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Valores bioquímicos sanguíneos de equinos que tiran carretones en la ciudad de Valdivia (Chile) (página 2)



Partes: 1, 2

 

MATERIAL Y MÉTODOS

Material biológico. Se
utilizaron 60 muestras de suero, plasma y heces obtenidas de
yeguas no gestantes y caballos mestizos entre 3 y 20 años
de edad, clínicamente sanos, cuya función
era el transporte de
carga en la ciudad de Valdivia.

Método. Los equinos fueron traídos
por sus propietarios, entre las 8:00 y 10:00 horas, al Hospital
Veterinario de la Universidad
Austral de Chile, durante el mes de octubre de 1991.

Previo al muestreo los
aninales se dejaron descansar entre 30 minutos y una hora.
Posteriormente, fueron sometidos a un examen clínico
general, descartándose aquellos que presentaban alguna
alteración. Se registraron los antecedentes de
filiación de cada animal, como también su raza,
sexo, edad
(determinada por cronometría dentaria), peso y en el caso
de las hembras posiblemente gestantes se realizó una
palpación transrectal.

Una vez realizado el examen clínico se
procedió a obtener dos muestras de 10 ml de sangre por
venopunción yugular utilizando tubos al vacío, uno
con NaF y otro sin anticoagulante; éstos fueron enviados
inmediatamente al laboratorio,
obteniéndose el plasma mediante centrifugación a
2.000 rpm durante 15 minutos y el suero luego que la sangre
coaguló por centrifugación a 2.000 rpm. Ambos
fueron almacenados a -25°C, para su posterior análisis.

Las muestras de deposiciones se obtuvieron
individualmente del recto del animal en bolsas plásticas y
se almacenaron a 4°C, para su posterior
análisis.

Determinaciones bioquímicas. La actividad
sérica de AST y CK se determinó utilizando el
método
cinético a 340 nm y 37°C, en un
espectrofotómetro*, empleando reactivos comerciales
(Boehringer Mannheim N° 487333 y 181188),
respectivamente.

El ácido láctico se determinó a
37°C en el plasma mediante el método enzimático
de lactato deshidrogenasa/NAD+ (Boehringer Mannheim N°
149993). Urea se determinó en el suero por
colorimetría mediante el método de ureasa-Berthelot
(Boehringer Mannheim N° 620303) y la glucosa
plasmática mediante el método de glucosa perid
(Boehringer Mannheim N° 124036), utilizando un
espectrofotómetro*.

El b-hidroxibutirato se determinó en un
espectrofotómetro*, mediante una técnica
enzimática utilizando b-hidroxibutirato deshidrogenasa (Boehringer
Mannheim N° 127841), para medir la reducción de NAD+ a
NADH. Debido a la sensibilidad del método todas las
muestras con valores
menores al mínimo detectable por la técnica fueron
consideradas igual al valor
mínimo de 0.05 mmol/l. Este elemento se determinó
sólo en 36 animales.

El fósforo inorgánico se determinó
mediante el método colorimétrico de molibdato
(Inglaterra,
1984). Calcio y magnesio séricos fueron determinados en un
espectrofotómetro de absorción atómica
(Perkin Elmer 403), diluyendo previamente el suero en una
proporción de 1:20 con cloruro de lantano al
0.4%.

Valores de h.p.g. Se utilizaron los antecedentes
reportados por Meyer (1992), para los mismos equinos.

Valores de referencia. Los valores
referenciales utilizados en este estudio fueron los reportados
por Wittwer y Böhmwald (1986), excepto en el caso del
b-BHA, para el cual se
utilizó el valor entregado por Kaneko (1989).

Análisis estadístico. Se
utilizó estadística
descriptiva en base a promedios (x) y desviaciones
estándar (d.e) calculadas para cada variable. Con el
objeto de comprobar si el sexo, la edad y la carga parasitaria
producían diferencias significativas de los componentes
medidos, se realizó un análisis de varianza simple.
Además, se establecieron correlaciones entre las
concentraciones sanguíneas promedio de cada elemento con
respecto al sexo y edad, mediante una prueba de
correlación simple. El análisis de varianza y las
correlaciones se realizaron en el programa
Statgraphics versión 5.1 (1991). La significación
estadística se expresó con un 95% de
confianza (p < 0.05).

RESULTADOS

 Al comparar los valores de las concentraciones
sanguíneas promedio de los diferentes componentes medidos,
de acuerdo al sexo (cuadro 1), categorías de edad (cuadro
2), cantidad de huevos por gramo de heces, > de 500 hpg y <
de 500 hpg. (cuadro 3), no se encontraron diferencias
significativas (p > 0.05).

Al correlacionar el sexo y la edad de los animales con
los diferentes componentes sanguíneos analizados (cuadro
4) se aprecia una correlación positiva signiflcativa (p
< 0.05) de 0.37 entre los valores séricos de urea y la
edad de los animales. El resto de los componentes estudiados no
se correlacionaron significativamente con el sexo y la edad de
los equinos.

Al observar el porcentaje de equinos cuyas
concentraciones sanguíneas estaban por sobre o bajo los
valores referenciales entregados por Wittwer y Böhmwald
(1986) y Kaneko (1989) (gráfico 1), llama la atención que los valores más
elevados correspondieron a b-BHA, lactato, CK y AST y los
más disminuidos al del Mg.

Gráfico 1.
Frecuencia de valores sobre
y bajo el rango de referencia
para componentes bioquímicos sanguíneos de 60
equinos de tiro.
Frequency of values above and below the range of reference
for biochemical parameters in 60 draught horses.

 

Cuadro 1
Concentraciones promedio (± d.e.) de componentes
bioquímicos sanguíneos en yeguas y caballos
adultos.
Mean blood concentrations (± d.e.) of the biochemical
parameters in mares and geldings.

 

* El número de muestras corresponde a 10 yeguas
y 26 caballos.

Cuadro 2.
Concentraciones promedio (±
d.e.) de los componentes bioquímicos sanguíneos a
diferentes edades.
Mean blood concentrations (± d.e.) of the biochemical
parameters at different ages of the horses.
* El número de muestras corresponde a: 2-6 años (n
= 10), 7-11 años (n = 14), l2 o más años (n
= 12).

Cuadro 3 .
Concentraciones sanguíneas promedio (± d.e.) de los
componentes bioquímicos
de acuerdo a la carga parasitaria de los equinos.
Mean blood concentrations (± d.e.) of the biochemical
parameters
according to parasite egg count of the horses.

* Número de muestras corresponde a: > 500
h.p.g. n=17, < 500 h.p.g. n= 12

Cuadro 4.
c
oeficiente de correlación (r) y significancia (p) de
las concentraciones sanguíneas promedio
de los componentes bioquímicos en relación al sexo
y edad de los equinos.
Correlation coefficient (r) and significance (p) of mean blood
concentrations of the biochemical
parameters measured, according to sex and age of
horses.

 

* El número de muestras corresponde a 36
animales.

DISCUSIÓN

Los valores séricos promedio de urea se
encontraron dentro del rango de referencia establecida para la
especie (3.5 – 9.0 mmol/l) de acuerdo con Wittwer y Böhmwald
(1986), presentando concentraciones similares tanto en su
clasificación por sexo, edad y carga parasitaria. Los
resultados obtenidos muestran que los valores séricos de
urea son semejantes para las tres categorías de edades,
por lo que la correlación positiva obtenida no
debería ser considerada como un nivel de asociación
biológicamente significativo.

En este estudio no se encontraron diferencias
significativas (p > 0.05) en las concentraciones
sanguíneas de urea en relación y la carga
parasitaria a pesar de que algunos animales presentaron
más de 3.000 h.p.g. (Meyer, 1992). Al respecto, se ha
señalado que el daño
que producen las helmintiasis en la pared del intestino
podría causar una disminución de la
absorción intestinal de amonio y, por lo tanto, una
reducción en la formación de urea en el
hígado (Lewis, 1982).

Los valores séricos de b-HBA son superiores a los
señalados por Kaneko (1989) de 0.064 ± 0.006 mmol/l
para la especie, independiente del sexo, edad y carga
parasitaria. Considerando que el promedio calculado es mayor que
el verdadero, ya que la sensibilidad del método empleado
es de 0.05 mmol/l, se piensa que el valor referencial reportado
es demasiado bajo, por lo que un 77% de los equinos presentaron
valores aumentados. La producción de b-HBA podría estar influida por la
vía metabólica utilizada para la obtención
de energía o por la movilización de reservas
grasas
(Stryer, 1981). De acuerdo a Martínez (1989), los equinos
de razas pesadas que realizan trabajos de tracción y de
largo aliento obtienen energía contráctil a partir
de la combustión oxidativa del ácido
pirúvico y de los
ácidos
grasos, que en su degradación producen, entre otros
metabolitos, b-HBA. Por los resultados obtenidos, se puede
observar que las concentraciones séricas de
b-HBA son similares (p
> 0.05) para las diferentes categorías de edad y sexo
de los equinos, por lo que las correlaciones realizadas entre
ellos no fueron significativas (p > 0.05), aunque se
podría esperar que los animales más jóvenes
presenten valores inferiores, ya que su depósito adiposo
es menor.

No se encontraron antecedentes respecto a si el
parasitismo gastrointestinal puede influir en los valores
séricos de b-HBA en los equinos. En el presente trabajo, las
diferencias de valores de b-HBA entre aquellos animales con más de
500 h.p.g. y menos de 500 h.p.g. no fueron significativas (p >
0.05).

La glicemia, en este trabajo, estaba dentro de los
rangos de referencia descritos para la especie (3.5 – 5.3 mmol/l)
por Wittwer y Böhmwald (1986), tanto para las yeguas como
para los caballos, como en las diferentes categorías de
edad, o en los animales con más o menos de 500
h.p.g.

Las variaciones plasmáticas de glucosa son
rápidamente restablecidas, ya que su síntesis,
metabolización y concentraciones sanguíneas son
controladas por hormonas y
neurotransmisores (Rose y col., 1980; Pérez y col.,
1992a). Por ello, Toops y Thompson (1984) señalan que
el b-HBA es un
mejor indicador de los aportes de energía de la dieta que
la glucosa plasmática.

Los valores de glucosa plasmática observados para
los diferentes grupos de edades
fueron similares, por lo que la correlación obtenida entre
la glicemia y la edad de los animales no fue significativa (p
> 0.05). White y col. (1992) tampoco encontraron diferencias
al comparar los efectos del ejercicio a nivel sanguíneo
entre caballos fina sangre de carrera entre 3 y 4 años con
ejemplares similares de menor edad, en su etapa de criadero.
Tampoco el parasitismo gastroentérico provocó
cambios significativos en las concentraciones de glucosa
plasmática, a pesar de los efectos adversos que causan las
helmintiasis sobre el consumo y
absorción de alimentos (Sykes,
1994).

Se observó un incremento leve en los valores
promedios plasmáticos de ácido láctico, al
compararlos con los valores referenciales (1.0 – 2.0 mmol/l)
entregados por Wittwer y Böhmwald (1986) y a los reportados
por Pérez y col. (1992a y b), para equinos de tiro
mestizos en reposo (0.9 ± 0.03). Estos últimos
autores plantean que las concentraciones de ácido
láctico constituyen un buen indicador de la actividad
metabólica del músculo y que el aumento que sufren
durante el ejercicio se debería a una deuda de oxígeno, retornando los valores a la
normalidad 24 horas postejercicio. A pesar de que los equinos
realizaban trabajo de tiro de distinta intensidad, todos ellos
estaban en actividad, por lo que los valores promedio aumentados
junto con la elevada variación de ácido
láctico que se encontró en el presente estudio
podrían deberse al tipo de trabajo muscular realizado por
ellos previo al muestreo y su diferente grado de
adecuación al ejercicio; lo que para muchos de ellos
superó la capacidad de suministro de energía por
los mecanismos aeróbicos, lo que obligó a la
células
musculares a recurrir a la glicólisis anaeróbica,
produciendo ácido láctico y elevando así sus
concentraciones plasmáticas (Coffmann, 1979).

Lucke y Hall (1980) postulan que incrementos leves de
ácido láctico podrían deberse a una
disminución de la perfusión de los tejidos,
más que a un cambio en la
glicólisis aeróbica. El alto número de
animales que presentaron un incremento moderado en la
concentración de ácido láctico se
podría deber a que estos equinos no trabajaban a un nivel
de exigencias constante (Pérez y col., 1992a), por lo que
el organismo no logra aumentar su capacidad para neutralizar las
concentraciones de ácido láctico a través de
mecanismos tampón (Hillidge, 1988), como también a
cierto grado de sobreexigencia que impediría que este
proceso
neutralizador de ácido láctico sea totalmente
desarrollado, causando una baja en el rendimiento y daño
celular, lo que podría explicar también el aumento
en las concentraciones de CK encontradas en este
estudio.

Davies y Pethick (1983) correlacionaron la falta de
entrenamiento
y la edad de los equinos con altas concentraciones de
ácido láctico; sin embargo, en este estudio no se
encontraron diferencias significativas (p > 0.05) entre las
tres categorías de edad, como tampoco fueron
significativas las correlaciones hechas entre las concentraciones
de ácido láctico, la edad y sexo de los equinos. La
actividad sérica promedio para CK se encontró sobre
el rango de referencia descrito por Wittwer y Böhmwald
(1986), y por sobre los valores reportados por Sommer (1983),
como valores de entrenamiento (< 98 U/1) y valores de carrera
(< 146 U/l), independiente del sexo, edad y carga parasitaria.
De acuerdo a Sutton (1978) e Islas y col. (1992), los incrementos
en la actividad sérica de CK se deberían a cambios
en la permeabilidad celular, y no a un daño en la misma.
Sin embargo, Mullen y Hopes (1979) y Sommer (1983) relacionan
estos aumentos con la severidad del ejercicio, daño a
nivel muscular y acidosis metabólica, por lo que las
concentraciones de ácido láctico encontradas en
este estudio se podrían relacionar con el aumento en la
actividad sérica de CK.

Debido a que la actividad sérica de CK,
además de indicar la severidad del ejercicio,
señala también el grado de adaptación a
éste (Rose y col., 1980), y que en este estudio el 63% de
los animales presentaron valores por sobre los rangos de
referencia, se podría pensar que éstos no se
habrían logrado adecuar completamente al trabajo
efectuado.

La actividad sérica promedio de AST se
encontró dentro de los rangos de referencia establecidos
para la especie (< 480 U/l) reportados por Wittwer y
Böhmwald (l986), independiente del sexo, la edad y carga
parasitaria. Estos resultados sugieren que la actividad
sérica de esta enzima, por ser parcialmente mitocondrial y
citoplasmática, no fue afectada por los eventuales cambios
en la membrana celular (Rose y col., 1980; Islas y col., 1992)
que se habrían producido a causa del incremento de
ácido láctico detectado. Al respecto, Mullen y
Hopes (1979) encontraron que la actividad sérica de AST
puede mantenerse dentro de los rangos normales, a pesar de que
exista cierto grado de acidosis.

Un 36.6% de los equinos muestreados presentaron
actividad sérica de AST por sobre los valores
referenciales, por lo que es posible que algunos de ellos hayan
presentado un daño muscular o hepático (Islas y
col., 1992). Meyer (1992), trabajando con el mismo grupo de
equinos, encontró que la actividad sérica promedio
de gamma glutaril transferasa (GGT) fue de 43.7 ± 47.6
U/l, por lo que determinó que algunos de estos animales
presentarían daño hepático.

Rudolph y col. (1986) y Harris y col. (1990) reportaron
una correlación entre la actividad sérica de AST y
CK con el sexo de los animales, encontrando que las hembras
presentaban mayor actividad sérica para ambas enzimas. Sin
embargo en el presente estudio no se encontró una
correlación significativa entre el sexo, la edad y la
actividad de CK y AST. Un análisis conjunto de ambas
enzimas permite precisar si existe y cuál es el
período en que se encuentra la lesión muscular, ya
que el CK es una enzima específica del tejido muscular y
encefálico y se incrementa antes y por menos tiempo que el
AST (Bayly, 1987; Stockham, 1995). Debido a la especificidad de
CK y que AST se ubica principalmente en el tejido muscular y
hepático (Stockham, 1995), sus actividades no
estarían afectadas por el parasitismo gastrointestinal, lo
que concuerda con lo observado en este estudio. En cuanto a los
valores promedios obtenidos para Ca, Pi y Mg, éstos se
encontraron dentro de los rangos de referencia establecidos para
la especie, siendo éstos de 2.5 -3.2 mmo/l, 0.8 – 1.7
mmol/l y de 0.7 – 1.0 mmol/l, respectivamente (Wittwer y
Böhmwald, 1986). Los valores séricos de Ca y Pi que
se obtuvieron son similares a los reportados para caballos fina
sangre en condiciones de reposo por Rose y col. (1980)), Sommer
(1983) y Lucke y Hall (1980).

La similitud de los valores séricos de los
diferentes minerales
determinados de acuerdo al sexo, edad y carga parasitaria sugiere
que el balance metabólico nutricional mineral en estos
equinos fue el adecuado, con ingestas acorde a sus requerimientos
de mantención, los cuales son 45 mg/kg/día, 30
mg/kg/día y 13 mg/kg/día, para el Ca, Pi y Mg,
respectivamente (Pearce, 1975). Sin embargo, de los animales
muestreados un 45.5% presentaron valores séricos de Mg
bajo los rangos de referencia y un 13.3%, valores de Pi
sérico bajo los rangos de referencia. En el caso del Mg,
esto podría deberse a factores que interfieren con la
absorción, como son la pérdida de la
regulación sodio/potasio, deficiencia de energía,
excesivo aporte de Ca y Pi en la ración y la edad (Lewis,
1982). A pesar de que se acepta que la edad interfiere con la
absorción de algunos minerales, las correlaciones
efectuadas entre los valores séricos de Ca, Pi, Mg y la
edad y sexo de los animales no fueron significativas (p >
0.05).

Debido a la heterogeneidad de la muestra de
animales, en cuanto a nutrición y calidad de
trabajo que realizan (horas trabajo/día, distancias
recorridas/día, kilos de carga transportada), los valores
promedios obtenidos en este trabajo representan valores
poblacionales, que podrían estar influenciados por los
factores mencionados. En otras investigaciones
con este tipo de equinos sería necesario estandarizar el
tiempo de reposo previo y posterior al trabajo, así como
la calidad y duración de éste y el tipo de alimentación de los
animales, para poder
determinar con mayor exactitud el efecto del trabajo en las
modificaciones que puedan sufrir los componentes
sanguíneos estudiados.

De acuerdo a las condiciones en que se realizó
este estudio y de los resultados obtenidos, se concluye que la
edad, sexo y carga parasitaria no determinaron diferencias
significativas en las concentraciones sanguíneas de las
variables
analizadas. Que un alto porcentaje de los equinos que tiran
carretones en la ciudad de Valdivia presentan valores promedio de
ácido láctico, b-HBA sérico y de actividad sérica
de CK por sobre los rangos de referencia establecidos para la
especie, lo que sugiere una falta de adecuación al trabajo
que realizan; el resto de los componentes sanguíneos
analizados presentaron valores promedios dentro de los rangos de
referencia para la especie.

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