Análisis del impacto económico del contrato INIA-CCU para mejoramiento genético de cebada cervecera
ABSTRACT: In Chile barley (Hordeum vulgare L.) is
produced mainly for beer production. In 1976, the Chilean
Agricultural Research Institute (INIA) and the Compañía
Cervecerías Unidas (CCU), the most important beer producer
in the country, signed an agreement to initiate breeding research
to produce both high yield and high quality malting cultivars in
order to be distributed under contract to barley producers. The
new varieties created under this agreement have been distributed
to the producers under a system of contract production. From 1978
to 1999, INIA introduced the Aramir variety and created three new
varieties, Granifen INIA/CCU, Acuario INIA/CCU and Libra
INIA/CCU, which were distributed in the central and southern part
of the country, where they demonstrated good adaptability, yield
and quality compared to Aramir. The results indicate the internal
rate of return reached 51.98% when the price elasticities for
demand and supply were – 0.54 and 1.06 respectively. The net
social benefit calculated was $5,359 million pesos, where the
producer surplus was equivalent to 64,9% of the total net social
benefit of the malting breeding research.
Key words: barley, agricultural research,
economic surplus, Chile, Hordeum vulgare.
RESUMEN: En Chile la producción de cebada
(Hordeum vulgare L.), se destina principalmente a la
fabricación de malta y cerveza. En 1978, el Instituto de
Investigaciones Agropecuarias
(INIA) y la Compañía Cervecerías Unidas (CCU), la
más importante empresa productora de cerveza del
país, firmaron un convenio de investigación con el
propósito de iniciar trabajos de mejoramiento genético
para producir variedades de cebada con altos rendimientos y
elevada calidad maltera. Las nuevas
variedades creadas a través de este convenio han sido
entregadas por CCU a los productores bajo un sistema de contrato de producción.
Desde 1978 hasta 1999, INIA introdujo la variedad Aramir y
creó las variedades Granifén INIA/CCU, Libra INIA/CCU y
Acuario INIA/CCU, que han sido cultivadas en el centro y sur del
país, demostrando buena adaptación, rendimiento y
calidad, comparadas Aramir. De acuerdo a los resultados, la
tasa interna de retorno para
este convenio alcanzó a 51,98%, cuando las elasticidades
precio de la demanda y la oferta calculadas fueron –
0,54 y 1,06 respectivamente. El beneficio social neto calculado
alcanzó a 5.359 millones de pesos, en donde el excedente del
productor fue equivalente a 64,9% de los beneficios sociales
netos de la investigación en mejoramiento genético de
la cebada en Chile.
Palabras clave: cebada, investigación
agrícola, excedente económico, Chile, Hordeum
vulgare
Introducción
La cebada (Hordeum vulgare L.) en Chile
ocupó el 3,6% de la superficie agrícola dedicada a
cultivos anuales en la temporada 1998/99; el valor de su producción
alcanzó a 3,8%, expresado como porcentaje del valor total de
la producción agrícola (ODEPA, 1999). Su cultivo se
concentra entre la VII a la IX regiones, sembrada en condiciones
de riego o secano. El principal destino de su producción es
abastecer la industria maltera y cervecera,
con fines de consumo interno y de exportación (Urrutia,
1998).
La superficie destinada a la producción de cebada
ha disminuido en un 59,1%, desde 62.132 ha a 25.149 ha, entre la
década del 70 y la del 90, respectivamente. Actualmente, la
producción se ha reducido en 34,2%, y los rendimientos
promedios nacionales han aumentado en un 63,2%.
Durante muchos años, las investigaciones en cebada
realizadas en Chile se caracterizaron como intentos aislados,
geográficamente fragmentados, discontinuos en el tiempo, carentes de equipos de
investigadores integrados en su quehacer, y relativa o
mínima permanencia en la consecución de los objetivos propuestos (Campos
et al., 1989). Esta situación experimentó un importante
cambio cuando el Instituto de
Investigaciones Agropecuarias (INIA) incorporó en 1976 este
rubro a sus programas de investigaciones. Dos
años más tarde se estableció un convenio entre
INIA y la Compañía Cervecerías Unidas (CCU), cuyos
objetivos fueron crear y/o introducir variedades de cebadas de
alto rendimiento en grano, resistentes a las principales enfermedades de importancia económica,
con buen tipo agronómico de planta y buena calidad
maltera.
Al iniciar el convenio INIA-CCU en 1978, la
situación que se tenía con cebada era la siguiente: (a)
el rendimiento promedio nacional era 1,88 t ha-1, el
que aumentó a 4,2 t ha-1 en 1997; (b) CCU
bonificaba a los agricultores por calibre de grano (mallaje)
sobre el 80% del harnero de 2,5mm, a un costo de 5% para la empresa; en 1990 la base de
bonificación subió a 90% sobre el mismo harnero, con un
ahorro del 5% anterior,
colocándose Chile al mismo nivel de los requisitos
establecidos por la Convención de Cerveceros Europeos (EBC);
(c) CCU requería 18,5 kg de cebada para producir 100 L de
cerveza; actualmente se requiere entre 16 y 17 kg para producir
la misma cantidad de cerveza; (d) la producción de cerveza
ha aumentado (Figura 1) desde 140,4 millones de litros en 1978, a
347,3 millones de litros en 1997 (INE, 1998). Parte importante de
este aumento se debe a CCU, principal empresa productora de
cerveza en el país; (e) la zona sur aportaba 23.248 t,
correspondiente al 85,7% del total de la cebada recibida por la
CCU, en tanto que el aporte actual es de aproximadamente 45%; (f)
las variedades de cebadas sembradas por CCU eran Firlbecks
Unión, Breun's Wissa y Carina, introducidas antes de 1978, y
utilizadas por las agroindustrias malteras y cerveceras
nacionales; posteriormente INIA introdujo la variedad Aramir
(Beratto, 1983), de origen holandés (Cuadro 1), por la que
CCU debió cancelar royalty para utilizarla comercialmente. A
partir de 1983 se liberaron las variedades creadas a través
de este convenio: Granifén INIA/CCU (Beratto, 1984), Libra
INIA/CCU (Beratto, 1988), Leo INIA/CCU (Beratto, 1990) y Acuario
INIA/CCU (Beratto et al., 1994).
Página siguiente |