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Estética en odontología. Parte II. Papel de los principios estéticos en la odontología (página 2)



Partes: 1, 2

Figura 2.

La segunda se refiere a plantas y
animales, son
unidades dinámicas. Las primeras son pasivas e inertes
mientras que las últimas son activas, vivientes y
crecientes3 (figura 3).

Figura 3.

Factores como la edad, el sexo y
la
personalidad son extremadamente importante porque ellas
proveen un tipo de unidad subjetiva necesaria para dar un efecto
total específico de una vida, una edad y un lugar en el
tiempo. El
odontólogo debe lograr la unidad dinámica, no la unidad
estática3.

DOMINIO. 

El dominio no puede
ser ignorado. Los objetos más grandes, más
brillantes y más centrados atraen la atención5. El
dominio es un requisito primario para proveer unidad, así
como la unidad es un requisito primario para proveer
composición. El color, la forma y
las líneas son factores que pueden crear dominio. El
dominio implica la presencia de elementos similares subsecuentes
que proporcionan fuertes factores de contraste4.

Un grupo de
objetos con un peso visual similar produce incoherencia en una
composición a menos que ellos se coloquen siguiendo un
patrón definido para lograr una composición
estática3.

La boca es el elemento dominante de la cara, domina por
su tamaño, su movilidad, el significado fisiológico
y los aspectos psicológicos involucrados. La cantidad de
dominio viene dada por la personalidad
del paciente y la fuerza de las
facciones del rostro con las que la boca debe competir para
lograr dominio3, 4.

En cuanto a la composición dental, el dominio se
puede incrementar haciendo más visibles los dientes, esto
se puede lograr modificando el tamaño, logrando dientes
más claros o colocándolos más
vestibularizados e inclusive exponiendo un mayor largo
gingivo-incisal3. En cualquier sonrisa el diente más
dominante en el sector anterior por su alineación y
tamaño debería ser el incisivo central superior3,
6, 7. El siguiente dominio debería estar ubicado en la
región del camino o premolar, uno de ellos debe marcar la
esquina de la boca y con ello la fuerza visual en el arco, sin
este dominio el arco luce natural sin vigor y sin individualidad.
Esto debe estar en relación a la personalidad proyectada
por el paciente6.

En odontología, la evaluación
de la belleza no debe ser restringida a la composición
dental. El dominio es el factor clave requerido para proveer una
evaluación más amplia de la composición
dentofacial y la necesidad de una integración armoniosa de una
composición dental en una estructura
facial4. Rufenacht4 estableció como principio que el
dominio debe ser evaluado a la luz de la
connotación física y
psicológica.

FUERZAS COHESIVAS Y SEGREGATIVAS.

Los elementos que tienden a unificar una
composición son fuerzas cohesivas. El arreglo de los
elementos en una forma definida, de acuerdo a un principio o,
inclusive, un borde es una fuerza cohesiva. Las fuerzas
segregativas proveen variedad en la unidad, para hacer un
diseño
efectivo porque aun si los elementos deben ser colocados juntos
en un todo, deben ser arreglados de una manera interesante3,
4.

Rufenacht4 establece un principio en relación a
estos factores de modo tal que en una composición
dentofacial, la armonía dependerá del equilibrio
creado entre las fuerzas cohesivas y segregativas.

BALANCE.

El balance se refiere al equilibrio óptimo
percibido en una composición5. El balance puede ser
definido como la estabilización resultante del ajuste
exacto de fuerzas opuestas. Se sugiere estabilidad cuando todas
las partes son ajustadas apropiadamente unas a otras y cuando
ninguno de los elementos constituyentes está fuera de
proporción. El equilibrio no se refiere solo a fuerzas o
peso sino también a la estética. Una composición balanceada
luce pacífico, estable o permanente porque se elimina la
tensión visual3, 4, 5. Generalmente, el balance derecho y
el izquierdo deben ser considerados en términos de peso
visual sobre un fulcrum localizado centralmente. En
relación al balance, las cosas ubicadas más lejos
del centro tienen más impacto que aquellas más
cercanas4(figura 4).

Figura 4.

El balance debe lograr en una composición
exitosa. Cualquier peso visual adicional a uno de los lados del
fulcrum requiere una compensación que balancee el otro
lado de la línea media. Además, se debe considerar
el principio de iluminación cuando se habla de balance. Un
objeto más claro será percibido como más
grande y este tendrá más peso visual3.

La boca, la cara o la cabeza pueden exhibir campos
complicados y difíciles de fuerzas de diferente naturaleza que
dependerán directamente de la distancia desde la cual el
observador se ubique para analizar y elaborar un juicio
estético4. Por tanto, para Lombardi3, una dentadura
estética tiene su línea media colocada en una
posición estable donde el peso y la dirección visual están en equilibrio
a ambos lados.

PROPORCIÓN.

Así como la música es el estudios
de la armonía del sonido en el
espacio, la proporción es el estudio de la armonía
de las estructuras en
el espacio6. La armonía se desarrolla a través del
ritmo y la repetición5.

El concepto de
belleza se relaciona con frecuencia a la armonía en
proporción. El hablar de proporción, denota una
noción de relación, porcentaje o medida en su
determinación e implica la cuantificación de
normas que
pueden aplicarse a cada realidad física. La
división satisfactoria de una superficie en partes que
contraste en forma y tamaño, aún más,
relacionando una a otra se llama radio repetido.
El lenguaje de
las matemáticas se ha considerado siempre como
una referencia relativa al entendimiento de la naturaleza4.
Muchos fenómenos naturales exhiben una proporción
curiosa, con un efecto visual satisfactorio sobre forma
geométricas8.

La idea de la aplicación de este lenguaje a las
artes como un criterio objetivo de
evaluación ha atraído la atención de generaciones de filósofos, quienes han deseado probar la
hipótesis que la belleza puede ser
expresada matemáticamente. La elaboración de una
fórmula donde se evalúa un radio para la
relación armoniosa entre dos partes, se ha usado desde
tiempos inmemorables6 y los llamados números dorados9, 10,
11 dan crédito
a esa fórmula. Este número dorado se ha utilizado
como base desde la constitución de Partenón en Atenas,
hasta el diseño contemporáneo6, 8. Hay muchas
manifestaciones de esta proporción en la naturaleza. La
forma más simple de esta proporción se expresa a
través de dos partes donde el radio entre ellas
está en proporciones doradas, una de ellas es 1,618 veces
más grande que la otra6.

Polyclitus, quien produjo un estudio matemático
de la belleza, afirmó la belleza depende de diferencias
infinitas y resultados de la armonización de una multitud
de números. Sin embargo, creer que la naturaleza y la
belleza deben depender solamente de reglas numéricas
obedecería a un deseo extremo de
simplificación4. 

En odontología, el concepto de proporción
y radio repetido se ha explorado en relación al
tamaño de los dientes y a la división horizontal
del área de la boca. Lombardi3 destacó la
importancia de la proporción entre ancho y largo en las
dimensiones de los dientes individualmente y entre los
tamaños de los dientes anteriores en conjunto. En base a
esto, podemos establecer el radio entre el ancho del central
superior con respecto al lateral superior, repitiendo el radio
entre lateral y la parte mesial visible del canino y así
sucesivamente hasta colocar todos los dientes en el
espacio.

Si se sigue la fórmula de las proporciones
doradas, una sonrisa vista directamente desde el frente se
considera estéticamente adecuada si cada diente,
comenzando desde la línea media, es aproximadamente el 60%
del tamaño del diente inmediatamente anterior a
éste. Esto se basa en la impresión que se recibe
con los dientes de frente, es decir su tamaño aparente, no
se refiere a tamaños medidos. Naturalmente, este teorema
no es absoluto, es solo una guía práctica para
establecer proporcionalidad6, 7, 8, 12(figura
5). 

Figura 5.

Así mismo, el tercio inferior de la cara se
divide en proporción dorada por el borde incisal de los
dientes superiores cuando la cara está en reposo. Esto no
es tan preciso y la variación está relacionada a la
curvatura del mentón y a la de la punta de la nariz con
respecto al labio superior6. Para Chiche y Pinault1 el
término proporción que implica geometría y aritmética y asocia la
belleza con valores
numéricos debe ir de la mano con el término
idealismo, que
nos permite estudiar y replicar las formas perfectas de los
dientes ante de crear una variación y una
caracterización. Por tanto, la proporción y el
idealismo son herramientas
no metas, es decir, son guías útiles con las que el
artista juega.

Hoy en día, pareciera más pertinente
combinar la cuantificación numérica de la belleza
con la cuantificación psicológica. Es decir, tarde
o temprano se prestará atención a las proporciones,
para alcanzar unos resultados confiables de estética, pro
sin dejar de lado el efecto psicológico de las formas y la
fenomenología de la percepción, para generar reacciones de
evaluación de la estética4. Para Rufernacht4 el
principio sería que la proporción dorada parece ser
un ejemplo de armonía en la cual las fuerzas cohesivas y
segregativas están igualmente integradas.

SIMETRÍA.

Una de las primeras preocupaciones en estética es
la simetría. La simetría se refiere a la
regularidad en el arreglo de la forma u objetos. La diferencia
con el balance es que las cosas que están más lejos
del centro crecen en importancia y peso. En simetría,
todos los elementos son iguales en referencia a su
posición con respecto a un punto central4. Es decir, en
odontología debe haber simetría a partir de la
línea media7.

Rufernacht4 establece el siguiente principio: la
simetría debe ser introducida en la composición
dentofacial para crear una respuesta psicológica
positiva.

Ahora bien, la simetría se refiere a regularidad
en la alineación de los dientes y sirve para definir
cuanta regularidad se requiere y cuanta asimetría se
permite en una composición dental. Naturalmente, la
percepción del paciente va a estar sujeta a variaciones
culturales. De modo tal, que se hace necesaria una buena comunicación entre el paciente y el
odontólogo y una buena educación del
paciente sobre la apariencia natural de las
dentaduras1. 

Una composición estética involucra una
organización de los elementos concebidos
alrededor de principios
unificadores (unidad en variedad) pero con suficiente diversidad
para crear interés
(diversidad en unidad) 4. La variedad es critica para la belleza
visual. La variación no se establece a través de
leyes, el
instinto y la sensibilidad del artista es terminante en este
sentido5.

Un diente puede estar rotado, ser más corto o
ligeramente superpuesto en comparación con el lado
opuesto, pero estas discrepancias menores le pueden conferir
carácter a la sonrisa, alejándola de
lo artificial y monótono de la
perfección11.

Unidad, proporción y simetría son
requisitos que dan orden y propósito a una
composición. Simetría es casi sinónimo de
unidad, pero es necesaria una pequeñísima
diversidad, porque una excesiva regularidad resultaría
monótona. Las características faciales armoniosas
son más simétricas cerca de la línea media
facial y más asimétricas cuando se aleja de la
línea media facial. Para una sonrisa placentera, mientras
más cercano de la línea media la sonrisa debe ser
más simétrica, mientras más lejano de la
línea media, la sonrisa puede ser más
asimétrica. Esto combina orden y espontaneidad. La meta en una
sonrisa natural es lograr un balance placentero entre idealismo y
diversidad4.

PERSONALIDAD.

La estructura de la personalidad puede ser definida de
acuerdo a los siguientes parámetros:

1. Individualidad, idénticas situaciones o
estímulos producen una variedad de emociones que
evalúan la individualidad única de cada ser
humano.

2. Estabilidad, la conducta puede
variar bajo la influencia del ambiente sin
observar cambios estructurales de personalidad.

3. Motivación, luce como un estímulo y
los resultados de ellos se pueden observar.

4. Anatomía, los
eventos solo
existen a través del significado que a ellos se le
otorgan4.

El efecto final que se puede lograr en la
composición dentofacial depende grandemente de la
percepción objetiva y la integración de estos
parámetros en las rehabilitaciones, asumiendo que la
calidad
técnica es una constante confiable.

REFERENCIAS.

1. Chiche G, Pinault A. Artistic and scientific
principles applied to esthetic dentistry. En: Chiche G, Pinault
A, editores. Esthetics of anterior fixed prosthodontics. Chicago:
Quintessence Books; 1994. P. 13-32.

2. Garner JK. Nonsurgical facelifts via cosmetic
dentistry: fact or fiction. Current Opinion in Cosmetic Dentistry
1997; 4: 76-80.

3. Lombardi RE. The principles of visual perception and
their clinical application to denture esthetics. The Journal of
Prosthetic Dentistry 1973; 29: 358-381.

4. Rufenacht CR. Introduction to esthetics. En:
Rufenacht CR, editor. Fundamental of esthetics. Chicago:
Quintessence Publishing Co Inc; 1992. p. 11-32.

5. Valo TS. Anterior esthetics and the visual arts:
beauty, elements of composition, and their clinical application
to denttistry. Current Opinion in Cosmetic Dentistry 1996; 3:
24-32.

6. Levin EI. Dental esthetics and the golden proportion.
The Journal of Prosthetic Dentistry 1978; 40: 244-252.

7. Levine JB. Esthetic diagnosis. Current Opinion in
Cosmetic Dentistry 1996: 9-17.

8. Knight G. Puntos de referencia
estéticos-directrices de realidad y ficción. FDI
Dental World. 1992 5:11-13.

9. Bello A, Jarvis R. A review of esthetic alternatives
for the restoration of anterior teeth. The Journal of Prosthetic
Dentistry 1997; 78:437-440.

10. Dzierzak J. Restoring the aging dentition. Current
Opinion in Cosmetic Dentistry 1996: 41-44.

11. Matthews TG. The anatomy of a smile. The Journal of
Prosthetic Dentistry 1978; 39: 128-134.

12. Heymann HO. The artistry of conservative esthetic
dentistry. Journal of American Dental Association 1987; special
issue: 14E-23E.

Olga González Blanco. Odontólogo
U.C.V., Magíster Scientiarum en Odontología
Restauradora y Oclusión Universidad de
Michigan, Profesor
Asociado Facultad de Odontología U.C.V.
Ana Lorena Solórzano Peláez.
Odontólogo U.C.V., Especialista en Prostodoncia U.C.V.,
Profesor Contratado Facultad de Odontología U.C.V.
Rebeca Balda Zavarce. Odontólogo U.C.V.,
Magíster Scientiarum en Prostodoncia U.C.V., Profesor
Titular Facultad de Odontología U.C.V.

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