Factores de riesgo en niños en observación del Hospital Central de San Cristóbal y medicina familiar
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Resumen: Se presenta un estudio
prospectivo en 200 pacientes pediátricos en edades
comprendidas entre 1 a 12 años, de los cuales 100
corresponden a niños
en observación pediátrica del Hospital
Central de San Cristóbal (HCSC), tomado como grupo 1, y 100
corresponden a niños que acudieron a consulta en la Unidad
II de Medicina Familiar, de los cuales 37 corresponden al grupo 2
(consultas curativas) y 63 al grupo control
(consultas de control). En un periodo de 3 meses. El estudio
reveló que más de la mitad de las consultas se
debieron a enfermedades prevenibles y
medianamente prevenibles.
Se observaron índices de desnutrición leve en el grupo 1 y 2 y en
riesgo de
sufrirla en ambos grupos. El
esquema de inmunizaciones en los 3 grupos fue satisfactorio. Un
elevado porcentaje de niños pertenece a hogares con
necesidades básicas insatisfechas y alto índice de
hacinamiento en ambos grupos. En ambos grupos se presentaron
situaciones críticas en la familia, en
el grupo 1 se apreció bajo nivel de alarma. Se
demostró en ambos grupos que existe una relación
directa de los factores de riesgo con la incidencia de
enfermedades prevenibles.
Palabras Claves: Medicina familiar, factores de riesgo,
niños, observación pediátrica, nivel de
alarmas, enfermedades prevenibles.
Abstract: Risk factors in children under observation
in the Central Hospital of San Cristóbal, and family
medicine.
A prospective study of 200 pediatric patients is
presented. The children age rank was 1 to 12 years. One hundred
patients (Group 1) were children under pediatric observation in
the Central Hospital of San Cristóbal, Táchira,
Venezuela, and
the other 100 were children attending the Family Medicine unit II
consult, divided in 37 (Group 2) attending "curative consult"
and63 (Control Group) attending "control consult". The study took
three months. The results showed that more than half of the
consults were due to preventable and median preventable diseases.
The malnutrition index was low in Groups 1 and 2, and in risk of
suffering malnutrition in both groups. The immunizations scheme
in both groups was satisfactory. In both groups (1 and 2) a high
proportion of the children belong to homes with in satisfied
basic needs and high index of overcrowding in both groups (1 and
2) there were critical situations in tile family, with low alarm
level in Group 1. In incidence of preventable
diseases.
Key words: Family medicine, risk factors, children,
pediatric observation, alarm level, preventable
diseases.
INTRODUCCIÓN
Tomando en cuenta que en los niños, las
posibilidades de enfermar y morir depende de la suma de diversos
factores, muchos de ellos prevenibles, y que la compresión
de la realidad por parte del paciente y su familia es de
vital importancia para realizar adecuados programas de
salud
(Wasertreguer y col. 1987), se realizó el presente
trabajo con la
finalidad de conocer los factores de riesgo de la población pediátrica que ingresa al
área de Observación del Hospital Central de San
Cristóbal, y niños atendidos en consulta de la
Unidad II de Medicina Familiar, además se establecen la
prevalencia de enfermedades prevenibles y relaciones de estos
factores con la incidencia de dichas enfermedades. Entre ellos se
pueden citar los factores de riesgo de tipo individual, social y
familiar.
La idea fundamental del enfoque de riesgo nos da una
medida de la necesidad de atención sanitaria. El
conocimiento del riesgo nos permite actuar con
anticipación y tratar de evitar y modificar este riesgo,
además aseguramos que hay una atención apropiada
disponible cuando se presente el problema (O.M.S.,
1985).
La falta de educación de la
madre, induce al destete temprano e ingreso prematuro del
niño a las guarderías, por lo que al introducir la
ablactación lo predispone a mayor riesgo de
desnutrición e infección (O.M.S., 1979).
Con respecto a las relaciones de algunos factores
socio-económicos y bio-demográficos con la nutrición infantil,
se puede afirmar que la calidad de la
vivienda, el abastecimiento de agua, el
hacinamiento, la escolaridad del jefe del hogar y de la madre, el
peso al nacer, son variables que
influyen en el estado
nutricional del niño (O.P.S., 1982).
Las enfermedades entéricas representan una de las
principales causas de enfermedad y muerte en los
niños pequeños en la mayoría de los
países en desarrollo.
Estas enfermedades deben representar un objetivo
prioritario de los programas de atención primaria de salud
planificados o ejecutados en los diversos países (Feachem,
1985).
MATERIALES Y MÉTODOS
El estudio se realizó en el área de
observación Pediátrica del Hospital Central de San
Cristóbal (HCSC) y en la consulta de la Unidad II del
Centro de Medicina Familiar "Dr. Carlos Luis González" en
un periodo de 3 meses, comprendidos desde el 15 de septiembre al
15 de Diciembre 1991.
La muestra tomada
fue de 200 pacientes en edades comprendidas entre 1 mes a 12
años de edad, incluyendo ambos sexos, sin
distinción de clase
socio-económica, patología, grado de
instrucción y procedencia.
De esta muestra, 100 corresponden a pacientes que
permanecieron en observación pediátrica del HCSC
por un periodo no menor de 24 horas o que iban a ser
hospitalizados, correspondiendo al grupo 1; y 100 pacientes que
acudieron a la unidad II de Medicina Familiar, de los cuales 37
acudieron a consulta curativa correspondiendo al grupo 2 y 63
acudieron a consulta preventiva, correspondiendo al grupo
control.
La recolección de la información se llevó a cabo a
través de una encuesta de 30
preguntas cerradas, dirigidas a las madres de los niños
que se encontraban en observación pediátrica del
HCSC y de los niños que acuden a la consulta de la unidad
II del centro de Medicina Familiar "Dr. Carlos Luis
González".
La encuesta contiene desde la identificación del
paciente, aspectos demográficos, aspectos relacionados con
la enfermedad, socio-económicos, tipo de atención
médica que reciben, etc. Se aplicó el método de
Graffar modificado por Méndez Castellano, para
establecer según sus parámetros, a que nivel
socio-económico pertenece cada niño
encuestado.
También se aplicó el test de APGAR
Familiar para determinarla funcionalidad familiar a la que
pertenecen los niños en estudio.
Se aplica el método estadístico de chi
cuadrado para observar la significancia estadística de los parámetros
tomados.
Definiciones operacionales: Las enfermedades de los
niños estudiados se categorizaron:
1. Prevenibles: a) Accidentes e
intoxicaciones
b) Desnutrición y anemias carenciales. c) Abandono,
maltrato, deprivación emocional d) Infecciones prevenibles
por control del ambiente
físico (gastroenteritis, fiebre tifoidea,
parasitosis intestinales). e) Infecciones prevenibles por
inmunizaciones. f) Infecciones susceptibles de control por
diagnóstico temprano, tratamiento temprano
o seguimiento de contactos (tuberculosis,
venéreas). g) Enfermedades detectables por
diagnóstico temprano (luxación congénita de
cadera).
2. Medianamente prevenibles: Aquellas cuya
hospitalización pudo haber sido evitada y su gravedad
atenuada con medidas oportunas (diagnóstico temprano,
tratamiento adecuado, mejor nivel socio-económico, etc):
a) Infecciones (neumonías en niños mayores de 1
año de edad, celulitis, piodermitis). b)
Rehospitalización por acidosis diabética. c) Fiebre
reumática.
3. No prevenibles: Infecciones no prevenibles,
neoplasias, anomalías congénitas, etc.
Hogares con necesidades básicas insatisfechas
(NBI). Se consideraron como tales los hogares que cumplieron con
una o varias de las siguientes condiciones que definen los
niveles críticos de privación (pobreza):
hacinamiento (hogares con 3 o más personas por cuarto);
vivienda inconveniente (rancho, pieza en alquiler, "otro tipo");
condiciones sanitarias deficientes (mala disposición de
excretas y basura, falta
de agua
potable).
Situación critica familiar: existencia de una
situación critica desestabilizante del grupo familiar en
los últimos 6 meses -pérdida de empleo, muerte
de un familiar cercano, migración,
separación conyugal, embarazo de la
madre.
Bajo nivel de alarma: se consideró cuando el
tiempo
transcurrido entre la iniciación de los síntomas y
la consulta fue mayor de 48 horas (Wasertreguer y col.,
1987).
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