Estética en odontología. Parte I . Aspectos psicológicos relacionados a la estética bucal
Original: Acta odontol. |
Resumen: La búsqueda de los pacientes para
mejorar la apariencia de sus sonrisas ha planteado retos en
odontología estética. Desarrollar una sonrisa
placentera es una aventura artística. El odontólogo
debe refinar su percepción
y permitir el desarrollo de
sentimientos individuales de acuerdo a un criterio objetivo. La
estética es un fenómeno del intelecto que engendra
una emoción que implica una connotación de
placentero o no placentero. De hecho, los efectos
psicológicos positivos de mejorar la apariencia,
generalmente, contribuyen a una mejor autoimagen y una autoestima
fortalecida. Según los resultados de los estudios
psicológicos, las personas atractivas son consideradas
más calificadas y confiables por ello los pacientes
demandan una apariencia más juvenil como un elemento
esencial de la terapia.
Palabras claves: Principios estéticos,
elementos estéticos, respuesta psicológica emisor
– receptor.
Abstract: Patients seeking to improve the
appearance of their smiles have driven the profession toward
challenges in esthetic dentistry. Developing a pleasing smile is
an artistic venture. Dentist should refine his perception and
allow the development of individual feelings in accordance with
objetive criteria. Esthetics is a phenomenon of the intellect
that engenders an emotion that connotes which is pleasent or
unpleasent. In fact, the positive psycological effects of
improving appearance often contribute to a improved self-image
and enhanced self esteem. Patients demand a more youthful
appearence as an essential element of therapy given the
longstanding psychological finding that attractive persons are
considered more qualified and reliable.
Key word:
Esthetic principles, esthetic elements, psychological
answer.
INTRODUCCIÓN.
Cada día es mayor el interés de
nuestros pacientes en mejorar la apariencia de sus sonrisas y con
ello lograr una mayor confianza en la
comunicación con sus semejantes. Esto se debe a la
influencia de los medios de
comunicación social, que han impuesto patrones
que generan cambios en la conciencia
estética de las personas, donde se identifica el éxito
personal, con
aquellos individuos que presentan una sonrisa bella y
placentera1.
Esa sonrisa placentera es una expresión de
júbilo que enriquece no solamente a quien sonríe,
sino también a quien la observa. La responsabilidad del odontólogo es
preservar, crear o mejorar dicha sonrisa, sin comprometer la
función2.
Esto ha obligado a la odontología a buscar, a
través de sus procedimientos y
materiales, la
estética. Así pues, en ese intento de responder a
las necesidades de nuestros pacientes, debemos desarrollar
habilidades, que al producir una recreación
artística y emocional de la composición de la
sonrisa brinden una gran ayuda su paciente3, 4.
Nuestra meta no es solo colocar restauraciones indetectables,
sino crear expresiones artísticas bellas, que conllevan un
mensaje y una mejoría en la apariencia de la
cara4.
La odontología estética proporciona
grandes satisfacciones, porque trata de responder a las
necesidades funcionales del paciente y a sus aspiraciones
estéticas3. El reto de desarrollar una sonrisa
placentera es una aventura artística4.
Naturalmente, debemos partir del manejo correcto de los
materiales y las técnicas,
que descansan sobre el fundamento firme de los principios
científicos de diagnóstico y tratamiento. Los
odontólogos debemos actualizarnos para poder
responder a las demandas estéticas de un paciente bien
informado3, 5.
Tal vez, la manera de lograr los mejores y más
predecibles resultados en este campo es por medio del estudio de
los PRINCIPIOS O PARÁMETROS ESTÉTICOS6.
Además, El estudio de las artes visuales para la
exploración de la naturaleza de
la belleza, a través del estudio de los elementos de una
composición artística, puede mejorar nuestras
habilidades en odontología
estética4.
Por lo amplio del tema se decidió dividirlo en
cuatro partes: la primera, los aspectos psicológicos
relacionados a la estética bucal; la segunda, el papel de
los principios estéticos aplicados a la
odontología; la tercera, los elementos artísticos
de utilidad para
nuestro campo y la cuarta, un breve recuento del aporte de cada
especialidad para el logro de una armonía estética
a través de nuestros tratamientos. El objetivo de este
artículo es describir el significado de la estética
para el ser humano, desde el punto de vista
psicológico.
Al estudiar la estética, no podemos apartarnos de
la esencia del ser humano, es por ello que hoy igual que ayer,
estas palabras tienen vigencia.
‘’LA BELLEZA FÍSICA ESTÁ
INCOMPLETA SIN LA ANIMACIÓN QUE PROVEE LA BELLEZA
INTERIOR, COMO UNA LUZ OCULTA, LA
BELLEZA DEL ALMA INFUNDE
BELLEZA AL CUERPO.’’ Víctor Hugo
Para los antiguos griegos, la belleza era
fácilmente relacionada con bondad y verdad. De hecho, la
triada de términos BELLEZA, BONDAD Y VERDAD fue llamada
los tres valores
fundamentales, esto implicaba que el valor de cada
cosa podía ser juzgado en referencia a estos tres patrones
(figura 1).
Figura 1.
Si embargo, hasta hace poco tiempo la
importancia que se le daba a la belleza se enmascaraba con la
necesidad de eficiencia. Es
por ello que se propuso la utilidad o el placer como un valor
adicional a los tres fundamentales (figura 2). Naturalmente, con
una verdadera eficiencia siempre encontramos cierto grado de
belleza, que dará al individuo
alguna satisfacción moral6.
Figura 2.
Aunque, tanto la estética como la belleza
dependen del espectador y están relacionadas a cualquier
situación, no se puede aplicar ninguna directriz
rígida para su evolución, no obstante, existen principios
básicos que debemos tener presentes para su
logro7. El origen de la estética es su
percepción. En un sentido amplio, la estética es un
fenómeno del intelecto. Cuando el término
ESTÉTICO o ANTIESTÉTICO es utilizado, genera una
emoción que implica la connotación de placentero o
no placentero8.
Los estímulos generan una respuesta
fisiológica y evocan una respuesta psicológica, que
puede estar condicionada por una gran variedad de elementos. Es
decir, si la percepción de una experiencia visual, por
parte del observador, es placentera o no placentera,
dependerá de varios factores, entre ellos, los culturales
y las experiencias previas que se interpretan inconscientemente.
Así, lo bello para una cultura puede
ser feo para otra6, 8. (figura 3)
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