- Dimensión
empresarial - Dimensión
tecnológica - Dimensión
comunicativa - La
cobertura informativa multimedia - Recursos materiales
y humanos - Tiempo
- Contenido
- ¿Hacia
dónde se dirige la convergencia de los
medios?
Cuando se estudia la evolución de la convergencia multimedia en
los medios de
comunicación es frecuente encontrarse con análisis reduccionistas. En muchos de esos
análisis tiende a destacarse la tecnología como el
único parámetro que promueve los procesos de
convergencia y evoluciona con ellos, mientras se olvida o
minusvalora otros aspectos. Sin embargo, el proceso actual
de convergencia en los medios es
mucho más rico en matices. En particular, como trataremos
de explicar, en este caso debe ser considerado también
como clave el factor profesional.
Pero antes de llegar a ese punto, pensamos que es
necesario partir de la base: explicar qué entendemos por
convergencia multimedia. Y es que, a pesar de lo mucho que se
habla sobre esta cuestión, sigue siendo un concepto esquivo,
con características difusas. Pensamos que para analizar a
fondo ese proceso de convergencia y establecer las medidas
estratégicas oportunas para abordarlo, es preciso tener en
cuenta varias dimensiones que se articulan entre sí. Esas
dimensiones pueden sintetizarse en cuatro: la dimensión
empresarial, la tecnológica, la profesional y la
comunicativa.
Dimensión
empresarial
Corresponde al nivel más general, el de las
empresas de
comunicación que, en los últimos
años, han experimentado un evidente proceso de
diversificación mediática. Esta dimensión
comprende el estudio de las dinámicas de
multiplicación de medios en el seno de un grupo de
comunicación, así como los modos en los que esos
medios se coordinan entre sí en lo económico y en
lo editorial. En esta dimensión destaca un elemento clave
en las dos últimas décadas (1980-2002): la
aparición de Internet como nueva
plataforma para el periodismo,
que ha obligado a revisar los modelos de
articulación de los medios en el seno de los grupos de
comunicación.
Dimensión
tecnológica
Esta dimensión corresponde a la revolución
instrumental que ha tenido lugar en los últimos
años en los procesos de composición, producción y difusión de la prensa. La
tecnología digital ha traído consigo una
reconfiguración profunda de las tareas
periodísticas y ha abierto nuevos horizontes al
periodismo.
Por lo que respecta particularmente a los diarios, la
digitalización y el éxito
paralelo de Internet han propiciado nuevas formas de hacer y
difundir la información: los periódicos
electrónicos. La aparición de este tipo de prensa
ha producido una rápida evolución interna en la
tecnología de las redacciones y en los procesos de
producción informativa.
A comienzos de los años 1990, las redacciones de
los periódicos eran cadenas lineales de producción
con un objetivo
único: publicar un diario impreso todos los días.
Sin embargo, la aparición de los diarios
electrónicos provocó cambios rápidos en ese
modelo. Hacia
mediados de la década, los diarios comenzaron a ofrecer un
segundo periódico
a través de Internet, que reproducía más o
menos literalmente los contenidos del periódico impreso.
Apenas un par de años más tarde, hacia 1997, los
periódicos vieron la necesidad de crear redacciones
autónomas que elaboraran contenidos específicos
para la versión digital. Este proceso causó un
progresivo distanciamiento y descoordinación entre las
redacciones que, desde hace dos o tres años, se
está intentando superar a través de la
implantación de los sistemas de
gestión
integrada de los contenidos (Content Management
Systems).
Estos sistemas, basados en el estándar XML, permiten
desvincular la forma del contenido, por lo que la
publicación en distintas plataformas físicas
(diario impreso) o digitales (web, WAP, PDA,
PDF, TV interactiva, etc.) se facilita y agiliza. Además,
en paralelo, los propios receptores digitales de
información están experimentando un rápido
proceso de convergencia, caracterizado por una tendencia en crear
dispositivos móviles, interactivos y con capacidad para
reproducir contenidos multimedia.
Así pues, para lo que afecta al concepto general
de convergencia multimedia, la adopción
de los sistemas de gestión de contenidos y la
proliferación de nuevos dispositivos receptores digitales
añade una segunda dimensión esencial, en este caso
tecnológica, en el proceso de hibridación entre
medios.
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