en mujeres; la cifra de caídas con lesión fue 11.4%
de las cuales 8.5% correspondían a fracturas. En cuanto a
caídas recurrentes se encontraron en 93% de las mujeres y
en 43% de los hombres. El promedio de caídas en el
último año fue 2.88 (DE 3.47); a 28.5% de los
ancianos las caídas les originaron discapacidad para
realizar las ABC físicas (caminar) y a 31.4% las ABC
instrumentales (oficios en casa). Casi 70% de la muestra
expresaron mucho miedo a caer, y apenas 19.3% manifestaron poco o
ningún miedo.

DISCUSIÓN

Es importante destacar el porcentaje tan alto de
ancianos con menos de 5 años de educación, que es
la constante entre los ancianos campesinos de todo el mundo,
inclusive en países desarrollados como Estados
Unidos9. Esto por sí solo, constituye un factor
de riesgo para desarrollar enfermedades y
dependencia.

El alto número de hijos y convivientes se puede
deber, como lo refiere la investigadora Virginia Gutiérrez
de Piñeres10 a la costumbre ancestral en la
cultura paisa
de que los hijos permanezcan con la madre para cuidarla cuando
sea vieja.

La autopercepción del estado de
salud general constituye una de las principales mediciones de
salud en los ancianos11, y se correlaciona
estrechamente con el número de síntomas informados,
visitas al médico e ingestión de medicamentos.
Además, la disminución en las ABC, está
unida a una pobre percepción
del estado de salud12. Preguntar cómo percibe
su salud, permite al evaluador hacer una apreciación
global del estado de bienestar del anciano, no solamente
físico, sino también mental y social. Llamó
la atención que las mujeres en el área rural se
sentían más saludables que los hombres. Un hallazgo
constante durante todo este proyecto consistió en la mejor
salud de las mujeres campesinas en comparación con los
hombres. Como no hay una explicación clara de este
fenómeno, se requiere un estudio más
específico para definir los factores que pueden haber
determinado estas observaciones.

En este estudio alrededor de la cuarta parte de los
ancianos refirieron una buena o muy buena percepción de su
salud a pesar de las dificultades económicas existentes.
Es posible que el hecho de una actividad física constante, el
mantenimiento
de una ocupación y el continuar aún productivos
sean las razones para este hallazgo. Si se compara con otro
estudio13, es interesante destacar la pobre
autopercepción de salud entre ancianos campesinos
estadounidenses al igual que un estado de salud más
precario.

Como sucede con las poblaciones urbanas en los
países en desarrollo,
las redes de apoyo
primarias, constituidas por la familia
conviviente o vecina en términos relativos, son bastante
fuertes14,15. Esto garantiza la atención y el
cuidado de ancianos en casos de enfermedad y discapacidades. Se
mantienen las familias multigeneracionales y numerosas, que se
insiste son la mejor estrategia
preventiva para una institucionalización temprana, pues en
caso de presentarse problemas, hay suficientes personas que
pueden colaborar en atender y ayudar al anciano.

Las caídas se consideran uno de los gigantes de
la geriatría, y sus consecuencias (fracturas, deterioro de
la movilidad y pérdida de independencia), constituyen factores fundamentales
de discapacidad y minusvalía. En Colombia representan 52%
en las mujeres y 23% en los hombres, de las enfermedades debidas
a trauma y violencia en mayores de 60 años16.
Se estima que más o menos la tercera parte de las personas
mayores de 65 años que viven en la comunidad, han tenido
una caída en el último año17. La
proporción de 37.6% en el último año
está de acuerdo con este dato, pero es superior al
número informado de caídas en campesinos de
países en desarrollo, donde las cifras de caídas
oscilan entre 14% y 23%18,19.

Llama la atención que en los que caen, 90%
tuvieron caídas recurrentes, cantidad mucho más
alta que la informada por Luukinen (6% en hombres y 14% en
mujeres) en una población rural en Finlandia20,
lo que sugiere que los factores causales persisten y se deben
llevar a cabo programas para prevenir las caídas, pues su
principal consecuencia la representan las fracturas. En efecto,
cerca de 5% de los que caen sufren una fractura y 1% fractura de
cadera17. En este estudio se encontró un
porcentaje muy alto de fracturas, lo que obliga a una investigación más amplia que permita
conocer los mecanismos y causas de las caídas en esta
población.

Alrededor de la mitad han tenido casi caídas, lo
que sugiere dos situaciones: a) los ancianos campesinos poseen
buenos mecanismos de equilibrio
para evitar una caída al suelo y b) que
los factores de riesgo para caer, como escaleras y mobiliario,
son constantes entre la población campesina.

Otra consecuencia de las caídas, es el miedo a
caer; más de dos terceras partes de los encuestados
referían mucho miedo a caer; algunas explicaciones
podrían estar en conexión con aspectos como la
experiencia personal o con otros, como una caída con
lesión, o con deterioro de los mecanismos de equilibrio,
especialmente los relacionados con el sistema
visual.

Los ancianos campesinos son un grupo que requiere una
mayor atención de los agentes de salud, porque como
muestra este estudio, tienen mayor cantidad de problemas y
factores de riesgo para desarrollar discapacidades; por tanto,
son prioritarios estudios que permitan encontrar soluciones
prácticas.

REFERENCIAS

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calidad de
vida rural en Colombia. En pobreza rural. Bogotá;
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Modelos de
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1995.

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8. Carmona F, Moreno L. Encuesta sobre conocimientos,
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13. Mainous AG, Kohrs FP. A comparison of health status
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14. Yassin Z, Terry Rd. Health characteristics of rural
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20. Luukinen H, Kosky K, Kivela SL, Laippala P. Social
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among the home-dwelling elderly. Public Health 1996; 110:
115-18.

José Fernando Gómez, M.D.2,
Carmen Lucía Curcio3, John Ericson
Orjuela4, John Jairo Ramírez5
1. Este proyecto
se desarrolló con el patrocinio de UNIR (Una Nueva
Iniciativa Rural).
2. Profesor,
Departamento Clínico Quirúrgico, Facultad de
Ciencias para
la Salud, Universidad de Caldas, Manizales.
3. Profesora, Departamento de Acción
Física Humana, Facultad de Ciencias para la Salud,
Universidad de Caldas, Manizales.
4. Estudiante de Medicina,
Universidad de Caldas, Manizales.
5. Estudiante de Educación
Física y Recreación, Universidad de Caldas,
Manizales.

Partes: 1, 2
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