La idea de totalidad en Kant como fundamento del progreso cognoscitivo
- Resumen
- Los dos dominios kantianos de la
idea de totalidad - El mundo
primer dominio de la idea de totalidad - La
naturaleza. Segundo dominio de la idea de totalidad. Necesidad
y libertad - Moralidad y
finalidad - Notas
- Lista de
Referencias
Resumen
Partiendo de la consideración de que el progreso
del conocimiento
sólo es posible mediante su articulación
sistemática en la forma de un todo, en este
artículo se consideran las condiciones exigidas para
lograr la constitución de las dos ideas de todo
presentes en la obra de Kant: la idea de
totalidad matemática
y la idea de totalidad dinámica. Se examinan también los
problemas que
plantean ambas formas de totalidad.
Palabras clave: Conocimiento, progreso,
totalidad, idea, matemática, dinámica.
The Idea of Totality in Kant as a
Basis for Cognoscitive Progress
Abstract
Taking as a point of departure the view that progress in
knowledge is possible only by means of its systematic
articulation in the form of a whole, this paper considers the
conditions required to achieve the constitution of the two ideas
of a whole present in Kant’s works: the idea of a
mathematic whole and the idea of a dynamical whole. The problems
posed by both forms of totality are also examined.
Key words: Knowledge, progress, totality, idea,
mamemathics, dynamics.
Recibido: 19-09-2004 · Aceptado:
29-11-2004
Introducción
Considerar hoy la idea de totalidad cuando ya todo el
pensamiento
post-moderno, siguiendo las ideas de Adorno, se ha
erigido en su crítico, puede parecer algo extraño e
incluso fuera de lugar. Y, sin embargo, creo que es cuando
más falta hace considerarla en tanto que en las ciencias se
muestra que su
conceptuación es absolutamente necesaria dado que es la
forma en que se producen sus resultados positivos. Lo dicho
encuentra corroboración en las afirmaciones de G. Bueno de
que la idea de todo es imprescindible a la hora de realizar un
análisis gnoseológico, dado que esta
idea:
"…está presente, casi de modo ubicuo y,
además, esencial (no meramente ocasional u oblicuo) en las
más diversas ciencias y no hay una sola ciencia que no
lleve embebidas, en sus procedimientos,
las ideas holóticas" (Bueno, 1993-2: 129).
Este autor explora la producción de las construcciones
holóticas en diversas ciencias, mostrando sin
ningún género de
duda su importancia e interés.
Por otra parte la negativa postmoderna a aceptar la idea
de todo no pasa de ser una postura meramente especulativa, ya que
en el ejercicio se muestra que se está contando con ella.
Un ejemplo claro puede encontrarse en la consideración de
la
organización social vista desde la idea de diferencia
que realiza I. Young (1), quien claramente considera la sociedad como
una totalidad atributiva, siguiendo la terminología de G.
Bueno.
Pero en este artículo no vamos a seguir las
consideraciones que este autor hace de la idea de totalidad,
aunque las usamos como marco para entender el problema, sino a
seguir el planteamiento kantiano ante todo por el interés
que ofrece al entender que esta idea nos proporciona los
términos necesarios para lograr un contexto de
descubrimiento que haga posible el avance del conocimiento. Kant
entendió que ésta era propiamente la tarea de la
razón.
1. Los dos dominios
kantianos de la idea de totalidad
Kant supuso que toda idea podía ser pensada como
totalidad, y que los dos términos relativamente a los que
esto es posible son: Mundo y Naturaleza. Ambos nos
proporcionan las dos direcciones en que puede pensarse de forma
transcendental, y no transcendente, una idea: como totalidad
matemática y como totalidad dinámica.
Esta última exige considerar el problema de
práctico y el de la finalidad.
La forma en que Kant entendió estos
términos es la siguiente: Mundo significa el
todo matemático de los fenómenos.
Naturaleza significa el todo dinámico de los
fenómenos (Cfr. Kant, (1956), A-418, B-446:
390).
Por tanto, vamos a considerar que la idea de todo tiene
dos dominios y que, por ello, toda idea se puede hallar
determinada según dos direcciones matemática y
dinámica.
La forma de conocimiento de los dos dominios es
el discursivo, pues sus objetos no son
representados en la intuición, sino en el discurso
mismo. El
conocimiento discursivo pretende mostrar la relación
entre la idea y sus condiciones que puede permitir dar cuenta del
ámbito de ejercicio de nuestra razón y de la
imposibilidad de pensar la idea como subsistente.
El dominio
matemático vamos a considerarlo someramente, pero vamos a
hacer hincapié en el dominio dinámico, que es el
que requiere la consideración del problema práctico
y de la finalidad.
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