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Estimación de la prevalencia de hipotiroidismo en España a partir del consumo de hormonas tiroideas (1996-1999) (página 2)



Partes: 1, 2

 

 MATERIAL Y
MÉTODOS

El presente estudio se ha realizado para los años
1996 y 1999 mediante el análisis de los datos de
prescripción del grupo
terapéutico H03 de la Anatomical Therapeutic
Chemical
(ATC)19,20, proporcionados por la
Subdirección General de Planificación Farmacéutica del
Ministerio de Sanidad y Consumo,
haciendo referencia a las especialidades existentes en el
mercado
español y
consumidas mediante receta oficial del Sistema Nacional
de Salud, en el
medio extrahospitalario.

Siguiendo las técnicas
del Drug Utilization Research Group (DURG) de la OMS,
expresaremos nuestros resultados utilizando la DHD, esto es, la
DDD/1.000 habitantes/día, ya que los resultados de los
estudios cuantitativos realizados en el medio comunitario se
expresan de esta forma por acuerdo internacional19.La
Dosis Diaria Definida (DDD) se define como la dosis media
diaria habitual de un medicamento cuando se utiliza para su
indicación principal en adultos.
El valor de la
DDD correspondiente a cada principio activo viene determinado por
la Nordic Council on Medicines y en el caso de la hormona
tiroidea es de 150 microgramos19.

Las especialidades farmacéuticas de hormona
tiroidea disponibles en nuestro país durante los
años estudiados y, por tanto, consideradas en el
análisis son las reflejadas en la tabla
115.

La DHD expresa el número de dosis promedio que se
han prescrito para el consumo en un día y permite estimar
con carácter de tasa poblacional «el
número de personas que consume una dosis de tratamiento
diariamente en un momento dado (prevalencia de punto)». La
DHD se obtiene de la fórmula:

DHD = DDD/1.000 habitantes/día = [Cantidad de
medicamento vendido en 1 año/DDD ´ 365 días
´ n.º
habitantes] ´
1.000

El numerador, cantidad de medicamento vendido, se
obtiene multiplicando el número de envases vendidos por el
número de unidades que presenta cada envase y por la
cantidad de principio activo de cada unidad16-18. La
población utilizada es la registrada en el
Padrón de Habitantes de 1996 y en 1999 21,22.
De este modo obtenemos una tasa de prevalencia de enfermos en un
día del período por cada 1.000 habitantes,
técnica que ya ha sido utilizada en numerosos
estudios10-14,18. El incremento porcentual se ha
calculado aplicando la siguiente fórmula:

(DHD 1999-DHD 1996) ´ 100/DHD 1999

Para efectuar los cálculos necesarios en la
realización de este trabajo se
utilizó el programa
informático Excel
7.0.

RESULTADOS

Se estima una prevalencia nacional de hipotiroidismo de
3,19 casos por 1.000 habitantes (IC95%: 2,89-3,46) en
1996 y de 4,33 casos por 1.000 habitantes (IC95%:
4,02-4,63) en 1999, lo que supone, en números absolutos,
un total de 126.505 enfermos en 1996 y 175.019 enfermos en
1999.

En la tabla 2 se reproducen los valores
obtenidos de DHD en las diferentes provincias españolas,
así como el incremento porcentual en cada una de ellas. Se
aprecian diferencias entre las provincias, alcanzando
Guadalajara, Madrid y
Orense los valores
más altos en 1996, mientras que en 1999, las DHD
más altas se observan en Madrid, Guadalajara y
Cáceres, ya que Orense ha tenido uno de los incrementos
menores (18,79 %) lo que la sitúa en una cifra de DHD
media. Las cifras mínimas son las registradas por Melilla,
Jaén y Cádiz.

La tabla 3 presenta los valores de la DHD por
Comunidades Autónomas. Las DHD más elevadas las
presentan Madrid, Aragón y Castilla la Mancha en 1996,
mientras que en 1999 La Rioja presenta unos valores mayores que
Aragón. Ceuta, Baleares y Melilla ostentan las cifras
más bajas de prevalencia en ambos periodos.

En todas las provincias y Comunidades Autónomas
se ha producido un incremento de la DHD en el año 1999,
respecto a 1996; estos incrementos han resultado
estadísticamente significativos (p<0,05). La Comunidad
Autónoma que ha tenido el incremento porcentual más
bajo ha sido Asturias (9,62 %) y el más alto La Rioja
(35,26 %). Entre las provincias, el incremento menor ha
correspondido a Jaén (5,95 %) y el más elevado, a
Palencia (56,24 %), que ha duplicado su DHD en 1999. El
incremento porcentual para el conjunto nacional fue de 26,38
%.

DISCUSIÓN

Como se ha comentado en resultados, mediante la
determinación de las DHD utilizando la DDD recomendada por
la Nordic Council on Medicines, el Drug Utilization
Research Group
y la OMS, aplicadas a la prescripción
de hormonas
tiroideas, se estima que la prevalencia del hipotiroidismo en
España
para el año 1996 fue de 3,19 por 1.000 habitantes y de
4,33 por 1.000 habitantes en 1999.

Los datos obtenidos estarían dentro del intervalo
aportado por algunos estudios previos, aunque por debajo de los
hallados por otros realizados en grupos
determinados de edad4,5, si bien no debemos olvidar
que las comparaciones entre estudios realizados con diferentes
metodologías deben hacerse con extrema
precaución8,17. Los casos detectados con los
estudios de utilización de medicamentos son los
diagnosticados y tratados; debemos
tener presente que ésta es una metodología que tiende a subestimar la
prevalencia real9,10,23 y que está referida
siempre a la población general, no permitiendo la
diferenciación entre grupos de edad ni entre
sexos.

Las diferencias geográficas observadas
podrían estar condicionadas por diversos factores, como
las diferencias en el patrón dietético (mayor
consumo de pescado en zonas costeras, ingesta de alimentos
bociógenos en las zonas occidental y sur de Galicia), las
diferencias regionales en la accesibilidad a los servicios
sanitarios, la existencia de programas de
captación activa de casos subclínicos en
determinadas áreas sanitarias o la puesta en marcha de
programas de promoción del consumo de sal yodada por la
población general2-4.

La derivación asistencial a Madrid de casos
procedentes de comunidades limítrofes puede hacer que se
vendan más unidades de medicamentos en esta Comunidad
Autónoma, que es la que presenta una mayor DHD, sin
embargo el consumo en las comunidades limítrofes
está también entre los más altos.

Se ha descartado la posibilidad de que la distribución por sexos en las diferentes
regiones pueda estar contribuyendo a la existencia de las
variaciones geográficas halladas.

La aplicación del método
elegido en este estudio sólo llega a ser estable tras la
completa introducción del fármaco en el
mercado y tras la estabilización de los datos de ventas del
producto en el
tiempo16 (requisitos que se cumplen en el caso del
principio activo que nos ocupa, las hormonas
tiroideas).

El carácter crónico del hipotiroidismo
requiere el consumo de tratamiento sustitutivo con hormona
tiroidea diariamente y a lo largo de toda la vida del paciente,
constituyendo éste el único tratamiento actual de
esta patología. No existen presentaciones comerciales de
difícil dosificación (gotas, soluciones…). Así mismo, no se han
producido variaciones importantes en su comercialización, el acceso a ella es
fácil y barato, ya que es de aportación reducida en
la Seguridad
Social y su eficacia es
incuestionable. Todas estas características hacen posible
la estimación fiable de la prevalencia de hipotiroidismo a
través del análisis de los datos del consumo de
hormona tiroidea8,16-18.

La posible sobrestimación de la prevalencia que
puede derivarse del uso de hormona tiroidea en procesos
tiroideos distintos del hipotiroidismo crónico
sería mínima, en cuanto su uso es esporádico
y limitado en el tiempo. En
cualquier caso, dada la conocida infraestimación de la
prevalencia propia de esta técnica, ésta se
vería compensada.

La disponibilidad de los datos de consumo de hormonas
tiroideas en el sistema sanitario público es exhaustiva,
pero su uso para estimar la prevalencia de hipotiroidismo
clínico está supeditado a diversos condicionantes,
como son el hecho de que todos los enfermos de hipotiroidismo
sean tratados con hormonas tiroideas, que éstos cumplan la
pauta terapéutica prescrita y, por otro lado, que la
población enferma acuda al sistema sanitario
público.

La gravedad de la enfermedad hipotiroidea y la elevada
especificidad de las indicaciones de hormona tiroidea hace
difícil el consumo arbitrario y no controlado. Por otro
lado, es cierto que la dosis prescrita no siempre se ajusta a la
DDD establecida oficialmente, siendo variable por edad y sexo,
generalmente más baja en personas ancianas pero a veces
más alta en personas jóvenes, lo cual
compensaría la estimación1,4,5. En
cualquier caso, como dijimos anteriormente, una limitación
intrínseca de la técnica utilizada es la
imposibilidad de hacer diferencias por edad y sexo, lo que
siempre debe tenerse en cuenta al valorar los resultados
obtenidos.

El pago reducido de los medicamentos por parte del
usuario y los principios de
equidad y
accesibilidad establecidos por la Ley General de
Sanidad de 198624, disminuyen en gran medida la
derivación de estos pacientes a la asistencia sanitaria
privada, disminución que es prácticamente total si
se trata, como en este caso, de tratamientos crónicos.
Estas características de nuestro sistema sanitario hacen
que el consumo obtenido mediante el método empleado en
nuestro trabajo pueda considerarse una aproximación
aceptable a las cifras reales de consumo18. Sin
embargo, hemos de tener en cuenta que no todos los medicamentos
vendidos son consumidos (diferencia entre la Dosis Diaria
Prescrita y la Dosis Diaria Consumida), y que la
adquisición de medicamentos puede hacerse en distinta
población de la de residencia, lo cual podría
influir en la estimación de la prevalencia de algunas
provincias.

En definitiva, creemos que las características de
la enfermedad estudiada y su tratamiento permiten considerar
fiable la estimación de su prevalencia con el
método utilizado, y aún más su evolución en el tiempo. Los incrementos
observados en el consumo en todas las Comunidades
Autónomas podrían ser explicados por mejoras en la
detección y diagnóstico de la enfermedad, más
que por una elevación real en su prevalencia, ya que no
hemos encontrado datos que reflejen un aumento en la incidencia
de la enfermedad.

Por último, pensamos que los datos aportados en
este estudio pueden ser útiles como punto de partida para
otros estudios locales y realizados con métodos
analíticos, así como indicadores de
la evolución temporal en el tratamiento del
hipotiroidismo.

AGRADECIMIENTOS

A la Subdirección General de Ordenación y
Asistencia Farmacéutica del Ministerio de Sanidad y
Consumo, que facilitó los datos necesarios para llevar a
cabo este trabajo.

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24. Ley 14/1986 de 25 de abril, Ley General de Sanidad.
BOE núm. 112 de 24/4/86.

Consuelo Morant Ginestar (1), Juan José
Criado-Álvarez (1), Rocío
García-Pina (2) y Begoña Pérez
Garrido (1)
(1) Sección de Investigación y Docencia.
Centro Regional de Salud Pública. Talavera de la Reina
(Toledo).
(2) Sección de Vigilancia Epidemiológica. Centro
Regional de Salud Pública. Talavera de la Reina
(Toledo).
Correspondencia: Juan José Criado-Álvarez.
Sección de Investigación y Docencia. Centro
Regional de Salud Pública. Carretera de Extremadura, Km
114. 45600-Talavera de la Reina (Toledo).

Partes: 1, 2
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