- Tékhne y técnica
moderna: Un primer planteo - El
capitalismo y la manía por la
utilidad - El
peligro - El tiempo en
rebanadas - El
tiempo perdido - Breve
historia de la concepción del tiempo a través del
tiempo - Vivimos una
historia sin final - Bibliografía
utilizada
I
Tékhne y técnica moderna: Un
primer planteo
Si hablamos de la técnica como una hacer del
hombre, como
un medio que nos permite alcanzar algo, que es nuestro fin,
entonces nos estaremos refiriendo a una concepción de la
técnica que se centra en su carácter antropológico instrumental.
Pero el decir esto se manifiesta como insuficiente para Martin
Heidegger. En su escrito "La pregunta por la técnica" el
alemán distingue entre la tékhne griega y la
técnica moderna. La tékhne griega
suponía una forma de abrir el mundo, era producente,
poiética y creadora. Se trata de comprender lo que se
tiene ante los ojos, dar cuenta de su esencia. La técnica
antigua artesanal, en vez de imponerse a la naturaleza, la
respetaba; como bien querría Murray Bookchin. No remite
tanto a un hacer, sino más bien a un saber. Por su parte,
la técnica moderna es provocante. La técnica
moderna ve en la naturaleza una reserva de recursos de los
cuales dispone. Puede darle un uso útil a todo lo que
"quieto" (sin hacer nada útil, digamos) en la naturaleza
se encuentra. El sentido moderno de las cosas se vuelca entonces
hacia lo instrumental, hacia el servir-para-algo. Justamente
Bookchin critica a Karl Marx esa
visión de la naturaleza como depósito de cosas a
ser usadas.
Marx, sin poder
despegarse de esta visión moderna de lo técnico,
presenta a la naturaleza como los recursos que esperan
pacientemente ser utilizados. Así es como, según
esta concepción, el árbol que no ha sido talado
para convertirse en una útil silla, sigue de pie
decepcionado, sintiéndose inútil y excluido de ese
lindo proyecto humano
que es la modernidad.
Bookchin apunta a una concepción de la técnica que
no separe de tal manera al sujeto del objeto. "El juicio
definitivo del valor de una
técnica es operativo: se basa en eficiencia,
habilidad y costo."
Así, la técnica moderna se muestra como
capaz de todo, ilimitada, con todo para darlo y sin nada
más que pedir a cambio que un
poco de orden. Frente a esta relación de sumisión
que se observa entre la técnica moderna y la naturaleza,
Bookchin propone una relación de armonía entre el
sujeto y el objeto, de respeto hacia la
naturaleza.
Tanto lo producente de la tékhne como lo
provocante de la técnica moderna son formas de desocultar.
El desocultar provocante es el desocultar que aplica medios. La
técnica moderna es el carpintero, el arquitecto, el
jardinero; la naturaleza es la madera y los
clavos, los ladrillos, las plantas del
jardín. La vaca es carne para alimentarse, donde hay
bosques se ven millones de cajitas de fósforos, donde hay
cardúmenes se ven latas de sardinas navegando por los
océanos esperando cumplir con su cometido técnico:
llegar a la mesa para la cena. El provocar descubre "las
energías ocultas de la naturaleza; lo descubierto es
transformado; lo transformado, acumulado, lo acumulado, a su vez,
repartido y lo repartido se renueva cambiado." ¿Qué
quiere decir Heidegger con "cambiado"? Que las energías en
un principio tomadas de la naturaleza cambian de forma, y vuelven
a ella. Si vuelven a ella, afortunadamente para la técnica
provocante, esas energías pueden ser nuevamente utilizadas
para los más diversos fines. Es la naturaleza entonces un
depósito constante de recursos. La técnica es un
desocultar. Su modo específico de desocultar reside en que
desoculta lo que encuentra en el mundo como constante.
"Real es lo que puede medirse. Sólo lo
previamente calculable vale como ente." Con este enunciado,
Heidegger y Lewis Mumford se encuentran. Este último
escribe: "Detrás del desarrollo de
los instrumentos y de las máquinas
está la tentativa de modificar el medio de una manera que
permita fortificar y sostener el organismo humano." La
técnica es aquello que propone un sentido a la naturaleza
que empieza y acaba en lo útil. La técnica se
propone rebanar el tiempo y el
espacio; pesar los cuerpos y medir las distancias. Es ésta
predominancia de lo cuantitativo por sobre lo cualitativo una de
las ideas centrales de Mumford, también tratada por Alfred
Crosby. Con la técnica se propone (impone) un orden a la
naturaleza.
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