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Políticas de prevención del tabaquismo en empresas europeas (página 2)



Partes: 1, 2

 

Consideraciones previas para el
desarrollo de
una política
integral de prevención del tabaquismo

Tanto la experiencia internacional como las diversas
políticas y programas
considerados en este informe,
evidencian la necesidad de puntualizar y reconciliar algunos
aspectos a la hora de impulsar una política coherente de
prevención del tabaquismo en el
ámbito laboral. Un
plan para el
diseño
de una política de empresa sobre
tabaquismo debe basarse en la consideración de los
siguientes aspectos:

Integración de varios elementos

Se debe integrar la planificación de diversos elementos de
forma que confluyan en un proceso
eficiente que considerará los diferentes aspectos del
consumo de
tabaco en
la empresa.
Por ejemplo:

  • conocer la percepción de los trabajadores sobre el
    tema;
  • compartir una cultura
    básica respecto a los riesgos
    sanitarios derivados del tabaquismo involuntario;
  • favorecer la separación negociada de
    áreas en las que esté permitido fumar y
    áreas en las que no lo esté;
  • ofrecer apoyo especializado a los fumadores motivados
    para dejar de fumar.

Necesidad de flexibilidad

Es importante ser flexible en el desarrollo de las
políticas impulsadas, habida cuenta de las diferentes
posiciones que cada parte implicada en el proceso puede
presentar. Por ejemplo, de nada serviría disponer de un
modelo
común, de un enfoque compartido, si en la puesta en
práctica se olvida algo tan elemental como evaluar las
posibilidades reales de desarrollo de la política definida
en cada empresa concreta en la que se vaya a trabajar.

Marco normativo vigente

La legislación vigente, diferente de un
país a otro, establecerá los mínimos a los
que la política de la empresa ha de responder, y
servirá como respaldo para justificar la necesidad de
impulsar una política en la materia,
integrada en el conjunto de actuaciones desarrolladas para la
promoción de la salud en el ámbito
laboral.

Situación de la
empresa

Con el fin de poder
desarrollar una política adecuada, es importante tener en
cuenta la situación de partida en relación con el
consumo de tabaco dentro de la empresa. Por ejemplo, elementos
importantes a considerar son:

  • prevalencia del tabaquismo;
  • quejas presentadas por los trabajadores;
  • cumplimiento de las restricciones
    existentes;
  • planes de salud laboral existentes en los que la
    actuación sobre el tabaquismo pueda
    integrarse.

Los diversos interlocutores del mundo de la
empresa

Para asegurar la definición y desarrollo
adecuados de una política sistemática y rigurosa en
materia de prevención del tabaquismo, deberá
propiciarse la complicidad de los diversos interlocutores del
mundo de la empresa. Una política que pueda ser percibida
como fruto de una imposición por parte de los sectores
directivos, sin previa consulta al resto de interlocutores,
será percibida como arbitraria y tendrá pocas
posibilidades de éxito.
Garantizar la participación de todos los sectores y
niveles de responsabilidad en el proceso de
planificación constituye la vía más adecuada
para asegurar la implantación efectiva y no conflictiva de
la política propuesta.

Recursos disponibles

Es importante disponer de información precisa sobre todos aquellos
recursos materiales y
humanos que la empresa va a necesitar para el desarrollo de una
política coherente y sistemática de
prevención del tabaquismo, tales como los servicios de
salud laboral, delegados de prevención o especialistas en
promoción de la salud. También será
necesario considerar los recursos comunitarios existentes para
dar apoyo al programa. Algunos
de dichos recursos podrían ser servicios especializados en
tratamiento del tabaquismo, o instituciones
que pueden proporcionar materiales de apoyo como folletos,
carteles u otro tipo de medios.

Aceptación por parte de la
empresa

La búsqueda de políticas y programas
europeos sobre prevención del tabaquismo en el
ámbito laboral deja claro que existe un alto grado de
aceptación de dichas políticas, tanto por parte de
los empleados, como por parte de los empresarios, y se observa
igualmente que tanto las personas que fuman como de quienes no
fuman creen que la aplicación de este tipo de
políticas es beneficiosa2.

Contra el tabaquismo, no contra los
fumadores

La finalidad de una política de empresa con
relación al tabaquismo no es cuestionar el consumo de
tabaco de los empleados que fuman, si no ordenar los lugares y
los momentos donde se puede fumar. Tal como dice la
OMS3: «Un factor que determina de modo
importante una la eficacia de la
acción
es asegurar que se transmite claramente que el enemigo es el
humo, y no la persona que
fuma». Este punto de vista sintoniza con el enfoque europeo
que es contrario a «la persecución del
fumador», y que promueve una provisión razonable de
ambientes saludables para proteger la salud y la seguridad de los
empleados, independientemente de que fumen o no.

Protección de la salud de quienes no
fuman

A pesar de que una consulta amplia es una de las
premisas básicas de cualquier política rigurosa
sobre tabaquismo en la empresa, en caso de conflicto, la
prioridad debe ser proteger la salud de las personas que no
fuman4.

Un enfoque positivo

Para prevenir el conflicto entre los diferentes
intereses en juego es
necesario partir de un enfoque positivo que permita la
aplicación de todas las medidas a
desarrollar5. Esta
actitud
positiva debe también traducirse en el lenguaje
utilizado, centrando más el discurso en la
promoción de la salud que en la prevención de
riesgos, y utilizando mensajes centrados en la salud y la
seguridad y no en cuestiones morales 6.

Motivos diversos

Existen una serie de motivos que justifican y refuerzan
la implantación de una política sobre tabaquismo en
la empresa6 (ver también capítulo 4):

  • motivos asociados con aspectos de protección
    de la salud de los trabajadores, independientemente de su
    conducta con
    relación al tabaco;
  • motivos relacionados con la seguridad
    laboral;
  • motivos relacionados con la reducción de los
    costes económicos debidos al tabaquismo que recaen sobre
    la empresa.

Promoción de la salud desde la
empresa 

Las actuaciones en este ámbito están
básicamente motivadas por aspectos de salud y seguridad
laboral. En este marco, la finalidad básica de una
política de empresa sobre tabaquismo es reducir el impacto
del uso de tabaco en la salud de los empleados, sean fumadores o
no 7.

Prevención del
conflicto

Existe mayor riesgo de
conflicto entre quienes fuman y quienes no fuman en empresas donde no
existe una política explícita con relación a
este tema. El establecimiento de una política en la
empresa responde a la necesidad de promover el respeto mutuo, la
convivencia laboral y la cooperación, aspectos que
empiezan a ser necesarios desde el mismo momento en que se
diseña la política a seguir8. En resumen, la idea
no es decidir si los empleados pueden o no fumar, pero definir
cuando y donde pueden hacerlo.

Apoyo a los empleados que fuman

Siguiendo el razonamiento de no penalizar a nadie por el
hecho de fumar, la política de empresa sobre tabaquismo
debe ser integral, y por ello debe contemplar medidas de ayuda y
apoyo para dejar de fumar. Esta posibilidad contribuirá a
garantizar y facilitar el compromiso de quienes fuman en el
respeto a la política adoptada.

Resultados esperables

Una política sistemática de empresa en
prevención del tabaquismo puede conseguir diversos
resultados:

  • reducción de la exposición de los empleados -fumen o no-
    al humo de tabaco, los efectos de cuya exposición son
    hoy claros;
  • apoyo a las personas que han dejado de fumar para
    consolidar la abstinencia;
  • motivación para que los empleados que fuman
    dejen de fumar;
  • limitación del consumo entre quienes fuman y
    no quieren dejarlo, o con han conseguido dejarlo. Dado que los
    fumadores -al salir del trabajo– no
    tienden a compensar la cantidad de cigarrillos no fumados
    durante la jornada laboral, la política de empresa sobre
    el tabaco se convierte en una medida eficaz de reducción
    del riesgo. La OMS señala en el documento citado
    anteriormente3 que: «La acción contra
    el ACHT es probablemente la mejor vía para reducir el
    consumo de tabaco»;
  • prevención de situaciones conflictivas entre
    personas que fuman y quienes no fuman.

Una vez conocidas las posibilidades y obligaciones
legales que el marco normativo vigente señala, perfilada
la situación particular de la empresa con relación
al tabaquismo, reconocida la necesidad de contar desde el
principio con la implicación de todos los colectivos
laborales, e identificados los recursos internos y externos que
cabe movilizar, es el momento de abordar el inicio de una
política específica de empresa sobre
tabaquismo.

Elementos de una política
eficaz de prevención del tabaquismo en el ámbito
laboral

En Europa se han
desarrollado diversas iniciativas centradas en el desarrollo de
políticas de empresa con relación al tabaquismo.
Todas las instituciones europeas que han formulado
políticas de prevención del tabaquismo o que han
actuado como asesoras para el desarrollo de dichas
políticas, utilizan unos elementos comunes. A partir del
análisis de las políticas y
programas existentes en Europa, se presenta a continuación
un resumen de los elementos sobre los que existe mayor
consenso.

El compromiso de la empresa

Para asegurar el éxito de una política
sobre tabaquismo es necesario el compromiso de la empresa en su
conjunto. Este compromiso debe manifestarse mediante:

  • La empresa debe proporcionar el apoyo
    explícito de dicha política, sin dejar
    ningún resquicio de duda sobre la posición
    favorable de la dirección al respecto. El apoyo de la
    dirección asegura la viabilidad de los programas.
    Además, la dirección necesita comunicar su
    posición a todos los empleados, dejando claro que esta
    política no se toma de forma aislada sino que forma
    parte de una preocupación global por la promoción
    de la salud y la prevención de riesgos laborales. Las
    medidas específicas con relación al tabaquismo
    deben formar parte de una política global de salud en la
    empresa.

Listado de tareas de la dirección:

– análisis de la situación
actual

comunicación con los empleados

– información personalizada

– búsqueda de comentarios, no de
permiso

– decisión sobre los detalles de la
política interna

– decisión sobre prohibición total o
parcial

– decisión sobre restricciones, en caso de no ser
posible una prohibición total

– señalización de las zonas donde se
permite y no se permite fumar

– seguimiento y evaluación
de la aplicación de las medidas previstas

oferta de
apoyo para dejar de fumar

  • La creación de un grupo de
    apoyo responsable de la coordinación de las distintas fases del
    programa, en el cual se hallen representados todos los
    intereses existentes dentro de la compañía
    respecto al tema del tabaquismo:

– fumadores y no fumadores;

– empleados pertenecientes a los diversos niveles de
responsabilidad;

– representantes de los diversos sectores de la empresa:
Salud Laboral, Recursos
Humanos, Seguridad, representación sindical,
dirección, etc.

En definitiva, cada sensibilidad debe contribuir al
proceso de planificación de tal forma que ningún
sector pueda sentirse excluido y, por tanto, pueda situarse al
margen de la política acordada. La sensación de
exclusión puede derivar en situaciones conflictivas y de
incumplimiento.

Análisis de la
situación

Identificar la situación de partida de la empresa
constituye el primer paso a dar a la hora de impulsar una
actuación sistemática sobre el tabaco en una empresa. Este
análisis deberá incluir, al menos, los siguientes
elementos:

  • Examinar la legislación actual para conocer
    los mínimos legales a los que la empresa está
    obligada en relación con el tabaquismo.
  • Recopilar e integrar los datos
    existentes respecto al impacto del tabaquismo en la empresa.
    Esta información puede incluir datos procedentes de los
    servicios médicos, estudios de prevalencia de consumo,
    morbilidad y mortalidad asociadas al tabaquismo, conflictos
    vividos entre fumadores y no fumadores, etc.
  • Revisar la documentación existente respecto a las
    políticas desarrolladas previamente, a fin de determinar
    su idoneidad en el momento actual, la adecuación de sus
    objetivos y
    su grado de cumplimiento, los problemas
    sobrevenidos en su aplicación, su adecuación al
    marco legislativo actualmente en vigor, etc.
  • Analizar el grado de conocimiento
    y aceptación de la política existente entre los
    trabajadores. En caso de no existir una política
    específica, analizar las demandas o reclamaciones que se
    hayan producido y que sugieren la necesidad de su adopción.
  • Identificar y analizar los puntos fuertes y
    débiles de la política existente, a fin de
    incrementar su adecuación y eficacia.

Planificación

Una vez analizada la situación de partida de la
empresa, el grupo de trabajo responsable de la gestión
de la iniciativa comenzará la planificación de la
política a desarrollar, considerando, cuando menos, los
siguientes elementos:

Consulta con los empleados

Es importante informar adecuadamente a los empleados
sobre los riesgos del consumo de tabaco y, en particular de los
riesgos generados por la exposición al ACHT, pero
también es importante conocer sus opiniones con
relación a la política que quiere adoptar la
empresa. Un cuestionario
elaborado a tal efecto contribuirá a establecer la
situación de la empresa en cuanto a variables como
(ver también anexo 3.1):

  • prevalencia de fumadores y ex-fumadores;
  • proporción de fumadores motivados para dejar
    el tabaco;
  • actitudes ante el consumo de tabaco dentro de la
    empresa;
  • exposición al aire
    contaminado por humo de tabaco;
  • opiniones sobre posibles restricciones a
    adoptar.

Este sondeo permitirá ajustar las decisiones
sobre la política a desarrollar al estado de
opinión general entre los trabajadores, lo cual
incrementará la legitimidad a la política
adoptada.

A fin de que este sondeo sea representativo y la
opinión obtenida útil para inspirar la
política a desarrollar, la consulta deberá
desarrollarse entre una muestra
representativa de los trabajadores integrados en los diversos
sectores y niveles de responsabilidad, sin dejar excluido ninguno
de los intereses en juego.

Establecimiento de objetivos
globales

Es importante definir los logros de diversa naturaleza que
la empresa espera alcanzar con la adopción de una
política sobre tabaco. Estos objetivos deberán ser
concretos, específicos, medibles y fáciles de
entender por parte de todos los trabajadores, a quienes se
comunicarán de manera clara y sencilla de
entender.

Restricción del consumo de
tabaco

En la actualidad existen en Europa empresas que no se
han planteado la adopción de medidas de control del uso
de tabaco, junto con empresas que han prohibido fumar en todas
las instalaciones de la empresa, o empresas que se han limitado a
señalizar áreas libres de humo o específicas
para fumar.

Aunque el control del tabaquismo en el medio laboral es
beneficioso también para los fumadores, el objetivo
básico de una política de empresa es proteger la
salud de los empleados que no fuman. Una política
sistemática para el control del ACHT, requiere la toma de
decisiones respecto dónde y cuándo
estará permitido fumar, o si se va a optar por una
prohibición total. Cada compañía debe
decidir en función de
sus peculiaridades y del entorno sociocultural y legislativo en
el que se ubica.

  • Si bien lo ideal, desde el punto de vista de la
    promoción de la salud desde el ámbito laboral,
    sería que todos las áreas de la empresa fueran
    libres de humo, esto no siempre es posible. En muchos casos
    esta situación hace recomendable habilitar espacios en
    que fumar es posible, separados de aquellos otros espacios en
    los que no se permite fumar.
  • En caso de optar por una restricción parcial
    -habilitación de espacios en los que fumar esté
    permitido- se deberá considerar la necesidad de limpiar
    y ventilar adecuadamente estos espacios, a fin de que el aire
    cargado de humo no se mezcle con el ambiente del
    resto de la empresa donde no se permite fumar. Las áreas
    donde se permitirá fumar deben ser:

– zonas específicamente designadas;

– adecuadamente señalizadas;

– separadas del resto de las áreas de la empresa
y con un sistema adecuado
de ventilación y filtrado de humo;

– zonas donde fumadores y no fumadores no deban
necesariamente convivir.

Los efectos de la restricción ayudan a los
fumadores a dejar el tabaco o al menos a disminuir la cantidad de
cigarrillos fumados. En relación con estos objetivos, los
efectos de la restricción son proporcionales a la
extensión de la restricción 2, siendo
los espacios totalmente libres de humo los que obtienen los
mejores resultados respecto al aumento del número de
ex-fumadores y reducción de la cantidad de cigarrillos
consumidos por cada fumador (ver también el
capítulo 4).

Para garantizar la eficacia de estas medidas será
preciso aplicar las mismas normas y
restricciones en toda la empresa por igual. No se podrán
hacer excepciones para los cargos directivos. De lo contrario,
quienes estuvieran sujetos a las restricciones vivirían
negativamente la iniciativa.

Tanto en lo referido a los espacios como a los tiempos,
las restricciones pueden aplicarse según diversas
opciones:

Regulación de espacios

  • Requerimiento contractual para que todos los
    empleados, fumen o no, se comprometan a no fumar en el trabajo.
    Este requerimiento deberá también incluirse en
    los anuncios relativos a ofertas de empleo.
  • Prohibición completa de fumar durante el
    horario laboral.
  • Prohibición completa de fumar en todas las
    instalaciones de la empresa.
  • Habilitación de áreas en las que
    esté permitido fumar.
  • Según el tipo de empresa, puede resultar
    apropiado habilitar áreas donde puedan fumar las visitas
    o los clientes de la
    compañía.
  • Provisión de un sistema de ventilación
    (en este caso se debe asegurar que el sistema de
    ventilación instalado no permite que el aire proveniente
    de las zonas donde se fuma circule por las zonas donde no se
    fuma). En realidad, en los edificios que disponen de un sistema
    centralizado de aire
    acondicionado, si se permite fumar en algunas zonas, el
    aire cargado con humo es distribuido por todo el edificio. Este
    hecho obliga a la provisión de un sistema de
    ventilación independiente, exclusivo para las zonas
    donde se permita fumar).

Regulación de tiempos

  • Establecimiento de pausas para fumar durante las
    horas de trabajo. La duración de dichas pausas suele ser
    de unos 10mi., y estos descansos suelen establecerse de forma
    secuencial en intervalos que abarcan entre 1 y 2
    horas.
  • Fichar cuando se hacen pausas para acudir a los
    espacios en los que está permitido fumar, y compensar
    posteriormente ese tiempo de
    trabajo.

Los siguientes son algunos de los principales criterios
a considerar a la hora de hacer efectivo este control:

  • El hecho de que los representantes de todas las
    áreas y niveles de la empresa tomen parte en el grupo de
    trabajo, puede incrementar la posibilidad de encontrar la
    estrategia
    más adecuada para cada compañía, es decir
    la que pueda causar un menor grado de conflicto, previniendo
    malos entendidos o enfrentamientos entre fumadores y no
    fumadores.
  • La experiencia muestra que las restricciones no se
    cumplen si su aplicación queda en manos de la
    decisión voluntaria de cada persona, por lo que en la
    planificación de la política deberá
    hacerse constar expresamente el régimen disciplinario al
    que las transgresiones estarán sometidas. Los criterios
    por los que se regirá este reglamento deberán ser
    los mismos que regulan otro tipo de incumplimientos. Un
    protocolo
    riguroso de seguimiento y control de todos los elementos de la
    política será, por tanto, necesario. La forma
    más eficaz de asegurar el cumplimiento de las normas
    reguladas es obteniendo el apoyo necesario para el reglamento.
    Este apoyo se debe solicitar a los responsables de niveles de
    gestión medios y bajos, quienes deberán ser
    informados de cómo asegurar su aplicación y
    cómo actuar en caso de incumplimientos.

Apoyo a los fumadores motivados para dejar el
tabaco

Evidentemente, una política sistemática
sobre el tabaco, no puede ignorar las necesidades de los
trabajadores que fuman. De ahí que todas las
políticas propuestas en Europa señalen como uno de
sus elementos clave, la necesidad de prestar apoyo para dejar el
tabaco a los trabajadores que lo desean. Para ello se desarrollan
diversas actuaciones, entre las que cabe citar la siguientes
2:

  • Distribución masiva de guías de
    auto-ayuda para dejar de fumar. A pesar de no ser el tipo de
    intervención más efectivo, constituye una
    actuación de bajo coste y elevada cobertura, que
    además resulta útil para incrementar la
    motivación a dejar el consumo de tabaco
    9.
  • Consejo médico para dejar de fumar ofrecido a
    través de la empresa, trasladando al ámbito
    laboral una actuación exitosamente desarrollada en el
    ámbito de la atención primaria de salud por parte de
    los médicos y otros profesionales
    sanitarios.
  • La participación del médico y de otros
    profesionales sanitarios de la empresa en esta actuación
    requiere una formación previa 6 en los
    siguientes aspectos:

– evaluación de la situación de los
empleados respecto al uso de tabaco;

– recomendación personalizada para dejar de
fumar;

– apoyo profesional a quienes desean dejar el consumo de
tabaco;

– pautas de seguimiento;

– criterios de derivación a servicios
especializados;

– tratamiento farmacológico adecuado.

  • Desarrollo de programas de tratamiento del
    tabaquismo, con diversos formatos y metodologías, pero,
    en síntesis, consistentes en:

– encuadre grupal;

– dirigido por profesionales (internos o
externos);

– entre 5 y 10 sesiones de 1 ó 1Þ
horas;

– de acuerdo con un modelo
cognitivo-conductual;

– con terapia farmacológica, en caso necesario
(terapia sustitutiva con nicotina, bupropión, u otros
medicamentos);

– con diversas modalidades de reparto horario, aunque
con tendencia a compartir el esfuerzo, de tal modo que la empresa
facilite la mitad del tiempo y el trabajador la otra
mitad.

  • Programas multicomponentes que incluyen la
    provisión organizada de las actuaciones anteriores,
    poniendo a disposición de cada trabajador aquella
    intervención más adecuada a su situación
    (motivación, dependencia,
    etc.).
  • Actualmente se considera importante incluir en estos
    programas terapéuticos actuaciones específicas
    para el control del peso, al haberse evidenciado que ganar peso
    tras dejar de fumar constituye uno de los factores de riesgo de
    recaída más relevantes.

Evaluación y
seguimiento

Desde el primer momento de la planificación del
programa, el Comité Coordinador deberá realizar un
seguimiento adecuado de las diversas actuaciones y los resultados
obtenidos, a fin de conocer el impacto real de la
intervención y realizar, en caso necesario, los ajustes
oportunos. La evaluación y el seguimiento es una de las
partes más importantes de la estrategia. El Comité
Coordinador puede definir los criterios de evaluación, que
podrían incluir:

  • Grado de cumplimiento del reglamento en las
    áreas designadas como libres de humo.
  • ¿Permite la señalización
    adoptada distinguir claramente dónde se permite fumar y
    dónde está prohibido?
  • ¿Cumplen las áreas donde se puede fumar
    los requisitos de seguridad necesarios?
  • ¿Se ha incluido información sobre la
    política relativa al tabaquismo en la publicidad
    relacionada con las ofertas de trabajo que realiza la
    empresa?
  • ¿Se incluye el tema de la política
    sobre el tabaco de la compañía en las entrevistas
    de trabajo mantenidas con los empleados que se incorporan a la
    empresa?
  • ¿Se recuerda a los empleados y se informa a
    los que se van incorporando en la compañía, sobre
    la posibilidad de recibir asistencia para dejar de
    fumar?
  • ¿Existen espacios de descanso separados libres
    de humo?
  • ¿Existen corrientes de aire provenientes de
    zonas donde se fuma? En ese caso ¿son causa de
    problemas?
  • ¿Son fácilmente accesibles las zonas
    designadas para fumar?
  • ¿Se continua vendiendo tabaco dentro de las
    dependencias de la empresa?
  • ¿Fueron informados los trabajadores de la
    nueva política sobre tabaco, antes de que ésta
    empezara a aplicarse?
  • ¿Se han señalizado claramente todas las
    dependencias comunes (p.e.: la cantina o el restaurante), como
    zonas libres de humo?

Estrategia de comunicación

Desde el primer momento todas las decisiones adoptadas
por parte del Comité Coordinador deberán ser
puntualmente comunicadas a todos los trabajadores. Uno de los
grandes enemigos en la adopción de este tipo de
políticas es la desinformación y el hecho de no
contar con las opiniones de todos los sectores implicados. Para
asegurar que la información llega a todos los empleados se
utilizarán los canales y recursos habituales de la
empresa: boletín interno, intranet,
tablón de anuncios, etc.

Tanto las restricciones acordadas, como el resto de
medidas previstas en la nueva política sobre tabaquismo,
deben ser comunicadas de forma sencilla. Los empleados deben
conocer con claridad dónde y cuándo está
permitido fumar, y los detalles de esta normativa deben formar
parte de la política de introducción que reciben los nuevos
empleados que se incorporan a la empresa. La restricción
espacio/temporal del consumo de tabaco requiere un período
de transición suficiente para asegurar que la
información ha llegado y es conocida por parte de todos
los empleados, para ello debe asegurarse igualmente la adecuada
señalización de espacios. Los empleados
deberán ser informados antes de la puesta en marcha de la
nueva normativa, y dependiendo del tipo de empresa, puede ser
apropiado establecer un calendario que facilite el
tránsito hacia la nueva situación.

Es muy importante el hecho de presentar la
política sobre tabaquismo a los empleados, una
presentación adecuada constituye una forma de promover su
aceptación sin conflicto. Para ello, deberá
elaborarse un documento escrito que contenga los siguientes
elementos:

Motivos

Enumeración clara y sencilla de las razones
más importantes que han llevado a la empresa a adoptar una
política específica sobre tabaquismo:

  • responsabilidad legal del empresario
    en materia de salud laboral;
  • evidencia de los riesgos sanitarios asociados al
    consumo involuntario de tabaco;
  • prioridad del derecho de los no fumadores a respirar
    aire libre de humo de tabaco;
  • prevención/resolución de conflictos entre fumadores
    y no fumadores;
  • clarificar que la finalidad de la política
    adoptada es proteger del consumo involuntario de tabaco, y no
    va contra los fumadores;
  • destacar que, desde el punto de vista laboral, el
    problema es si los empleados fuman o no, sino dónde y
    cuándo lo hacen.

Actuaciones

Presentación sintética del conjunto de
elementos que conforman la política de la
empresa:

  • Medidas de sensibilización de los
    trabajadores.
  • Limitación de espacios en los que se puede
    fumar:

– dónde se puede fumar y dónde
no

– cuándo se puede fumar y, en su caso,
cómo se controlará;

– dónde podrán fumar los clientes,
visitantes y público general, en caso de que la
prohibición no les afecte a ellos;

– si la restricción afecta a los vehículos
de la empresa.

  • Actividades de apoyo para las personas que desean
    dejar de fumar.

Entrada en vigor

Un cronograma detallado de todas las actuaciones, con
especial acento en el momento en que las restricciones al consumo
de tabaco entrarán en vigor.

Control del cumplimiento

Para que la política impulsada resulte
creíble y acabe incorporándose a la cotidianeidad
de la vida laboral, deberán explicitarse claramente las
consecuencias de su incumplimiento.

Información a los trabajadores

Los empleados deben también recibir
información sobre todas las actividades desarrolladas en
el marco de la nueva política adoptada. Por tanto, puede
desplegarse una campaña informativa dirigida al conjunto
de los trabajadores, sirviéndose de los recursos internos
de la empresa o de recursos externos, y utilizando soportes
diversos como folletos, información en intranet, carteles,
charlas o presentaciones. Desde el punto de vista de los
contenidos, la información básica a compartir es la
siguiente:

  • Explicitar el impacto que el uso del tabaco tiene
    sobre la salud individual y laboral.
  • Mostrar la evidencia existente respecto al impacto
    sanitario del tabaquismo involuntario.
  • En caso de ser necesario, por las
    características del puesto de trabajo, señalar
    los riesgos específicos que puedan
    producirse.
  • Transmitir información sobre las actividades
    previstas.

Las personas interesadas en conocer diferentes
políticas de prevención en la empresa desarrolladas
con éxito pueden acudir al documento disponible en:
www.ensp.org/ files/F_capitulo_3.doc

EJEMPLOS DE POLÍTICAS
NACIONALES DE PREVENCIÓN DEL TABAQUISMO

1) Más allá del 'poldermodel'
holandés, un programa de ámbito nacional sobre
prevención del tabaquismo en todos los sectores laborales,
Países Bajos

La cultura del consumo de tabaco, ampliamente extendida
en el lugar de trabajo holandés, es, de hecho, una de sus
características más arraigadas. En una encuesta
nacional realizada durante el primer trimestre de 2000, dos
tercios de los empleados contestaron que fumaban en el lugar de
trabajo. Un tercio de los entrevistados dijeron experimentar
molestias reales provocadas por el humo de tabaco. La primera
versión de la Ley del Tabaco
entró en vigor el 1 de enero de 1990. Dicha ley tiene por
objeto proteger a los visitantes y empleados de los
edificios/organismos públicos contra el aire contaminado
por el humo de tabaco. Sin embargo, no se ha avanzado mucho en la
consolidación de la norma contra el consumo de tabaco en
el sector
público.

Esto se ha debido principalmente al llamado
«poldermodel» (en honor al sistema de terrenos
ganados al mar por el que son conocidos los Países Bajos),
el sistema por el que se rigen las empresas holandesas, que se
basa en el consenso.

1.1. El tabaco en el ámbito laboral: el
programa nacional

En 2000 la Fundación Holandesa de Tabaco o Salud
(cuyo nombre actual es Defacto), en colaboración con el
Centro Holandés para la Promoción de la Salud en el
Lugar de Trabajo, la Fundación Holandesa contra el
Asma y Cicon
(empresa con gran experiencia en la implantación de
políticas para limitar el consumo de tabaco dentro de las
grandes empresas), desarrollaron un programa nacional para
implantar una norma contra el consumo de tabaco en todos los
sectores laborales. Denominado «Smoking and the
workplace» («El tabaco y el lugar de trabajo»),
dicho programa nacional se desarrolló de acuerdo al modelo
de consenso propio de las empresas del país.

1.2. Objetivos

  • Que todos los empleados y empresas holandesas tengan
    conocimiento, a partir de principios de
    2004, de la posibilidad de contar con una norma sobre el
    consumo de tabaco en la propia empresa u organización, mediante la
    introducción de una política al
    respecto.
  • Que los delegados de salud y seguridad se
    familiaricen con el 'Stappenplan' (los 7 pasos para conseguir
    un ambiente laboral libre de humo de tabaco).
  • Que los no fumadores estén protegidos contra
    el ACHT en el lugar de trabajo.
  • Que dentro de las organizaciones
    se creen las condiciones necesarias para ayudar a los empleados
    que quieren dejar el tabaco.

1.3. El «Stappenplan»

El «Stappenplan», que es un modelo para
crear un ambiente laboral libre de humo de tabaco, se presenta
como el método
normalizado que debe seguir toda organización holandesa
que desea implantar una política contra el consumo de
tabaco. No se trata exactamente de un prototipo del
«poldermodel» porque exige de la dirección de
la empresa un papel de liderazgo y
orientación mucho más enérgico. El modelo se
desarrolla en los siguientes pasos:

1. Creación de un plan marco para la
política sobre el tabaquismo: Para llamar la
atención sobre el tema
.

2. Creación de las estructuras
necesarias para elaborar la política sobre tabaquismo de
la empresa: Se forma un grupo de trabajo en el que
están representados la empresa, el comité de
empresa, el servicio de
sanidad y la división de comunicaciones
.

3. Elaboración de un inventario del
problema: Analizar cuántos empleados fuman, cómo
los empleados ven las posibles soluciones,
etc.

4. Desarrollo del plan: Poner por escrito lo que se
desea conseguir mediante la política contra el consumo de
tabaco, los plazos de implantación del plan,
etc.

5. Realización de las actividades: La
verdadera puesta en práctica de la nueva política
en la
organización.

6. Evaluación de la política sobre el
consumo de tabaco: Hacer un seguimiento continuado de la
política contra el consumo de tabaco. Relacionar las
dificultades y plantear posibles soluciones.

7. Ajuste y modificación del plan: El
desarrollo de una política sobre el consumo de tabaco es
un proceso circular. El ajuste de dicha política se puede
realizar repitiendo los pasos 4, 5 y 6.

1.4. Colaboración

Stivoro ha recibido ayudas del Ministro de Salud
Pública para realizar este programa. El apoyo de
la
Administración es clave para el desarrollo de este
programa nacional, que pretende un cambio total
de actitudes en
relación con el consumo de tabaco en el lugar de
trabajo.

1.5. Comentario final

El ámbito laboral puede contribuir de forma
significativa al control del consumo del tabaco en el
país. Por lo tanto, este programa nacional
contribuirá a la mejora de la de todo el país. El
programa 'El tabaco y el lugar de trabajo' se beneficia de la
infraestructura, ya desarrollada para implantar los programas de
seguridad y salud en el ámbito laboral. Es evidente que el
éxito del programa dependerá en buena medida del
apoyo y promoción de las instituciones
públicas.

2) Implantación del manual para
centros de trabajo: lugares de trabajo libres de humo de tabaco y
de problemas, donde sólo hay soluciones,
Suiza

La Dirección Federal Suiza de Sanidad, el
Secretario de Estado de Asuntos Económicos y la
Asociación para la Prevención del Consumo de Tabaco
han publicado conjuntamente este manual con el fin de terminar
con la incertidumbre sobre cómo plantear la
cuestión del consumo de tabaco en el ámbito
laboral. Aunque la normativa para proteger a los no fumadores de
los efectos del aire contaminado por el humo de tabaco se
aprobó en 1993, es evidente que dicha normativa no ha sido
suficientemente difundida.

2.1. Objetivos

  • Difundir entre toda la población activa lo previsto en el
    artículo de la Ley de Empleo Suiza que versa sobre la
    protección de las personas que no fuman.
  • Apoyar a los no fumadores (el 67% de la
    población) para asegurar que sus derechos sean
    respetados.
  • Promover que las personas que fuman consideren esta
    medida como un medio para mejorar la salud de la
    población, no como un acoso dirigido contra ellas. Se
    deberá, por tanto, contar con su colaboración
    para hallar soluciones aceptables para ambos
    colectivos.
  • Asegurar un seguimiento asistencial que garantice que
    las personas que están dejando de fumar no utilizan
    simultáneamente distintos métodos/productos
    para dejar de fumar.

2.2. Metodología

  • Se da amplia difusión a un manual que presente
    los efectos para la salud personal del
    consumo involuntario de tabaco. Contiene sugerencias generales
    sobre cómo conseguir lugares de trabajo libres de humo
    de tabaco, expone -para los diferentes colectivos
    profesionales- los motivos que aconsejan determinadas
    actuaciones y finalmente detalla instrucciones concretas sobre
    la puesta en práctica de las medidas
    correspondientes.
  • Se logra la participación de los
    representantes de los diferentes colectivos profesionales
    dentro de la empresa/ organización, incluso los
    fumadores, en la elaboración conjunta de las soluciones.
    Esto garantiza que las normas que se introducen gocen del
    amplio apoyo y aceptación de todos los
    interesados.
  • En vista de que la población diana la
    constituyen todas las personas en edad de trabajar, se anuncia
    el manual a través de organizaciones empresariales,
    organizaciones de empleados, y se inserta publicidad en
    periódicos y revistas de carácter general.
  • Se recopilan y difunden listas de organizaciones
    regionales de prevención del tabaquismo. Dichas
    organizaciones están a disposición de las
    empresas/ organizaciones para prestarles asesoramiento, ayuda y
    orientación en relación con sus proyectos.
  • Cuando las empresas lo desean, también se les
    brinda ayuda y orientación para sus campañas y
    proyectos dirigidos a motivar a su personal para dejar de
    fumar. Las organizaciones especializadas implantan los
    programas asistenciales que han demostrado ser
    efectivos.
  • Se distribuyen ejemplares del manual
    gratuitamente.
  • La Dirección Federal Suiza de Salud, el
    Secretario de Estado de Asuntos Económicos y la
    Asociación para la Prevención del Tabaquismo (a
    título de ONG), como
    coeditores, son los responsables solidarios del manual. Esto
    asegura que los temas recogidos en el mismo tengan mayor peso a
    la vez que una amplia aceptación.

2.3. Implantación

El contenido del manual, que se edita en forma de
carpeta, muestra cómo se pueden hallar soluciones para
introducir el concepto de
lugares de trabajo «libres de humo de tabaco», si es
preciso, mediante la creación de «islas» para
los fumadores. Dichas soluciones son aceptables para todos los
sectores laborales y el manual explica las ventajas que consiguen
tanto la empresa como la plantilla cuando se cumplen sus
directrices.

El manual está disponible en cuatro versiones
distintas:

  • para grandes empresas
  • para pequeñas y medianas empresas
  • para restaurantes y hoteles
  • para oficinas de las administraciones
    públicas

El informe presenta una síntesis de la
situación jurídica actual, información sobre
los efectos del consumo involuntario de tabaco, así como
los elementos necesarios para conseguir un lugar de trabajo libre
de humo de tabaco. También contiene 14 hojas encartadas
para los directores administrativos, personal, comités
ejecutivos, jefes de recursos humanos, médicos de empresa,
directores de departamento y cuidadores, clientes y personal. Se
ha preparado documentación para los empleados fumadores y
no fumadores. También se ha desarrollado un
«comic» para los empleados que comparten el despacho
con fumadores.

El manual puede descargarse de la red desde el sitio
(alemán) o (francés e italiano) bajo el
epígrafe «Smoke-free workplaces»=
«Rauchfreie Arbeitsplätze» o «Lieux de
travail sans fumée».

3) Trabajar sin humo de tabaco- un programa nacional
que proporciona a las empresas una caja de herramientas
para crear un lugar de trabajo libre de humo de tabaco y ayudar a
sus empleados a dejar de fumar, Suecia

En 1999, el Centro para la Prevención del Consumo
del Tabaco, el Centro de Salud Pública de Estocolmo y el
Instituto Nacional Sueco de Salud Pública presentaron la
caja de herramientas para empresas, «Trabajar sin humo de
tabaco», en colaboración con la Fundación
Corazón
y Pulmones, la Asociación Sueca del Ambiente Laboral, los
22 Consejos Comarcales Suecos, las confederaciones de
asociaciones patronales y los sindicatos. El
objetivo del programa es proporcionar a las empresas herramientas
eficaces para facilitar la creación de lugares de trabajo
libres de humo de tabaco. Esta caja de herramientas se
comercializa principalmente mediante un folleto que distribuyen
las organizaciones participantes, así como a través
de Internet. Es de
una gran facilidad de uso y se ofrece a un precio
módico -20 dólares USA-. Sólo se necesita
una caja por empresa.

3.1. Contenido de la caja de herramientas para
empresas, «Trabajar sin humo de
tabaco»

Primero-un manual muy completo recoge los
muchos aspectos del problema del consumo de tabaco en el lugar de
trabajo, incluyendo las recomendaciones para una política
sobre el consumo de tabaco, cómo tratar los problemas que
surjan en la empresa, qué dice la Ley de Tabaco, los datos
sobre el aire contaminado por el humo de tabaco, el material y
los métodos disponibles para dejar de fumar,
etc.

Segundo-la empresa tiene acceso a asesores
a nivel nacional que proporcionan consejos y apoyo
adicional.

Tercero-también se facilitan
estimaciones de los costes que el consumo del tabaco acarrea
para la empresa
. Dichos costes se estiman en base a la
evidencia científica disponible, y a partir del salario medio
sueco, los costes de las prestaciones
sanitarias y los costes del seguro de
enfermedad. Los resultados se presentan para motivar a la
empresa a que brinde a sus empleados un programa de tratamiento
del tabaquismo. Se estima que, en función el salario del
empleado, las pausas adicionales de 0,5 horas/día cuestan
a la empresa entre 1.760 y 2.345 dólares USA por
año y fumador. La prestación por enfermedad
adicional que perciben los fumadores, hasta el 30% más,
que equivale a 2,5 días/año, cuesta a la empresa
hasta 176-234 dólares USA por fumador y año. Dichas
cifras se justifican de forma detallada en el folleto que se
proporciona con una de las herramientas (ver el capítulo
4.4, Suecia).

Cuarto–se facilita un programa de tratamiento
del tabaquismo
fácilmente accesible, normalizado y
profesional para que la empresa lo pueda ofrecer a sus empleados
sin necesidad de contratar a profesionales externos. Esto es
especialmente útil para las empresas pequeñas que
carecen de un servicio de salud laboral. El coste para la empresa
es muy moderado – aproximadamente de 62 dólares USA por
empleado. Los materiales que se entregan al empleado que desea
dejar de fumar son:

a) «Abandono y liberación», un
programa profesional de autoayuda para dejar de fumar (3
dólares USA).

b) Tratamiento/asesoramiento gratuito a través de
una «Línea de apoyo», una línea
telefónica de ayuda atendida por asesores profesionales
entre las 9h y las 20h todos los días laborables (hasta
las 16h los viernes), y la «Línea Salud», un
servicio de 24 horas de atención
automática.

c) Tratamiento farmacológico: terapia sustitutiva
con nicotina (TSN) durante un mes (59 dólares USA). Se
recomienda la colaboración con las farmacias para asegurar
que se suministren las dosis adecuadas de TSN. También
puede considerarse la administración de Bupropión, bajo
supervisión médica.

3.2. Evaluación

En la evaluación se ha visto que la caja de
herramientas tiene una buena acogida entre las empresas. Los
fumadores que abandonan el tabaco se manifiestan satisfechos con
el manual de autoayuda y con la «Línea de
apoyo».

Los datos indican que hemos conseguido comprometer a un
nuevo actor en la prevención del tabaquismo: las empresas.
Las empresas que nunca habían tratado los problemas
relacionados con el consumo de tabaco en el ámbito laboral
y que han comprado el paquete ya han visto los resultados: en sus
organizaciones hay zonas libres de humo de tabaco cada vez
más amplias y el número de empleados que dejan de
fumar aumenta a diario. Los resultados preliminares de la
«Línea de apoyo» son muy prometedores, con una
abstinencia del orden del 30% a los 12 meses, según los
autoinformes de los interesados.

3.3. Resultados

Se han vendido más de 1.500 paquetes a empresas y
centros de salud laboral. Al comprometer directamente a la
organización de la empresa y al calcular los costes que el
consumo de tabaco acarrea para éstas, la caja de
herramientas «Trabajar sin humo» ha resultado ser un
tema de interés
para las publicaciones internas. Se han publicado alrededor de
100 artículos que destacan los costes del consumo de
tabaco para las empresas, argumentando que en buena lógica,
éstas deberían ayudar a los empleados que lo deseen
a dejar de fumar.

3.4. Costes

Los costes principales del proyecto han
abarcado el salario de un jefe de proyecto a media jornada
durante dos años. Estos costes se cubren con el precio de
las cajas. Gracias a la buena acogida del producto en
los medios de
comunicación y la ayuda de las organizaciones, no se
ha tenido que invertir en publicidad.

Conclusiones

Los principios clave de la puesta en práctica de
una política de prevención del tabaquismo con
garantías de éxito son:

  • Partir de un enfoque basado en la protección
    de los empleados frente al ACHT, y no en contra de las personas
    que fuman.
  • Centrarse en objetivos de salud y seguridad en
    relación con ACHT, no en los derechos
    individuales.
  • Conseguir el compromiso y el apoyo de la
    dirección. Dicho apoyo puede hacerse patente entre los
    empleados mediante hojas informativas introducidas en los
    sobres de la nómina, carteles, boletines y otras
    vías de comunicación interna de la
    empresa.
  • Orientar a los mandos intermedios y supervisores
    sobre cómo difundir y hacer cumplir la normativa del
    programa.
  • Brindar a los empleados la oportunidad real y visible
    para participar en la planificación y puesta en
    práctica del programa.
  • Informar al colectivo de empleados sobre los riesgos
    de combinar el ACHT con otras sustancias o materiales empleados
    en los procesos
    laborales.
  • Prever plazos de entre cuatro y seis meses desde la
    fecha del anuncio del programa hasta la de su puesta en
    práctica, en función del tamaño de la
    organización y la magnitud del cambio que
    implica.
  • Para promover la motivación, planificar la puesta en
    práctica del programa de forma que coincida con fechas
    señaladas, como por ejemplo, el día de año
    nuevo (cuando las personas están formulando sus
    resoluciones de año nuevo), etc.
  • Asegurarse de que las restricciones y el rigor de su
    cumplimiento son equitativos en todas las categorías
    laborales.
  • Brindar a todos los empleados y sus familias
    programas de apoyo para dejar de fumar, antes y después
    de la implantación de la normativa sobre consumo de
    tabaco en la empresa.
  • Hacer cumplir la normativa sobre ACHT del mismo modo
    que cualquier otra. Proporcionar formación a los
    responsables en relación con su cumplimiento. No hacer
    distinciones entre las pausas para fumar y las de cualquier
    otro tipo.
  • Anticiparse para resolver posibles efectos
    colaterales (p.ej., la concentración del humo de tabaco
    en las áreas designadas).
  • Una vez incorporados los aspectos normativos del
    programa, seguir brindando a los empleados apoyo asistencial
    para dejar de fumar y para consolidar la abstinencia a largo
    plazo.

Agradecimientos

Para la redacción de este texto se han
estudiado documentos de las
siguientes organizaciones: Action on Smoking and Health, Health
and Safety Executive and Health Education Authority (RU),
European Foundation for the improvement of working and living
conditions and Eastern Health Board (Irlanda), Jellinek, Alcon,
Defacto and Dutch Center Workplace Health Promotion
(Países Bajos),
WHO-PartnerschaftsprojektesTabakabhängigkeit in Deutschland
and BKK Bundesverband (Alemania),
Upper Austrian Sickness Fund (Austria), Fares and VIG
(Bélgica), Danish Governement (Dinamarca), National Public
Health Institute (Finlandia), Archée and Office Francaise
de prevention du tabagisme (Francia),
Fondation Luxemburgoeoise contre le cancer and
ministry of health (Luxemburgo), ministry of health (Portugal),
Ayuntamiento de Murcia, Gobierno de
Navarra y Gobierno de Aragón (España),
Center for tobacco prevention (Suecia), PROGEF (Suiza),
California department of health services and U.S. Department of
health and human services (EEUU) and Health Canadá
(Canadá).

Bibliografía

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smoke-free Europe. Geneva: World Health Organisation;
1993.

2. Parry, O, Platt, S, Thompson, C. Out of sight, out of
mind: workplace smoking bans and the relocation of smoking at
work. Health Promotion International, vol. 15, No. 2. Oxford:
University Press; 2000.

3. WHO Regional Office for Europe. Policies to reduce
exposure to environmental tobacco smoke. WHO Meeting, Lisbon,
Portugal, 29-30 May 2000.

4. Puska, P. Stage development of tobacco legislation
for a smoke-free environment with continuous information support.
Helsinki; 2000.

5. Irish cancer society & Irish heart foundation.
Going smoke-free. How to introduce a smoking control policy in
the workplace. Coordinator's guide. Dublin: Irish cancer
society & Irish heart foundation;1993.

6. Health Education Authority. Healthier Nation. London:
Health Education Authority;1999.

7. Secretary of state for health and the secretaries of
state for Scotland, Wales and Northern Ireland. Smoking kills. A
White Paper on tobacco. London : Secretary of state for health;
1998.

8. Cipret & Service de Santé du personnel de
l'Etat. Entreprise sans fumée, mais pas sans fumeurs.
Geneva: Cipret & Service de Santé du personnel de
l'Etat ; 1999.

9. Raw, M. Smoking cessation guidelines for health
professionals. A guide to effective smoking cessation
interventions for the health care system. Thorax; 53 (suppl. 5,
Pt1), 1998.

10. Irish cancer society & Irish heart foundation.
Going smoke-free. Employee survey. Dublin: Irish cancer
society & Irish heart foundation; 1993.

11. Action on Smoking and Health. Smoking in the
workplace. Action on Smoking and Health, National Asthma
Campaign, Trades Union Congress and WHO-Europe Partnership
Project. London; 1999.

12. Fondation Luxembourgeoise contre le cancer. Gestion
du tabagisme en entreprise. Luxembourg: Fondation Luxembourgeoise
contre le cancer ; 1998.

13. Health Education Authority. Smoking policy for the
workplace. An update. London: Health Education Authority;
1999.

14. World Health Organization. Evaluating tobacco
control activities. Geneva: World Health Organization;
1998.

Anexo 1. Ejemplo de cuestionario
para encuesta entre los empleados10

El presente cuestionario tiene por objeto recoger
información sobre el consumo de tabaco en nuestro lugar de
trabajo. La información recogida se empleará junto
con otros datos para desarrollar la política de
prevención del tabaquismo que mejor se ajusta a nuestra
organización.

El cuestionario es totalmente confidencial. Se ruega
responda a todas las preguntas.

Para informaciones suplementarias, sírvase
contactar con…………………..
(coordinador).

1. Indique su sexo:

o varón

o mujer

2. Indique su edad:

o 19 – 29

o 30 – 39

o 40- 49

o 50 – 65

3. Indique su horario de trabajo:

o jornada normal de 9 a 17

o turno de primera hora

o turno de última hora

o otros

4. ¿Cuál de las siguientes frases describe
mejor su situación actual?

o No fumo (proceda a la pregunta 7)

o Fumo pero deseo fumar menos

o Fumo pero deseo dejarlo

o Fumo y no deseo ni dejarlo ni reducir el
consumo

5. Si es fumador/a de cigarrillos,
¿cuántos fuma al día?

o 1-10

o 11-20

o 21-30

o 30+

6. Si fuma ¿tendría interés en
alguno de las posibilidades relacionadas a
continuación?

o Curso para dejar de fumar

o Manuales de
autoayuda

o Asesoramiento individual

o Otras informaciones sobre fuentes de
ayuda externa

7. ¿Cuál de los siguientes describe mejor
el lugar donde trabaja?

o Despacho privado 

o Fábrica/tienda

o Oficina
compartida/oficina diáfana

o Otros………………………….

8. ¿Se permite fumar en su lugar de
trabajo?

o sí

o no

9. Mientras trabaja, ¿está expuesto/a al
humo de otros (consumo involuntario de humo)?

(a) En su lugar de
trabajo                        
(b) En la cafetería

o todo o casi todo el
tiempo                    
o todo o casi todo el tiempo

o parte del
tiempo                                    
o parte del tiempo

o rara vez o
nunca                                    
o rara vez o nunca

10. ¿En qué medida le molesta el humo de
tabaco de los demás (consumo involuntario del humo de
tabaco)?

o Mucho       o
Algo        o Poco o
nada

11. ¿Está de acuerdo en que el hecho de
respirar el humo de los demás (consumo involuntario) no le
perjudica?

o sí

o creo lo contrario, que puede ser causa de enfermedades

o No lo sé

12. Indique lo que cree que debería de ser el
tratamiento del consumo de tabaco en su zona de
trabajo:

o Totalmente prohibido

o Restringido

o Permitido

o No lo sé

13. Indique lo que cree que debería de ser el
tratamiento del consumo de tabaco en la
cafetería:

o Totalmente prohibido

o Restringido

o Permitido

o No lo sé

14. Si desea hacer algún comentario sobre el
consumo de tabaco en su lugar de trabajo, sírvase utilizar
el espacio que figura a continuación:

………………………………………………………………………………………………………………………………………………………..

………………………………………………………………………………………………………………………………………………………..

………………………………………………………………………………………………………………………………………………………..

………………………………………………………………………………………………………………………………………………………..

………………………………………………………………………………………………………………………………………………………..

………………………………………………………………………………………………………………………………………………………..

Juan Carlos Melero
EDEX Centro de Recursos Comunitarios, Bilbao.

Partes: 1, 2
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