Dificultades y
retos
Los medios de
comunicación pueden y deben desempeñar un
papel fundamental en la conciencia
ambiental de la sociedad, y
sin embargo no conceden al medio ambiente
la importancia que éste merece. Por su parte, los
periodistas ambientales están mejor preparados y tienen
cierta conciencia de grupo, pero
aún deben enfrentarse a muchas
dificultades.
Aunque temas como el terrorismo
sean en estos momentos las noticias
estrella, el cambio
climático será a largo plazo un hecho aún
más noticioso por los billones de personas a los que
afectará. Los medios de
comunicación pueden y deben aprovechar su potencial
para concienciar a la sociedad incrementando la cantidad y
calidad de
información ambiental que ofrecen, ya que
la realidad ha demostrado que determinados problemas,
sean ambientales o de otra índole, adquieren relevancia en
el momento en que aparecen en los medios.
¿Pero están éstos concediéndoles la
importancia y el lugar que merecen? ¿Hasta qué
punto puede hablarse de la existencia de un periodismo
ambiental?
Una aproximación conceptual
No existe en el entorno académico una postura
unánime sobre qué es exactamente el periodismo
ambiental, y algunas definiciones resultan incompletas porque
reducen las competencias de
esta especialidad a aspectos relacionados con la naturaleza. El
periodista Joaquín Fernández (1995), probablemente
quien más aportaciones ha hecho a su estudio en España,
sostiene que en la actualidad se habla de periodismo ambiental
«para designar a esta especialidad periodística,
cargada de futuro, que se ocupa de la actualidad relacionada con
la naturaleza y el medio ambiente y en
especial de aquellos aspectos que tienen que ver con su
degradación». Si bien esto no parece incorrecto,
creo necesario avanzar algunos pasos y aportar una
definición más adaptada a una actividad cuyas
competencias han crecido espectacularmente en las últimas
décadas como consecuencia del propio desarrollo de
la interacción del hombre con
la Tierra.
Así pues, puede decirse que se trata de una
especialización periodística que se ocupa de la
información de actualidad generada por la
interacción del ser humano con los seres vivos y con su
entorno, tanto el natural como el creado por el propio
hombre.
El término de "periodismo ambiental" suele
confrontarse con otros incluso más habituales y
biensonantes, aunque menos rigurosos como "periodismo verde" o
"periodismo ecológico". Lo ecológico suele
relacionarse más con una postura de militancia, propensa
al conflicto y a
la lucha por unos ideales, y también son muchos los
profesionales de medios generalistas los que lo relacionan con
quienes se mueven en el ámbito de las publicaciones
especializadas. A finales de 1994, la Asociación de
Periodistas de Información Ambiental (APIA) fijó
definitivamente el término periodismo ambiental y
así los profesionales de la especialidad «se
desvinculaban de las confusiones que podía acarrear el
nombre ‘ecológico’ por su carga
ideológica y se reafirmaban en lo ambiental como un
ejercicio profesional» (Fernández Reyes,
2003).
El periodismo ambiental como especialidad tiene, como se
verá más adelante, una larga trayectoria en
España, y sin embargo los estudios sobre ella se reducen
fundamentalmente a las publicaciones del mencionado
Joaquín Fernández (1) y a los sucesivos
encuentros celebrados por la APIA, cuya sexta convocatoria se
celebra este año. La mayoría de los investigadores
todavía sitúa esta especialidad dentro de
áreas como el periodismo científico, a pesar de que
cuenta con identidad
propia y con muchos y diversos contenidos. Algunos estudiosos y
organizaciones
–Joaquín Fernández, Francisco Esteve y Javier
Fernández del Moral, o la
OCDE– han elaborado listas de los que consideran los campos
que abarca. A ellos añado mi propia propuesta:
– Protección de la naturaleza: deforestación, incendios
forestales, suelo, biodiversidad,
espacios protegidos, fauna y
flora.
– Agua: contaminación de ríos, mares,
costas, planes hidrológicos.
– Contaminación: agrícola,
acústica, atmosférica, capa de ozono,
efecto
invernadero, cambio climático, vertidos.
– Residuos: urbanos, tóxicos,
atmosféricos, incineración, reciclaje,
vertederos.
– Desarrollo
sostenible: turismo rural, problemas de
población, salud, educación
ambiental, desarrollo
económico y protección del medio.
– Investigación: nuevas
tecnologías, energías renovables, estudios de
impacto
ambiental.
– Administración ambiental y organizaciones
ecologistas.
Primeros pasos del periodismo ambiental
Aunque la expresión periodismo ambiental
empezó a perfilarse en las décadas de 1970 y 1980
(Fernández, 2001), desde hace más de tres siglos la
prensa ha
demostrado tener buenos conocimientos de algunos problemas
relacionados con la degradación de la naturaleza, de
cómo éstos afectan a la vida cotidiana y a la salud
de las personas y de que, al menos en parte, tienen
solución. Puede afirmarse, por tanto, que aunque apenas
existían periodistas dedicados en exclusiva a ello y ni
siquiera se hacía uso de ese nombre, el periodismo
ambiental ya estaba ahí.
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