- Contexto
- Perspectivas
teóricas de la participación - Posibilidades
prácticas de la participación - A
modo de conclusión
¨Se establece el carácter participativo del presupuesto. La
ley debe fijar
los procedimientos
de consulta sobre las prioridades de asignación de
recursos¨
Artículo 52º de la Constitución de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires
Introducción
El Presupuesto Participativo (en adelante PP) en la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
puede constituirse como una respuesta satisfactoria a la crisis de
representación y al mismo tiempo a las
limitaciones del Estado
postsocial, incentivando la participación y, a
través de ella, a la creación de una nueva forma de
ciudadanía que rompería con la
lógica
de descentralización neoliberal. La
posibilidad de que esto efectivamente se realice depende del rol
del Estado en la aplicación de esta
herramienta.
El camino elegido para desarrollar nuestra hipótesis incluirá una
contextualización de la situación crítica
en la que se encuentra el Estado en
la actualidad, para luego reflexionar sobre las perspectivas
teóricas y las posibilidades prácticas de la
participación.
Contexto
Daniel García Delgado nos habla de los límites
del Estado. Estos límites provienen de dos direcciones,
los que vienen desde arriba tienen que ver con: presiones de los
países centrales, de los organismos multilaterales de
crédito, de otras instituciones
supranacionales como la OMC, de empresas
multinacionales. Desde abajo, por las presiones generadas por
localismos regionales.
Durante los noventa, asistimos a un proceso de
achicamiento del Estado, aumentando cada vez mas su incapacidad
de responder satisfactoriamente las demandas que emanaban del
corpus social. Se siguieron al pie de la letra las instrucciones
que el Consenso de Washington consideraba imprescindibles, se
descentralizó, se privatizó y el espacio
vacío fue ocupado por el mercado. En este
caso, cuando nos referimos a descentralización, lo hacemos
en el sentido propuesto por el Consenso de Washington, cuyas
políticas tenían como fin reducir
los costos
administrativos del Estado nacional.
La reducción del Estado a su mínima
expresión, ha dado como resultado un escenario de
fragmentación social y exclusión verdaderamente
abrumador. La descentralización en instancias
administrativas de menor jerarquía (provincias,
municipios) de una cantidad cada vez mayor de funciones que
solían corresponder al Estado nacional, sin la
correspondiente transferencia de recursos, ha sumido al Estado en
una situación comprometida que hizo que le resulte
extremadamente difícil actuar con el objeto de minimizar
los efectos de la aplicación del resto de recetario
neoliberal.
Durante la última década ha habido una
fuerte tensión causada por los efectos del neoliberalismo
y la
globalización y el reclamo cada vez más
intenso, aunque difuso, de mayor democratización, a
través de demandas tales como mayor transparencia en la
gestión
pública o una representación de mejor calidad.
La incapacidad del Estado de dar respuesta a la crisis
fiscal
derivada del esfuerzo destinado a honrar los compromisos
internacionales agravó esta tensión y dio como
resultado una profunda crisis de representación. La
hegemonía neoliberal comenzó a resquebrajarse y dio
lugar a la búsqueda desesperada de respuestas al
vacío resultante. El neoliberalismo había hecho
promesas que no pudo cumplir, abriendo un nuevo horizonte a ideas
audaces y novedosas. La profundización de experiencias
tales como el presupuesto participativo es una de estas ideas que
pueden contribuir a generar una respuesta a un neoliberalismo que
se retira como ideología hegemónica (aunque
aún no está vencido), poniendo en disponibilidad de
la sociedad una
herramienta fundamental de la política como es la
toma de
decisiones y el control de la
gestión pública de la Ciudad.
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