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Uso de un casco adecuado y su relación con fracturas craneofaciales en motociclistas de Cali (página 2)



Partes: 1, 2

MATERIALES Y MÉTODO

El objetivo principal de la
investigación es establecer la relación que existe entre fracturas
craneofaciales y el uso de un casco adecuado en motociclistas de Cali. Los
objetivos específicos es establecer cuántos de los pacientes con fracturas
craneofaciales usaban casco, determinar el tipo de casco usado y el tipo de
fractura, establecer el porcentaje de mortalidad para el período del estudio.
El tipo de estudio diseñado es descriptivo prospectivo. El período del estudio
es de un año con un trabajo de campo realizado entre noviembre de 2001 a junio
de 2002. La población está conformada por los motociclistas que sufren
accidente de tránsito y son atendidos en la Red de Urgencias de Cali.

Se diseñó un formato para
recopilar la información que contiene todas las variables a estudiar. Cada
semana se recogió el formato en las diferentes instituciones para garantizar
que los datos no se pierdan y se le pueda hacer seguimiento al paciente. Una
vez recolectados todos los formatos se procesó y se sometió a los análisis
estadísticos necesarios para obtener los resultados finales de la
investigación. Para tal efecto, se utilizó el paquete estadístico Epi-Info
versión 6.04 usada para el análisis descriptivo de información.

Se siguieron las normas
contenidas en la Resolución 8430 de 1993 del Ministerio de Salud y las
recomendaciones del Comité de Ética en Humanos de la Facultad de Salud,
Universidad del Valle (UV) que la clasificó como una investigación sin riesgo.

 RESULTADOS

El total de la muestra
estuvo conformada por 108 sujetos y se analizaron las variables licor-género,
casco-género, fractura cráneo-género, hematoma cerebral-género y fractura
cráneo-casco. Se realizó asociación entre las diferentes variables de las
cuales vale la pena resaltar:

1. Licor-género. A esta pregunta respondieron
afirmativamente 28 (25.9%) de los sujetos de la muestra y todos eran hombres.
Es decir ninguna mujer había tomado licor. Esta variable se considera en cierta
forma de confusión porque la manera como se identificó fue por la respuesta del
sujeto o un evidente estado de alicoramiento encontrado por el médico en el
momento del examen. Sería necesario tomar niveles de alcoholemia para una
correcta correlación.

2. Casco-género. De 51 (47.2%) sujetos que usaban
casco en el momento del accidente 40 (78.4%) eran hombres y 11 (21.6%) mujeres,
pero al ana-lizar la correlación se encuentra que las mujeres (57.9%) usaron
más el casco que los hombres (4.5%).

3. Fractura
cráneo-género.
De
los 22 sujetos que sufrieron fractura de cráneo 19 (86.4%) eran hombres y sólo
3 (13.6%) mujeres. Esto puede estar correlacionado también con el uso del
casco.

4. Hematoma
cerebral-género.
De
los 31 sujetos que tuvieron hematoma cerebral 26 (83.9%) eran hombres y sólo 5
(16.1%) mujeres lo cual también guarda concordancia con la apreciación
anterior.

5. Fractura
cráneo-casco.
Las
cifras correlacionadas muestran que esta asociación no tuvo variación, pues
para los hombres fue 49.4% y para las mujeres 50.6%. Esto se puede explicar por
el hecho de que el sólo uso del casco no protege adecuadamente el cráneo, pues
depende del tipo de casco y como se encontró en la presente investigación sólo
3 sujetos (5.8%) usaban un casco adecuado.

El total de la muestra
estuvo conformada por 108 sujetos de los cuales 88 eran hombres y 20 mujeres (Cuadro
1
).

La distribución según edad fue
31.5% correspondiente al grupo de 18 a 24 años seguido por 30.5% de 25 a 31
años (Cuadro 2).

Según la localización de
las fracturas y/o traumatismos, 32.5% ocurrió en el hueso malar, seguido por
15.5% con hematoma cerebral y 13.5% de fracturas nasales (Cuadro 3). 

La asociación más frecuente
con fracturas de otras partes del cuerpo fue con fracturas de clavícula (13,
40.6%) seguido de cerca por fracturas de miembro inferior (11, 34.4%) (Cuadro
4
).

Cerca de la mitad de los
sujetos de la muestra tuvieron una incapacidad de 30 a 49 días, lo cual muestra
las consecuencias laborales en la productividad del país (Cuadro 5).

 

De los motociclistas
accidentados y con fracturas craneales y/o maxilofaciales 57 (52.8%) no usaban
casco lo cual es un llamado de alerta para averiguar por qué ocurre esto y de
acuerdo con esa nueva investigación hacer campañas masivas dirigidas a esas
respuestas para disminuir realmente la morbimortalidad en salud pública por
esta causa. Sólo 3 (5.8%) sujetos de la muestra usaban un casco que realmente
les otorgaba protección, es decir, el que tiene protección facial; 13 (25.5%)
usaban casco de fibra de vidrio pero sin protección facial y la casi todos
portaban el casco denominado de patrullero, que es el que menos protección
ofrece.

Tenían un Glasgow 15/15 al
momento de ingreso al hospital 68 (62.9%), lo cual significa un trauma
craneoencefálico leve; 26 (24.1%) tenían de 11/15 a 14/15 y 14 (13%) menor de
10/15 que es compatible con un trauma severo.

La mayoría de los sujetos
71 (65.7%) conducían una motocicleta de muy bajo cilindraje (125 cc) en el
momento del accidente. Esto podría estar explicado por el mayor número de vehículos
de esas características; 37 (34.3%) se transportaban en vehículos de 125 a 185
cc.

DISCUSIÓN 

En el presente estudio se
encontró que hubo 108 motociclistas accidentados que asistieron a los servicios
de urgencia de los hospitales Universitario del Valle, San Juan de Dios y
Clínica Rafael Uribe Uribe de Cali, durante el período noviembre, 2001 a junio,
2002. Esta morbilidad determina que una parte importante de los dineros
invertidos en salud pública debe ser utilizada para el tratamiento y rehabilitación
de los pacientes accidentados, además del costo por incapacidad laboral y
manejo de secuelas de este tipo de traumatismos.

Desde la implementación del
uso obligatorio del casco para motociclistas en Cali con el Decreto Nº 1231 de
199615 se pensaba que la mortalidad en conductores de este tipo de
vehículos disminuiría, pero la realidad muestra otra cosa bien diferente y
según los informes del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses16
la cifra oscila entre 107 y 140 muertes al año en los últimos cinco años.

Desde el año 2001 se
implementó una serie de medidas preventivas, para los motociclistas en Cali
como el uso de chaleco reflectivo (12 de julio), prohibición de la circulación
nocturna en fines de semana, cursos educativos para infractores (27 de mayo),
operativos de control. Sin embargo, cuando se observa la mortalidad en
accidentes de tránsito en Cali16-21 ha permanecido más o menos
estable en los últimos cuatro años (Cuadro 6). 

Al comparar la cantidad de
motociclistas muertos por accidente de tránsito, se encuentra que en Estados
Unidos se registraron 3,349 muertos, en el Estado de la Florida 292 y en Cali
143 durante el año 200216,21,22, cifra que por sí sola es una señal
de alerta para enfocar el problema como una entidad de salud pública que merece
una atención especial. Se ha encontrado una asociación de 41% entre
motociclistas muertos y concentración de alcohol en la sangre en Estados Unidos
durante el año 200122. Por otro lado, ocasionalmente se publican
informes en la prensa escrita y hablada sobre la importancia, para los
motociclistas, de cumplir con las normas de tránsito en la ciudad23,24.

La conclusión más
importante de esta investigación es que la mayoría (52.8%) de los motociclistas
que tuvieron fracturas craneofaciales en Cali, durante el período noviembre,
2001 a junio, 2002 no usaban casco en el momento de la colisión y que de los 51
motociclistas que si lo hacían, sólo 3 (2.8%) tenían un casco que cumple con
las normas vigentes y que permite darle protección adecuada al usuario. Por
este motivo y aprovechando la vigencia actual del nuevo Código Nacional de
Tránsito25 (Ley 769 de agosto de 2002) y que comenzó a regir a
partir de noviembre 8, 2003, se deben investigar las causas del no uso de un
casco adecuado en motociclistas accidentados en Cali para implementar campañas
masivas dirigidas a contrarrestar esta conducta con el fin de disminuir notable
y efectivamente la morbimortalidad por esta causa. Por tanto, se recomienda
continuar en esta línea de investigación con una segunda fase (Cuadro 7).

Vale la pena recordar el
Decreto 1231 de 199615, que establece el uso obligatorio del casco para los
conductores; el Decreto 1867 de 199726 que lo hace extensivo para el
parrillero; el Decreto 3408 de 199827 que obliga al infractor a
tomar cursos; la Resolución 3606 de 199828 que define la norma
Icontec29 del casco; la Resolución 2436 de 199930 que
aclara el uso de correa para sujetar el casco; el Decreto 744 de 200031
para el uso de casco en ciclistas; la Resolución 295 de 200032 que
reglamenta el uso de chaleco nocturno en ciclistas; la Resolución 1050 de 200133
que establece cursos obligatorios para infractores, el Decreto 367 de 200134
que adiciona el número de la placa en el chaleco de los motociclistas.

Es importante aclarar que
la mayoría de las normas de tránsito que fueron adoptadas por el nuevo Código
Nacional de Tránsito25, se implementaron primero en Cali y algunas
de ellas gracias a investigaciones realizadas por el Instituto Cisalva de la UV35.

 AGRADECIMIENTOS

Esta investigación se logró
efectuar gracias al apoyo financiero de la Secretaría Departamental de Salud
del Valle y de la Vicerrectoría y del Vicedecanato de Investigaciones de la
Universidad del Valle; a la colaboración del profesor Carlos Cruz (estadístico)
y de los estudiantes de odontología Freddy Moreno, Sandra Moreno, Juan Pablo
Rosales y Alejandro Guzmán.

REFERENCIAS

1. Mora MA, Benavides E,
Ríos HF. Incidencia y tipo de fracturas craneofaciales en los accidentes de
motociclistas atendidos en el Hospital Universitario del Valle. Rev ACFO 1999;
96-97.

2. Departamento
Administrativo de Planeación. Informe técnico. Cali en cifras: 1997, 1998.
Cali: Rodrigo Ordoñez Editores; 1999.

3. Anuario estadístico del
Valle del Cauca, 1995. Informe técnico. Cali: Editorial Departamental; 1996.

4. Consejo Departamental de
Estadística (CODE). Informe técnico. Cali: Editorial Departamental; 1995.

5. Departamento
Administrativo de Planeación. Anuario Cali en cifras. Informe técnico. Departamento
Administrativo de Planeación. Cali: Rodrigo Ordoñez Editores; 1996.

6. Marciani RD, Zent SA,
Mckee ME. Economics of facial trauma care. Oral Maxillofac Surg Clin North Am
1998; 10: 531-532.

7. Ruskin JD, Tu HK.
Integrated management of the maxillofacial trauma patient with multiple
injuries. Oral Maxillofac Surg Clin North Am 1990; 2: 15-16.

8. Fonseca RJ, Walker RV.
Oral and maxillofacial trauma. Philadelphia: WB Saunders Co; 1991. p. 115.

9. Fonseca RJ, Walker RV.
Oral and maxillofacial trauma. Philadelphia: WB Saunders Co; 1991. p. 145.

10. Kaban LB, Pogrel MA,
Perrot DH. Complications in oral and maxillofacial surgery. Philadelphia: WB
Saunders Co; 1997. p. 2.

11. Mathog RH.
Maxillofacial trauma. Baltimore: Williams & Wilkins Co; 1984. p. 288-296.

12. Pecaro BC, Erickson MF.
Naso-orbotal ethmoidal fractures. Oral Maxillofac Surg Clin North Am 1990; 2:
145-154.

13. Rowe NL, Williams JL.
Maxillofacial injuries. Edinburgh: Churchill Livingstone; 1985. p. 456-457.

14. Buchbinder D. Use of
rigid internal fixation in the treatment of mandibular fractures. Oral
Maxillofac Surg Clin North Am 1990; 2: 41-54.

15. Alcaldía Municipal de
Cali. Decreto Nº 1231 de 1996. Por el cual se hace exigible el uso del casco
protector para conductores de motocicletas. Cali: Alcaldía Municipal de Cali,
1996.

16. Instituto Nacional de
Medicina Legal y Ciencias Forenses. Subdirección de servicios forenses, grupo
de estadística, región suroccidente. Estadística de lesiones fatales según
etiología, edad y sexo. 2001-2002. Informe técnico. Cali: Instituto Nacional de
Medicina Legal y Ciencias Forenses; 2003.

17. Centro de Diagnóstico
Automotor del Valle. Informe de accidentalidad vial en Santiago de Cali. Cali:
Centro de Diagnóstico Automotor del Valle; 1998.

18. Centro de Diagnóstico
Automotor del Valle. Informe de accidentalidad vial en Santiago de Cali. Cali:
Centro de Diagnóstico Automotor del Valle; 1999.

19. Centro de Diagnóstico
Automotor del Valle. Informe de accidentalidad vial en Santiago de Cali. Cali:
Centro de Diagnóstico Automotor del Valle; 2000.

20. Centro de Diagnóstico
Automotor del Valle. Informe de accidentalidad vial en Santiago de Cali. Cali:
Centro de Diagnóstico Automotor del Valle; 2001.

21. Centro de Diagnóstico
Automotor del Valle. Informe de accidentalidad vial en Santiago de Cali. Cali:
Centro de Diagnóstico Automotor del Valle; 2002.

22. Tyson R, Lindsay T.
Partner to combat impaired motorcycle riding. National Highway Traffic Safety
Administration (NHTSA), American Motorcyclist Association (AMA). US Department
of Transportation. (fecha de acceso octubre 10 de 2002). URL disponible en:
http://www.fars.nhtsa.dot.gov

23. Muñoz A. Los
motociclistas suicidas. El País. 2002 octubre 23; Editorial Revista
Automotores: p.3.

24. Use bien el casco y
evite lesiones. El Tiempo Cali. 2002 enero 30; primera sección: p. 4.

25. Ley 769/2002 de agosto
6. Nuevo Código Nacional de Tránsito por el cual se expide el Código Nacional
de Tránsito Terrestre y se dictan otras disposiciones. Bogotá: Momo ediciones;
2002.

26. Decreto 1867/1997 de 6
noviembre, Por el cual se hace exigible el uso del casco protector para
conductores de motocicletas y barrillero. Alcaldía Municipal de Cali.

27. Decreto 3408/1998 de 18
febrero, Por el cual se adiciona al Decreto 1867/1997 de 6 noviembre y se
establecen otras disposiciones. Alcaldía Municipal de Cali.

28. Resolución 3606/1998 de
noviembre 18, Por la cual se establecen medidas de seguridad para la conducción
de motocicletas en todo el territorio nacional. Ministerio del Transporte de
Colombia.

29. Instituto Colombiano de
Normas Técnicas y Certificación (Icontec). Bogotá: NTC 4533. 1998-10-28; 2002.

30. Resolución 2436/1999 de
noviembre 19, Por la cual se modifica el artículo primero de la Resolución
3606/1998 de noviembre 18. Ministerio del Transporte de Colombia.

31. Decreto 744/2000 de
julio 13, Por el cual se reglamenta el uso obligatorio del casco protector en
la conducción de vehículos motocicletas y bicicletas y se dictan otras
disposiciones. Alcaldía Municipal de Cali.

32. Resolución 295/2000 de
octubre 10, Por medio de la cual se establecen las características mínimas del
casco protector y del chaleco reflectivo a los que hace alusión el parágrafo
cuarto del Artículo Primero del Decreto 0744/2000 de julio 13. Alcaldía
Municipal de Cali.

33. Resolución 1050/ 2001de
febrero 27, Por la cual se establece la asistencia a cursos obligatorios de
seguridad vial a los conductores de vehículos tipo motocicleta por infracción a
las normas de tránsito. Ministerio del Transporte.

34. Decreto 367/2001 de
junio 21, Por medio del cual se reglamenta en el casco protector y chaleco
reflectivo llevar el número de placa en la conducción de motocicleta. Alcaldía
Municipal de Cali.

35. Espitia VE, Espinosa R,
Gutiérrez MI. Informe de las muertes en accidentes de tránsito ocurridas en
Cali en el año 2001. Sistema de vigilancia de muertes violentas y accidentales
de Cali. Cali: Instituto Cisalva, Universidad del Valle; 2002.

Miguel Evelio León, O.D.1,
Jesús Alberto Hernández, O.D.2
1. Profesor
Asistente y Director del Grupo de Cirugía Oral y Maxilofacial, Escuela de
Odontología, Facultad de Salud, Universidad del Valle, Cali.
2. Profesor Titular, Escuela de Odontología, Facultad de Salud, Universidad del
Valle, Cali.

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